Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm

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Jurisdicción: Social
Recurso de Suplicación núm. 3311/2006.
Ponente: Ilma. Sra. Dª. María Begoña Hernani Fernández
CONDICION MAS BENEFICIOSA: origen y alcance: diferencias con la concesión graciosa;
existencia: servicio de autobús: nulidad de la supresión efectuada unilateralmente por la
empresa.
El TSJ desestima el recurso de suplicación interpuesto por la parte demandada contra
Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 29 de Madrid, de fecha 24-02-2006, en autos
promovidos sobre conflicto colectivo.
En Madrid, a trece de septiembre de dos mil seis.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, compuesta por los Ilmos.
Sres. citados al margen,
EN NOMBRE DEL REY
ha dictado la siguiente
SENTENCIA núm. 558/06
En el recurso de suplicación núm. 3311/06, interpuesto por el Letrado D. Ignacio Corchuelo
Martínez-Azúa, en nombre y representación de Unisys España, SA contra sentencia núm.
62/06 dictada por el Juzgado de lo Social Número 29 de los de Madrid, en autos núm.
1007/05, siendo recurrido el Comité de Empresa de Unisys España, SA, ha actuado como
Ponente la Ilma. Sra. Dª. Begoña Hernani Fernández.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO En el Juzgado de lo Social de procedencia tuvo entrada demanda suscrita por el
Comité de Empresa De Unisys España, SA contra Unisys España, SA, en reclamación sobre
CONFLICTO COLECTIVO, en la que solicitaba se dictase sentencia en los términos que
figuran en el suplico de la misma. Admitida la demanda a trámite y celebrado el juicio, se
dictó sentencia con fecha 24-02-06, en los términos que se expresan en el fallo de dicha
resolución.
SEGUNDO En dicha sentencia, y como HECHOS PROBADOS, se declaraban los siguientes:
«I.? El demandante D. Felix, es el Presidente del Comité de Empresa de Unisys España SA
afectando la demanda de conflicto colectivo a los trabajadores de dicha empresa que
prestan servicios en el centro de trabajo sito en la Avda. de Partenón núm. 4 de Madrid en
número aproximado de 230 trabajadores, cuyas relaciones laborales se rigen por el
Convenio Colectivo de la empresa Unisys España SA (BOE 15-2-2005 [LEG 2005, 2017]).
II.?Anteriormente el centro de trabajo estaba situado en la c/ Martínez Villegas de
Madrid, y a los trabajadores que acudían a dicho centro desde el año 1973 se les facilitaba
por la empresa el uso de un autobús para su transporte de ida y vuelta. Dicho centro
disponía también de plazas de parking, en número limitado, algunas de las cuales estaban
reservadas para los directivos y el resto eran utilizadas por los trabajadores.
III.?En el año 1994 se produjo el traslado de los trabajadores por cambio del centro de
trabajo a la Avda. del Partenón, sita en el Campo de las Naciones de Madrid.
IV.?En el Acta de la Reunión del Comité de Empresa y de la Dirección de la Empresa,
consecutiva a las reuniones habidas los días 23 y 24 de mayo y 1 de junio, en que se
negociaron las condiciones de dicho traslado, la cual obra a los folios 21 y 22 de autos y se
por reproducida, se adoptó el siguiente acuerdo en materia de Transporte:
"Se establecerán desde el día 20 de junio de 1994 hasta el momento en que sea efectiva la
segunda línea de autobuses municipales (EMT) del Parque de las Naciones las siguientes
líneas para los empleados de Unisys y a través del compromiso con la empresa Ferrovial:
?Línea norte: Chamartín/Pza. Castilla/Nuevos Ministerios/Avda. América/Hdez de
Tejada/Parque Naciones. Salida horario verano: 7:30 de la mañana del punto inicial y
regreso a las 14:10 Salida horario de invierno: 8:30 de la mañana del punto inicial y regreso
a las 18:10 horas.
