5.Desafiando los supuestos básicos de la perspectiva cognitiva del

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FORMATO DE PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN
APROBADO POR EL COMITÉ DE INVESTIGACIÓN
1. Información general del proyecto1
Nombre del Proyecto
Línea de Investigación
Descriptores / palabras claves2
Desafiando los supuestos básicos de la perspectiva
cognitiva del cambio estratégico. Un estudio del
inicio de las mutaciones de las facultades de
administración en Colombia.
Estrategia
Sensemaking, enactment, organizing, cognición
administrativa y organizacional, estrategia,
cambio estratégico, problematización, educación
en administración.
Investigador principal (nombre completo y
Mauricio Sanabria
apellidos)
Dirección
Teléfono
Contacto
Celular
Correo
[email protected]
Coinvestigadores
----Duración
11 meses
Fecha esperada de Inicio y terminación
Febrero de 2013 – Diciembre de 2013
Ciencias sociales aplicadas – Administración –
Clasificación del área científica o disciplinar
Estrategia
70’125.000= (correspondientes al salario del
Costo general del proyecto
profesor considerando el tiempo de dedicación
semanal).
Tiempo de dedicación semanal (agregando
30 horas
todo el recurso humano)
2. Resumen ejecutivo del proyecto
La presente investigación pretende problematizar la Perspectiva Cognitiva del Cambio Estratégico
(PCCE). Esta perspectiva resulta del encuentro de una de las principales escuelas del campo de la
estrategia (Mintzberg, Ahlstrand, & Lampel, 1998): la escuela cognitiva, con uno de los dominios
básicos establecidos al interior del mismo: el cambio estratégico (Hitt, Boyd, & Li, 2004). Al espacio en
la literatura en el que se intersectan esta escuela y este dominio se le puede identificar como la PCCE.
Problematizar una perspectiva particular al interior de la literatura, tal y como se considera este
ejercicio en el contexto de la presente investigación, implica la realización de tres grandes actividades
básicas: 1) su identificación y delimitación; 2) la determinación y evaluación de sus supuestos
fundamentales; y 3) el establecimiento de un desafío a los mismos. Esta es una forma de
1
2
Tomado de Formato FIUR- Universidad del Rosario
Identifique palabras claves que definen el proyecto y que permitan ubicarlo en sistemas de información
2
aproximación a la actividad investigativa que, inspirada en un profundo sentido crítico (Alvesson,
Bridgman, & Willmott, 2009), pretende cuestionar de manera directa y explícita los fundamentos
mismos de una determinada perspectiva al interior de la literatura existente en un campo (como el de
la estrategia).
El trabajo que aquí se propone busca identificar y poner en cuestión los supuestos fundamentales que
dan forma y que sustentan comúnmente las actividades de producción y aplicación de conocimientos
al interior de la PCCE. Para ello, se hace necesaria la realización de una inmersión en un terreno de
investigación que ha privilegiado esta perspectiva a lo largo de su desarrollo: la academia;
considerando en particular, en nuestro caso, a las Facultades de Administración en Colombia, un tipo
particular de organizaciones que durante los últimos años ha sufrido profundas modificaciones,
indicativas todas ellas de la presencia de un cambio estratégico.
3. Descripción de la propuesta de investigación
a. Fundamentación teórica
Como se ha indicado, la investigación que aquí se propone se interesa en la Perspectiva Cognitiva del
Cambio Estratégico (PCCE). Esta perspectiva resulta del encuentro de una de las escuelas básicas del
campo de la estrategia (la cognitiva) y de uno de sus dominios fundamentales (el cambio estratégico).
Para poder dar fundamento teórico a la investigación, es necesario entonces dar cuenta de los
principales elementos que dan forma a este encuentro y que, en consecuencia, soportan y demarcan
el contexto de nuestro trabajo.
i.
