¿En qué situación se encuentra?

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Número especial – Noviembre 2009
Comisión Europea
¿En qué
situación se
encuentra?
ISSN 1830-8007
Revista del Espacio Europeo de la Investigación
La investigación europea
research*eu, la revista del Espacio Europeo de la investigación que pretende ampliar el debate democrático entre
la ciencia y la sociedad, está escrita por periodistas profesionales independientes. Presenta y analiza proyectos,
resultados e iniciativas cuyos actores, hombres y mujeres, contribuyen a reforzar y a federar la excelencia científica
y tecnológica de Europa. research*eu se publica en inglés, francés, alemán y español, a razón de diez números
al año, por la Unidad de Comunicación de la DG de Investigación de la Comisión Europea.
research*eu
Redactor jefe
Rédacteur
en chef
Michel Claessens
editorial
La gran integración
¿Hacia dónde se dirige la investigación europea? En el año 2000, al decidir los líderes de la Unión Europea crear un “Espacio Europeo de la Investigación” (EEI, que sería
para el conocimiento el equivalente de lo que es el mercado único para la economía),
actuaron con resolución para paliar uno de los principales puntos débiles de la Unión
Europea, a saber, la fragmentación de los programas y de las iniciativas de investigación. Casi diez años más tarde, la presente revista hace balance del camino recorrido…
¡y del que queda por recorrer!
En el contexto europeo actual, en el que las inversiones en investigación se están
estancando, ¿Europa todavía tiene peso en la ciencia mundial? Hay que plantear esta
pregunta. Sea cual fuere la respuesta, lo cierto es que la estrategia europea cuenta con numerosas innovaciones. El EEI promueve la integración y la cooperación a todos los niveles: no sólo entre investigadores e industriales sino también entre gestores y responsables, entre programas y políticas; y, especialmente con el Séptimo
Programa Marco de Investigación, más allá de las fronteras europeas. Por ejemplo, los países asiáticos están intentando importar el concepto a sus países. Soñar no cuesta nada ¿Y si la experiencia europea fuera precursora de
un “Espacio Mundial de la Investigación”? El futuro nos lo dirá. Por ahora, la realización del EEI es un paso importante hacia la instauración de una auténtica política europea de la investigación que, evidentemente, se espera
que sea fructífera. El futuro se está escribiendo ya hoy.
Michel Claessens
Redactor jefe
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número, no comprometen de forma alguna a la Comisión Europea
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esmero en la preparación de estos textos.
ÍNDICE
4
Europa
ij d
en la encrucijada
20 De
Descubrir los tesoros ocultos
Una nueva subvención para las PYMEs
anima a las perlas de la innovación europea.
ENTREVISTA
6 “Sólo la unión hace la fuerza”
José Manuel Silva Rodríguez, director
general de la Dirección General de Investigación, expone los avances del Espacio
Europeo de la Investigación y los obstáculos
que quedan por superar para su realización.
TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS
EUROSTARS
EU
PROGRAMACIÓN CONJUNTA
22 “Alzheimer”, una iniciativa piloto
Luchar contra la enfermedad de Alzheimer
se ha convertido en una prioridad para
los Estados miembros y los asociados,
que coordinan sus fuerzas con una
programación conjunta.
conjunta
INTERNACIONAL
8 Una potencia indiscutible
con fallos persistentes
La Unión Europea sigue siendo una potencia
ncia
científica de primer orden, pero está bajando
ando
puestos. La principal causa es la insuficiente
nte
financiación privada en investigación, en
n
particular, en las altas tecnologías.
BALANCE
10 ¿Quién ha hablado de Lisboa?
A la Unión Europea le falta mucho para
lograr su objetivo de invertir el 3 % del PIB
en investigación. Sin embargo, la estrategia
de Lisboa es más necesaria que nunca para
hacer frente a los desafíos del siglo XXI.
ESPACE
12 La investigación espacial,
un concentrado de EEI
La colaboración entre la Unión Europea
y la ESA, o la realización d
del Espacio
Europeo de la Investigación
en eel campo
espacial.
esp
¡D
¡Dibújame
Dibújame el E
EEI!
HISTORIA
16 La investigación europea, paso a paso
El Espacio Europeo de la Investigación,
lanzado en el año 2000, empezó a gestarse
en los años ochenta.
ORGANIZACIÓN
18 El EEI de un vistazo
Se puede hablar de la dinámica del Espacio
Europeo de la Investigación… o dibujarla.
COOPERACIÓN INTERNACIONAL
36 ¿Dónde se sitúan las fronteras de la
investigación?
La dimensión internacional del EEI
se plasma en la creación de alianzas
y la implantación de nuevas
as
estrategias de cooperación
n
científica y técnica.
38
Con la mirada
puesta en el 20200
ENTREVISTA
2244
C
Conseguir
onseguir una
integración con éxito
40 Forjar la investigación europea d
dell mañana
ñ
Anneli Pauli, directora general adjunta de
la Dirección General de Investigación, explica
los grandes principios que guían las actividades de carácter prospectivo promovidas
por Europa.
INVESTIGACIÓN ACADÉMICA
26 Las universidades en cuestión
La nueva autonomía en las universidades
europeas, impulsada por la Unión, debe
facilitarles su plena participación en la
economía del conocimiento.
MEDIO AMBIENTE
42 Un paquete completo de medidas
LA UE acaba de adoptar los siguientes
objetivos para el 2020: el 20 % menos de
gases de efecto invernadero, el 20 % más de
energías renovables, el 10 % más de biocarburantes. ¿Es factible? ¿Es suficiente?
REDES DE INVESTIGACIÓN
28 La unión hace la fuerza
¿Cómo se puede trabajar juntos?
Análisis de las iniciativas europeas en
materia de colaboración científica.
AGRICULTURA
INFRAESTRUCTURAS
14
34 Del laboratorio a la empresa
Las grandes líneas del trabajo que tiene que
llevar a cabo Europa en materia de transferencia de conocimientos y de la indisociable
cuestión de la propiedad intelectual.
30 Santuarios de la investigación
Tras haberse determinado cuáles eran las
infraestructuras europeas de investigación
más necesarias, ahora hay que poner en
marcha estos proyectos gigantescos…
MOVILIDAD
32 Con la mochila a cuestas
Un investigador, para ser competitivo,
debe ser móvil, una necesidad que tiene
que compaginar con la planificación de
su carrera, sus derechos sociales y su vida
familiar.
44 Replantear la investigación agronómica
Clima, energía y medio ambiente: los tres
desafíos fundamentales que tiene planteados la agricultura europea. Las futuras
tendencias del sector a grandes rasgos.
SALUD
46 Poner en práctica la innovación
La salud es una de las temáticas más apoyadas por la Unión Europea, tanto para poner
en práctica la innovación como para desarrollar una red de excelencia.
LA CIENCIA EN IMÁGENES
48 De ratones y hombres
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
3
© European Commission
© ESA
© Courtesy SLAC/ESFR
El investigador japonés
Susumu Yamamoto
trabajando en el laboratorio
del sincrotrón de Stanford
para estudiar reacciones
químicas de superficie.
4
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
Europa en
la encrucijada
© European Commission
“Nuestros socios a nivel internacional se sienten atraídos por Europa como
modelo de integración regional, pero cuando quieren emprender una cooperación determinada, se ven confrontados con múltiples actores públicos y con la
diversidad de las prioridades de investigación. El objetivo de nuestro marco
estratégico es entablar un diálogo con nuestros Estados miembros a fin de transformar el laberinto de la investigación europea en un Espacio Europeo de la
Investigación abierto al mundo, que atraiga a los mejores cerebros y contribuya
a asumir con éxito los grandes desafíos planetarios”. Estas palabras, pronunciadas
en septiembre de 2008, son de Janez Potočnik, Comisario Europeo de Investigación. Resumen perfectamente la postura actual de Europa: a pesar de las bazas
que posee, envidiadas en todo el mundo, tiene dificultades en encontrar su sitio
en un espacio de la investigación globalizado más multipolar que nunca.
China y la India se están convirtiendo en auténticos pesos pesados de la I+D,
Estados Unidos y Japón dominan los sectores dinámicos, Europa va perdiendo
terreno, al tener que arrastrar el peso de su pasado fragmentado. El famoso 3 %
del PIB europeo para invertir en la I+D, tan destacado en la estrategia de Lisboa
e indispensable para el establecimiento de una “economía basada en el conocimiento”, en absoluto se ha logrado, sobre todo por la insuficiente participación
de las empresas. ¿Acaso era una quimera? ¿La construcción de un Espacio Europeo de la Investigación (EEI) está estancada por eso? Aún es pronto para decirlo.
De todas formas, esta mezcla de resultados positivos y negativos no debe
hacer olvidar los éxitos ya acumulados por el EEI, especialmente en materia
de investigación espacial.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
5
ENTREVISTA
Dentro de poco se cumplirán diez años desde que se lanzó
el Espacio Europeo de la Investigación. ¿Qué avances se
han logrado en este tiempo? ¿Qué queda por hacer para
crear un sistema coherente y complementario de investigación
a nivel del continente? José Manuel Silva Rodríguez, la
persona al mando de la Dirección General de Investigación
de la Comisión Europea, nos hace un balance.
“Sólo la unión hace la
Pocos ciudadanos han oído hablar del
Espacio Europeo de la Investigación (EEI).
¿Podría explicar lo que es el EEI y describir las
ventajas de esta iniciativa para el ciudadano
europeo de a pie?
El EEI fue concebido para las centenas de
miles de mujeres y hombres que dedican su
vida profesional a la ciencia y al desarrollo tecnológico en Europa. Gracias a ellos avanzan
los conocimientos del ser humano, innovan las
empresas europeas, mejora nuestra calidad de
vida y Europa se impone como un gran centro del saber a nivel mundial.
El EEI tiene por objeto facilitar su trabajo,
hacer posible que ejerzan su profesión en las
mejores condiciones y maximizar así los avances de la investigación en Europa. ¿Pero cómo
se logra esto? Ante todo, liberando a los investigadores de los límites que las fronteras nacionales imponen a su trabajo, a su creatividad.
En cualquier lugar de Europa, un científico tiene que poder cooperar con sus homólogos sin
obstáculos, utilizar los mejores equipos de
investigación y tener acceso a todos los conocimientos disponibles en el continente. También debe poder trabajar en el país europeo
en el que sus conocimientos sean mejor explotados y valorizar su trabajo cooperando con
cualquier institución científica o empresa que
pueda explotar sus resultados con vistas a
hacer que avancen los conocimientos y la innovación en Europa.
6
Por lo tanto, el EEI designa al conjunto de las
actividades de investigación, programas e iniciativas políticas concebidos dentro de una perspectiva transnacional en Europa, para ofrecerles
a nuestros científicos un laboratorio de dimensión continental. Para la realización de este
concepto ya se han dado grandes pasos, pero
aún queda mucho por hacer. Los investigadores se suelen topar todavía con las barreras
nacionales. Así que hay que seguir avanzando
en los tres ejes en torno a los cuales gira el EEI:
crear un “gran mercado” de la investigación y la
tecnología; coordinar las actividades, los programas y las políticas nacionales de investigación;
y, si viene al caso, adoptar iniciativas e instrumentos concebidos para que puedan funcionar
en el ámbito europeo, como el programa marco de investigación de la Unión Europea.
¿En qué lugar se sitúa la investigación europea
con respecto a sus competidores internacionales?
¡En una posición excelente! En Europa tenemos centros de investigación y universidades de
renombre mundial, excelentes investigadores,
infraestructuras ejemplares y un extraordinario
capital de conocimientos.
El problema es que esta posición se ve amenazada. En proporción a su riqueza nacional,
al PIB, Estados Unidos invierte mucho más en
investigación que Europa. Otras grandes regiones del mundo, como Asia, se han convertido
en centros del conocimiento y en algunas áreas
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
son tan atractivas como la Unión Europea. Evidentemente, estoy hablando de China, pero
también de la India y Brasil. Es verdad que allí
la investigación no se puede comparar aún a
la de Europa o a la de Estados Unidos, porque
allí logran menos descubrimientos fundamentales y más desarrollo incremental o progresivo. Pero estos países poseen un enorme
potencial humano y un extraordinario dinamismo. Su fuerza, como la de Estados Unidos, es
ofrecer un amplio espacio de investigación
cuya dimensión no se puede comparar a la de
ningún país europeo tomado de forma aislada.
Por eso, la única forma de preservar e incluso
mejorar la posición de la investigación europea a nivel mundial es desarrollar el EEI.
¿La crisis económica no está poniendo en peligro
el avance del EEI?
Sí que ha habido un riesgo. Cuando estalló
la crisis, los países de la Unión Europea podrían
haber sentido la tentación de caer en el proteccionismo, incluyendo en el área de la investigación que, después de todo, es lo más preciado
para cada país. Afortunadamente, se evitó este
escollo. En diciembre de 2008, en plena crisis,
los 27 países de la Unión Europea adoptaron
por unanimidad con la Comisión Europea una
“visión” para acelerar el desarrollo del EEI. En
el ámbito presupuestario, las primeras estimaciones apuntan a que casi todos los países europeos
comprendieron la importancia de apoyar la
ENTREVISTA
investigación para preparar una salida de la crisis por arriba. De ahí que la mayoría de ellos
hayan mantenido las partidas presupuestarias
destinadas a la I+D.
La situación es más difícil para las empresas,
especialmente para las pequeñas empresas con
actividades de I+D, porque se han visto muy
afectadas por la crisis del crédito. Para ayudarlas,
la Comisión Europea, a través del Banco Europeo de Inversiones, ha aumentado los fondos
destinados a los préstamos para la investigación
y la innovación. Asimismo, implantamos tres
grandes programas de colaboración con
la industria para apoyar la I+D en los sectores
más afectados por la crisis: el automóvil, la
construcción y las tecnologías de fabricación.
En el 2010, el EEI celebrará los diez años
de su lanzamiento. ¿Qué es lo que ha logrado
hasta ahora? ¿Y qué grandes desafíos tiene aún
por delante?
Cuando el Comisario Busquin lanzó el objetivo de crear el EEI en el año 2000, todo estaba
por hacer. Parecía natural que la investigación
fuera programada y realizada casi enteramente
dentro de compartimientos nacionales casi
estancos. En diez años, se ha producido un
auténtico cambio de mentalidad. Todos los
gobiernos de Europa han comprendido que,
en materia de investigación, sólo la unión hace
la fuerza. Por ejemplo, hemos elaborado una
carta y un código de conducta para la carrera
© European Commission
fuerza”
y la contratación de los investigadores, que
han aceptado centenares de instituciones de
investigación europeas. Los 27 nos pusimos de
acuerdo sobre las grandes infraestructuras de
investigación que hay que construir en Europa
antes que nada. En la actualidad, contemplamos la creación de amplios programas transnacionales para hacer frente a los grandes desafíos
actuales de la sociedad. Estos programas serán
financiados con los presupuestos de investigación de los Estados miembros, así como con
los del programa marco comunitario.
Pero queda aún bastante por hacer. Se trata
de pasar de la teoría, de las buenas intenciones, a la práctica: aplicar de forma concreta y
plena los principios de la carta y del código
para los investigadores; reunir los presupuestos necesarios para lanzar la construcción de
las infraestructuras más necesarias y, dentro de
poco, los programas conjuntos… Queda mucho
camino por recorrer y debemos avanzar rápidamente para seguir siendo competitivos.
Hay que destacar otro desafío también. ¡El EEI
no debe ser concebido como una zona aislada
del resto del mundo, sino todo lo contrario! La
investigación europea se enriquece con los intercambios y las intensas interacciones con nuestros
socios extranjeros. El EEI debe promover que los
investigadores europeos se alíen con los mejores
científicos del mundo. Ahora bien, hasta ahora
cada país viene desarrollando sus actividades de
cooperación científicas internacionales de forma
17 de julio de 2009. José Manuel Silva Rodríguez,
director general de la Dirección General de Investigación (a la derecha), y Rolf-Dieter Heuer, director
general del CERN, firman un memorando de acuerdo
para reforzar la colaboración que existe desde
hace mucho tiempo entre las dos organizaciones.
casi completamente aislada. Cuando el ministro
de un país, o el presidente de un centro de investigación o de una universidad, viaja a China o a
Estados Unidos, ignora casi por completo lo que
sus colegas de los demás 26 países de la Unión
Europea han estado debatiendo con los mismos
interlocutores los días anteriores. Esta fragmentación es nefasta para que la investigación europea brille con luz propia en el mundo. Nuestros
grandes socios no negocian con una gran potencia científica, sino con una serie de pequeñas o
medianas naciones divididas. Por ello la Comisión
Europea propuso el año pasado que se instaurara una auténtica estrategia europea para la cooperación científica y tecnológica con el resto del
mundo: una estrategia que haga posible que
todos los países de la Unión Europea se expresen de forma coherente en el ámbito mundial y
que defiendan sus intereses comunes. Todos los
Estados miembros decidieron emprender este
camino poniéndose a trabajar con la Comisión
Europea. Es un trabajo a largo plazo, pero creo
que estamos preparando un avance fundamental
para la investigación europea y su auge mundial.
Declaraciones recogidas
por la redacción de research*eu
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
7
INTE
TER
RN
NAC
ACIIO
ONA
AL
El informe de 2008 de la Comisión
Europea, “A more research intensive
and integrated European Research
Area”, es una auténtica radiografía
del lugar del Espacio Europeo de la
Investigación (EEI) en el mundo.
Sus 169 páginas, llenas de gráficos
y cifras, permiten comparar los
resultados del EEI con los de sus
principales competidores, pero también
reflexionar sobre sus puntos débiles
y sobre los medios para tratarlos.
U
na pregunta para empezar: ¿Cuál era
la posición mundial de la Unión
Europea en 2006, año de las últimas
estadísticas disponibles? Estaba en un
puesto excepcional: primero por el número de
publicaciones científicas y segundo (por detrás
de Estados Unidos) tanto en términos de patentes registradas como de sumas invertidas en I+D.
¿Hay motivos para alegrarse? En absoluto. Porque
aunque haya más publicaciones europeas, no son
las más citadas, y ése es el criterio que suele medir
el impacto de un trabajo científico. Si se toma
como referencia la flor y nata del 10 % de las
publicaciones más citadas, Estados Unidos está
muy por delante. Esto se debe a la ausencia de
especialización temática de la investigación europea: la Unión Europea está presente en todos los
campos a un nivel satisfactorio, pero no domina
en ninguno de los sectores más dinámicos: Estados Unidos reina en el sector biomédico, Japón
es el líder indiscutible de las ciencias de los materiales, y la Unión Europea hace de todo un poco.
Ahora bien, el futuro de la economía del conocimiento se juega en el grupo de estas NBIC
(Nanotecnologías, Biotecnologías, tecnologías de
la Información y de la Comunicación, ciencias
Cognitivas). Las aplicaciones que proceden de las
mismas son las que suelen dar pie, a veces de
modo sistemático, a la producción de nuevos
conocimientos. A pesar de ello, el sector privado
europeo invierte mucho menos en I+D que sus
homólogos asiáticos o estadounidenses. En Estados Unidos, y aún más en Japón, China o Corea
del Sur, el esfuerzo en investigación está financiado en más de un 64 % por el sector privado,
frente al 55 % en la Unión Europea.
8
con
El ascenso asiático
Tras esta descripción, veamos cuál fue la
secuencia de acontecimientos de la última
década. Hay que decirlo con franqueza: la Unión
Europea va bajando en la lista, si consideramos
el número de publicaciones, de patentes, o la
intensidad del esfuerzo en I+D (las sumas invertidas en I+D de un país comparándolas con la
riqueza producida, ratio considerado como el
más representativo del dinamismo de un sistema
de investigación).
Mal de muchos, consuelo de tontos: le ocurre
lo mismo a Estados Unidos, aunque a menor
escala. De hecho, el Antiguo y el Nuevo Mundo
sufren cada vez más la competencia con Asia.
Desde el año 2000, la intensidad del esfuerzo de
investigación en China progresó en cerca del
60 %, y actualmente las publicaciones anuales del
antiguo Imperio del Centro son más numerosas
que las del país del Sol naciente. Aunque es
cierto que estos avances se refieren a cantidades
limitadas. En términos de poder adquisitivo,
China invierte casi tres veces menos que la Unión
Europea en investigación y sus publicaciones son
300
CIFRAS DEL 2006.
En blanco, la evolución
desde el año 2000
UE-27
Estados Unidos
Japón
(1) Evolución real.
(2) 2005
(3) 2000-2005
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
250
200
150
100
50
214
+15 %
(1)
poco citadas. Pero la tendencia está bien presente: en el plano científico, así como en el plano
económico, político o militar, el ascenso del Asia
emergente es rápido y espectacular.
Un EEI más homogéneo,
pero poco dinámico
Centrémonos ahora con detenimiento en el
mosaico del EEI. A primera vista, todo está bien:
20 de los 27 Estados miembros aumentaron la
parte del presupuesto de I+D en el conjunto de
los gastos gubernamentales desde el año 2000.
En 17 países, dicho aumento conllevó un avance en la intensidad del esfuerzo de investigación
a veces espectacular: de más del 10 % en 12 de
ellos, con picos que superan el 50 % en Estonia
o en Letonia. Sin embargo, la curva de la intensidad del esfuerzo de investigación del EEI está
tristemente llana, estancada desde el año 2000
en torno al 1,85 % del PIB.
