Filosofía, conquista y esclavitud en América (completo)

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FILOSOFIA, CONQUISTA Y JUSTIFICACION DE LA ESCLAVITUD EN
AMERICA
Por: Javiel Elena Morales
Área de Ciencias Sociales de la Dirección General de Currículo. Secretaría de
Estado de Educación República Dominicana
Fecha de recepción 5 de Octubre de 2009
Resumen________________________________________________________________
En este artículo se presentan los arquetipos teóricos que justificaron la conquista
de América y la influencia filosófica de concepciones teóricas provenientes de la
escolástica, a través de los cronistas que defendieron la relación amo-esclavo. Esta
implicaba de acuerdo con Aristóteles, la existencia de hombres que debían gobernar y
otro que tenían que ser gobernados.
Los análisis históricos referentes a la conquista presentan los hechos y
acontecimientos ocurridos como consecuencia del encuentro entre los mundos, pero se ha
descuidado en el análisis los arquetipos teóricos euro céntrico que posibilitaron la
conquista.
Los resultados del dominio del conquistador frente al conquistado, propician el
Sermón de Adviento en 1511 y la Controversia de Valladolid entre Fray Bartolomé de las
Casas y Gines de Sepúlveda, donde se enfrentan la visión del que domina y del
dominado.
Palabras claves
Conquista, indios, americano, Valladolid, Cronistas de Indias, corona,
encomienda, escolástica, amo, esclavo.
Abstract________________________________________________________________
The article intends to present the theoretical archetypes that justified the conquest of
America and the philosophical influence of theoretical concepts from scholasticism
through the writers who defended the master-slave relationship, which involved,
according to Aristotle, the existence of men who should rule and one that had to be
governed.
The historical analysis concerning the conquest often present facts and events as a result
of the encounter between the worlds, but has been neglected in the theoretical analysis
euro
central
archetypes
that
made
possible
the
conquest.
The results of the domain of the conqueror against captured, favoring the Sermon on
Advent in 1511 and the controversy between Valladold Fray Bartolomé de las Casas and
Gines de Sepulveda, where they face the vision of dominating and the dominated
defending.
Key words: Conquest, Indian, American, Valladolid, chroniclers of Indian crown,
directs, scholastic, master, slave.
Introducción
La visión de la historia en el proceso de la conquista de América, fue primordial
para que Europa impusiera sus patrones culturales ante los aborígenes. Esta concepción,
partía de una conceptualizacion filosófica enfocada en la negación de la diferencia frente
al predominio del conquistador.
La importancia de este artículo no radica en presentar las masacres que se produjo
en el proceso de la conquista, sino en analizar los planteamientos teóricos que lo articulan
y lo hacen posible, basado en la tesis contra natura proveniente de Aristóteles y los
autores que justificaban la esclavitud.
En la sociedad actual se debe analizar la conquista superando los arquetipos
teóricos que se quedan en presentar la barbarie que produjo el hecho, descuidando el
estudio del pensamiento bajo el cual se articuló y se legitimó dicha barbarie. Esto no
implica renunciar al análisis de los hechos ocurridos, sino renunciar a una interpretación
que no permita entender la correlación de los acontecimientos.
Se parte en este artículo de que en el proceso de la conquista de América, se
orquestó un pensamiento de justificación de la esclavitud de los aborígenes, tomando
como punto de partida la tesis de Aristóteles de la desigualdad entre amos y esclavos;
reforzada por los Cronistas de Indias –en el caso de Santo Domingo Oviedo-.
Se pretende demostrar que entre el pensamiento de la Corona y el de los cronistas
existían divergencias de enfoque en el trato a los aborígenes. El Sermón de Montesinos
en 1511 y la Controversia de Valladolid en 1550 muestran las contradicciones entre sus
puntos de vistas sobre la humanidad o no de los aborígenes.
En las perspectivas del análisis histórico se resalta la incidencia de la conquista
turca a Constantinopla en 1453 en incentivar que Europa buscara nuevas rutas
comerciales por el bloqueo turco; se resalta los viajes de Cristóbal Colón y otros
conquistadores; se resalta las luchas internas en todo Europa, pero no se resalta el
pensamiento bajo el cual se producen estos acontecimientos. En tal sentido se defiende en
este artículo la incidencia de las concepciones filosóficas provenientes de la escolástica
en el proceso de la conquista que subordinaba el conquistado al conquistador.
Los objetivos en los que se enmarca este artículo son: a) demostrar que la
conquista parte de un marco jurídico euro céntrico que se impone a la organización
política de los aborígenes, b) presentar las falacias de los Cronistas de Indias que
provocaron la reacción de los dominicos, c) demostrar la unicidad de pensamiento de la
iglesia y la corona, entrando en contradicción con los frailes humanistas de las colonias.
d) presentar las críticas a la tesis de Aristóteles sobre la esclavitud por filósofos
posteriores.
Marco Jurídico euro céntrico que incidió en la conquista
El proceso de la conquista se orquestó bajo la legalidad que provenía del
conquistador con el auspicio de la iglesia y la corona. Este marco jurídico bajo las
Capitulaciones de Santa Fe, de acuerdo con Héctor José Tanzi:
Partía de una elaboración doctrinaria que suponía un ideario nacional desarrollado a partir de los
conceptos teológicos medievales sobre la justicia de la guerra, y se actualizará con los nuevos planteos que
propone el descubrimiento de un mundo nuevo y la condición jurídica de sus habitantes1.
La conquista supuso una doble moral, donde hubo discrepancia entre los valores
defendidos por los conquistadores y la aplicación de los mismos frente al conquistado por
ser considerado como ser inferior.
En las indias recién descubiertas acabó haciéndose evidente un contraste de contenido entre la
reflexión ética de los grandes tratadistas y la moral vivida por los hombres de armas, entre lo que
vamos a llamar ética de la conquista y lo que denominaremos moral de los conquistadores2
En el proceso de la conquista se produce una ruptura entre los principios
proclamados como buenos y los procedimientos que, de modo pragmático, los
conquistadores consideraron eficaces para el logro de sus objetivos. Esta distancia entre
el bien que se pretende y el mal que se practica es consustancial con la naturaleza
humana.”3
El Historiador Augusto Montenegro (1996) en su Historia de América, plantea que la
conquista se produjo en tres etapas que abarcaran todo el proceso de la conquista y la
colonización.
a) Conquista del Caribe (1493 – 1520). De acuerdo con el historiador se limita a las Antillas
Mayores y las costas del istmo de Panamá. La resistencia indígena fue vencida con relativa
facilidad.
b) Conquista de los grandes imperios indígenas y Centroamérica (15 20 – 1534).
c) Conquista de las Regiones interiores de Sudamérica y periféricas de los antiguos imperios
4
indígenas (1534 – 1555).
La conquista estaba amparada en normas legales que encubrían en el fondo las
intenciones de la corona, siendo explicitadas en las llamadas Capitulaciones de Santa Fe.
De acuerdo con el historiador Filiberto Cruz Sánchez:
1
Tanzi, Héctor José. El Régimen de la Guerra en la Conquista de América. P. 3.