La perspectiva cognitiva en el contexto de los estudios organizacionales y del campo de la
estrategia
La perspectiva cognitiva tiene sus inicios en los trabajos de Herbert Simon (1947/1997), de este
mismo autor junto a James March (1958/1993) y de éste último junto a Richard Cyert (1963). Esta
serie de trabajos, en conjunto, resaltan las actividades de procesamiento de información que ocurren
en el contexto organizacional. Elementos como el entorno, la experiencia de la propia organización y
los diferentes sistemas con los que ella frecuentemente interactúa, son vistos como fuentes de
información (inputs) que los actores consideran tanto para sus procesos de toma de decisiones
(throughput) como para la realización de acciones concretas a las que éstos dan lugar (outputs).
La toma de decisiones es considerada en este contexto como un elemento fundamental para el éxito
de la organización y como una labor específica del directivo quien, en términos más bien cognitivos,
es considerado como un trabajador “de conocimiento” (Drucker, 1969), “de información” (McCall &
Kaplan, 1985) o un “analista simbólico” (Reich, 1991). El administrador, al desarrollar sus procesos de
toma de decisiones –una de sus labores fundamentales (Simon, 1947/1997; Simon, 1979)–, juega un
papel esencial para el adecuado desempeño global de la organización. Él, desde los propios inicios de
la perspectiva cognitiva, es visto como alguien que, en lo fundamental, “gasta su tiempo absorbiendo,
procesando y diseminando información acerca de asuntos, oportunidades y problemas” (Walsh, 1995,
p. 280).
3
A nivel institucional, partiendo de ese origen y a través del desarrollo de una importante tradición,
alimentada por muy diversos trabajos de múltiples destacados investigadores en el mundo, se creó,
inicialmente tan sólo como un “grupo de interés”, en 1990 (Huff & Eden, 2009), una de las 23
divisiones actuales de la Academy of Management – AOM: Managerial and Organizational Cognition MOC). Ella se dedica enteramente al tema. Esta división, en su segundo año de creación (aún como
grupo de interés en ese entonces), reunía a más miembros que 6 de las 20 divisiones que para esa
época existían en la AOM (Walsh, 1995). En la actualidad cuenta con más de 19.000 miembros
distribuidos por el mundo en más de 100 países3.
De manera general, puede decirse que esta perspectiva se ocupa del “conjunto de actividades
humanas –recordar, decidir, razonar, clasificar, planear y otras– que han sido pensadas
tradicionalmente como pertenecientes a un grupo de procesos mentales, generalmente cayendo bajo
la etiqueta ‘cognición’” (Harré, 2002, p. 5).
En términos más específicos, más propios del contexto de los estudios organizacionales (de la división
encargada de este tema al interior de la Academy of Management) y de la estrategia, esta perspectiva
se ocupa de:
El estudio de cómo los miembros de la organización modelan la realidad y cómo esos modelos
interactúan con los comportamientos. Los temas principales incluyen: atención, atribución, toma
de decisiones, ideología, procesamiento de información, aprendizaje, memoria, imágenes y
representaciones mentales, procesos perceptuales e interpretativos, construcción social y
símbolos4.
Más concretamente, la perspectiva cognitiva procura explorar las relaciones entre mente,
administración y organización (Meindl, Stubbart, & Porac, 1994). Dado que “el proceso estratégico
refiere a los métodos y prácticas que las organizaciones usan para interpretar oportunidades y
amenazas y tomar decisiones acerca del uso efectivo de habilidades y recursos” (Dess & Lumpkin,
2005, p. 4) y que, por lo tanto, la interpretación (una actividad netamente cognitiva), está en el centro
de la formulación, implementación y evaluación de una estrategia (Schneider, 1997), la perspectiva
cognitiva ocupa un lugar fundamental en el terreno de los estudios organizacionales y, en particular,
en el campo de la estrategia (Barr, 1998).
Una vez establecida de manera básica la existencia de una perspectiva cognitiva en el contexto de los
estudios organizacionales y del campo de la estrategia, es decir: el primer componente de la
perspectiva cuyos supuestos se pretende identificar y desafiar en el contexto de esta investigación, es
posible avanzar hacia la demarcación del segundo gran componente que da forma a la perspectiva: el
cambio estratégico. A esta actividad se dedica el siguiente punto del presente protocolo.
ii.
