el mercado latibex, un instrumento eficaz para las

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BRASIL
EL MERCADO LATIBEX, UN INSTRUMENTO
EFICAZ PARA LAS EMPRESAS
LATINOAMERICANAS: EL CASO DE BRASIL
Antonio J. Zoido Martínez*
La necesidad de conectar América Latina con el euro es la idea básica que dio origen a Latibex, como mercado que ofreciese a las compañías latinoamericanas una vía de acceso a las
fuentes de financiación europeas. En este artículo se explica su proceso de creación, en el que
la Bolsa española era el puente natural entre los dos ámbitos financieros, y su importancia
como mercado de valores latinoamericanos en euros. Se ofrece, además, un análisis de la evolución de la inversión extranjera en América Latina, finalizando con un detallado examen del
decisivo papel que desempeña la economía de Brasil en el desarrollo de este mercado.
Palabras clave: inversiones internacionales, financiación exterior, mercado de valores, bolsa,
América Latina, Brasil, España.
Clasificación JEL: F23, G14, G15, O16, O54.
1.
La necesidad de financiación
en América Latina
Hace años que la Bolsa de Madrid sigue muy de cerca la evolución económica de América Latina. Cuando
se creó Latibex, en diciembre de 1999, la Bolsa concretó su interés en una apuesta estratégica y desde entonces ha asumido un compromiso de largo plazo con
las compañías de la región y con los inversores españoles y europeos que comparten este interés en ellas.
* Presidente de la Bolsa de Madrid.
La idea que dio origen a este proyecto, que luego se
desarrollará con detalle, puede resumirse en cuatro
palabras: conectar Latinoamérica al euro. En aquel
momento el euro arrancaba como moneda única para
casi todos los países de la Unión Europea, el mercado
de valores se estaba transformando y los recursos financieros disponibles alcanzaban un volumen extraordinario. Había que construir un mecanismo que
ofreciese a las compañías latinoamericanas una vía de
acceso a esta nueva fuente de financiación, un puente
entre Europa y América Latina. Y la Bolsa que estaba
en mejores condiciones para hacerlo era la española:
por la tradicional relación con los mercados de la región, por la facilidad del idioma, por la similitud de las
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normativas mercantiles y de las tecnologías de contratación y por el inmediato apoyo que se demostró
por las autoridades españolas. Ésta es la filosofía que
subyace en Latibex, el Mercado de Valores Latinoamericanos en euros.
Esta estrategia trasciende a la coyuntura de los mercados, incluso cuando el panorama que contemplamos
es más bien sombrío, como ha sucedido en los últimos
tres años. Sin embargo, es importante seguir de cerca
la evolución de la coyuntura y diseñar las políticas y
tácticas de gestión en consecuencia. Por fortuna, Latinoamérica está hoy en el punto de mira de los inversores, aunque por razones muy diferentes a las que han
dominado los últimos tres años. Ya parece vislumbrarse más claridad en el paisaje, o al menos los inversores
comienzan claramente a percibirlo así. Sólo un breve
apunte coyuntural antes de entrar en el fondo de la
cuestión. En los primeros nueve meses del año 2003 los
mercados latinoamericanos se han recuperado de gran
parte del terreno perdido en 2002. Un síntoma evidente de esta nueva percepción ha sido la favorable acogida que han tenido buena parte de las emisiones de deuda soberana latinoamericana que se han realizado en
estos últimos meses. La caída de la prima de riesgo
brasileña hasta el nivel de los 650 puntos básicos (pb)
—desde los más de 2.000 pb alcanzados en septiembre
del año pasado— reafirma este planteamiento.
En cuanto a la evolución de la renta variable, destaca
la fuerte recuperación de la Bolsa brasileña que, en menos de un año, desde los mínimos marcados a mediados
de octubre de 2002, se ha revalorizado más de un 80
por 100 en moneda local (un 90 por 100 en euros). En el
diversificado índice FTSE Latibex, donde los valores de
Chile, México, Perú y Puerto Rico suman una ponderación de casi un 48 por 100, el crecimiento en este mismo
período ha sido cercano al 50 por 100 a pesar de la evolución dólar/euro, que ha pesado negativamente durante 2003 en los precios expresados en la divisa europea.
Sin embargo, este escenario optimista no puede
ocultar el problema de fondo que se ha venido percibiendo desde la Bolsa de Madrid en los últimos años:
las empresas latinoamericanas tienen dificultades
para acceder a los mercados de capitales, sobre todo
internacionales y, por lo tanto, para financiarse.