?Línea sur: Atocha/Pacífico/Parque Naciones (por M40) Salida horario de verano: 7:30 de
la mañana del punto inicial y regreso a las 14:10 Salida horario de invierno 8:30 de la
mañana del punto inicial y regreso a las 18:10.
Se suspende el servicio del autobús actual hasta el momento en que se ponga en
funcionamiento la segunda línea de la EMT al Parque de las Naciones y por tanto se
cancelen las dos líneas anteriores. En dicho momento volverá a entrar en funcionamiento.
Antes de reanudarlo se considerará la conveniencia de modificar la ruta en función del nivel
de utilización real de las líneas establecidas por Ferrovial así como por el nuevo servicio
prestado por la EMT, debiendo reunirse la Dirección y el Comité de Empresa previamente a
la fecha de reanudación a fin de tomar esta decisión".
V.?A partir de la fecha del traslado, ininterrumpidamente, la empresa Unisys puso a
disposición de sus trabajadores el servicio de transporte de autobús de ida y vuelta al
nuevo centro de trabajo, que inicialmente costeó Ferrovial SA ?en tanto formaba parte del
acuerdo de la cesión de uso y disfrute mediante arrendamiento de las instalaciones sitas en
la Avda de Partenón? sí bien a partir de 1998 dejó de sufragar dicho coste, no obstante lo
cual el servicio del autobús se siguió ofreciendo a todos los trabajadores de Unisys que
quisieran utilizarlo, incluso cuando en junio de 1998 se inauguró la línea de Metro, cuya
estación está muy próxima al centro y cuando a partir del año 2000 se ampliaron a 5 las
líneas del transporte público municipal (EMT) que acceden al recinto del Campo de las
Naciones.
VI.?En el nuevo centro la empresa puso a disposición de los trabajadores plazas de parking
para sus vehículos particulares, unas propias y otras externas cedidas por el IFEMA.
VII.?A partir de 1998 el número de trabajadores usuarios de dicho servicio fue
disminuyendo paulatinamente hasta llegar a unos 9 que lo venían utilizando regularmente
hasta el día 18-7-05.
VIII.?El día 5-7-05 la empresa notificó a todos los trabajadores por correo electrónico
(Tablón electrónico de Noticias) que el servicio de autobús sería suprimido a partir del día
18.
Con anterioridad se le había hecho saber esa circunstancia al Presidente del Comité de
Empresa a través de un comentario verbal de la Directora de Recursos Humanos.
IX.?Mediante Escritura Pública Notarial de fecha 17-1-2006 obrante a los folios 76 y
siguientes de autos, que se da por reproducida, se elevó a público el acuerdo de
transformación de Unisys España SA, Unipersonal de sociedad mercantil anónima en
sociedad mercantil de responsabilidad limitada.
X.?El 17-11-05 presentó el Presidente del Comité demanda en solicitud de mediación en
materia de conflicto colectivo frente a la empresa Unisys España SA en el Instituto
Laboral de Madrid, habiendo concluido el acto de conciliación celebrado el día 29-11-05 sin
avenencia».
TERCERO En dicha sentencia se emitió el siguiente FALLO: «Que estimando la demanda de
conflicto colectivo promovida por D. Felix, en nombre y representación del Comité de
Empresa de Unisys España SA frente a la empresa Unisys SL (anteriormente Unisys España
SA, Unipersonal) declaro la nulidad de la decisión empresarial de suprimir el servicio de
autobús gratuito para los trabajadores con efectos del día 18-7-05 y declaro el derecho de
aquellos afectados por el presente Conflicto a continuar disfrutando el servicio de autobús
en las mismas condiciones que regían con anterioridad a su supresión».
CUARTO Contra dicha sentencia se interpuso recurso de suplicación por Unisys España,
SA, siendo impugnado de contrario. Elevados los autos a esta Sala de lo Social, se dispuso
el pase de los mismos al Magistrado Ponente para su examen y posterior resolución por la
Sala.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO Frente a la sentencia de instancia que estima la demanda de conflicto colectivo,
la representación de legal de la parte demandada Unisys España SA recurre en suplicación
ante esta SALA solicitando en un doble motivo, la revisión de los hechos probados y el
examen del derecho aplicado.