El dominio del cambio estratégico
En el contexto organizacional es importante identificar cómo las estrategias cambian en el tiempo y
qué efectos tienen esos cambios en los resultados globales de la organización y en la relación que ella
tiene con su entorno (Bergh & Fairbank, 2002).
3
4
http://division.aomonline.org/moc/membership.htm
http://division.aomonline.org/moc/about.htm
4
El cambio y la estrategia están íntimamente relacionados. Una estrategia implica, por definición, un
cambio entre el estado, las condiciones y/o las acciones de una organización entre un momento
determinado y otro. Tradicionalmente, la literatura ha vinculado los cambios estratégicos de una
organización más directamente, dada su naturaleza, profundidad e impacto, a situaciones de
evolución y de revolución; en otras palabras, a situaciones de cambio en su estado, naturaleza y/o
fundamentos básicos o paradigma.
Un cambio estratégico, en particular, suele ser definido como una transformación importante,
percibida comúnmente como una ruptura o una discontinuidad, sobre el conjunto de la organización
y de su estrategia. Un cambio que trata con asuntos de los que depende de alguna manera la
perdurabilidad de la organización (Van de Ven, 1993; Mignon, 2001, 2009).
Los cambios estratégicos se diferencian de los cambios incrementales. Estos últimos afectan de
manera más parcial o focalizada tan sólo algunos elementos o subsistemas organizacionales, pero no
abiertamente al sistema como un todo (Durieux & Vandangeon-Derumez, 1996). Ellos, a diferencia de
los cambios estratégicos, conducen principalmente a ajustes de poca envergadura en el estado actual
de la organización (Gioia et al., 1994) y están más vinculados con los estados de adaptación y
reconstrucción.
Un cambio estratégico constituye una alteración en el alineamiento existente, en un momento
determinado, entre una organización y su entorno (Smith & Grimm, 1987; Wiersema & Bantel, 1993;
Van de Ven & Poole, 1995; Zajac, Kraatz, & Bresser, 2000). Una alteración que, por su naturaleza,
conduce a la instauración de un nuevo ajuste entre ambos (Snow & Hambrick, 1980). Así, por
ejemplo, una modificación importante en el nivel de turbulencia en el entorno suele generar un
cambio estratégico en la organización (Kraatz & Zajac, 2001; Zúñiga-Vicente & Vicente-Lorente, 2006),
y por consiguiente, el establecimiento de un nuevo acople entre ambos.
El alineamiento entre la organización y su entorno puede ser entendido como un patrón específico
(Mintzberg, 1978, 1979), definido de manera deliberada o emergente (Mintzberg & Waters, 1985),
que se configura con el fin de manejar los recursos presentes y futuros de la organización y sus
interacciones con el medio. Dicho patrón se modifica por variaciones en la relación entornoorganización que afectan el enfoque, el despliegue de recursos, las ventajas competitivas y la sinergia
de la organización. Se considera así, que si no hay cambios en el contenido de la estrategia (en el
“qué”, el “por qué” y/o el “para qué” de la estrategia), no es posible hablar de un cambio estratégico
(Rajagopalan & Spreitzer, 1997).
El dominio del cambio estratégico constituye un espacio destacado, fundamentado, establecido y en
evolución, que por la compleja naturaleza de los asuntos en los que se interesa, convoca de manera
permanente a nuevos investigadores a generar aportes para facilitar su avance hacia el futuro. Un
llamado al que, de hecho, procura responder este trabajo.
Una vez establecida la existencia de una perspectiva cognitiva en el campo de la estrategia y
planteada la importancia del dominio del cambio estratégico en su interior, es necesario identificar el
espacio que emerge de la aplicación de esa perspectiva a este dominio. A esta labor se dedica el
siguiente apartado del protocolo.
5
iii.
La Perspectiva Cognitiva del Cambio Estratégico (PCCE) y su aproximación más destacada: el
discurso del sensemaking
La perspectiva cognitiva, como se ha indicado, ocupa un lugar fundamental en el campo de la
estrategia, y puesto que el cambio estratégico es uno de los principales dominios de este campo, es
posible encontrar también una serie de trabajos que promueven la aplicación de esa perspectiva a la
comprensión de los objetos de interés de este dominio (Quinn, 1978; Smircich & Stubbart, 1985;
Johnson, 1990; Sillince, 1995; Barr, 1998).
