BORRADOR ASPECTOS QUE DEBE CONTEMPLAR UN FUTURO ESTATUTO ESPECIAL DEL RESIDENTE DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA RED DE COMISIONES DE DOCENCIA DE MADRID INTRODUCCIÓN La Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS), de 21 de Noviembre de 2003, establece en su articulo 20, referido al “Sistema de formación de especialistas”, que “durante la residencia se establecerá una relación laboral especial entre el servicio de salud o el centro y el especialista en formación. El Gobierno, atendiendo a las características especificas de la actividad formativa y de la actividad asistencial que se desarrolla en los centros sanitarios, y de acuerdo con los criterios que figuran en este capítulo y en la disposición adicional primera de esta ley, regulará la relación laboral especial de la residencia”. En el resto del articulo 20 y siguientes de la LOPS, se establecen los criterios que deben caracterizar la formación especializada, que en resumen son los siguientes: 1. Formación basada en el cumplimiento de un programa, elaborado por la Comisión Nacional de cada Especialidad, el cual contendrá objetivos cualitativos y cuantitativos de formación teórica y práctica, que exigen la participación personal y progresiva del especialista en formación en la actividad y responsabilidades propias de la especialidad (arts. 20 y 21). La duración del programa es una característica del mismo. 2. Formación en centros previamente acreditados (arts. 20 y 26 de la LOPS). 3. Dedicación a tiempo completo, incompatible con otras actividades profesionales ó formativas exceptuando estudios de doctorado (art. 20). 4. El desarrollo concreto del programa en cada centro será planificada conjuntamente por la Dirección del centro y las Comisiones de Docencia, de forma tal que se incardine en el funcionamiento del centro. 5. La actividad programada del residente será tutelada, de forma que asuma responsabilidades de forma progresiva, según avance su formación. 6. Las actividades formativas del residente serán evaluadas anualmente y de nuevo al final de la residencia. Estas actividades desarrolladas deben figurar descritas en un Libro del Residente. La Disposición Adicional Primera, que se refiere íntegramente a la “Relación Laboral Especial de la residencia”, indica que el Gobierno regulara por Real Decreto esta actividad, estableciendo: 1 BORRADOR a) Peculiaridades de la jornada de trabajo. b) Régimen de descansos. c) Supuestos de resolución de los contratos cuando no se superen las evaluaciones establecidas. d) Procedimientos para revisión de las evaluaciones, e) Duración máxima de los contratos. f) Supuestos excepcionales de posibles prórrogas. Este compromiso de desarrollar la Regulación Laboral Especial para los residentes, entra dentro de los compromisos que ha hecho explícitos el gobierno actual. Ante ese compromiso gubernamental, el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha hecho pública su voluntad de proponer al Ministerio un texto de Estatuto Especial del Residente, declarando en la prensa que va a consultar a distintos colectivos. Ante estas declaraciones públicas, tanto del Ministerio de Sanidad como del Consejero de Sanidad de Madrid, parece conveniente que las personas con responsabilidades en la gestión de la docencia de la formación especializada en Madrid, hagamos una reflexión sobre aquellos aspectos que desde un punto de vista de las necesidades formativas, se debieran reflejar en esta regulación laboral especial, ya que la misma cobra el carácter de especial precisamente por su peculiaridad docente-formativa, y todo esto con el fin de que tales reflexiones se las hagamos llegar a la administración sanitaria autonómica. ASPECTOS LABORALES: 1. Contrato especial: Partimos del reconocimiento de la singularidad del contrato, que se define como una “relación laboral de carácter especial”, y que se caracteriza porque el residente se ve obligado a una prestación asistencial supervisada y debe obtener necesariamente una formación teórico-práctica. Esto obliga a contrapartidas por parte del centro y de las Unidades Docentes acreditadas, los cuales se comprometen a desarrollar actividades sobreañadidas a las asistenciales (incluir a residentes en el equipo asistencial, tutela del residente, garantía de una formación teórica, etc.). Este contrato especial debe substanciarse en un contrato escrito, que en nuestra opinión debe contener las características esenciales de los contratos laborales, es decir: 2 BORRADOR Derecho a recibir retribuciones periódicas como contrapartida al