¿Cómo se puede explicar esta paradoja? Por el
hecho de que los 12 países que más intensificaron su esfuerzo sólo representan el 17 % del PIB
de la Unión Europea. Más de la mitad del PIB
5
1 500
274
+10%
(1)
2
1 200
1 301
+18 %
12
1 388
+8 %
10
8
9
900
118
+22 %
(1)
0
Esfuerzo de I+D (en miles de
millones de euros)
6
600
9,3
+3 %
710
+10 %
3
300
0
Número de investigadores
(EDP Equivalente Dedicación
Plena) (en miles)
6
4
10,7
+11 %
5,6
+12 %
2
0
Número de investigadores
(EDP) por cada mil
trabajadores
INTERNACIONAL
Una potencia indiscutible
fallos persistentes
proviene de los pesos pesados que son, demográfica y económicamente, Alemania, Francia,
Italia y el Reino Unido. Ahora bien, estos cuatro
países experimentaron el estancamiento, incluso la disminución, de su esfuerzo de investigación. ¿La copa está medio llena o medio vacía?
Los optimistas destacarán que, gracias al programa marco y a los fondos estructurales, mejoraron sustancialmente varios países que entraron
en la Unión Europea en 2004; los pesimistas
dirán que las principales potencias europeas no
desempeñan su papel de locomotora.
Sigue sin haber patente
comunitaria…
En resumen: Europa sigue siendo una potencia científica de primer orden, pero va por
detrás de Estados Unidos y Japón en los campos más dinámicos y está amenazada por el
auge de los países emergentes, particularmente
de Asia. Su esfuerzo en investigación se estanca, aunque las desigualdades en su seno se
estén difuminando. ¿Cómo se pueden explicar
estas dificultades persistentes para edificar una
auténtica economía del conocimiento?
Los economistas destacan que Europa tiene
dificultades a la hora de transformar su excelencia científica en crecimiento económico, entre
otras cosas, por tener un sistema de protección
intelectual inadaptado. Sigue siendo más caro
registrar una patente en Europa que en el resto
del mundo. Mucho más caro. Un industrial gasta
hasta 10 veces más para proteger su invención
en doce países de la Unión Europea que en
Estados Unidos, y 13 veces más que en Japón.
Y los costes de mantenimiento de una patente
3,5
3,39 %
+11,5 %
3,0
2,61 %
-4,5 %
2,5
2,0
1,5
1,84 %
-1,2 %
1,0
80
70
60
50
40
55 %
(2)
-3 %
(3)
65 %
-7 %
77 %
+6 %
son aún más elevados, y a menudo disuasivos
para las pequeñas empresas, que se ven obligadas a ceder sus tecnologías innovadoras.
El escollo se debe a la complejidad de los procedimientos de la Oficina Europea de Patentes
(OEP) de Munich (Alemania). La OEP no concede patentes comunitarias. Sólo desempeña el
papel de ventanilla única, centralizando las
peticiones, examinándolas y, llegado el caso,
concediendo un título que luego se puede convertir en tantas patentes nacionales como Estados
miembros existen, con considerables costes de
traducción, sin hablar de los problemas jurídicos
originados por la posible impugnación de las
patentes ante las jurisdicciones nacionales, con
jurisprudencias a veces contradictorias.
Un desafío decisivo: la alta tecnología
Pero no es nada nuevo que el sistema de
protección intelectual esté anquilosado y, en
estos últimos años, los dirigentes europeos
tomaron varias iniciativas para remediarlo. Se
suprimió la obligación de traducir la descripción
de la invención en las tres lenguas oficiales, y el
Acuerdo sobre la Solución de Litigios en Materia
de Patentes Europeas (EPLA, European Patent
Litigation Agreement) reflexiona sobre las bases
jurídicas de un futuro tribunal europeo de las
patentes. Por lo tanto, la situación va mejorando
lentamente y la cuestión de las patentes no basta para explicar el declive de la competitividad
del EEI y su dificultad para edificar una economía basada en el conocimiento.
Quien dice economía del conocimiento dice
también empresas de alta tecnología. Son las que
generan lo esencial de las inversiones privadas
40
35
30
37,6 %
-5 %
35
30
31,5 %
-6 %
20
20
15
33,1 %
-17 %
25
25
30
30,9 %
-14 %
15
El panorama no es completamente sombrío
porque, desde hace algunos años, se está notando el crecimiento de la investigación en la
industria manufacturera y los servicios en Europa. Pero la batalla decisiva se libra en las industrias de alta tecnología. Los expertos de la
Comisión Europea han hecho cálculos: bastaría
con que el esfuerzo de investigación de las
empresas de alta tecnología europeas alcanzara
al de sus competidoras estadounidenses para que
la intensidad del esfuerzo de investigación
subiera 0,1 puntos, mientras que sólo ha progresado 0,06 puntos en quince años. Y para
lograr semejante subida hay que dotar a estas
empresas de medios para que crezcan y se
multipliquen. Por lo tanto, la clave para alcanzar
una mejor competitividad internacional del EEI
pasa por una mayor ayuda a los sectores de alta
tecnología. Sin duda, esto ayudaría también a la
recuperación de la economía.
Mikhaïl Stein
10
20
10
10
5
0,0
0
0
0
Parte de las publicaciones
en el mundo
Parte de las patentes
en el mundo (cifras de 2005)
Parte de la financiación
privada en este esfuerzo
Rumbo a la recuperación
16,3 %
+56 %
0,5
Intensidad del esfuerzo
en % del PIB
que tanta falta hacen al EEI. Ahora bien, la
estructura de la economía europea está cambiando, con una relativa desindustrialización y un giro
hacia el sector servicios, que aún genera poca
investigación: mucho menos que los sectores de
la aeronáutica, el automóvil o la energía (en los
cuales la Unión Europea sigue ocupando uno de
los primeros puestos) y, sobre todo, mucho
menos que las biotecnologías y las tecnologías
de la información y de la comunicación. En estas
últimas tres áreas, la Unión Europea está a la
zaga, en particular, de Estados Unidos, donde
numerosas start-ups de biotecnología se han
convertido en grandes industriales farmacéuticas
con enormes presupuestos en I+D. En Europa,
no dejan de ser pequeñas empresas. Lo mismo
ocurre con Internet. La Unión Europea sigue
esperando su Genentech o su Google…
7,8 %
-16 %
5
A more research intensive and
integrated European Research Area
http://ec.europa.eu/research/era/pdf/
key-figures-report2008-2009_en.pdf
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
9
BALANCE
¿Quién ha hablado de Lisboa?
«U
¿La estrategia de Lisboa estaría en dique seco?
Uno de sus principales objetivos, invertir el 3 %
del producto interior bruto en investigación, no se
está logrando. Pero limitarse a este criterio podría
hacernos olvidar que se producen cambios positivos
más profundos (y menos cuantificables) gracias
a las reformas que propicia.
n objetivo con cifras debe ser
pertinente tanto en su naturaleza como en su nivel”, analiza
Pierre Vigier, jefe de la Unidad
de análisis económico y seguimiento de las políticas nacionales de investigación y estrategia de
Lisboa en la Comisión Europea. ¿Qué ocurre con
la naturaleza del objetivo fijado en marzo del
2000 en Lisboa, a saber, intensificar el esfuerzo
de investigación? Los desafíos a los que se ve
confrontada la economía europea no han cambiado desde entonces: aumentar la productividad para hacer frente al envejecimiento de la
población, hacer frente a la competencia internacional y anticipar la escasez progresiva de recursos naturales, empezando por las energías fósiles.
Incluso ha aumentado la importancia de
estos desafíos. Los países emergentes han
pasado a la categoría superior, compitiendo
ahora en los productos de tecnología media.
Además, el peligro que representa el calentamiento climático (según el informe Stern
Infraestructuras para
reforzar el atractivo
de la Unión Europea
En la reunión de
Lisboa, la nueva
era de la sociedad
del conocimiento
quedó simbolizada
por este extraño
mutante que llevaba
el valioso “Santo Grial”
de la investigación
y la innovación.
10
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
© European Commission
P
odrían crearse no menos de 35 nuevas
grandes infraestructuras de investigación,
cuyo coste se eleva a decenas, incluso a
centenares de millones de euros, la mayoría con
la ayuda del 7PM. Algunos ejemplos que suelen
mencionar los investigadores de fuera de la
Unión Europea: el rompehielos europeo Aurora
Borealis, que podrá llevar a cabo misiones de
observación en las banquisas polares, zonas que
ya están sufriendo los efectos del cambio climático; ELIXIR (Upgrade of European Bioinformatic
Instrastructure), destinado a dotar a los investigadores europeos de las capacidades de cálculo
indispensables para el análisis de los genomas;
o también ELI (Extreme Light Instrastructure), el
láser más potente del mundo con el que podrán
trabajar los físicos, los especialistas de la electrónica rápida o ser usado para la generación de
imágenes médicas.
BALANCE
de 2006, el PIB mundial podría disminuir del
5 % al 20 % si no se combate con firmeza) justifica claramente la necesidad de promover con
urgencia un auténtico desarrollo sostenible.
Ahora más que nunca, la Unión Europea no tiene más remedio que invertir en investigación
para asumir con éxito los desafíos del siglo XXI.
Un objetivo actual, ahora más que nunca
Aunque nadie cuestione la naturaleza del objetivo, ¿no será demasiado ambicioso? En absoluto. Invertir el 3 % del PIB en investigación no es
nada imposible. Suecia, Finlandia, Israel y Japón
lo hacen desde hace varios años, Suiza estaba al
2,9 % en el 2004 y Corea del Sur ha realizado
avances espectaculares: el nivel de su esfuerzo
de investigación pasó del 2,3 % en el año 2000 al
3,2 % en el 2007. En una economía globalizada
y en pleno cambio tecnológico, el esfuerzo incluso podría crecer, y sobrepasar el famoso 3 %.
Por lo tanto, el objetivo fijado en Lisboa sigue
siendo “el marco apropiado para fomentar el
crecimiento y el empleo” sobre todo en estos
tiempos de crisis, como lo recordó el Consejo
Europeo del 20 de marzo de 2009. La Unión
Europea no es la única en hacer este análisis.
El presidente Obama declaró el 27 de abril de
2009 que Estados Unidos tenía como objetivo
invertir más del 3 % del PIB en investigación a
fin de preparar el futuro. “En resumidas cuentas, de este desafío depende nuestra salvación,
nada más y nada menos” concluía. Una fórmula que sin duda se aplica a la Unión Europea.
¿No será una cuestión de metodología?
Sólo queda reflexionar sobre el método de
aplicación de la estrategia de Lisboa. A grandes rasgos, se basa en tres fundamentos:
aumentar la intensidad del esfuerzo de investigación hasta alcanzar el 3 % (el 2 % de financiación privada y el 1 % de financiación
pública); facilitar los intercambios entre investigación privada y pública; fomentar la creación de empleos cualificados y de empresas
de tecnología avanzada.
Sólo se puede realizar una evaluación
cuantitativa simple del primer fundamento. Ya
hemos hecho hincapié en que el resultado no
era bueno: el 1,85 % del PIB invertido en
investigación en 2007, en la UE-27, exactamente el mismo nivel que en el año 2000. Sin
embargo, “no hay que olvidar que todos los
Estados miembros han venido aumentado sus
gastos en investigación en precios constantes
desde el año 2000”, observa Pierre Vigier.
Por consiguiente, reiterar el objetivo del
3 %, auténtico mantra de las políticas científicas, ha servido como elemento catalizador.
El hecho de que el ratio global se haya estancado en estos últimos años, se debe también a
un fuerte crecimiento económico antes del 2008:
las inversiones en investigación progresaron
menos rápidamente que la riqueza producida.
Además, la caída del PIB europeo esperada
en 2009 lógicamente incrementará nuevamente
la intensidad del esfuerzo de investigación, a condición de que los Estados miembros mantengan
sus presupuestos científicos, y las empresas su
presupuesto en I+D.¿Qué ocurrirá? Pierre Vigier
revela complacido: “Los datos de los que disponemos por ahora apuntan a que 23 de los 27 países de la Unión Europea, que suponen más del
98 % de las inversiones públicas de investigación,
siguen las recomendaciones de la Comisión Europea de responder a la crisis invirtiendo en investigación. Sólo cuatro Estados miembros con una
grave crisis financiera no han podido hacerlo”.
Efectos a largo plazo
Otro dato esperanzador: el desfase de las cifras
en relación al lanzamiento de nuevas políticas.
Los sistemas de enseñanza superior y de investigación no se cambian de un día para otro, y
a veces hay que esperar varios años a que las
reformas den fruto. La mayoría de los Estados
miembros adoptaron leyes que dan más autonomía a las universidades, por lo tanto, más margen
de maniobra para entablar colaboraciones con el
sector privado. Se está elaborando un sistema
europeo de comparación de las universidades en
el ámbito internacional, con criterios más diversificados que la famosa clasificación de Shanghái.
Tendría que ayudar a mejorar la evaluación de
la imagen que tienen las universidades a nivel
internacional.
La mayoría de los Estados miembros aumentaron la cuota de financiación de los laboratorios públicos concedida a través de licitaciones
y algunas de estas financiaciones públicas
están abiertas ahora a las entidades de otros países. Los problemas de impuestos, de jubilación
o de avance en la carrera que repercuten tan
negativamente en la movilidad de los científicos se van resolviendo progresivamente. Y las
empresas estadounidenses invierten cada vez
más en I+D en países de la Unión Europea (más
del 62 %), lo que echa por tierra la imagen de
la vieja Europa anquilosada.
Desarrollar los mercados prometedores
¿El sector privado aprovechará las nuevas
oportunidades de colaboración con el sector
público y de desarrollo de productos innovadores? En definitiva, el éxito (o el fracaso) de
la estrategia de Lisboa dependerá de eso. Una
cifra resume el desafío: el 49 % de los investigadores europeos trabajan en el sector privado frente al 80 % en Estados Unidos y el 68 %
en Japón. Para construir una auténtica economía
del conocimiento es preciso reforzar la investigación privada y transformar sus resultados
en valor añadido. Por lo tanto, los esfuerzos y
las nuevas orientaciones para después del 2010
que se están elaborando tendrán que centrarse
en conseguir este objetivo.
Los resultados de las Iniciativas Tecnológicas
Conjuntas y de las Plataformas Tecnológicas,
los nuevos instrumentos del Séptimo Programa
Marco (7PM) concebidos para estimular la innovación, son poco concluyentes. Los industriales
se quejan de su complejidad y su rigidez administrativa, que a menudo disuaden a las PYMEs.
“El sector privado sólo invertirá masivamente
en campos que tengan salida en el mercado,
donde exista una demanda potencial de nuevos
productos de alto contenido tecnológico”,
recuerda Pierre Vigier. La Iniciativa en favor de
los mercados líderes de Europa (Lead Market
Initiative for Europe) de la Comisión Europea
destacó seis áreas principales: salud en línea,
tejidos inteligentes, métodos de construcción
sostenibles, energías renovables, tecnología del
reciclado, y nuevos productos de origen vegetal. Las iniciativas del 7PM podrían favorecer
estas áreas, pero haría falta que los Estados
miembros participasen más.
Las reformas emprendidas para fomentar
la inversión del sector privado y para que
estreche sus lazos con las universidades no
han dado aún todos los resultados esperados,
llegando a generar cierto pesimismo. En
medio del vado es donde la corriente es más
fuerte y donde se puede dudar de si se alcanzará la otra orilla. La Unión Europea está precisamente en esta situación.
Mikhaïl Stein
Lead Market Initiative for Europe
http://ec.europa.eu/enterprise/policies/
innovation/policy/lead-market-initiative/
Estrategia de Lisboa
http://ec.europa.eu/growthandjobs/
research*eu nÚmEro EspEcial | novIembre DE 2009
11
ESPACIO
Desde el año 1999, la Unión
Europea y la ESA colaboran
en la realización de varios
proyectos de envergadura.
Dicha colaboración tendría
que contribuir a la construcción de un Espacio
Europeo de la Investigación
atractivo que satisfaga las
ambiciones de la política
espacial europea.
La investigación espacial, un
T
anto para las telecomunicaciones
como para la observación de
nuestro planeta, el espacio se ha
convertido en un ámbito económico de primer orden. Y Europa
necesita una política espacial fuerte si quiere
explotar lo mejor posible un sector cada vez
más vital para la economía del conocimiento,
a la que tanto aspira.
Lógicamente, las actividades de la Unión
Europea relacionadas con las aplicaciones
espaciales, como herramientas destinadas a
apoyar su política, coinciden bastante bien con
la misión de la Agencia Espacial Europea
(ESA), organismo de investigación y de desarrollo. La mayoría de los países de la Unión
Europea son miembros de esta organización
intergubernamental y los que no lo son suelen
tener acuerdos de cooperación. Por lo tanto,
no hay nada más natural que la colaboración
entra la Comisión Europea y la ESA, en la cual
cada entidad ha desarrollado en cierto modo
su propio Espacio Europeo de la Investigación
(EEI) dedicado al sector espacial, con numerosas posibilidades de sinergia entre ambas.
En el 2004, la Comisión Europea y la ESA
firmaron un acuerdo de cuatro años, que más
tarde ampliaron hasta el 2012, lo que sentaba
las bases de una colaboración a priori fructífera
12
entre ambas instituciones. Una oficina de enlace,
situada en Bruselas, facilita su comunicación.
En mayo del 2007, 29 países europeos ratificaron
la nueva política espacial europea elaborada
conjuntamente por la Unión Europea y la ESA.
Actualmente, dicha política se centra en dos
proyectos emblemáticos: Galileo y el Global
Monitoring for the Environment and Security
(GMES), dirigidos por la Unión Europea, mientras que la ESA es responsable de su desarrollo
técnico y de su despliegue. A menudo, dichos
proyectos son citados como prueba fehaciente
del éxito de la política espacial europea, y efectivamente contribuyen a la construcción de un
EEI espacial atrayente para los investigadores
del mundo entero.
Radionavegación con un toque europeo
Galileo y EGNOS (European Geostationary
Navigation Overlay Service) son los programas
europeos de radionavegación por satélite.
Empleando la recepción cruzada de varios satélites, Galileo consigue situar un emisor terrestre
en el espacio y en el tiempo. Tras los acuerdos
firmados en 2004 con el gobierno de Estados
Unidos, Galileo será compatible e interoperable
con el sistema GPS estadounidense. Está previsto que cuando sus treinta satélites se encuentren en el espacio, Galileo pueda garantizar la
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
independencia de Europa en términos de navegación en los ámbitos científico, comercial y
estratégico.
EGNOS, el precursor de Galileo, mejora la
eficacia del GPS en el territorio europeo. Esta
infraestructura, financiada a partes iguales por
la Unión Europea y la ESA, desarrollada por esta
última, y gestionada por un consorcio de proveedores de servicios de navegación aérea (la
sociedad European Satellite Services Provider),
está previsto que entre en funcionamiento en
octubre de 2009. Pero ya en 1999, tras los
primeros trabajos de puesta a punto de EGNOS,
con los que se lograron las competencias y los
conocimientos necesarios, la Comisión Europea
decidió trabajar en el concepto de un sistema
europeo de alcance global, cuyas instalaciones
en el suelo estuviesen repartidas uniformemente por Europa, así como por diversos puntos del globo.
Como consecuencia de las dificultades con
las que se topó la UE en las negociaciones
con el sector privado, sobre la financiación del
despliegue y la explotación en forma de concesión, en noviembre de 2007, la UE decidió continuar la implantación del proyecto con fondos
públicos exclusivamente. Noruega y Suiza, que
no forman parte de la UE pero son miembros de
la ESA, están negociando con la Unión Europea
ESPACIO
Galileo, sistema global de navegación
europeo, contará con una treintena
de satélites que le permitirán situarse
en el espacio y en el tiempo, en cualquier momento.
© ESA
© ESA
El segundo satélite del sistema
Galileo, el Giove B (aquí, a punto
de salir para su lanzamiento en
Baikonour, en abril de 2008)
permitirá, entre otras cosas,
poner a prueba el reloj atómico
más preciso que se haya llevado
nunca al espacio.
concentrado de EEI
su participación en el programa Galileo. Además,
por su utilización pública, libre e internacional,
Galileo suscita interés más allá de las fronteras
europeas: la Unión Europea firmó varios
acuerdos con países terceros interesados en
cooperar y el Séptimo Programa Marco (7PM)
ha hecho posible que varias empresas de países terceros participen en las actividades. De
este modo, el EEI espacial que se está construyendo atrae a investigadores de fuera de
la Unión Europea, lo que refuerza el atractivo
científico de la misma.
Medio ambiente y seguridad
La Unión Europea, la ESA y sus Estados
miembros han hecho grandes inversiones en
investigación y desarrollo para el proyecto
GMES, un programa europeo de observación
de la Tierra cuyo concepto inicial se remonta a
1998. Aunque menos conocido por el gran
público, está aportando mucho a la construcción de un EEI espacial. GMES tiene por objeto
facilitar todo tipo de información a sus usuarios,
desde las modificaciones del clima hasta la vigilancia de los océanos o incluso de las fronteras.
