ISTOISTO, para resolver el Toca 621

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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
CUARTA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA
621-2014
FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
San Luis Potosí, S.L.P., a 12 doce de Noviembre de 2014 dos mil catorce.
V
I S T O,
O para resolver el Toca 621621-2014,
2014 relativo al Recurso de Apelación
interpuesto por la actora por conducto de su Apoderado Legal ELIMINADO , en
contra de la
ELIMINADO
de fecha 2 dos de Julio de 2014 dos mil catorce,
pronunciada por el C. Juez Séptimo del Ramo Civil de esta Capital, en el Testimonio de Constancias
deducidas del expediente 1/1998, relativo al Juicio Extraordinario Civil 581/1994, promovido por
ELIMINADO , en contra de ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO ; y,
R E S U L T A N D O
PRIMERO.PRIMERO.- La sentencia apelada concluyó con los siguientes puntos resolutivos:
“PRIMERO.
PRIMERO.PRIMERO.- Se declara improcedente el Incidente de Nulidad de Actuaciones por Defectos en el
Emplazamiento planteado por el Apoderado de la parte actora, por ende, válido el efectuado el 15
quince de Febrero del 2013 dos mil trece, para todos los efectos legales a que haya lugar. SEGUNDO.SEGUNDO.NOTIFIQUESE PERSONALMENTE.”
SEGUNDO.SEGUNDO.- Inconforme ELIMINADO por conducto de su Apoderado Legal ELIMINADO ,
con la sentencia cuyos puntos resolutivos han quedado transcritos, interpuso recurso de apelación,
mismo que una vez substanciado en los términos de ley, fue citado para resolver el día 3 tres de
Noviembre del presente año, turnándose el expediente al Magistrado Ponente para la elaboración del
proyecto de resolución con fecha 5 cinco del mismo mes y año; y,
C O N S I D E R A N D O
PRIMERO.PRIMERO Los agravios formulados por ELIMINADO , con la personalidad reconocida en
autos, son del tenor literal siguiente: “Causan agravio a mi representada el CONSIDERANDO ÚNICO,
en relación con los Resolutivos PRIMERO y SEGUNDO de la sentencia interlocutoria dictada con fecha
2 de Julio de 2014 por el Juez Séptimo del Ramo Civil del Primer Distrito Judicial del Primer Distrito
Judicial (sic), dentro del Juicio Extraordinario Civil, Expediente No. 581/1994, ya que transgreden las
garantías de impartición de justicia imparcial y objetiva, audiencia, legalidad, certeza jurídica y
congruencia establecidas en los Artículos 1°, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como lo dispuesto por los artículos 72, 74, 106, 109 fracción I, 111 y 112 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de San Luis Potosí. Sostiene el Juez Séptimo del Ramo Civil en la
resolución que se recurre: Una vez analizadas las constancias existentes en autos, así como los
argumentos expuestos por las partes, debe puntualizarse que el artículo 2059 del Código Civil establece
que la Nulidad absoluta por regla general no impide que el acto produzca provisionalmente sus efectos,
los cuales serán destruidos retroactivamente cuando se pronuncie por el Juez la Nulidad, y que de ella
puede prevalecerse todo cundo (sic) se pronuncie por el Juez de la Nulidad, y que de ella puede
prevalecerse todo interesado y no desparece por la confirmación y la prescripción; en tanto que el
artículo 72 último párrafo enmarca que la nulidad establecida en beneficio de una de las partes no puede
ser invocada por la otra y el diverso artículo 73 de la Ley Adjetiva Civil establece que las notificaciones
hechas en forma distinta a la prevenida en el capítulo V del título II.... dentro de ellas el emplazamiento...
serán nulas; pero si la persona notificada se hubiere manifestado en juicio, sabedora de la providencia,
la notificación surtirá desde entonces sus efectos, como si estuviere legítimamente hecha. ... la Nulidad
de Actuaciones puede prevalecerse todo interesado, pero la establecida en beneficio de una de las
partes como en el caso nos ocupa... demandados... no puede ser invocada por la otra a más de que las
notificaciones hechas en forma distinta a la prevenida en el capítulo V del título II donde se encuentra
inmersos los requisitos del emplazamiento y que al no reunir los mismos son nulas... en base a tal
dispositivo si la persona como en el caso acontece se hubiere manifestado en juicio, sabedora de la
providencia la notificación surtirá desde entonces sus efectos como si estuviere legítimamente hecha,
hipótesis que se cumple cabalmente puesto que la parte demandada compareció al juicio a dar
contestación a la instancia oponiendo defensas y excepciones... es concluyente que no se le dejó en
estado de indefensión al purgarse los vicios que pudieran haber tenido el acto de emplazamiento, vicios
que se sostiene únicamente podía hacerlos valer la parte demandada pues aún y cuando el
emplazamiento deba ser realizado de oficio en el caso no le compete al actor invocar una nulidad
establecida en beneficio de la contra parte... por las que los argumentos y criterios citados por el
recurrente resultan inatendibles y por otra inaplicables al caso que no (sic) ocupa pues éstos solo son
válidos cuando causan perjuicio a alguna de las partes, lo cual en el caso no acontece...