trabajo realizado. Derecho a los permisos, licencias y vacaciones que se establecen en la Ley del Estatuto de los Trabajadores y en los convenios y acuerdos laborales aplicables en los centros acreditados. Beneficios y prestaciones derivadas del Régimen General de la Seguridad Social. Duración definida del contrato, el cual no podrá ser interrumpido más que por las causas establecidas en la legislación laboral y en la legislación docente. Justificación: Que los residentes tengan un contrato de trabajo escrito, con las mismas características en cuanto a derechos, que el contrato de trabajo común, es una de las características del sistema de formación MIR en España, que ha contribuido a popularizarlo y permite que el residente tenga una formación reglada sin excesivas preocupaciones laborales, que lo diferencia netamente de otros tipos de recién licenciados en formación (becarios, etc.). 2. Horarios: El número de horas de trabajo es un aspecto tradicionalmente conflictivo en un colectivo especialmente vulnerable como el de los residentes. No son raros los casos con horarios excesivos que asientan en una escasa ó defectuosa regulación laboral y docente ó en la tradición de otros países (1), lo cual en nuestra opinión, con frecuencia interfiere en el cumplimiento del programa formativo en condiciones adecuadas. En consecuencia parece conveniente establecer algunas necesidades que, desde un punto de vista formativo-docente, es conveniente respetar para permitir el desarrollo adecuado del programa formativo, en buenas condiciones psico-físicas. Esto, a nuestro entender, y para nuestro país, supone garantizar a los residentes unas condiciones de salud similares en general a las del conjunto de los sanitarios. Defendemos por tanto la aplicación a los residentes de los acuerdos generales de horarios, en cuanto a: a)número de horas anuales del personal sanitario; b)aplicación del régimen de jornada semanal; c)descanso semanal; d)descanso entre jornadas; e)descansos alternativos; y f)aplicación de la disposición transitoria primera de la Ley 55/2003, del Estatuto Marco, que establece el máximo de horas semanales a aplicar al personal sanitario en formación, 1 En EE.UU la asociación de colegios médicos (AAMC) tiene una guía de actuación para la formación postgraduada, en la que recomienda un régimen de horarios para los residentes (Resident Duty Hours), que consiste en no sobrepasar las 80 horas semanales, calculadas como media en computo bisemanal, “procurar” que la misma jornada no dure más de 24 horas (y de ser así que no la sobrepase como máximo en 8 horas más), 8 horas de descanso entre 2 jornadas y cada 7 días una jornada de descanso de 24 h. 3 BORRADOR con el horizonte de alcanzar las 48 h semanales a partir del 1 de Agosto de 2008, como referencia deseable para el desarrollo adecuado del programa formativo. La superación de dichos cómputos horarios debe ser excepcional, voluntaria y deberá contar con el visto-bueno de la Comisión de Docencia, que determinará si tal superación puede interferir en el desarrollo adecuado del período formativo. Estimamos que es conveniente contabilizar como horas de trabajo, a efectos de computo anual, la participación en las tareas docentes que se establezcan como obligatorias en el programa formativo del residente, fuera del horario habitual. En cuanto a las guardias, la existencia de las mismas como parte del programa formativo, con la situación que provocan en cuanto a horarios excesivos, obliga a definir algunos parámetros como deseables para el adecuado cumplimiento del compromiso docente: El período de guardia ó atención continuada, se debe contabilizar dentro de la jornada máxima semanal, afectándole los limites que para ella se establezcan. El número de guardias deseable no debiera superar la media anual de 5 guardias al mes, durante 11 meses. En períodos especiales y limitados (vacaciones, etc), se podrá superar transitoriamente esta norma, pero sin sobrepasar los limites de las 2 guardias semanales ó las 7 guardias en un mes. Tras la guardia se librará de manera obligatoria. Justificación: Parece conveniente establecer como condiciones optimas de formación, para el conjunto de los residentes, las mismas condiciones en cuanto a horarios, que para el común de los facultativos. No tiene sentido que lo que no se acepta para otros trabajos de similar nivel de cualificación, responsabilidad, etc., se lo queramos aplicar a los residentes. Las 48 horas semanales de la normativa europea para los sanitarios, ya son consideradas excesivas para la mayoría de los trabajadores. Las jornadas de horarios de algunos países ( EE.UU.), parecen claramente excesivas, no aseguran unas optimas condiciones de formación y son poco justificables en un país como el nuestro, con una legislación laboral menos abusiva y en el que además el futuro económico de los facultativos, una vez terminada la residencia, es mucho menos optimista que en EE.UU. 3. Régimen de dedicación: Los residentes realizaran la totalidad del programa formativo de la especialidad con dedicación a tiempo completo. La formación mediante residencia será incompatible con cualquier otra actividad profesional. Esta dedicación exclusiva tendrá un reflejo en la nómina. 