la religion en china - Observatorio Asia Pacifico

Anuncio
La Religión en
China
C
ada domingo, unos 2.000 católicos asisten a misa en la Iglesia de la
Inmaculada Concepción en el Sur de Beijing, donde también pueden acudir
los creyentes extranjeros, pues la ceremonia se oficia por igual en chino e inglés.
China es un país multirreligioso, en el cual se profesan principalmente cinco
religiones: Budismo, taoísmo, islamismo, catolicismo y protestantismo.
En China, los ciudadanos gozan del derecho a la libertad de creencia religiosa,
según queda refrendado en la Constitución y las leyes. La Constitución de la
República Popular China establece que los ciudadanos chinos gozan de libertad
de culto. Esto quiere decir que cada ciudadano tiene no sólo la libertad de
profesar un credo religioso, sino también la libertad de no profesar ninguno.
Todos los ciudadanos, independientemente de su adherencia o no a alguna
religión, gozan en lo político de iguales derechos y obligaciones. Con el fin de
garantizar esa libertad, el gobierno se abstiene de intervenir en la vida religiosa
normal de los creyentes y protege los lugares religiosos, tales como monasterios
e iglesias. Todas las religiones disfrutan de un trato en pie de igualdad y manejan
sus asuntos religiosos bajo el principio del patriotismo y la autonomía dentro del
marco de la Constitución.
China aplica la libertad de creencia religiosa
De acuerdo con la Constitución, la libertad de creencia religiosa constituye un
derecho básico de los ciudadanos. El Artículo 36 estatuye: "Los ciudadanos de la
República Popular China tienen la libertad de creencia religiosa". "No se
permite a ningún órgano estatal, organización social o individuo forzar a los
ciudadanos a profesar religión alguna, o a no profesarla, ni se discriminará a los
ciudadanos por ser religiosos o no serlo". "El Estado protege las actividades
religiosas normales". Al mismo tiempo establece: "No se permite a ninguna
persona realizar actividades que saboteen el orden público, perjudiquen la salud
de otros ciudadanos y afecten el sistema educacional del país aprovechándose de
la religión". "Las organizaciones religiosas y los asuntos religiosos quedarán
libres de manipulaciones por parte de fuerzas extranjeras".
La Ley de la Autonomía Regional Étnica, las Disposiciones Generales del
Código Civil, la Ley de Educación, la Ley Laboral, la Ley de Educación
Obligatoria, la Ley Electoral de la Asamblea Popular Nacional, la Ley Orgánica
del Comité de Aldeanos y la Ley de Publicidad establecen: Los ciudadanos, sin
distinción de su credo religioso o la ausencia del mismo, gozan del derecho a
elegir y ser elegidos; las propiedades legítimas de las organizaciones religiosas
serán objeto de la protección de la ley; dado el carácter laico del sistema
educacional, todos los ciudadanos, sin distinción entre creyentes y no creyentes,
gozan de igual oportunidad a ser educados según la ley; las diversas etnias del
país deben respetar mutuamente sus lenguas y sistemas de escritura, los hábitos
y costumbres y las creencias religiosas; los ciudadanos no serán discriminados
en lo tocante al empleo por sus creencias religiosas; las publicidades y marcas
comerciales no deben ser portadoras de contenidos de carácter discriminatorio
hacia cualquier grupo étnico y religión.
El Gobierno chino promulgó los Reglamentos de Administración de Lugares
Religiosos con el fin de salvaguardar los legítimos derechos e intereses de los
sitios dedicados al culto. Los reglamentos establecen: los lugares religiosos
quedan sujetos a la administración autónoma de la organización administrativa
de dicho lugar, cuyos legítimos derechos e intereses, así como actividades
religiosas normales, son objeto de protección legal, quedando libres de la
intromisión e interferencia por parte de cualquier organización e individuo.
Quien viole los legítimos derechos e intereses de los lugares religiosos deberá
asumir la debida responsabilidad jurídica. Quienes efectúen actividades
religiosas en los sitios pertinentes deberán acatar las leyes y reglamentos.
