Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial VII VII Consideraciones legales sobre la traducción oficial y certificada, a raíz de las recientes modificaciones (Comentario a la Resolución Nº 323-2014-TC-S4) Ficha Técnica Autor : Luis Eduardo Morante Guerrero* Título:Consideraciones legales sobre la traducción oficial y certificada, a raíz de las recientes modificaciones - (Comentario a la Resolución Nº 323-2014-TC-S4) Fuente: Actualidad Gubernamental, Nº 68 - Junio 2014 Sumario 1.Introducción 2.Análisis del Tribunal 3.Análisis de la fundamentación del Tribunal de Contrataciones del Estado 4.Conclusión del Tribunal 5.Discrepancias presentes 1. Introducción En el presente artículo se critica la rigurosidad normativa que emplea el Tribunal de Contrataciones para resolver una disyuntiva acerca de la idoneidad de los documentos en idioma extranjero que deban adjuntar una «traducción con valor oficial» o certificada en la etapa de presentación de propuestas y de suscripción del contrato. Requisitos que a nuestro parecer resultan inflexibles y desincentivan la pluralidad de postores. Asimismo, se esboza un comentario paralelo del caso, en relación con las recientes modificaciones efectuadas por el Decreto Supremo N° 080-2014-EF, que en materia de traducciones, ha sido amparadas por las propuestas expuestas * Miembro del Área Legal de Instituto Pacífico. Especialista en Derecho Administrativo y Contrataciones del Estado. Egresado de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro fundador del Taller de Investigación de Derecho Administrativo – TIDA. por un miembro del Tribunal de Contrataciones a través del voto singular visto en la resolución N° 323-2014-TC-S4 del 3 de marzo de 2014. Siendo ahora aceptado la presentación de traducciones oficiales con o sin valor oficial en la presentación de documentos, y dejando de lado, la presentación de traducción oficial con valor oficial de aquellos documentos respaldados por traducción certificada en la etapa de suscripción del contrato. De este modo y con un fin ilustrativo nos avocaremos al estudio de la Resolución Nº 323-2014-TC-S4 en donde se interpuso ante el Tribunal de Contrataciones del Estado, en lo sucesivo el Tribunal, recurso de apelación contra el otorgamiento de la buena pro del proceso de selección, solicitando que se revoque la adjudicación de la buena pro, como consecuencia de la descalificación de la propuesta técnica del Adjudicatario. 1.1. Postura del impugnante El impugnante –entre otros aspectos–sustento su recurso aduciendo que: «El adjudicatario presentó, como parte de su propuesta técnica, documentos en idioma extranjero, a los cuales se adjuntó traducciones sin valor oficial». Asimismo, señaló que las traducciones presentadas por el adjudicatario contienen una nota al pie que señala «Traducción simple sin valor oficial», no obstante que, de conformidad con el numeral 1.10 de la Sección General de las Bases, «los documentos para la admisión y calificación de propuestas presentados en idioma extranjero, debían estar acompañados de traducción oficial o certificada efectuada por traductor público juramentado o traductor colegiado certificado». Actualidad Gubernamental Señaló además que tanto el certificado de fabricante como el certificado de Gobierno extranjero constituyen documentos de presentación obligatoria, los cuales debieron estar acompañados de traducción oficial o certificada. Asimismo, los certificados de calidad adolecen del mismo defecto, los mismos que el Comité Especial del proceso de selección debió desestimar. 1.2. Respuesta del adjudicatario A través del escrito presentado el 11 de febrero de 2014, el adjudicatario presentó sus descargos, conforme a los siguientes fundamentos: «En relación a la traducción de los documentos cuestionados por el Impugnante, el artículo 62° del Reglamento establece que el postor debe presentar en su propuesta técnica una traducción oficial o certificada. De una interpretación literal, se desprende que dicho artículo considera como traducción oficial a la realizada por un traductor público juramentado, sin imponer ningún requisito adicional como legalizaciones, el que se exige para documentos emitidos solo por funcionarios en el extranjero. La exigencia de legalizaciones para la traducción oficial recogida en la norma para la traducción oficial se debe a la aplicación indebida de una norma sectorial (regulada por el Ministerio de Relaciones Exteriores), ajena al ámbito de las compras públicas, que contradice lo señalado en la norma especial, lo cual no solo es ilegal, sino nocivo al sistema de compras públicas, al hacer el procedimiento de selección engorroso. La interpretación obedece a la literalidad de la norma, además de una interpretación histórica, puesto que para la modificación del texto original del artículo 62° del Reglamento, la intención del legislador fue facilitar el proceso de traducción de N° 68 - Junio 2014 VII 1 Informes Especiales