Esta información se obtiene a través
de infraestructuras espaciales y terrestres. La
ESA y EUMETSAT (Organización Europea
para la Explotación de Satélites Meteorológicos)
coordinan, desarrollan y explotan las infraestructuras espaciales. Las terrestres tienen una gestión
más variopinta: algunas son nacionales, otras
son internacionales y dependen de acuerdos y/o
de diversos programas de investigación. Están
coordinadas por la Agencia Europea de Medio
Ambiente. El análisis y la divulgación de la
información (esta última, en forma de bases de
datos, mapas o incluso informes) se basan en
un conjunto de servicios cuyo desarrollo está
financiado por la Unión Europea a través del 7PM.
Ante el amplio abanico de colaboraciones
existente, se considera que cada uno de estos
servicios es un trabajo acertado del EEI. Como
botón de muestra, el servicio LAND, que proporciona información sobre la utilización de los
suelos o incluso la calidad del agua, está basado
en el proyecto FP7 GEOLAND2, que depende
de un consorcio dirigido por Astrium y cuenta
con cincuenta socios. El servicio MARINE para,
entre otras cosas, administrar los recursos
marinos o las actividades costeras, está vinculado con el proyecto FP7 MyOcean dirigido por
Mercator Ocean con más de sesenta socios
europeos. El servicio ATMOSPHERE de vigilancia de los gases de efecto invernadero, la calidad
del aire o incluso los aerosoles, se basa en el
proyecto FP7 MACC. El servicio EMERGENCY
para la protección civil, la ayuda humanitaria
y la seguridad y sus consecuencias, depende
del proyecto FP7 SAFER, que pretende reunir
los mejores proyectos de gestión de los riesgos
y de las urgencias llevados a cabo por las instituciones europeas. Por otro lado, la base de
datos medioambientales creada gracias a los
programas de observación de la Tierra con la
ayuda de GMES contribuye ampliamente a uno
de los objetivos del EEI, a saber, la resolución de
problemas globales como el cambio climático.
Si bien los sólidos vínculos con socios de
fuera de Europa hacen que esta última tenga
acceso a los avances científicos de todo el
mundo, lo fundamental para Galileo y GMES
es la coordinación de los recursos y de los
potenciales europeos de investigación, y eso
también ha hecho posible el que la Unión
Europea y la ESA hayan aprendido a fundir
en parte sus diferencias estructurales en una
organización común. Pero los mecanismos
implantados todavía se tienen que perfeccionar
y adaptar, y habrá que inventar otros a fin
de garantizar la máxima eficacia y complementariedad de ambas organizaciones.
Stéphane Fay
ESA
www.esa.int
GMES
www.gmes.info
Galileo
http://ec.europa.eu/transport/galileo
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
13
14
© ESO
© European Commission
© CNRS Photothèque/Hubert Raguet
© CNRS Photothèque/Erwan Amice
Una jornada de
“puertas abiertas”
organizada por el ESO:
los no especialistas tienen
así la posibilidad de saber
más sobre astronomía
y sobre el trabajo de los
científicos que intentan
descifrar el cosmos.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
¡Dibújame el EEI!
Intentar comprender el Espacio Europeo de la Investigación (EEI) y los
entresijos de la terminología que se le va asociando conforme avanza
su construcción es una misión complicada, pero no imposible. “Sólo se
conocen bien las cosas que se domestican”, dice el zorro en “El Principito”
de Saint-Exupéry. Por lo tanto, para poder “manejar con soltura” las
diferentes estructuras e instrumentos que permiten a la investigación
europea adaptarse a las necesidades de los ciudadanos, y que van
conformando poco a poco la fortaleza del EEI, hay que “domesticarlas”.
“¿Qué significa ‘domesticar’?”, pregunta el Principito. “Significa crear
lazos”, responde el zorro.
Para el ciudadano de a pie, el Espacio Europeo de la Investigación
sigue siendo un concepto abstracto, institucional, sin relación directa
con sus preocupaciones cotidianas. Una idea errónea que hay que
corregir “humanizando” los engranajes de esta locomotora destinada
a propulsar Europa al rango de economía y sociedad del conocimiento.
Una locomotora que tiene por combustible los lazos establecidos
entre la ciencia y los ciudadanos…
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
15
HISTORIA
Para comprender la etapa
que se inició hace diez años
con el lanzamiento de la idea
de un “espacio europeo de
la investigación”, hay que
situar esta aspiración dentro
de su contexto: una larga
andadura, a la vez dispar
y constante, que empezó
hace varias décadas.
A
principios de los años ochenta, la
Europa de los diez se dio cuenta de
la necesidad de unirse para encarar
los cambios de la ciencia y la tecnología. Acababa de salir del pozo creado por las
crisis del petróleo y la llegada de una nueva
“savia tecnológica” empezaba a cambiar rápidamente la situación de las grandes economías
mundiales y de las estructuras industriales.
Se difundía la expresión “sociedad de la información” y todos miraban con asombro lo
que pasaba al otro lado del Atlántico (Estados
Unidos contaba con medios de investigación
considerables), pero también en Japón y en
otros jóvenes “tigres asiáticos”.
La industria microelectrónica europea perdía fuerzas intentando quedarse en la carrera
de fabricación de los chips, resultando al final
casi completamente eliminada. Tras la revolución informática, otras se preparaban. Las
innovaciones tecnológicas inducían conceptos
sociales aún futuristas (biosociedad, economía
del conocimiento), y los responsables políticos y los científicos empezaban a preocuparse
ante la posibilidad de que Europa corriera el
peligro de quedarse a la zaga.
Sin duda, el Viejo Continente tenía “escaparates sectoriales” muy valiosos, como el
CERN, el ESO, la ESA o la EMBO, polos de
excelencia de renombre mundial basados en
acuerdos de cooperación intergubernamentales. Pero, fuera de este marco cooperativo, los
demás grandes mecanismos de la investigación
pública, tanto en las universidades como en
los órganos científicos, formaban parte del
sistema bien compartimentado de cada país.
Dos respuestas
Las “nuevas revoluciones” tecnológicas conllevaron dos respuestas. La primera fue Eureka,
una iniciativa intergubernamental, que sigue funcionando, con prerrogativas bastante difusas.
Hizo posible el establecimiento de diversas
cooperaciones industriales cuyo impacto tecnológico fue positivo, particularmente en las telecomunicaciones o en la industria automovilística.
Pero su acción de estructuración apenas dejó
huella. En cambio, en 1984, bajo el impulso creador del belga Etienne Davignon, la Comisión
Europea recibió el encargo de poner en marcha
una competencia de investigación que salía de
las limitadas líneas del Tratado de Roma: en
aquella época nació el concepto de Programa
Marco (PM) de I+D.
Al igual que Eureka, el Primer Programa Marco ofrecía ayudas orientadas a la financiación
de proyectos. Pero sus directrices definían
objetivos “enmarcados”. Y, lo más importante,
La investigación
europea, paso a paso
16
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
HISTORIA
por primera vez, este nuevo borrador de una
política de investigación se basaba en presupuestos bien determinados. La esfera científica europea, tanto en las universidades y los órganos
de investigación como en la industria, manifestó
un gran interés por esta nueva dinámica. En 1998,
al 5PM se le dotó de un presupuesto de 15 mil
millones de euros. El concepto inicial se había
ampliado a un abanico de áreas científicas cada
vez más amplio. Las ciencias del medio
ambiente, las tecnologías de la energía y de los
transportes, las áreas sociales y humanas fueron
ocupando un lugar cada vez más importante,
mientras que la creación de las becas Marie Curie
“daba alas” a la movilidad de los investigadores.
La movilización promovida por las ayudas a
la investigación de la futura Unión Europea (que
se debió lógicamente a que muchos se animaron
por la nueva fuente de financiación) tuvo como
consecuencia que se intensificaran las cooperaciones en Europa. “En los equipos participantes,
de una u otra forma, en los programas marco en
el campo de las ciencias exactas y de las ciencias
naturales, encontramos a todos los mejores investigadores europeos reconocidos a nivel mundial,
incluyendo a casi todos los premios Nobel europeos”, destacaba recientemente Michel André,
consejero en la Dirección General de Investigación. Lo que es más, los programas marco se
han caracterizado por una inmensa diversidad,
cuyos frutos se han repartido entre los Estados
miembros, gracias a la alta calidad de los equipos
de investigación multinacionales implicados en los
proyectos.
Nuevo enfoque
Sin embargo, en vísperas del año 2000, la
investigación en Europa, comparada no sólo con
Estados Unidos sino también en general, en
un mundo cada vez más multipolar, seguía registrando indicadores globales de estancamiento
que suscitaban un serio malestar institucional
y económico. Se hacía evidente que el alcance
de los programas marco debía inscribirse dentro
de una visión política claramente afirmada en un
“Espacio Europeo de la Investigación” (EEI). Este
cambio radical, negociado a bombo y platillo
por Philippe Busquin, el entonces Comisario de
Investigación de la Comisión Europea bajo el
mando de Romano Prodi, y José Mariano Gago,
el entonces ministro portugués presidente del
Consejo Europeo, coincidió con el nacimiento
de la denominada “estrategia de Lisboa”, en la
cual el concepto de EEI desempeña un papel
fundamental.
Como constata Michel André, con un fino
sentido del humor: “Con el EEI, los límites entre
lo que depende de la UE, lo que es europeo y lo
que ocurre en el territorio de Europa, se han
hecho aún más confusos…”. Esta paradoja
tan sólo es aparente porque, en su finalidad, el
concepto del EEI apunta, no a “suprimir las
fronteras”, sino a hacerlas permeables. El término espacio hace alusión al concepto primordial
de libertad de circulación, principio clave de la
construcción europea desde sus orígenes. Lo
que ha sido reconocido para las personas, las
mercancías, los capitales y los servicios tiene que
aplicarse a partir de ahora a los conocimientos y
a los investigadores que los producen.
© European Commission
Un capítulo que se está escribiendo
Desde hace diez años, el EEI ha abierto un
nuevo capítulo de la historia europea. Los programas marco no se han abandonado, sino que
han tomado otra dimensión. Con el 7PM (para
el periodo 2007-2013 y con 54 mil millones de
euros de financiación), los presupuestos anuales casi han aumentado la mitad en términos
reales. En respuesta a una fuerte expectativa
de la comunidad científica europea, una de
sus principales novedades es la creación del
Consejo Europeo de Investigación (CEI), una
entidad competitiva abierta a la ciencia fundamental, dotada con 7.500 millones de euros de
aquí al 2013.
Pero el programa marco, como instrumento
comunitario que es, se inscribe a partir de
ahora en un enfoque mucho más abierto y global. La Comisión Europea publicó en 2007 un
libro verde sobre el EEI a iniciativa del actual
Comisario de Investigación, Janez Potočnik.
A raíz del mismo, se llevó a cabo una amplia
consulta a actores públicos y privados que, en el
2008, dio pie a cinco iniciativas para combatir
la fragmentación de la investigación en Europa
(véase el esquema de la página 18). Asimismo,
tras las reuniones de Ljubljana, se adoptó una
nueva gobernanza europea de la investigación,
enfocada al desarrollo de una Visión 2020 compartida por toda la Unión Europea. “El enfoque
político definido en Ljubljana abre la vía de un
desarrollo más estructurado y coordinado del
EEI”, comenta Jana Kolar, directora del programa de ciencia del ministerio esloveno de
investigación. “Su adopción tendrá importantes
repercusiones en las políticas de I+D de los
Estados miembros, que deberán adaptarse a los
cambios del paisaje de la investigación para
seguir siendo competitivos”.
Las nuevas iniciativas, aplicadas en estrecha
colaboración con los países de la Unión Europea, pretenden facilitar la construcción de las
grandes infraestructuras científicas y técnicas que
Europa necesita; establecer programas conjuntos
de investigación con las autoridades nacionales;
suprimir las barreras a la movilidad y a las carreras de los investigadores; facilitar el que los conocimientos se compartan más allá de las fronteras;
y colocar las actividades de cooperación internacional de los Estados miembros y de la Unión
Europea dentro de un marco estratégico común.
Finalmente, además de estas acciones “directas”, el EEI sirve de marco para una remodelación
de las propias bases del sistema europeo de investigación, en primera línea de las cuales están la
modernización y la autonomía de las universidades, que actualmente se están debatiendo largo
y tendido (véase el artículo de la página 26).
Didier Buysse
http://ec.europa.eu/research/era/
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
17
ORGANIZACIÓN
El EEI de un vistazo
El EEI (Espacio Europeo de la Investigación) RECURSOS HUMANOS
• Acciones Marie Curie
lo constituye el conjunto de actividades,
CAPACIDADES
programas y políticas de I+D concebidos
• Infraestructuras de investigación
y puestos en marcha con una perspectiva
• Investigación en beneficio de las
PYMEs
transnacional en Europa. Para desarrollar
• Regiones del conocimiento
el EEI, primero hay que garantizar la libre
• Potencial de investigación de las
regiones de convergencia
circulación de los investigadores y de los
• Ciencia y sociedad
conocimientos en la Unión Europea.
• Ayuda al desarrollo coherente de
políticas de investigación
Asimismo, se trata de instaurar un contexto
• Cooperación internacional
que propicie los intercambios científicos
CCI - Centro Común
y técnicos a escala del continente y abierto
de Investigación
al mundo.
ec.europa.eu/dgs/jrc/index.cfm
cordis.europa.eu/fp7/i2010_en.html
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P.G
IDEAS
• CEI - Consejo Europeo
de la Investigación
2010: Una sociedad
de la información para
el crecimiento y el empleo
en Europa
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COOPERACIÓN
Programas específicos
de investigación colaborativa
• Salud
• Alimentación, agricultura
y pesca, biotecnología
• Tecnologías de la información
y de la comunicación
• Nanociencias, nanotecnologías,
materiales y nuevas tecnologías
de producción
ITC - Iniciativas Tecnológicas
Conjuntas
• IMI - Iniciativa sobre Medicamentos
Innovadores
• ARTEMIS - Iniciativa sobre sistemas
informáticos incorporados
• CLEAN SKY - Aeronáutica
y transporte aéreo
• ENIAC - Iniciativa nanoelectrónica
2020
• FCH - Iniciativa sobre pilas
de combustible e hidrógeno
© Shutterstock
cordis.europa.eu/fp7/
ec.europa.eu/research/
Plan ERA-NET - Coordinación
de los programas de investigación
nacionales
cordis.europa.eu/fp7/cip_en.html
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7PM – Séptimo
Programa Marco
CIP – Programa marco
para la competitividad
y la innovación
• IMMR - Instituto de medidas
y materiales de referencia
• IE - Instituto de la energía
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• IES - Instituto de medio ambiente
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Unión
Europea
• Energía
• Medio ambiente (incluido
el cambio climático)
• Transportes (incluida
la aeronáutica)
• Ciencias socioeconómicas
y humanidades
• Espacio
• Seguridad
• IPSC - Instituto para la protección
y la seguridad de los ciudadanos
• IHCP - Instituto de sanidad
y protección de los consumidores
• IPTS - Instituto de prospectiva
tecnológica
18
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
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ORGANIZACIÓN
Investigación y política
regional
ERAB - Oficina del Espacio
Europeo de la Investigación
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regional_en.html
ec.europa.eu/research/erab/
EIT - Instituto europeo de
innovación y tecnología
cordis.europa.eu/fp7/eit_en.html
EYCI 2009 - Año europeo
de la creatividad
y la innovación 2009
create2009.europa.eu/
Organizaciones
y programas
conjuntos
de los Estados
miembros
EuroHORCs – Directores
de los consejos de investigación europeos
CREST-Comité
de investigación
científica y técnica
consilium.europa.eu/
showPage.aspx?id=1422&lang=fr
www.eurohorcs.org
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Infraestructuras
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EIROforum - Organizaciones EUREKA - Red europea para
intergubernamentales de
la I+D industrial orientada
investigación europeas
hacia el mercado
www.eiroforum.org
www.eureka.be
• CERN - Centro europeo
de investigación nuclear
• EFDA JET - Acuerdo europeo
para el desarrollo de la fusión
• EMBL - Laboratorio europeo
de biología molecular
• ESA - Agencia espacial europea
• ESO - Observatorio europeo
austral
• ILL - Instituto Laue-Langevin
• ESRF - Instalación europea
de radiación sincrotrónica
Áreas temáticas EUREKA
• Electrónica y TIC
• Manufactura industrial,
materiales y transporte
• Otras tecnologías industriales
• Tecnologías energéticas
• Química, física y ciencias exactas
• Ciencias biológicas
• Agricultura y recursos marinos
• Tecnologías de agroalimentación
• Medidas y estándares
• Tecnologías para la protección
de la humanidad y del medio
ambiente
ESF – Fundación europea
de la ciencia
Organizaciones
y programas
nacionales
y regionales
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ientos Industria
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www.esf.org
• EuroBioFund - EuroBioForum
• EUROCORES - Programa
de investigación colaborativa
europea
• EURYI - European Young
Investigator Awards (Premios
a los jóvenes investigadores europeos)
COST – Cooperación
europea en ciencia
y tecnología
www.cost.esf.org
Portal ERAWATCH
cordis.europa.eu/erawatch
El portal ERAWATCH, desarrollado
por la Comisión Europea, proporciona información sobre las políticas
de investigación en los ámbitos
europeo, nacional y regional, así
como sobre los actores y los programas en la Unión Europea y en otros
lugares. Abarca actualmente
información de 43 países.
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research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
19
EUROSTARS
Apoyar a las PYMEs implicadas en la investigación tecnológica
con vistas a promover el crecimiento económico: ésa es la
finalidad del nuevo programa EUROSTARS, fruto de una
colaboración entre la Unión Europea y Eureka. Una iniciativa
que hará brillar las perlas de la innovación europea.
L
as células cancerosas tienen una insidiosa capacidad de “rechazar” los fármacos utilizados contra ellas; ésa es
una de las razones por las que la
medicina pierde la esperanza de encontrar la
curación completa del cáncer. Uno de los
métodos más sutiles empleados por este tipo
de célula contra los ataques terapéuticos
consiste en envolver y destruir la molécula
medicamentosa en vesículas celulares denominadas endosomas. Hasta ahora, los intentos de
contrarrestar este mecanismo sólo han tenido
un éxito relativo. Pero un grupo de científicos
de la empresa noruega PCI Biotech creen que
están siguiendo una buena pista: además del
medicamento, inyectan fotosensibilizadores en
la zona afectada. La membrana del endosoma
los absorbe y, al ser iluminada, se deshace. Sin
este obstáculo, la molécula terapéutica puede
llegar al núcleo de la célula.
La innovación de PCI Biotech se podría
convertir en un tratamiento milagroso que
podría salvar miles de vidas, pero la comercialización de ese tipo de terapias es muy
costosa y la competencia en el campo de la
tecnología médica es muy dura. No obstante,
PCI Biotech, financiado por el nuevo programa
EUROSTARS (un fondo de innovación europeo
especialmente destinado a las PYMEs), está
a punto de llevar su producto a los hospitales.
EUROSTARS financiará investigaciones clínicas,
con las que los científicos investigarán cómo
iluminar el tumor insertando una fibra óptica
a través de la piel o de las cavidades del cuerpo.
“Ya tenemos experiencia en la utilización
de fotosensibilizadores en las terapias contra
el cáncer, pero no en la liberación de la molécula del endosoma. Nuestra técnica de iluminación del endosoma es completamente original”,
explica Anders Høgset, director científico de la
Los medicamentos, un área en
la que las PYMEs pueden desempeñar
un papel importante. En la fotografía
aparecen microesferas a base
de ciclodextrina. Estas moléculas
de origen natural que, a modo de
jaula, permiten encapsular moléculas
diversas, se utilizan con frecuencia
en la farmacología.
20
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
Un estreno arrollador
PCI Biotech es una de las 200 empresas
europeas que se han beneficiado del fondo
EUROSTARS, recibiendo 1,1 millones de euros.
“Para una empresa como la nuestra, es muchísimo dinero”, comenta Anders Høgset. Esta
PYME, como la mayoría de las beneficiarias
de EUROSTARS, ya funciona desde hace algunos
años pero pretende crecer más. Da empleo
a nueve personas y empezó a ser cotizada en
la Bolsa de Oslo en el año 2008. Al no tener
por ahora ingresos, funciona únicamente gracias
a las subvenciones de investigación y a los
inversores. Cuando su tecnología esté lista,
esta PYME venderá sus licencias a empresas
farmacéuticas.
Para crecer, las pequeñas empresas pueden
obtener fondos de inversores o accionistas
privados, de empresas especializadas en el
capital de riesgo, o mediante una cotización
en Bolsa, pero cuando más ayuda necesitan es
en sus inicios. Según Bernd Reichert, jefe de la
unidad PYMEs en la Dirección General de
Investigación de la Comisión Europea, constituyen uno de los resortes fundamentales del
desarrollo económico europeo, ya que representan el 99 % de las empresas. “Son responsables de la creación de muchos empleos y
constituyen uno de los motores de la innovación”. Por esta razón, se lanzó el programa
EUROSTARS, dirigido por Eureka. Su éxito ya
asombra a sus creadores. La Comisión Europea
proporcionó el 25 % de sus fondos (con un presupuesto de 100 millones euros hasta el 2013).
El resto proviene de los 32 países participantes.
© CNRS Photothèque/Hubert Raguet
Descubrir los
tesoros ocultos
empresa. Uno de los principales efectos de la
técnica será la mejora de la precisión con la
que las terapias contra el cáncer se pueden
dirigir hacia el tumor.