La tendencia a la internacionalización de las fuentes
de financiación ha abierto nuevas puertas al crecimiento de muchas empresas pero, desgraciadamente,
estas mismas puertas se han cerrado para otras. En
América Latina el problema de la financiación es el que
más preocupa a las empresas de la región. La complicación para encontrar líneas de crédito en las entidades bancarias se agrava por la dificultad que experimentan al acceder a los mercados de capitales. De hecho, en la última década, se ha venido generando un
círculo vicioso en el que las empresas latinoamericanas
acceden poco a los mercados de capitales locales y, a su
vez, éstos van perdiendo tamaño por la falta de productos financieros que negociar, lo que además va restando atractivo para que las empresas acudan a ellos, volviendo así al principio del círculo. Salir a buscar financiación a los mercados de capitales internacionales, por
definición, parece reservado sólo a un pequeño grupo
de grandes empresas, con lo cual la gran mayoría de
las empresas de América Latina se enfrenta a un problema estructural de difícil solución.
De hecho, según una encuesta publicada recientemente por el Banco Mundial, las empresas latinoamericanas consideran que el principal obstáculo para su
desarrollo es la financiación. Un tercio de las empresas lo creía así, considerándolo muy por encima de
otras barreras como los impuestos, las regulaciones o
la inestabilidad política.
Si analizamos los flujos de capital recibidos por
América Latina desde 1990 podemos observar, a partir de mediados de la década, un notable incremento
impulsado por la inversión extranjera directa (IED),
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GRÁFICO 1
EVOLUCIÓN DE LA INVERSIÓN
EXTRANJERA DIRECTA Y EN CARTERA
EN AMÉRICA LATINA
(En millones de dólares)
80.000
60.000
40.000
20.000
0
–20.000
–40.000
90
19
91
19
92
19
93
19
94
19
95
19
96
19
97
19
98
19
99
20
00
20
01
20
02
–60.000
19
sobre todo procedente de España y Estados Unidos.
De 1994 a 2001 estas inversiones se triplican pasando
de 22.800 millones de dólares a 67.200, según el Banco Mundial (véase Gráfico 1).
Sin embargo, el año 2001 supuso el punto de inflexión y se ha producido una fuerte caída en los ejercicios 2002 y 2003 (primer semestre). Esto coincide con
las numerosas noticias de paralización o al menos ralentización del ritmo de la inversión de las grandes
empresas españolas y norteamericanas en América
Latina. En 2002, la IED se situó en 42.500 millones de
dólares, un 37 por 100 menos que el año anterior. Y en
el primer semestre de 2003, México y Brasil juntos
apenas superan los 9.000 millones de dólares. A pesar
de ello, debemos reconocer que las cifras son suficientes para cubrir el saldo de la cuenta corriente en ambos países y que las estimaciones del tercer trimestre
indican un repunte.
Si excluimos los flujos de IED, las principales fuentes de capital exterior hacia la región, es decir, inversiones de cartera y otras inversiones, han seguido una
pauta diferente en los últimos años. En los primeros
años noventa los inversores internacionales —y entre
ellos los europeos— mostraron un creciente interés
por Latinoamérica. Las reformas liberalizadoras de
las economías de la región y la mayor estabilidad política de sus gobiernos, condujeron a la mayoría de estos países a importantes sendas de crecimiento. Esto
aseguró un espacio a los grandes valores cotizados latinoamericanos en las carteras de inversión de los fondos de inversión internacionales.
Así, los inversores institucionales, durante la primera mitad de los años noventa, aportaron fondos que
llegaron hasta los 40.000 millones de dólares anuales
en 1992. Sin embargo, comenzaron a invertir menos
en la segunda mitad y a, partir de 1999, han retirado
claramente sus posiciones de la región. Esta tendencia ha tenido su máximo exponente en el año 2001, en
Inv. en cartera + otras inversiones
Inversiones directas de capital
FUENTE: Banco Mundial, Bovespa, Bolsa Mexicana de valores y elaboración propia.
el que se han retirado unos 40.000 millones de dólares
de la región, en su mayoría desinversiones en empresas no cotizadas. La participación europea en estos
flujos de inversión de cartera ha sido inferior a la norteamericana, incluso en términos proporcionales. La
escasa información sobre las economías latinoamericanas y sus compañías, así como las barreras técnicas
y legales que ha de afrontar el inversor son dos de las
causas principales.