El Gobierno de China promulgó además las Disposiciones para la
Administración de Actividades Religiosas de los Extranjeros en el Territorio de
la República Popular China, como garantía del respeto a la libertad de creencia
religiosa de los extranjeros en el territorio chino, a la vez que concede protección
a las actividades que implican relaciones amistosas e intercambios culturales y
académicos de religiosos extranjeros con el círculo religioso de China. Los
extranjeros pueden participar de las actividades religiosas que tienen lugar en
lugares religiosos del territorio chino, hacer prédicas y divulgar doctrinas
taoístas a invitación de organizaciones religiosas de nivel provincial y superior,
realizar actividades religiosas con participación de extranjeros en lugares
permitidos por el Gobierno Popular de nivel distrital y superior, invitar a
clérigos de China para oficiar rituales religiosos como bautismos, nupcias,
funerales y otros ritos, y traer consigo al territorio chino materiales impresos
religiosos, productos audiovisuales religiosos y otros utensilios aliñes de uso
personal. Los extranjeros que realizan actividades religiosas en el territorio
chino deben atenerse a las leyes y reglamentos chinos.
La libertad de creencia religiosa de los ciudadanos chinos, sujeta a la protección
de las leyes, coincide con el contenido principal de los documentos y convenios
internacionales en la materia. A tenor de la defunción de que la libertad de
religión y credo es un derecho humano fundamental, el ciudadano goza de
libertad de elección en cuanto a religión y credo, libre de cualquier forma de
discriminación por causa de religión y creencia, y goza de la libertad de asistir a
misa y reuniones religiosas, y de conservar algún lugar para este fin. Tiene la
libertad de redactar y distribuir materiales religiosos impresos, celebrar
festividades y rituales religiosos de acuerdo con los preceptos religiosos y
promover y proteger los derechos de las minorías en lo tocante a etnia. raza.
religión e idioma, según establece la carta de la ONU, la Declaración Mundial de
los Derechos Humanos, el Convenio Internacional sobre los Derechos
Económicos. Sociales y Culturales, el Convenio Internacional sobre los
Derechos de la Ciudadanía y Política, la Declaración sobre la Eliminación de
todo tipo de Intolerancia y Discriminación por Causa tic Religión o Creencia, y
la Declaración y Programa de Acción de Viena. contenido que esta'
explícitamente establecido en las leyes y reglamentos de China y que ha sido
llevado a la práctica.
Las leves de China estatuyen que los ciudadanos, al tiempo que gozan del
derecho de libertad religiosa, tienen que asumir la obligación establecida por las
leyes. En China, todas las personas, organizaciones y religiones deben
salvaguardar los intereses del pueblo, la dignidad de las leyes, la unidad nacional
y la reunificación nacional. Esto coincide con el contenido pertinente de los
Documentos y Convenios sobre los Derechos Humanos de la ONU. La
Declaración sobre la Eliminación de Todo Tipo de Intolerancia y
Discriminación por Causa de la Religión o Creencia señala: "Toda persona goza
de la libertad de elección de religión y creencia, que está limitada en las
estipulaciones de la ley y en el marco necesario de garantía de la seguridad, el
orden, la salud y la moral públicos, o los derechos y libertad ajenos". El
Convenio Internacional de Derechos de la Ciudadanía y los Derechos Políticos
de la Ciudadanía también indica: "Cualquier idea que preconice el odio étnico,
racial o religioso y quienes promuevan la discriminación, la hostilidad y la
violación deberán ser sometidos a la ley". Todos los ciudadanos, religiosos o no,
son iguales ante la ley. Ello también constituye una premisa fundamental para un
país de civilización y legalidad modernas.
Las diferencias históricas, culturales y las diversas condiciones estatales de cada
país determinan a su vez rasgos distintivos a la hora de llevar a la práctica la
protección de la libertad de creencia religiosa, según el país en cuestión. Al
tiempo que enfatiza la protección de la libertad de creencia religiosa, China
también hace hincapié en la protección de la libertad de no profesar creencia
religiosa alguna, colocándolas en una posición de igual importancia, lo cual
refleja cabalmente la libertad de creencia religiosa. Esta es la forma más cabal y
completa de proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos.
