sexo. Así, es bien sabido que existe un incremento considerable en la capacidad de respuesta desde el nacimiento a la pubertad, para descender posteriormente y declinar con la vejez; por otro lado, los varones (o las hembras en las personas de raza negra) y los fumadores presentan en general una capacidad de respuesta superior. El factor geográfico puede ser especialmente importante cuando en las inmediaciones de los asentamientos humanos existen grandes extensiones de fuentes emisoras de pólenes con carácter alergógeno lo que, con toda lógica, siempre debería ser mayor en el medio rural, un hecho que contradice la mayor incidencia alérgica detectada en las áreas urbanas. Todo, pues, parece indicar que en las grandes ciudades la exposición a los alérgenos -sobre todo polínicos- es mucho más importante, tal vez debido a la mayor acumulación de granos a causa de fenómenos físicos inherentes a la propia estructura de las ciudades, y pudiéndose atribuir el mayor número de individuos altamente sensibles en dichos medios a la autoselección, pues los individuos atópicos a menudo emigran hacia los centros urbanos huyendo de las áreas rurales, por lo general focos importantes de antígenos polínicos. Además, en los últimos años se ha observado un aumento muy importante de los niveles de atopía en las poblaciones humanas de casi todos los países y a veces, incluso, entre los inmigrantes a países desarrollados y que en sus lugares de origen no presentaban sensibilidad. Es posible que este incremento se deba al aumento de la contaminación atmosférica, y que ello comporte una acción sinérgica, o se deba a alteraciones fisiológicas habidas durante la infancia debido a cambios en el sistema inmunitario, el uso indiscriminado de antibióticos, la utilización generalizada de vacunas, etc., en definitiva al desarrollo de nuevas enfermedades sociales ligadas a los cambios en la forma de vida. m . 2 . 6 . 1 . El concepto de flora alergógena Como es bien conocido, en determinadas épocas del año algunas plantas producen grandes cantidades de polen que, si llegan a los lugares poblados, pueden producir en las personas sensibles un síndrome que se conoce con el nombre de polinosis o alergia polínica. Dicha enfermedad se ha definido como la capacidad alterada, específica y adquirida de reaccionar frente a una sustancia externa, en nuestro caso el polen, una reacción variable según el individuo y transmisible genéticamente. Polinosis y geografía están íntimamente ligadas, pues tanto la distribución de las plantas como la de las poblaciones humanas son los factores que más relación guardan con la incidencia del fenómeno, de tal manera que donde la población es alta mayor es la probabilidad de polinosis, y donde no hay plantas ésta se reduce considerablemente o desaparece. En cualquier caso, las plantas necesitan cumplir una serie de requisitos para que puedan ser consideradas como potencialmente alergogénicas. Así, en primer lugar, es necesario que produzcan abundante polen y que éste sea fácilmente transportable por el viento (granos ligeros y pequeños, de 15-50 micró-