En el caso brasileño, las inversiones extranjeras en
empresas cotizadas en Bovespa están regresando a lo
largo de 2003 y han aportado un volumen acumulado
de 1.100 millones de dólares hasta agosto, animados
por el avance de las reformas contenidas en el programa económico del gobierno del Presidente Lula. En
México, la caída de estos inversores fue más suave en
2002 y en 2003 mantienen una tendencia al alza moderada.
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Por tanto, aunque la inversión extranjera directa
ha compensado con creces la retirada de los inversores de cartera de América Latina en los últimos cuatro años, esto no debe ocultarnos el problema estructural con el que conviven las empresas de la región: la
dificultad de financiarse y de acceder a los mercados
de capitales locales y más aún internacionales.
En contraste con lo expuesto hasta ahora, la disponibilidad de fondos para las empresas en Europa, proporcional al tamaño del mercado de capitales, ha crecido
de modo espectacular en los últimos diez años. Los activos manejados por los fondos europeos de inversión se
han multiplicado por siete, alcanzando en marzo de
2003 los 42 billones (millones de millones) de euros1.
Casi la mitad de estos fondos se invierten en renta variable. Algo similar ha sucedido con los fondos de pensiones, que gestionan una cifra parecida.
Es decir, se trata de un mercado cuyos inversores
institucionales gestionan unos siete billones de euros,
cantidad 20 veces superior a la que se maneja en
América Latina. Si bien el tamaño es todavía inferior
al del mercado del dólar —representa cerca de un 40
por 100 de éste— las cifras son más que atractivas a
la hora de considerar una diversificación en la divisa
en la que financiarse.
Característica notable del mercado de capitales europeo ha sido la creciente participación de los inversores individuales en él. En particular en el mercado
bursátil su presencia ha ido aumentando en los años
noventa hasta alcanzar su máximo en 2000. La bajada de los índices lo ha retraído desde entonces, si bien
no han abandonado sus posiciones en su mayoría.
Las posibilidades que para las empresas de un determinado país ofrece este mencionado crecimiento
1 Estadísticas publicadas por la Federación Europea de Fondos y
Sociedades de Inversión (FEFSI). Marzo 2003.
del mercado de capitales, sobre todo del bursátil, son
enormes. De hecho, la financiación de las empresas se
ha orientado hacia los mercados, y en particular hacia
la emisión de acciones, en especial desde mediados de
los años noventa, en detrimento de la financiación
bancaria.
El aprovechamiento que las empresas españolas
han obtenido de este cambio de situación ha sido
muy notable. Tanto que les ha permitido financiar su
crecimiento hacia el exterior, su expansión internacional. España ha pasado de ser un país receptor de
fondos a ser un gran exportador de fondos, sobre todo
hacia la Unión Europea y América Latina, en tan
sólo cinco años.
Las cifras de fondos captados en el mercado bursátil
español son de extraordinario tamaño. El valor efectivo de las ampliaciones de capital realizadas por las
empresas cotizadas en la Bolsa de Madrid durante el
período 1998-2001 asciende a 115.000 millones de euros, de los que 64.175 millones han sido utilizados por
las empresas emisoras para financiar su expansión
internacional.
Las empresas han recurrido al mercado bursátil de
forma creciente, alcanzando cifras sin precedentes,
gracias a la profundidad de la demanda que generan
los inversores del euro. Si esta ecuación se ha cumplido con gran éxito para las empresas españolas, ¿por
qué no ensayarla también para las empresas latinoamericanas? Se trata de abrir una vía nueva para que
las compañías de América Latina puedan acceder a
una financiación alternativa a la que ahora utilizan,
que de un lado les resulta escasa —según hemos visto
antes— y de otro, en su vertiente internacional está
muy concentrada en el mercado norteamericano. Esta
puerta de entrada al mercado del euro constituye en sí
misma una oportunidad que da una dimensión nueva
al mercado español, hasta ahora muy centrado en las
propias empresas españolas.
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Por tanto, Latibex, el Mercado de Valores Latinoamericanos en euros, fue creado como respuesta a
este reto por la Bolsa de Madrid con la colaboración de
las demás bolsas españolas. Surge además como punto de conexión entre los mercados de valores de ambos
lados del Atlántico, para integrar en el proyecto a
otros mercados de América Latina. Actualmente participan en el mercado las Bolsas de Colombia, Santiago de Chile, São Paulo y Venezuela. Los retos que
afronta son grandes, como dar a conocer las empresas
de la región entre los inversores europeos y convencerles de que invertir en aquéllas a través de un mercado en euros establecido en su propio terreno de juego es lo más eficiente.