EUROSTARS
“EUROSTARS es el primer programa que da
prioridad absoluta a las PYMEs que se dedican
a la investigación y el desarrollo. Sus objetivos
están definidos conforme a las necesidades
y los deseos de las PYMEs”, explica Bernd
Reichert, añadiendo que, aunque las PYMEs
pueden participar en los programas marco
de investigación, los trámites de los mismos
generalmente son caros y requieren demasiado tiempo. De ahí la importancia de EUROSTARS,
cuyo principal objetivo es ayudar a las PYMEs
a comercializar sus productos lo antes posible
para acelerar el desarrollo de las mismas. “Las
PYMEs de alta tecnología no pueden perder
tiempo esperando porque sus mercados evolucionan con mucha rapidez”, manifiesta Bernd
Reichert. “EUROSTARS, con trámites más ágiles,
puede ayudar a las PYMEs a innovar a un ritmo
más rápido y constante”.
Prioridad a las nuevas estrellas
Los proyectos duran tres años como máximo
con el objetivo de que las empresas comercialicen sus productos en el plazo de dos años,
una vez acabado el proyecto. Las start-ups no
tienen la prioridad, sino las empresas que
empleen hasta 35 personas y que ya hayan
recorrido una buena parte del camino que
lleva al desarrollo de un producto o a su comercialización. Los proyectos también se centran
en las empresas implicadas en la investigación
tecnológica y que dedican a la misma al menos
el 10 % de su volumen de negocios. Los beneficiarios trabajan sobre todo en sectores de la
alta tecnología como la informática, las telecomunicaciones, la tecnología biomédica y los
materiales de fabricación industrial.
“Cuando lanzamos la primera convocatoria,
en el año 2008, no esperábamos recibir tantas
solicitudes de PYMEs especializadas en tecnología. Hasta ignorábamos que existieran tantas”,
recuerda Michel Vanavermaete, responsable
del programa EUROSTARS en la Secretaría de
Eureka. Ambos ciclos de financiación atrajeron
a centenares de candidatos, con un promedio
de 3,5 socios y una solicitud de financiación
media de 2,9 millones de euros por proyecto.
Michel Vanavermaete y sus colegas también se
asombraron de las buenas candidaturas de
numerosas PYMEs de los países más pequeños
y más desfavorecidos de la Unión Europea.
Una de las principales características del
programa EUROSTARS consiste en adoptar
una filosofía “ascendente”, evaluando cada
caso según sus propios méritos. Un objetivo
primordial es también ayudar a estas entidades
locales o nacionales a convertirse en empresas
de alcance internacional, dentro y fuera de
Europa. “Nos gustaría detectar a las empresas
que se transformarán en el Google del mañana.
Tenemos la ambición de que la Unión Europea tenga grandes empresas a partir de
empresas de tamaño medio. Pensamos que es
el enfoque que hay que adoptar”, explica
Luuk Borg, director de Eureka. “Las empresas
cuyo volumen de negocios tiene un índice
de crecimiento elevado (llegando a alcanzar
hasta el 180 %) tendrán una especial importancia para nosotros”.
Innovación en el Este de Europa
El programa también ayuda a las PYMEs
del sector del medio ambiente, que avanza
a pasos agigantados. La energía eólica, que
se está extendiendo por toda Europa, desde
Dinamarca hasta Portugal, genera miles de
empleos: no sólo dentro de las empresas que
llevan a cabo los proyectos sino también en
las implicadas en la fabricación y el suministro
de palas o de piezas de recambio, por ejemplo.
Una de estas PYMEs es EC Electronics, con
sede en Polonia. Trabaja en la puesta a punto
de aparatos capaces de identificar los defectos
de los generadores eólicos y forma parte de
un consorcio más importante, Smart Embedded
Sensor System (SESS), fundado por el programa
EUROSTARS e implantado en Polonia, Estonia
y Dinamarca.
En este consorcio, EC Electronics suministra
el material necesario para las tecnologías de
comunicación y de señalización que se usan
para el control de las palas de los generadores
eólicos. Dicha empresa ya ha hecho posible
el desarrollo de productos necesarios para el
control de otros “segmentos” de los generadores
eólicos, como cajas de cambio o pernos, cilindros móviles utilizados para guiar el movimiento de rotación.
“SESS pretende detectar los daños que se
puedan dar en las palas de los generadores
eólicos. Los análisis efectuados permitirán
predecir si una grieta o cualquier otro daño
puede agravarse, y de qué forma lo hará”,
explica Artur Hanc, director de EC Electronics.
“Un aspecto único de SESS es que dependerá
de sistemas de detección a la vez activos
y pasivos. Así podremos no sólo detectar problemas en cuanto aparezcan, sino también
‘ordenar’ a los sensores que analicen los puntos
frágiles de la pala. De este modo, podremos
evaluar mejor el estado estructural de estos
puntos sensibles”.
Aunque ninguna de las empresas que ha
participado en EUROSTARS haya brillado con
luz propia en la escena internacional, algunas
podrían resplandecer en los próximos años…
Elisabeth Jeffries
© Shutterstock
© Shutterstock
Las energías renovables y la informática también ofrecen
nichos interesantes para las pequeñas empresas de alta tecnología.
Eurostars
www.eurostars-eureka.eu
SESS
www.sess-eurostars.eu
PCI Biotech
www.pcibiotech.no
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
21
PROGRAMACIÓN CONJUNTA
«Alzheimer»
«Alzheimer»,
S
e va instalando discretamente en los
recovecos del cerebro de una de cada
veinte personas de más de 65 años,
adueñándose poco a poco de sus
recuerdos, primero de los más recientes (a veces
hasta de la cara de un familiar), extendiéndose
como una mancha de petróleo en el mar y destruyendo todo a su paso. Causa trastornos en la
memoria, la atención, el lenguaje, el comportamiento, el humor, volviéndose omnipresente y
deteriorando el estado general de su víctima,
privándole progresivamente de su autonomía.
Nos referimos a la demencia, una enfermedad
que afecta actualmente a cerca de 7,3 millones
de europeos, cifra que, con el envejecimiento
de la población, se habrá duplicado de aquí
al 2020 según las estimaciones de los epidemiólogos. En términos de atención médica, la
demencia representa un coste de unos 120 mil
millones de euros en la Unión Europea. De ahí
el interés de intensificar los esfuerzos de investigación en este campo y, más concretamente,
en la enfermedad de Alzheimer, que representa cerca del 70 % de los casos de demencia.
22
Colaboración, coordinación…
El problema del aumento de los casos
de enfermedades neurodegenerativas relacionadas con el envejecimiento de la población
no es nada nuevo. De hecho, los Estados
miembros y la Comisión Europea llevan ya
varios años dedicando considerables recursos
financieros y humanos a la investigación en
este área. Sólo en el Sexto Programa Marco de
Investigación (6PM), entre el año 2002 y el
2006, la Unión Europea financió 25 proyectos
de colaboración sobre estas enfermedades con
111 millones de euros, de los que más de un
tercio se destinó al estudio del Alzheimer. Para
el 7PM (2007-2013) se ha reforzado esta ayuda,
ya que un tercio de los fondos dedicados a la
investigación sobre el cerebro en 2008-2009
se concedió a la investigación sobre las enfermedades neurodegenerativas. Pero aunque se
hayan logrado descubrimientos importantes
en estos últimos años, aún no existe ningún
tratamiento de la enfermedad de Alzheimer
y hasta se ignoran sus factores de riesgo. Por lo
tanto, es preciso hacer un esfuerzo mucho
mayor y mejorar la eficacia de los medios movilizados. ¿Pero cómo? Apostando por una coordinación transnacional de la investigación
fundamental, clínica y social en este área.
Los Estados miembros de la UE gastan cerca
del 85 % de los fondos de investigación públicos de esta última con total independencia.
Recientemente, la UE amplió los instrumentos
de colaboración (las acciones ERA-NET, las iniciativas del Artículo 169) para promover la
coordinación de programas nacionales de
investigación. Como ejemplo del éxito de estas
herramientas de colaboración citemos la investigación sobre enfermedades raras. Hasta hace
tres años, es decir, antes del lanzamiento de
E-RARE (ERA-NET for research programmes on
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
rare diseases), los programas de investigación
nacionales en este área funcionaban por
separado. Actualmente, E-RARE les permite
trabajar con mayores cohortes de pacientes,
compartir sus resultados y hasta sus recursos
financieros. De hecho, el 40 % de los fondos
que los Estados miembros (participantes
en E-RARE) dedican a la investigación sobre
enfermedades raras se asignan a convocatorias
conjuntas de propuestas. Pero aunque estos
instrumentos de colaboración hayan tenido
un efecto comparable a los fertilizantes en un
terreno baldío, en determinados sectores la
situación es tan problemática que estos
esfuerzos no son suficientes.
© CNRS Photothèque/Erwan Amice
Veinte países de Europa
y la Comisión Europea se
han puesto de acuerdo para
luchar juntos contra las
enfermedades neurodegenerativas coordinando sus
programas de investigación
en torno a objetivos comunes.
…y agenda estratégica de investigación
La programación conjunta nació a la vez
del éxito y de los obstáculos a la colaboración
entre los programas nacionales. Entre dichos obstáculos están tres problemáticas principales:
alcanzar una masa crítica, obtener el respaldo
político y ponerse de acuerdo en las condiciones. Estas últimas requieren el beneplácito
del ministro de investigación. Las condiciones
marco representan todo lo que permite que
funcione correctamente el sistema (convocatorias conjuntas de propuestas, reglas de participación y de propiedad intelectual compatibles, etc.).
PROGRAMACIÓN CONJUNTA
una iniciativa piloto
© CNRS Photothèque/Erwan Amice
El nuevo concepto de colaboración denominado programación conjunta, introducido en
una comunicación de la Comisión Europea en
julio de 2008, pretende que los Estados miembros definan una visión común y una agenda
estratégica de investigación para hacer frente
a los grandes desafíos sociales a los que los
programas nacionales no pueden responder
de forma aislada. “Un punto muy importante de
la programación conjunta es que la participación
de los Estados miembros y de los países asociados es voluntaria”, explica Philippe Amouyel,
director general del Instituto Pasteur de Lille
(Francia) y coordinador del área de investigación
del plan “Alzheimer” de Francia.
Las imágenes cerebrales revelan el hipocampo
de un sujeto sano (a la izquierda) y de un
paciente con la enfermedad de Alzheimer
(a la derecha). Utilizando el programa de
tratamiento de imágenes creado por investigadores, un radiólogo puede visualizar el volumen
del hipocampo, representado en rojo en el corte
transversal.
Esta estructura del cerebro desempeña un papel
fundamental en el funcionamiento de la memoria
y se ve afectada en las primeras fases de la
enfermedad.
“En resumen, para establecer una programación conjunta, hay que escoger un tema
con gran impacto social y definir una agenda
estratégica entre los Estados miembros que
quieran participar. Y para que todo esto funcione, hace falta una estructura de gestión”,
continúa Philippe Amouyel. No se pretende
gastar más dinero, sino utilizar de manera más
eficaz los fondos invertidos en las áreas de
investigación de interés común para los países
de Europa (energías renovables, cambio climático, enfermedades neurodegenerativas, etc.),
coordinando los programas nacionales en torno
a objetivos y un calendario común. Con este
enfoque, la Unión Europea podría orientar mejor
sus recursos para enfrentarse a los desafíos
sociales, hablar con una sola voz en la escena
internacional, mejorar la calidad de las propuestas de investigación, así como aunar los
datos y los conocimientos diseminados por
los diferentes países miembros y asociados.
“La programación conjunta no es un nuevo
instrumento de colaboración que se añadiría
a las numerosas herramientas ya existentes, es
un enfoque con el que, llegado el caso, se pueden emplear estas herramientas para ayudar a
los Estados miembros a garantizar la ejecución
concreta de la misma”, precisa Philippe Amouyel.
Un área lista para la programación
conjunta
¿Por qué se han escogido las patologías neurodegenerativas como iniciativas piloto de programación conjunta? “Si se estudian los niveles
de financiación y de fragmentación de las áreas
científicas y tecnológicas en Europa y se los
compara con los de Estados Unidos, la investigación sobre la demencia resulta ser uno de
los campos menos financiados y más fragmentados aquí”, indica Philippe Amouyel. Además,
la prevalencia de estas enfermedades aumenta
inexorablemente. En el transcurso de la presidencia francesa de la UE en el 2008, mientras
que la Comisión Europea publicaba su comunicación sobre la programación conjunta, Nicolas
Sarkozy convertía la lucha contra la enfermedad
de Alzheimer en una prioridad nacional.
Entonces se presentó una propuesta de
programación conjunta en diciembre de 2008.
Veinticuatro Estados miembros y asociados
manifestaron su deseo de participar en la misma
y acordaron las grandes líneas de la estructura
de gestión y los mecanismos de toma de decisión para preparar una ambiciosa agenda de
investigación estratégica. Una de las próximas
etapas consistirá en definir objetivos específicos,
medibles, factibles, realistas y enmarcados en el
tiempo (objetivos SMART), con el asesoramiento
de un consejo científico internacional de alto
nivel. “Cuando se definan la agenda estratégica
y los objetivos SMART, será como tener un
menú: cada país participante podrá escoger
los objetivos que mejor correspondan con sus
conocimientos, sus orientaciones y sus posibilidades financieras”, indica Philippe Amouyel.
En cuanto a la estructura de gestión, se creó un
comité que se reunió por primera vez en junio
de 2009. En lo referente al consejo científico,
está en proceso de constitución.
Aunque antes del 2015 no se podrá realizar
una primera evaluación de la eficacia de la
programación conjunta sobre la enfermedad
de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas (el tiempo necesario para analizar el
valor añadido de la colaboración de los Estados
participantes en términos de resultados de investigación), aun así esta iniciativa piloto debería
abrir el camino a otras programaciones similares,
particularmente en el campo de las tecnologías
energéticas y de la investigación agrícola.
Audrey Binet
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
23
24
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
© Shutterstock
© Shutterstock
© ITER
© CERN
En el CERN, más de 1.000 científicos
de 94 institutos y 28 países trabajan
en el experimento ALICE. Para llevarlo
a cabo, el LHC provocará la colisión
entre sí de iones de plomo con el fin
de recrear en laboratorio las condiciones
que se dieron justo después del Big Bang.
Los datos obtenidos permitirán estudiar
la evolución de la materia desde
el nacimiento del Universo hasta
nuestros días.
Conseguir una
integración con éxito
Aún queda mucho camino por recorrer para lograr un Espacio Europeo
de la Investigación (EEI) unificado y atractivo, que garantice la quinta
libertad, la circulación de los investigadores, los conocimientos y las
tecnologías. Siete años después del nacimiento del proyecto del EEI en
Lisboa, la Comisión Europea ha evaluado el camino recorrido y el que
queda por delante. Este trabajo a largo plazo, que se ha ido alimentando
de reflexiones provenientes de toda Europa, empezó en el año 2007 con
la publicación de un Libro Verde sobre el EEI, sometido a una amplia
consulta pública durante varios meses. Se identificaron en este trabajo
común los avances obtenidos, pero sobre todo los retrasos y las lagunas
que socavan su desarrollo, así como las pistas a explorar para colmarlas.
¿Qué consecuencias ha tenido este trabajo? Un proceso de impulso
del EEI, que fue lanzado en la primavera del 2008 en Ljubljana, la capital
eslovena, y dio pie a una “Visión 2020” para el EEI, adoptada por la
Unión Europea en diciembre del 2008. En paralelo, la UE lanzó cinco
iniciativas que abarcan áreas cruciales: las carreras y la movilidad de los
investigadores, las infraestructuras de investigación, la transferencia
de los conocimientos entre los organismos de investigación públicos
y la industria, la programación conjunta y la cooperación internacional.
Se trata de un trabajo colosal, pero de él depende el futuro del EEI.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
25
INVESTIGACIÓN ACADÉMICA
Las universidades
en cuestión
Las universidades son desde hace siglos la joya y el orgullo
de los países europeos, garantizando la investigación
y la transmisión del conocimiento. Desde hace algunos
años, la Unión Europea, en concertación con todos los
actores concernidos, pretende darles un nuevo impulso,
queriendo ampliar su autonomía, sacar el mejor partido
de su diversidad, y darles nuevas bazas para que desempeñen
un papel protagonista dentro de la economía del
conocimiento.
U
nos 4.000 centros de enseñanza
superior con 435.000 investigadores: estas colmenas donde
trabajan cerca de un millón y
medio de personas forman
lo que se clasifica con la denominación de
“universidades europeas”. Esta inmensa red
de divulgación, transferencia y producción
de conocimientos científicos se caracteriza
por el vínculo, a menudo lleno de historia,
que cualquier nación europea mantiene con
“su” sistema académico. Esto no significa
que los universitarios europeos vivan “de puertas para dentro”. Cada país, según sus capacidades, posee facultades, laboratorios o centros
de investigación, arraigados en su cultura y
a la vez abiertos al mundo y con frecuencia
reconocidos internacionalmente. Pero en el
contexto actual dominado por la emergencia
simultánea de la globalización y de la sociedad del conocimiento, los Estados de la UE
han entendido claramente los cambios que
deben realizar en sus sistemas universitarios,
26
en un periodo en el que su coste ha llegado
al límite de lo que pueden soportar las arcas
públicas.
Desafíos cada vez mayores
En lo que concierne a la enseñanza, los
sistemas universitarios están confrontados
con el doble desafío de un mayor número de
estudiantes que hay que formar y las exigencias del mercado laboral en lo que respecta
a su cualificación. Luego, en el ámbito de la
investigación, numerosos indicadores muestran
que los sistemas universitarios europeos, en su
conjunto, son menos eficaces en la innovación
y en la simbiosis con el mundo empresarial
(y, por ello, consiguen menos resultados económicos, de crecimiento y empleo) que sus
competidores estadounidenses o japoneses.
La sensibilización sobre la necesidad de una
visión europea de estos desafíos ha aumentado considerablemente en el transcurso de las
dos últimas décadas. En 1999, se franqueó una
etapa básica, sobre todo con la Declaración de
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
Bolonia, que dio pie a un proceso de armonización en la validación y el reconocimiento
de los títulos universitarios. A través del programa Erasmus, Ia UE también dio un gran
impulso a la movilidad de los estudiantes más
allá de las fronteras nacionales.
Pero tanto el papel como el lugar de las
universidades como principales actores
de la investigación (en ellas trabajan aproximadamente un tercio de los investigadores
y suponen el 80 % de la investigación básica
en Europa) son objeto de una amplia reflexión
crítica. Es cierto que el primer elemento unificador de la investigación universitaria fue
(y sigue siendo) su implicación activa en los
programas marco de la Comisión Europea. De
una forma u otra, prácticamente todas las universidades del continente participan en numerosos proyectos europeos en todos los campos
de investigación aplicados o fundamentales,
y gracias a los mismos reciben una parte de
su financiación. También están muy presentes
en los programas Marie Curie para la movilidad
INVESTIGACIÓN ACADÉMICA
Las universidades, muy orgullosas
de sus tradiciones y del patrimonio
nacional que representan, saben
también que deben reformarse
y abrirse hacia el exterior, sin perder
por ello “sus señas de identidad”.
En la fotografía, la Universidad
de Oxford (Reino Unido).
excelencia, un mayor impulso a la movilidad
de los estudiantes, los profesores y los investigadores, y el refuerzo de sus vínculos con el
mundo empresarial y la sociedad.
Este enfoque representa un cambio radical
en el funcionamiento tradicional de las universidades, las cuales han tenido siempre,
desde un punto de vista histórico, una especie
de misión de “autosuficiencia” en la oferta
de conocimientos. La mayoría se desarrollaron,
a través de los siglos, en torno a un principio
fijado, que consistía en ofertar un amplio
abanico de estudios universitarios organizados
de forma vertical, bajo la supervisión financiera y programática de sus poderes públicos
nacionales o regionales. Pero a escala del
continente, esta diversidad de los programas
universitarios de enseñanza y de investigación
oculta la falta de una auténtica diversificación
que se base en la oferta de especializaciones
tomando como criterio la excelencia. Y, en
muchos casos, la arborescencia vertical de las
asignaturas enmascara también la insuficiencia
de los lazos y las pasarelas entre ellas.
© Shutterstock
Una autonomía indispensable
de los investigadores, que han ayudado a llevar
a cabo los trabajos doctorales o post-doctorales
de decenas de miles de investigadores en toda
Europa.
Una nueva visión política
Sin embargo, a partir del año 2000, con la
óptica de la creación de un Espacio Europeo
de la Investigación (una de las bases de la
nueva estrategia de crecimiento y empleo
denominada “estrategia de Lisboa”), la Unión
Europea comenzó a tener una visión mucho
más política de los puntos fuertes y débiles
comunes de los sistemas universitarios europeos. La Comisión Europea, con los Estados
miembros y los actores de la enseñanza
superior, puso su empeño en articular un proyecto común de modernización de las universidades en torno a sus tres misiones
básicas: la enseñanza, la investigación y la
contribución a la innovación. Las principales
orientaciones definidas en 2006 (1) se apoyan
en la diversificación y la valorización de su
Para que la situación cambie (y, de hecho,
está cambiando por todas partes en Europa,
no sin crisis, como sucedió hace poco en las
universidades griegas y francesas), existe un
amplio consenso sobre la necesidad de conferir a las universidades una autonomía real
y más responsabilidades para que puedan iniciar políticas de excelencia, organizando a sus
comunidades en torno a una cultura basada en
la obtención de resultados y el respeto de un
contrato social. La Comisión Europea destaca
la necesidad “de nuevos modelos de gobernanza interna basados en la adopción de
auténticas políticas científicas apoyadas por
una gestión estratégica y proactiva de sus
recursos humanos y financieros”. Y añade
que “las universidades europeas necesitan
afirmar su papel de actores económicos, capaces de responder mejor y más rápidamente
a la demanda de los mercados y de desarrollar
colaboraciones para la explotación de los
conocimientos científicos y tecnológicos, preservando a la vez el carácter público de su
misión y sus más amplias responsabilidades
sociales y culturales”.