Al amparo del art. 191 b) LPL (RCL 1995, 1144, 1563) solicita la recurrente la revisión de los
hechos probados y en concreto la supresión del segundo párrafo del ordinal segundo que
dice: «Dicho centro disponía también de plazas de parking, en número limitado, algunas de
las cuales estaban reservadas para los directivos y el resto eran utilizadas por los
trabajadores».
Interesa también la recurrente la modificación del hecho probado sexto proponiendo la
siguiente redacción alternativa: «En el nuevo centro de trabajo la empresa puso a
disposición de los trabajadores, que utilicen vehículo para acudir al puesto de trabajo,
plazas de parking para sus vehículos particulares, unas propias y otras externas alquiladas
al IFEMA».
Ambas pretensiones revisorias no pueden prosperar ya que, como cuestión previa, la
prosperabilidad de este motivo de suplicación exige:
a) Que la equivocación que se imputa al Juzgador «a quo» resulte patente, sin necesidad de
llevar a cabo conjeturas o razonamientos, de documentos o pericias obrantes en los autos
que así la evidencien.
b) Que se señalen los párrafos a modificar, ofreciendo redacción alternativa que delimite
el contenido de la pretensión revisoria.
c) Que los resultados postulados, aún deduciéndose de aquellos medios de prueba, no
queden desvirtuados por otras pruebas practicadas en autos, pues caso de contradicción
entre ellas debe prevalecer el criterio del Juez de instancia, a quien la Ley reserva la
función de valoración de las pruebas aportadas por las partes.
d) Finalmente, que las modificaciones solicitadas sean relevantes y trascendentes para
resolución de las cuestiones planteadas. Sin la conjunta concurrencia de estos requisitos,
no puede prosperar el motivo de suplicación acogido al apartado b) del artículo 191 de la
Ley de Procedimiento Laboral (RCL 1995, 1144, 1563).
A la luz de tales asertos, ha de rechazarse la pretendida modificación del relato fáctico,
pues como viene recordando la Sala, nuestro sistema procesal, atribuye al Juzgador a quo
la apreciación de los elementos de convicción, como concepto más amplio que el de medios
de prueba, para fijar una verdad procesal que sea lo más próxima posible a la real; para lo
que ha de valorar, en conciencia y según las reglas de la sana crítica, la practicada en autos,
conforme a las más amplias facultades que a tal fin le otorga el artículo 97.2 de la Ley de
Procedimiento Laboral.
El Magistrado de instancia, valorando las pruebas practicadas, formó su convicción
plasmada en el «factum», que ha de mantenerse al no apreciarse error en aquella
valoración.
Por ello, en el presente supuesto, las modificaciones solicitadas son irrelevantes para la
resolución del fallo y se apoyan en el acta de la vista, documento inhábil para la revisión
fáctica, en este recurso extraordinario cual es el de suplicación.
El relato de hechos probados queda, por tanto, inmodificado.
SEGUNDO Bajo el correcto apoyo procesal ?art. 191 c) LPL (RCL 1995, 1144, 1563)? se
denuncia por la recurrente la infracción por incorrecta aplicación del art. 41 ET. (RCL 1995,
997)
Argumenta la recurrente que de «la persistencia en el tiempo del servicio de autobús,
acredita la voluntad empresarial de establecer un derecho a favor de los trabajadores por
encima y mejorando las condiciones pactadas en el Convenio Colectivo (LEG 2005, 2017)»
recogido en la sentencia recurrida, no puede concluirse que el servicio de autobús, del que
disfrutaban los trabajadores de la demandada desde 1994 hasta 2005, constituye un
derecho laboral a favor de los trabajadores, pues no ha sido acordado o conferido a
instancia de la empresa, sino que forma parte de las condiciones de traslado que se
pactaron entre la aquí recurrente y la sociedad arrendadora de las instalaciones.