Área Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial VII Informes Especiales documentos, al permitirse la presentación de traducciones certificadas, realizadas por traductores colegiados por ser menos onerosas y de elaboración rápida, y no la imposición de nuevas exigencias. Por tanto, la inclusión del término traducción oficial en el citado artículo del Reglamento, solo obedeció a la necesidad de diferenciar este tipo de traducción de la certificada. De la interpretación señalada, su propuesta técnica contaba con traducciones realizadas por traductora pública juramentada y cumplen con ser oficiales. No obstante lo anterior, señala que, aunque se considere que las traducciones oficiales requieran de legalizaciones, el artículo 62º del Reglamento alternativamente permite la presentación de traducciones certificadas. Del texto de las traducciones que presentó en su propuesta técnica, se advierte que la traductora Liliana Ibáñez señala en cada traducción que certifica “que en el presente traducción es fiel y correcta del texto idioma inglés adjunto”, cumpliendo con el objetivo de la norma, que es verificar la idoneidad de la traducción realizada con la finalidad que el Comité Especial pueda evaluar la propuesta presentada». 2. Análisis del Tribunal 2.1. Solicitud del impugnante y del adjudicatario El impugnante solicita al Tribunal lo siguiente: - Se revoque el otorgamiento de la Buena Pro del proceso de selección, toda vez que el adjudicatario presentó documentación falsa y/o inexacta, y al no haber acreditado los requerimientos técnicos mínimos establecidos en las bases. - Como resultado de lo anterior, se otorgue la Buena Pro a su favor. El adjudicatario solicita lo siguiente: - Se declare infundado el recurso de apelación y se confirme el otorgamiento de la Buena Pro a su favor. - Se descalifique la propuesta técnica del impugnante por no cumplir con adjuntar a su propuesta técnica la documentación de presentación obligatoria, exigida en las bases del proceso de selección, conforme a la normativa de contratación pública. 2.2. Fijación de puntos controvertidos En virtud de lo expuesto, y para comprensión del análisis solo señalaremos el principal punto controvertido planteado por el impugnante en su recurso de apelación el cual consiste en: «a)Determinar si el Adjudicatario cumplió con presentar la traducción oficial o cer- VII 2 tificada de los documentos presentados en idioma extranjero como parte de su propuesta técnica. (…)». 3. Análisis de la fundamentación del Tribunal de Contrataciones del Estado Se supone que el análisis del Tribunal debería partir de la premisa que la finalidad de la normativa de contrataciones públicas no es otra que las entidades adquieran bienes, servicios y obras en las mejores condiciones posibles, dentro de un escenario adecuado que garantice tanto la concurrencia entre potenciales proveedores como la debida transparencia en el uso de los recursos públicos. No obstante, dicho criterio no se evidenció en lo dictaminado por el colegiado, al declarar desierto el proceso de selección, sin priorizar las necesidades de la entidad y ponderar a favor de la legalidad y el formalismo del proceso como bien lo expone el voto singular de la resolución materia de análisis. Por el contrario, el Tribunal a nuestro parecer se vio encajonado en un articulado legalista que no le permitió actuar en pro del bienestar público. Como se evidencia en el caso, dada la rigurosidad de las normas en materia de traducciones oficiales o certificadas. Incluso, poco después de emitida la resolución materia de análisis, la rigurosidad en materia de traducciones ha sido corregida por las modificaciones antes citadas, efecto que creemos se debe al voto singular de esta resolución, por lo que en adelante los detalles y comentarios sobre la presente resolución, deberán ser tomados en cierto modo, como el análisis de la jurisprudencia que dio origen a los cambios efectuados al artículo 62° del Reglamento, en donde se ha permitido que en la presentación de propuestas se puedan incluir traducciones efectuadas por traductor público juramentado con o sin valor oficial. 3.1. Punto controvertido: Determinar si el adjudicatario cumplió con presentar la traducción oficial o certificada de los documentos presentados en idioma extranjero como parte de su propuesta técnica 3.1.1. Punto de partida En el presente caso se ha cuestionado que, como parte de su propuesta técnica, el Adjudicatario presentó documentos en idioma extranjero, a efectos de acreditar el cumplimiento de aquellos de presentación obligatoria; sin embargo, este habría adjuntado las traducciones correspondientes, con una nota al final que refiere: «Traducción simple sin valor oficial». Actualidad Gubernamental N° 68 - Junio 2014 Es del caso precisar que, cada traducción consigna en la parte superior del documento la frase «Traducido sin legalizaciones oficiales» y, en la parte inferior, «Traducción simple sin valor oficial». Según se desprende de los mismos, estos fueron traducidos por la traductora pública juramentada Liliana Ibáñez Málaga. Al respecto, a efectos de conocer mejor el caso, cabe traer a colación lo señalado en las bases del proceso de selección: 2.5 CONTENIDO DE LAS PROPUESTAS 2.5.1 SOBRE Nº 1 - PROPUESTA TÉCNICA (…) Copia simple, en castellano o de lo contrario acompañar copia simple de la traducción efectuada por Traductor Público Juramentado o traductor colegiado certificado (Art. 62º del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado), a nombre del fabricante. (…). 