Al inscribir la reforma y la modernización
de las universidades en la agenda de su estrategia global, la UE colma un déficit patente en
su determinación de afirmar su evolución hacia
una economía del conocimiento, en la que los
actores de la enseñanza superior y de la investigación universitaria deben ser protagonistas
de primer plano. Poniendo en común las experiencias (con éxito o difíciles) se pueden definir las líneas directrices que deben guiar las
evoluciones.
La investigación no es la innovación
Pero no existen soluciones “ya hechas”.
Por ejemplo, en el famoso vínculo entre la universidad y la innovación: un tema recurrente
que ha sido mencionado en numerosos informes y recomendaciones de las dos últimas
décadas. Así como lo observan dos expertos
del grupo de investigación Knowledge for
Growth (2): “Los responsables de las políticas
públicas y los responsables de las universidades no deben confundir la investigación
y las nuevas invenciones con la innovación”.
Según Paul David y Stan Metcalfe (3), la investigación universitaria puede y debe ser fuente
de innovación, pero reflexionan sobre el papel
que se ha querido dar a las universidades
empujándolas a crear start-ups y otras empresas semillas o spin-offs, así como a gestionar
carteras de patentes, un modelo procedente de
Estados Unidos, donde esta tendencia actualmente se está poniendo en tela de juicio.
Con frecuencia, se suele hablar de los casos
con éxito de este tipo pero, según David y
Metcalfe, este deseo de que las universidades
se acerquen a las empresas no debe llevar a
que las sustituyan por completo. Este riesgo
representa, según ellos, la limitación de su
misión principal: la extensión de las áreas del
saber y el intercambio abierto de conocimientos innovadores con el mundo empresarial.
“A largo plazo, la reforma necesaria de las
universidades debe llevar a una distribución
del trabajo en todo el sistema de investigación,
con el reconocimiento expreso de que puedan
darse diferentes modelos de modernidad en
las universidades”, estiman. “Estas últimas
no pueden seguir un modelo único de relaciones con el mundo empresarial basado en
prescripciones rígidas”.
Didier Buysse
(1) “Cumplir la agenda de modernización para las universidades:
educación, investigación e innovación”, COM (2006) 208 final.
(2) http://ec.europa.eu/invest-in-research/monitoring/knowledge_
en.htm
(3) Profesores de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y
de la Universidad de Oxford (Reino Unido) respectivamente.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
27
REDES DE INVESTIGACIÓN
La unión hace la fuerza
Estar a la cabeza de la innovación y ser competitiva:
un objetivo que Europa
sólo puede lograr a través
de una colaboración eficaz.
S
i existe un campo por excelencia en
el que sea importante (y por suerte,
posible) avanzar juntos, es la investigación científica, tanto para hacer
frente a la competencia, como para evitar
desperdiciar el esfuerzo y la financiación de
los investigadores. La competencia la conforman sobre todo Estados Unidos, China…
“Actualmente, sólo del 10 % al 15 % de los programas europeos aceptan las candidaturas
28
y/o la colaboración de investigadores de otros
países, mientras que la mayoría de los programas estadounidenses están abiertos al mundo
entero. Si Europa se inspirase en el funcionamiento de ese país, podría llegar a ser el
segundo actor de la investigación mundial”,
manifestaba recientemente con entusiasmo un
colaborador de la Dirección General de Investigación. Se trataría de coordinar los proyectos
en los que Europa fuera más eficaz con la colaboración de otros, objetivo nada fácil, pero
las iniciativas se multiplican por doquier. Los
programas marco, las acciones ERA-NET y las
iniciativas lanzadas en virtud del artículo 169
del Tratado que instituye la Comunidad Europea
son algunos ejemplos que reflejan bien esta
voluntad de unidad europea.
la Unión Europea en materia de ciencia y tecnología. Un comité de gestión compuesto
por representantes de los Estados miembros
y de los países asociados define las áreas de
investigación financiadas, basándose en las
propuestas de los investigadores de sectores
determinados, consultados por la Comisión
Europea. El apartado “Cooperación” del Séptimo Programa Marco (7PM) se divide en
diez temáticas como la salud, la alimentación,
las nanociencias o las biotecnologías, por citar
algunas. La condición indispensable para
que un proyecto sea escogido por el comité
de expertos independientes encargado de la
selección es contar con investigadores de por lo
menos tres Estados miembros o países asociados.
Las acciones ERA-NET
Los programas marco
Los programas marco (PM) de investigación y desarrollo son instrumentos financieros
utilizados para ejecutar la política colectiva de
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
Cada Estado miembro posee su propio sistema de financiación de la investigación. Las acciones ERA-NET están pensadas para fomentar la
colaboración entre programas de investigación
REDES DE INVESTIGACIÓN
regionales y nacionales a fin de lograr objetivos
comunes. En ese caso, los directores nacionales
de programa de cada país, es decir, principalmente organismos de financiación, son quienes
deciden las temáticas y las acciones que desean
acometer juntos. En concreto, esto abarca desde
el intercambio de información sobre los sectores
de actividad de cada uno, hasta la presentación
de propuestas conjuntas en convocatorias,
pasando por la puesta en común de bases de
datos. Los directores de programas nacionales
tienen bastantes cartas en la mano para decidir
lanzar una colaboración tan pronto como
alcanzan un acuerdo, sin tener que esperar forzosamente una financiación exterior para llevar
a cabo sus actividades. Aunque los propios
países financien su proyecto, la UE abona los
gastos inherentes a la coordinación, la formación
y la gestión de las actividades del consorcio.
Las iniciativas en virtud del artículo 169
Todas las actividades de la Unión Europea
deben apoyarse en una base jurídica. Por
ejemplo, el programa marco lo rigen los artículos 166 y 167 del tratado de la UE. El artículo 169
permite que los Estados miembros y la Comisión
Europea financien conjuntamente grandes iniciativas de interés científico. En la práctica, se trata de enlazar firmemente distintos programas
nacionales de investigación, desde el punto
de vista de la gestión, la financiación y la
convocatoria de propuestas. A iniciativa de la
Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento
Europeo deciden los sectores sobre los que
se va a investigar. En el 6PM se lanzó la primera
acción en virtud del artículo 169 en el campo
de las enfermedades vinculadas a la pobreza
en los países en desarrollo y el 7PM prevé cuatro nuevas acciones como la acción AAL
(Ambient Assisted Living), que tiene por objeto
mejorar la calidad de vida de las personas
mayores empleando las tecnologías de la información y la comunicación.
Las ventajas de tal cooperación…
Ya se ha comprobado que este enfoque
está funcionando: la colaboración entre investigadores de diferentes países europeos ha
aumentado claramente, lo cual repercute favorablemente en los investigadores quienes, gracias a los proyectos europeos, pueden obtener
más fondos que antes. Además, los directores
de programas nacionales destacaron en un
informe reciente que las acciones ERA-NET
eran muy interesantes para los pequeños
países con tendencia a especializarse en
determinadas áreas. “Las ERA-NET son muy
pertinentes en temas muy punteros (como
las enfermedades raras), demasiado amplios
para ser tratados a nivel nacional, pero siguen
siendo demasiado limitados para interesar a la
investigación comunitaria”, añade Véronique
Halloin, ingeniera civil química y secretaria
general del FNRS (el Fondo Nacional para la
Investigación científica) de Bélgica.
Para Véronique de Halleux, investigadora en
el laboratorio de los polímeros de la Universidad Libre de Bruselas (ULB), participante en
el proyecto ONE-P (Organic Nanomaterials for
Electronics and Photonics) en el que participan
200 investigadores de diez países, la iniciativa
sin duda alguna es un éxito. “Poder trabajar con
investigadores de varios países europeos es una
baza considerable puesto que nos permite
disponer de los mejores especialistas. Jamás
habríamos podido montar este proyecto sin
ello”. Lo mismo opina su colega Jean-Louis
Deneubourg, investigador y responsable de la
Unidad de Ecología Social, participante en el
proyecto MADE (Mitigating adverse ecological
impacts of open ocean fisheries), que manifiesta:
“Gracias a los proyectos europeos, se pueden
complementar los conocimientos”. Incluso va
más allá: “Sin estas iniciativas europeas, tendría
que cerrar mi laboratorio”.
…y sus puntos débiles
Aunque las acciones ERA-NET estén bien
establecidas, necesitan el apoyo político. A fin
de mejorar este aspecto de la colaboración
europea se creó el concepto de programación
conjunta: un nuevo enfoque que pretende
implicar a los ministros europeos previamente
en las tomas de decisiones y lograr que aborden
juntos la investigación en temas con importantes desafíos sociales, como el envejecimiento
de los europeos, el cambio climático o la crisis
financiera.
Los 32 Consejos de investigación europeos
reunidos en EUROHORCS lamentan la falta de
ayudas para los desplazamientos de los investigadores. De hecho, aunque los investigadores
pueden obtener ayudas, no ocurre lo mismo
con sus familias. Por lo tanto, a menudo, los científicos tienen que dejar de viajar cuando forman
una familia.
Los directores de los programas nacionales
destacaron los detalles que hay que mejorar y ya
previeron cómo paliar los fallos de las iniciativas
europeas. La ERA-NET Learning Platform va a
facilitar los intercambios entre coordinadores de
investigación y la puesta en común de información para los investigadores en un portal
conjunto (NETWATCH). También está previsto
que se identifiquen buenas prácticas para las
convocatorias de propuestas. Y finalmente,
Véronique Halloin menciona la cuestión de
los “botes comunes virtuales” en ERA-NET.
“Actualmente, no hay un auténtico bote común”,
explica. “Cada país se queda con su dinero y lo
reparte entre los investigadores seleccionados en
su país. Con este funcionamiento, si un solo país
dispone de científicos cruciales para tres de los
mejores proyectos, pero sólo puede financiar
uno, los otros dos corren el riesgo de no llegar
a ser realizados”.
Lograr que investigadores de numerosos
países trabajen en equipo no es nada fácil, así
que para ello la Unión Europea no sólo tiene que
tomar iniciativas para mejorar la colaboración
de sus programas de investigación, sino también
someter constantemente estas iniciativas a una
evaluación rigurosa de los resultados obtenidos.
Un proceso que aún tardará tiempo en madurar.
Zamora no se ganó en una hora…
Élise Dubuisson
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
29
INFRAESTRUCTURAS
En la carrera por la excelencia,
el Espacio Europeo de la Investigación
debe dotarse de infraestructuras
a la altura de los desafíos actuales.
En la agenda de prioridades del
Foro europeo de la estrategia sobre
infraestructuras de investigación
se seleccionaron 44 proyectos. Sólo
es el principio de una larga historia…
L
a iniciativa “Infraestructuras de investigación”, así como las demás iniciativas
del proceso de reactivación del Espacio
Europeo de la Investigación (EEI) (1)
se creó con el ánimo de instaurar una colaboración duradera entre los Estados miembros
y las partes concernidas: universidades, centros
de investigación, proveedores de material de
investigación y usuarios. Si la Unión Europea
(UE) pretende reforzar su excelencia en el campo de la investigación, tiene que sacar el mayor
partido posible a las instalaciones existentes
y construir nuevas infraestructuras en el marco
de proyectos a gran escala: observatorios,
bancos de datos, fuentes de radiación, redes
de comunicación…
Para las infraestructuras de investigación
de renombre mundial, cada vez más costosas
y complejas, se necesita reagrupar los recursos
30
financieros de varios países. Por ello se creó
en 2002 el Foro europeo de la estrategia sobre
infraestructuras de investigación, denominado
ESFRI (siglas de European Strategy Forum on
Research Infrastructures) (2), con el objetivo
principal de determinar las prioridades en
materia de Infraestructuras de Investigación (II)
a escala de la UE, que pueden ser implantadas
en un solo lugar, estar en red (distribuidas),
o incluso ser virtuales.
En el año 2006, el ESFRI estableció una
agenda de prioridades en la que aparecían las
35 principales infraestructuras paneuropeas
para el desarrollo de las ciencias y de la innovación en Europa en los próximos veinte años.
Esta agenda, al tener que adaptarse a la rápida evolución de las necesidades científicas
y tecnológicas, fue revisada por primera vez
en el 2008 y actualmente contiene 44 proyectos.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
1 El télescope E-ELT, que se prevé que
esté operativo en el año 2018, aportará una
nueva dimensión a la cosmología, midiendo
las propiedades de las primeras estrellas
y las galaxias y aportando informaciones
inéditas sobre la naturaleza de la materia
negra y de la energía negra. En esta fotografía
aparecen los segmentos de espejo del
instrumento ensamblados en el laboratorio
de Garching (Alemania).
© ESO
Santuarios de
la investigación
De los 44 proyectos considerados por el ESFRI
como infraestructuras prioritarias de investigación,
algunos pertenecen a centros de excelencia
de renombre desde hace tiempo, como el ESO
(fotografía 1), mientras que otros representan
nuevas iniciativas (fotografías 2, 3 y 4).
Se prevé que la puesta en marcha de las infraestructuras de investigación coloque al EEI
en un alto nivel de excelencia en proyectos
que abarcarían varias áreas: física, medio
ambiente, energía, ciencias biomédicas, y tecnologías de la información y de la comunicación.
La colaboración, antes que nada
una necesidad
¿En qué medida estas nuevas infraestructuras
favorecerán la colaboración entre investigadores en el EEI, con relación a otras instituciones
nacionales? Según Norbert Kroo, vicepresidente
de la Academia de las Ciencias de Hungría y
miembro del Consejo Europeo de Investigación,
hay que volver a plantear la pregunta: “Desde
mediados del siglo pasado se hizo patente que,
en determinadas áreas científicas, el material de
investigación se había vuelto tan caro que los
INFRAESTRUCTURAS
2
© Andrej Sogachev
© HiPER
© Aurora Borealis
4
El projet Icos está
dedicado a la comprensión de los mecanismos
del ciclo del carbono
y de los gases de efecto
invernadero. En la
fotografía, algunas
mediciones realizadas
en el bosque de
Fyodoroskoye (Rusia).
3
El rompehielos Aurora Borealis constituye una
plataforma científica en la que se llevan a cabo
investigaciones multidisciplinarias en las regiones
polares.
HiPER (High Power laser Energy Research) es un
proyecto piloto centrado en una técnica de energía
basada en la fusión, cuya factibilidad se espera que
quede demostrada entre el 2010 y el 2012.
países por separado no podían permitírselos.
La solución que se encontró fue emprender
proyectos internacionales entre las instituciones
nacionales y los gobiernos. Como botón de
muestra, el Centro Europeo de Investigación
Nuclear (o CERN) y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés). La razón
de ser de estas instituciones no era tanto fomentar la colaboración sino, antes que nada, hacer
posible la investigación: la colaboración era la
herramienta, y no el objetivo”.
Y Norbert Kroo continúa: “El desarrollo de
la ciencia requiere cada vez más instrumentos
costosos y de gran envergadura, que necesitan
una colaboración a gran escala, incluso a nivel
mundial, como el prototipo de reactor de fusión
termonuclear ITER (3). Estos hechos fueron reconocidos por la Unión Europea en el momento
de la creación del EEI y de la puesta en marcha
de acciones comunes. Tras la adopción por
la Comisión Europea del Libro Verde sobre
las nuevas perspectivas del EEI en el 2007, el
grupo de expertos sobre las infraestructuras de
investigación publicó un informe en el 2008 (4)
que se centraba en el establecimiento de
las prioridades de investigación, la financiación
de infraestructuras paneuropeas, la necesidad
de un marco jurídico específico, el modo de
gestión, y las infraestructuras electrónicas”.
Michel Van der Rest, director general del
sincrotrón SOLEIL y presidente de la ERF (5)
(European association of national Research
Facilities open to international access) añade:
“Las fuentes de radiación fotónica o neutrónica
ocupan un lugar destacado entre las infraestructuras muy grandes. En torno a la fuente, que
constituye la parte más pesada de la instalación
(anillo sincrotrón, reactor nuclear, fuente de espalación, láser de electrones libres…), se construye
un amplio abanico de estaciones experimentales
que analizan muestras de materia en todas sus
formas y para todos los intereses científicos”.
Y añade: “La coexistencia de varias fuentes
nacionales e internacionales permite compartir
la riqueza científica en la medida en que el acceso está abierto a todos los investigadores de la
EEI y porque las estaciones de las líneas de
haces están completamente optimizadas para
un tipo particular de análisis. Por lo tanto, cada
una de ellas es relativamente única, y la posibilidad de tener acceso a un amplio conjunto
de fuentes y de estaciones experimentales constituye la riqueza que debe ser compartida a nivel
europeo. Por lo tanto, no es tanto la naturaleza
nacional o internacional de la infraestructura
sino su abertura internacional y su complementariedad con relación a otras infraestructuras lo
que lleva a investigadores de todos los países y
disciplinas a encontrarse allí para explorar
muestras de materia y comprender su naturaleza física, su reactividad química, su estructura
biológica o incluso su pasado y su historia”.
Una personalidad jurídica a medida
Una de las grandes dificultades de la creación de nuevas infraestructuras de investigación dentro de la UE era la ausencia de marco
jurídico adecuado que permitiese el establecimiento de colaboraciones con organizaciones de varios países. De hecho, las formas
jurídicas previstas por los diferentes derechos
nacionales no siempre cubren las necesidades
de estas nuevas infraestructuras. Según las
recomendaciones de un grupo de trabajo
dirigido por Beatrix Vierkorn-Rudolph, vicepresidenta de la ESFRI, en junio de 2009
se adoptó un marco jurídico comunitario aplicable a los consorcios de infraestructuras
de investigación (ERIC, European Research
Infrastructure Consortium), lo que facilita el
desarrollo de una política europea para las infraestructuras de investigación.
Este nuevo marco proporciona una personalidad jurídica reconocida por todos los Estados
miembros. Asimismo, al reforzar el EEI, esta
nueva reglamentación va a aumentar el atractivo de la investigación europea a nivel internacional, permitiendo además la participación
de países no europeos. Para que una estructura
tenga el estatus ERIC tiene que comprender
al menos tres Estados miembros, pudiendo
incluir a países terceros, países asociados, así
como a organizaciones intergubernamentales.
Beatrix Vierkorn-Rudolph se manifiesta complacida por este acuerdo: “Las negociaciones entre
los diferentes socios que trabajan en la aplicación
de una nueva estructura de investigación se
facilitarán sustancialmente. Al poderse reconocer
a un ‘ERIC’ como una organización internacional, se podrán obtener exoneraciones de
IVA y habrá otras facilidades a nivel de la organización interna. Las primeras estructuras
de investigación definidas por la agenda de
prioridades están en su fase inicial como ERIC.
Estoy impaciente por ver cómo este nuevo
instrumento legal va a funcionar en la práctica”.
Así pues, una historia que continuará…
Isabelle Noirot
(1) Las demás iniciativas afectan a las carreras y la movilidad
de los investigadores, la transferencia de los conocimientos,
la programación conjunta y la cooperación internacional
en el campo de la ciencia y la tecnología.
(2) http://cordis.europa.eu/esfri/ Se puede descargar la agenda
de prioridades para 2008 en: ftp.cordis.europa.eu/pub/
esfri/docs/esfri_roadmap_update_2008.pdf
(3) www.iter.org
(4) Informe EUR 23320 EN 2008: “Développement d’infrastructures
de recherche d’envergure mondiale pour l’Espace européen de
la recherche”
(5) www.europeanresearchfacilities.eu
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
31
MOVILIDAD
Tras haberse centrado en la
libre circulación de personas,
bienes, servicios y capitales,
la Unión Europea insiste en
la quinta libertad, la de los
conocimientos. Como elemento fundamental de esta
libertad está la movilidad
de los investigadores, que
hace posible que desarrollen
las colaboraciones y las redes
indispensables para avanzar.
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La quinta libertad
L
a libre circulación de personas, bienes, servicios
y capitales son las cuatro libertades establecidas por
el Tratado de Roma en 1957. Janez Potočnik, Comisario
de Investigación, afirma que con el desarrollo de la economía
del conocimiento Europa necesita la quinta libertad: la de
la libre circulación de los conocimientos, tan deseada por los
Estados miembros y la Unión Europea: facilitar la movilidad
de los estudiantes, los investigadores y los profesores y,
por lo tanto, mejorar la competitividad de la Unión Europea
a través de la innovación. Concretamente, consiste en
aumentar los recursos humanos en ciencia y tecnología,
realizar reformas en la enseñanza superior, impulsar el avance de la “economía de la red”, y de mejorar los intercambios
entre la investigación pública y la industria.
32
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
a Unión Europea hace todo lo posible para fomentar la movilidad de
los investigadores dentro de sus
fronteras y proporcionarles mejores
estructuras para su carrera”, explica Stefaan
Hermans, jefe de unidad en la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea.
Pero no es fácil ser investigador/a en continuo
movimiento. La presión recurrente de encontrar
nuevos contratos y la tendencia natural al arraigamiento geográfico o familiar hacen que muchos
investigadores abandonen la investigación, cansados de una movilidad que les parece eterna.
