presupuestos de la quiebra

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PRESUPUESTOS DE LA QUIEBRA
(Esquema para una teoría)
Por el Lic. Raúl CERVANTES
AHUMADA, profesor de la Escuela Nacional de Jurisprudencia.
l. Existen determinados elementos que sirven de antecedentes necesarios para toda declaración de quiebra, y sin los cuales la quiebra no
podrá tener existencia jurídica. Los autores suelen designar estos elementos con los términos de "condiciones y supuestos para la declaración de
quiebraJ' ;l pero la denominación más generalmente aceptada es la de "Presupuestos de la quiebraJ'.
Adoptaremos esta Última terminología, por parecernos la más apropiada.
La generalidad de los autores se preocupa sólo de los presupuestos
de fondo de la quiebra, que reduce a dos: a ) un deudor comerciante y
b) el estado de insolvencia del deudor. Algunos, como Garcia Martinez a
agregan como tercer elemento el de que la insolvencia o cesación de pagos
sea por obligaciones comerciales.
1 Humberto Navarrini: La quiebra Traducción de Francisco Hernández B. Madrid, 1943. Elementos. Navarrini: Trattato Elementare di Diritto Comerciale. Ramón
S. Castillo: La quiebra en el Derecho argentino. Buenos Aires, 1940.
2 Rafaelli : Zstituaioni di Diritto Fallimentare. Raymundo L. Fernirndez : Fundamentos de la quiebra. Brunetti : Tratado de quiebras. Traducci6n de Joaquín Rodríguez
y Rodriguez. México, 1945. Apodaca y Osuna Francisco: PresuPuesfos de la quiebra.
Mbxico, 1945. La exposición de motivos habla de "Supuestos" de la declaración de
quiebra.
3 Francisco García Martínez: El Concordato y la quiebra Tomo 29 Buenos
Aires, 1940.
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RAUL CERVANTES AHUMADA
Con mejor y más completa sistemática, otros autores . preocupan
de los elementos de orden procesal.
En este breve estudio habremos de referirnos principalmente a los
presupuestos de fondo de la quiebra, y solamente al final haremos alguna
referencia a los presupuestos procesales.
2. Nuestra Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, siguiendo a la
mayoría de los autores, establece en su artículo primero dos presupuestos
insolvencia o cesade fondo de la quiebra: el deudor comerciante y
ción de pagos.
3. No estamos conformes con la enumeración legal ni con la forma
de definir los presupuestos de fondo. E n primer lugar, creemos que debe
considerarse un tercer elemento, como es el de la concurrencia de acreedores. Y en segundo lugar, no estamos conformes con que se exija la existencia de un deudor (persona física o moral) para que la quiebra pueda
ser declarada. Y creemos que la indicación hecha por la ley no está ajustada técnicamente al sistema de la misma, y que el articulo primero resulta contradictorio con otras disposiciones de la propia ley.
Si por presupuestos de fondo entendemos, según ya hemos indicado,
aquellos elementos necesarios para la existencia misma de la quiebra, y
cuya falta produce la inexistencia jurídica de la misma, debemos concluir
que el articulo primero de ld Ley es incompleto, insuficiaite e impropio
para englobar los citados elementos o presupuestos de fondo de la quiebra.
4. Para definir la noción de comerciante, habremos de aplicar las
disposiciones del Código de Comercio; y según ellas, sólo pueden ser comerciantes las personas jurídicas (físicas o morales). Cualquiera entidad
que carezca del atributo de la personalidad, no podrá tener, ea nuestro
derecho, la calidad personal de comerciante.
Tena define al comerciante como la persona física o jurídica que realiza profesionalmente actos de comercio.
Los autores que establecen que el deudor comerciante es el primer
presupuesto de fondo de la quiebra, están también conformes en entender
4 Raffaelli: Obra citada. Brunetti: Obra citada. Luigi Rocci: FJIYiicnto Dela
Societd Commercioli. Roma, 1937.
5 Art. 19 "Podrá ser declarado en estado de quiebra el comerciante que cuw
en el pago de sus obligaciones".
6 Art. 39 del Cddigo de Comercio: "Se reputan en derecho ealllctciantes: 1. Las
personas que, teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, heea le C1 su a u paci6n ordinaria. 11. Las sociedades constituidas con arreglo a lu leyes mercantiles;
111. Las sociedades extranjeras o las agepcias y sucursales de éstas que dentro dd
temtorio nacional ejerzan actos de comercio.
7 Tena: Derecho Marcontil Mexicano. Tomo primero.
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por deudor comerciante una persona física o moral dedicada al comercio.
Y no podría ser de otra manera.