2.
Latibex, un instrumento polivalente y eficaz
Latibex es un mercado en el que se negocian valores
latinoamericanos en la divisa única europea, el euro.
Ofrece a los inversores un único punto donde contratar blue chips latinoamericanos y liquidar sus operaciones. Los desarrollos técnicos que soportan el mercado garantizan al inversor un funcionamiento eficiente y una gran facilidad operativa.
Gracias a la singularidad de su diseño, el mercado
aporta a las empresas que en él cotizan una excelente
fórmula de promoción entre los inversores europeos,
además de una herramienta de financiación y de mejora de la liquidez de sus acciones. Consigue así algo
más que un ámbito adecuado para comprar y vender
valores. Latibex se convierte en un motivo constante
para el acercamiento de las economías latinoamericanas y la europea. Cabe destacar que esto se ha producido muy especialmente en el caso de Brasil, como luego veremos.
Conviene recordar en este punto que la concepción
de Latibex es radicalmente distinta a la de otros centros de negociación internacional, debido al grado de
apertura hacia los mercados de origen y al reconocimiento de su normativa. Algunas particularidades
que hacen de Latibex un mercado tan especial son:
· Que acepta y publica la misma información que
las emisoras envían a la bolsa y a la autoridad supervisora de su mercado de origen.
· Que admite a intermediarios de otras bolsas latinoamericanas como miembros del mercado con acceso
directo a la contratación.
· Que en él se negocian las mismas acciones que en
los mercados origen y no ADRs (American Depositary
Receipts). Además de abaratar la negociación, esto
permite al inversor participar directamente en todas
las operaciones financieras y actividades societarias
como ampliaciones de capital, asambleas de accionistas, etcétera. De hecho, en estos momentos se están
negociando en Latibex los derechos de suscripción correspondientes a la ampliación de capital que tiene
abierta la compañía eléctrica chilena Enersis a la que,
por supuesto, podrán acudir fácilmente cuantos accionistas en Latibex así lo decidan.
· Que cuenta con intermediarios especialistas que
fomentan la liquidez del mercado ofreciendo constantes contrapartidas a los inversores. Asimismo, arbitran los precios con los mercados de origen con lo que
logran una alta correlación entre precios de cierre, a
pesar de la diferencia horaria.
Por otro lado, con el fin de dotar de la máxima visibilidad al mercado y sus valores, la Bolsa de Madrid
y FTSE, la compañía gestora de Índices del Grupo Financial Times, crearon el índice FTSE Latibex All
Share. Este índice es el único sobre valores latinoamericanos que se calcula en tiempo real. El próximo
objetivo sería la creación de un índice selectivo compuesto por las empresas más importantes de América Latina, que sirva como subyacente para la emisión de productos derivados (opciones, futuros, warrants, etcétera).
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El índice FTSE Latibex, resulta en la actualidad
muy representativo como referencia del conjunto de la
región. Su correlación con otros índices regionales
como MSCI Latam o FTSE Latam es muy elevada (95
por 100 coeficiente correlación precios), por lo que ya
hay gestores de fondos de renta variable latinoamericana que lo han tomado como índice de referencia
para sus carteras. Latibex ofrece una excelente exposición a Latinoamérica con importantes valores.
En términos absolutos los 27 valores cotizados acumulan una capitalización de 82.000 millones de euros,
lo que supone un 20 por 100 de la Bolsa española y posiciona al mercado como el tercero de Latinoamérica
por capitalización, después de Brasil y México.
Las empresas más grandes de América Latina han
visto la oportunidad que les ofrece Latibex. Las cuatro
compañías más grandes de la región cotizan en Latibex (Telmex, Petrobras, CVRD y América Móvil). Seis
de los diez valores más importantes se negocian en
este mercado. Todos ellos avalan con su elección la
credibilidad del mercado.
Brasil es el país con mayor peso en la capitalización
de Latibex, un 52 por 100. Le siguen México con un 42
por 100, Chile 5 por 100 y los restantes con un 1
por 100 (Argentina, Puerto Rico y Perú).
En cuanto a los sectores representados, se ha conseguido una interesante diversificación. Están presentes los correspondientes a Telecomunicaciones, Petróleo y Gas, Financiero, Minería, Eléctrico, Siderurgia,
Distribución, Papelero, Químico e Inversión.
