Estiramiento de las cervicales

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Estiramiento de las cervicales
ay muchos ejercicios para estirar y relajar la región
cervical. Se puede hacer de forma muy eficaz, por el
propio peso de la cabeza colgando, desde la clásica
postura de la pinza, muy beneficiosa para estirar
toda la cadena muscular posterior. Conviene realizar este estiramiento con cuidado, pues es muy potente. Al terminar,
descansa en la posición del mahometano.
H
Nivel: Intermedio
Posición inicial: De pie con los pies paralelos y separados a
la anchura de las caderas, dobla las rodillas hasta quedar prácticamente en cuclillas. Coge los dedos de los pies con los dedos
de las manos y coloca la cara paralela a las rodillas, con la región cervical totalmente estirada. Inspira por la nariz.
El lirio de los
valles es una
planta común en
el centro de
Europa, que
también se puede
encontrar en
Euskal Herria e
incluso cultivarla
en el jardín.
Ejecución: Espira por la boca llevando el sacro hacia el techo,
estirando lo que puedas las rodillas. Mantén el estiramiento
mientras exhalas el aire. Coloca las manos entrelazadas debajo
del cráneo, con los codos cerrados, en dirección hacia el suelo.
Mantén el estiramiento de 20 a 30 segundos. Al terminar,
apoya las rodillas en el suelo y acerca los glúteos a los talones.
Apoya los codos en el suelo, dejando que la cabeza caiga entre
los brazos. Masajea la columna cervical con los dedos, desde
los omoplatos hasta la coronilla, alargando los músculos en
dirección hacia el cráneo para soltarlos y relajarlos.
Puntos clave: Coloca los pies paralelos, evitando que se abran
las puntas.
- Mantén sujetos los dedos de los pies mientras diriges tus
glúteos hacia el techo, estirando lo que puedas las rodillas.
- Estira las rodillas con suavidad, evitando movimientos
bruscos y contrae el abdomen.
- Coloca las manos entrelazadas en la nuca.
- La cara tiene que quedar paralela a las rodillas, con la coronilla apuntando hacia el suelo. No dejes que tus cervicales
queden en extensión.
- No permitas que se abran los codos; dirígelos hacia el suelo.
- Para evitar que el tórax se desplace hacia arriba cuando
sueltes las manos de los dedos de los pies, fija la mirada en un
punto de la parte anterior de tu pierna.
- En la posición final de descanso, presiona con los dedos
los músculos que rodean las vértebras, desde la zona de los
omoplatos hasta la coronilla, para favorecer la descompresión.
Masajea toda la zona de la base del cráneo y también los laterales del cuello.
Si tienes algún problema en la columna o algún trastorno de
salud consulta con tu médico o fisioterapeuta antes de realizar
estos ejercicios.
zazpika 4 9
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