EMPLAZAMIENTO. LOS DEFECTOS OVICIOS (SIC) DE LA
LA DILIGENCIA RESPECTIVA QUEDAN
DEPURADOS CUANDO SE CONTESTA LA DEMANDA Y SE EJERCE EL DERECHO DE DEFENSA,
SIN VULNERARSE, POR ENDE, LA GARANTÍA DE AUDIENCIA... forzoso es declarar improcedente el
Incidente de Nulidad de Actuaciones por Defectos en el Emplazamiento planteado por el Apoderado de
la parte actora, por ende, válido el efectuado el 15 quince de Febrero de 2013 dos mil trece, para todos
los efectos legales a que haya lugar... El C. Juez Séptimo del Ramo Civil parte de premisas falsas, como
se pasa a demostrar a continuación. Confunde la nulidad sustantiva civil, desarrollada por el Derecho
Civil y que se encuentra reglamentada en el artículo 2059 del Código Civil para el Estado de San Luis
Potosí, con la figura de nulidad procesal, propia del Derecho Procesal Civil, prevista en los artículos 73 y
74 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de San Luis Potosí. La teoría de las nulidades
referente a los actos jurídicos (convenios y contratos) reguladas en el Código Civil, no es aplicable a los
actos procesales, los cuales se sujetan a lo previsto en el Código de Procedimientos Civiles. Por la
misma razón, no cabe hablar de nulidad absoluta y relativa, propias del Derecho Civil, sino de nulidad
total o nulidad parcial, que son las figuras desarrolladas por el Derecho Procesal Civil cuando se apoya
en el artículo 2059 del Código Civil y aplica la figura de la nulidad absoluta. Sirve de apoyo la tesis que
se transcribe a continuación: Octava Época, No. Registro: 230,242 Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito Tesis aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación Tomo II, Segunda Parte-2, Julio a
Diciembre de 1988 Materia(s): Civil Tesis: Página: 354 NULIDAD DE ACTUACIONES.
ACTUACIONES La teoría de las
nulidades referente a los actos jurídicos (contratos), no es aplicable a los actos de procedimiento, toda
vez que, en tanto los primeros están regidos por el Código Civil, a los segundos los regula el Código de
Procedimientos Civiles, y es precisamente en esta clase de actos donde opera el principio jurídico de la
preclusión, a virtud del cual lo no impugnado en el momento oportuno constituye verdad legal. Por lo
tanto, legalmente no es posible hablar de nulidades de procedimiento absolutas y, por ende,
imprescriptibles. (...) La nulidad es una sanción por falta o por defecto de la forma jurídica (Cfr. Cipriano
Gómez Lara, “Teoría General del Proceso”, México, Harla, 1994, Pág. 332). Pallares señala que “la
nulidad es algo intrínseco al mismo acto, mientras que la ineficacia es una consecuencia que deriva de
su constitución viciosa” (Eduardo Pallares, “Diccionario de Derecho Procesal Civil”, 28ª Ed., México,
Porrúa, 2005, Pág. 655). Rojina Villegas defina a la nulidad procesal como el estado de cosas que de
manera anormal nace a la vida jurídica del proceso debido a la inexistencia, la cual condiciona su validez
y su legalidad, llevando al extremo de ser procesalmente nulo el acto (Rafael Rojina Villegas, “Teoría
General del Proceso”, México, Universidad Autónoma de México, 2000, Pág. 94). Así, para Arellano
García “la nulidad es la causa y la ineficacia es el efecto” (Carlos Arellano García, “Teoría General del
Proceso”, México, 10ª Ed. México, Porrúa, 2001, Pág. 81). La ineficacia del acto procesal consiste en
que éste no produce efectos, por falta o defecto de cumplimiento de los requisitos prescritos por la ley.
Por ello, podemos definir la nulidad procesal como la técnica dirigida a la privación de efectos
producidos, o cuya producción se pretende, por actos en cuya realización se hayan cometido
infracciones que el ordenamiento considere dignas de protección. La nulidad procesal tiene como
fundamento en nuestro ordenamiento jurídico: El Código de Procedimientos Civiles, el cual establece la
nulidad del acto procesal por inconsistencia o falta de los requisitos exigidos por la ley, es decir
consagra el principio de legalidad para que las actuaciones sean válidas. En nuestro caso, la nulidad
procesal está prevista en la primera parte del artículo 72 y la primera parte del artículo 73, ambos del
Código de Procedimientos Civiles, cuando previenen: “Las actuaciones serán nulas cuando les falte
alguna de las formalidades esenciales que prescribe este Código; y cuando la Ley expresamente lo
determine” y “Las notificaciones hechas en forma distinta a la prevenida en el Capítulo V del Título II
serán nulas”, respectivamente. Tampoco le asiste la razón al C. Juez Séptimo del Ramo Civil cuando
sostiene que la nulidad por defecto en el emplazamiento solamente puede ser invocada por el
demandado, en virtud de que el emplazamiento es considerado de orden público y de trascendental
importancia, por lo que puede ser invocada su nulidad por cualquiera de las partes y aún de oficio
hacerla valer el órgano jurisdiccional, puesto que debe prevalecer los derechos humanos previstos por
los Artículos 1°, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; de ahí que en
tratándose de la nulidad del defecto en el emplazamiento no resulte aplicable la parte final del primer
párrafo y el segundo párrafo del artículo 73 del Código de Procedimientos Civiles que invoca como
sustento de su resolución el A Quo, dado que su nulidad puede ser planteada por actor o demandado, y
aún hacerse valer de oficio por el juez natural o el órgano de apelación. Lo anterior ha sido reconocido
por la entonces Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia que dice:
Séptima Época No. Registro: 392,374 Instancia: Tercera Sala Jurisprudencia Fuente: Apéndice de 1995
Tomo IV, Parte SCJN Materia(s): Civil Tesis: 247 Página: 168 EMPLAZAMIENTO. ES DE ORDEN
PUBLICO Y SU ESTUDIO ES DE OFICIO.