Bécquer, Miguel Alonso. La ética de la conquista y la moral de los conquistadores. 1992. P. 1
3
Ibidem, P.1
4
Montenegro, Augusto. Historia de América, Pp. 56-90.
2
Después de largas negociaciones entre Colón y los Reyes Católicos, se firmó un documento en la
Villa de Santa Fe de Granada, en abril de 1492, meses antes de la partida del primer viaje. Estos
acuerdos se conocen en la historia como Capitulaciones de Santa Fe.”5
Las Capitulaciones de Santa Fe solo visualizaban a Colón, pero no planteaban nada
para el conquistado, indicando que la legalidad de la empresa le concedía al Almirante
poderes especiales entre los que se destacaban:
a)
b)
c)
d)
e)
El título vitalicio y hereditario de almirante de los mares;
El título de Virrey y Gobernador de las tierras donde llegare;
Derecho a Recibir la décima parte de todas las riquezas y mercancías obtenidas en la empresa;
Tenía autoridad para lidiar en los pleitos que se originasen en cuestiones de riquezas;
Podía contribuir con la octava parte de los gastos de la expedición, a cambio de recibir luego una
parte similar de los beneficios obtenidos.6
Esta base teórica que los cronistas crearon será un engranaje fundamental que
posibilitará una serie de medidas que tomarán los gobernadores para dar una base
práctica a la teórica. Esta base práctica se concretizó a partir de:
a) Creación de las encomiendas. Este sistema de explotación negaba la condición humana de los
aborígenes con el objetivo de esclavizarlo, de esta manera se le asignaba a los encomenderos una
determinada cantidad de aborígenes para su uso personal, eran simples objetos.
b) Creación de controles internos, a partir de las fortalezas militares destacando los núcleos
urbanos para el control.
c) Proceso sistemático de debilitamiento de las etnias indígenas en especial los tainos, destruyendo
cacicazgos como el caso de jaragua.
d) Control ideológico a partir de la imposición del latín con los famosos requerimientos, que
implicaban asumir la cultura europea como válida.
e) El dominio religioso con la imposición de la religión católica como la religión oficial,
7
desconociendo la creencia religiosas autóctonas.
Con estas condiciones prácticas sustentadas por medio de la labor intelectual de los
Cronistas de Indias, la corona creó la plataforma fundamental que posibilitó el dominio
político, económico, religioso, cultural y social de las colonias.
Centrando su reproducción en fortalezas militares y núcleos urbanos como ejes de control, el
conquistador español expandió sus asentamientos productivos como bases para las relaciones
esclavistas y tributarias de producción. Primero, se puso en operación el coto minero para la
extracción del oro; luego, sobrevino la explotación de cultivos agrícola de subsistencia, hatos
ganaderos, para la reproducción de caballos para dar movilidad a la conquista; y ulteriormente,
8
para obtener otro tipo de ganadería para la alimentación y el negocio de cueros.
5
Cruz Sánchez, Filiberto. Historia de República Dominicana. 2006, Pp. 38-39. Al respecto Montenegro
también opina que las capitulaciones tenían el valor de un contrato, ver P. 71 de su Historia de América.
6
7
http://es.wikisource.org/wiki/Capitulaciones_de_Santa_Fe.
Fiallo, José Antinoe. Perfiles de 500 años de Exclusión y lucha de la Nación Dominicana, Santo
Domingo. 1993, P. 83
8
Ibidem, P. 83.
Debían respeto y no tenían derechos jurídicos, porque sus leyes solo eran para los
hombres libres. De acuerdo con Pokrouski Aristóteles.
Se refiere también al problema de la situación del esclavo. Este es propiedad de su amo, una parte
animada de sus bienes; es una herramienta viva, y una herramienta es un esclavo sin alma. El
papel del esclavo es igual al del buey; el pobre reemplaza al esclavo por el buey. El esclavo es
9
una cosa, aunque tenga cuerpo y alma.
Las encomiendas, consideraban a los aborígenes como seres inferiores o animales
irracionales, que podía maltratarse sin tener ningún derecho, porque nacían para ser
esclavos.
La dialéctica de la conquista: Las falacias de los conquistadores y la reacción de los
cronistas humanistas
La conquista justificó sus acciones a partir de falacias que le permitían consolidar su
dominio. El planteamiento de que los aborígenes no tenían ánima racional, en el fondo
encubría la posición contra natura que los convertía en seres irracionales con derecho a
ser esclavizados.
Los argumentos ad hominea, usados contra los aborígenes, pretendían imponer la
racionalidad del conquistador frente a la supuesta irracionalidad del conquistado que en
definitiva era considerado un animal sin el poder de la racionalidad.
Estas falacias propiciaron la reacción humanista de los dominicos, en la voz de Fray
Antón de Montesinos al pronunciar su Sermón de Adviento para enfrentar las falacias de
los cronistas que justificaban las acciones de los conquistadores.
Esta voz, dijo él, que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía
que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel
y horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a
estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muertes
y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de
comer ni curarlos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os
mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de
quien los doctrine, y conozcan a su Dios y creador, sean bautizados, oigan misa, guarden las
fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis obligados a
amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta
9
V.S. Pokouski. Et al. Historia de las Ideas Políticas. 1996. P. 67.
profundidad de sueño tan letárgico dormidos? Tened por cierto, que en el estado [en] que estáis no
10
os podéis más salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de Jesucristo
Los argumentos de Montesinos entraban en contradicción con la visión euro céntrica
reinante en el siglo XVI, por esta razón, el sermón creó reacciones adversa, dilucidándose
el conflicto en España.
El Sermón de Adviento al desvelar la falacia contra el género humano, provocó la
reacción de la corona y como consecuencia directa las Leyes de Burgos el 27 de enero
de 1512, por medio de la cuales por lo menos en teoría, se reconocía la humanidad de los
aborígenes, a pesar de seguir dependiendo de la mentalidad euro céntrica como propiedad
de los reyes católicos.
Los indios son libres.
Los Reyes Católicos son señores de los indios por su compromiso evangelizador.
Se podía obligar a los indios a trabajar con tal de que el trabajo fuese tolerable y el salario
justo, aunque se podía pagar en especie y no en dinero.
Se justifica la guerra si los indios se negaban a ser cristianizados; y para ello se creó la
institución del Requerimiento. Una conquista sólo estaba justificada si los indios se
negaban a ser evangelizados11.
De acuerdo con López Lomelí (2003), la importancia histórica del Sermón de
Montesinos radicaba en que:
En Santo Domingo, antes de la Navidad de 1511, Fray Antonio de Montesinos denunció
públicamente el régimen de encomiendas, al comentar el texto Ego vox clamantis in deserto, con
lo que se dio inicio a la primera campaña contra la explotación del indio y el debate sobre la
12
legitimidad de la conquista.
El planteamiento de Montesinos expuesto en su sermón en forma de pregunta,
pretendía cuestionar una racionalidad excluyente y construir una incluyente. Estos no son
hombres, lanzaba el dardo de humanidad, no tienen alma racional, era la crítica al
arquetipo dominante del conquistador. En el sermón hay un camino de doble vía, se
descontruye un
pensamiento que justifica la irracionalidad para esclavizar y se
construye la defensa de la humanidad y la racionalidad del ser humano integral.