El Gobierno Chino sostiene que la creencia religiosa es un asunto personal de los
ciudadanos, y la construcción de un país socialista moderno, poderoso,
democrático y civilizado, y la salvaguarda de la integridad estatal y la dignidad
nacional
constituyen meta común e intereses fundamentales de las diversas etnias de
China, incluidas las masas religiosas y no religiosas. Por lo tanto, religiosos y
no religiosos pueden lograr una comunidad de objetivos, cooperando en lo
político y asumiendo una actitud de respeto hacia la posición de cada cual en
materia religiosa.
El taoísmo chino
De las cinco religiones más importantes de China, solo el taoísmo es endémico.
El taoísmo se desarrolló a partir de la religión primitiva de la antigua China.
Consiste en una religión de múltiples deidades, o politeísta, que hereda el
primitivo culto a la naturaleza y personifica los fenómenos naturales para
santificarlos; además, otorga la categoría de objeto de culto a algunas deidades
santificadas por el pueblo, así como a santos, sabios y personajes destacados por
su fidelidad, piedad filial, integridad y sentido de la justicia. El fundador del
taoísmo fue Laozi, gran pensador del siglo VII a.n.e., cuya obra clásica principal
fue el Libro de la Moralidad. El taoísmo cree que el "tao" (camino) es el origen
de todos los objetos del universo, de ahí el nombre de taoísmo. Con la diáspora
de los chinos de ultramar, el taoísmo se divulga por todo el mundo, pero su efecto
práctico se limita a la sociedad china. Francia fue uno de los primeros países en
asumir el estudio del taoísmo, unos 100 años atrás.
El taoísmo se fundó oficialmente en las postrimerías de la dinastía Han del Este
(25-220), y durante el período de la dinastía del Sur y Norte (420-581) devino
una de las religiones ortodoxas de China.
A partir de la dinastía del Sur y Norte, los gobernadores de las Cinco Dinastías
(alrededor del siglo X) comenzaron a otorgar importancia al confucianismo, al
budismo y al taoísmo, adhiriéndose a dichas corrientes de acuerdo con la
preferencia de cada emperador. Al mismo tiempo que profesaban el
budismo y el taoísmo, reforzaron su control sobre estas
dos religiones.
En el período de las dinastías Tang y Song (6181279), el taoísmo alcanzó un gran desarrollo y
dio lugar al surgimiento de muchas sectas,
gracias a la predilección que la clase dominante
mostraba al respecto. Después de la dinastía
Yuan (1279-1368) el taoísmo comenzó a
bifurcarse gradualmente en dos sectas
principales, la Quanzhen y la Zhengyi. En la
dinastía Ming (1368-1644) comenzó su etapa de decadencia.
En la dinastía Qing (1644-1911), se acentuó dicha decadencia, debido a la rígida
restricción que sobre la misma ejercía la casa real, que profesaba el budismo
tibetano, mientras la práctica del taoísmo subsistía principalmente entre el
pueblo. Después de la Guerra del Opio (1840), el taoísmo decayó hasta
convertirse en la más débil de las cinco religiones principales de China en cuanto
a fuerza organizativa e influencia política. Aun en estas circunstancias, no le
faltaron adeptos que se dedicaron en cuerpo y alma a la práctica de sus
preceptos, redactando libros y atrayendo discípulos, con lo cual se logró que el
taoísmo sobreviviera.
En los primeros años tras la fundación de la Nueva China, el círculo taoísta
colaboró con la reforma agraria y realizó el movimiento de reforma democrática
del sistema religioso. Mediante la reforma religiosa, los creyentes taoístas
reforzaron su unidad y con la propuesta del sacerdote taoísta Yue Chongdai,
abad del Palacio Taiqing de Shenyang, provincia de Liaoning, y con el apoyo del
gobierno, se celebró en abril de 1957 la primera asamblea nacional taoísta en
Beijing, la cual estableció la Asociación de Taoístas de China, con Yue Chongdai
como presidente ejecutivo. A partir de entonces el taoísmo entró en un nuevo
período de desarrollo.