Cabe destacar, desarrollando lo apuntado anteriormente, que Latibex acaba de dar un paso muy importante, al convertirse en el primer mercado del mundo
que cuenta con intermediarios propios en ambas orillas del Atlántico. La primera entidad en abrir camino
ha sido la brasileña Bradesco Corretora que forma
parte del grupo Bradesco, primera entidad financiera
privada de Brasil.
La incorporación de miembros remotos desde Latinoamérica no sólo es relevante por ser la precursora
de un nuevo modo de entender el mercado de valores
sino que, además, aporta al mercado un alto componente de conocimientos sobre los valores cotizados de
la región. Adicionalmente, apoyados por el alto volumen de negociación que realizan en origen en estos
valores, estarán en disposición de aportar oferta y
demanda adicional y de realizar operaciones de arbitraje de precios entre mercados, con su correspondiente impacto positivo sobre la liquidez de estos valores, tanto en Latibex como en sus mercados de origen.
En definitiva, Bradesco Corretora abre, con su incorporación a Latibex, una nueva y decisiva fase en el desarrollo de este mercado que, fiel a sus principios fundacionales, avanza en la línea de la coordinación e interrelación de los mercados de valores latinoamericanos.
Los miembros latinoamericanos de Latibex también lo
son de sus bolsas de origen, por lo que se trata —en
realidad— de miembros comunes de ambas bolsas. Por
tanto, Bradesco Corretora y los próximos intermediarios que sigan su camino, estarán abriendo una importante vía de comunicación entre sus mercados de origen y una plataforma de negociación supranacional
como es Latibex, lo que amplía sus posibilidades de desarrollo de negocio y, en definitiva, se plantea como
una aportación al problema de fragmentación de los
mercados de valores latinoamericanos, auténtica barrera de entrada a la inversión institucional.
Se debe, por último, mencionar que Latibex, al
igual que la Bolsa de Madrid, se integra en Bolsas y
Mercados Españoles (BME), el grupo empresarial
creado recientemente para aglutinar todas las actividades de contratación y liquidación de los mercados
de valores en España, incluyendo acciones, renta fija
y productos derivados. BME es un instrumento definitivo en la consolidación del mercado español, que
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gana así en tamaño, eficiencia y competitividad, mejorando y unificando su posición en el entorno europeo.
En este sentido, el mercado Latibex cuenta con una
posición idónea para encontrar sinergias con otras actividades que ha desarrollado BME en el marco de la consultoría y la cooperación con las bolsas latinoamericanas. Por citar algunas de la más recientes, podemos hablar de la venta del sistema de contratación SIBE a la
Bolsa de Quito, la instalación del sistema de routing de
órdenes de Visual Trader en la Bolsa de Santiago de
Chile y la venta del sistema de contratación de MEFF al
mercado mexicano de derivados MexDer a cambio de
una participación significativa en su capital.
3.
Brasil: primera economía en Latibex
El tema que ocupa este número de Información Comercial Española nos invita a detenernos en la presencia de Brasil en la génesis de Latibex y en la importancia que su economía, a través de sus empresas
e intermediarios, tiene y tendrá en el desarrollo de
este mercado.
Cuando se diseñó la estructura y funcionamiento de
Latibex en 1999, se decidió otorgar un papel relevante
a las bolsas que en los distintos países latinoamericanos gestionaban la contratación de valores. La primera
bolsa que percibió la trascendencia del proyecto fue la
Bolsa de Rio de Janeiro. En octubre de 1999 firmó con
la Bolsa de Madrid el primer convenio de coordinación
destinado a ser soporte de un mercado que estaba por
nacer. Este convenio facilitaba a las compañías brasileñas la tarea de informar a los inversores europeos, al
asumir esta obligación la propia Bolsa de Rio. Los intermediarios miembros de esta Bolsa podrían además
participar como brokers en Latibex en la medida en
que la legislación española lo permitiese. Por otra parte, las tareas de compensación y liquidación de valores
se facilitaban extraordinariamente gracias a un acuer-
do suscrito entre el depositario central de valores brasileños (CLC) y su homónimo español (SCLV) que
decidieron interconectarse para permitir a los inversores traspasar sus valores entre Brasil y España, de
modo autonómico y con gran eficiencia.
Estas instituciones brasileñas supieron ver la ventaja que Latibex podría aportar tanto a las empresas
del país, como a los miembros de su propio mercado.