El aparato ideológico de la conquista, se fundamentaba en la negación del otro,
imponiendo una visión de la realidad que afirma negando lo desconocido. Lo primordial
era negar lo diferente para afirmarme, en tal sentido, Roberto Retamar cuestiona el
topónimo descubrimiento cuando plantea que:
10
11
12
De Las Casas, Bartolomé. Historia de las Indias, vol. II, p. 441.
http://es.wikipedia.org/wiki/Leyes_de_Burgos.
López Lomelí, Claudia (2003). La polémica de la justicia en la conquista de América. de septiembre de
2009.
El único verdadero descubrimiento de este Continente fue hecho por los hombres que hace
decenas de miles de años entraron en el provenientes de Asia. Tampoco es aceptable que hubiera
dos descubrimientos: uno hechos por ellos, y otro por los vikingos o, lo que es más frecuente
escuchar por Colón y los suyos13.
Las reacciones de los dominicos, no se quedaron en el sermón de Montesinos, siete
años después en las cartas de Fray Pedro de Córdoba se siguen repitiendo las reacciones
contra el maltrato a que eran sometidos los aborígenes.
Estos cristianos nuestros, o mejor no corderos de Cristo sino crueles enemigos, han hecho trabajar
igual a las mujeres, a los hombres y a los niños; e igual que los hombres, tenían que soportar
desnudos el calor todo el día, el verano, las lluvias y la intemperie.
Como los hombres recibían, como remuneración por su trabajo y como descanso temporal al final
del día, la dura tierra. Como los hombres padecían sed y hambre. Igual que ellos, en las
enfermedades contraídas por el trabajo, después de un fiel y continuo servicio, eran abandonados y
despreciados y tenidos por inferiores a las bestias14.
Los cuestionamientos realizados por el Sermón de Adviento siguen presentes en la
Carta de Córdoba, al denunciar el exterminio a que eran sido sometidos los aborígenes,
diezmando de manera significativa su población.
¿Dónde están, reverendísimos señores, las innumerables gentes que en ella se descubrieron, cuyos
números compararon los descubridores con las hierbas del campo? De todo ellos quedan en la isla
más de diez mil entre hombres y mujeres; y estos quebrantados y debilitados, y por decirlo así, en
15
la agonía.
En las cartas se cuestiona el genocidio producido por la conquista, que se extendió por
todas las colonias, aumentando de manera progresiva con la consolidación de la misma
en todos los pueblos de América.
El exterminio desto, no contentos con los males desta isla, han destruidos también por la misma
manera la isla de San Juan, y por la misma arte, van destruyendo las islas de Cuba e de Jamaica, y
también la Tierra Firma; e a si mesmo, muchas islas que dicen de los Lacayos, y las Islas que
dicen de los gigantes, han asolado e despoblado, sacándolos y despedazándolo; e a los demás
trayendo a la Isla Española par se servir dellos en los trabajos que de los otros, siendo ellos gentes
16
mansas e de muy buena voluntad
13
Retamar, Roberto. América (1989). Descubrimiento, Diálogo, P. 89.
Ver Fray Pedro de Córdoba. Doctrina Cristiana y Cartas. Santo Domingo, 1988, P. Esta Carta Latina de
Dominicos y Franciscanos de las Indias a los Regentes de España, la misma fue firmada el 27 de mayo de
1517 por Fray Pedro de Córdoba, Fray Tomás de Berlaga, Fray Juan de Tavira, Fray Bernardo de Santo
Domingo, Fray Tomás de Santiago, Fray Tomáa de Toro, Fray Pablo de Santa María, Fray Pablo Trujillo,
Fray Domingo de Betanzos, Fray Pedro de Magdalena et. A
15
Ibidem, P. 152.
16
De Córdoba, Fray Pedro. Doctrina Cristiana y Cartas. Santo Domingo. 1988, P. 159. Esta Carta fue
dirigida al Rey, siendo Córdoba Vice Provincial de Santo Domingo.
14
Se orquestó un pensamiento filosófico de la conquista que terminó subordinando el
poder terreno al divino, porque el papa tenía la autoridad para decidir, repartir y juzgar la
humanidad, como el caso de la Bula Inter Caetera del 3 y 4 de mayo del año 1492.
El punto básico de esa bula Inter Caetera, en el sentido ideológico, es lo que se llama la tesis
agustiniana, porque San Agustín en su obra La Ciudad de Dios considera que el derecho natural
del Estado queda absorbido por un derecho superior que es el de la iglesia. Esta tesis fue
desarrollada en el inicio de la baja Edad Media por Enrique de Susa, Cardenal de Ostia, a quien se
le dio el sobrenombre de ostiense. De conformidad con ella, el papa tiene una doble investidura, es
decir, la espiritual y la temporal, es rey de reyes y señor de señores. Esta idea tuvo varios
apologistas.17
Las falacias no podían darse fuera de una lengua, que permitía justificar un ideal de
dominación que pasó a ser impuesto de forma procesual, creando topónimos que siguen
siendo usado en la posteridad, en tal sentido Manuel Matos Moquete, plantea que:
El descubrimiento de América resultó así, paradójicamente, ser una operación de encubrimiento
por la palabra de la realidad descubierta. Su figura es el signo, y su procedimiento lingüístico
privilegiado, la nominación. “Las Indias”, “Nuevo Mundo”, “América”, “La Hispaniola”,
“Venezuela”. “Nueva Granada”, etc., en esos topónimos están sublimizadas las figuras de la
engañifas, el disfraz y la metamorfosis, que como práctica ideológica retórica forjaron la visión
que los europeos se hicieron en las tierras conquistadas. Cada uno de esos nombres encierra dos
caras, dos realidades: una es copia la otra es original, una es substituto, la otra es substituido: una
es descubierta. La otra es encubierta. En esta dualidad, América sirvió solo de mascarilla bajo la
cual se reproducían la lengua, la cultura y la religión europea18.
La justicia como problema en la conquista
El problema de la justicia tras la conquista en un primer momento no era cuestión de
debate en las colonias de América, hasta que Montesino inicia sus exigencias en el
Sermón de Adviento.
Montesinos fue el primero en América, en reconocer públicamente la responsabilidad de los
españoles en las injusticias cometidas contra los indios, y era tanto el coraje de sus acusaciones
que partió a España para demandarle al rey una solución. La disputa que había surgido en
América, con su sermón, continuaría a partir de entonces, con el objeto de solucionar el conflicto
entre colonos y dominicos, pues los primeros denunciaron ante el gobernador de La Española las
fuertes acusaciones que les achacaba Montesinos. Los frailes siguieron protestando contra estos
hechos; los encomenderos, por su parte, temieron ser despojados de sus ganancias y denunciaron a
los religiosos, quienes fueron finalmente destituidos de sus cargos para evitar el escándalo. Pero,
pese a su expulsión de La Española, se condenaron los crímenes en España y en el resto de
Europa. Se abrió así el doloroso proceso a la liberación del indio. Empezaba la polémica sobre la
19
justicia de la Conquista de América.