Templos, monasterios, iglesias y otros lugares
religiosos
El Gobierno Chino protege con grandes esfuerzos los templos, monasterios,
iglesias y otros lugares religiosos. Según estadísticas parciales, en China existen
más de 100 millones de creyentes de diversas religiones, más de 85.000 lugares
religiosos, 300.000 clérigos y más de 3.000 organizaciones religiosas, las que
administran 74 colegios religiosos.
El budismo tiene 2.000 años de vida en China, donde hay 130.000 templos y
monasterios budistas, con 200.000 monjes. Entre éstos, 120.000 monjes y
monjas y 1.700 budas vivientes pertenecen al budismo tibetano, que cuenta con
más de 3.000 monasterios; hay cerca de 10.000 bhiksus y mahateras de Pali con
1.600 monasterios.
El taoísmo de China tiene una historia de más de 1.700 años. Existen en el país
más de 1.500 templos taoístas con 25.000 seguidores.
El islamismo entró en China en el siglo VII. Más de 10 minorías étnicas, tales
como la huí y la uigur, profesan esta religión. La población de estas dos etnias
suma 18 millones de habitantes, quienes tienen a su disposición más de 30.000
mezquitas y 40.000 ahungs.
El catolicismo fue introducido en China en varias ocasiones desde el siglo VII y
se divulgó a gran escala después de la Guerra del Opio en 1840. En la actualidad
hay en China 4 millones de católicos, unos 4.000 clérigos y 4.600 iglesias y
sitios eclesiásticos.
El protestantismo se introdujo en China en el siglo XIX y se divulgó
masivamente después de la Guerra del Opio. Hoy China cuenta con 10 millones
de protestantes, 18.000 sacerdotes, 12.000 iglesias y 25.000 sitios de reunión.
Las organizaciones religiosas nacionales que hay en China son: la Asociación de
Budistas de China (ABCh), la Asociación de Taoístas de China, la Asociación
Islámica de China, la Asociación Católica Patriótica de China, el Grupo de
Arzobispos Católicos de China, el Comité del Movimiento de Triple Alianza
Patriótica Protestante de China y la Asociación del Protestantismo de China.
Cada organización elige sus respectivos dirigentes y organismos directivos de
acuerdo con sus estatutos.
Respecto a la garantía administrativa, los diversos niveles gubernamentales de
China han establecido departamentos de asuntos religiosos que se encargan de la
administración y supervisión de la aplicación de las leyes y reglamentos
relacionados con la religión, y ejecutan de manera concreta la política de libertad
de creencia religiosa. Estos departamentos se abstienen de intervenir en los
asuntos internos de las organizaciones religiosas y en los lugares religiosos.
Al igual que en otros países del mundo, en China las organizaciones religiosas y
los lugares religiosos deben registrarse ante el gobierno de acuerdo con la ley.
Para el registro, los lugares religiosos deben reunir las siguientes condiciones
básicas: Tener residencia fija y nombre permanente; contar con ciudadanos
creyentes que participan con frecuencia en las actividades religiosas; disponer
de organización administrativa compuesta por ciudadanos creyentes; contar con
clérigos que presidan las actividades religiosas, o personal que responda a las
estipulaciones de las diversas religiones; tener reglamentos de administración e
ingresos legítimos. Una vez registrados según la ley, los lugares religiosos
obtienen una posición legal, y sus derechos e intereses legítimos son objeto de
protección; en caso de que sean perjudicados, sus organizaciones
administrativas tienen el derecho de apelar ante los órganos administrativos
competentes del gobierno, e incluso ante la tribuna popular, en busca de la
protección administrativa y legal. Para actividades religiosas tales como la
oración y lectura de cánones en casa, en las cuales participan principalmente
parientes y amigos, de acuerdo con las prácticas cristianas, no hace falta
registrarse.
Budismo tibetano
Se considera que el budismo comenzó a
divulgarse en China en el 10.° año del
reinado Yongping del emperador Mingdi de
la dinastía Han del Este (67 de n.c.), y que su
apogeo se produjo entre los siglos V y X.
