1.- 1. CATEGORIA Interculturalidad -CategoríaEl hecho que existan diversas culturas no es garantía que estas convivan, ni siquiera que dialoguen, pero al ser las culturas una situación social, lo más probable es que éstas tiendan a relacionarse unas con otras. Al analizar las diversas formas de relación entre culturas surge el concepto de interculturalidad. Para que exista interculturalidad el prerrequisito es lo pluricultural, pues las culturas se relacionarán entre sí sólo si se cumplen dos elementos: 1. Existencia de más de una cultura. 2. Coexistencia de estas culturas en un mismo espacio físico y social, es decir, que tengan contacto. Los estudios culturales demuestran que las relaciones culturales suelen constituirse como formas de dominación cultural y establecimiento de subalternidad, y este no es el peor de los casos, pues con cierta frecuencia directamente la cultura dominante ha tendido a absorber a las demás[1], en ambos casos la cultura dominante ejerce una falta de respeto hacia las demás culturas, ya sea no reconociéndolas como validadas para existir (como en el caso del genocidio cultural) o simplemente como existentes pero sin ser interlocutores válidos (como en el caso de la subalternidad)[2]. Ante esta situación se propone como alternativa la interculturalidad, que es originalmente una política de tolerancia, donde la cultura dominante debe tolerar las diferencias culturales, permitirles existir y dialogar con ellas[3]. Por lo tanto, dentro del marco de la condición de estatalidad con pluralismo cultural, la herramienta para lograr la cohesión entre los pueblos y naciones, y por lo tanto evitar la fragmentación estatal, es la interculturalidad. La interculturalidad que se presenta en la Constitución tiene dos características esenciales, debe respetar la diferencia y debe ser en igualdad de condiciones. Respeto a la diferencia y en igualdad de condiciones Se ha criticado que en algunos casos el discurso de la interculturalidad no es más que una forma de mantener la dominación cultural[4], sólo que en esta ocasión bajo el manto de la tolerancia, pues no deja de ser la cultura dominante quien tolera (es decir, aguanta) a las demás. Esta percepción de que la interculturalidad no es necesariamente positiva de por sí (pero tampoco es necesariamente negativa) sino que depende de la forma en la que se articule y se use, lleva al constituyente a establecer dos parámetros adicionales a la interculturalidad: que debe tener lugar con respeto a las diferencias y en igualdad de condiciones. Esto implica que la interculturalidad como instrumento para la cohesión puede serlo solamente si respeta en sí misma las diferencias de cada cultura, si se presenta bajo un esquema de tolerancia mutua y mutuo reconocimiento, es decir que ambos son interlocutores válidos en un diálogo igualitario; pero para que este diálogo sea igualitario debe ser respetuoso de las particularidades de cada uno de los participantes (en este caso culturas) aunque estas particularidades impliquen una profunda y radical diferencia. [1] Ya sea mediante un proceso paulatino y aparentemente pacífico (aculturación) o a través de procesos bruscos y violentos (genocidio cultural). [2] Según Taylor, “el no reconocimiento, o mal reconocimiento puede infligir daño, puede ser una forma de opresión, que aprisione a alguien en un falso, distorsionado y reducido modo de ser […] el falso reconocimiento muestra no sólo una falta del debido respeto: puede infligir una herida dolorosa que causa en sus víctimas un mutilador autoodio” (Taylor, 1997: 293 – 294). [3] De acuerdo a Rojas (2003) lo intercultural es un proceso complejo de lo pluricultural, es decir, un resultado de la pluriculturalidad, pues se buscaría dar un significado de convivencia en tolerancia y hospitalidad común a la noción de culturas cooperativas. [4] Existe una línea de investigación sobre este tema en Bolivia en la que se llama a una nueva forma de interculturalidad, una interculturalidad crítica. 2.- La teoría de la interculturalidad, en una acepción amplia y general, iene su génesis en Europa y Norteamérica, cuando se hace imperaiva la búsqueda de un marco conceptual que permita el diálogo entre las culturas en el ámbito especialmente lingüísico. Se trataba de evitar la imposición de un idioma hegemónico sobre otros que no lo eran, desarrollando, en su lugar, un encuentro horizontal y más frucífero. El concepto más difundido de interculturalidad es: “Del (laín inter: entre) presupone la muli y transculturalidad, pero que rechaza tajantemente la ideología de la súper y supraculturalidad y ofrece otro modelo de ‘universalidad’ que no sea supracultural. La interculturalidad apunta a un enriquecimiento mutuo de las partes, con tal de que la humanidad como tal avance y se proyecte a una utopía de equidad, jusicia y vivir bien, en sintonía con la naturaleza y el cosmos en su totalidad” 3.- 4.- En América Latina se está dilucidando este termino con mayor fuerza y muy ligado a las reformas educativas nacionales en la mayoría de los países; pero, de forma especial, en Bolivia, Perú, Ecuador, Chile, Colombia y México. No hay que olvidar que nada de esto hubiese sido posible de o haberse cambiado, en las décadas de los `80 y `90, l legislación nacional para dar cuenta de la multietnicidad, la pluriculturalidad y el multilingüismo, a nivel incluso de las constituciones de América Latina. Con la independencia y el nacimiento de la República de Bolivia se empezó a aplicar nuevos principios. El antropocentrismo de la ilustración del Estado moderno y el pensamiento universal del siglo XVIII y XIX consituirían la idea de la república boliviana, se empezó a aplicar el principio del Estado unitario y, en lo jurídico, el principio de un sistema universal y único, lo que comúnmente denominamos monismo jurídico. Pero, “…Todo aquello era un simple discurso, pues, nunca se aplicó el monismo y nunca se pudo aplicar el monismo jurídico; se aplicó y coninuó la políica de las dos repúblicas: