Dislexia en los alumnos de secundaria

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AUTORA: SUSANA REYES BENÍTEZ
DNI: 75758593-C
DISLEXIA EN LOS ALUMNOS DE SECUNDARIA.
La dislexia se puede definir de una como el desorden en uno o más procesos básicos
que influyen a la comprensión oral y escrita del lenguaje. Se incluye por tanto dentro de
una amplia problemática que puede observarse en el instituto, y que abarca los
siguientes factores: pensamiento, habla, lectura escrita, deletreo o dificultad para
manejar signos matemáticos. Se trata de un trastorno que afecta al aprendizaje y que
puede provocar que los alumnos abandonen los estudios.
Nos podemos encontrar a lo largo de toda la secundaria, e incluso en el bachillerato con
alumnos que presentan este trastorno y que no pueden seguir el ritmo normal de la
clase. Nos vamos a centrar en las dificultades que presentan sobre todo a la hora del
lenguaje y la comunicación, ya que suele ser el más frecuente.
La lectura es una de las formas más abstractas de estudio, pues implica captar e
interpretar, significativamente, símbolos verbales impresos. Por otra parte, la dificultad
para leer es reconocida como una de las causas determinantes de escaso rendimiento
escolar; y ello es muy comprensible, dado que la lectura posee la doble función de ser
medio de instrucción en sí mismo e instrumento básico para la adquisición y manejo de
las otras materias escolares.
El niño que es incapaz de automatizar las destrezas y habilidades que implica la lectura
debe abocarse a un trabajo descifratorio y lento que redunda en una disminución de la
velocidad y comprensión, necesarias para la adquisición del aprendizaje en general. El
deficiente lector va derecho al fracaso en las otras materias: ciencias naturales, c.
sociales, gramática, etc., en las cuales la lectura viene a ser cada vez más imprescindible
a medida que llega a cursos superiores.
Pero este alumno no sólo repite cursos y fracasa en su rendimiento educacional, sino
que su impedimento le interfiere el desarrollo de toda su personalidad. El deficiente
lector en especial el disléxico, es un niño generalmente triste y deprimido por el
reiterado fracaso en sus esfuerzos por superarse. Otras veces se muestra agresivo y
angustiado.
A partir de que el niño comienza a leer en forma independiente, amplía de modo
apreciable su vocabulario extenso y preciso es requisito fundamental en lo que atañe al
razonamiento y la comprensión. La mayoría de los tests de inteligencia contienen item
de vocabulario. El deficiente lector, al ver delimitado el desarrollo de su vocabulario por
carencia de lectura, aparece progresivamente menos inteligente de lo que es.
La lectura como proceso de doble función, es utilizada por el niño para adquirir
conocimientos y para cambiar sus propias actitudes, ideales y aspiraciones. La lectura
promueve integración y desarrollo al lector. Le muestra un mundo de ideas, lo remonta
a tierras lejanas, al pasado de la especie, lo informa, lo guía, lo orienta sobre el
momento actual o histórico, lo entretiene y lo enriquece.
Al niño que no puede utilizar este instrumento se le limita ostensiblemente el radio de
acción. Ya adulto se ve excluido de la actividad cultural y de la oportunidad de
desempeñarse en varias profesiones interesantes.
Como nuestro régimen educacional exige que el niño dedique casi las tres cuartas partes
de su tiempo diurno al rendimiento académico, al fracasar en él tiene el mismo
equivalente del adulto que fracasa en su vida de trabajo y su vida de relación con sus
compañeros y con sus superiores.
Tal grado de frustración puede, con facilidad inclinar al niño hacia la cimarra o a andar
en compañías indeseables. La delincuencia juvenil como grupo, incluye a muchos
adolescentes cuyo rendimiento en lectura es inferior a su habilidad mental. Esto no
prueba que las dificultades en la lectura causen delincuencia o viceversa, pero muestra
una gran tendencia a que ambos tipos de problemas concurran juntos. Aunque la
mayoria de los deficientes lectores no cometen actos antisociales, la frustración causada
por los años de esfuerzo sin éxito y la permanente comparación con los otros niños sin
problemas provocan intensos sentimientos de inferioridad que traban el desarrollo de
una personalidad normal.
Múltiples factores pueden producir deficientes lectores. Los más comunes son: retardo
mental, inmadurez en la iniciación del aprendizaje, alteraciones en el estado sensorial y
físico, problemas emocionales, condiciones sociales deficientes del hogar, de la escuela
o de la comunidad, métodos de enseñanza inadecuados y difusión neurológica,
denominada dislexia específica.
Cada uno de estos factores puede alterar la evolución normal del conjunto jerárquico de
habilidades y destrezas que constituye la lectura, tales como reconocimiento de la
palabra, comprensión velocidad y hábitos de la lectura y producir un niño deficiente
lector, con su inevitable secuela de problemas de rendimiento escolar y de adaptación
general.