El budismo tibetano también se llama
lamaísmo. "Lama" significa en tibetano "maestro superior". El budismo
tibetano fue producto de la prolongada influencia y lucha recíprocas entre el
budismo y el bonismo original del Tíbet. El budismo tibetano prosperó en el
siglo VII y en las postrimerías del siglo XIII, respaldado por los gobernadores de
la dinastía Yuan (1279-1368), los lamas de la capa superior se hicieron con el
poder y transmitieron el budismo a las regiones habitadas por los mongoles. La
doctrina está compuesta por el vehículo mayor y el menor, con el primero como
cuerpo principal. A su vez, este vehículo mayor se divide en exotérico y
esotérico, siendo el último el de mayor peso, el cual toma el yoga supremo como
el nivel más alto de cultivación. Como el budismo tibetano ha sido profesado por
todo el pueblo tibetano, el mismo ejerce una profunda influencia sobre la
política, la economía y la cultura locales.
Es imposible referirse al budismo tibetano sin mencionar el Palacio Pótala.
El Palacio Pótala (Montaña de Buda), un complejo arquitectónico antiguo que
integra el baluarte palaciego y el monasterio, comenzó a construirse en la década
de los 40 del siglo VII, y tiene una historia de 1.600 años. Está localizado en la
colina Marpori (colina roja), dos kilómetros al noroeste de la ciudad vieja del
centro de Lhasa, capital de la Región Autónoma del Tíbet, con una altura de
3.767,19 metros sobre el nivel del mar. Es el palacio de la antigüedad de mayor
elevación en el mundo y fue designado Patrimonio Cultural de la Humanidad en
diciembre de 1994.
El Palacio Pótala es la construcción antigua más completa y majestuosa del
Tíbet. "Pótala" significa palacio donde vive Bodhisattva. Antes de 1959, sirvió
de residencia y despacho para asuntos políticos al V Dalai Lama y a los Dalai
Lamas de generaciones posteriores y fue centro del poder gobernante para la
integración política y religiosa del viejo Tíbet. A partir del siglo VII, nueve reyes
tibetanos y 10 Dalai Lamas vivieron en él.
La estructura del Palacio Pótala simboliza, de abajo hacia arriba, la "nieve", el
palacio blanco y el palacio rojo, los cuales reflejan a plenitud los "Tres Reinos",
a saber, "Reino del Deseo Sensorial", "Reino con Forma" y "Reino sin Forma", y
muestra la majestuosidad del budismo mediante la comparación, la exageración
y la decoración del arte arquitectónico.
La reencarnación del buda viviente es una forma de transmisión peculiar del
budismo tibetano. El Gobierno Central de la dinastía Yuan (entre siglos XIII
XIV) aplicó el sistema de nombramiento de los grandes budas vivientes,
acontecimiento que en las dinastías Ming y Qing comenzó a incluir
gradualmente la reencarnación de los grandes budas vivientes en la
administración del Gobierno Central y en el marco de los códigos y decretos del
Estado. Con el fin de hacer patente la autoridad central y salvaguardar la
integridad territorial y prevenir los manejos fraudulentos en la reencarnación, el
Gobierno de la dinastía Qing estableció un sistema completo que se basaba en el
sorteo de fichas en una urna de oro.
En 1793, el Gobierno Central de la dinastía Qing concedió una urna de oro al
Monasterio Jokhang (más tarde fue trasladada al Palacio Pótala), con el fin de
designar a los grandes budas vivientes, como el Dalai Lama y el Panchen,
mediante el sorteo de fichas; y concedió otra al Templo de la Armonía en
Beijing, con el objetivo de definir a los grandes budas vivientes de Mongolia
Interior. Durante los últimos 200 años, los diversos gobiernos centrales han
persistido en aplicar este sistema, que ha sido apoyado por el círculo del
budismo tibetano y se ha convertido en un sistema reglamentado para delectar a
los niños en los cuales reencarnan el Dalai Lama y el Panchen. Según las
estadísticas de la Comisión de Asuntos de Minorías Étnicas de la dinastía Qing,
en el período que medió de finales del reinado de Qianlong al 30.° año del
reinado de Guangxu de la dinastía Qing, sólo en la región del Tíbet 39 niños de
reencarnación del sistema de budas vivientes heredaron la posición budista
mediante el sorteo de fichas en la urna de oro. Entre ellos figuraron los X, XI y
XII Dalai Lamas y los VIII y IX Panchen Erdeni. De acuerdo con los rituales
religiosos del sistema reglamentado, el sorteo de fichas en la urna de oro
constituye un proceso necesario para definir el cuerpo real de reencarnación de
Panchen. Cuando se produce un caso extraordinario, en el cual es necesario
eximir el sorteo de fichas en la urna de oro, es imperativo solicitar la aprobación
especial del Gobierno Central.