3.1.2. Traducciones en el procedimiento administrativo y especialidad de la norma Para analizar lo señalado por las bases, podemos empezar dejando en claro que el régimen jurídico de las «traducciones» para el caso de procedimientos administrativos en general se encuentra prevista en el artículo 41.1.2 de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General (en adelante, LPAG) que establece que en los procedimientos administrativos las entidades están obligadas a aceptar «traducciones simples con la indicación y suscripción de quien oficie de traductor debidamente identificado, en lugar de traducciones oficiales» bajo el amparo del principio de presunción de veracidad, que conlleva de la mano la realización obligatoria de acciones de fiscalización posterior a cargo de dichas entidades. No obstante, la traducción que nos ocupa el presente análisis, se encuentra inmersa en el procedimiento especial de Contrataciones del Estado, sobre este punto debe recordarse que el artículo II del Título Preliminar de la LPAG señala que los procedimientos especiales regulados por ley expresa «solo se rigen supletoriamente por la LPAG en aquellos aspectos no previstos y en los que no son tratados expresamente de modo distinto por su respectiva Ley». «Al respecto, los procedimientos en las contrataciones públicas son procedimientos como hemos mencionado antes especiales creados y regulados por leyes especiales. Por tanto, en caso que la Ley y el Reglamento de Contrataciones del Estado regule la figura de las traducciones, no corresponderá aplicar la LPAG, puesto que es la propia normativa de contrataciones públicas la que regula el tema, más aun si se considera lo señalado en el artículo 5° de la Ley, que establece que los dispositivos en materia de contrataciones Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial del Estado prevalecen sobre las normas de derecho público1»2. Sin obviar la preeminencia de los principios del Procedimiento Administrativo General, por sobre toda norma, incluso aunque ésta sea de carácter especial, como la normativa aplicable a las Contrataciones del Estado. Dicha preeminencia la cual es importante no dejar de resaltar, es la que vamos a ver materializada en la nueva modificación al artículo 62° del Reglamento3 por parte del Decreto Supremo N° 080-2014-EF, en donde se puede observar el fortalecimiento aplicativo del principio de presunción de veracidad y del principio del privilegio de controles posteriores, respectivamente. 3.1.3. Traducciones en la normativa de contrataciones del Estado Antes del análisis del tema, debe considerarse en qué supuestos se solicitan este tipo de traducciones. Básicamente es en dos etapas: la presentación de propuestas (en la etapa del proceso de selección) y la suscripción del contrato (en la etapa de ejecución contractual). Este útimo aspecto ha sido modificado puesto que, con la reciente modificación se ha permitido que en la presentación de propuestas se puedan incluir traducciones efectuadas por traductor público juramentado con o sin valor oficial, empalmando con las modificaciones al artículo 141°, en donde se retira de la lista de requisitos para suscribir el contrato la necesidad de las traducciones oficiales efectuadas por traductor público juramentado de todos los documentos de la propuesta presentados en idioma extranjero que fueron acompañados de traducción certificada. Al respecto, el Reglamento antes de ser modificado, establecía reglas a seguir respecto a las traducciones en el caso de contrataciones públicas, tanto en la etapa de presentación de propuestas como en la etapa de suscripción del contrato. Dicha norma fue modificada por el Decreto 1 «Artículo 5°.- Especialidad de la norma y delegación El presente Decreto Legislativo y su Reglamento prevalecen sobre las normas de derecho público y sobre aquellas de derecho privado que le sean aplicables...». 2 Tamayo Yáñez, Sergio, «Traducciones y contrataciones públicas», en Actualidad Gubernamental, Nº 66, abril, Instituto Pacífico, Lima, 2014, p. VIII-5. 3 Artículo 62°.