17
Pérez Memén, Fernando. El Pensamiento Filosófico y Político del Descubrimiento y Conquista de
América.
18
Matos Moquetes, Manuel. La Cultura de la Lengua, Santo Domingo. 1987, P. 21
19
López Lomelí 2003, P. 76
El trato a los aborígenes se hizo a través del llamado Requerimiento elaborado por el
jurista y consejero real Juan López de Palacios Rubios, quien se encargaba de sustentar
la justicia de las empresas reales.20
De acuerdo con Peña (1992), la concepción que subyace a la argumentación del
Requerimiento es la forma más extrema de la hierocracia papal, que concebía que toda
potestad humana estuviera supeditada en última instancia a la autoridad de Jesucristo,
autoridad que el Señor había delegado a san Pedro y en este a todos sus sucesores, los
Romanos Pontífices21.
Leer el Requerimiento en Latín, a los aborígenes conquistados, era necesario en
cualquier territorio. Primero en nombre del Rey Fernando, después de su muerte en
nombre de Carlos V.
El texto del Requerimiento publicado en 1513, planteaba que:
De parte del rey, Don Fernando, y de su hija, Doña Juana, reina de Castilla y León, domadores de
pueblos bárbaros, nosotros sus siervos, os notificamos y os hacemos saber, como mejor podemos.
Que Dios nuestro Señor, uno y eterno, creó el cielo y la tierra, y un hombre y una mujer, de quien
nos y vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son descendientes y procreados, y todos
los que después de nosotros vinieran. Mas por la muchedumbre de la generación que de estos ha
salido desde [hace] cinco mil y hasta más años que el mundo fue creado, fue necesario que los
unos hombres fuesen por una parte y otros por otra, y se dividiesen por muchos Reinos y
provincias, que en una sola no se podían sostener y conservar.
De todas estas gentes Dios nuestro Señor dio cargo a uno, que fue llamado San Pedro, para que de
todos los hombres del mundo fuese señor y superior a quien todos obedeciesen, y fue cabeza de
todo el linaje humano, dondequiera que los hombres viniesen en cualquier ley, secta o creencia; y
dióle todo el mundo por su Reino y jurisdicción, y como quiera que él mandó poner su silla en
Roma, como en lugar más aparejado para regir el mundo, y juzgar y gobernar a todas las gentes,
cristianos, moros, judíos, gentiles o de cualquier otra secta o creencia que fueren. A este llamaron
Papa, porque quiere decir, admirable, padre mayor y gobernador de todos los hombres.
A este San Pedro obedecieron y tomaron por señor, Rey y superior del universo los que en aquel
tiempo vivían, y así mismo han tenido a todos los otros que después de él fueron elegidos al
pontificado, y así se ha continuado hasta ahora, y continuará hasta que el mundo se acabe.
Uno de los Pontífices pasados que en lugar de éste sucedió en aquella dignidad y silla que he
dicho, como señor del mundo hizo donación de estas islas y tierra firme del mar Océano a los
dichos Rey y Reina y sus sucesores en estos Reinos, con todo lo que en ella hay, según se contiene
en ciertas escrituras que sobre ello pasaron, según se ha dicho, que podréis ver si quisieseis.
Así que sus Majestades son Reyes y señores de estas islas y tierra firme por virtud de la dicha
donación; y como a tales Reyes y señores algunas islas más y casi todas a quien esto ha sido
notificado, han recibido a sus Majestades, y los han obedecido y servido y sirven como súbditos lo
deben hacer, y con buena voluntad y sin ninguna resistencia y luego sin dilación, como fueron
informados de los susodichos, obedecieron y recibieron los varones religiosos que sus Altezas les
20
21
Hanke , Lewis. La lucha por la justicia en la conquista de América. 1988, P. 53.
Luciano Perena. La idea de justicia en la conquista de América. 1992, Pp. 237-239.
enviaban para que les predicasen y enseñasen nuestra Santa Fe y todos ellos de su libre, agradable
voluntad, sin premio ni condición alguna, se tornaron cristianos y lo son, y sus Majestades los
recibieron alegre y benignamente, y así los mandaron tratar como a los otros súbditos y vasallos; y
vosotros sois tenidos y obligados a hacer lo mismo.
Por ende, como mejor podemos, os rogamos y requerimos que entendáis bien esto que os hemos
dicho, y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo, y reconozcáis a la
Iglesia por señora y superiora del universo mundo, y al Sumo Pontífice, llamado Papa, en su
nombre, y al Rey y Reina doña Juana, nuestros señores, en su lugar, como a superiores y Reyes de
esas islas y tierra firme, por virtud de la dicha donación y consintáis y deis lugar que estos padres
religiosos os declaren y prediquen lo susodicho.
Si así lo hicieseis, haréis bien, y aquello que sois tenidos y obligados, y sus Altezas y nos en su
nombre, os recibiremos con todo amor y caridad, y os dejaremos vuestras mujeres e hijos y
haciendas libres y sin servidumbre, para que de ellas y de vosotros hagáis libremente lo que
quisieseis y por bien tuvieseis, y no os compelerán a que os tornéis cristianos, salvo si vosotros
informados de la verdad os quisieseis convertir a nuestra santa Fe Católica, como lo han hecho
casi todos los vecinos de las otras islas, y allende de esto sus Majestades os concederán privilegios
y exenciones, y os harán muchas mercedes.
Y si así no lo hicieseis o en ello maliciosamente pusieseis dilación, os certifico que con la ayuda
de Dios, nosotros entraremos poderosamente contra vosotros, y os haremos guerra por todas las
partes y maneras que pudiéramos, y os sujetaremos al yugo y obediencia de la Iglesia y de sus
Majestades, y tomaremos vuestras personas y de vuestras mujeres e hijos y los haremos esclavos,
y como tales los venderemos y dispondremos de ellos como sus Majestades mandaren, y os
tomaremos vuestros bienes, y os haremos todos los males y daños que pudiéramos, como a
vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen; y protestamos
que las muertes y daños que de ello se siguiesen sea a vuestra culpa y no de sus Majestades, ni
nuestra, ni de estos caballeros que con nosotros vienen.
Y de como lo decimos y requerimos pedimos al presente escribano que nos lo dé por
testimonio
signado, y a los presente rogamos que de ello sean testigos.22
El Requerimiento justificaba las acciones de la corona, excluyendo los aborígenes de
algún tipo de exigencias o reclamos. Estas acciones eran parte de una tesis que justifica la
dominación del amo sobre el esclavo.
El Papa Alejandro VI y la relación dialéctica tierra por evangelización
El Papa Alejandro VI cuyo nombre era Rodrígo de Borgia, asume el papado en 1492,
(año en el que Cristóbal Colón llega a América), y termina su pontificado en 1503. Fue
un precursor del pensamiento euro céntrico con sus bulas. La Bula Inter Caetera del 3 de
mayo de 1493, donó a España todas las tierras que se encontraban en el Occidente si no
pertenecían a ningún príncipe cristiano.