El sorteo de fichas en la urna de oro entraña un ritual muy complicado. Para
facilitar un acercamiento de los lectores a este sistema, pasamos a explicar de
manera detallada el proceso de definición del niño de reencarnación del X
Panchen.
La adopción del sorteo de fichas en la urna de oro para identificar al niño de
reencarnación del Panchen fue la última voluntad del X Panchen, al igual que
aspiración unánime de los personajes representativos de la etnia tibetana y
huelas vivientes y monjes de alta reputación del budismo tibetano. Tras la
muerte del X Panchen, el 28 de enero de 1989, Ngabo Ngawang Jigme,
Vicepresidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino
(CCPPCh), y el buda viviente Gyayak, preceptor del X Panchen, plantearon por
separado en febrero de 1989 y en agosto de 1990, que se definiera al niño de
reencarnación mediante el sorteo de fichas en la urna de oro, lo cual se realizó
más tarde en el Monasterio Jokhang, frente a la estatua de Sakyamuni. En marzo
de 1995, durante el período de la celebración de la Asamblea Popular Nacional y
la CCPPCh, los monjes de alta reputación y los budas vivientes del budismo
tibetano participantes de las dos reuniones también consideraron el mencionado
método como el más razonable y justo para determinar la identidad del niño de
reencarnación del X Panchen.
El 29 de noviembre de 1995 (el 8 de octubre del año del cerdo de madera del
calendario tibetano) fue un día de buen agüero para el budismo tibetano. En esa
fecha se celebró solemnemente la ceremonia de sorteo de fichas para definir al
niño de reencarnación del X Panchen, de acuerdo con el ritual del budismo
tibetano frente a la estatua de Sakyamuni en el Monasterio Jokhang.
Bien entrada la madrugada, el Monasterio se mantenía iluminado en medio de la
humareda que despedían los incensarios. Luo dan, Consejero de Estado, quien
viajó especialmente al Tíbet para presidir la ceremonia de sorteo de fichas en la
urna de oro, Gyatso Norbu, comisario especial del Consejo de Estado y
presidente del Gobierno Popular de la Región Autónoma del Tíbet, y Ye
Xiaowen, Director de la Administración de Asuntos Religiosos del Consejo de
Estado, se sentaron frente al nicho de la estatua del ancestro budista. Al lado
izquierdo de la estatua de Sakyamuni estaban presentes los dirigentes de la
Región Autónoma del Tíbet; por el flanco derecho, se acomodaban 44 monjes de
alta reputación.
A las 5:00 de la mañana, Luo Gan leyó la aprobación del Consejo de Estado
sobre la Solicitud de la Confirmación de Tres Niños como Candidatos para el
Sorteo de Fichas en la Urna de Oro para la Reencarnación del X Ranchen.
Al término de la lectura, los presentes prorrumpieron en cálidos aplausos.
Acto seguido, empezó el proceso de confirmación del niño de reencarnación del
X Ranchen, de acuerdo con los rituales obligados para la reencarnación de budas
vivientes del budismo tibetano.
A las 6:00 en punto, terminó sin tropiezos el sorteo de fichas en la unía de oro y se
procedió a la ceremonia de tonsura del niño de reencarnación del X Ranchen
Erdeni.
El mismo día, el Consejo de Estado aprobó en sesión especial que el niño nacido
el 13 de febrero de 1990 en Gyaltsen Norbu, distrito de Lhari, quedaba
confirmado como la reencarnación del X Ranchen Erdeni que quedaría relevado
por el XI Ranchen Erdeni.