OFICIO La falta de emplazamiento o su verificación en forma
contraria a las disposiciones aplicables, es la violación procesal de mayor magnitud y de carácter más
grave, puesto que da origen a la omisión de las demás formalidades esenciales del juicio, esto es,
imposibilita al demandado para contestar la demanda y, por consiguiente, le impide oponer las
excepciones y defensas a su alcance; además, se le priva del derecho a presentar las pruebas que
acrediten sus defensas y excepciones y a oponerse a la recepción o a contradecir las probanzas
rendidas por la parte actora y, finalmente, a formular alegatos y ser notificado oportunamente del fallo
que en el proceso se dicte. La extrema gravedad de esta violación procesal ha permitido la consagración
del criterio de que el emplazamiento es de orden público y que los jueces están obligados a investigar
de oficio si se efectuó o no, y si en caso afirmativo, se observaron las leyes de la materia. (...) También
destaca la importancia del emplazamiento la jurisprudencia de la entonces Tercera Sala, que señala lo
siguiente: Séptima Época Registro: 1012950 Tercera Sala Jurisprudencia Fuente: Apéndice 1917Septiembre 2011 Tomo V. Civil Primera Parte SCJN Primera Sección - Civil Subsección 2 Adjetivo
Materia: Civil Tesis: 351 Pág. 355 EMPLAZAMIENTO, FALTA DE. DEBE ESTUDIARSE DE OFICIO
POR EL TRIBUNAL DE APELACIÓN.
APELACIÓN Al decirse que la falta de emplazamiento puede y debe corregirse
de oficio en cualquier estado del procedimiento, se está reconociendo que no sólo al juzgador de
primera instancia compete subsanar de oficio la violación procesal tan grave como lo es la falta de
emplazamiento o la defectuosa citación a juicio, sino que también el tribunal de apelación está obligado
a corregir de oficio la más grave de las irregularidades procesales, puesto que la ausencia o el
defectuoso emplazamiento implican que no llegó a constituirse la relación procesal entre actor y
demandado, y por tal razón, no puede pronunciarse ningún fallo adverso al reo. Y si de oficio debe el
juzgador de segundo grado reparar la violación procesal, con mayor razón debe hacerlo cuando se le
hace ver el vicio procesal en el escrito de agravios, y si no atiende el agravio relativo y resuelve
equivocadamente que no se cometió la violación procesal de que se trata, la parte que formule el
agravio, que sea declarado infundado sin razón, con toda legitimidad puede reclamar la violación
cometida en la sentencia reclamada en la vía de amparo. (...) No le asiste la razón al C. Juez Séptimo
del Ramo Civil cuando sostiene en la sentencia interlocutoria que el emplazamiento defectuoso puede
ser convalidado por el demandado, conforme a la parte final del artículo 73 del Código de
Procedimientos Civiles vigente en el Estado; el A Quo omitió tomar en consideración que el
emplazamiento es un acto de orden público y de tal trascendencia, no sólo para el demandado, sino
para el actor, puesto que su ilegal desarrollo priva al actor del derecho de impulso procesal que le
corresponde. En efecto el emplazamiento entraña una formalidad esencial de los juicios que
salvaguarda, con la audiencia del actor y del demandado, la garantía del Artículo 14 de la Constitución
General de la República; por tanto, tratándose de un acto formal, debe cumplirse estrictamente con los
Procedimientos Civiles para el Estado de San Luis Potosí, a efecto de salvaguardar al demandado el
conocimiento de lo que se le reclama y al actor el derecho efectivo de impulso procesal, así como el
derecho de estar presente al momento de llevarse a cabo la diligencia de emplazamiento, de ahí que
deviene en inaplicable lo dispuesto en la parte final del artículo 73 del Código de Procedimientos Civiles.