Sin embargo, la mayoría de los deficientes lectores a causa de los factores enumerados,
excepto por retardo mental o por dislexia específica, progresan rápidamente en la
adquisición de las destrezas y habilidades de la lectura cuando se modifican los factores
oponentes.
Es diferente el caso de los disléxicos los cuales requieren un tratamiento correctivo
intensivo, en lo posible individual. En ellos, el manejo de los símbolos gráficos
constituye sólo una parte de la disfunción neurológica que afecta básicamente el
lenguaje.
El disléxico posee una serie de componentes de afección, tales como la capacidad de su
motricidad y de sus percepciones. Sólo pretendemos dar algunas pautas para poder
solucionar en la medida de lo posible sus dificultades en las áreas de reconocimiento de
las palabras, de la comprensión y de la velocidad y hábitos de la lectura, por caer tales
aspectos en nuestro campo de las experiencias y conocimientos y por constituir estos los
síntomas más notorios y más persistentes de los disléxicos. Al lector interesado en
conocer los demás componentes del síndrome y su rehabilitación lo remitimos a la lista
de sugerencias bibliográficas.
En general, el elaborar este libro hemos tratado de proporcionar a los psicólogos,
profesores, estudiantes y padres una orientación teórica y bibliográfica de las
deficiencias en el aprendizaje de la lectura especialmente en la dislexia específica, y un
conjunto de técnicas y de procedimientos prácticos. Al redactar la metodología para
cada categoría lectora hemos tratado de seleccionar de la bibliografía revisada y de
nuestras experiencias, aquellos ejercicios y sugerencias que pueden ser fácilmente
realizadas por el corrector de lectura, sin necesidad de poseer un equipo costoso.
Imaginemos que tenemos en el aula dos o tres alumnos “vagos o despistados”, tienen la
escritura desordenada, (a veces incomprensible), gramática inestable, fobia a las lenguas
extranjeras, incapacidad para comentar textos, y por si fuera poco no atienden en clase,
hacen dibujitos en los libros, y sueñan despiertos....¿tenemos en clase a unos pasotas?.
En absoluto. Lo que tenemos en el aula son alumnos disléxicos que, o atendemos de
forma correcta, o corremos el riesgo de perderlos definitivamente dentro del ámbito
escolar.
El profesorado de educación secundaria puede encontrarse con alumnado disléxico con
lo que va a tener que actuar con personas que manifiestan una dificultad congénita y
neurológica que le producen problemas de lenguaje, de escritura, problemas de
orientación espacial, calculo numérico , y en definitiva lentitud en procesar información,
que si bien son problemas no relacionados con deficiencias visuales, auditivas,
emocionales, retraso mental, etc, le producen al alumno o alumna una falta de
confianza, baja autoestima, ansiedad, depresión, frustración, trastornos del sueño,
trastornos de alimentación, etc, que dificultan enormemente la labor del docente.
Para poder entender el problema de la dislexia en Secundaria se debe tener en cuenta las
consideraciones siguientes:
- Tener absolutamente claro que la dislexia no afecta solo a educación primaria y
que desaparece como por arte de magia al llegar a secundaria
- Comprobar que en etapas anteriores el alumnado afectado ha sido objeto de
seguimiento especial y en que medida, para poder establecer un nivel de punto de
partida en nuestra aula para con ellos.
-No todos los disléxicos y disléxicas presentan iguales características.
- Tener presente que existen grandes posibilidades de que hay muchos disléxicos
y disléxicas no diagnosticados por lo que habrá que estar atentos a comportamientos
anómalos tales como: aislamiento, dificultad para integrarse en grupos de trabajo, baja o
nula autoestima, desorganización, etc.
Como pautas de actuación se recomienda al docente una serie de actuaciones que son de
aplicación directa en el aula teniendo presente en todo momento la edad del estudiante,
su nivel de dificultad, y que su aprendizaje se forja de forma multisensorial. Así pues,
atenderemos a:
1. Hacer saber al alumnado disléxico que el docente conoce su problema para
que sienta seguridad y confianza.
2. Leer junto al alumno o alumna el informe psicopedagógico que se le
efectuado en etapas anteriores.
3. Comunicar al resto del aula las dificultades que presentan uno o varios de sus
compañeros o compañeras para que quede claro que no se trata de un trato de favor sino
una necesidad educativa. (Es lo que se denomina “refuerzo social positivo”)
4. Fomentar el uso de medios audiovisuales para el aprendizaje en el aula. Si
usamos ordenadores los programas tendrán correctores ortográficos.
5. Dejar establecidos los objetivos mínimos de cada tema o unidad didáctica para
superar las evaluaciones y por ende el curso.
6. Establecer los criterios mínimos de aprendizaje para superar la asignatura,
sobre todo en lengua extranjera que probablemente sea un reto prácticamente imposible
de conseguir que el alumno o alumna disléxico-disléxica supere la materia, dadas las
múltiples combinaciones que se generan en la lengua inglesa y francesa.