- Presentación de documentos Todos los documentos que contengan información referida a los requisitos para la admisión de propuestas y factores de evaluación se presentan en idioma castellano o, en su defecto, acompañados de traducción oficial o sin valor oficial efectuada por traductor público juramentado o traducción certificada efectuada por traductor colegiado certificado, salvo el caso de la información técnica complementaria contenida en folletos, instructivos, catálogos o similares, que puede ser presentada en el idioma original. El postor es responsable de la exactitud y veracidad de dichos documentos. Las Entidades someten a fiscalización posterior conforme a lo previsto en el artículo 32º de la Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, la documentación, declaraciones y traducciones presentadas por el ganador de la Buena Pro. (Recientemente modificado por el Decreto Supremo Nº 080-2014-EF). Supremo Nº 080-2014-EF4, variando aspectos importantes sobre el tema. Para ello tomaremos en cuenta el tratamiento dado por la normativa antes de las modificaciones efectuadas en el 2014: a) Traducción en la presentación de propuestas El primer momento en que se exige una traducción lo encontramos en el artículo 62° del Reglamento5 que señala lo siguiente: «Artículo 62°.- Presentación de documentos Todos los documentos que contengan información referida a los requisitos para la admisión de propuestas y factores de evaluación se presentarán en idioma castellano o, en su defecto, acompañados de traducción oficial o certificada efectuada por traductor público juramentado o traductor colegiado certificado, según corresponda, salvo el caso de la información técnica complementaria contenida en folletos, instructivos, catálogos o similares, que podrá ser presentada en el idioma original. El postor será responsable de la exactitud y veracidad de dichos documentos…». b) Traducción para la suscripción del contrato El segundo momento en el que se exige este requisito está ubicado en el numeral 5 del artículo 141º6 del Reglamento que establece lo siguiente: «Artículo 141°.- Requisitos para suscribir el Contrato Para suscribir el contrato, el postor ganador de la Buena Pro deberá presentar, además de los documentos previstos en las Bases, los siguientes: (…) 5. Traducción oficial efectuada por traductor público juramentado de todos los documentos de la propuesta presentados en idioma extranjero que fueron acompañados de traducción certificada (…)». (cursiva nuestra). De lo anterior, se advierte que en su momento existieron argumentos para la modificación como es reducir los costos de transacción en los procesos de contratación pública. Por otro lado, respecto del numeral 5 del artículo 141° del Reglamento, la exposición de motivos señala que: “(…) se considera que la traducción oficial es necesaria para la suscripción del contrato debido a que dichos documentos pueden sustentar requerimientos técnicos mínimos, la experiencia y/o demás factores de evaluación 4 Publicado el 22 de abril de 2014 en el diario oficial El Peruano. Asimismo, de acuerdo al Decreto Supremo N° 081-2014-EF, el Decreto Supremo 080-2014-EF y sus modificaciones, es aplicable las contrataciones cuyos procesos de selección se convoquen a partir de su entrada en vigencia, es decir desde el día siguiente de su publicación en el diario oficial El Peruano. 5 Artículo modificado por el Decreto Supremo Nº 080-2014-EF. 6 Numeral excluido por la reciente modificación efectuada al artículo 141º por el Decreto Supremo N° 080-2014-EF. Actualidad Gubernamental VII que se tomaron en cuenta para la elección del contratista, por lo que se necesita una mayor certeza respecto al documento original y traducción». Como se puede apreciar, ambas normas contemplan dos supuestos. En la primera se exige que los documentos presentados en idioma extranjero, durante la admisión de propuestas, cuenten con traducción oficial o certificada. En la segunda norma, se exige que los documentos presentados en idioma extranjero, para la firma del contrato, cuenten con traducción oficial. Como se puede advertir ambas normas tienen características distintas y están previstas para diferentes momentos. 3.1.4. Traducciones en otras fuentes Ahora bien, a fin de verificar si la traducción de los documentos observados es oficial o certificada, cabe traer a colación lo establecido en el Reglamento de Traductores Públicos Juramentados, aprobado mediante el Decreto Supremo Nº 126-2003-RE y el Manual de Procedimientos de la Traducción Certificada. 3.1.4.1. Traducción certificada Respecto a las traducciones realizadas por los traductores colegiados certificados, cabe precisar que, el literal n) del punto 1.3 del Manual de Procedimientos de la Traducción Certificada7, define a la «traducción certificada» como la «Versión traducida a una lengua meta de un documento en lengua origen por un Traductor Colegiado Certificado del Colegio de Traductores del Perú, que se ajusta a los requisitos establecidos en el presente Manual» (cursiva nuestra). 