Las primeras contarían con una plataforma para darse a conocer en el nuevo entorno del euro; y a los segundos les ampliaba el ámbito de contratación a otros
valores de distintos países de América Latina y, por
qué no, a valores españoles y del resto de Europa en el
futuro. Huelga decir que para Latibex también resultaba un excelente respaldo el contar, desde el principio, con el interés de la bolsa de la principal economía
de la región.
Los procesos de consolidación interna del mercado
de valores brasileños hicieron que, al cabo de dos
años, la Bolsa de Rio y el CLC fueran absorbidas por
la Bolsa de São Paulo (Bovespa), que se había convertido en el centro de contratación más relevante de
Brasil. Desde el primer momento, Bovespa comprendió la herramienta que Latibex presentaba a la economía financiera de Brasil y asumió activamente todos
los compromisos anteriores, participando, como lo había hecho Rio, en los órganos de gestión y coordinación
de Latibex y colaborando para que más empresas pudiesen incorporarse a este mercado.
Pero si hay un beneficiario claro de Latibex en América Latina, es, sin duda, el empresariado brasileño.
Las compañías que más rápido han comprendido y
aprovechado el potencial que ofrecía Latibex han sido
las brasileñas, tanto en su faceta de instrumento promocional de su marca o como apoyo en la relación con
los inversores europeos e, incluso, como fórmula de financiación. Doce de las veintitrés compañías que cotizan en Latibex son brasileñas. La papelera Aracruz
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BRASIL
GRÁFICO 2
LATIBEX: AMÉRICA LATINA EN EUROS
PUERTO RICO
MÉXICO
SANTANDER BANCORP
TELMEX
BBVA BANCOMER
AMÉRICA MÓVIL
BRASIL
C. VALE DO RIO DOCE
NETSERVICOS
ARACRUZ CELULOSE
SUZANO
ELETROBRÁS
BRADESCO
BRADESPAR
PERÚ
VOLCAN
COPEL
PETROBRAS
CEMIG
SUZANO PT
GERDAU
BRASKEM
CHILE
ENDESA CHILE
ENERSIS
BANCO DE CHILE
D&S
ARGENTINA
B. RÍO DE LA PLATA
BBVA B. FRANCÉS
FUENTE: Bolsa de Madrid.
Celulose fue la primera en incorporarse acompañando
el lanzamiento del mercado en diciembre de 1999,
Companhia Vale do Rio Doce siguió en febrero de
2000, continuó Globo Cabo, hoy denominada Net Serviços de Comunicação, S. A., y fueron sumándose Eletrobras, Suzano de Papel e Celulose, Bradesco, Bradespar, Copel, Petrobras, Cemig, Suzano Petroquímica y Gerdau. La última incorporación es la de
Braskem, la mayor empresa química privada de Latinoamérica. Se trata de una excelente representación
de las mayores compañías del país en muy diversos
sectores.
Estas empresas, varias de las cuales incorporan dos
series diferentes de acciones, aportan al índice FTSE
Latibex All Share un total de 16 valores y suman un
52 por 100 de la ponderación del índice. Es decir, el
FTSE Latibex tiene un sabor brasileño más marcado
que algunos otros índices latinoamericanos, donde
Brasil no llega a cubrir la mitad del peso y se encuentra más equilibrado con México. Lejos de ser una desventaja, este rasgo diferencial es apreciado por algunos gestores como una forma de sesgar un poco su inversión hacia Sudamérica infraponderando a México,
que está cada vez más vinculado a Estados Unidos y
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BRASIL
cuya estructura económica es menos emergente que el
resto de América Latina.
Ya hemos mencionado en el apartado anterior la
importancia que tiene para Latibex el contar con intermediarios del otro lado del Atlántico. También aquí
ha sido Brasil quien se ha anticipado a través de Bradesco Corretora, el broker del Grupo Bradesco, banco
pionero en tantas otras áreas de negocio en Brasil. Su
participación en Latibex ha supuesto, además, la ac-
tuación coordinada de instituciones españolas y brasileñas. Al acuerdo específico de supervisión entre Latibex y Bovespa ha habido que añadir un convenio entre los reguladores de ambos países, CNMV y CVM,
así como la autorización especial del Banco Central de
Brasil. Todos ellos han mostrado una gran sensibilidad y visión de futuro y con su colaboración han abierto un camino que, sin duda, será muy beneficioso para
las economías financieras brasileña y española.
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