No estamos, a su juicio, ante un derecho adquirido a favor de los empleados, por cuanto no
ha existido voluntad expresa por parte de la empresa por la concesión de dicho derecho,
siendo cierto que dicho disfrute ha venido motivado por circunstancias fácticas distintas.
Sin embargo, del inmodificado relato fáctico vemos que la empresa ha mantenido el servicio
de transporte para sus trabajadores desde 1973, sin interrupción, habiendo suprimido
dicho servicio por notificación a todos los trabajadores el 5-7-05.
La construcción de la figura de la condición más beneficiosa de creación jurisprudencial
basada fundamentalmente en el artículo 9.2 de la Ley de Contrato de Trabajo (RCL 1944,
274), se configuró inicialmente con un carácter individual alcanzando su consagración, entre
otras, en las sentencias del 31 de octubre de 1961 (RJ 1961, 4363) y 25 de octubre de
1963 (RJ 1963, 4413). Esta fuente de obligación que no nacía de un mandato legal, ni de la
norma acordada, sino en virtud de un pacto individual o concesión de esta naturaleza
otorgada o concedida individualmente por el empresario, como señalaba la sentencia del
Tribunal Supremo de 15 de marzo de 1971 (RJ 1971, 1277), al indicar «que dichas
condiciones se incorporan al nexo de trabajo han de ser respetadas como derechos
adquiridos, en tanto subsista la relación laboral, y ello incluso cuando resulten afectadas
por una distinta regulación, emanada con posterioridad de un convenio, ya que si bien estos
una vez aprobados alcanzan plena obligatoriedad, y se sobreponen a las reglamentaciones
básicas, ello no implica que sea lícito, apoyándose en ellos desconocer o lesionar situaciones
anteriores consolidadas al amparo de pactos, usos y prácticas singulares que por su
atribución personal y específica hacen innecesarias una cláusula de mantenimiento dentro
del texto de la nueva ordenación, sino que subsisten de modo implícito», argumentación
reproducida en las importantes sentencias de 20 de abril de 1966 (RJ 1966, 2666) y 10 de
junio de 1964 (RJ 1964, 3870), o como indica la de 20 de septiembre del mismo año , es
«de condición personal y de cuantía fija, naturaleza individual» naturaleza esta que
aparecía recogida en el artículo 3º de la antigua Ley de Convenios Colectivos de 24 de abril
de 1958 (RCL 1958, 762) cuando se refería a situaciones obtenidas por los trabajadores
individualmente. Sin embargo, esa condición inicial se fue ampliando admitiendo que la
posibilidad de que el beneficio ofertado sin «contraprestación» se concediese a una
pluralidad de trabajadores, siempre que inicialmente naciese de ese ofrecimiento unilateral
del empresario, que aceptado, se incorpora a los respectivos contratos de trabajo, por lo
que el problema que surge en estos supuestos, se limita a determinar si se está ante esa
condición vinculante, al constituir una oferta o acto propio emitido como fuente de
obligación jurídica, acto propio que adquiere ese carácter por aplicación del 1254 del CC
(LEG 1889, 27), o únicamente ante una condición graciosa, otorgada sin esa voluntad. Se
amplió así la fuente origen de la condición más beneficiosa, alcanzando a los actos y pactos
de empresa, que no tienen naturaleza de convenio, llegándose así a la condición más
beneficiosa de carácter colectivo. Las notas diferenciadoras entre la concesión graciosa y
la condición más beneficiosa radica, en la habitualidad, regularidad, persistencia y disfrute
en el tiempo, siempre que esa persistencia sea indicativa de la voluntad del empresario de
reconocer el beneficio. Es decir si existió esa oferta emitida, como expresión del
consentimiento, con carácter vinculante y que aceptada expresa o tácitamente por los
trabajadores dio origen al derecho que se reclama. A la luz de estas notas se impone su
examen para determinar si estamos ante una condición más beneficiosa de carácter
colectivo o por el contrario ante una mera liberalidad de la empresa.
