BUENOS DÍAS SECUNDARIA – 25 DE FEBRERO Santos Luis Versiglia y Calixto Caravario Hoy los salesianos estamos de fiesta porque celebramos a dos santos misioneros: el obispo Luis Versiglia y el sacerdote Calixto Caravario. Ambos eran misioneros en China y fueron muertos por defender a algunas niñas que iban con ellos a la misión de Siuchow, de guerrilleros marxistas que querían secuestrarlas. Por oponerse al secuestro el obispo y el sacerdote fueron fusilados allí mismo. La pregunta que nos podemos hacer es: ¿por qué arriesgar la vida en defensa de alguien? Uno puede encontrar muchas razones para no hacerlo y, por eso, la mayor parte de las veces los injustos logran sus fines, porque la gente buena no arriesga su seguridad ni su comodidad para impedir las injusticias que pueden cometer. Todos tenemos el mismo derecho a la vida, a la posesión de lo que es nuestro, al buen nombre, a la manifestación de nuestras ideas… Todos tenemos los mismos derechos, seamos mayores o pequeños, fuertes o débiles, hombres o mujeres, blancos o negros. No respetar esos derechos, es no respetar la dignidad humana que es la misma en todas las personas: ser cristiano no me hace más digno que uno que no lo es; ser marxista tampoco. Los que pretendían abusar de aquellas niñas acaso pensaban que sus ideas marxistas se lo permitían. Pero estaban equivocados: todos los hombres somos iguales. El obispo Versiglia y el cura Caravario, salesianos mártires que hoy honramos como santos, lo entendieron bien. Arriesgaron su vida y la perdieron injustamente para que las personas que defendían no se vieran ultrajadas. Cristo lo dijo claramente: no he venido a ser servido sino a servir y dar la vida por muchos. Estos dos salesianos supieron hacer realidad esas palabras. Buenos días BUENOS DÍAS SECUNDARIA – 26 DE FEBRERO Hombres y mujeres somos iguales (Objetivo 3 del milenio) ¡Buenos días! Estos días hemos estado trabajando la campaña de Manos Unidas. ¿Recordáis lo que son los objetivos de desarrollo del milenio? Son los compromisos asumidos por 191 países miembros de Naciones Unidas, que se comprometieron a alcanzar para el 2012 una serie de hitos que reflejan varios aspectos fundamentales del desarrollo humano sostenible. La campaña de este año se centraba en el tercer objetivo, “Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer”, es decir, eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para 2015”. Nos acercamos peligrosamente al año 2012, y el 2005 hace tiempo que quedó atrás. ¿Hemos logrado la igualdad en la enseñanza? Os voy a leer una noticia que apareció en la prensa hace apenas unos meses. Puede que alguno la recuerde, aunque no estaba ni en las páginas de pasatiempos, ni en las de deportes, ni en los vídeos más populares de You Tube. Afganistán, 23 de mayo de 2012. Más de 120 alumnas y tres profesoras han sido envenenadas en la provincia de Tajar, en el noreste de Afganistán, por conservadores radicales que se oponen a la educación de mujeres y niñas. Según la Policía, los radicales usaron unos polvos tóxicos para contaminar el aire en las aulas y decenas de estudiantes perdieron la consciencia. La Dirección Nacional de Seguridad (DNS, la agencia de inteligencia afgana) cree que los talibán están decididos a provocar el cierre de colegios. Al intoxicar a las niñas pretenden generar miedo, intentan conseguir que las familias no envíen a sus hijas al colegio. La semana pasada, el Ministerio de Educación afgano informó de que en once provincias donde los talibán cuentan con un gran apoyo los insurgentes han cerrado 550 escuelas. El mes pasado, 150 alumnas sufrieron una intoxicación en Tajar al beber agua contaminada. Desde 2001, cuando fue derrocado el régimen de los talibán, las niñas y adolescentes han vuelto a las aulas, especialmente en la capital, Kabul. Antes tenían prohibido trabajar y recibir educación. Sin embargo, siguen produciéndose ataques contra estudiantes, profesores y centros educativos, normalmente en el sur y el este del país, que son zonas más conservadoras donde los talibán gozan de un mayor respaldo. (Silencio) ¿Sigues pensando que madrugar por la mañana es lo peor que te ocurre todos los días? ¿Crees que es una suerte que en España la educación sea obligatoria y gratuita hasta los 16 años para chicos y chicas? ¿A qué estarías dispuesto a renunciar por conseguir tener una buena educación? ¿Qué estarías dispuesto a arriesgar? En este momento en Afganistán es mediodía. Ojalá que todas hayan ido a la escuela y regresado a casa. BUENOS DÍAS SECUNDARIA – 27 DE FEBRERO Hay justicia cuando rompemos estereotipos ¡Buenos días! Hace unos años esta campaña tenía un lema que decía así: “si el Norte se enamorara del Sur” (realmente el lema oficial era: “Norte y Sur un futuro común”), a mi me gusta más el primero y además en este mes parece que tiene más sentido. Imaginad por un momento en un lado: Progreso, riqueza, desarrollo, avances tecnológicos... (el Norte) y por otro: Pobreza, carencias sociales y económicas, hambre, miseria...