La Bula Examiae Devotionis, del 3 de mayo de 1493, clarificó las concepciones
realizada por el Papa a España.
Por las presiones de Portugal, que amenazó con irse a guerra, el Papa Alejandro VI se
vio obligado a realizar otra Bula Inter Caetera el 4 de mayo de 1493, en las que de
22
Consultar en internet. http://www.gabrielbernat.es/espana/leyes/requerimiento/r1513/r1513.html
acuerdo con Domínguez, “el Sumo Pontífice trazó una línea imaginaria de polo a polo
que pasaba a 100 leguas al oeste de las Islas Azores, y dio al reino de España las tierras e
islas” que se encontraran al Occidente de esta línea de demarcacion”.23
La Bula Piis Fidelium del 25 de junio de 1493 concedió a Fray Bernardo Boil,
privilegios espirituales especiales, y posteriormente los Reyes Católicos lo envían a
evangelizar todas las tierras conquistadas.
Por medio de la Bula Dudum Siquidem del 26 de septiembre de 1493, se enfatizó el
dominio de los reyes, más allá de las tierras encontradas por Cristóbal Colón.
Las controversias entre España y Portugal, dieron origen a lo que se conoce como
Tratado de Tordesillas que fue un compromiso suscrito en Tordesillas (actualmente en la
provincia de Valladolid, en el noroeste de España) el 7 de junio de 1494 entre el Rey y la
Reina de Castilla, de León, de Aragón, de Sevilla, de Granada, etc. (es decir, los
monarcas de España), y el Rey de Portugal y de los Algarbe, en virtud del cual se
establecía un reparto de las zonas de conquista y anexión del Nuevo Mundo mediante una
línea divisoria del Océano Atlántico.
De esta manera la corona logró articular a su favor la opinión de la intelectualidad de
la época por medio de los Cronistas de Indias y la de Iglesia Católica en la persona de
Alejandro II. Ambos coincidían en la esclavitud de los aborígenes, los cronistas como
Oviedo por ser parte de los favores que le concedía la corona, y la iglesia por la
evangelización, que podía imponerse a costa del genocidio y la expropiación de los
terrenos a los aborígenes.
El papa entendía que si se evangelizaba a los aborígenes no importaba la donación de
terreno a Europa, de esta relación dialéctica tierra por evangelización surgirá
posteriormente la legitimación de la empresa de la conquista.
Las críticas del Padre Las Casas a Oviedo
El Padre Bartolomé de las Casas en su Historia de las Indias Tomo III, dedica varios
capítulos a criticar al Cronista de Indias Gonzalo Hernández de Oviedo. Las casas
cuestionan los planteamientos del cronista y lo acusa de mentir cuando se refiere a los
aborígenes:
Todavía será bien responder a cada defecto de los que Oviedo contra los indios opone y a muchos
levanta y a todos por ellos cuasi excluye de todo remedio de conversión y salvación, como si él
estuviera ya muy cierto della; y a lo que dice que eran sodomistas, ya está, con verdad, en el Cap.
23, afirmando que falsa y malvadamente de tan vilísimo crimen los infama; dice que son
ingratísimos; júzguenlos los idiotas de sagayos.24
23
24
De Jesús Domínguez Jaime. Historia Dominicana. Santo Domingo, 2001, P 24
Fray Bartolomé de Las Casas. Historias de las Indias. 1985, P. 36.
La visión de las Casas cuestiona las falacias de Oviedo contra natura, este
cuestionamiento critica las imputaciones por considerarla desde su visión del poder. En el
fondo las Casas cuestiona la falta de objetividad.
Gonzalo Hernández de Oviedo, que nunca tractó con los indios, ni se ocupó por un momento en
cosa que a los indios conviniese, sino en mandallos y servise dellos como de bestias, con la
25
ceguedad que todos los otros españoles” .
La visión del padre las Casas coincide con Montesinos, porque defienden la
racionalidad de la condición humana, respetando las diferencias culturales de cada
pueblo. Fueron estos dos Frailes, lo que comprendieron la idiosincrasia de los aborígenes
y el irrespeto a su cultura por parte de los conquistadores.
Los planteamientos defendidos por Oviedo eran euros céntricos procedentes de la
Edad Media. Estos planteamientos justificaban la esclavitud y el dominio, siendo
Oviedo a juicio del Padre las Casas el que encubría mentiras históricas al atribuir a los
aborígenes características que le correspondían.
Las Casas en su punto de vista cuestionan e interpela los planteamientos de Oviedo y
Gines de Sepúlveda referente a la conquista.
Obviamente, Las Casas interpela un planteamiento que defiende la conquista, que la legítima,
frente al cual se deben encausar los argumentos en contra. El punto de vista de Juan Gines de
Sepúlveda expresó de la mejor manera posible esta posición, así como los datos aportados por
Fernández Gonzalo de Oviedo en su Historia general natural de las indias. De ahí que buenas
partes de la categorías y argumentos que utiliza Las Casas estén en relación con la opinión de
estos dos autores, para poderlo contradecir. De ahí que no en vano muchas de las preocupaciones
de Las Casas se enfoquen a criterios que permiten decidir si un cierto ser puede comprenderse
como ser humano propio, en aras de lograr enfrentar las justificaciones vinculadas por la presunta
26
condición de siervos por naturaleza de loa indios.
25
Ibidem, P. 330.
Felipe, Castañeda. Conflictos mayores y concepción de la historia: los casos de Agustín de Hipona,
Bartolomé de las Casas e Immanuel Kant, 2004, P.4.
26
Controversia de Valladolid: enfrentamiento filosófico en torno a los aborígenes
Para comprender la controversia de Valladolid es necesario entender la concepción de
la guerra santa defendida por Ginés de Sepúlveda. Esta postura fue defendida en la Edad
Media por San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino.
Sepúlveda asume la tesis de la guerra justa en el proceso de la conquista legitimando a
partir de los planteamientos de Aristóteles la existencia de hombres que gobiernan y otros
que son gobernados, aunque no defiende directamente el sometimiento.
Es importante señalar que, dentro de esta causa, la búsqueda del bien de los sometidos se realizaría
solamente bajo un “imperio civil”: Sepúlveda no relaciona este sometimiento con la esclavitud
natural que defendía Aristóteles, pero sí con la dualidad “señores por naturaleza- siervos por
naturaleza27.
La controversia parte de una discusión sobre la humanidad de los aborígenes, sin
embargo, los derechos fundamentales de los aborígenes, le eran negados por el
pensamiento euro céntrico de la época. De acuerdo con Víctor M. Gavilán:
Las normas euro centristas del siglo XV, conocidas como la Doctrina del Descubrimiento,
negaban absolutamente a los indígenas su calidad de personas, de sujetos, e incluso de seres
humanos. Por lo tanto no eran sujetos de derecho, de contrataciones, de actos jurídicos, y toda la
gama del derecho que tenían los europeos de la época. Esta situación de los pueblos indígenas de
América se prolongó durante todo el siglo XV al XIX incluso parte del siglo XX28.
