El Centro de Bioética de la UCC se manifiesta en apoyo a la comunidad de Malvinas Argentinas El conflicto que se ha generado en Malvinas Argentinas y sus lamentables consecuencias pone en evidencia que no se puede desestimar la voluntad de las personas. El Centro de Bioética de la UCC quiere apelar nuevamente y con insistencia para que se defienda la vida de la gente, se respete su voluntad y sus reclamos. Lo dijimos y repetimos: es necesaria la licencia y el consenso social para llevar adelante cualquier emprendimiento que afecte la vida y la salud de las personas y del ambiente. Los pobladores de Malvinas no quieren una planta de Monsanto, tienen sus razones y quieren ser consultados. Hoy vemos enfrentadas a las víctimas con los que reclaman su derecho a trabajar, todos ciudadanos, todos con su legitimidad. Y las consecuencias de estos conflictos son siempre graves e impredecibles. Se pone de manifiesto claramente que los poderes públicos, los representantes del pueblo y la justicia no han podido dar respuestas a estos reclamos. La ambigüedad de los fallos condujo inevitablemente a esta conflictividad. Así, se sigue adelante en una iniciativa que no tiene licencia social, no tiene la aprobación de los vecinos y está por lo tanto condenada a la disputa y al fracaso. El derecho a un ambiente sano es un DERECHO HUMANO, nuestra legislación prevé utilizar el principio precautorio ante situaciones de inminente impacto ambiental negativo. Derechos y legislación deben ser respetados. Lo repetimos ante la realidad de los hechos y hoy reclamamos: la resistencia social no se puede subestimar. Las catástrofes ambientales que hemos vivido y estamos viviendo en la provincia son un lamentable escenario que demuestra claramente que nos estamos equivocando y mucho en materia ambiental. ¿Qué más se necesita para convencer a quienes ejercen el poder que están en la dirección equivocada? Mónica Heinzmann, Diego Fonti, José Alessio, Juan Carlos Stauber. Miembros del Centro de Bioética de la Universidad Católica de Córdoba