5. No será materia de este esquema el estudio del deudor comerciante.
Estamos conformes en que el deudor comerciante (cuando el deudor existe como persona) puede ser declarado en quiebra; pero siendo que puede
aceptarse en derecho mexicano la existencia de quiebras sin sujeto deudor
comerciante (las llamadas quiebras de patrimonio o quiebras de empresa)
no encontramos justificado que se defina al primer presupuesto de fondo
de la quiebra como "un deudor comerciante". El verdadero primer presupuesto de la quiebra no es el deudor, sino la empresa comercial.
6. Donde quiera que exista una empresa comercial, tenga o no titular
comerciante, podrá haber declaración de quiebra. E n consecuencia (repetimos), en derecho mexicano puede haber quiebra sin sujeto quebrado.
Se plantea aquí el problema de la empresa con titular no comerciante
y también el problema de la empresa sin titular, o sea el problema del patrimonio sin sujeto o del patrimonio de afectación; conceptos que suelen
eludir los juristas, calificándolos de absurdos o imposibles.
Algunos tratadistas extranjeros, han contemplado también la posibilidad de que exista quiebra sin sujeto quebrado. Con singular agudeza,
Navarrini dice "que siendo esencialmente la quiebra más bien una institución que organiza la protección jurídica de los acreedores que una institución directamente encaminada contra la persona del deudor, no se halla
indisolublemente ligada a la existencia de una persona física o (por extensión) de una persona jurídica; basta con que exista un conjunto de bienes,
un patrimonio consagrado al comercio (en las legislaciones que limitan la
quiebra al campo con~ercial)y destinado al pago de los acreedores, para
que la quiebra sea posible cuando se da la insuficiencia de aquel patrimonio
para realizar el pago".
7. E l derecho mexicano conoce la posibilidad de la quiebra del patrimonio objetivamente considerado, sin quiebra de los titulares no comerciantes del patrimonio quebrado o sin existencia de tales titulares en los
siguientes casos :
a ) Quiebra de empresas cuyo titular es un menor o un incapacitado.
E s indudable que en derecho mexicano, el menor no tiene capacidad para
ser comerciante sino en determinadas condiciones. Sin embargo, un menor
o incapacitado absoluto puede convertirse en dueíío o titular de una empresa mercantil, sin que por ello adquiera la calidad de comerciante. E n
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La Quiebra, pág. 35.
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estos casos, el COdigo no resuelve el problema; pero cmmob que las autoridades judiciales, previo estudio del caso, deberán resolver si la empksa
continúa administrada por los tutores o representantes del menor o incapacitado, o si es liquidada.
En el proyecto para el nuevo Código de Comercio que publicó en 1929
la Secretaria de Industria, Comercio y Trabajo, se establece, con gran atingencia, que cuando un incapaz adquiera un fundo de comercio, el Juez decidirá, con informe de peritos, si la negdación habría de continuar, liquidarse o darse en arrendamiento ;y establece también que en caso de que la
negociación continuase por cuenta del incapaz, "los bienes que la formen
integrarán el patrimonio comercial de éste, totalmente separado de cualesquiera otros que puedan pertenecerle, los que constituirán su patrimonio
civil ; y de las obligaciones que afecten a cualquiera de dichos patrimonios
responderán exclusivamente los bienes que lo constituyan". Como se ve, el
proyecto resolvía el problema de la separación del patrimonio comercial,
cuyo titular no se convertía, por serlo, en comerciante.
Nos parece indudable que en nuestra legislación actual tampoco adquiere el menor absolutamente incapaz para ejercer el comercio (menor de
18 &os), o el incapacitado, la calidad de comerciante por convertirse en
titular de un patrimonio mercantil, y que en caso de quiebra de éste, tal
quiebra no afectaría jurídicamente a la persona del titular de la empresa
quebrada.
b) Quiebra de las sucesiones. Nuestra ley de quiebras establece la
posibilidad de que pueda quebrar el comerciante difunto y de que phleda
quebrar también la sucesión de éste. Según el artículo tercero de la Ley de
Quiebras, puede declararse quebrado al comerciante durante los dos años
siguientes a su muerte o a su retiro del comercio, siempre que se pruebe
que la cesación de pagos o insolvencia se había producido en fecha anterior
a la muerte o al retiro o en el año siguiente a éstos. Para el caso a debate,
no ofrece problema la quiebra del comerciante muerto ;basta con que la ley
le siga dando un tratamiento personal después de su muerte. Es universalmente aceptado, que la persona jurídica es una creación del derecho, independientemente del sustratum físico o social que le sirva de base. El
derecho puede crear las personas, independientemente de su existencia física
o de su organización social. Así, reconoce el derecho personalidad a los
no nacidos y en ciertos casos prolonga la vida jurídica de las personas
muertas.
Pero independientemente de la posibilidad de que el comerciante fallecido pueda ser declarado en quiebra, el mismo artículo tercero que hemos .