Los científicos también pueden sentirse
atraídos por mejores condiciones de trabajo
fuera de la Unión Europea. Mientras que esta
última cuenta con más diplomados en ciencia
y en ingeniería, y también más doctorandos que
Estados Unidos o Japón, sus investigadores
representan un porcentaje menor de la población activa con relación a estos dos países. Para
evitar que los investigadores interrumpan sus
carreras de modo prematuro (lo que supone
una pérdida en cuanto a la inversión educativa), la UE tiene que asistirles en sus carreras
MOVILIDAD
y en sus desplazamientos, garantizándoles condiciones de contratación decentes y justas,
condiciones de empleo y de trabajo atractivas,
pero también los derechos a seguridad social
y jubilación a lo largo de sus peregrinaciones.
Contratación
Para que sea atractiva, la movilidad tiene
que ser a la vez flexible y poderse ejercer con
la perspectiva de un puesto permanente.
De ahí que, en el 2005, la Comisión Europea
adoptara una carta europea del investigador
y un código de conducta para su contratación.
“Se pretende garantizar la igualdad de sueldos
entre los investigadores y mejorar la transparencia de los procesos de contratación”, explica
Stefaan Hermans. “Ya han firmado la carta y el
código aproximadamente mil centros”. A pesar
de ello, muchas ofertas de empleo sólo se difunden a nivel interno, en las universidades y
los centros de investigación. Además, las instituciones académicas suelen preferir la contratación local, al contrario del sector privado, más
abierto a la competencia.
Como consecuencia, cada año los investigadores pasan demasiado tiempo tratando de
conseguir nuevos contratos o ayudas (a veces sin
éxito), lo que representa una pérdida excesiva
tanto para los interesados como para las instituciones que los contratan. Entonces, el concepto
de la quinta libertad se limita a poder avanzar…
con el barro hasta las rodillas. Y el espacio europeo puede parecer de repente demasiado pequeño, haciendo que otros destinos, como Estados
Unidos o incluso China, sean más tentadores.
Con vistas a garantizar un mejor acceso a los
puestos vacantes en la función pública (y contribuir a que la Unión Europea consiga retener
sus cerebros) los Estados miembros y la Comisión
Europea crearon la página web Euraxess. En
ella aparecen numerosas ofertas de doctorado,
de post-doctorado, y de financiación de toda la
Unión Europea, e informa a los investigadores y
a los empleadores sobre sus respectivos derechos.
Además, también existen por toda Europa centros de servicios Euraxess para ayudar a los investigadores y a sus familias en sus desplazamientos.
Condiciones de trabajo
Otro elemento importante en las carreras de
los investigadores son sus condiciones de trabajo, no siempre atractivas. Así, los científicos
jóvenes suelen ir acumulando contratos cortos
para proyectos específicos, lo que les da la
impresión de ir de un lugar para otro sin que
nadie les reconozca sus méritos. Eso cuando no
tienen que arrastrar períodos de paro entre dos
contratos… Esta situación retrasa la obtención
de un empleo estable en el que sus talentos sean
mejor aprovechados por la Unión Europea:
gestión de proyectos a largo plazo, transmisión
de los conocimientos, o sea, funciones de gran
valor añadido que no pueden ejercer plenamente con los contratos cortos.
Por eso muchos jóvenes talentos terminan
abandonando la investigación yendo a parar a
otros sectores económicos, como la consultoría,
donde encuentran estabilidad, responsabilidades
y una remuneración interesante. Otros siguen
la carrera hasta el final y hacia los 35-40 años
obtienen un puesto permanente que les permite
demostrar todo su talento. Pero entonces deben
seguir siendo competitivos manteniendo activas
las redes constituidas durante los años anteriores.
Es una tarea ardua, porque quien dice puesto
permanente dice también menor movilidad. Para
superar este obstáculo, existen posibilidades
de trabajar en una institución de otro país conservando el puesto. “En Francia, un investigador
puede recibir el salario de su laboratorio aunque
esté trabajando ‘de prestado’ en otro por un periodo de tiempo determinado”, explica Philippe
Thébault, profesor adjunto en el Observatorio
de París. Pero en realidad, apenas se fomentan
estas prácticas. “Uno mismo puede buscar una
financiación o incluso pedir una excedencia en
el trabajo, pero en este último caso interrumpe
el avance de su carrera”. Y en numerosas instituciones, el ascenso depende de la antigüedad,
no del mérito. Así que no es nada fácil compaginar movilidad y carrera profesional sin
dañar esta última.
Además, el mundo de la investigación no
puede negar que para las mujeres, es difícil ser
móvil hasta una edad relativamente avanzada
y tener hijos. A menudo, deben escoger. “Hace
diez años, apenas existía debate político en
torno a este tema”, admite Stefaan Hermans.
“Pero desde entonces las cosas han cambiado
bastante. En mayo del 2009 se celebró en Praga
una gran conferencia Women and Science en
la que se debatieron las buenas prácticas
adoptadas por los diferentes países de Europa
y las instituciones de los países terceros para
que las carreras científicas fueran más accesibles
a las mujeres. El texto ‘European Partnership for
Researchers’, adoptado en el 2008, insta también
a los Estados miembros a velar por una distribución equitativa de los fondos y de los puestos entre los hombres y las mujeres”.
Seguridad social y jubilación
Finalmente, la carrera profesional de investigador no puede hacerse sin seguridad social
ni jubilación, dos derechos generalmente poco
adaptados a la movilidad. De hecho, los investigadores están sujetos a los diferentes sistemas
sociales de los países en los que trabajan. También la Unión Europea hace enormes esfuerzos
para intentar uniformizarlos. Sin embargo, en la
práctica, cuando un investigador pasa de un
país a otro, cuando cambia de contrato generalmente se le reconocen sus derechos sólo
parcialmente. “En una serie de países existen
varios tipos de contratos laborales”, explica un
postdoctorando que reside actualmente en Bélgica. “En general, los extranjeros tienen salarios
más bajos y derechos sociales menos ventajosos. Ahora bien, cuando se firma el contrato
de trabajo, pueden engañarle a uno, sobre todo
si no domina bien el idioma ni conoce las leyes
del país”.
En lo que respecta a la pensión complementaria, el investigador suele dudar a la hora de
cotizar en un país donde pretende trabajar sólo
dos o tres años. ¿Cómo puede estar seguro de que
cuando haya llegado a la edad de la jubilación en
el país en el que se estableció, pueda hacer valer
los derechos adquiridos en otros países? “En el
marco de la European Partnership for Researchers,
la Comisión Europea lanzó un análisis de lo que
se requeriría legal, técnica y financieramente para
crear un fondo paneuropeo de pensiones que
cubriese las necesidades de los investigadores”,
explica Stefaan Hermans. Un paso que ya dio la
EMBO (European Molecular Biology Organization), que instauró un sistema de jubilación abierto desde el 2010 a todos los postdoctorandos que
obtengan una beca EMBO. Los participantes
podrán cotizar para su jubilación a lo largo de sus
peregrinaciones internacionales.
Sigue siendo difícil conseguir el equilibrio
profesional de los investigadores en Europa.
Obligados a ser móviles a principios de su
carrera, quieren más estabilidad. Y una vez llegados a un puesto fijo, buscan más movilidad,
puesto que su competitividad depende de eso.
Como también la de la Unión Europea.
Stéphane Fay
Euraxess
http://ec.europa.eu/euraxess/
La quinta libertad
http://euobserver.com/9/25838
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
33
TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS
Transformar los resultados de un trabajo de investigación
en productos innovadores implica una larga aventura
comercial, jurídica y social que excede ampliamente
el marco científico. Una alquimia compleja, sobre todo
en el Viejo Continente, donde el mundo industrial y el
académico crecieron por separado. Consciente del problema,
la Unión Europea ha hecho que la mejora de la transferencia
de conocimientos forme parte de las seis prioridades
del proceso de relanzamiento del Espacio Europeo
de la Investigación (EEI) con vistas al año 2020.
E
uropa cuenta con más licenciados
en ciencias y en ingeniería que cualquier otro lugar. Ostenta el mayor
índice de publicaciones científicas
por habitante en el mundo. Y, en algunos
años, se convirtió en la campeona del acceso público a los resultados de la investigación.
Sin embargo, si se considera el número de solicitudes de patentes, Estados Unidos no tiene
rivales. A pesar del aumento constante en estos
últimos quince años, de los organismos públicos de investigación proceden menos del 10 %
de las patentes registradas en la Unión Europea. Y menos de una de cada diez empresas
innovadoras tiene a estos organismos entre sus
principales socios (1). He aquí lo que confiere
a Europa otro liderazgo: el de los conocimientos
insuficientemente explotados.
Cómo lograr una colaboración duradera
El proyecto CLEAR-UP, apoyado por el
Séptimo Programa Marco, plasma perfectamente
la visión que tiene la Unión Europea de “la
innovación abierta”. Reúne todos los eslabones
de la cadena de la innovación (universidades,
industrias e incluso un promotor inmobiliario)
con un mismo fin: mejorar el balance energético de los edificios existentes. Los trabajos
abarcarán desde investigaciones básicas en
nanotecnologías hasta pruebas a tamaño real,
en un hotel del sur de España.
34
Udo Weimar, investigador en el Instituto de
química, física y teórica de la Universidad de
Tübingen (Alemania), dedica la mitad de su
tiempo a la coordinación del consorcio. “Antes
que nada, conviene establecer la diferencia entre
los conocimientos preexistentes y los que se
generan en el transcurso de las investigaciones.
Si un miembro ha logrado una invención solo,
registra una patente a su nombre. De no ser
así, los socios implicados la registran juntos. En
cuanto a los demás, podrán hacer uso de este
conocimiento gratuitamente durante la duración
del proyecto [Nota de la redacción: cuatro años].
Luego, deberán negociar un nuevo acuerdo”.
Definir agendas comunes
A pesar de las iniciativas como las plataformas
tecnológicas europeas o la red de I+D Eureka,
que permiten coordinar los esfuerzos de investigación, CLEAR-UP sigue constituyendo una
excepción en el EEI actual. No obstante, se acabó la época en la que los investigadores vivían
recluidos en sus laboratorios, según Marja
Makarow, directora ejecutiva de la Fundación
Europea de la Ciencia (ESF, siglas de European
Science Foundation), la asociación que representa a los organismos de investigación. “Somos
conscientes de que debemos tener en cuenta las
necesidades de la industria. También hay que promover la movilidad intersectorial de los investigadores, así como la de los doctorandos”, añade.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
Para fomentar los intercambios y las innovaciones, Europa apuesta también por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (IET),
que reunirá los tres polos del triángulo del
conocimiento (la educación, la investigación
y la innovación) en el seno de “comunidades
del conocimiento y de la innovación” dedicadas
a temáticas comunes, estando previsto que
se creen las primeras en el 2010.
Universidades más emprendedoras
En abril del 2008, la Comisión Europea
transmitió una serie de recomendaciones a los
Estados miembros instándolos, entre otras cosas,
a que las políticas de transferencia de conocimientos se convirtieran en una misión estratégica de
las universidades. Seguidamente, publicó un código de buenas prácticas específicamente para las
mismas. Aunque no todos los interesados lo
hayan recibido, está teniendo una buena difusión.
Seleccionar las invenciones que conviene proteger, identificar a los socios industriales idóneos
y la forma más apropiada para la explotación…
muchas universidades gestionan estos puntos de
manera bastante empírica. Bruno van Pottelsberghe, consejero del rector de la Universidad Libre
de Bruselas (ULB), respecto de la valorización de
las tecnologías prefiere ver el vaso medio lleno:
“Numerosas universidades han creado oficinas
de transferencia de tecnología muy competentes,
de forma completamente diferente a lo que se
TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS
porque si no cuesta demasiado caro”, lamenta
Bruno van Pottelsberghe.
Andrew Dearing es el secretario general de
la EIRMA, la Asociación Europea para la Administración de la Investigación Industrial, y formó
parte del grupo de expertos encargado de analizar los resultados del Libro Verde dedicado al
EEI en el 2007. Según él, hay que reformar todo
el sistema jurídico, económico y normativo.
“A menudo decimos que hay menos capital
de riesgo disponible en Europa. Creo más bien
que las perspectivas de amortización de la inversión son menos halagüeñas aquí. Y el número
hacía hace una década. Por ejemplo, en la ULB
registramos entre 25 y 35 patentes al año. En
cambio, lo que compruebo, es que a ciertas
empresas les cuesta adaptarse porque, antiguamente, se beneficiaban de transferencias de tecnología de manera mucho más restringida,
contratando a profesores como consultores o
registrando ellas mismas las patentes”.
Una start-up, ¿y luego qué?
Una traba estructural importante también
explica nuestra menor capacidad de sacarle el
máximo partido a la ciencia: la ausencia de
patente comunitaria unitaria. La Organización
Europea de Patentes (OEP) es la encargada de
examinar y conceder las patentes europeas, que
luego son registradas en los países deseados, tras
pagar los gastos de traducción en varios de ellos
e impuestos de mantenimiento de la patente.
En Europa, una patente cuesta entre 3 y 10 veces
más que en Estados Unidos. Y dado que los litigios relativos a las patentes europeas se tratan de
forma puramente nacional, tomando como base
legislaciones que varían de un país a otro, se producen muchos litigios, que son muy caros, e incluso pueden dar pie a sentencias contradictorias.
“En la ULB, cuando la OEP nos otorga una
patente sin que haya una vía directa a la
comercialización a través de una licencia de
explotación o la creación de una spin-off,
dejamos que pase a ser de dominio público,
de start-ups que adquieren una envergadura
mundial es mucho mayor en Estados Unidos.
Todo esto no tiene nada que ver con la calidad
de la investigación, sino con las condiciones
en las que trabajan las empresas”. Extenderse
más allá de su núcleo científico para evitar el
agujero negro; ése es, nada más y nada menos,
el desafío que tiene planteado el Espacio Europeo de la Investigación.
Laurence Buelens
(1) “A more research-intensive and integrated European
Research Area - Science, Technology and Competitiveness
key figures report 2008/2009”, informe publicado
por la Comisión Europea.
(2) “Lost Property: the European patent system and why it
doesn’t work”, Bruegel blueprint vol. IX, Bruselas, 2009.
Clear-up
21 socios – 11 países
(BE-CH-CZ-DE-DK-ES-FR-GR-HU-IT-SE)
www.clear-up.eu
Página web de la Comisión Europea
sobre la propiedad intelectual
y la transferencia de tecnología
http://ec.europa.eu/invest-in-research/
policy/ipr_en.htm
“No existe ningún mercado europeo de la tecnología”
L
e hacemos dos preguntas a Bruno van Pottelsberghe, investigador que participa en las
actividades del grupo de reflexión Bruegel de Bruselas, y autor de un estudio sobre los fallos
del sistema de patentes en Europa (2).
¿Cuáles son los principales problemas causados por la situación actual?
Tanto los costes como la incertidumbre jurídica y los niveles de complejidad son demasiado
elevados. La política de patentes consiste en otorgar monopolios. En Europa se parece a un queso
suizo, lleno de agujeros, porque es muy raro que una patente se registre en todos los países
europeos. La media es de seis países, pero numerosas PYMEs se limitan a dos o tres, por falta
de medios. Lo que de por sí limita sus perspectivas de internacionalización. De hecho, no tenemos
mercado europeo de la tecnología.
La idea de una patente comunitaria se remonta al año 1962. Tras un acuerdo en el 2003
sobre un “enfoque político común” del Consejo de competitividad, los ministros no se
ponen de acuerdo sobre sus modalidades. ¿Cómo se puede explicar este bloqueo?
Con la instauración de una patente comunitaria, una serie de actores perderían ingresos económicos. El sistema actual engendra numerosos litigios que benefician mucho a los juristas y a los
asesores especializados en las patentes. Da también bastante trabajo a los traductores. Del mismo
modo, las oficinas nacionales de patentes perderían los ingresos relacionados con las tasas de
renovación, si sólo hubiera una puerta de entrada. Ahora bien, estas oficinas aconsejan a los poderes
políticos e influyen sobre ellos. Y a veces ciertos actores con motivaciones poco nobles se aprovechan
del apego de determinados países a su lengua (como España, que pide que el español forme parte de
las lenguas oficiales del sistema europeo de patentes)… Creo que haría falta un líder político europeo
que pusiera todo su empeño en hacer que todos aceptasen ‘pasar por el aro’ de una vez por todas”.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
35
COOPERACIÓN INTERNACIONAL
¿El Espacio Europeo de la Investigación llegará
algún día a abrir sus fronteras? En todo caso,
lo cierto es que aspira a una dimensión internacional. Prueba de ello es la nueva colaboración,
desde finales del 2008, entre los Estados miembros
y la Comisión Europea, así como la creación
del SFIC, un foro estratégico para la cooperación
internacional.
Iter, el símbolo por
excelencia de una cooperación
a largo plazo entre varios continentes.
El 27 de mayo del 2009 se izó la bandera
que lleva su emblema en el lugar exacto
donde este año empezarán las obras de
excavación del recinto de confinamiento
magnético Tokamak.
¿Dónde se sitúan las front
E
l Espacio Europeo de la Investigación
(EEI) es ante todo europeo, pero
también está abierto al mundo. De
hecho, la cooperación científica
y tecnológica internacional forma parte de
sus principios fundadores. Europa sola puede
hacer muchas cosas; sin embargo, para hacer
avanzar más la ciencia, para encarar los desafíos mundiales y atraer a los mejores investigadores, hay que reforzar las colaboraciones
con científicos del mundo entero. Tal y como
dice Janez Potočnik, Comisario Europeo
de Investigación: “Los desafíos mundiales
requieren respuestas mundiales”…
¡La cooperación internacional
ya es un hecho!
Por supuesto, la cooperación científica y tecnológica (CyT) no es nada nuevo. Como botón
de muestra, la cifra de profesionales de países
extraeuropeos que trabajan en CyT en Europa,
que casi se ha duplicado desde el año 2000.
Lo mismo ocurre con el número de publicaciones de las cuales son coautores, que ha venido
aumentando constantemente desde hace quince
años. En cuanto al número de patentes conjuntas, sigue la misma tendencia. Además de
36
las temáticas de investigación habituales (la salud,
la industria agroalimentaria y las biotecnologías,
las nuevas tecnologías de la información y de
la comunicación, las nanotecnologías, la energía,
el medio ambiente, el transporte, las ciencias
humanas y sociales, el espacio y la seguridad),
que están abiertas a la cooperación internacional, van surgiendo algunas problemáticas como
el cambio climático, las enfermedades infecciosas o el envejecimiento de la población, cuyo
alcance despierta el interés de la comunidad
científica más allá de las fronteras de Europa.
Aunque la cooperación internacional en ciencia y tecnología entre Europa y un gran número
de países ya sea una realidad, no es en absoluto
perfecta. Existen necesidades estratégicas, que
todos reconocen, pero que cuesta cubrir debido
a una serie de obstáculos importantes: los socios
internacionales se ven enfrentados a múltiples
actores públicos y con una gran diversidad de
prioridades de investigación. Eso termina desalentando a los más voluntariosos…
Un marco estratégico necesario
No se trata de crear un espacio mundial de la
investigación. Desde luego, con el refuerzo de la
dimensión internacional del Espacio Europeo de
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
la Investigación no se pretende sustituir los mecanismos de cooperación internacional existentes,
particularmente en los programas marco o en los
programas bilaterales de cooperación de los
Estados miembros. Tampoco se trata de buscar
nuevos fondos para financiar proyectos, sino más
bien de encontrar el modo más apropiado de
sacar provecho a la cooperación internacional,
de evitar las duplicaciones de financiación y de
esfuerzos, y de reaccionar como una sola entidad en vez de como entidades separadas.
En septiembre del 2008, la Comisión Europea
propuso a los Estados miembros que instauraran
una colaboración con sus servicios en un nuevo
marco estratégico europeo para la cooperación
internacional en ciencia y tecnología. “Los Estados miembros y la Comisión Europea están
implicados con países terceros en un gran número de actividades de investigación. La ausencia
de estrategia común a nivel europeo ha llevado
a duplicidades, que suponen una pérdida de
impacto y de eficacia de estas investigaciones”,
subrayaba la Comisión Europea para recalcar
la importancia de su iniciativa. En diciembre
del 2008, en una serie de recomendaciones, el
Consejo de la Unión Europea también se refirió
a la necesidad de dicha colaboración.
© ITER
COOPERACIÓN INTERNACIONAL
Las misiones del SFIC
Compartir y organizar la información sobre las actividades y los objetivos
de cooperación científica y tecnológica (CyT) de los diferentes socios.
Aunar la información sobre países terceros, sobre todo los resultados
de los análisis de su capacidad en CyT.
Garantizar que los socios se concierten con frecuencia para identificar sus
objetivos respectivos y las prioridades comunes en materia de cooperación
en CyT con los países terceros (“¿qué se hace y con quién?”).
Coordinar las acciones similares implantadas por los Estados miembros
y la Unión Europea.
Proponer iniciativas de aplicación según vías y medios apropiados.
Poner en red a los consejeros científicos de los Estados miembros
y de la Comisión Europea en los principales países terceros.
eras de la investigación?