4 BORRADOR Justificación: El período de formación debe tener una parte de compromiso laboral de presencia física en el centro de formación (que pedimos que no sea excesivo), y un componente de estudio y preparación teórica que supera ampliamente el horario establecido y que obligan a que durante el tiempo de formación (tiempo limitado) se dedique el residente enteramente a su preparación. Esta dedicación exclusiva debe tener un reconocimiento en la nómina. 4. Salario: El salario del residente será el adecuado al nivel de titulación, y será suficiente y digno, de forma que permita desarrollar al residente su período formativo con dedicación exclusiva. Cuando la cobertura de las guardias obligue a los residentes a mantener una expectativa de alerta ante eventuales fallos en la citada cobertura, esta obligación de alerta tendrá un reconocimiento retributivo específico. Para el caso de actividades formativas que exijan el desplazamiento del residente afuera de la localidad en donde se encuentra su centro de formación, se deberán establecer los complementos por desplazamiento establecidos para el resto de los sanitarios. Durante las rotaciones externas, obligadas para el cumplimiento del Programa de formación, el residente seguirá recibiendo las retribuciones habituales, incluidas las guardias. Si la rotación externa obliga a desplazamientos afuera de la localidad de formación habitual, se contemplará la percepción de complementos, con la misma consideración que en el apartado anterior. Justificación: No entramos aquí a fijar el salario de un residente pero si reflejamos que debe ser adecuado al nivel de su titulación y suficiente para que pueda formarse sin tener excesivas preocupaciones económicas y que reconozca la circunstancia de la dedicación exclusiva. Por otro lado, teniendo en cuenta que el salario no será nunca excesivo, parece conveniente que todos los esfuerzos económicos extras del residente para cumplir su programa de formación, deben tener su compensación en la nómina. 5. Responsabilidad progresiva: Con el fin de lograr y garantizar las mejores condiciones para una asunción progresiva de responsabilidades, de acuerdo a lo previsto en el Programa de la Especialidad, deberán delimitarse tanto en el contrato como en el Programa entregado, las actividades que el médico residente puede realizar según su año de formación y las condiciones de su responsabilidad en las mismas. Se aplicará un esquema general de responsabilización progresiva a lo largo de la residencia, adecuado en todo momento al nivel de entrenamiento y de formación, 5 BORRADOR y que cubre un abanico que va, desde una situación de constante supervisión para el residente de primer año, a la autonomía y responsabilidad total, tutelada, en el último año. En los casos y situaciones especialmente conflictivas, se proponen las siguientes normas: a) Guardias. Los residentes de 1º año no deberán tomar decisiones clínicas solos y en consecuencia no podrán firmar solos los informes de alta. En los Servicios de Urgencias que cuenten con residentes de guardia, estarán designados de forma pública los facultativos que deben tutelar a los residentes, dentro del cuadro de composición del equipo de guardia. b) Decisiones clínicas e Informes de alta: Los residentes de primer año no podrán tomar decisiones clínicas solos ni firmar altas solos, sobre los enfermos ingresados. Superado el primer año de residencia y tras la evaluación positiva, las decisiones clínicas del residente ante enfermos ingresados ó en la asistencia en consulta, así como las altas, deberán llevar el visto bueno de un médico adjunto. En el último año de residencia, si así esta establecido en su Programa y el residente ha adquirido el nivel de formación adecuado, el residente podrá actuar con autonomía tutelada y tomar decisiones clínicas y firmar altas solo. c) Intervenciones quirúrgicas En general, siempre