En apoyo a las anteriores consideraciones, se cita la jurisprudencia sustentada por la entonces Cuarta
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que señala lo siguiente: Época: Séptima Época
Registro: 1009397 Instancia: Cuarta Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Apéndice 1917Septiembre 2011 Tomo VI. Laboral Primera Parte - SCJN Primera Sección - Relaciones laborales
ordinarias Subsección 2 - Adjetivo Materia(s): Laboral Tesis: 602 Página: 587 EMPLAZAMIENTO, NO
SE CONVALIDA TÁCITAMENTE EL.
EL El emplazamiento entraña una formalidad esencial de los juicios
que salvaguarda, con la audiencia de las partes, la garantía del artículo 14 constitucional; por tanto,
tratándose de un acto formal, debe cumplirse estrictamente con los requisitos establecidos por la ley de
la materia. (...) En esas condiciones contrario a lo resuelto por el C. Juez Séptimo del Ramo Civil, si
conforme a los artículos 109 fracción I, 111 y 112 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el
Estado, el emplazamiento debe llevarse a cabo en forma personal precisamente “en el domicilio” de
cada uno de los demandados, debiéndose verificar que en el lugar donde se constituya el actuario “vive
la persona” emplazada, y que solamente, por excepción, se permite el emplazamiento “en el lugar que
habitualmente trabaje” el demandado, en la hipótesis prevista en el artículo 113 del Código de
Procedimientos Civiles; es inconcuso que, si el emplazamiento se llevó a cabo “EN LOS ESTRADOS
DEL JUZGADO SÉPTIMO DEL RAMO CIVIL” a las 9:00 horas del día 15 de Febrero del año 2013, por
conducto de una persona que el actuario refiere como apoderado de los demandados, sin la presencia
del actor o de su representante, dicha actuación deviene en nula, al no haberse observado todas y cada
una de las formalidades previstas por los artículos 106, 109 fracción I, 111 y 112 del Código de
Procedimientos Civiles, y sin audiencia de la parte actora, a quien se le privó de los derechos de
audiencia, impulso procesal y a conocer y controvertir los documentos que en el acto se hayan exhibido;
más aún que el señor “ ELIMINADO ” (sic.) jamás manifestó que quedaba enterado que en su contra
existía una demanda y que era su propia voluntad comparecer al juicio, pero no refirió que lo hacía a
nombre y representación de cada uno de los diversos demandados; por lo que debe decretarse la
nulidad total de dicha actuación y de todo lo actuado a partir de la misma. Es aplicable la tesis de
jurisprudencia que textualmente establece: Novena Época No. Registro: 192,969 Instancia: Primera Sala
Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo X, Noviembre de 1999
Materia(s): Común Tesis: 1a./J. 74/99 Página: 209 EMPLAZAMIENTO. LA INOBSERVANCIA DE LAS
FORMALIDADES A QUE SE ENCUENTRA SUJETO, PRODUCE SU NULIDAD TOTAL..
TOTAL El
emplazamiento entraña una formalidad esencial de los juicios que salvaguarda, con la audiencia de las
partes, la garantía del artículo 14 constitucional; por tanto, tratándose de un acto formal, debe cumplirse
estrictamente con los requisitos establecidos por la ley de la materia, por consiguiente, en el caso de
que se trate de varios demandados con un mismo domicilio y la diligencia se efectúa por separado con
cada uno de ellos y se elaboran actas distintas o por separado, si en éstas se advierte que tal citación se
practicó a la misma hora y el mismo día, es ilegal dado que se trata de un vicio en dicho emplazamiento
considerándose como la violación procesal de mayor magnitud que transgrede la garantía de audiencia,
independientemente de la fe pública de que goza el actuario, diligenciario o notificador que llevó a cabo
dicha diligencia, ya que la fe pública del funcionario que la practicó no desvanece el vicio que contiene
ese acto procedimental. (...) Cabe señalar que en la jurisprudencia del Supremo Tribunal de Justicia del
Estado de San Luis Potosí se ha reconocido que el emplazamiento debe efectuarse precisamente en el
domicilio de los demandados y no en el local en que se localice el actuario, ya sea en la Central de
Actuarios o en los Estrados del Juzgado a que se encuentren adscritos, pues de realizarse así, el mismo
deviene en ilegal, por no ajustarse a lo dispuesto por los artículos 109, fracción I y 111 del Código de
Procedimientos Civiles; también se ha reconocido que el hecho de que el demandado comparezca a la
Central de Actuarios o a los Estrados del Juzgado para ser emplazado, y que por lo tanto se manifieste
en juicio sabedora de la providencia, no tiene como consecuencia que el emplazamiento surta sus
efectos, como si estuviera legalmente hecha, pues esto solamente ocurre tratándose de “notificaciones”
y no de “emplazamientos”, cuyos vicios e irregularidades no pueden ser consentidos por las partes,
dado que se trata de una actuación de orden público que debe garantizar a las partes (actor y
demandado) los derechos humanos de audiencia y legalidad previstas en los Artículos 14 y 16 de la
Constitución Federal; sin que sea legalmente factible la realización del emplazamiento en lugar distinto
al autorizado por el Tribunal, con base en lo establecido en la ley de la materia, como lo son los Estrados
del Juzgado, por ser esa actuación contraria a norma y mandato expresos y no ser susceptibles de
convalidación las ilegalidades en la práctica del emplazamiento. Ejemplo de ello lo es el criterio