la república de indios, que era una políica de segregación de la políica de la república española, en este caso de criollos y mesiza. Y se coninuó con una políica en realidad de aplicación de la interculturalidad y el pluralismo jurídico nuevamente dirigido al control de una gran población que era úil para la producción y la contribución al Estado. Todo el siglo XIX se caracterizó por la dependencia del Estado moderno que creció de forma extraordinaria en su burocracia basado en la tributación indígena, es decir, todo el siglo XIX creció económicamente gracias al Tributo Indigenal, por lo tanto, se le otorgaba al indígena en forma de pacto Indígena-Estado, autonomía sobre sus territorios. El in del siglo XIX ha sido marcado por una violación a ese pacto, porque los indígenas aceptaron ese pacto inicial; el momento que se rompe ese pacto comenzó lo que llamamos el periodo de las haciendas, se prohibió la propiedad de ierra comunitaria para iniciar un nuevo proyecto: individualización de la ierra, la privaización de la ierra. Durante todo este iempo se mantuvo un pluralismo jurídico, asimétrico e individualizado”. Todo este iempo, se puede decir que los sistemas jurídico indígena originario pasaron a ser sistemas jurídicos clandesinos no reconocidos por el Estado boliviano republicano moderno. En América Laina se está dilucidando este termino con mayor fuerza y muy ligado a las reformas educaivas nacionales en la mayoría de los países; pero, de forma especial, en Bolivia, Perú, Ecuador, Chile, Colombia y México. No hay que olvidar que nada de esto hubiese sido posible de o haberse cambiado, en las décadas de los `80 y `90, l legislación nacional para dar cuenta de la mulietnicidad, la pluriculturalidad y el mulilingüismo, a nivel incluso de las consituciones de América Laina. Es hasta 1993 que la República de Bolivia reconoce legalmente la jusicia indígena originaria bajo premisas asimétricas. “La jusicia indígena se acepta siempre y cuanto respete las leyes vigentes”. Es la Consitución Políica del Estado (CPE) Plurinacional de Bolivia, aprobada en febrero de 2009, que reconoce la interculturalidad y el Pluralismo jurídico como principios y derechos consagrados. Todo lo descrito nos lleva a la conclusión sine qua non de que la interculturalidad jurídica es y va ser un medio perenne en la sociedad boliviana. Ahora, como describimos anteriormente, existen niveles, modelos y formas de ejercer la interculturalidad jurídica. Por todo lo señalado podemos comprender la aparición de la interculturalidad en el discurso intelectual y de las políicas públicas como un efecto de la expansión del sistema capitalista mercanil en los espacios sociales donde los sujetos aún no fueron individuados. Los procesos de individuación del sujeto son la otra cara de la consitución de ciudanía y los esfuerzos de las políicas públicas, incluidas las educaivas, son la construcción de la misma. Por ello todas las nociones que se encuentran desarrolladas y conforman los discursos en torno a la interculturalidad se inscriben en esta lógica comprensivista de los sujetos que habitan en el territorio nacional. Ellas se aianzan en conceptos tales como respeto a la diferencia, comunicación con el “otro”, tolerancia, democracia, tronco común en el currículo, etc. Se une de igual manera al imaginario del proyecto civilizatorio moderno que supone la consolidación del Estado nacional a través de la capacidad racional de cada uno de los sujetos de reconocerse por y en la nueva comunidad abstracta nacional y grupal. (Interculturalidad Y REFORMA EDUCATIVA Interculturalidad, Individuación y ciudadanía Galia Milenka Domic Peredo*) 5.- Los diccionarios comunes y los especializado de las ciencias sociales, por lo general, no contemplan el termino de interculturalidad debido a que es una reciente creación y su significado, quiérase o no, está en permanente proceso de construcción, fundamentalmente, en aquellos contextos socio culturales con amplia y significativa presencia de población indígena, así como en países donde hay presencia notable y creciente de migrantes oriundos de las regiones “subdesarrolladas”. “Interculturalidad, Individuación y ciudadanía Galia MilenkaDomic Peredo” 6.- 7.- CONCEPTO GENERAL DEL GRUPO Podemos concluir diciendo que los procesos de conceptualización, de la concepción de interculturalidad, que se gestan en el marco de las reformas del aparato estatal y la gestión pública, son la mirada orgánica que desarrollan los grupos de intelectuales y clases medias que no han abandonan el poder político y que desde una visión civilizatoria moderna y democrática liberal o revolucionaria occidental la sostienen. Se trata del discurso propio de los grupos sociales que ven la necesidad de la constitución del Estado nacional no como realidad “aparente” (Zabaleta) y buscan por ello extender los procesos de mercantilización de las relaciones sociales a todo el cuerpo estatal. Ven en la ciudadanía abstracta la única forma de “desarrollo” posible. Nos encontramos con un discurso ilustrado que cree en la condición ciudadana a través del desarrollo de la conciencia y la razón. Los constructores del aparato estatal ven a través de reformas desde el horizonte de la tradición occidental, en una lógica idealizada de los procesos de “interculturalidad”, con principios propios de la definición de la democracia liberal, el verdadero eje de la modernidad. Con ello pretenden ignorar las luchas sociales, históricas y anticoloniales que los pueblos indígenas y desposeidos han llevado adelante. Siguiendo la línea de la colonialidad, tanto el concepto de interculturalidad como el de ciudadanía, desplaza e ignora la existencia de sujetos que actúan en lógicas comunales que no necesitan de sujetos abstractos individuados. Ignorar el ejercicio de convivencia comunitaria, de una tradición del modo civilizatorio andino agrario, donde el eje no es el “hombre” individuado, “libre” e “igual”. Please download full document at www.DOCFOC.com Thanks