La teoría del mandato imperativo se concibe antes de la Revolución Francesa, ante los estados generales como vínculo jurídico entre los representantes de la nobleza, el clero y el Estado llano. Así, los representantes llegaban a los estados generales con las instrucciones recibidas de sus electores. Con el cambio revolucionario y la puesta en práctica del mandato imperativo en los diputados franceses, surgieron inconvenientes respecto a esta teoría, imponiéndose posteriormente la teoría del mandato libre, es decir, la independencia de la representación. La prohibición del mandato imperativo tiene un origen liberal, cuya concepción es puramente patrimonial al considerar la titularidad abstracta del escaño, un ejemplo de dicha concepción es el pronunciamiento del Tribunal Constitucional Español a propósito del transfuguismo latente en dicho país, al dictar que: “diputados o senadores son los únicos titulares del escaño y los que representan al pueblo y no los partidos” Planas, Pedro; Derecho Parlamentario; p.160 al citar a Santaolalla, Fernando. . Pero además, la prohibición del mandato imperativo resulta ser a contraposición al origen medieval, la lógica consecuencia del principio de la soberanía nacional y por tal el principio constitucional en virtud del cual el parlamentario no representa a sectores concretos sino a la Nación entera. Partiendo de ello es que se esgrime a favor de la prohibición del mandato imperativo como una cláusula de protección de los parlamentarios frente a la eventual imposición de órdenes o instrucciones y otorga libertad plena a los parlamentarios en el ejercicio de sus funciones como representantes de la nación. Sin embargo, lo que en un comienzo significó el ejercicio puro del poder a través de la representación delegada, se convierte hoy en una suerte de representante inmune, intocable, bajo el pretexto de actuar conforme a su conciencia y por tanto no le debe informe a nadie. En el Perú la prohibición del mandato imperativo aparece consagrada recién en la Constitución de 1933, artículo 92°, al señalar “no están sujetos a mandato imperativo” los Diputados y Senadores, concepto que se repite en la Constitución de 1979, artículo 176° y la Constitución vigente de 1993, artículo 93°. Doctrinariamente no ha surgido debate al respecto, hecho que se corrobora con la revisión del diario de los debates tanto de la Comisión Principal de Constitución de la Asamblea Constituyente de 1978 y del Congreso Constituyente Democrático de 1993, no existiendo discusión alguna sobre el tema y su aprobación resultó un mero procedimiento. Respecto a la legislación comparada en la región, se percibe que solo la Constitución de El Salvador establece en su artículo 125° de que los Diputados “no están ligados por ningún mandato imperativo”, el resto de las Constituciones de América no señalan prohibición alguna, por el contrario y reafirmando la tesis innovadora de suprimir dicha figura y garantizar el compromiso del representante con su elector sobre su oferta política, se tiene por ejemplo que en el artículo 133° de la Constitución de Colombia se impone que: “El elegido es responsable políticamente ante la sociedad y frente a sus electores del cumplimiento de las obligaciones propias de su investidura” y en el caso de Panamá, el artículo 144° de su Constitución, establece que “Los legisladores actuarán en interés de la Nación y representan en La Asamblea Legislativa a sus respectivos partidos políticos y a los electores de su Circuito Electoral ”. El derecho parlamentario moderno viene impulsando la revisión de obsoletas y antiguas posiciones aparecidas en el siglo XVIII como la prohibición al mandato imperativo, así ya no se debe únicamente a la representatividad que porte, ahora se acepta que los elegidos responden a lo elegido por los ciudadanos; ya no es simplemente la garantía de la independencia del titular del cargo representativo frente a la función política que promueve su candidatura, sino más bien es un complemento indispensable para el ejercicio de su función otorgando efectividad al derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos. Entendiendo el pensamiento moderno, nuestro ordenamiento constitucional no puede continuar estableciendo ficciones que limiten el derecho del pueblo a ejercer control directo sobre sus representantes, es por ello la propuesta de reforma constitucional que se formula, al establecer dentro del nuevo concepto del derecho parlamentario de no incluir en el texto constitucional la prohibición del mandato imperativo. Efecto de la Vigencia de la Norma sobre la Legislación Nacional La fórmula legal de reforma constitucional propone no incluir el concepto de “No están sujetos a mandato imperativo ni a interpelación”, en el primer párrafo del artículo 93° del Texto Constitucional y por el contrario agregar que los Congresistas representan también a sus electores. Con