3.1.4.2. Traducción oficial De otro lado, el artículo 24° del Reglamento de Traductores Públicos Juramentados establece que, cuando se trate de documentos públicos emitidos en el exterior, para surtir efectos jurídicos en el Perú o en el exterior, los traductores públicos juramentados deberán exigir, bajo responsabilidad, que dichos documentos estén debidamente legalizados por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Uno de los principales cuestionamientos a la modificación en el 2012 del inciso 5 del artículo 141° en esta materia es que ahora hace unos pocos meses se exigía que la traducción sea oficial. Y es que debe tomarse en cuenta que en una propuesta puede presentarse documentos de carácter tanto público como privado. Respecto a los primeros, su traducción no sería problema, pero respecto a los documentos privados si surgen complicaciones, 7 Publicado en el portal web del Colegio de Traductores del Perú: <http://www.colegiodetraductores.org.pe>. N° 68 - Junio 2014 VII 3 VII Informes Especiales si tomamos en cuenta que el artículo 25° del Decreto Supremo Nº 126-2003-RE señalado lo siguiente: «Artículo 25°.- Los Traductores Públicos Juramentados podrán traducir documentos privados que no contengan las legalizaciones oficiales correspondientes, pero deberán estampar en el encabezamiento de la primera página de las traducciones efectuadas un sello del siguiente tenor: «TRADUCIDO SIN LEGALIZACIONES OFICIALES» y debajo otro sello que diga: TRADUCCIÓN SIMPLE SIN VALOR OFICIAL; los cuales deben estamparse en cada una de sus páginas. De igual modo, estampar sellos del mismo tenor en los idiomas extranjeros pertinentes en las traducciones a tales idiomas. De estas traducciones simples sólo será legalizada de requerirse, la firma del Traductor Público Juramentado». Conforme a lo señalado en las mencionadas normas, se puede concluir que no todas las traducciones efectuadas por los traductores públicos juramentados tienen la condición de traducción oficial, toda vez que también dichos profesionales pueden emitir traducciones sin valor oficial, sobre documentos en idioma extranjero que no contienen las legalizaciones; en tales documentos necesariamente deben consignarse las frases: «TRADUCIDO SIN LEGALIZACIONES OFICIALES» y debajo otro sello que diga: «TRADUCCIÓN SIMPLE SIN VALOR OFICIAL». Para dejar más claro este punto, el OSCE en la ya citada Opinión Nº 027-2013/DTN ha señalado que: «2.4 (…) de acuerdo con los artículos 508º y 509º del Decreto Supremo Nº 076-2005RE, Reglamento Consular del Perú, para que un documento público o privado extendido en el exterior tenga validez en el Perú debe estar legalizado por los funcionarios consulares peruanos competentes, cuyas firmas deben ser autenticadas posteriormente por el área correspondiente de legalizaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Como se puede advertir de lo anterior, para que la traducción de un documento sea oficial, en materia de contrataciones públicas, debe contar con las legalizaciones consulares y las del Ministerio de Relaciones Exteriores. Este trámite como vemos es muy complejo, situación que ahora ha sido observada por el OSCE y por el MEF efectuando las correcciones respectivas en el Reglamento. 4. Conclusión del Tribunal Ahora bien, según la información contenida en la página web del Colegio de Traductores del Perú y la información recopilada del OF. RE (DGC) Nº 2-5- E/211 del Ministerio de Relaciones Exteriores, las diferencias entre una traducción ofi- VII 4 cial y una traducción certificada son las siguientes: Cuadro comparativo Traducción oficial Traducción certificada - Únicamente pue- - Según el Manual de Procedimientos de la de ser efectuada Traducción Certificapor un traductor da y el Reglamento público juramenInterno del Colegio de tado nombrado Traductores del Perú, por el Ministerio publicado en la página de Relaciones Exweb del Colegio de teriores. Traductores del Perú, - El documento una traducción certioriginal que va ficada es una versión a ser traducido traducida a una lengua debe cumplir con meta de un documenlos requisitos reto en lengua origen glamentados por por un traductor cerel Ministerio de tificado del Colegio de Relaciones ExteTraductores del Perú, riores, debiendo que se ajusta a los encontrarse debirequisitos establecidos damente apostien el citado manual. llado y legalizado por el mencionado ministerio. En vista de las conclusiones advertidas, el Tribunal determinó las traducciones de los documentos cuestionados no constituyen traducciones oficiales ni certificadas, por no cumplir con las condiciones señaladas en las normas correspondientes, no advirtiéndose el cumplimiento de lo establecido en el artículo 62° del Reglamento. Por tanto, en vista que las traducciones observadas corresponden a documentos que constituyen documentos de presentación obligatoria, el Tribunal procedió a descalificar la propuesta técnica del adjudicatario. Aspecto que de resolverse bajo el amparo de las recientes modificaciones hubiese sido arbitrario e ilegal. 