contenido en la tesis que se transcribe a continuación: TESIS 07/2010 EMPLAZAMIENTO. CENTRAL
DE ACTUARIOS, ILEGALIDAD DEL. El emplazamiento realizado en la Central de Actuarios del
Supremo Tribunal de Justicia del Estado resulta ilegal, por no ajustarse a lo dispuesto por los artículos
109 fracción I y 111 del Código de Procedimientos Civiles, en los cuales se establece que dicha
actuación judicial debe notificarse personalmente en el domicilio del demandado, formalidad ésta que no
puede ser inobservada en ningún caso, en razón de ser el medio por el cual el juzgador establece la
relación jurídica procesal que vincula a las partes durante el juicio y otorga al reo la oportunidad de
comparecer a contestar la demanda instaurada en su contra, a fin de dilucidar sus derechos, por lo que
solo la estricta observancia de la normatividad procesal, garantiza a la parte demandada el cumplimiento
de las garantías formales de audiencia y de legalidad consagradas en la Constitución Federal, evitando
así, que se le pueda causar el consecuente estado de indefensión. Sin que sea legalmente factible la
realización del emplazamiento en lugar distinto al autorizado por el Tribunal, con base en lo establecido
en la ley de la materia, como es la Central de Actuarios, por ser esa actuación contraria a norma y
mandato expresos y no ser susceptibles de convalidación las ilegalidades en la práctica del
emplazamiento. (...) En las relatadas condiciones, lo procedente es revocar la sentencia interlocutoria
dictada con fecha 2 de Julio de 2014 por el C. Juez Séptimo del Ramo Civil, y en su lugar decretar la
nulidad de todo lo actuado a partir de la diligencia llevada a cabo a las 9:00 horas del 15 de febrero de
2013 y ordenar se lleve a cabo el emplazamiento en la forma ordenada en el auto de fecha 6 de
Septiembre de 2011.”
SEGUNDO.
SEGUNDO.DO.- Los agravios formulados por ELIMINADO , con la personalidad ostentada en
autos, resultan ser en un aspecto fundados, pero inoperantes en su totalidad.
En síntesis, el apelante arguye que le agravia a su representada, la interlocutoria dictada por
el Juez Séptimo del Ramo Civil, al transgredir las garantías de impartición de justicia imparcial y objetiva,
audiencia, legalidad, certeza jurídica y congruencia establecidas en los artículos 1º, 16 y 17 de nuestra
Carta Magna, así como los numerales 72, 74, 106, 109 fracción I, 111 y 112 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado, al partir el resolutor de premisas falsas, en virtud de que
confunde la nulidad sustantiva civil, desarrollada por el Derecho Civil, y que se encuentra reglamentada
en el artículo 2059 del Código Civil para el Estado de San Luis Potosí, con la figura de nulidad procesal,
propia del Derecho Procesal Civil prevista en los artículos 73 y 74 del Código de Procedimientos Civiles
para nuestra Entidad, ya que la teoría de las nulidades referente a los actos jurídicos (convenios y
contratos), no es aplicable a los actos procesales; y por la misma razón, no cabe hablar de nulidad
absoluta y relativa, propias del derecho civil, sino de nulidad total o parcial que son las figuras
desarrolladas por el derecho procesal, de ahí que no le asista la razón al Juez natural, cuando se apoya
en el artículo 2059 del Código Civil y aplicar la figura de la nulidad absoluta. Que la nulidad procesal
tiene fundamento en nuestro ordenamiento procesal civil el cual establece la nulidad del acto procesal
por inconsistencia o falta de los requisitos exigidos en la ley, según el artículo 72 y 73 del Código
Procesal de la materia.
Sigue manifestando el impetrante, que tampoco le asiste la razón al Juez Séptimo Civil,
cuando sostiene que la nulidad por defecto en el emplazamiento solamente puede ser invocado por el
demandado, en virtud de que el emplazamiento es considerado de orden público y de trascendental
importancia, por lo que puede ser invocada su nulidad por cualquiera de las partes y aún de oficio
hacerla valer el órgano jurisdiccional, de ahí que, en tratándose de la nulidad por defecto en el
emplazamiento no resulte aplicable la parte final del primer párrafo y el segundo párrafo del artículo 73
del Código de Procedimientos Civiles, que invoca como sustento en su resolución el A quo, dado que su
nulidad puede ser planteada por actor o demandado y aún hacerse valer de oficio por el juez natural o el
órgano de apelación.
Que es incorrecto cuando el Juez civil sostiene en la interlocutoria recurrida, que el
emplazamiento defectuoso puede ser convalidado por el demandado, conforme a la parte final del
artículo 73 de la Ley Adjetiva Civil, ya que entraña una formalidad esencial de los juicios que
salvaguarda con la audiencia del actor y demandado, la garantía del artículo 14 de la constitución
General de la República, por tanto tratándose de un actor formal debe cumplirse estrictamente con los
requisitos establecidos por los artículos 106, 109 fracción I, 111 y 112 del Código de Procedimientos
Civiles en vigor, a afecto de salvaguardar al demandado el conocimiento de lo que se le reclama y al
actor el derecho efectivo de impulso procesal así como estar presente al momento de la diligencia; por lo
que, si en el presente caso se llevo a cabo el emplazamiento en los estrados, que no se cumplieron con
las formalidades previstas en dichos dispositivos, por lo que debe decretarse la nulidad total de dicha
actuación y de todo lo actuado a partir de la misma.