En la ceremonia de entronización, Luo Gan transmitió las felicitaciones de Jiang
Zemin, Presidente del Estado, Li Peng, Primer Ministro del Consejo de Estado,
Qiao Shi, Presidente de la Asamblea Popular Nacional de China, y Li Ruihuan,
Presidente de la CCPPCh, por el gran éxito logrado en el sorteo. Phapalha Geleg
Namgyal, Vicepresidente de la APN, vicepresidente de la ABCh y consejero
general para la ubicación del niño de reencarnación del X Panchen, leyó el
telegrama de felicitación de la ABCh; y Dao Shurcn, vicepresidente y secretario
general de la ABCh, leyó el telegrama de felicitación de Zhao Puchu,
Vicepresidente de la CCPPCh, presidente de la ABCh y consejero general para
la localización del niño de reencarnación del Panchen.
El XI Panchen y sus padres regalaron un Hada (pieza de tela tibetana) en señal de
agradecimiento al representante y al comisario especial del Consejo de Estado.
Finalmente, Ye Xiaowen, en nombre del Consejo de Estado, entregó regalos y
dinero al XI Panchen y sus padres. En la noche del mismo día se celebró un
grandioso banquete de felicitación. Radi, director del Comité Permanente de la
APN de la Región Autónoma del Tíbet pronunció un discurso, en saludo del gran
éxito logrado en el trabajo de búsqueda de la reencarnación del Panchen.
Así, al cabo de seis años, se logró ubicar al niño de reencarnación del X Panchen,
siguiendo los rituales religiosos y el sistema reglamentado histórico y
confirmado por el sorteo, que previamente había recibido el visto bueno del
Consejo de Estado para la definición del XI Panchen Erdeni.
Al difundirse la grata noticia, Lhasa y Xigaze quedaron sumidas en un jolgorio.
Por doquier brotaban columnas de humo de incienso y estallaban petardos y
fuegos artificiales. Los devotos budistas, luciendo prendas étnicas brillantes, se
fueron a los monasterios Jokhang y Zhashilungbo a celebrar. Ngawang, anciano
de 85 años de edad, expresó: "El niño reencarnado y confirmado frente a la
estatua de Sakyamuni con el sorteo en la urna de oro es realmente auténtico, pues
es la confirmación del ancestro budista". El anciano Tashi procedente de Xigaze,
con un molinillo en la mano, hizo reiteradas reverencias hacia la estatua de
Sakyamuni y recitó los oráculos de oración, haciendo votos por la buena salud
del XI Panchen. Los personajes de los círculos religiosos y los monjes y
seculares libélanos de Beijing, Qinghai, Gansu, Sichuan y Yunnan también
celebraron. En todas partes se escuchaba el vocablo "zhaxidelc" (felicidades).
Unos recitaban sutras de oración, otros mandaban telegramas de felicitación;
algunos más festejaban con actos budistas.
El XI Panchen Erdeni nació en el seno de una familia ordinaria tibetana del
cantón Lhari, del distrito del mismo nombre, en la zona Nagqu del Tíbet. Sus
facciones son perfectas: ojos radiantes y orejas largas, los cuales dotan su
semblante de una sombra de buen agüero. Los surcos en su lengua semejan la
letra "A" de la escritura tibetana.
Educación y materiales religiosos impresos
Las diversas organizaciones religiosas de China administran de manera
autónoma los asuntos de la educación, abren escuelas y colegios de acuerdo con
las necesidades, imprimen y distribuyen obras clásicas religiosas, editan
revistas religiosas y manejan empresas de servicio social y público. A semejanza
de muchos otros países, China aplica el laicismo en su sistema educativo, por lo
cual no incluye la educación religiosa en la educación nacional. Parte de los
centros docentes e institutos de investigación asumen la enseñanza y estudios de
religión. En las escuelas y colegios administrados por las diversas
organizaciones religiosas se imparte la educación religiosa especializada según
las necesidades de las diversas religiones. La ley protege las actividades
educacionales normales de los clérigos religiosos, todas las actividades
religiosas normales realizadas en los lugares religiosos y en las casas de los
creyentes, según las costumbres religiosas. Tales son los casos del homenaje al
buda, la misa, la recitación de sutras, las plegarias, la conferencia de sutras, la
conferencia de doctrinas, el bautismo y la tonsura, en las cuales nadie tiene
derecho a interferir.