5. Discrepancias presentes Las actuaciones de los tribunales administrativos y en general la Administración Pública, se rigen por el principio de legalidad contemplado en la Ley de Procedimiento Administrativo General, según el cual, la Administración solo puede actuar conforme a las competencias que le son atribuidas por ley y demás normas que componen el ordenamiento jurídico. En nuestro caso gran parte de la doctrina e incluso uno de los miembros del colegiado consideran que tal uso en materia de traducciones no debería ser excesivo, al menos no en la etapa de presentación de propuestas, permitiendo una conjunción entre la legalidad, la simplicidad, la economía procedimental y la pluralidad de postores. La normativa daba la potestad de presentar traducciones oficiales o certificadas en la presentación de propuestas, y de igual forma exigía traducciones oficiales en la etapa de suscripción del contrato, antes de las recientes modificaciones. Al cierre de esta edición, era nuestra propuesta: Actualidad Gubernamental N° 68 - Junio 2014 el permitir en la etapa de presentación de propuestas que las partes puedan presentar documentos con menor rigor (traducciones simples y sin valor oficial), teniendo en cuenta que antes de la suscripción del contrato, se les exigirá una traducción pero con carácter oficial, espectro que podía ampliarse para aceptar no solo traducciones oficiales, sino también certificadas. No obstante, ahora se pueden presentar traducciones oficiales, con o sin valor oficial por traductor público juramentado, o traducciones certificadas, en la etapa de presentación de propuestas y no se exige traducción alguna en la etapa de suscripción del contrato, lo cual da más sentido al desarrollo de esta jurisprudencia en donde vemos de forma clara el porqué de las recientes modificaciones. Incluso el voto singular de la resolución materia de análisis da muestras del formalismo en que habían caído las traducciones al interior de las contrataciones del Estado, que no hacían otra cosa que dificultar la satisfacción de las necesidades de las entidades y la pluralidad de postores, situación que resulta lamentable ante la importancia de la satisfacción de los interés públicos del estado y la sociedad. En la presente resolución que esperamos no se vuelva a repetir con las recientes modificaciones se evidencia que el colegiado solo busca, en aras de la legalidad, privilegiar la seguridad jurídica que nuestro ordenamiento demanda; no obstante, consideramos al igual que el vocal suscrito que efectuó su voto singular, que el dispositivo legal aplicado (respecto de la necesidad de traducción oficial y certificada en la etapa de presentación de propuestas) es un dispositivo reglamentario que forma parte del ordenamiento legal vigente para aquellos procesos en curso más no para los iniciados a partir de la vigencia de las modificaciones al Decreto Supremo N° 080-2014-EF, y que ha sido oportunamente modificado, toda vez que la exigencia de presentar la traducción certificada u oficial de todos los documentos que en idioma extranjero que tuviera que presentar un postor, constituye un requisito complicado y oneroso en la práctica que origina la descalificación de la propuesta, como ha sucedido en el presente caso, y no hace sino afectar los fines propios y más directos de las compras estatales. En tal sentido, las exigencias consistentes en, presentar traducciones certificadas u oficiales (y no simples o sin valor oficial) en la propuesta, –y luego, presentar solamente traducciones oficiales para la suscripción del contrato–, incrementan los costos de transacción en las contrataciones estatales. Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial VII Nulidad de oficio en las contrataciones públicas Ficha Técnica Autor: Sergio Tomayo* Título:Nulidad de oficio en las contrataciones públicas Fuente: Actualidad Gubernamental, Nº 68 - Junio 2014 Sumario 1. Aproximación al concepto de nulidad 2. Nulidad durante el proceso de selección 2.1.Causales 2.2. ¿Quiénes pueden declarar la nulidad? 2.3. Procedimiento para declarar la nulidad 3. Palabras finales En todas las actividades humanas hay errores. En los procesos de contrataciones del Estado, naturalmente, también. Algunos errores se pueden pasar por alto, errores formales que no afectan el resultado, por ejemplo. Pero existen errores más graves que otros. Cuando surge una falla demasiado garrafal (sea por negligencia o no) que conlleva una violación a las normas sobre la materia, la solución suele ser anular parte o todo el procedimiento y volver a empezar. Al respecto, el artículo 56° de la Ley del Decreto Legislativo N° 1017, Ley de Contrataciones del Estado1 (en adelante, la Ley) regula este tema, junto a otras normas como el artículo 22° del Decreto Supremo N° 184-2008-EF, Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado2 (en adelante, el Reglamento). 