Ahora bien, a juicio de este Cuerpo Colegiado, son fundadas en parte, las manifestaciones
antes formuladas por ELIMINADO , apoderado de la actora ELIMINADO , porque, le asiste la razón,
cuando señala que el Juzgador de origen, parte de una premisa falsa, al sustentar la resolución
recurrida en el contenido del dispositivo 2059 del Código Civil del Estado; toda vez, que tal numeral se
encuentra comprendido en el Título Sexto, del Código Civil del Estado, “De La Inexistencia y De La
Nulidad”, lo cual atañe a los actos jurídicos que adolecen de consentimiento u objeto; y, en la especie, lo
que se pretende por los promoventes, si bien es una nulidad, ésta, es de un acto dentro del
procedimiento, es decir, de un acto procesal por adolecer según ellos, de las formalidades que exige la
ley procesal de la materia, cuestión muy diversa, pues éstos últimos (actos), entrañan derechos
adjetivos, los cuales son los que sólo producen efectos de carácter formal o intraprocesal, puesto que
inciden dentro del procedimiento legal, de acuerdo a como se va desarrollando éste, debido a la
intervención de las partes con vista a la obtención de una sentencia favorable.
Luego entonces, no puede darles a éstos (actos procesales) la connotación que el Juzgador
otorgó y equipararlos a los actos jurídicos (contratos o convenios), cuyas nulidades o faltas de
formalidades son diferentes, dada la naturaleza de los mismos.
También podemos estimar que la ley procesal civil, no hace distinción respecto qué sujetos
dentro del procedimiento, pueden en el caso a estudio, interponer la nulidad por defectos en el
emplazamiento, pues no hace distinción alguna respecto a si ello atañe exclusivamente al demandado o
no, sino sólo prevé, que no podrá ser invocada una nulidad por la parte que dio lugar a ella, además
que, la nulidad establecida en beneficio de una de las partes no puede ser invocada por la otra, según lo
preceptuado por el ordinal 72 del Ordenamiento en mención, que de manera literal refiere: “Las
actuaciones serán nulas cuando les falte alguna de las formalidades esenciales que prescribe este
código; y cuando la ley expresamente lo determine, pero no podrá ser invocada una nulidad por la parte
que dio lugar a ella. La nulidad establecida en beneficio de una de las partes no puede ser invocada por
la otra.”
Y, en el caso a estudio, no es verdad como lo pretende hacer creer el apelante, que el Juez
de primer grado, hubiese establecido tajantemente que la incidencia que nos ocupa, solamente puede
ser invocada por el demandado, sino que, de la interlocutoria recurrida, se desprende que el Juzgador
determinó en cuanto a éste aspecto, que en el caso no competía al actor invocar una nulidad establecida
en beneficio de su contraria parte; consideración, ésta última, que no combatió el aquí inconforme,
mediante argumentos lógicos jurídicos, que puedan demostrar en su caso, que exista una ilegalidad en
tal determinación, por lo que resultan inoperantes sus agravios en este sentido.
Por otro lado, en cuanto a lo puntualizado por el sedicente en el sentido de que es incorrecto
cuando el Juez civil sostiene en la interlocutoria recurrida, que el emplazamiento defectuoso puede ser
convalidado por el demandado, conforme a la parte final del artículo 73 de la Ley Adjetiva Civil, ya que
entraña una formalidad esencial de los juicios que salvaguarda con la audiencia del actor y demandado,
la garantía del artículo 14 de la constitución General de la República, por tanto tratándose de un acto
formal debe cumplirse estrictamente con los requisitos establecidos por los artículos 106, 109 fracción I,
111 y 112 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, a afecto de salvaguardar al demandado el
conocimiento de lo que se le reclama y al actor el derecho efectivo de impulso procesal, así como estar
presente al momento de la diligencia; y que, si en el presente caso, se llevo a cabo el emplazamiento en
los estrados, que no se cumplieron con las formalidades previstas en dichos dispositivos, por lo que
debe decretarse la nulidad total de dicha actuación y de todo lo actuado a partir de la misma.
Al respecto, este Tribunal Superior, homologa el criterio sostenido por el Juzgador de los
autos, al afirmar que al momento de apersonarse el enjuiciado a contestar la demanda, oponer
excepciones y defensas en tiempo, con ello se purgaron los vicios que en su momento, pudo adolecer la
diligencia de emplazamiento aquí combatida, en atención a que, aún y cuando es cierto, que conforme a
los artículo 109 fracción I, 111 y 112 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, esa
notificación debe llevarse bajo ciertos lineamientos o formalidades, para ser considerada legalmente
válida, como lo son, de manera personal, en el domicilio del interesado, cerciorándose el actuario que la
persona que busca vive en el mismo, dejándole instructivo en el que se asiente entre otras cosas, el juez
o tribunal que mande practicar la diligencia, la determinación que se mande notificar y el nombre y
apellido de la persona a quien se entregue, recogiéndole la firma en la razón que se asentará del acto,
así como otros, para el caso de que la diligencia no se entienda con la persona que se busca.