7. Escribir los enunciados de las preguntas del examen en la pizarra.
8. Facilitar el poder examinarse de forma oral.
9. No restar puntos por faltas ortográficas en los exámenes escritos del alumnado
disléxico. (Es imposible que no las cometan).
10. Permitir algo de tiempo extra en cada prueba que haga este tipo de
alumnado.
11. Limitar al máximo el trabajo que se manda para casa.
12. Y por supuesto, toda aquella actuación que estime conveniente el docente
para la buena marcha del grupo-aula en general y de los alumnos/as disléxicos/as en
particular en aras de conseguir los objetivos fijados a inicios de curso.
Si como docentes conseguimos aplicar la mayoría de estas pautas de actuación,
estaremos contribuyendo en gran medida a que el alumnado afectado por dislexia, y que
cursa educación secundaria, pueda continuar su andadura con sus estudios, pueda
finalizarlos y posiblemente estaremos contribuyendo en la eliminación, o al menos
mitigación, de problemas de frustración, baja autoestima, ansiedad, trastornos de
conducta, desadaptación e incluso depresión. Para ello, valorar sus avances, sus logros
académicos y su superación como personas dentro del agregado social hará que se den
cuenta de que son plenamente inteligentes pero conscientes de sus dificultades.
LAS DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA
Las dificultades para poder leer producen complicaciones en el aprendizaje escolar e
inciden en el diagnostico de los niños con problemas de adaptación. El niño que no
puede leer o lee con dificultad fracasa en la mayoría de las materias, no puede
desenvolverse normalmente en un medio que le exige leer señalizaciones, advertencias
avisos, instrucciones, noticias cartas y se ve impedido de desarrollarse plenamente
desde un punto de vista intelectual, social y emocional.
En tiempos pasados, al deficiente lector se le consideraba, generalmente, retardado
mental o flojo, y se le obligaba a repetir cursos o a abandonar el colegio. Comúnmente,
ello se confundía
con la incapacidad o dificultad para aprender, sin embargo, en la actualidad existe una
notoria preocupación por diferenciar la naturaleza del problema y precisar el
diagnostico y los procedimientos correctivos.
La lectura no constituye una destreza aislada, si no que pertenece a un proceso
lingüístico complejo. El desarrollo del lenguaje tiene etapas interdependientes y
jerarquizadas dentro de las cuales la lectura y la escritura marcarían los estadios
superiores. El niño comienza adquiriendo estímulos auditivos, visuales, táctiles
olfatorios y gustativos, los cuales una vez asociados, llegan a ser significativos. Con ello
forma un lenguaje interno. Al mismo tiempo, el niño escucha símbolos auditivos que
representan sucesos de su ambiente, los cuales progresivamente llegan a ser
significativos para él, así desarrolla un lenguaje receptivo.
Posteriormente, después de un periodo de asimilación y gracias a la imitación, el niño
utiliza símbolos verbales que comprende y entra al período del lenguaje expresivo.
Normalmente, a la edad de seis año y medio cuando ingresan al colegio, aprende a leer
por súper imposición de símbolos verbales, visuales a su lenguaje auditivo.
La palabra impresa representa símbolos auditivos, los cuales, a su vez, representa
experiencias. Más tarde, el niño es capaz de expresarse mediante la escritura de
símbolos gráficos. Así las etapas secuénciales del funcionamiento verbal serian:
1.− adquisición de significado
2.− comprensión de la palabra hablada
3.− expresión de la palabra hablada
4.− comprensión de la palabra impresa (lectura) y
5.− expresión de la palabra impresa (escritura).
Con lo expuesto queremos enfatizar que aprender a leer es una parte del desarrollo total
del lenguaje. Del mismo modo, las dificultades de la lectura no pueden considerarse en
forma aislada, sino formando parte de una deficiencia en la estructura y/o organización
del lenguaje en general.
BIBLIOGRAFIA UTILIZADA:
RONDAL, Jean A. SERÓN, Xavier: Trastornos del lenguaje 3:Afasias, retrasos del lenguaje y
dislexia Editorial PAIDOS. Barcelona 1988 (1ª edición)
GARCÍA VIDAL, Jesús GONZÁLEZ MANJÓN, Daniel: Dificultades de Aprendizaje e
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TORO J., CERVERA,M:., "TALE Test de análisis de la Lecto−Escritura" Editorial Aprendizaje
Visor. 1984. Proyecto Lector: Test de Lectura; serie F Matel (Material Lector).Editorial CEPE
(Ciencias de la Educación Preescolar y Especial)
HUERTA, Elena. MATAMALA, Antonio: Programa de reeducación para dificultades en la
escritura Editorial Visor Dis.S.A. Madrid. 1997 (5ª edición)
RECASENS, Margarita: Programa de velocidad y Comprensión Lectora; Nº5 Editorial Nadal.
Huesca. 1991.
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