Change Management

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Change Management
Qué es el Change Management?
Es el proceso de trasformación empresaria integrada a nivel estratégico, cultural y
organizacional dirigido a llevar a la organización a un nuevo estadío competitivo
A nivel estratégico porque es un replanteo del negocio, basado en el concepto de ruptura
de los ciclos tradicionales de los mercados.
A nivel cultural porque la trasformación tiene que ver directamente con el mercado de
valores que impulsará los cambios en la estrategia.
A nivel organizacional por la necesidad de plantear una estructura adaptada al contexto e
integrada a los recursos.
Además de entender el proceso desde estos tres niveles, es fundamental reconocer dos
premisas clave.
1-El cambio no es igual para todos. Depende de cómo somos, que queremos ser y que
podemos ser para poder establecer el rumbo correcto.
2- El ciclo de la vida de los mercados es totalmente discontinuo y depende de la
capacidad de ruptura lógica de los participantes.
Eligiendo el camino justo.
Quién pretenda aplicar la misma metodología de cambio para todas las situaciones cae
inevitablemente en el facilismo.
Diferentes situaciones requieren diferentes caminos de solución, lo que hace del change
management una verdadera actividad estratégica, considerando que su naturaleza parte de
las cuatro condiciones elementales de la estratégia.
-El conflicto, generado por valores y conductas no alineadas entre los participantes.
-La incertidumbre, cada vez más pronunciada en entornos turbulentos.
-La especulación, dado que no hay algoritmo que asegure el camino correcto.
-La interdependencia entre los factores internos y externos que promueven el cambio.
Seleccionar el camino adecuado implica reconocer dos variables fundamentales: la fuerza
del cambio generada por el contexto y su impacto en la performance competitiva, y la
resistencia interna a cambiar.
La fuerza del cambio no tiene el mismo efecto en todas las situaciones. Depende del
grado de competitividad de la empresa y de la turbulencia general del entorno, de los
sectores industriales y de los mercados.
Esto implica que la fuerza del cambio puede clasificarse en 3 niveles de impacto.
a-Débil: desde el punto de vista de la imposibilidad de identificar claramente la dirección
del cambio, pero que no afecta profundamente la performance de la empresa y le da
tiempo a una respuesta. En este caso la actitud requerida es proactiva.
b-Moderado: donde la dirección es clara e impacta levemente en el desempeño, lo que
requiere una respuesta reactiva.
c- Fuente: pone en juego la competitividad de la empresa en plazos cortos y requiere de
una respuesta rápida.
La resistencia al cambio tampoco es idéntica en todas las organizaciones, ya que depende
de la cultura, del nivel de éxito alcanzado en el pasado, de su diversidad generacional a
nivel gerencial. Estas variables hacen que existan organizaciones cerradas al cambio, en
proceso de apertura al cambio y abiertas al cambio.
Las organizaciones cerradas al cambio exigen la aplicación de caminos discontinuos, es
decir, respuestas extremas según la fuerza del cambio.
Si la fuerza del cambio es débil puede trabajarse el replanteo de estilo de liderazgo, pero
si el cambio es fuerte debe pasarse a una brusca reestructuración que permita una
respuesta rápida que permita la supervivencia de la empresa.
Las organizaciones que pueden abrirse al cambio pueden aplicar caminos intermedios,
que van, desde seguir el ejemplo del CEO en caso de haber tiempo para el cambio
(cambio débil), hasta una reestructuración por áreas autónomas en caso de requerirse
rápida respuesta.
Las organizaciones abiertas al cambio aplican caminos continuos, acostumbradas a la
transformación permanente se permiten experimentar soluciones cuando las fuerzas de
cambio son débiles y tienen un mecanismo de adaptación inmediata cuando los cambios
requieren rapidez.
Como vemos, el proceso de Change Management no solo es reestructurar, reducir,
adaptar, hacer reingeniería, realinear áreas funcionales, implementar el cambio cultural
en la alta gerencia.
Es todo eso, pero puesto en práctica al mismo tiempo y en forma continua, porque las
organizaciones deben sostener un permanente movimiento de descongelar la situación
actual, pasar a una nueva y congelarla, para descongelarla otra vez.
No es nada nuevo, es simplemente la interpretación y aplicación del verdadero proceso de
desarrollo empresario.
Rompiendo reglas.
El cambio no es una tormenta generada desde la nada y que afecta a todos sin que
podamos evitar las consecuencias.
El cambio es novedad, diversidad y es transitoriedad, promovida por <<traetormentas>>,
que no son otros que los que se atreven a desafiar los parámetros <<normales>> del
funcionamiento de los sectores industriales y de los mercados.
Nos acostumbramos a entender los ciclos de vida de mercado en fases lógicas que van
desde el lanzamiento hasta la saturación, en una secuencia lógica que tenía como única
incógnita los plazos de cada fase.
Pero este concepto de ciclo de vida ha sido superado por la acción de quienes han
producido una disrupción en los sectores, generando como consecuencia dos momentos
únicos.
a- El momento de la divergencia, cuando surge un participante del sector que cambia
reglas del juego.
b- El momento de la convergencia, cuando todo el sector se acomoda al nuevo juego
competitivo.
La divergencia nace de un cambio promovido a partir del descubrimiento de una
necesidad no manifiesta por el consumo, por agregar valor a los consumidores, por el
desarrollo tecnológico no previsto.
La convergencia es el momento en el que todos los participantes logran neutralizar las
ventajas competitivas que dieron origen a la divergencia , lo que promueve un
achatamiento de la competitividad global reduciendo costos, aventajando por precio.
Ese momento de calma se verá nuevamente interrumpido por un nuevo desafiante, que
reiniciará el círculo de cambio.
No todos pueden.
El proceso de Change Management es una actitud. Tiene que ver con la existencialidad,
con la motivación, con los valores que le dan significado a un mundo que no tiene el
mismo significado para todos.
Por eso no compite una empresa contra otra empresa, ni un producto contra otro
producto, solo compiten diferentes formas de interpretar una realidad que cada vez
cambia más rápido.
Ese es el desafío de quienes quieren mantener intacta la capacidad de generar riqueza de
las organizaciones a las que pertenecen.
Guillermo Bilancio
03/07/2001 NOTICIAS de C&D
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