Y SE ARMÓ LA DE LA MÚSICA EN PRAVIA

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Y SE ARMÓ LA DE LA MÚSICA EN PRAVIA
Fiestas en Pravia. La banda municipal iba a amenizar la foguera y
verbena del Valle. Fiestas en honor de la Pilarica praviana ¡la Virgen del Valle!
Fiestas creemos que en Pola de Siero. La banda del Regimiento del
Príncipe era la encargada de tocar en los festejos polesos. Pero… no sabemos
si algún diañu burlón o un trasgo o la casualidad, ¿quién sabe?, hace que ese
día se produzcan graves sucesos en África: el desastre de Annual.
Las tropas quedan inmediatamente acuarteladas y por este motivo los
de Siero se van a quedar sin banda. A alguien se le ocurre llamar al Alcalde de
Pravia pidiéndole la banda municipal para que vaya a tocar a Siero. Y el
Alcalde, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, acepta enviar la banda a la
Pola.
Y aquello, cuando el pueblo se enteró, debió ser dantesco. Unos, con el
Alcalde al frente, decían que la Banda a la Pola. Otros, la mayoría, que veían
que se quedaban sin fiestas, que iban a desvestir a un santo para vestir otro,
dijeron que ni hablar. La voz de Santiago López, del que ya hemos escrito, se
dejó oír diciendo “Los músicos que quieran marcharse, que lo hagan. Pero los
instrumentos, aquí se quedan, que son del pueblo.” Hubo carreras, bofetadas,
empujones, detenidos… La banda se deshizo aquél día. En fín, que se armó la
de la música en Pravia.
(En Anecdotario praviano, Pravia, Asociación Cultural MLT, 2001)
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