que un médico residente intervenga en el quirófano deberá contar con un médico especialista, que asista físicamente a la intervención y se responsabilice de la misma. En el último año de residencia, si así lo determina el Programa de la Especialidad, podrá responsabilizarse de la intervención, pero siempre estará supervisado por un especialista. El grado y ritmo de asunción de responsabilidades quirúrgicas se hará de acuerdo a lo que determine el Programa de la Especialidad. Justificación: La responsabilización progresiva es una parte de la característica especial del residente, y la obligación de la tutela también. No obstante no son infrecuentes las situaciones abusivas que afectan sobre todo a los residentes de primer año, sobre todo en situaciones conflictivas como guardias y otras. Parece conveniente dejar clara las condiciones de responsabilización progresiva y proteger al 6 BORRADOR residente novato y establecer la necesidad de un responsable designado en tales situaciones conflictivas (guardias, intervenciones, etc.). ASPECTOS DOCENTES: 1. Programa de Formación: Los residentes tienen derecho a recibir, en el momento de ingreso, el Programa de Formación de su especialidad, actualizado y adaptado a las condiciones de la Unidad Docente que ha elegido para su formación, el cual estará aprobado por la Comisión de Docencia. El Programa de Formación se deberán cumplir en su integridad y en los plazos previstos. La Comisión de Docencia velará por el cumplimiento de este extremo. Justificación: En un país en donde las Comisiones de Especialidad publican los programas adecuados para una formación completa y eficaz, como un elemento de calidad (único país de la U.E.), los servicios acreditados deben hacer una adaptación del mismo, y entregarlo al residente en el momento de su ingreso y después cumplirlo, como parte del contrato especial, que en este caso obliga al servicio acreditado con respecto al residente. 2. Tutela del residente: Cada Unidad Docente acreditada, tendrá designados tutores entre sus especialistas, los cuales son los encargados de diseñar la adaptación local del Programa de Formación, y coordinar a los demás médicos especialistas de la plantilla, para la formación de los residentes. El tutor ó los tutores del servicio entregaran el Programa al residente recién incorporado, y se reunirán periódicamente con el mismo para hacer su seguimiento, comprobar el cumplimiento de los compromisos formativos y valorar las modificaciones a introducir. Los tutores realizaran una memoria docente anual del Servicio, contando para la elaboración de la misma con la participación de los residentes. Los residentes, en sus tareas asistenciales y de participación docente, siempre contarán con la supervisión accesible de un especialista de la plantilla, en el área en que esté desarrollando su labor asistencial y formativa. Justificación: La tutela del residente es una parte importante de la singularidad del contrato del residente. Es un derecho del residente estar tutelado y conocer al tutor. Es importante que el residente conozca cuales son las características más importantes de la tutoría. 3. Medios docentes de las Unidades: Los centros y Unidades Acreditadas, dispondrán de los medios económicos y personales y/o acuerdos con otras Unidades 7 BORRADOR Acreditadas, necesarios para que los residentes puedan desarrollar de forma íntegra y adecuada la adquisición de los conocimientos y habilidades incluidas en el programa de formación de su especialidad. En particular, el centro ó Unidad Acreditados, garantizarán el desarrollo de los cursos teórico-prácticos establecidos en el Programa de la Especialidad y tendrán los recursos necesarios para que el residente tenga acceso a las principales fuentes bibliográficas de la misma. Justificación: Las unidades acreditadas y los centros docentes, deben disponer de los recursos necesarios para dar cursos, ofrecer al residente el acceso a las fuentes bibliográficas, etc., como parte del contrato. 4. Se facilitará a los residentes de los últimos años la asistencia a reuniones científicas, congresos, cursos, etc., que se deduzcan del desarrollo del Programa de la especialidad. Justificación: Los residentes, como parte de su programa de formación, deben de estar capacitados para presentar en público los aspectos relevantes de su experiencia clínica. El centro asistencial debe de ayudar al residente de los últimos años a participar en estas reuniones científicas. 