Al espacio en la literatura que resulta de este encuentro se le puede identificar con el nombre de:
“Perspectiva Cognitiva del Cambio Estratégico (PCCE)” (Schwenk, 1988; Sillince, 1995; Rajagopalan &
Spreitzer, 1997, p. 66-67; Mantere, Schildt, & Sillince, 2012, p. 173).
De acuerdo con la literatura que da forma a la perspectiva, el observador/actor ocupa un lugar
fundamental al realizar procesos de reconstrucción e interpretación de los elementos que definen a
una organización (y de sus interrelaciones) y al otorgarles un significado particular que es
determinante para su propia conducta posterior. En palabras de Zan y Zambon (1993, p. 18): “en lugar
de referirse a la estrategia como diseño o comportamiento, la estrategia en sí misma puede ser más
claramente caracterizada como una categoría para la creación de sentido”.
La “re-inclusión del observador en su observación” (Maturana & Varela, 1980; Von Foerster, 2003), en
este caso, la reincorporación del estratega en la definición de la estrategia y del entorno de su
organización, permitió construir los fundamentos necesarios para que el campo de la estrategia y el
dominio del cambio estratégico incorporaran una perspectiva cognitiva. Esta perspectiva ha tenido un
gran impacto en su desarrollo posterior (Mintzberg, Ahlstrand, & Lampel, 1998).
La Perspectiva Cognitiva del Cambio Estratégico (PCCE) es un espacio de conocimientos existente en
la literatura al que destacados actores del campo de la estrategia contribuyen y en el cual se
encuentran interesados. Él, sin embargo, por su relativa reciente configuración, puede ser
considerado aún como un espacio emergente (Narayanan, Zane, & Kemmerer, 2011) y en desarrollo.
Desde esta perspectiva, el cambio estratégico, dada su vinculación directa con el contenido de la
estrategia, en particular, con uno de sus elementos fundamentales (la apreciación del ambiente por
parte del estratega), incorpora la modificación de elementos cognitivos y de acción que permiten
aprovechar oportunidades o enfrentar amenazas del entorno (Gioia & Chittipeddi, 1991).
Sin referirse a ella de manera literal (i.e. bajo la etiqueta exacta de PCCE), aunque sí de manera
implícita, Balogun y Johnson (2005, p. 1575) resumen de la siguiente manera el conjunto de
elementos fundamentales que sustentan y dan forma a la PCCE:
La investigación acerca de cognición y cambio se basa en la premisa de que para realizar un
cambio estratégico es necesario que se presente un cambio en los esquemas interpretativos de la
organización […es decir, en] los supuestos compartidos fundamentales que determinan la manera
en la que los miembros de una organización conciben comúnmente su organización y su contexto
ambiental y cómo ellos actúan en diferentes situaciones.
6
La PCCE considera que el cambio estratégico es, en la base, una reorientación de la organización en
términos cognitivos, e involucra un proceso de construcción social de la realidad (Schütz, 1972; Berger
& Luckmann, 2006; Sanabria, 2006). En dicho proceso, se genera una relación particular de influencia
entre los actores –en términos de percepciones y guiada comúnmente por el directivo o su equipo
cercano (ver capítulo 2)– acerca de la necesidad y la naturaleza del cambio (Gioia & Chittipeddi, 1991;
Gioia & Thomas, 1996).
Por esta razón, en el contexto de la PCCE, se considera que para comprender lo que es un cambio
estratégico, “es necesario examinar procesos de simbolismo, sensemaking, e influencia que sirven
para crear y legitimar el significado del cambio” (Gioia et al., 1994).
Este hecho da lugar a que, al interior de la perspectiva cognitiva, tanto en el contexto de los estudios
organizacionales como más específicamente en el campo de la estrategia y en el domino del cambio
estratégico, un discurso (cuyos orígenes en el contexto organizacional se encuentran a finales de la
década de 1960) pueda ser claramente identificado como fundamental, este discurso es identificado
con el nombre de sensemaking (un término traducido usualmente como “construcción de sentido”).
