“La reversión de las lesiones que sufren los toreros es muy superior

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ENTREVISTA
Manuel
“La reversión
de las lesiones
que sufren
los toreros es muy
superior al resto
de los mortales”
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de la Torre
Es una eminencia a nivel mundial en neurocirugía, especialidad en la que trabaja utilizando las técnicas operatorias más avanzadas en el mundo como Jefe de
Neurocirugía de los hospitales La Milagrosa y Beata de Madrid. Su abuelo fue un
extraordinario humanista, poeta, político –diputado monárquico– y veterinario de
saga –presidente del Consejo Nacional de Colegios Veterinarios de España, en su
día–. “Una de sus grandes pasiones eran los toros. Se hacía todas las ferias del
sur, porque era de Jaén. Él, junto a mi padre, por entonces un jovenzuelo, presenciaron la muerte de Manolete, aquella trágica tarde de Linares del año 47”.
Texto: Laura Tenorio
Fotos: Juan Pelegrín
Pregunta | ¿Y qué le contaron de aquel
festejo?
Respuesta | Que lo vivieron con escalofríos.
Mi abuelo decía que la cogida se vio que era
mortal y que en el ambiente se palpaba, se
presentía algo, una mala vibración. Ellos decían que la muerte de Manolete fue un hito
en toda España, un episodio único. Creo que
en estos momentos difícilmente habría una
manifestación como aquella, que hizo que el
país se paralizara.
¿Cómo qué?
Como la gravedad de las lesiones, la reversión
del cuadro, el tiempo de actuación, el tipo de
cirujano que intervino –a los que yo no cues-
La exploración que le hicieron a finales de
verano resultó ser una intervención en
toda regla, con cinco especialistas llamados a sus lugares de vacaciones y citados
directamente en quirófano sin siquiera comunicarles a qué paciente iban a intervenir. ¿Es normal ese proceder?
Desde luego que no.
El umbral del dolor, ¿por qué en los toreros es tan distante del resto de los mortales?
Un torero termina teniendo una doble personalidad: la de artista y, por su dura preparación, la de deportista. Es verdad que la reversión de las lesiones que sufren es tremendamente superior al resto de los humanos.
Ellos viven con gran intensidad el momento
que están delante del toro, teniendo una descarga de adrenalina elevadísima, muy normal
en situaciones en las que uno se juega la vida.
En un ruedo, el estrés que se vive es tan brutal que el dolor desaparece. Hoy, ¡fijate!, los toreros y los deportistas se recuperan tan pronto como los autónomos –dice con ironía–.
Pues va a ser que sí… ¿Se dedicaría alguna
vez a la cirugía taurina?
No, no estoy preparado. Lo mío es la neurocirugía, que es más específica. Me dedico a intervenir lesiones de cráneo, encéfalo y columna. Desgraciadamente hay toreros que también sufren ese tipo de lesión. Julio Robles, Nimeño y Adrián Gómez son tristes ejemplos.
Tiempo después, sabe que se ha especulado mucho sobre las verdaderas razones
de la muerte de Manolete.
Sí, es verdad. No conozco bien el tema, pero
creo que el problema fue un mal tipaje del grupo de sangre que le pusieron.
Las dos causas por la que mueren más toreros son: hemorragias y traumatismos
craneoencefálicos. Aunque no esté claro,
parece que José Tomás está tomando Sintrom –anticoagulante sanguíneo– y que
está entrenando muy fuerte para su reaparición. De ser cierto lo de la medicación,
¿qué consecuencia tendría en caso de sufrir una cornada?
Soy muy partidario de José Tomás. Lo considero uno de los pilares básicos de la Fiesta en
los últimos lustros. Desconozco exactamente
qué tipo de lesiones tuvo y qué cirugía se le
practicó, porque ha habido cierto oscurantismo sobre ello. Para algunos cirujanos vasculares compañeros míos hay cosas que no
cuadran.
torero que, por su forma de torear, el que le
coja un toro es más que probable. Pero la verdad es que apenas se sabe nada, todo lo llevan
con bastante secretismo.
”T
enemos
unos excelentes
cirujanos taurinos.
