Tu Niño de Trece a Dieciocho Meses y su Dormir

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Tu Niño de Trece a Dieciocho Meses y su Dormir
A esta edad los niños necesitan un promedio de once horas y cuarto de sueño
ininterrumpido a la noche y dos horas y cuarto a dos horas y media durante el
día. Los niños cuya edad se aproxima al comienzo de la edad de esta categoría
necesitan aun tomar dos siestas, una en la mañana y otra por la tarde pero para
los dieciocho meses la mayoría de los niños consolidan sus siestas en una sola al
mediodía o tarde. Los niños pequeños tienden a tener problemas de conducta al
dormir. Su capacidad de movilidad (incluyendo caminar), un pico de ansiedad de
separación alrededor del primer cumpleaños, la transición de dos siestas a una y
el apego emocional a objetos como biberones y chupetes pueden complicar la
hora de ir a dormir e incrementar las veces que tu niño se despierta durante la
noche.
Cuando los niño tienen alrededor de quince a dieciocho meses, realizan la
transición de dos siestas a una sola. Esta es una etapa difícil porque usualmente
hay un tiempo cuando una siesta es poco y dos siestas es mucho. El resultado es
generalmente un niño exhausto que no puede dormirse fácilmente a la noche.
(Pregunta por el folleto “Pasando de Dos Siestas a Una”).
Como si todo esto no fuese suficiente, las rabietas generalmente comienzan a
esta edad y los niños comienzan a testear a sus padres. La hora de ir a dormir
se convierte en una batalla para los niños quienes tratan de probar su
determinación. Una rutina calma a la hora de dormir es extremadamente
importante para los niños de esta edad. Ser consistente en la rutina y crear
reglas claras es esencial porque la siguiente etapa es aún más difícil.
La ansiedad de separación tiene otro pico alrededor del primer cumpleaños. Decir
“buenas noches” a los papás puede ser difícil. La rutina antes de dormir
promueve tiempo focalizado en el niño con ambos padres lo cual ayuda a
disminuir los miedos. A pesar de que a esta edad los niños no pueden decir
mucho, ellos si entienden mucho, por lo cual es aconsejable reconfortarlos
verbalmente y asegurarles que permaneces cerca.
Guía de Horario Diario
(Mueve el horario antes si tu niño se despierta entre las 6:00 y 7:00 a.m.)
7:00 a 7:30 a.m.
Despertar y desayuno.
9:00 a 9:30 a.m.
Comienza siesta de una hora en la mañana si tu niño
está aún tomando una. Probablemente quiera un
bocadillo después de la siesta.
Derechos de autor de Kim West 2005, LCSW-C, The Sleep Lady ® www.sleeplady.com
Traducido por María Escola – Consultora de Sueño Infantil Certificada
1 | P a g e 11:30 - 12:30 p.m. Almuerzo (dependiendo de la siesta de la mañana).
12:30–1:30 p.m.
Comienza siesta de la tarde. Ideal una hora y media de
siesta si es la segunda siesta o dos a dos horas y media si
es la única siesta del día. Refrigerio al despertar.
5:00-5:30 p.m.
Cena.
6:00 – 6:30 p.m.
Comenzar baño/hora de ir a dormir.
7:00–8:00 p.m.
Dormido.
Los niños necesitan horarios regulares para sus siestas, hora de irse a la cama
por la noche y comidas. Sus cuerpos necesitan una rutina que los ayude a regular
los ciclos hormonales durante el día y noche para mantenerlos en sincronía con
sus relojes internos.
Sus pequeños corazones y mentes necesitan seguridad y predictibilidad para
sentirse seguros. Pero también creo que puede existir cierta flexibilidad al mismo
tiempo. La guía de horario es un buen punto de comienzo que tú puedes ajustar.
Puedes también modificar ligeramente el horario para poder acomodar las
necesidades de tus otros niños. Las necesidades de sueño son un promedio,
algunos niños necesitan más horas y otros necesitan menos pero las variaciones
son mucho más pequeñas de lo que muchos padres creen. Si tu niño está
tomando siestas cortas y durmiendo mal de noche, es probable que estés
subestimando las horas de sueño que él necesita.
Observa su conducta durante el día. Si tu niño está contento y calmo, es probable
que tenga un buen horario o rutina. Si por lo contrario esta demandante y
quisquilloso, puede ser que necesite siestas más largas, irse a dormir más
temprano, dormir un poco más por la mañana o todo esto junto. Si tienes una cita
con el médico o debes hacer algo importante y no puedes hacer que tu niño tome
sus dos siestas, la mayoría de los pequeños reaccionan mejor a saltearse la siesta
de la mañana que la de la tarde. Puedes temporariamente mover la siesta de la
tarde un poquito más temprano para compensar la siesta no tomada de la
mañana. Al cumplir el primer año es un buen momento para que tu niño comience a usar
una taza y leche regular si ha estado tomando formula. Si todavía no has
introducido una taza a tu pequeño, este es un buen momento. A esta edad la
mayoría de los pequeños comienzan a recibir casi toda la nutrición y calorías a
través de alimentos sólidos. Consulta con su pediatra respecto a la cantidad de
leche que necesita y asegúrate de incluir yogurt, queso y otras formas de calcio y
vitamina D en su dieta. Si estás preocupada porque tu niño está emocionalmente
pegado a su biberón, pide el folleto sobre “Dejar el Biberón”
Derechos de autor de Kim West 2005, LCSW-C, The Sleep Lady ® www.sleeplady.com
Traducido por María Escola – Consultora de Sueño Infantil Certificada
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