sumario CASO CLÍNICO Alteraciones liquenoides en la uña como única manifestación externa de la enfermedad del injerto contra el huésped SARA ISABEL PALENCIA, JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ-PERALTA, ESTHER CASTAÑO, FRANCISCO VANACLOCHA Y LUIS IGLESIAS Departamentos de Dermatología y Patología, Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid, España. Un hombre de 56 años con anemia resistente y exceso de blastos se sometió a trasplante alogénico de células madre de sangre periférica (TCMSP) de su hermano después de una preparación con melfalán y fludarabina. Recibió profilaxis de EIH (enfermedad del injerto contra el huésped) con ciclosporina desde el día –1 en una dosis diaria de 5 mg/kg de peso corporal. La dosis diaria se redujo gradualmente desde el día + 20. El día 68 después del TCMSP desarrolló EIH cutánea aguda de grado 3 y EIH gastrointestinal aguda de grado 2-3, que se resolvió con una dosis diaria de 1 mg/kg de peso corporal de prednisona. El paciente fue dado de alta en buen estado clínico y sin signos de EIH y comenzó a reducirse el tratamiento inmunosupresor. El día 160 desarrolló alteraciones orales similares a liquen plano con lesiones blancas reticuladas en la mucosa oral. La muestra de la biopsia observada microscópicamente indicaba EIH liquenoide (Figura 1). El día 150 después del TCMSP, cuando estaba siendo tratado con 100 mg de ciclosporina A (CsA) una vez al día y 10 mg de prednisona una vez al día, las uñas de las manos comenzaron a crecer de forma anormal y gradualmente se convirtieron en distróficas y dolorosas. Dos meses más tarde se afectaron también las uñas de los pies. Aunque se afectaron a todas las uñas de las manos y de los pies, las lesiones fueron especialmente importantes en los dedos pulgares. En la exploración física se encontraron múltiples alteraciones en las uñas (Figura 2): engrosamiento, fragilidad, onicólisis, estrías longitudinales e incluso pterigión. Los cultivos micológicos fueron negativos. En la muestra de biopsia se advirtió un infiltrado linfoide disperso en las papilas dérmicas con exocitosis local y presencia de múltiples queratinocitos necróticos aislados (Figura 3). Estos resultados se interpretaron como EIH liquenoide con afectación oral y de las uñas. El paciente no presentaba ninguna otra lesión cutánea asociada. No desarro- lló signos ni síntomas que pudieran indicar EIH hepática. En mayo de 2000 se añadió talidomida al tratamiento inmunosupresor, en una dosis diaria de 100 a 300 mg, en función de la tolerancia (estreñimiento, sedación, etc.). Las lesiones de la mucosa oral experimentaron una mejoría considerable, pero las alteraciones de las uñas permanecieron más o menos estables. Se abandonó la talidomida a los siete meses porque el paciente sufría entumecimiento y hormigueo en las manos y en los pies, que indicaba neuropatía periférica. Veinte días después dejó de recibir talidomida y las lesiones liquenoides orales empeoraron, produciéndole dificultad para comer. También desarrolló eritema periungueal, inflamación e intenso dolor con trauma mínimo. La dosis diaria de prednisona se aumentó hasta 20-30 mg, consiguiéndose una mejoría moderada. Sin embargo, la dosis no pudo aumentarse debido a los efectos inmunosupresores secundarios. Veintitrés meses después del TCMSP, el paciente sigue teniendo lesiones liquenoides importantes orales y en las uñas. ■ Discusión La EIH es una complicación frecuente del trasplante alogénico de médula ósea (TMO). Se produce cuando las células inmunocompetentes de un donante reconocen y reaccionan frente a los antígenos del tejido "extraño" del huésped inmunocomprometido y el