La concepción euro céntrica representaba la lucha entre dos concepciones ideológicas:
la heredada de la tradición de medieval representada por Sepúlveda y la moderna
representada por el Padre las Casas bajo la Tesis: “todas las gentes del Mundo son
Hombres”, en tal sentido de acuerdo con Alfonso Maestre Sánchez:
Europeo, y entre otras cosas, el desarrollo de un Derecho Internacional, toda vez que los
“conquistadores” estaban frente a gente desconocida para los europeos de la época. La Corona de
España debió elaborar la jurisprudencia internacional que permitiera legalizar sus conquistas
frente a otras potencias europeas que estaban en el mismo negocio. Por otro lado, debió establecer
las normas jurídicas con la iglesia y el Vaticano como órganos de poder y sancionador de la
legalidad de la época. El derecho internacional del siglo XV determino el carácter de las tierras del
27
Martínez Castilla, Santiago. Juan Ginés de Sepúlveda y la guerra justa en la conquista de América
Pensamiento y cultura. Francisco de Victoria se preocupó por los derechos de los indios. Su obra De indis
recoge las relecciones en las que expresa su postura ante el conocimiento de diversos excesos cometidos en
las tierras conquistadas en América. En ella afirma que los indios no son seres inferiores, sino que poseen
los mismos derechos que cualquier ser humano y son dueños de sus tierras y bienes.
28
Gavilán, Víctor M. Derecho Internacional y los pueblos Indígenas. España 2009, P.1.
nuevo continente, las posesiones de los pueblos indígenas en América y la legalidad de la
29
colonización europea en tierras del nuevo continente .
En 1537 el Padre Las Casas recibió el apoyo del Papa Pablo III, quien a través de la
Bula Papal Sublimis Deus, declaraba a los indígenas de América seres humanos
racionales y espirituales, cuyas vidas y propiedades debían ser protegidas.
En 1550 se produce la controversia de Valladolid en España, entre Fray Bartolomé de
Las Casas y Gines de Sepúlveda, filósofo que defendía la tesis de Aristóteles de que
ciertos hombres nacían para ser esclavos por naturaleza, mientras que Las Casas
defendía que eran seres humanos con derechos que debían ser respetados.
Para Las Casas ofender a los aborígenes era ofender a Dios, porque el hombre fue creado
a imagen y semejanza de Dios.
La conquista y la visión filosófica de la Escolástica
El pensamiento filosófico en boga en los momentos de la conquista era la escolástica
bajo el influjo del catolicismo. La visión escolástica que primó fue la de Santo Tomás de
Aquino
Que reinterpretó el concepto de Filosofía, tanto en cuanto a su contenido como a su propósito. La
filosofía fue entendida entonces, no como el único saber libre y fin en sí misma, sino como un
30
instrumento para demostrar, mediante el razonamiento aristotélico la existencia de Dios .
En las colonias de España la influencia de la escolástica, en cuanto a que era la forma
fundamental para llegar a Dios, se ligó a una concepción de Aristóteles sobre la
esclavitud, reforzando el interés euro céntrico.
En los tres siglos de la colonia, la filosofía que se enseñó en la Universidades Latinoamericana
fue hasta el principio del siglo XX, la filosofía escolástica tanto los dominicos como los jesuitas
siguieron interpretando la filosofía como instrumento intelectual mediante el cual se puede
demostrar lo que antes había revelado la fe y la metafísica que fue la ciencia que se debía conocer
como condición sine qua non de todo otro saber, ya fuera la física la cosmología o la
jurisprudencia31
De acuerdo con Rafael Moreno M en su ensayo la Filosofía de la Nueva España, el
primer curso de Filosofía que se tiene conocimiento en América, fue la obra de Fray
29
Alfonso Maestre Sánchez. Todas Las Gentes Son Hombres. El Gran Debate entre Fray Bartolomé de las
Casas y Juan Gines de Sepúlveda, Anales del Seminario de Historia de la Filosofía, 2004. En versión
digital http://fs-morente.filos.ucm.es/publicaciones/anales/21/Maestre.pdf.
30
Krause, Rosa. Función Actual de la Filosofía en América. 1975, P. 262.
31
Ibidem, 1975, P. 262.
Alonso de Veracruz, autor de la Recognitio Summularum y la Dialéctico
Resolutio(1554), los dos primeros escritos del nuevo mundo tuvo por centro de
exposición en el pueblo trarasco de titipitio, por frailes de la orden Agustina; pero tal
afirmación está reñida con la verdad histórica , ya que las primeras cátedras de filosofía
oídas en el Hemisferio Occidental fueron pronunciados en el colegio y la Universidad del
Convento de los Predicadores de la Ciudad de Santo Domingo30.
El proceso de la transculturación española en América se inicia por obra de los
misioneros. La hipótesis que se planteaba era una cruzada evangelizadora, que formara
los súbditos del Nuevo Mundo de acuerdo con las ideas y los valores sancionados por el
Estado y la Iglesia.31
De esta manera en el proceso de la conquista, la visión filosófica de la iglesia fue
determinante al introducir el pensamiento filosófico de la escolástica a partir de la
religión.
La filosofía oficialmente difundida y protegida fue la escolástica, de hecho, la primera filosofía
que se estudió en los colegios religiosos y conventuales. Aunque esta filosofía se caracterizó por
su carácter conservador, dogmático y contrario a la modernidad, sus expositores, los maestros
escolásticos que vinieron a estas tierras. En México por ejemplo, Fray Alonso de Veracruz (15041584), Tomás Mercado (1548-1575), Antonio Arias (1564-1603), Antonio Rubio (1548-16155),
trataron de hacerla más accesibles y depurada, adaptándola a las necesidades de la idiosincrasia
del hombre americano32.
La visión de la iglesia que apoyaba la corana, entraba en contradicción con la de los
misioneros que vivían en las colonias. Los padres dominicos tenían una posición
evangelizadora diferente, para ellos la evangelización tenía que respetar la humanidad de
los aborígenes planteando una visión humanizadota frente al pensamiento de los
conquistadores.
De hecho la escolástica que se recibió en América en los siglos XVI, XVII y XVIII no fue una
escolástica ortodoxa ni decadente, como existía en muchas partes de Europa, perdida en laberintos
de vagas abstracciones, de ociosos filosofemas, sino una escolástica revisada en sus principios,
firme y coherente en su sistematización y mas aguda u absorbente en sus preocupaciones
metafísicas33.
30
Revista de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de México. N. 27, Pp. 21-42,
Julio- Septiembre de 1940, citado por Arredondo Cordero en su Estudio para La Historia de la Filosofía en
Santo Domingo, Impresora Arte y Cine 1946.
31
Escobar Valenzuela, Gustvo et al. Filosofía. P. 150
32
Ibidem, P. 150.
33
Ibidem, P. 15.
Justificación de la esclavitud en América
Los Cronistas de Indias, que justificaron la conquista, comienzan a crear una visión
negativa del conquistado a partir del pensamiento de Aristóteles, afirmando que existían
hombres que nacían para ser esclavos por naturaleza. De esta forma se usó un argumento
contra la persona construido a partir de una falacia fundamental: no tienen ánima
racional; razón de poder que justificaba la esclavitud.