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citado, establece que "la sucesión del comerciante p d r á ser declarada en
quiebra cuando continúa en marcha la empresa de que éste era titular".
Se trata aquí ya no de quiebra del comerciante, sino de quiebra de su
sucesión, cuando ya el comerciante no es titular de la empresa, sino que los
titulares de ella son los herederos.
En nuestro derecho no existe el problema de la herencia yacente; ya
que nuestro Código Civil establece (artículo 1288) que los herederos adquieren derecho a la masa hereditaria como a un patrimonio común, desde
la muerte del autor de la sucesión. Y si, por disposición de la ley no se
prolonga la personalidad del deudor, para los efectos mercantiles, más allá
de los dos años de su muerte, la quiebra de la sucesión sólo puede afectar
a los titulares de la empresa mercantil quebrada, o sea a los herederos.
Con gran lógica; pero en forma que nos parece inconveniente y absurda, el proyecto de Echávarri y Vivanco sobre la Ley de Suspensión de
Pagos Española, establecía que podían solicitar su declaración de suspensión el comerciante individual o sus herederos ; pero la ley Española, en el
texto definitivo, habla con gran propiedad de comerciante o entidad mercantil.
No puede negarse que según la disposición de la Ley de Quiebras que
comentamos, pueda ser declarada la quiebra de un patrimonio comercial,
como es el de la sucesión, sin que existan deudores comerciantes quebrados en calidad de personas, y sin que afecte la quiebra personalmente a los
titulares de la empresa, o sea a los herederos.
c) Quiebra del patrimonio fidekonzetido. Existe entre nosotros la
posibilidad de que se constituya fideicomiso sobre una empresa comercial,
y que la constitución del fideicomiso se haga desprendiéndose el antiguo
titular, en forma definitiva, de su empresa. E n este caso, el bien objeto
del fideicomiso, o sea la empresa, pasaría al fiduciario para ser administrado por éste; pero sin que afecten los resultados de la empresa en forma
directa al patrimonio del fiduciario.
En consecuencia, si una empresa fideicoinetida cae en estado de cesación de pagos, el titular fiduciario de ella, o sea el banco fiduciario que la
administre, no caerá en el mismo estado de suspensión por el hecho de
la insolvencia de la empresa; sino que se tramitará la quiebra de éste separadamente del patrimonio propio del fiduciario. No importan las responsabilidades en que el fiduciario pueda incurrir como administrador, pues
en todo caso la quiebra de la empresa no traerá como consecuencia jurídica
y necesaria la del fiduciario.
9 Cfr. Francisco Apodaca y Osuna. Presupuestos de la Quiebra. pág. 256.
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En el caso considerado tampoco quiebra el fideicomitente,.que ya se ha
desprendido totalmente de la empresa quebrada antes de su quiebra; y
tampoco puede considerarse quebrado al fideicomisario que recibe los beneficios del fideicomiso.
Tendríamos, en consecuencia, en el caso de quiebra de ,una empresa
comercial que trabajase bajo el regimen de fideicomiso, una quiebra de
empresa sin sujeto quebrado.
No es este el momento de discutir sobre la situación jurídica del
bien fideicometido y sobre la titularidad del fiduciario en relación con el
mismo bien. Entendemos que se trata de un patrimonio de afectación,
"autónomo, es decir, que no pertenece a ninguna de las personas que participan en el fideicomiso y al cual quedan transferidos los derechos afectados
por el fideicomitente" lo La autonomía del patrimonio fideicometido explica
la posibilidad de su quiebra, independientemente de los sujetos de la relaa ó n fiduciaria.
8. Otro presupuesto fundamental de la quiebra, que los tratadistas
suelen olvidar, es el de la concurrencia de acreedores.
El derecho de quiebra descansa sobre diversos principios fundamentales, que tienden a realizarse a través del procedimiento. Uno de e m s principios es el de la igualdad de trato de los acreedores ( j u s pwis conditionis
creditorrcm) derivado precisamente del carácter esencialmente colectivo de
los juicios de quiebra. La quiebra es, dice Garcia Martínez l1 un procedimiento de ejecución colectiva; y lo es por definición. En consecuencia,
no puede organizarse el procedimiento de quiebra ni pueden realizarse los
principios que lo informan sino a través de una concurrencia de acreedores
que se organicen colectivamente. Esto ha sido en toda la trayectoria histórica de las quiebras, desde el derecho romano hasta nuestros días.
Podría objetarse que para la ley mexicana, a la que importa h á s
que todo la empresa, el procedimiento de quiebra puede realizarse aún con
la existencia de acreedor Único, puesto que basta la solicitud de un solo,
acreedor y la cokprobación de la existencia de una empresa comercial y
de su estado de insolvencia, para que la quiebra sea declarada. Cierto es que
la quiebra puede declarhrse con existencia de un solo acreedor; pero la
misma ley, entre lo que ella llama medios extintivos de la quiebra, reglamenta la extinción de la misma por falta de concurrencia de acreedores.
