Tema 42 IMPRESIONISMO. MONET, RENOIR, DEGAS. ESCULTURAS DE RODIN. La característica fundamental del arte contemporáneo es el sentido de cambio y esto es reflejo de una sociedad deseosa de encontrar nuevas soluciones a los problemas que acuciantemente se le presentan. Esto explicaría la continua sucesión de estilos artísticos. En las décadas centrales del siglo XIX, el Romanticismo y su idealización de la historia, de la sociedad y de la naturaleza, dejó paso al Realismo, una corriente que se interesó por la realidad concreta y que triunfó en Francia entre 1848 y 1870. Ambos prepararon el camino al Impresionismo cuyas aportaciones están basadas en la experiencia óptica directa de la luz y del color. El término impresionista fue utilizado por un crítico en 1874 de forma despectiva al comentar el paisaje de Monet “Sol naciente. Impresión”. Los impresionistas van a tratar de atrapar la naturaleza del cuadro, tal como ellos la ven, sin añadir ningún mensaje moral. Como método de trabajo defendían la pintura al aire libre frente al ambiente cerrado del taller. Se interesan por los progresos tecnológicos de la época, como el ferrocarril. Su temática es ajena al cuadro oficial puesto que para documentar la historia ya estaba la fotografía. En el colorido huyen de las sombras negras usadas por los academicistas y llegan, de manera intuitiva, a las mismas leyes ópticas que el químico Chevreul. La técnica fue de pincelada fragmentada, de toque suelto y espontáneo, a menudo aplicado directamente del tubo consiguiendo una superficie pastosa. Claude Monet es el paisajista del grupo y el único que mantuvo fidelidad absoluta al movimiento. Su obra presenta un carácter serial, ya que en ocasiones pinta varias veces un mismo tema para comprobar los efectos cambiantes de luz y color en horas y estaciones diferentes. Sus series más conocidas son las referidas a la “Fachada de la catedral de Ruán” o a las “Ninfeas”. Auguste Renoir es el retratista. Su interés por la figura humana constituye su mayor contribución al impresionismo. Retrató varias veces a Monet y dejo un retrato colectivo de sus amigos, charlando despreocupadamente en los veladores del Moulin de la Galette. Edgar Degas es el más atípico de los impresionistas. Excepcionalmente pintó al aire libre y su concepción de la pintura se basaba en el dibujo. Su inclusión en el movimiento se debe a su pincelada clara y el uso de colores vivos. Quiso ser cronista de la alta burguesía, a la que pertenecía. Luego se adentra en el mundo del Ballet y la danza a través de las delicadas bailarinas. El tema femenino lo seduce y lo lleva a interesarse por las toilettes. Renoir y Degas practicaron la escultura en la etapa final de su vida. Sin embargo el que consigue el efecto impresionista en la escultura será Auguste Rodin. Su trabajo más ambicioso fue “Las puertas del infierno” alas que siguió añadiendo detalles hasta su muerte. Para extraer su iconografía se basa en La Divina Comedia de Dante y en Las flores del mal de Baudelaire. Aquí emergen, en pequeño formato, varios modelos que reproducirá mas tarde de modo independiente, como “Las tres sombras del ático” o “El pensador”. Otras obras a mencionar son “Los burgueses de Calais”, “El beso” o “El retrato de Balzac”.