También cierto es, que el objeto o fin del emplazamiento, es dar a conocer al demandado en
un proceso la existencia de una demanda promovida en su contra, a fin de que esté en condiciones de
contestarla y aportar las pruebas que considere necesarias para su defensa, en términos del ordinal 259
del Código de Procedimientos Civiles en vigor en el Estado, con los efectos previstos en el dispositivo
257 del Ordenamiento legal en comento, y con ello dar certeza y seguridad jurídica a las partes
vinculadas en el proceso.
En ese sentido, si en el presente caso, se advierte que, el apoderado general de la parte
demandada, licenciado ELIMINADO , se apersonó en fecha 15 quince de Febrero de 2013 dos mil
trece, en el local que ocupa el Juzgado Séptimo del Ramo Civil de la Capital, identificándose
plenamente y justificando su personalidad, a efecto de emplazarse a juicio por su propia voluntad, sin
coacción ni violencia, lo cual se puede apreciar en la diligencia que obra a fojas 187 del sumario (y que
es motivo del incidente, cuya resolución ahora se revisa); y, mediante escrito fechado de recibido por el
Juzgado de origen, del 19 diecinueve de febrero de 2013 dos mil trece, dio respuesta al líbelo inicial y
opuso excepciones y defensas.
Luego entonces, es inconcuso, como lo estableció el Juez de Primer Grado, que se cumplió
con el objeto o fin del emplazamiento, que lo es, que el demandado tenga conocimiento del juicio
entablado en su contra, la persona que le demanda, así como las prestaciones que se le reclaman, para
que una vez, satisfecho ello, pueda oponer excepciones y defensas y ofrecer y desahogar pruebas;
amén de que nos encontramos en una hipótesis diversa de la que nuestra legislación procesal civil
contempla en los preceptos citados en el Capitulo V de las Notificaciones (artículo 109, 11 y 112 del
Código Procesal Civil). A más, de que dicha diligencia, si puede ser convalidada, al satisfacerse el
objeto de la misma, permitiendo que ésta sea válida. De ahí que, se considere, contrario a lo
puntualizado por el sedicente, que sí se salvaguardó el derecho de audiencia de su contraparte,
consagrado en el artículo 14 Constitucional.
Sirve de apoyo a lo expuesto la tesis de jurisprudencia publicada en la Novena Época, con el
Registro: 182647, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, XVIII, Diciembre de 2003, Materia(s): Común, Tesis: II.2o.C.87 K, Página:
1388, con la sinopsis: “EMPLAZAMIENTO.
EMPLAZAMIENTO. LOS DEFECTOS O VICIOS DE LA DILIGENCIA
RESPECTIVA QUEDAN DEPURADOS CUANDO SE CONTESTA LA DEMANDA Y SE EJERCE EL
DERECHO DE DEFENSA, SIN VULNERARSE, POR ENDE, LA GARANTÍA DE AUDIENCIA. Resulta
indiscutible que la falta de emplazamiento constituye la máxima transgresión procesal dentro del juicio,
por cuanto en tal supuesto se priva al demandado de la garantía de audiencia y de una adecuada
defensa de sus derechos. No obstante, cuando la parte enjuiciada contesta la demanda, opone
defensas y excepciones y ofrece las pruebas que considera acordes a sus pretensiones, es concluyente
que no se le deja en estado de indefensión al purgarse, por ende, los vicios que pudiera haber tenido el
acto de emplazamiento, pues al comparecer al juicio se satisface el fin primordial que persigue el
llamado relativo. Así, aunque existiesen errores o vicios en tal diligencia de emplazamiento, el hecho de
contestar oportunamente la demanda, oponer defensas y excepciones, ofrecer pruebas, apelar de la
sentencia inicial y expresar alegatos en la alzada, depura los vicios que hayan existido al respecto,
convalidándose la actuación relativa dada la contestación a la demanda, con lo cual queda satisfecho el
objetivo y fin jurídico de la garantía de audiencia y derecho de defensa ejercido por la parte demandada.”
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.