China dispone de más de 70 centros docentes administrados por organizaciones
religiosas para formar religiosos profesionales.
En 1956 se fundó en Bcijing el Instituto de Budismo de China. Se trata de un
centro docente religioso nacional bajo la dirección de la ABCh, en el cual el
comité de asuntos administrativos se encarga de la educación y todos los asuntos
administrativos. Al graduarse, la mayoría de los estudiantes van a los diversos
monasterios a desempeñarse en calidad de abates, o se dedican a la
administración. Unos pocos hacen estudios budistas.
El Instituto de Taoísmo de China se fundó en Beijing en 1990, y se
responsabiliza principalmente con el personal educacional y de estudio. El
Instituto de Enseñanza Clásica Islámica de China en Beijing tiene como tarea
formar bairams y manlas.
El Seminario Católico de China es un centro docente religioso nacional
administrado por el Grupo de Arzobispos Católicos de China y la Asociación
Católica Patriótica de China. Está ubicado en Beijing y se dedica a preparar
clérigos y a impartir estudios de filosofía teológica.
El Seminario Concord de Jinling es el centro docente superior que forma
sacerdotes cristianos en China. Con sede en Nanjing, provincia de Jiangsu, el
mismo se fundó en 1952, teniendo como precursor al Seminario de Mujeres de
Jinling. En 1961 se fusionó con el Seminario de Yanjing en Beijing. Se encarga
de formar preceptores teológicos y personal especializado en teología y religión.
Desde la década de los 80 del siglo XX, las agrupaciones protestantes de China
han rehabilitado y construido alrededor de 600 iglesias cada año. A finales de
1996, imprimieron y distribuyeron un total de 18 millones de Biblias, las cuales
fueron eximidas del pago de impuestos. El Cántico redactado y editado por la
Asociación Protestante de China en 1983 tuvo una tirada superior a los 8
millones de ejemplares. Entre 1958 y 1995, los católicos de China eligieron un
total de 126 arzobispos. En los últimos 10 años se han formado más de 900 curas.
Cada semana unas 3.000 personas asisten a la misa de la iglesia protestante de
Chongwenmen, en Beijing. La iglesia del Sur de Beijing realiza cada semana
cuatro misas, a las que asisten más de 2.000 personas, incluida una misa en
inglés para los extranjeros residentes en Beijing.
A través del prolongado desarrollo histórico chino, las diversas religiones de
China han hecho su aporte cultural a los sedimentos ideológicos tradicionales
del país. Por tradición, los creyentes chinos han compartido su amor entre la
patria y la religión. El Gobierno Chino apoya y estimula la capacidad de
convocatoria de los círculos religiosos para sumar las masas religiosas a la
construcción activa del país. Todas las religiones portan en sí el germen del
estímulo al servicio a la sociedad y hacer feliz a la humanidad. Así lo pregona a
su manera el budismo cuando habla de "salvaguardar la integridad territorial y
responder con bondad al bienestar ajeno"; o el catolicismo y el protestantismo,
en el sentido de "rendir culto a la deidad en bien del pueblo"; el taoísmo, cuando
pide "dar caridad a todos y salvar a toda humanidad"; y el islamismo, que se
pronuncia por dar "felicidad en los dos reinos".
En China, todas las religiones gozan de igual reconocimiento, coexisten en
armonía y nunca se enlazan en disputas. Los ciudadanos se respetan
mutuamente sin importar su fe o carencia de la misma y viven en unidad y
armonía. Todo ello refleja el espíritu de congruencia y tolerancia que ha
caracterizado a la ideología y cultura tradicionales de China, y que hoy queda
consagrado por la política de libertad religiosa a que se acoge el Gobierno
Chino, así como las relaciones político-religiosas que se aplican acorde a las
condiciones reales del país.
Descargar