Esparta y Atenas - Antigua Grecia

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Esparta y Atenas - Antigua Grecia
Extraído de Escuelapedia
Esparta y Atenas eran dos antiguas ciudades-estado griegas que, si son comparadas, muestran la
diversidad cultural del mundo griego – muchas veces mostrado como una cultura homogénea, lo que no es
correcto. Así como otras ciudades-estado, eran rivales y, a pesar de las semejanzas propias de una
civilización común, eran opuestas en muchos aspectos – comenzando por sus orígenes, pues los
atenienses procedían de pueblos responsables de la civilización creto-micénica, mientras los espartanos
descendían de guerreros dorios.
División social
Las dos ciudades tenían su propia división social. En Esparta, la sociedad se divide en: espartanos, los
descendientes de los dorios (y únicos con derechos políticos), periecos (que se dedicaron a las
actividades relacionadas con el comercio y la artesanía) y los ilotas, que eran esclavos de guerra. Ya la
sociedad ateniense se dividió en: eupátridas («los bien nacidos», eran grandes propietarios), metecos
(extranjeros con negocios en Atenas), geómoros (pequeños propietarios) y demiurgos (artesanos
cualificados) y esclavos.
Similitudes y diferencias entre Esparta y Atenas
Ambas ciudades se preocupaban por la educación de su sociedad más joven, aunque realizaban la
formación de formas diferentes. Los atenienses priorizaron el equilibrio entre mente y cuerpo
(practicaban deportes, pero el debate filosófico también era importante), mientras los espartanos, en sus
colegios militares, priorizaron el cuerpo. Aprendían a leer y a escribir apenas lo que fuese necesario, el
verdadero foco estaba en la aptitud para las batallas.
En economía, fueron influidos por su ubicación geográfica. Esparta, con gran disponibilidad de
tierras fértiles, poseía una actividad agrícola autosuficiente y comercio restringido. En Atenas, el espacio
geográfico era muy accidentado, forzando a una economía no basada solamente en el cultivo de granos;
su comercio (principalmente marítimo) terminó desarrollándose.
La política de estas dos ciudades fue quizás la mayor diferencia entre ellas. Atenas estableció una serie de
reformas que llevaron a su gobierno de carácter democrático (aunque solo el 20% de la población
ateniense participase en esa democracia). En Esparta, el dominio de la aristocracia prevaleció sobre el
resto de la población. Su gobierno estaba formado por una diarquía – dos reyes que se ocuparon de los
asuntos militares y religiosos – y dos asambleas que discutían y organizaban las leyes de la ciudad.
Las mujeres fueron tratadas de manera completamente diferente. Los atenienses mantuvieron a sus
mujeres en el mundo doméstico, donde debían estar sujetas a sus padres y maridos. Ellos creían que las
mujeres no deben entrometerse en ‘asuntos masculinos’ (política, por ejemplo). En cuanto a los
espartanos, respetaron a las mujeres – pues ellas eran responsables de generar a los niños que
futuramente defenderían Esparta ante invasiones y posibles guerras – y permitían que recibiesen
educación, al igual que los hombres. Las mujeres espartanas también poseían el derecho de participar en
asambleas.
Tanto Atenas como Esparta fueron las dos ciudades-Estado más importantes de la antigua
Grecia, que lucharon por la supremacía de esa civilización. Después de muchos años de batallas, Esparta
salió victoriosa, lo que coincidió con el declive de Atenas. Sin embargo, el legado que Atenas dejó fue
mayor: como centro cultural e intelectual de Occidente, la filosofía y la democracia (surgidas allí) la
convirtieron en la cuna de todo el Mundo Occidental.
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