1. Aproximación al concepto de nulidad Aunque el concepto de nulidad puede tener muchas variantes –aquí y en el extranjero, en el derecho civil y en el administrativo– por motivos prácticos, y por la brevedad de este artículo, podemos decir que, para el derecho administrativo, la nulidad es la consecuencia de determinada invalidez del acto administrativo. Para eso, entendemos acto administrativo en el sentido establecido por el artículo 1° de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento * Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado artículos sobre Derecho Constitucional, Administrativo y de contrataciones públicas. Contacto: sergio.tamayo@pucp. edu.pe 1 Publicado el 4 de junio de 2008. 2 Publicado el 31 de diciembre de 2008. Administrativo General3 y, en concordancia con su artículo 8°, su validez depende de que el mismo esté dictado de acuerdo al ordenamiento jurídico. ferida Ley6, solo se aplica supletoriamente al caso de las contrataciones públicas, pues éstas tienen su legislación especial, de acuerdo al artículo 5° de la Ley7. De lo anterior se concluye que, ante la existencia, no de cualquier vicio, sino de aquellos especialmente graves en el acto administrativo, la respuesta que tiene que darse desde el derecho es la nulidad del acto en cuestión. Teniendo en cuenta lo anterior, ya podemos detallar un poco más cómo funciona la nulidad en el ámbito de las contrataciones públicas. Al respecto, el Tribunal de Contrataciones del Estado ha señalado que: En ese sentido, ante un vicio que configura la causal de nulidad de un acto de la Administración Pública, no solo existe la posibilidad que la persona afectada aduzca la nulidad de dicho acto, de acuerdo al artículo 11.14 de la referida Ley, sino que también la propia Administración tiene potestad de declarar la nulidad de los actos que emite, potestad establecida en el artículo 202° de la citada Ley5. «(…) la nulidad es una figura jurídica que tiene por objeto proporcionar a las Entidades una herramienta lícita para sanear el proceso de selección de cualquier irregularidad que pudiera dificultar la contratación, de modo que se logre un proceso transparente y con todas las garantías previstas en la normativa de la materia, para que la contratación se encuentre arreglada a ley y no al margen de ella»8. No obstante, este es el marco general de la nulidad, y la Ley N° 27444, como lo señala el artículo II del Título Preliminar de la re3 «Artículo 1°. - Concepto de acto administrativo 1.1Son actos administrativos, las declaraciones de las entidades que, en el marco de normas de derecho público, están destinadas a producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una situación concreta (…)». 4 «Artículo 11°.- Instancia competente para declarar la nulidad 11.1 Los administrados plantean la nulidad de los actos administrativos que les conciernan por medio de los recursos administrativos previstos en el Título III Capítulo II de la presente Ley (…)». 5 Artículo 202°.- Nulidad de oficio 202.1 En cualquiera de los casos enumerados en el artículo 10°, puede declararse de oficio la nulidad de los actos administrativos, aun cuando hayan quedado firmes, siempre que agravien el interés público. 202.2 La nulidad de oficio solo puede ser declarada por el funcionario jerárquico superior al que expidió el acto que se invalida. Si se tratara de un acto emitido por una autoridad que no está sometida a subordinación jerárquica, la nulidad será declarada por resolución del mismo funcionario». Además de declarar la nulidad, la autoridad podrá resolver sobre el fondo del asunto de contarse con los elementos suficientes para ello. En este caso, este extremo solo podrá ser objeto de reconsideración. Cuando no sea posible pronunciarse sobre el fondo del asunto, se dispondrá la reposición del procedimiento al momento en que el vicio se produjo». «202.3 La facultad para declarar la nulidad de oficio de los actos administrativos prescribe al año, contado a partir de la fecha en que hayan quedado consentidos. 202.4 En caso de que haya prescrito el plazo previsto en el numeral anterior, solo procede demandar la nulidad ante el Poder Judicial vía el proceso contencioso administrativo, siempre que la demanda se interponga dentro de los dos (2) años siguientes a contar desde la fecha en que prescribió la facultad para declarar la nulidad en sede administrativa. 202.5 Los actos administrativos emitidos por consejos o tribunales regidos por leyes especiales, competentes para resolver controversias en última instancia administrativa», solo pueden ser objeto de declaración de nulidad de oficio en sede administrativa por el propio consejo o tribunal con el acuerdo unánime de sus miembros. Esta atribución solo podrá ejercerse dentro del plazo de un año contado desde la fecha en que el acto es notificado al interesado. También procede que el titular de la entidad demande su nulidad en la vía de proceso contencioso administrativo, siempre que la demanda se interponga dentro de los tres años siguientes de notificada la resolución emitida por el consejo o tribunal. Actualidad Gubernamental No obstante, aunque de la cita mencionada parecería entenderse que la nulidad solo surge durante el proceso de selección, esto no es cierto. Al respecto, esta herramienta se puede aplicar en dos de las tres etapas de la contratación estatal: el proceso de selección y la ejecución contractual, como también se puede apreciar del propio texto del artículo 56° de la Ley. En ese sentido, por motivos de espacio, en este primer artículo solo comentaremos las causales de nulidad durante la etapa del proceso de selección, dejando para otra oportunidad, lo referido a la etapa de ejecución contractual. 