De acuerdo con García Añovero (2000), la esclavitud como fenómeno que venía de la
antigüedad fue justificada por la filosofía griega y por la iglesia con la anuencia de los
Santos padres, que la entendían como resultado del pecado.
El fenómeno de la esclavitud –institución antiquísima que estaba vigente en muchos pueblos del
orbe– en Occidente había recibido unánimemente legitimidad teórica y legal. Había sido admitida
por el Antiguo y el Nuevo Testamento, por la filosofía griega, por el Derecho Romano y por los
Santos Padres y teólogos de la Iglesia, que la aceptaban como castigo del pecado, y considerada de
derecho de gentes. Todo un cuerpo doctrinal y jurídico se había elaborado en Europa sobre esta
institución, en vigor, lógicamente, en España.34
La discusión sobre la esclavitud se produce en las colonias españolas, entre los que
entendían que los aborígenes podían ser esclavos por derecho natural y los que creían que
eran libres y por tanto hijos de Dios.
Tres eran las fuentes principales que podían dar origen a la esclavitud: la guerra, el nacimiento de
mujer esclava y la compra y rescate. Me voy a detener en la guerra, pues ésta, no fue solamente la
causa principal que justificó el hacer muchísimos esclavos indios durante los años que siguieron al
Descubrimiento y los cuarenta primeros del siglo XVI, sino el principal motivo de enfrentamiento
en esos años entre los partidarios de la esclavitud de los indios y de los que la rechazaban, y origen
de muchas discusiones doctrinales que pusieron los fundamentos de una sólida doctrina común
35
que rechazó dicha esclavitud como injusta e ilícita.
Pese a la justificación de la esclavitud, durante el proceso de la conquista surgieron
cuestionamientos que provenían de destacados académicos al poner en tela de juicio, los
argumentos contra natura que defendían la esclavitud.
La duda acerca de la licitud de la esclavitud de los indios surgió en el momento mismo del
descubrimiento de las Indias. Partidarios a favor o en contra de la esclavitud los hubo desde el
principio, aunque, de hecho, antes de que se discutiera y resolviera la duda, ya comenzaron a
hacerse esclavos indios. Pronto, la discusión, fue creciendo, tanto en las Indias como en España.
En las Indias, fundamentalmente promovida por los religiosos evangelizadores. En España, por
profesores universitarios en sus cátedras de teología y derecho, especialmente en las cátedras
desempeñadas por los maestros dominicos en las universidades de Salamanca, Alcalá de Henares
y el Colegio de San Gregorio de Valladolid; por los influyentes consejeros reales, particularmente
los del Consejo de Indias; y por expertos invitados a participar en las Juntas ordenadas por el
Rey36.
34
García Añoveros, Jesús María, 2000. P. 2
Ibidem, 2002, P. 2
36
Ibidem, P. 7
35
García Añovero (2000), presenta dos generaciones de autores que se dedicaron a estudiar
en la época de la conquista la esclavitud, unos desde la defensa de la misma, otros
cuestionando su legitimidad.
Los autores elegidos pertenecen aproximadamente a dos generaciones. La primera la integran
aquellos que fueron contemporáneos del Emperador Carlos V en su período de reinado (15161556), los cuales fueron también los primeros que trataron el tema de la servidumbre y guerras a
los indios y elaboraron el cuerpo doctrinal definitivo. A ellos les debemos la respuesta cabal y
decisiva a la duda suscitada. Son los siguientes, por orden de importancia, cuyas obras citamos en
la nota adjunta: Francisco de Vitoria (1492-1546), Bartolomé de las Casas (1474- 1566), Juan
Ginés de Sepúlveda (1490-1573), Domingo de Soto (1494-1560), Melchor Cano (1509-1561),
Juan de la Peña (1513-1563), Pedro de Sotomayor (siglo XVI), Gregorio López (1496-1560),
Pedro Mártir de Anglería (1457-1526), Marquardo Susannis (siglo XVI), Alfonso Azevedo (?1598), Alfonso Álvarez
Guerrero (?-1577)
A la segunda generación pertenecen un conjunto de autores que hacen suyo el cuerpo doctrinal
recibido, lo someten a nuevos análisis, profundizan en el mismo, lo matizan y llegan, en
ocasiones, a novedosas conclusiones, exigidas por una realidad indiana que ofrece nuevas
perspectivas. El peso y sustancia doctrinal es el heredado, aunque enriquecido con innovadoras
aportaciones. Destacan: José de Acosta (1539-1600), que conjuga una sólida doctrina y una
valiosísima experiencia en Indias, autor de dos obras ya clásicas en los temas que trata; Juan de
Solórzano y Pereira (1575-1653), el cual resume admirablemente todo el cuerpo doctrinal
elaborado, apoyado en una asombrosa erudición; y, en menor medida, Alonso de la Veracruz
(1507-1584), el teólogo novohispano más importante del siglo XVI, que escribió su obra en
México. A estos nombres hay que añadir: Domingo Bañez (1528-1604), Pedro de Ledesma (?1616), fray Juan de Torquemada (1557-1624), Antonio de Herrera (1559-1625), Francisco Suárez
(1584-1617), Miguel Bartolomé Salón (1539-1620), Pedro Calisto Ramírez (1556-1627), Juan
Botero (1540-1617), Serafín Freitas de Amaral (ss. XVI-XVI), Hugo Grocio, (1583- 1645),
Mandelli de Alba (ss. XVI-XVII), Jaime Antonio Marta (1559-1623).38
La hipótesis fundamental que se utiliza para justificar la esclavitud de los aborígenes,
es la de la servidumbre natural donde por orden de jerarquía los bárbaros que en este
caso eran los conquistado tenían que ser dominados por los civilizados, es decir, los
conquistadores.
Esta justificación se defendía a partir de cuatro proposiciones que provenían desde
Aristóteles hasta los planteamientos de Sepúlveda y otros autores.
Primera proposición. La frase de Aristóteles de que los bárbaros son naturalmente siervos de los
civilizados debe entenderse en un sentido lato, pues, por naturaleza, nadie es propiamente esclavo,
ni pierde su libertad y dominio. En ningún caso, por tanto, los indios, si es que son bárbaros, son
esclavos. Así opinaron Vitoria, Sotomayor, Soto, Casas, Cano, Acosta Suárez, Salón y el resto de
autores citados en las notas anteriores.
Segunda proposición. Consideraron algunos –Sepúlveda, Susannis, Ramírez– que, aunque fueron
justas las guerras hechas contra los indios para sacarles de su barbarie y reducirlos a una vida
humana, pues fue beneficiosa para ellos, venía exigida por el derecho natural y, en definitiva, fue
necesaria ya que no había otro camino; sin embargo, no por ello, y como resultado de la guerra,
pudieron los indios ser reducidos a la esclavitud.