En efecto, más que un campo de conocimientos completamente establecido, el sensemaking es un
discurso, o como su autor más significativo, Karl E. Weick, lo define: “una conversación en curso”
(Weick, 1995, p. xi). Este discurso reúne trabajos de autores interesados en los procesos de
construcción de sentido que los individuos en el contexto organizacional realizan con respecto a la
realidad de la que hacen parte y a la cual, de manera recíproca, ellos mismos contribuyen a formar
(Weick, 2001, 2009).
Como resultado de esta conceptualización, se considera que la realidad para los individuos está
compuesta tan sólo por algunas señales y signos específicos que, entre todos los disponibles en el
mundo de la experiencia, son “activados”, “promulgados” o “enactuados” (enactment) por ellos en
función de su propia experiencia, identidad y contexto espaciotemporal específicos. A través de este
mecanismo y del organizing (i.e. los comportamientos dinámicos interrelacionados de los actores en
el contexto organizacional. Weick, 1969), los sujetos reducen la incertidumbre, la complejidad y la
“equivocidad” (i.e. la multiplicidad de significaciones posibles) que perciben en el entorno y le otorgan
algún tipo de orden al mismo, así como a su propio pensamiento y acción.
De acuerdo con el discurso del sensemaking, aquello a lo que llamamos realidad no se revela como
“una función pasiva de propiedades exteriores, sino como la articulación creadora de sentido a partir
de la propia historia” (Varela, 1996, p. 111). Los individuos (los estrategas, por ejemplo) crean sentido,
y al hacerlo, convierten en inteligible un mundo de experiencia aparentemente difuso, desordenado,
incierto y ambiguo (Weick, 1993). Por esta razón, los procesos de sensemaking hacen parte de la
dinámica organizacional y conservan una íntima relación con los procesos de cambio, en particular,
con los procesos de cambio estratégico, dadas la profundidad y la importancia que los caracterizan.
La PCCE es efectivamente un espacio particular y destacado en la literatura que observa los
fenómenos profundos de cambio que se presentan en la estrategia de una organización,
considerándolos esencialmente en términos cognitivos. Se encuentra inmersa en el campo de la
estrategia y, en consecuencia, al interior también del contexto de los estudios organizacionales
(organization studies) (Clegg & Bailey, 2008). Esta perspectiva incorpora un discurso ampliamente
7
destacado, cuyo desarrollo le ha otorgado un importante dinamismo; de hecho, es el más
representativo de la perspectiva en la actualidad: el discurso del sensemaking.
b. Problema de investigación y su justificación
Al parecer, existe recientemente una renovada sensación, en múltiples investigadores, respecto a que
el campo de los estudios organizacionales ha entrado en un cierto letargo en materia de producción
de conocimiento. La gran mayoría de avances que se producen son considerados como de impacto
limitado y no pocas veces se cuestiona si a través de la impresionante producción de textos que se
realiza al interior del campo en la actualidad existen verdaderos avances y elementos nuevos que
contribuyan a pensar y/o actuar de una manera diferente (Golden et al., 2011; Suddaby, Hardy, &
Huy, 2011).
Una de las posibles razones de este fenómeno es que la mayoría de investigaciones se concentran en
considerar elementos “superficiales” o “tangenciales” con relación a un campo, perspectiva, dominio
o discurso particular, sin que se procure identificar los elementos que lo(s) sustentan y le(s) dan un
sentido fundamental. Estos elementos, más que en “la superficie” de una determinada perspectiva,
por ejemplo, se encuentran en el fondo, en la base de la misma. En efecto, cada planteamiento,
proposición o teoría se construye sobre la base de una serie de supuestos específicos que, en muy
pocas ocasiones, se hacen explícitos en las publicaciones que lo(s) formaliza(n).