estímulo más frecuente de dichas reacciones es el TMO. La EIH puede ser de dos tipos: EIH aguda, que se produce durante los tres primeros meses después del TMO y EIH crónica, que engloba todas las manifestaciones que se desarrollan tres meses después del trasplante. Se desarrolla EIH crónica en el 10% de los pacientes que se someten a TMO alogénico y puede desarrollarse de novo, como progresión gradual de Palencia SI, Rodríguez-Peralta JL, Castaño E, Vanaclocha F, Iglesias L. Lichenoid nail changes as sole external manifestation of grafz vs. host disease. International Journal of Dermatology 2002; 41: 44-45. ©Blackwell Science Ltd. 209 Rev Intern Dermatol Dermocosm 2002;5:209-210 sumario Figura 1. Mucosa oral con hiperplasia liquenoide e infiltrado linfoide en forma de banda. Obsérvese la linfocitosis basal con queratinocitos necróticos aislados. Figura 3. Imagen panorámica del epitelio de la uña. Se observan linfocitos dérmicos con exocitosis basal y queratinocitos apoptósicos (flechas). Figura 2. Enfermedad liquenoide del injerto contra el huésped en la que se observa una afectación considerable de la uña con una cresta en la línea media. la EIH aguda, o tras la resolución de la EIH aguda, como en nuestro paciente. Tradicionalmente, la EIH crónica origina formas liquenoides y esclerodermoides (1). La EIH parecida al liquen plano puede afectar a la piel, mucosa oral (2) y órganos genitales. Las manifestaciones de la EIH crónica en las uñas son raras e inespecíficas (3,4) y consisten en atrofia, distrofia, en- grosamiento, fragilidad, onicólisis, eritema periungueal, hinchazón y onicomicosis blanca superficial (5). Las alteraciones de la uña del tipo liquen plano en la EIH son poco frecuentes. Aunque estas alteraciones se nombran en algunos trabajos (6,7), hay pocas publicaciones que hayan descrito con detalle estas lesiones. Liddle et al., en 1990 (8), describieron un caso de pterigión desarrollado en un paciente con EIH crónica. Describimos aquí a un paciente que desarrolló manifestaciones en las uñas características de liquen plano con formación de pterigiones como manifestación de la EIH crónica. Esta manifestación aumenta el espectro de la EIH. En general, las alteraciones de las uñas no son preocupantes para el paciente, pero como pueden ser una manifestación precoz de la EIH, debe incluirse la exploración clínica detallada de las uñas en la valoración de la esta enfermedad (4). Bibliografía 210 1. Black MM. Graft-versus-host disease. In: Rook A, Wilkinson DS, Ebling FJG, eds. Textbook of Dermatology, 6th edn. Oxford: Blackwell Science, 1998 pp 1919-1921. seases of the Nails and Their Management (de Berker DAR, Baran R. Dawber RPR), 2nd edn. Oxford: Blackwell Science Limited 1994; pp 175-176. 6. Saurat JH, Gluckman E. Lichen planus-like eruption following bone marrow transplantation. A manifestations of the graft-versus-host disease. Clin Exp Dermatol 1977; 2: 335-344. 2. Schubert MM, Sullivan KM, Morton TH, et al. Oral manifestations of chronic graft-versus-host disease. Arch Intern Med 1984; 144: 1591-1595. 4. Andrews ML, Robertson I, Weedon D. Cutaneous manifestations of chronic graft-vs.-host disease. Australas J Dermatol 1997; 38: 53-62. 7. Shulman HM, Sale GE, Lerner KG, et al. Chronic cutaneous graft-versus-host disease in man. Am J Pathol 1978; 92: 545-570. 3. De Berker DAR, Baran R. Dawber RPR. The nail in dermatological diseases. In: Handbook of Di- 5. Basuk PJ, Scher BK. Onichomycosis in graft-versus-host disease. Cutis 1987; 40: 237-241. 8. Liddle BJ, Cowan MA. Lichen planuslike eruption and nail changes in a patient with graft-versus-host disease. Br J Dermatol 1990; 122: 841-843.