La trayectoria de
esta cirugía tiene un
arraigo vital”
tiono, porque a la vista está que le salvaron la
vida–. Pero por responder a la anterior pregunta, si es verdad que está tomando un determinado tipo de fármaco anticoagulante, si
es así, puede hacer dos cosas: dejar de tomarlo,
en cuyo caso el riesgo de que sufra una trombosis es alto; o seguir tomándolo, siendo entonces elevadísimo el riesgo de sufrir una hemorragia masiva, sobre todo tratándose de un
Usted interviene/opera con un robot
–O Arm– que en neurocirugía es el más
avanzado del mundo y del que existen muy
pocas unidades en todo el planeta.
Sí, el robot obra un sistema de imagen multidimensional que ofrece imágenes intra-operatorias tridimensionales en operaciones de columna y cráneo, aportando mucha precisión
en los procesos de abordaje, tiempos menores
de recuperación y mejores resultados globales.
¿Veremos algún día a un García Padrós,
v. g., suplantado por un robot –O Arm– en
un quirófano de una plaza de toros?
Suplantar es imposible. La tecnología lo que
hace es complementar e incrementar la técnica, la precisión y la eficacia que realiza el cirujano. Igual que no existirá un robot que pueda dar un natural como los de José Tomás o
una verónica como las de Morante, tampoco
habrá un robot que pueda sustituir a un cirujano, lo que sí va a hacer es ayudarle a que
la suerte sea segura y más lucida.
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ENTREVISTA
”L
esiones que antes
eran irreversibles
hoy en día salen
adelante con buenas
perspectivas,
afortunadamente”
equipo del mundo. Pero si hablamos de reversión de determinados tipo de secuelas,
pues ahí la progresión de las técnicas quirúrgicas son tremendas. Lesiones que antes
eran irreversibles hoy en día salen adelante
con buenas perspectivas, afortunadamente.
¿Ni siquiera su súper robot es capaz de lo
imposible?
Je, je,je, ni siquiera él. El robot te ofrece una
ayuda inestimable, espectacular, pero centrada
en la ayuda al paciente, para que podamos
ofrecerle la excelencia en el tratamiento. Y
aunque los medios técnicos son importantes,
no podemos olvidar los humanos, el tratar a
los pacientes con cariño, con cercanía, eso incrementa los resultados tanto o más que la mejor tecnología.
Diga ahora el torero más seguro:
Ponce.
¿Puede comentar algo sobre el peligro que
pueda existir torear con la columna “apuntalada”? Caso de Jesulín de Ubrique y que
para algunos aficionados les supone una
angustia añadida al riesgo que ya supone
ponerse delante de un burel.
No debe sentirse esa angustia. Cuando se realiza una intervención como la de Jesús Janeiro, una reconstrucción raquídea por fractura, las técnicas que se utilizan son extraordinarias y hoy por hoy ofrecen al paciente una
recuperación al cien por cien, incluso siendo
torero, como bien ha demostrado Jesulín.
¿Cuál es el momento actual de la medicina taurina?
Tenemos unos excelentes cirujanos taurinos.
La trayectoria de esta cirugía tiene un arraigo
vital. Realmente es una sub especialidad de la
cirugía.
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En España, cuna del toreo, ¿nadie la ha reivindicado como especialidad en las Facultades de Medicina?
No, no. En España nos caracterizamos por muchas cosas, entre otras, por ejemplo el que en
ciertas partes del país no se pueda hablar español –vuelve a responder con una ironía asistida de razón–. Y en ciertas áreas como es la
Medicina, si hay algo tan sumamente español
con tanta importancia social, cultural y económica, pues no le damos importancia. Las autoridades sanitarias y educativas se ve que no
contemplan que merezca la pena. Sin embargo, muchos profesionales suplen ese vacío
de formación institucional con autoformación,
dedicación y muchísimo amor a la profesión.
¿Hay algo médicamente imposible?
Sí, claro que hay muchas cosas imposibles.
No morirse es imposible, ya tengas el mejor
El de más riesgo:
José Tomás.
Uno de infarto:
Curro, pero por la emoción que sus muletazos
te hacían sentir. También según qué tardes
Paula.
Decía Bergamín que Paula era el sueño torero de Juan Belmonte. ¿Cuál sería el suyo?
Morante, la capa de Morante.
Para terminar, usted ha acompañado a su
Majestad el Rey en corridas de toros. A Don
Juan Carlos, conociéndose su afición, nunca se ha pronunciado como partidario de
uno u otro torero. ¿Lo hizo con usted?
Si él no se ha pronunciado, no lo voy a hacer yo
por él. Lo que sí digo es que sabe mucho, como
su madre, que era una gran aficionada.
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