Para que se dé la condición más beneficiosa no basta la persistencia en el tiempo, lo
fundamental es que la ventaja que se concede se haya incorporado al nexo contractual en
virtud de un acto de voluntad constitutivo, es decir, cuando se prueba la voluntad
empresarial a distribuir a sus trabajadores dicha ventaja o beneficio, STS 21.1194 (RJ
1994, 8718) y 16.0198 (RJ 1998, 455).
La condición más beneficiosa así configurada sólo tiene vigencia mientras las partes no
acuerden otra cosa.
De lo expuesto lo que si ha quedado acreditado es que este derecho colectivo de los
trabajadores debió para su modificación, seguir los trámites del art. 41 ET (RCL 1995,
997) y no ser suprimido de forma unilateral por la empresa, salvo que concurrieran las
causas que legalmente le autorizan a modificar condiciones sustanciales del contrato de
trabajo y seguirse el procedimiento previsto al efecto.
Está claro que «ni es suficiente con que el beneficio se disfrute reiteradamente en el
tiempo ni tampoco es preciso esa nota de duración o permanencia para que exista esa
obligación. Lo esencial es determinar si ha existido un acto de voluntad empresarial de
obligarse para el futuro» y eso ha quedado acreditado a lo largo del procedimiento,
debiendo en consecuencia, con desestimación del recurso, confirmar la sentencia de
instancia.
A tenor de lo dispuesto en el art. 233 LPL (RCL 1995, 1144, 1563) el recurrente vencido
que no gozara del beneficio de justicia gratuita, vendrá obligado al pago de las costas del
procedimiento.
FALLAMOS
Que debemos desestimar y DESESTIMAMOS el recurso de suplicación interpuesto por
Unisys España, SA contra sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 29 de los
de Madrid, de fecha 24-02-06, en virtud de demanda formulada por el Comité de Empresa
De Unisys España, SA contra Unisys España, SA, en reclamación sobre CONFLICTO
COLECTIVO, y en consecuencia debemos confirmar y CONFIRMAMOS la sentencia de
instancia.
A tenor de lo dispuesto en el art. 233 LPL (RCL 1995, 1144, 1563) se imponen las costas a
Unisys España, SA
Notifíquese la presente resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de
Justicia de Madrid, haciéndoles saber que contra la misma solo cabe RECURSO DE
CASACIÓN PARA LA UNIFICACIÓN DE DOCTRINA que se preparará por escrito ante
esta Sala de lo Social dentro de los DIEZ DIAS siguientes a la notificación de la sentencia
de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 2l9, 227 y 228 de la Ley Procesal Laboral (RCL
1995, 1144, 1563), advirtiéndose en relación con los dos últimos preceptos citados que el
depósito de los 300,51 euros (50.000 pesetas) deberá efectuarse ante la Sala de lo Social
del Tribunal Supremo al tiempo de personarse en ella en su cuenta núm. 24l0 del Banco
Español de Crédito, Oficina 1006 de la calle Barquillo núm. 49, 28004-Madrid, por todo
recurrente que no tenga la condición de trabajador o causahabiente suyo o beneficiario del
régimen público de la Seguridad Social, mientras que la consignación del importe de la
condena deberá acreditarse, cuando proceda, por el recurrente que no goce del beneficio
de justicia gratuita ante esta Sala al tiempo de preparar el recurso, presentando
resguardo acreditativo de haberla efectuado en la c/c núm. 287600000033112006 que
esta Sección Quinta tiene abierta en el Banco Español de Crédito, Oficina 1026 de la Calle
Miguel Angel núm. 17, 28010-Madrid, pudiéndose sustituir dicha consignación en metálico
por el aseguramiento mediante aval bancario en el que se hará constar la responsabilidad
solidaria del avalista.
Expídase testimonio de la presente resolución para su incorporación al rollo de esta Sala.
Así, por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
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