( el Sur). Uniendo estas dos realidades crearíamos una pareja ideal, soñar es gratis, pero en este caso podemos hacer algo para acercar estos dos mundos, y de hecho lo estamos haciendo con las actividades de Manos Unidas, estamos acercándonos a esas realidades del Sur, que seguro os harán pensar y recapacitar acerca de la vida que llevamos nosotros, en esta parte Norte del mundo, en la parte progresista de la pareja que hemos creado. Á veces este progreso nos hace imaginar que por tener más cosas somos mejores personas, pero realmente nos paramos a pensar en nosotros mismos? A analizar cómo somos debajo de toda esa fachada de riquezas materiales... En estos días ha llegado a mis manos el diario de una persona que se detuvo a analizar en su interior, decía así: “Mirando a los demás aprendí quién soy. Tengo miedo de no ser tan buena persona como piensan, pero creo que todo el mundo piensa eso de sí mismo. Tengo suficiente seguridad en mí misma como para sentirme insegura. Observé que los demás intentan proyectar en uno sus inseguridades, igual que uno proyecta en los demás sus inseguridades”. Te atreverías a adivinar de donde era la persona que escribía esto: ¿Del Norte o del Sur?...No hay tanta diferencia en la esencia de las personas, la riqueza no nos hace mejores ni peores y los bienes materiales y tecnológicos tampoco son la mejor riqueza. Por eso yo mantengo mi ilusión: “¡Ojalá el Norte se enamorara del Sur!” BUENOS DÍAS SECUNDARIA – 28 DE FEBRERO Hay justicia cuando respetamos las diferencias Hace unos meses escuché en el telediario: “Se acabó la desigualdad entre hombres y mujeres a la hora de conducir”. Todo eso se refería a que, a partir de ese momento, los seguros de los coches, que antes hacían un descuento de hasta el 30% a las mujeres por ser más precavidas, iban a cobrar lo mismo a los hombres que a las mujeres. En realidad iban a subir el precio a las mujeres, porque de poner el mismo precio, podían ponerlo más bajo para todos… pero bueno… eso es otro tema. El caso es que decían que, a pesar de que las estadísticas indicaban que las mujeres tenían menos accidentes, para que no hubiera desigualdad, iban a subir el precio del seguro. ¿Pero eso es una desigualdad? ¡Por Dios! Cuando se le hace un seguro a un joven de 18 años y hasta los 30 más o menos, cobran más, sea hombre o mujer. ¿Por qué? Porque las estadísticas indican que son más atrevidos, que le pisan más al acelerador y que tienen más accidentes. ¿Eso es desigualdad con el resto de las edades? No. Eso es una estadística, pero si las estadísticas son por género, entonces son desigualdades. ¡No estoy de acuerdo! Desigualdad es que aún existan personas que digan aquello de “mujer tenía que ser” cuando no están de acuerdo con algo que se hace al volante de un coche. O que las mujeres cobren menos que los hombres en puestos de igual importancia. ¡Eso es desigualdad! Asumir nuestras diferencias no es desigualdad. Hombres y mujeres somos iguales como personas, como trabajadores, como miembros de una casa. Pero tenemos diferencias y eso no son desigualdades, son diferencias. Empezando porque el cuerpo de una mujer es distinto al de un hombre y siguiendo porque las mujeres tenemos más cuidado al volante, o vamos más despacio, o tenemos más miedo a que pase algo que los hombres. Es así. Diferencias como personas de distintas edades que son distintas o como varias personas mismamente, que no son iguales. Pienso que si realmente quisieran evitar desigualdades, lo que deberían hacer es bajar el precio a aquellas personas que no tienen accidentes y después, si la mayoría son mujeres, ¡pues mira tú qué bien! ¿Qué también hay hombres? que los hay, pues también bien. Aceptemos nuestras diferencias y eso ayudará a eliminar las desigualdades. Buenos días y buen trabajo. BUENOS DÍAS SECUNDARIA – 1 DE MARZO Hay igualdad cuando no hay privilegios El rico industrial del norte se horrorizó cuando vio a un pescador del sur tranquilamente recostado en su barca fumando en su pipa. - ¿Por qué no has salido a pescar? – le preguntó el industrial. - Porque ya he pescado bastante por hoy – respondió el pescador. - ¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas? – insistió el industrial. - ¿Y qué iba a hacer con ello? – preguntó a su vez el pescador. - Ganarías más dinero – fue la respuesta. – De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente unas redes mejores, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo. - ¿Y qué haría entonces? – preguntó de nuevo el pescador. - Podrías sentarte y disfrutar de la vida – respondió el industrial. - ¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? – respondió satisfecho el pescador. Ya veis que a nosotros también nos puede pasar como al industrial, que queremos cada vez más porque creemos que así todo irá mejor: más dinero, más poder, más privilegios… y nos olvidamos de las cosas realmente importantes. La situación mundial en la que unos pocos acaparan la mayor parte de las riquezas mientras muchos no tienen lo suficiente para vivir hace que no haya igualdad ni justicia. ¿Y para qué? ¿No sería mucho mejor que todos pudiéramos disfrutar con lo suficiente para vivir, eliminando algunos privilegios injustos? Como mucho me atrevería a defender algunos privilegios: dar más oportunidades a las personas que tienen más deficiencias; prestar más atención a los que lo están pasando peor; tener especial cuidado con los más débiles… De nosotros depende. Buenos días.