38
Ibidem, P. 6
Tercera proposición. La gran mayoría de los autores –Casas, Cano, Sotomayor, Soto, Salón, Peña,
Ledesma, Freitas, Torquemada– afirmaban que era injusta la guerra que se hacía contra los indios
bárbaros con la finalidad de introducirlos en una vida civilizada, pues su situación de barbarie no
les quitaba sus derechos de gobierno, dominio y bienes; a nadie, además, se le podía obligar por la
fuerza a llevar una vida más humana; y ninguna república puede ser sometida por otra con la
excusa de la civilidad
Cuarta proposición. Aunque hay autores que aceptan –Sotomayor, Soto, Acosta, Susannis,
Suárez, Solórzano, Torquemada, Ledesma, Botero, Peña, Casas– que podría darse una guerra justa
contra los indios bárbaros, que viven bestialmente, dispersos y errantes por los montes, sin normas
ni gobierno, para reducirlos a una vida humana, sin embargo, habría que hacerla para liberarlos de
su barbarie, pero sin privarles de sus bienes y menos, todavía, reducirlos a esclavitud 39.
Con la desaparición de los aborígenes comienzan a llegar los negros esclavos para suplir
la necesidad de trabajo de las colonias.
El estatus particular de los criados y esclavos domésticos se refleja en los primeros intentos de
organizar la trata de negros en el Nuevo Mundo. La exclusividad que la Corona otorgó al negrero
Gouvenot, que obtuvo el privilegio de introducir en el Caribe, entre 1518 y 1527, 4.000 negros
para suplir la mortandad de los indígenas, no fue obstáculo para que se otorgaran numerosas
mercedes a particulares, siempre y cuando los esclavos estuvieran destinados no a la venta sino al
servicio personal.40
Con el aumento de la esclavitud se produce la unicidad de las exigencias de la Iglesia a la
Corana, entre las que se destacan la de cristianizar a los esclavos que fueran llevados a las
colonias americanas.
En el inicio del tráfico negrero, la Corona exigió que se llevaran a las Indias esclavos cristianos.
Estos provenían en gran parte de ciudades de la Península Ibérica. Desde fines del siglo XIV,
esclavos negros vivían en Sevilla, donde la mezcla racial era corriente, concentrados mayormente
en los barrios de San Bernardo y de Triana. Todos eran cristianos e hispanizados, y constituían la
mayor comunidad esclava de España; hacia 1565, se contaba un esclavo por cada catorce
habitantes(11). En 1510, Fernando de Aragón consiente que sean exportados a La Hispaniola
doscientos esclavos sevillanos. Si bien los había marcados con hierro, éstos representaban una
minoría.41
Jean Jacque Rousseau y la crítica a la tesis contra natura de Aristóteles
Con las posturas del Padre las Casas y Montesinos, coincide en el siglo XVIII, Juan
Jacobo Rousseau, al criticar la concepción aristotélica de la esclavitud. Para el autor
gibrenino la posición de Calígula en referencia al pueblo era excluyente.
Así como un pastor es de naturaleza superior a la de un rebaño, los pastores de hombres,
que son sus jefes, son de naturaleza superior a la de sus pueblos. De esta manera
razonaba Calígula, llegando por medio de esta analogía a la conclusión de que los reyes
eran dioses y los pueblos bestias.
Este razonamiento de Calígula es reflejado en el de Hobbe y Grocio. Antes que ellos,
Aristóteles había dicho que los hombres no son naturalmente iguales, sino que uno nace
para la esclavitud y otros para la donimación.
39
Ibidem, P.9
Carmen, Bernard. Negros Esclavos y Libres en las Ciudades Hispanoamericanas, 2002, P.4.
41
Ibidem, P. 5
40
Tenía razón Aristóteles; pero tomaba el efecto por la causa. Todo hombre nacido en la
esclavitud nace para ella. Nada tan cierto. Los esclavos pierden en su encadenamiento
hasta el deseo de liberarse de él. Aman su servidumbre como los compañeros de Ulises
amaban su embrutecimiento. Si existen esclavos por naturaleza, es por que lo hay contra
34
naturaleza. La fuerza hizo a los primeros esclavos, y su cobardía lo ha perpetuado.
La visión pesimista sobre el género humano reforzada por Hobbe que veía al hombre
como lobo para el hombre encubría la sumisión del ser humano a un poder supremo, lo
que equivalía de acuerdo con Aristóteles a no tener derecho por ser esclavo, pero de
acuerdo con Rousseau esto es incompatible con la naturaleza humana.
Renunciar a su libertad equivale a renunciar a su cualidad de hombre, a los derechos de la
humanidad, incluso a sus deberes. No hay compensación posible para quien renuncia a
todo. Semejante renuncia es incompatible con la naturaleza del hombre y arrebatar toda
35
libertad a su libertad es privar sus acciones de toda moralidad .
Rousseau será un defensor del estado de derecho del género humano. Su postura
coincide en su época con la de Montesinos y el Padre las Casas, reconociendo a los
esclavos el poder para revelarse cuando plantea:“Todo poder proviene de Dios, lo
confieso; más también toda enfermedad, lo cual no significa que nos esté prohibido
llamar al médico”36.
Rousseau fue un crítico de la concepción aristotélica que justifica la esclavitud, para el
pensador es despojar al hombre de su estado de derecho, lo mismo cuando sucede con un
pueblo.
“De esta manera que, examinada las cosas desde cualquier punto de vista, el derecho de
los esclavo es nulo no solo por ser ilegítimo, sino por absurdo y no significa nada. Estas
palabras esclavitud y derecho son contradictorias, excluyente mutuamente. Sea de
hombre a hombre o entre hombre y pueblo, siempre será igualmente insensato el
siguiente raciocinio: Hago contigo convenio, todo él a costa tuya y a mi provecho
exclusivo, y el cual yo cumpliré mientras me plazca y tú acabarás en tanto que yo
37
quiera”.
34
Rousseau, Jean Jacque .El Contrato Social. 1996. P.24
Ibidem, P. 28
36
Ibidem, P. 26
37
ibidem, P. 31
35
Conclusión
El proceso de la conquista no se puede entender analizando los hechos ocurridos sin
conectarlos con las visiones filosóficas de la época y el marco jurídico que la justificaba.
El proceso de expansión de Europa a finales del los siglos XV y XVI, se enmarcaba
dentro de patrones sociales, políticos, religiosos y culturales que se reproducen en las
tierras conquistadas, justificando el dominio de la corona española sobre los territorios
conquistados.
Se encontró que existían divergencias entre la visión de la corona y la Iglesia y los
postulados defendidos por los frailes humanistas, que cuestionarán negarle al ser humano
su dimensión racional.
Con esta visión de defensa al ser humano, coinciden Fray Antón de Montesinos, Fray
Bartolomé de las Casas y Fray Pedro de Córdoba, que defenderán los derechos de los
aborígenes por encima de toda institución o ley que lo justificara.
La tesis contra natura que defendió Aristóteles, es defendida en América, por Gines de
Sepúlveda, que justificaba la relación de gobernantes-gobernados, donde los últimos
estaban subordinados al poder existente por naturaleza. Esta controversia llega hasta
Valladolid, donde se enfrentaron Fray Bartolomé de las Casas y Gines de Sepúlveda en
1550.
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