(Artículos 289 a 291.)
-
10 Juan Landerreche Obregón: Naturaleza del F i d e i c a i s o m el Jhrecho Maricono. Jus, 1942.
11 Obra citada, tomo 111, pág. 18.
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Dice la ley que "si concluído el plazo señalado para la presentación
de los acreedores sólo hubiera concurrido uno de éstos, el Juez oyendo al
Síndico y al quebrado, dictará resolución declarando concluída la quiebra;
esta resolución produce los efectos de la de revocación".
Como se ve, en realidad no se trata de una extinción de la quiebra,
puesto que debe distinguirse técnicamente entre extinción y revocación.
Cuando la quiebra se extingue, ha habido quiebra desde el punto de vista
jurídico, y ésta ha tenido existencia y desarrollo para el derecho ; pero cuando la quiebra es revocada, en realidad no ha habido quiebra desde el punto
de vista jurídico, porque la revocación no es otra cosa que la anulación, con
efectos retroactivos, de los actos a que la misma se refiere; esto es: revocada la sentencia de quiebra, ella queda anulada desde el punto de vista jurídico y como bien dice la ley (artículo 24) volverán las cosas al estado
que tenían con anterioridad a la sentencia revocada. Claro es que será
necesario respetar las situaciones adquiridas por terceros de buena fe que
hayan contratado con el Síndico de la quiebra. Pero esto sucede en todas
las situaciones de hecho.
En consecuencia, si la quiebra se revoca cuando transcurrido el plazo
legal no concurren acreedores, deberá concluirse forzosamente que en nuestra Ley de Quiebras es presupuesto fundamental el de la concurrencia
de acreedores.
9. Respecto de los presupuestos de carácter
señalarlos brevemente :
roce sal, habremos de
a ) Cowapetcwcia del Juez. E s presupuesto de la declaración de quiebra
el de la conlpetencia del Juez que la dicte. E n esta materia en derecho
mexicano es concurrente la jurisdicción de los jueces federales y los locales. Por tanto, serán competentes para conocer de un juicio de quiebra,
un juez de distrito o un juez de primera instancia de lo civil, de la jurisdicción territorial donde la empresa quebrada tenga el principal asiento
de sus negocios.
b) El cojwciutie&o, por parte del Juez, dc Zn situación de insolcwcia
qzrebrndn. Este conocimiento puede obtenerlo el Juez por
de la e~~zpresa
diversos medios :
1. Por el propio deudor, quien puede y debe acudir al Juez solicitando su declaración de quiebra, cuando se produzca el estado de insolvencia de la empresa;
11. Por demanda de uno o más acreedores;
111. Por demanda del htinisterio Público;
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IV. Por cualesquiera otros medios por los cuales pueda llegar a conocimiento del Juez la situación de insolvencia de una empresa mercantil.
El comerciante, según lo establece la ley, debe acudir ante Juez comptente a demandar su declaración de quiebra, tan pronto como se produzca
la situación de insolvencia de su empresa. Se presentará una demanda formal solicitando la declaración, acompañando todos los libros y documentos
que demuestren el estado de la empresa y pidiendo la citación de los
acreedores.
También uno o varios acreedores pueden demandar que su deudor sea
declarado en quiebra, para lo cual tendrán que demostrar-dentro del procedimiento sumarísimo que la ley establece, los dos presupuestos de la existencia de la empresa comercial y de la situación de insolvencia
Semejante .demanda podrá presentar el Ministerio Público, cuando se
entere de que una empresa comercial está quebrada.
Pero independientemente de los medios indicados, si llega a conocimiento del Juez, por cualesquiera medios, la noticia de la insolvencia de una
empresa comercial, deberá abrir el procedimiento respectivo, citará a los
titulares o encargados de la empresa, y si la situación de insolvencia es
confirmada dentro de este oficioso procedimiento, deberá declarar la quiebra, de oficio.
En la práctica judicial mexicana, no se ha producido, a lo que sabemos, ninguna declaración de quiebra 'en procedimiento seguido de oficio.
De lo anterior podemos concluir que los presupuestos de la quiebra
pueden clasificarlos en dos categorías : presupuestos de fondo y presupuestos procesales.
1. Son presupuestos de fondo: una empresa comercial, su estado de
insolvencia y la concurrencia de acreedores.
11. Son presupuestos procesales: la competencia del Juez, la instancia de parte para la declaración de quiebra o el conocimiento, por parte del
mismo Juez, de los dos primeros presupuestos de fondo.
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