Posiblemente, el hecho de no abordar estos elementos de fondo en las diferentes investigaciones que
se realizan al interior de campos como el de la estrategia, sino considerar comúnmente los elementos
más “superficiales” o “tangenciales” con relación a un determinado espacio de construcción de
conocimientos en la literatura que le es propia, es una de las razones por las que los analistas
identifican la carencia de avances significativos al interior de este campo.
Por lo anterior, la investigación que aquí se plantea, se propone avanzar en esta vía alternativa para
construir conocimiento, considerando una perspectiva particular al interior de la literatura en el
campo de la estrategia (a la que hemos caracterizado y denotado aquí con la etiqueta de PCCE),
tratando de identificar sus supuestos fundamentales y, posteriormente, de ponerlos en cuestión,
problematizarlos o, en otras palabras, de establecer un ‘desafío’ frente a ellos.
De esta forma de aproximarse a la investigación, y de la fundamentación que se ha presentado hasta
ahora, resultan tres preguntas básicas de investigación:
¿Cuáles son los supuestos de la PCCE?
¿Cuáles pueden ser supuestos alternativos válidos para la PCCE?
¿Qué fundamentación e implicaciones tienen estos supuestos alternativos?
8
c. Objetivo general
Identificar y poner en cuestión, o en otros términos, ‘desafiar’, los supuestos fundamentales de la
PCCE, plantear unos supuestos alternativos e identificar la validez, fundamentación e implicaciones de
los mismos para esta perspectiva y, por medio suyo, para el campo de la estrategia en el que ella se
inscribe.
d. Metodología
Problematizar una determinada perspectiva implica, en el contexto de esta investigación, varias
actividades fundamentales:
1. Determinación específica de la perspectiva a desafiar. Como parte de esta actividad, y como
una condición necesaria para la realización de este protocolo, se ha identificado a la PCCE,
como la perspectiva a trabajar en el contexto de esta investigación.
2. Identificación de los supuestos fundamentales de la PCCE. Para ello es necesario realizar un
estudio profundo de la literatura que le da forma a la PCCE y, a través de un análisis riguroso
de la misma, determinar sus supuestos fundamentales.
3. Evaluación de los supuestos identificados. Implica considerar si esos supuestos son
fundamentados o no, si eventualmente ya han sido puestos en cuestión (y qué resultados se
han obtenido a través de la realización de ese tipo de ejercicios), y si vale la pena realizar un
desafío a todos y cada uno de esos supuestos.
4. Desarrollo de unos supuestos alternativos válidos que pongan en cuestión los supuestos
identificados. Implica el desarrollo de unos supuestos alternativos a los identificados, con el fin
de poner verdaderamente en cuestión los ya existentes al interior de la perspectiva.
5. Evaluación de los supuestos alternativos desarrollados. Implica el uso tanto de material teórico
como de material empírico. Para esto último, se recurre, en el contexto del trabajo que aquí se
propone, a un conjunto de organizaciones (i.e. facultades de administración en Colombia)
pertenecientes a un terreno de trabajo privilegiado por la PCCE en su tradición investigativa
(i.e. la academia). A través de este material se procura la identificación de la fundamentación
de los supuestos alternativos desarrollados y de sus implicaciones para la PCCE y el campo de
la estrategia.
4. Justificación de la propuesta de investigación con relación a la agenda del Grupo de investigación
en Perdurabilidad Empresarial GIPE y la línea o programa de investigación al cual se inscribe
El GIPE trabaja con el fin de aportar a la comprensión del fenómeno de la perdurabilidad (Rivera,
2011), entendida ésta como “longevidad con calidad de vida” (Knudsen, 2008, p. 10), y a su
generación en el contexto organizacional a través de su propio trabajo investigativo (Vélez et al.,
2005).
Como ya hemos puesto en evidencia (en el apartado ii de este protocolo), un cambio estratégico es
concebido como una transformación importante, percibida comúnmente como una ruptura o una
discontinuidad, sobre el conjunto de la organización y de su estrategia. Es un cambio que trata con
asuntos de los que depende de alguna manera la perdurabilidad de la organización (Van de Ven,
1993; Mignon, 2001, 2009). Así, una investigación que indague profundamente en una de las
9
principales perspectivas de estudio de este fenómeno (i.e. la cognitiva), puede aportar a mejorar
nuestro actual nivel de comprensión acerca de este importante fenómeno y de sus implicaciones para
la perdurabilidad de las organizaciones.