Así como la tesis de jurisprudencia publicada en Quinta Época, Registro: 346734, Instancia:
Tercera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, XCIII, Materia(s): Civil, Página: 2132, bajo
el rubro y texto: “EMPLAZAMIENTO,
EMPLAZAMIENTO, LA CONTESTACION OPORTUNA DEL DEMANDADO PURGA
LOS VICIOS DEL. En los casos en que el demandado formula su contestación oportunamente, queda
purgado todo vicio en el emplazamiento, por satisfacerse el objeto que persigue la ley con la notificación
inicial, consistente en que el reo conozca la demanda y pueda contestarla dentro de determinado
término. El artículo 77 del código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, al establecer que no
queda revalidada la nulidad por defecto del emplazamiento, por el hecho de que el notificado se hubiere
manifestado en juicio, sabedor de la providencia, se refiere a los casos en los que por ese defecto no se
pudo contestar la demanda, de tal manera que una comparecencia posterior no hace desaparecer la
nulidad de la notificación, por subsistir el perjuicio inherente a la no contestación de la demanda; pero
cuando esta es contestada en tiempo, desaparece todo perjuicio o agravio, y consecuentemente, el
interés jurídico para invocar la nulidad del emplazamiento.”
En cuanto a lo afirmado por el agraviado, en el sentido de que no se cumplieron los
requisitos establecidos por los artículos 106, 109 fracción I, 111 y 112 del Código de Procedimientos
Civiles en vigor, a afecto de salvaguardar al demandado el conocimiento de lo que se le reclama y al
actor el derecho efectivo de impulso procesal, así como estar presente al momento de la diligencia.
Sobre el particular, cabe mencionar, que como ya se dejó en claro en párrafos precedentes,
sí se salvaguardó el derecho de audiencia de su contraria parte
ELIMINADO ,
ELIMINADO
y
ELIMINADO , debido a que por conducto de su apoderado legal, éstos tuvieron conocimiento del
presente juicio entablado en su contra, tan es así, que tuvieron la oportunidad de dar respuesta al mismo
en tiempo y forma.
Y, respecto del hecho alegado por el recurrente referente a que nunca se le dio oportunidad
de estar presente en la diligencia combatida para controvertir los documentos que en el acto se hayan
exhibido, deviene inoperante, al no haber sido materia de la litis del incidente en cuestión, dado que
nunca fue expuesto ni formulado ante el Juzgador, por tanto éste no tuvo oportunidad de pronunciarse
sobre el mismo; de ahí, la imposibilidad de esta Alzada para atenderlo.
Finalmente, en cuanto a la tesis 07/2010 de la Tercera Sala del Supremo Tribunal de Justicia
en el Estado, bajo el rubro: “EMPLAZAMIENTO. CENTRAL DE ACTUARIOS, ILEGALIDAD DEL.”, que
cita como sustento de sus agravios el apelante y que sostiene la ilegalidad en la practica del
emplazamiento, cuando éste se efectúa en la Central de Actuarios y no en el domicilio autorizado por el
Tribunal del demandado; debe decirse que, ésta es aplicable, para el caso de que no se llegue a cumplir
con el objeto del llamamiento a juicio, lo que en la especie no aconteció, dado que, como ya ha quedado
establecido en múltiples ocasiones, la parte reo se hizo sabedora del juicio en su contra, y en base a ello
formuló excepciones y defensas en tiempo y forma, satisfaciéndose así su derecho de audiencia.
Así las cosas, al estimarse en su totalidad inoperantes los argumentos de lesión formulados
por el licenciado ELIMINADO , con el carácter ostentado en autos, lo procedente es confirmar en sus
términos la Interlocutoria de fecha 2 dos de Julio de 2014 dos mil catorce, pronunciada por el C. Juez
Séptimo del Ramo Civil de esta Capital, en el Testimonio de Constancias deducidas del expediente
1/1998, relativo al juicio extraordinario civil 581/1994, promovido por
ELIMINADO , en contra de
ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO .
TERCERO.TERCERO.- No se hace especial pronunciamiento de condena en esta Segunda Instancia,
al apelante, respecto a costas y gastos, en virtud de no haber sido condenado en Primera Instancia, por
lo que no se actualiza alguna de las premisas del numeral 135 del Código de Procedimientos civiles en
vigor en el Estado.
Por lo expuesto y fundado, es de resolverse
resolverse y se resuelve:
PRIMERO.PRIMERO.- Los agravios formulados por ELIMINADO , con la personalidad ostentada en
autos, resultaron ser en un aspecto fundados, pero inoperantes en su totalidad.
SEGUNDO.SEGUNDO.- En consecuencia, se CONFIRMA la Sentencia Interlocutoria de fecha 2 dos de
Julio de 2014 dos mil catorce, pronunciada por el C. Juez Séptimo del Ramo Civil de esta Capital, en el
Testimonio de Constancias deducidas del expediente 1/1998, relativo al juicio extraordinario civil
581/1994, promovido por ELIMINADO , en contra de ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO .
TERCERO.TERCERO.- No se hace especial pronunciamiento de condena en esta Segunda Instancia, al
apelante, respecto a costas y gastos.
CUARTO.CUARTO.- Envíese copia certificada de la presente resolución al Juzgado de origen, y en su
oportunidad, archívese el Toca como asunto concluido.
QUINTO.QUINTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S Í,
Í por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman los Señores Magistrados que
integran la Cuarta Sala del H. Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, Licenciados ELIMINADO ,
ELIMINADO y ELIMINADO , siendo ponente el segundo de los nombrados, quienes actúan con
Secretaria de Acuerdos que autoriza, Licenciada ELIMINADO .- Doy fe.-
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