A partir de ahí se decidió la creación del
Foro estratégico para la cooperación internacional (o SFIC, Strategic Forum for International Cooperation), una configuración
específica del CREST (Comité de investigación
científica y técnica), el órgano consultivo del
Consejo y la Comisión Europea en la puesta
en marcha de los programas de investigación
comunitarios. Presidido por un Estado miembro que cambia cada dos años (actualmente,
y hasta el 2010, es Alemania, representada
por Volker Rieke, vicedirector general para
la cooperación europea e internacional en
el Ministerio de Educación e Investigación),
el SFIC constituye la respuesta a la invitación
que el Consejo Europeo hizo a los Estados
miembros y a la Comisión Europea para que
coordinaran mejor su cooperación científica
y tecnológica con las demás regiones del
mundo y que mejoraran su carácter operacional. Está concebido para que identifique
las oportunidades así como los obstáculos a
las actividades de cooperación entre la Unión
Europea y los países terceros. También pretende crear formas de diálogo con ellos para
identificar las prioridades y las acciones a
emprender.
Dos preguntas fundamentales
¿Cómo se puede compartir mejor la información? ¿Cómo se pueden identificar las
prioridades para Europa, tanto en materia de
cooperación con respecto a un país específico
como de cara a una temática determinada?
El SFIC, que se reunió por primera vez en
febrero de 2009, posteriormente en mayo, en
octubre y en diciembre, tiene una apretada
agenda de trabajo de consultas y debates que
tendrían que dar respuesta a estas dos preguntas estratégicas. Definir un modelo general
sería demasiado simplista, puesto que existen
grandes diferencias entre las formas de enfocar las numerosas temáticas de investigación,
así como la cooperación con diferentes regiones del mundo. Por ejemplo, la investigación
en el marco de ITER requiere instalaciones
centradas esencialmente en un sitio único,
mientras que el estudio del calentamiento
climático necesita forzosamente instalaciones
más dispersas. Asimismo, no se considera igual
la cooperación con los países en desarrollo que
la cooperación con los países industrializados.
El desarrollo de la dimensión internacional
del EEI es un proceso largo. El trabajo acaba
de comenzar y los diferentes grupos avanzan
en paralelo. Por el momento y antes que nada,
el SFIC pretende conocer mejor los entresijos
de la cooperación internacional, particularmente a nivel de los mecanismos y los instrumentos empleados por los Estados miembros y la
Comisión Europea. Así, de ahora en adelante,
podremos dar dinamismo a la colaboración
europea y su marco estratégico, cuyo valor
añadido será mucho más visible.
La finalidad de la colaboración y del marco
estratégico es, en palabras del comisario
Potočnik, “entablar un diálogo con nuestros
Estados miembros para transformar el laberinto de la investigación europea en un Espacio
Europeo de la Investigación abierto al mundo,
que atraiga a los mejores cerebros y que contribuya a dar respuesta a los grandes desafíos
mundiales”.
Clara Delpas
International Cooperation
for lasting solutions
http://ec.europa.eu/research/iscp/
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
37
© ESA
Prueba del telescopio Herschel
en el Centro ESTEC de la ESA (Países
Bajos). En órbita, a 1,5 millones de
kilómetros de la Tierra y dotado
de un espejo primario de 3,5 m
(el mayor enviado al espacio),
Herschel sirve para detectar las
radiaciones luminosas del espectro
en el extremo infrarrojo y las regiones
submilimétricas que no llegan a los
telescopios terrestres debido a la capa
atmosférica. Abre así un nuevo campo
inexplorado a los astrofísicos.
38
rresearch*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
Con la mirada
puesta en el 2020
© INRA
© CNRS Photothèque/Erwan Amice
© CNRS Photothèque/Hubert Raguet
La lista de los desafíos que tiene planteados Europa es muy larga: desde la crisis
financiera hasta el cambio climático, pasando por las enfermedades emergentes
y la amenaza de las actividades del hombre, que afectan a los ecosistemas…
Y los Eurobarómetros que, con regularidad, toman el pulso a la opinión pública
así lo demuestran. ¡Los ciudadanos europeos cuentan con la investigación científica
para hacer frente a dichos desafíos!
¿Acaso sea pedir demasiado a la investigación? Para que Europa se reafirme, conserve su atractivo y su competitividad debe convertirse en un actor de primer
plano en la producción de conocimiento. Por eso debe acercarse a las más altas
esferas de la excelencia. En este contexto, se necesita optimizar el funcionamiento
de la investigación europea, administrar los fondos de manera óptima y establecer
una escala de prioridades para las temáticas de investigación. En eso se centran
las actividades de carácter prospectivo (FLA o Forward Looking Activities),
que pretenden elaborar visiones conjuntas del futuro próximo. ¿En qué campos
puede y debe destacar nuestro “viejo continente” de aquí a diez o veinte años?
La salud, la agricultura y el medio ambiente, tres de las diez temáticas prioritarias
del programa específico “Cooperación” del Séptimo Programa Marco, podrían
formar parte de dichos campos.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
39
ENTREVISTA
Forjar la investigación
La Comisión Europea, deseosa de ayudar a los Estados
miembros a que cooperen mejor en sus esfuerzos de investigación, organizó el 2 de junio de 2009 un seminario sobre
las actividades prospectivas que enmarcarán las futuras
políticas de investigación europeas. Expertos, representantes
de los poderes públicos y directores de la Dirección General
de Investigación intentaron identificar las necesidades en
este campo. Anneli Pauli es directora general adjunta de la
Dirección General de Investigación. Nos habla del seminario
y de las perspectivas futuras.
A su parecer, ¿por qué la prospectiva es
tan importante para el desarrollo del Espacio
Europeo de la Investigación (EEI)?
La crisis financiera y sus numerosas consecuencias económicas y sociales, así como los
problemas ecológicos y demográficos que se
anuncian, ponen en tela de juicio nuestras costumbres en lo que se refiere a la producción, el
consumo, la vivienda, la movilidad, la atención
sanitaria, etc. Nos hace falta una perspectiva a
largo plazo que cuestione nuestro modo de pensar actual e invente enfoques nuevos. Debemos
construir un futuro más sostenible. El desarrollo del EEI forma parte de la respuesta a este
desafío. Lo que es bueno para toda Europa lo
será, tarde o temprano, para cada país miembro. Esta manera de pensar necesita un cambio
de modelo y de mentalidad de todos nosotros.
La prospectiva existe desde hace mucho
tiempo, pero nuevas actividades van emergiendo que combinan tres dimensiones: la abundancia de información proporcionada por expertos,
la implicación de los actores concernidos (investigadores, empresas, ONGs, organismos públicos), y el compromiso de los responsables
políticos de emplear estos resultados en la elaboración de las estrategias.
Para la construcción del EEI con los Estados
miembros, los países asociados y las instituciones europeas tienen que compartir nuestras
visiones sobre los futuros desafíos sociales, económicos o medioambientales. Muchos de ellos
(por ejemplo, la transición hacia una sociedad
con baja emisión de carbono, las migraciones
o la pobreza) son transnacionales, incluso mundiales y, por lo tanto, comunes a todos.
40
¿Cómo evaluar las capacidades de Europa
en esta área?
Muchos países europeos llevan a cabo actividades de carácter prospectivo. El Reino Unido probablemente sea uno de los que más
experiencia tengan en esta área. El gobierno
británico desarrolló una cultura orientada hacia
el futuro en todos sus ministerios. Y el principal consejero en ciencia y tecnología del Primer Ministro es responsable de un programa
prospectivo transversal que se concentra en un
número limitado de asuntos. En Finlandia, el
organismo de financiación de la tecnología y
la innovación, Tekes, ha instaurado un ciclo
continuo de procesos prospectivos participativos que acompañan su proceso de reflexión
estratégica. Los actores implicados (empresas,
centros de investigación y otros organismos
públicos) elaboran juntos un borrador de las
opciones estratégicas para el país.
Aún hay otros ejemplos representativos
en Europa: el programa Foresight en Suecia,
Futuris, AGORA 2020 y France 2025 en Francia,
Research 2015 en Dinamarca y Foresight
Process iniciado por el Ministerio de Investigación de Alemania.
Estas iniciativas van desde las actividades
enfocadas en la tecnología y dirigidas por expertos hasta actividades de orientación más social,
con una más amplia participación de las partes
implicadas. Sus objetivos varían también: desde
la identificación de las tecnologías estratégicamente importantes para las empresas hasta cuestiones más generales sobre el papel de
los poderes públicos y las condiciones institucionales y sociales del cambio socioeconómico.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
¿Qué tipo de actividades son necesarias
a escala europea para completar las actividades
nacionales?
A nivel europeo, hemos creado redes transnacionales entre quienes financian y quienes
llevan a cabo la prospectiva, hemos puesto en
marcha procesos de aprendizaje mutuo entre
los Estados miembros y las regiones, y hemos
elaborado visiones prospectivas para la política de investigación europea (por ejemplo, respecto al proceso de convergencia NBIC:
nanotecnología, biotecnología, información y
ciencia cognitiva). También promovemos el
desarrollo de herramientas y la implantación
de un sistema de control de las actividades
prospectivas European Foresight Monitoring
Network. Además de eso, algunos programas
“temáticos” integrados en los programas marco
de investigación apoyan proyectos de prospectiva en su campo. Este año, la Comisión
Europea también publicó un informe titulado
“El mundo en el 2025”.
No obstante, hoy en día no siempre existe
un enfoque sistemático y participativo en
la actividad prospectiva, aunque cada vez
hay más consenso en torno a la idea de que
la elaboración de políticas europeas de investigación e innovación coherentes tendría que
implicar lo antes posible una cooperación más
sistemática, más eficaz y continua. Tenemos
que compartir una base de conocimientos
orientados hacia el futuro, para poder crear
políticas de investigación proactivas en los
ámbitos europeo, nacional y regional.
Los escenarios y las visiones elaborados
conjuntamente permitirán seleccionar los problemas y los desafíos que puedan ser tratados
con más eficacia en los programas y en las
iniciativas comunes. En resumidas cuentas, la
política de investigación europea debe basarse en actividades prospectivas paneuropeas
más sistemáticas y continuas. Es muy importante puesto que los Estados miembros y los
asociados pueden unir ya sus esfuerzos de
investigación gracias a la “programación conjunta”. En una fase temprana, la distribución
de tales actividades podría facilitar la identificación de las nuevas necesidades y de las áreas
de poca actividad, con el fin de crear un conjunto de enfoques compartidos que permitirían
identificar las prioridades en esta programación y ponerse de acuerdo más rápidamente
al respecto sobre dichas prioridades.
ENTREVISTA
europea del mañana
¿A qué tipo de proceso prospectivo daría usted
prioridad?
Muchos temen que la Unión Europea intente promover una sola forma de contemplar el
futuro y de apoyar la toma de decisiones. Sin
embargo, creo que la coherencia no puede ser
una armonización dictada desde arriba, sino el
acceso de cada uno a los conocimientos de los
demás, el intercambio de opiniones y la puesta
en red. Un proceso paneuropeo debería poner
en relación a las diferentes actividades prospectivas nacionales. Sería flexible, quizás organizado en “módulos”, y evitaría caer en la trampa
de la burocracia. Tal proceso y los sistemas
nacionales tendrían que ser interoperables para
autorizar trabajos comunes. Pero debería generar visiones que tuvieran una pertinencia y un
valor añadido paneuropeo, y no proporcionar
un resumen de las visiones nacionales. Por lo
tanto, no se trataría de encontrar el menor denominador común.
Creo que la diversidad es una necesidad.
Requerimos diferentes perspectivas y múltiples
visiones sobre el futuro de nuestros sistemas de
salud, por citar un ejemplo, y sobre cómo se
traduce esto en términos de prioridades de
investigación. Pero comencemos por compartir
la información, reunirla y hacerla accesible a
todos. Esto ya supondría la base de este proceso prospectivo europeo centrado en las necesidades que acabo de mencionar.
¿Cómo se puede organizar la cooperación
a nivel europeo?
Durante el seminario, se presentaron los seis
proyectos de investigación sobre las actividades
prospectivas financiados por el programa “Ciencias socioeconómicas y humanas” del Séptimo
Programa Marco (7PM). Pretenden utilizar la
prospectiva para adaptar la investigación a las
necesidades de la Comisión Europea a más largo plazo. Todo esto, relacionando los conocimientos para identificar los problemas antes,
analizando los modelos de innovación emer-
gentes o los futuros impactos de las políticas de
seguridad y de defensa, y examinando las cuestiones planteadas por las ciencias y las tecnologías emergentes y los puntos de vista de los
ciudadanos sobre la ciencia, la tecnología y la
innovación. Estos proyectos se reagruparán para
desarrollar sinergias entre ellos.
Citemos también el ejemplo del Comité Permanente de Investigación Agrícola (CPIA), que
lanzó un ejercicio de prospectiva para formular
escenarios posibles para la agricultura europea,
integrados en el contexto mundial, para los
próximos veinte años. Éstos servirán de base
para la definición de las prioridades agronómicas de investigación en Europa a medio y largo
plazo. El CPIA también instauró un mecanismo
de control y de prospectiva para enviar alertas
sobre problemas emergentes a intervalos regulares. Los informes del CPIA se utilizaron en la
redacción de la Comunicación “Hacia una estrategia coherente para un Programa europeo de
investigación agrícola” (2008).
¿Tiene algo que ver con la declaración de Lund?
Sí, existe un nexo claro con la declaración de
Lund (1) que estipula que para poder identificar
los grandes desafíos hace falta la participación
de los principales actores implicados (como
las instituciones europeas, las empresas, los
servicios públicos, las ONGs y la comunidad
científica), así como la interacción con los socios
internacionales de primer plano.
Creo que para identificar estos grandes
desafíos hace falta un proceso de prospectiva
sistemático y continuo, basado en la estrecha
interacción entre, por un lado, las investigaciones y los expertos en prospectiva y por otro, los
actores implicados y los responsables políticos.
Es el único medio de garantizar que las actividades prospectivas se empleen bien para guiar
las decisiones estratégicas de las políticas de investigación (incluyendo la programación conjunta);
dicho de otro modo, que sirvan de base para la
toma de decisiones informada y basada en pruebas. Todo ello manteniendo una visión global.
Por lo tanto, la palabra clave es “necesidad”,
y esto requiere la implicación de los usuarios
desde el primer momento. Los responsables políticos y los actores implicados deberían trabajar
con los investigadores, y viceversa, para mejorar
el impacto de sus estudios prospectivos. Los ciudadanos también deberían tener la posibilidad
de participar. Necesitamos una nueva cultura
de la prospectiva. ¡A veces, el proceso es tan
importante como el propio producto!
Deberíamos concentrarnos en cuestiones
transversales que generan numerosos puntos de
vista, que los responsables políticos podrían
explotar. Posiblemente tendríamos que contemplar la creación de una plataforma europea de
la actividad prospectiva que analizaría los desafíos futuros, ya sean tecnológicos o sociales:
la mayoría de los principales desafíos sociales
contienen elementos de los dos.
Necesitamos un compromiso claro por parte
de los responsables políticos y de los actores
implicados para que forjen juntos un futuro mejor,
que orienten Europa en la elección de las diferentes posibilidades; y que no solamente reaccionen a los problemas cuando ya estén ahí.
(1) La Declaración de Lund (Suecia), adoptada el 9 de julio de
2009 en el transcurso de la conferencia “Nuevos mundos
- Nuevas soluciones”, estipula que la Unión Europea debe
identificar los grandes desafíos para los cuales la investigación pública y la privada aporten soluciones sostenibles.
Resultados del seminario del 2 de
junio de 2009 sobre las actividades
de carácter prospectivo
http://ec.europa.eu/research/era/
events-01_en.html
Anneli Pauli,
directora general adjunta
de la Dirección General
de Investigación, explica
las grandes líneas que
orientan las “actividades
de carácter prospectivo”
promovidas por
la Unión Europea.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
© European Commission
También tendremos que integrar la dimensión internacional en nuestros futuros escenarios. Primero procurando saber cómo los
principales socios y los competidores de Europa contemplan el futuro y cómo esta visión está
forjando sus políticas de investigación y de innovación. Por lo tanto, la visión paneuropea debe
considerarse dentro del contexto mundial.
41
MEDIO AMBIENTE
Un paquete
completo de medidas
La revolución industrial conllevó la disminución de la superficie de los hábitats naturales, la desforestación y el aumento
de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo que a su vez acarreó los cambios climáticos y la reducción de la biodiversidad. Para invertir esta tendencia, se tiene
que movilizar todo el Espacio Europeo de la Investigación.
F
rente al aumento de la población sobre
la Tierra, la creciente industrialización y el enrarecimiento de los combustibles fósiles, será inevitable que
cambiemos nuestro modo de vida. En línea con
las medidas del protocolo de Kioto que finalizará en el 2012, el Consejo de la Unión Europea (UE) adoptó en abril de 2009 el paquete
de medidas sobre el clima y la energía de la
Comisión Europea (CE). Estas medidas son
ambiciosas, ¡y con razón! Las consecuencias
medioambientales de los cambios climáticos
son visibles y el problema de la seguridad del
suministro de la energía es cada vez mayor (1).
Los compromisos tomados a la escala de la
UE con vistas al año 2020 consisten en la reducción en un 20 % de las emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI) con relación al nivel
de 1990 (incluso el 30 % en caso de acuerdo
internacional) y en el aumento del uso de energías renovables (ER), que proporcionarán el
20 % del consumo de energía total (electricidad,
calefacción, refrigeración y transporte), mientras
que actualmente sólo proporcionan el 8,5 %.
Estos objetivos se ponderan para garantizar
la distribución equitativa de los esfuerzos entre
los diferentes Estados miembros. A esto hay
que añadir la ambición de que cada uno de
los Estados miembros alcance una proporción
del 10 % de biocarburantes en el transporte de
aquí al año 2020, al mismo tiempo que deben
respetar determinados criterios medioambientales en términos de desarrollo sostenible y de
protección de la biodiversidad.
42
De la teoría a la práctica
“El objetivo europeo de reducción de las
emisiones de GEI es realizable, a condición de
que se le destinen los medios necesarios”, destaca Philippe Mathieu, profesor de producción
de energía en la Universidad de Lieja (Bélgica),
miembro del Panel Intergubernamental de
Expertos sobre Cambio Climático (IPPC, por sus
siglas en inglés). “Las cuatro herramientas
principales para disminuir las emisiones de
GEI son la eficiencia energética, las energías
renovables, la energía nuclear, y la captación
y almacenamiento de CO2. Sin embargo, esta
última herramienta no estará lista de aquí al
2020, por lo que sólo disponemos de los tres
primeros instrumentos para alcanzar el objetivo
de una reducción del 20 % de aquí a esa fecha.
La fisión nuclear es importante en el contexto
actual pero no representa una solución a largo
plazo, al ser el uranio un recurso no renovable
y conllevar el problema del almacenamiento de
los residuos. Por lo tanto, debemos centrar
nuestros esfuerzos en la mejora de la eficacia
del sistema energético a nivel de la producción,
la distribución y del consumo, así como en la
introducción masiva de las energías renovables.
Los sectores en los que hay que intervenir
con más urgencia son los que más emiten CO2:
las industrias, el transporte y el hábitat. En
cuanto al transporte, el tren debería tener más
importancia y el transporte por carretera tendría
que replantearse. Ya existen soluciones que
se van instaurando en algunos lugares: por
ejemplo, el peaje urbano para los coches en
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
Singapur, Londres, Oslo y Estocolmo o el ferrutaje: transporte combinado por ferrocarril y
carretera, destinado a reducir la contaminación
y la densidad del tráfico por carretera en Suiza.
“También debemos pensar en otras soluciones, como favorecer más el uso compartido
de vehículos privados, mejorar los transportes
públicos y la red ferroviaria, apostar por motores menos contaminantes como, por ejemplo,
los motores híbridos, a corto plazo, y los motores
eléctricos que utilizan las pilas de combustible
a más largo plazo”, sostiene Philippe Mathieu.
En el sector de la construcción, se da la prioridad a mejorar el aislamiento de las casas y de
las grandes infraestructuras, antes de instalar
dispositivos basados en energías renovables.
“¡En Bélgica, la mayoría de las casas construidas
antes de 1960 tienen un nivel de aislamiento similar al de las casas construidas en un país tan caluroso como Grecia! También habría que prohibir
lo antes posible la utilización de fuel-oil y de gas
natural para la producción de agua caliente
doméstica y de calefacción, y promover para ello
la utilización de paneles solares térmicos, de leña
y, eventualmente, de la geotermia”.
Y finalmente, todos tendríamos que estar
más sensibilizados: ser conscientes del CO2 que
producimos con cada uno de nuestros gestos
cotidianos y con los productos que consumimos.
De hecho, comer productos locales y de temporada permite disminuir una parte nada despreciable de emisión de CO2 (2). En resumidas
cuentas: la energía más limpia y la más barata
es la que no se consume.
Las energías renovables
Las energías clásicas (el carbón, el petróleo,
el gas natural y el uranio) van escaseando y,
a más o menos largo plazo, lo cierto es que no
tendremos más remedio que emplear sólo
energías renovables. “El objetivo del 20 % de
aquí al año 2020 es realizable a escala europea
si las técnicas se adecuan a la riqueza energética de un lugar determinado: la energía
solar en los países del Sur, la energía eólica
donde haya potencial (Alemania, España,
los Países Bajos, los países escandinavos…)”,
afirma Philippe Mathieu. Tendrán que superarse los problemas relacionados con la intermitencia y la dispersión de las energías
renovables como la eólica y la solar, que no
dan respuesta a la demanda sino que dependen del clima. Asimismo, hay que investigar
más para mejorar el rendimiento de conversión,
MEDIO AMBIENTE
disminuir los costes y almacenar la energía.