ello se restituye una exigencia consustancial al sistema representativo democrático, la moralidad y la lealtad en el accionar de la representación parlamentaria y la unidad del mandato en la representación sobre la nación peruana, como lo señala el Tribunal Constitucional Español “los Diputados son representantes del pueblo español considerado como unidad, pero el mandato que cada uno de ellos ha obtenido es producto de la voluntad de quienes lo eligieron.......La fidelidad a este compromiso político, que ninguna relación guarda con la obligación derivada de un supuesto mandato imperativo,..., no puede ser desconocida ni obstaculizada.” Presno, Miguel Angel; “La Prohibición del Mandato Imperativo como una garantía al servicio de la representatividad democrática”. Universidad de Oviedo – España. (STC 119/1990,fj. 71 ). Así mismo en el artículo 95° del Texto Constitucional se agregan los casos de vacancia, estableciendo constitucionalmente la figura del transfuguismo de aquellos congresistas que habiendo sido elegidos por una agrupación política cambian a otra, burlándose de la voluntad popular de quienes confiaron en sus propuestas y su representatividad, la sanción debe ser drástica y qué mejor que la pérdida de la representación parlamentaria, sin perjuicio de ser sujeto a denuncia penal contra la voluntad popular. Analisis Costo Beneficio Credibilidad en el sistema democrático Resulta un elemento corrector del mecanismo democrático, restituyendo el derecho a impugnar su conducta funcional. La población podrá tener un control más directo frente a su representante. Representatividad política en el Congreso Otorga moralidad en el accionar político, vinculado a la lealtad de la representación parlamentaria. La voluntad popular se expresa por la composición determinada de un congreso (escaños resultantes de una elección popular) la misma que debe respetarse. __________________________________________________________ _____________________ Formula Legal Texto del Proyecto El Congresista de la República que suscribe Dr. Manuel Jesús Bustamante Coronado, integrante del grupo parlamentaria del Frente Independiente Moralizador, ejerciendo el derecho de iniciativa legislativa que consagra el artículo 107° de la Constitución Política del Perú presenta el siguiente, PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL CONSIDERANDO: Que en el período parlamentario 2000 – 2001, el Frente Independiente Moralizador cumpliendo con su compromiso ante el electorado y el pueblo peruano, a través de su Plan de Acción Parlamentaria formuló la presente iniciativa legislativa, cuyo propósito es prohibir “la estafa electoral de los Congresistas tránsfugas, con sanción de pérdida del mandato y reemplazo por el accesitario”. Que en virtud a lo expuesto el Congresista que suscribe hace suya dicha iniciativa con la finalidad de regular el tema del transfuguismo en la clase política y que merece ser regulada y sancionada a través del texto constitucional hoy en debate para su modificación. Que el artículo 93° de la Constitución Política del Perú establece que “Los Congresistas representan a la Nación. No están sujetos a mandato imperativo ni a interpelación”. Que al amparo de esta figura del “no mandato imperativo” se ha limitado el derecho del pueblo de ejercer control respecto a sus representantes, conllevando a la presencia de tránsfugas y desleales al mandato popular. Que, es necesario restituir la confianza del electorado respecto a un Congreso independiente y autónomo, garantizando el respeto a la voluntad popular, por lo que propone la siguiente: REFORMA CONSTITUCIONAL El Congreso de la República acuerda la reforma de los artículos 93° y 95° de la Constitución Política del Perú con los siguientes textos sustitutorios: “ARTÍCULO 93°.- Los Congresistas representan a la Nación y a sus electores. No son responsables ante autoridad ni órgano jurisdiccional alguno por las opiniones y votos que emiten en el ejercicio de sus funciones. No pueden ser procesados ni preso, sin previa autorización del Congreso o de la Comisión Permanente, desde que son elegidos hasta un mes después de haber cesado en sus funciones, excepto por delito flagrante, caso en el cual son puestos a disposición del Congreso o de la Comisión Permanente, dentro de las veinticuatro horas, a fin de que se autorice o no la privación de la libertad y el enjuiciamiento.” “ARTICULO 95°.- El mandato legislativo es irrenunciable. Sólo vaca por transfuguismo, por muerte, inhabilitación física o mental permanente que impida ejercer la función y por inhabilitación superior al período parlamentario o destitución en aplicación de lo que establece el artículo 100° de la Constitución Política. Las sanciones disciplinarias que impone el Congreso a los representantes y que implica suspensión de funciones no pueden exceder de ciento veinte días de legislatura”. Lima, marzo de 2002.