5. Formación en Investigación: A lo largo de su período de residencia, el residente tendrá el derecho de realizar al menos 1 trabajo de investigación, de calidad suficiente para ser publicable en la literatura científica, contando para esto con los medios, asesoría y disponibilidad de tiempo suficientes por parte del centro ó la Unidad Docente. La Comisión de Docencia vigilará el cumplimiento de este aspecto. Justificación: La formación en investigación en su especialidad, debe formar parte de su período formativo y por tanto debe ser un componente de la formación en los últimos años de residencia. La Comisión de Docencia debe velar porque se cumplan los mínimos establecidos. 6. Auditorías Docentes: En las Unidades Docentes y en los Centros acreditados, se realizarán Auditorías Docentes Externas periódicas, con una frecuencia mínima a establecer por el organismo acreditador, ó a iniciativa de cualquiera de las partes inmersas en el proceso formativo. Los resultados de las auditorias serán públicos. Además podrán realizarse Auditorías Internas, promovidas por la Comisión de Docencia, pudiendo estar representados los residentes en el equipo auditor. 8 BORRADOR Justificación: La evaluación interna y externa de un proceso formativo, debe formar parte de la formación postgrado de calidad, según las recomendaciones de estándares de calidad de la WFME. 7. Evaluaciones: El residente tiene derecho a que se realicen evaluaciones continuadas a lo largo de todo el proceso formativo, las cuales tendrán un resultado sumativo y otro corrector del proceso formativo. Las evaluaciones anuales y final se realizarán según criterios objetivos y en condiciones de igualdad para todos los residentes. El resultado de las evaluaciones anual y final, deberá entregarse al residente, el cual tendrá derecho a la revisión del resultado, presentando una solicitud ante la Comisión de Docencia. El resultado de la revisión de la evaluación, realizada por el Comité de Evaluación, dará lugar a una resolución motivada, la cual se entregará al residente y podrá ser impugnada ante el Ministerio de Sanidad. La no superación de las evaluaciones anuales, podrá dar lugar a la resolución del contrato y a la terminación del período formativo. En caso de no superación de la evaluación anual, por causas no imputables al residente, el Comité de Evaluación, en el caso de que considere recuperable el nivel de formación, podrá proponer de forma excepcional, la prórroga del contrato por el tiempo necesario. Justificación: La evaluación anual y final del residente es otra de las características de la situación “especial” de la residencia. Esta evaluación debe tener un componente de evaluación continuada, la cual debe servir para corregir y optimizar el proceso de formación. El contrato debe garantizar la posibilidad de revisión de la evaluación en caso de desacuerdo. El desarrollo de condiciones que aseguren la máxima equidad en las evaluaciones es otra de las características que debe asegurar el sistema. 8. Comisiones de Docencia: Las Comisiones de Docencia, encargadas de supervisar el desarrollo de los procesos formativos en los centros y Unidades Acreditadas, estarán compuestas fundamentalmente por representantes de los tutores y de los residentes. Justificación: La participación de los residentes y de los tutores en el control del proceso formativo es otra de las características de nuestro sistema MIR y debe ser reforzada, estableciendo la obligatoriedad de esta participación en el contrato especial, 9 BORRADOR OBLIGACIONES ESPECIALES DE LOS RESIDENTES: a) El residente tiene la obligación de participar en la Comisión de Docencia, a través de sus representantes. b) El residente debe evaluar anualmente a los servicios acreditados por los que rota, a través de las encuestas ó medios evaluativos que establezca la Comisión de Docencia y/ó el Programa de la Especialidad. c) El residente esta obligado a cumplir el contrato especial de residencia, para lo cual realizará su prestación integrado en el equipo asistencial del centro ó Servicio Acreditado, en jornada tanto ordinaria, como de atención continuada. Para esto esta obligado a cumplir el programa de rotaciones y alcanzar los objetivos formativos cualitativos y cuantitativos previstos, así como a aceptar el nivel de responsabilidad que establezca el Programa de la Especialidad. Asimismo esta obligado a realizar los cursos formativos programados, y a asistir y participar en las sesiones clínicas y formativas, que establezca el Programa. Justificación: Debe delimitarse en el contrato un apartado que recoja las obligaciones especiales del Residente. Madrid Febrero de 2005 FIN 10