Por otra parte, uno de los objetivos básicos de una de las líneas de investigación fundamentales del
grupo: la línea de investigación en estrategia, se plantea la necesidad de: “Generar conocimiento en
torno a la consecución de desempeños superiores y a la perdurabilidad de las organizaciones,
mediante el desarrollo de investigación básica, experimental y aplicada” (Dirección de
Investigaciones, 2012, p. 37). La investigación que aquí se plantea se propone –de una forma
alternativa a las tradicionales en el campo de la estrategia y, más ampliamente, de los estudios
organizacionales– aportar al desarrollo del conocimiento, a través de una actividad básica para el
avance de la ciencia: el hecho de poner en cuestión aquello que consideramos saber adquirido o ya
establecido.
Aunque este tipo de iniciativas se aproxime más a un trabajo de investigación básica (lo que no quiere
decir que él se inscriba en una mirada puramente teórica, puesto que contempla también el estudio
de un amplio y pertinente referente empírico), puede tener implicaciones importantes en la forma en
la que nos aproximamos a la comprensión de uno de los fenómenos más importantes en el campo de
la estrategia organizacional: el cambio estratégico y, por esta vía, en la manera en la que se generan y
gestionan procesos de cambio profundo al interior de las organizaciones.
Adicionalmente, en el contexto de fundamentación de la línea de investigación en estrategia se
destaca, con base en los planteamientos de Prahalad y Hamel, “la urgencia de adoptar nuevas
perspectivas en el estudio de la estrategia” (Dirección de Investigaciones, 2012, p. 35). La
investigación que se presenta en este trabajo, procura aproximarse a la comprensión del cambio
estratégico, considerando la perspectiva cognitiva (i.e. la PCCE), desde una mirada alternativa en
términos metodológicos y epistemológicos. A través de este mecanismo, ella pretende identificar
elementos que representan oportunidades y restricciones específicas para el avance del conocimiento
en su interior y, gracias a ello, aportar al mejoramiento de nuestra comprensión actual acerca de este
tipo de procesos y de sus implicaciones para las actividades de gestión.
Finalmente, si se considera lo establecido al interior del “programa de investigación en estrategia y
empresa”, propio de la línea de estrategia, a saber: que “uno de los temas de mayor estudio es el
relativo a los resultados organizacionales [y que] de manera tradicional se ha analizado la relación o el
impacto que tiene la adopción de una estrategia en torno al desempeño” (Dirección de
Investigaciones, 2012, p. 38), la iniciativa de trabajo que aquí se presenta aporta a este programa de
manera directa, puesto que se concentra en el estudio de uno de los dominios más importantes en el
campo de la estrategia: el del cambio estratégico, y lo hace desde una de las escuelas más destacadas
al interior del mismo: la escuela cognitiva.
Así, el proyecto tiene una total consonancia con lo que se ha planteado el grupo de perdurabilidad
empresarial, en particular, con lo que se pretende en el contexto de su línea de investigación en
estrategia, y muy específicamente, al interior de ella, en el programa de investigación en estrategia y
empresa.
10
5. Productos académicos esperados y fecha tentativa de entrega (es de recordar que estos
productos deben coincidir con los compromisos de producción académica consignados en su Plan
de Trabajo)
Producción
Tipo
Una alternativa no ortodoxa para hacer Capítulo de libro
investigación en el campo de la
estrategia
Una posible salida al colonialismo Artículo para ser
epistemológico en América Latina
presentado
a
evaluación por parte
de
una
revista
indexada
La perspectiva cognitiva del cambio Artículo para ser
estratégico: un desafío a sus supuestos presentado
a
fundamentales
evaluación por parte
de
una
revista
indexada
Fecha estimada de
entrega
Octubre de 2013
Noviembre de 2013
Diciembre de 2013
6. Referencias bibliográficas
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