Además, se tendrán que concebir redes de distribución adaptadas a una producción descentralizada y crear instalaciones de almacenamiento
de energía como, por ejemplo, la energía
potencial de los saltos de agua, la energía electroquímica en las baterías, la energía calórica en
el agua, o incluso la producción de hidrógeno
sin carbono.
En cuanto a los biocarburantes, los de primera generación ya han mostrado sus límites.
“Utilizar biocarburantes que compitan con
la producción de alimentos, o que requieran
la desforestación previa y la exportación
más tarde, no tiene ni pies ni cabeza”, continúa Philippe Mathieu. Por lo tanto, hay que
tener criterios estrictos que garanticen el carácter
renovable y sostenible del recurso empleado
como biocarburante.
Una economía verde
E
l paso a una economía con poca emisión de carbono
va a traer nuevas oportunidades en términos de innovaciones tecnológicas. La CE propuso en el 2007 un
plan estratégico para las tecnologías energéticas, al que
denominó “Plan SET” (4), que tiene por objeto acelerar la
investigación, el desarrollo y la comercialización de tecnologías de alta eficiencia energética. En el marco del Plan
europeo de reactivación económica, la CE también lanzó
tres colaboraciones público-privadas en el 2008: “coches
ecológicos”, “edificios energéticamente eficientes ”, y “fábricas
del futuro” (5). Los sectores objetivo emplean a la cuarta
parte de los trabajadores de la UE y además son campos
de acción prioritarios para un futuro más verde.
¿Son suficientes estas medidas?
(1) Véase el número especial de research*eu, de abril de 2008:
“Salir de la era del petróleo”.
(2) Rajendra Pachauri, Presidente del IPCC, incluso llega
a preconizar el vegetarianismo, puesto que la ganadería
es una enorme fuente de emisión de GEI.
(3) La propuesta tiene que ser votada aún por el Senado
y ser aprobada por el Presidente Obama. www.govtrack.us/
congress/bill.xpd?bill=h111-2454
(4) http:/ec.europa.eu/energy/technology/set_plan/set_plan_
en.htm
(5) http://ec.europa.eu/research/industrial_technologies/lists/
list_114_en.html. Podrá ver las convocatorias de propuestas
en la página web de CORDIS (cordis.europa.eu/fp7/dc/):
Green Cars (GC), Energy-efficient Buildings (Eeb), Factories
of the Future (FoF).
Sistema de medición de los flujos
de CO2 al aire libre. El analizador de gas
con infrarrojos está protegido en una
maleta negra aislada del sedimento
por una caja de aluminio. Es el material
que utilizan los investigadores del
proyecto PACOBA, cuyo fin es mejorar
los conocimientos científicos de la
región del golfo del Banco de Arguin,
en Mauritania, sobre todo con vistas
a una mejor gestión de las actividades
medioambientales y pesqueras.
© CNRS Photothèque/Erwan Amice
Con respecto a otras grandes emisoras de
GEI, la UE actualmente desempeña el papel de
líder medioambiental. De hecho, en Estados
Unidos, el proyecto de ley Waxman-Markey,
aprobado en junio de 2009 por la Cámara
de Representantes (3), propone reducir en el
17 % las emisiones nacionales de GEI de aquí al
2020 con relación a un año de referencia
(2005) mucho menos exigente que elque escogió la UE (1990). “En cuanto a Rusia y Japón,
propusieron reducciones de emisiones de
cerca del 10 % con relación a sus niveles de
1990”, destaca Andreas Löschel, responsable
del departamento de gestión medioambiental,
en el Centre for European Economic ResearchZEW (Alemania), añadiendo que harán falta
medidas más apremiantes a nivel internacional
para limitar los efectos del cambio climático.
De hecho, el IPCC preconiza una reducción
del 25 % al 40 % de emisiones de GEI de aquí
al año 2020, con relación al nivel de 1990.
Continuará… en Copenhague, en diciembre de
2009, en la cumbre de la ONU sobre el clima.
Isabelle Noirot
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
43
AGRICULTURA
Replantear la investigación
agronómica
La agricultura europea emite demasiados gases de efecto
invernadero, consume demasiada energía fósil y explota
los recursos naturales más rápidamente de lo que se renuevan.
Los modos de producción intensivos basados en la petroquímica y la mecanización ya están revelando sus límites.
No hay más remedio que reformar el sistema. La investigación
agrícola europea, algo abandonada durante un tiempo,
vuelve a recobrar protagonismo.
44
modelo sobre el cual se construyó la agricultura europea, se basa en un alto nivel de
mecanización y en el recurso a insumos químicos fabricados a partir de energías fósiles.
“Esta dependencia concierne no sólo a la producción sino también a la transformación, la
conservación, el acondicionamiento y hasta
el transporte de los alimentos”, precisa Gianluca
Brunori, agrónomo de la universidad de Pisa
(Italia) que presidió el grupo de expertos responsable del último informe prospectivo del CPIA.
Para colmo, la agricultura agota los ecosistemas. La utilización de insumos químicos
induce numerosos problemas de contaminación
del agua y de empobrecimiento de los suelos.
Al sur de Europa, donde los cultivos dependen
en gran medida de la irrigación, se bombea el
agua subterránea más rápidamente de lo que
se renueva. Por todas partes, la especialización
de las explotaciones provoca la disminución
de la biodiversidad.
El agua, un bien preciado y
escaso, se emplea en abundancia
en determinados tipos de cultivos,
como el maíz.
Un nuevo sistema de investigación
Calentamiento climático, crisis energética
y agotamiento de los recursos naturales. ¿Qué
se puede hacer frente a estos desafíos con
múltiples caras? “Para adaptarse al calentamiento
climático mientras se le combate, debemos
pasar de una agricultura que utiliza el petróleo
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
© INRA
«Y
a es poco probable que el calentamiento climático se limite a
2°C de aquí al 2050”, como
podemos leer nada más empezar el último informe prospectivo del Comité
Permanente de Investigación Agrícola (CPIA),
organismo creado por la Comisión Europea para
definir las prioridades en materia de investigación agrícola. Aunque no haya consenso sobre
la manera en la que va a evolucionar el clima
europeo, las tendencias generales dejan presagiar grandes trastornos para la agricultura.
“En Europa, prevemos un crecimiento medio de
las temperaturas más acentuado al norte del
continente. La variabilidad de las temperaturas
y de la pluviometría será también mayor”,
explica el agrónomo y economista Michel
Griffon, director adjunto de la Agencia Nacional
de la Investigación (ANR) en Francia. “Ciertas
regiones, particularmente del Sur, sufrirán escasez de agua mientras que en el Norte, en particular en los países escandinavos y los Países
Bálticos, podrán aumentar los rendimientos”.
Adaptar los modos de producción a las
nuevas condiciones climáticas constituye el
principal desafío de la investigación agrícola
europea. Pero no es el único. El calentamiento global viene acompañado de una penuria
energética. La agricultura intensiva, verdadero
a una agricultura basada en los recursos del ecosistema”, opina Gianluca Brunori. Este enfoque,
denominado de varias formas (agroecología,
ecoagricultura, agricultura ecológicamente intensiva o incluso agricultura de conservación),
consiste en sacar provecho de las propiedades
naturales del medio ambiente. Por ejemplo, la
lucha biológica integrada pretende combatir los
insectos devastadores dejando actuar a un gran
número de sus depredadores naturales. En cuanto a las técnicas de conservación de los suelos,
se apoyan en los procesos biológicos naturales
para aumentar la fertilidad de las tierras.
Para desarrollar estos métodos, es preciso
llevar a cabo numerosas investigaciones sobre
la comprensión de las múltiples interacciones
que rigen los ecosistemas. Pero se da el problema de que en el transcurso de las últimas
décadas, los Estados miembros han ido reduciendo sensiblemente los presupuestos concedidos a la investigación agronómica. Por lo
tanto, aunque Europa dispone de excelentes
capacidades de investigación, generalmente
se encuentran en manos de la industria. “La
investigación pública europea ha abandonado
sectores enteros del conocimiento, especialmente en lo referente a la ecología de los
© INRA
AGRICULTURA
suelos o la forma en la que los insectos, los parásitos y las plantas interactúan”, explica Michel
Griffon. “Esto pasó porque se pensaba que la
agricultura ya no era un campo de innovación
importante para el futuro. Se supuso que los
avances de la industria en las biotecnologías
eran suficientes para resolver los problemas del
sector agrícola”.
Para Gianluca Brunori, hay que volver a
concebir la investigación pública europea en
agronomía con vistas a que pueda responder a
los desafíos futuros. “A Europa le faltan consejos
científicos independientes. Es absolutamente
necesario que los Estados miembros vuelvan a
invertir en agricultura con el fin de elaborar las
estrategias futuras. De momento, el sistema de
I+D está enfocado a corto plazo, sin cuestionar
el modelo de la agricultura intensiva que ocasiona la mayoría de los problemas. Para salir de
esta situación, las políticas relacionadas con la
investigación, la educación y el asesoramiento
técnico ofrecidos a los agricultores deben establecer mejor la diferencia entre los intereses
públicos y los privados. Asimismo, hay que
explotar los conocimientos de los agricultores
en las investigaciones, porque conocen mejor
que nadie las características del terreno”.
Fomentar la participación local
Parece ser que en lo que se refiere a los
proyectos financiados por la Unión Europea,
se ha tomado en cuenta la necesidad de invertir en el estudio de los agroecosistemas.
“Nuestra estrategia global es explorar el
máximo de tecnologías diferentes con vistas
a que cada rama de la ciencia pueda aportar
su contribución para el establecimiento de un
nuevo sistema agrícola”, destaca Hans-Jörg
Lutzeyer, administrador científico en la Unidad
de Agricultura, Bosques, Pesca y Acuicultura
de la Dirección General de Investigación de
la Comisión Europea. “La mayor parte del
presupuesto del Séptimo Programa Marco
concedido a las investigaciones sobre la agricultura se centra en la puesta a punto de
nuevos sistemas de producción, menos consumidores de energía y mejor integrados en el
ecosistema. El resto está dedicado a la calidad
de los alimentos y a las biotecnologías (1)”.
Michel Griffon está de acuerdo con las nuevas
orientaciones de la Unión Europea en materia de investigación agrícola, pero considera
que aún quedan por hacer algunas mejoras.
“Todo va muy rápido. Lo que parecía bastar
hace dos años parece ahora poco ambicioso”.
Además de la investigación científica,
Europa tiene que actuar también a nivel político. “Las grandes directivas medioambientales
europeas, como las de la biodiversidad, el agua
y los suelos tendrían que remodelarse para dejar
más libertad a los Estados miembros y a las
regiones para que definan, en concertación
con los agricultores, el mejor sistema para sus
explotaciones agrícolas y su medio ambiente”,
opina Michel Griffon.
La Política Agrícola Común (PAC), motor de
la generalización de la agricultura intensiva en
Europa, tiene que reformarse también para dar
respuesta a los nuevos desafíos. Al principio,
los subsidios de la PAC fueron calculados con
arreglo a la producción. Esto favoreció la emergencia de las grandes explotaciones actuales
generalizando la mecanización del sector y el
recurso a los insumos químicos. Desde entonces, la PAC ha evolucionado. Hoy en día tiene
dos pilares: el primero se sigue dedicando al
sostenimiento de los mercados y de los precios agrícolas mientras que el segundo concierne al desarrollo rural.
“Mientras que el primer pilar se administra
a nivel europeo, el segundo deja mucha más
autonomía a los Estados miembros. Así pueden
apoyar y cofinanciar los sectores agrícolas que
consideran importantes desde el punto de vista
social o ecológico”, explica Hans-Jörg Lutzeyer.
Este segundo pilar hace posible el que los agricultores obtengan subvenciones relacionadas
con los servicios medioambientales que puedan
prestar. Estos servicios no tienen ningún valor
en el mercado de la industria agroalimentaria,
por lo que conviene proporcionarles subsidios
si se desea implantar un modo de producción
viable ecológicamente.
La mayor parte del presupuesto de la PAC
aún se centra en el primer pilar, pero se prevé
su reforma para el 2013. Esperemos que los dirigentes europeos opten por un mejor equilibrio
entre la competitividad económica y la sostenibilidad medioambiental. Gianluca Brunori
afirma: “Estaría bien transferir fondos del primer
pilar al segundo porque así se podrían ofrecer
subsidios para promover prácticas y servicios
agrícolas bien definidos. No obstante, para ello,
debemos dotarnos de sistemas de conocimientos sólidos así como de capacidades de formación disponibles a nivel local”.
Julie Van Rossom
(1) Agricultura sostenible: 71,5 millones de euros – Calidad
de los alimentos: 59,95 millones de euros – Biotecnologías:
59,95 millones de euros.
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
45
SALUD
Poner en práctica
la innovación
Promover las colaboraciones entre investigadores así
como construir puentes entre la investigación académica
y las empresas son dos medios de fomentar la innovación,
pero también de acceder a la excelencia a nivel internacional y poner la innovación al servicio de los europeos.
«A
portar la riqueza científica de
Europa a los pacientes”, así es
como Ruxandra Draghia-Akli,
directora de la Dirección de
Salud de la Dirección General de Investigación
en la Comisión Europea, resume la ambición
de Europa en este ámbito. Para lograrlo,
apuesta por el establecimiento de colaboraciones entre investigadores que posibiliten las
investigaciones a gran escala imposibles de
realizar en el ámbito nacional. Una vez unidos,
los investigadores adquieren visibilidad y peso
en los consejos de administración de los programas internacionales. Eso ocurre en el ICGC
(International Cancer Genome Consortium)
que pretende secuenciar los genomas de las
células de tumores cancerosos.
© Institut Pasteur
Virus de la gripe de tipo A.
Ampliación x 117.000. Imagen coloreada.
46
“Europa, que brilló más bien por su casi
ausencia en la secuenciación del genoma humano, está tomando ahora un papel primordial en
el campo de la genómica”, manifiesta Jacques
Remacle, responsable científico en la Comisión
Europea. A principios del 2010 empezarán dos
proyectos de investigación europeos, dotados
cada uno con 10,5 millones de euros para establecer las secuencias genómicas de las células
tumorales del pecho (proyecto BASIS) y del riñón
(proyecto CAGEKID). “Los programas europeos
permiten que los países se organicen no sólo
con ayudas financieras, sino con infraestructuras
tecnológicas muy perfeccionadas”, destaca.
Una colaboración entre participantes
públicos y privados
La elaboración de nuevos medicamentos
también figura entre las prioridades del Séptimo
Programa Marco de Investigación (7PM). “A principios de los años noventa, de veinte fármacos
que se comercializaban, dieciocho procedían
de Europa. En el año 2000, esta cifra bajó a dos”,
lamenta Ruxandra Draghia-Akli. Para mejorar
el desarrollo de la innovación biomédica en
Europa, en el año 2007 la Comisión Europea
y la industria farmacéutica entablaron una colaboración inédita entre participantes públicos
y privados: la Iniciativa sobre Medicamentos
Innovadores (IMI). “La IMI no tiene por vocación
el desarrollo de nuevos medicamentos sino la
mejora de su desarrollo”, explica Irene Norstedt,
jefa de sector para la aplicación de la IMI en la
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
Comisión Europea. “Para hacerlo, hay que encontrar un método que permita identificar en una
fase precoz los fármacos que no podrán superar
las últimas fases de las pruebas”, continúa.
Desde el descubrimiento de una molécula
hasta las últimas pruebas clínicas, el desarrollo
de un fármaco es un proceso que tarda
aproximadamente doce años, con un coste que
se eleva a 800 millones de euros. Ahora bien,
al final del proceso es cuando salen a la luz
los posibles efectos secundarios y cuando se
comprueba su eficacia. “Si surge algún problema, hay que parar el desarrollo del fármaco,
lo que representa una pérdida enorme y una
gran decepción para los pacientes”, destaca.
El enfoque de la IMI es simple: si las empresas
farmacéuticas aceptan compartir la información
sobre sus diferentes fracasos, se darán muchos
menos casos y se ahorrará tiempo y dinero.
Así, se podrán desarrollar más fármacos. Cada
participante espera que este círculo dé los
frutos esperados.
Las PYMEs, un apoyo a la innovación
Además de la participación industrial, la
Comisión Europea reafirma el papel esencial
de las PYMEs. Por otro lado, el 7PM tiene como
objetivo que el 15 % de los participantes en los
programas de investigación sean PYMEs. “Estas
pequeñas empresas son auténticas incubadoras que permiten saber si las innovaciones
académicas son explotables a nivel industrial”,
explica Ruxandra Draghia-Akli.
Incubación de nanomedicamentos
con células cancerosas de ratón en
cultivo. El objetivo de esta investigación
es el descubrimiento de un nuevo
remedio contra el cáncer.
Un ejemplo de éxito sería la empresa vienesa AVIR Green Hills Biotechnology, a la que,
en el 2003, la Unión Europea ayudó a desarrollar una nueva vacuna antigripal. Su fabricación, que se basa en un método de genética
inversa, es mucho más rápida que los métodos
tradicionales. Una virtud importante en caso
de pandemia, en el que el suministro tiene que
ser óptimo. Mejor aún, esta vacuna innovadora deriva de cultivos celulares, lo que reduce los riesgos de reacción alérgica y constituye
una ventaja con relación a la fabricación tradicional basada en huevos de gallina incubados.
Esta vacuna de nueva generación ya está en
fase de ensayo clínico. Por otra parte, se prevé
que una cuarta parte de las futuras vacunas de
prevención contra la gripe pandémica A/H1N1
empleará este nuevo procedimiento de fabricación. “Esta tecnología, que hemos promovido,
hoy en día está en manos de los industriales.
Ahora vamos a identificar nuevos campos para
los cuales podrían servir algunas herramientas
tecnológicas punteras”, explica Torbjörn
Ingemasson, responsable en la Comisión
Europea de varios proyectos que implican
transferencias tecnológicas.
comunitaria. En Europa, el sistema actual, constituido por un conjunto de patentes nacionales,
es mucho más costoso que en Estados Unidos o
en Japón. “Una de las causas de la disminución
del número de fármacos de origen europeo que
se comercializan es el coste de las patentes”, estima Ruxandra Draghia-Akli, para quien “si se quiere favorecer la innovación habrá que facilitar su
aplicación práctica, particularmente adaptando
las estructuras que garanticen los derechos de
propiedad intelectual”.
Marine Cygler
Una patente comunitaria
La promoción de la innovación está poniendo
de relieve de nuevo la cuestión de una patente
Una rápida reacción a la gripe
P
© CNRS Photothèque/Hubert Raguet
SALUD
ara luchar contra los virus gripales, ya existen varios programas de investigación. Entre otras
cosas, pretenden poner a punto fármacos que se dirijan a las zonas del virus que no muten
con el tiempo. Hoy en día, la mayoría de las cepas de la gripe, temporal o A, han desarrollado
resistencias al Tamiflu®, uno de los escasos tratamientos eficaces en caso de síntomas severos. Según
la red europea de vigilancia VIRGIL (Vigilance against viral resistance), un programa que finalizó hace
algunos meses, el 70 % de las cepas de gripe temporal presentaron una resistencia a este medicamento
durante el invierno de 2008. El programa FLUINHIBIT, que empezó en enero de ese año, pretende
encontrar inhibidores de la interacción entre dos subunidades de una enzima que activa la replicación
del material genético del virus y, por lo tanto, su multiplicación.
Por otro lado, otro proyecto, PORTFASTFLU, lanzado al mismo tiempo que FLUINHIBIT, trabaja en el
desarrollo y la validación de un sistema de diagnóstico rápido de la gripe y de su vigilancia en el
transcurso de una pandemia. Tiene como objetivo la creación de un aparato totalmente automatizado
capaz de identificar, en menos de una hora, todas las formas conocidas de gripe, incluyendo la gripe
aviar H5N1 y la gripe pandémica A/H1N1 de 2009. Teniendo en cuenta que los resultados preliminares
fueron muy alentadores, este sistema se pondrá a prueba en los hospitales en diciembre de 2009.
ICGC (International Cancer Genome
Consortium)
www.icgc.org
Iniciativa sobre Medicamentos
Innovadores (IMI)
imi.europa.eu
AVIR Green Hills Biotechnology
www.greenhillsbiotech.com/
EU Influenza Research
http://ec.europa.eu/research/health/
influenza
FLUINHIBIT
6 socios, 6 países (AT-CH-DE-IT-LT-SE)
www.pikepharma.com/fluinhibit
PORTFASTFLU
9 socios, 5 países (BE-FR-IE-UK-ES)
www.portfastflu.com
VIRGIL
www.virgil-net.org/about-virgil
research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009
47
LA CIENCIA EN IMÁGENES
KI-AH-09-S02-ES-C
Esta doble imagen presenta una parte del oído interno de un ratón adulto salvaje
(a la derecha) y mutante (a la izquierda) para el gen Krox20. Este gen, también conocido
en el ser humano con el nombre Egr2, está implicado en numerosos procesos biológicos,
entre los que se encuentra el control del desarrollo de los huesos. La mutación de Krox20
conduce a la osteoporosis de los huesos del oído interno, que se manifiesta por una
reducción importante de su tamaño. Coloreado con alizarina.
© Inserm/Piotr Topilko
De ratones
y hombres
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