2. Nulidad durante el proceso de selección 2.1.Causales Las causales de nulidad genéricas de los actos administrativos se encuentran contempladas en el artículo 10° de la Ley N° 274449. No obstante, el artículo 56° 6 «Artículo II.- Contenido (…) 2. Los procedimientos especiales creados y regulados como tales por ley expresa, atendiendo a la singularidad de la materia, se rigen supletoriamente por la presente Ley en aquellos aspectos no previstos y en los que no son tratados expresamente de modo distinto». 7 «Artículo 5°.- Especialidad de la norma y delegación El presente Decreto Legislativo y su Reglamento prevalecen sobre las normas de derecho público y sobre aquellas de derecho privado que le sean aplicables (…)». 8 Hay muchas resoluciones, donde ha referido lo indicado, por ejemplo en la Resolución N° 357-2011-TC-S2. 9 «Artículo 10°.- Causales de nulidad Son vicios del acto administrativo, que causan su nulidad de pleno derecho, los siguientes: 1. La contravención a la Constitución, a las leyes o a las normas reglamentarias. 2. El defecto o la omisión de alguno de sus requisitos de validez, salvo que se presente alguno de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el artículo 14°. N° 68 - Junio 2014 VII 5 VII Informes Especiales de la Ley señala al respecto las siguientes causales: «Artículo 56°. Nulidad de los actos derivados de los procesos de contratación. El Tribunal de Contrataciones del Estado, en los casos que conozca, declara nulos los actos expedidos, cuando hayan sido dictados por órgano incompetente, contravengan las normas legales, contengan un imposible jurídico o prescindan de las normas esenciales del procedimiento o de la forma prescrita por la normatividad aplicable, debiendo expresar en la Resolución que expida la etapa a la que se retrotraerá el proceso de selección (…)». Como se puede apreciar existen cuatro supuestos para declarar la nulidad de los actos durante un proceso de selección. Sin embargo, estas causales no deben interpretarse de forma amplia, como ha sido precisado por el Tribunal de Contrataciones del Estado, en la Resolución N° 613-2011-TC-S3: «11.No obstante lo cual, debe destacarse que las causales de nulidad que se encuentran contempladas taxativamente en el artículo 56º de la Ley deben ser verificadas en forma restrictiva, bajo el entendido de que la aplicación de la figura de la nulidad es excepcional pues la regla es la presunción de regularidad del acto administrativo». Por esa razón, en el referido caso se hace hincapié en que, de lo contario, se desnaturaliza el verdadera fundamento de la nulidad de oficio, la que por su propio carácter (al menos en teoría) no debería estar motivada por el impulso de unas partes. Así, dice: «12. En esa línea, ya sobre los hechos que nos ocupan, resulta válido colegir que a efectos que la Entidad declare la nulidad de oficio no es suficiente que constate una supuesta evaluación inadecuada por parte del Comité Especial cuando el acto de otorgamiento de la Buena ya había quedado válidamente consentido, toda vez que dicho tipo de cuestionamiento es propio del recurso de apelación que formulan los postores distintos al favorecido con la Buena Pro; máxime si dicha declaración de nulidad, antes que de oficio, responde directamente a la solicitud de un tercero, tal y como expresamente lo ha reconocido la Entidad en el caso de autos. «13. Y es que, del tenor de la Resolución Ministerial Nº 107-2011-MTC/01 se 3. Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación automática o por silencio administrativo positivo, por los que se adquiere facultades, o derechos, cuando son contrarios al ordenamiento jurídico, o cuando no se cumplen con los requisitos, documentación o tramites esenciales para su adquisición. 4. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal, o que se dicten como consecuencia de la misma. VII 6 evidencia que la Entidad no declaró la nulidad de oficio en virtud de un acto expedido por un órgano incompetente, pues el Comité Especial es el encargado de evaluar las propuestas, como ocurrió en este caso, ni tampoco en contravención de la legalidad y el ordenamiento jurídico, debido a que la actuación del Comité Especial se enmarca dentro del ámbito de sus atribuciones, ni mucho menos contiene un imposible jurídico o ha prescindido de las normas esenciales del procedimiento o de la forma prescrita por la Ley. 14. Al no evidenciarse, pues, de un vicio de nulidad manifiestamente incurso en algunos de los supuestos que prevé el artículo 56° de la Ley (como cuando, por citar solo un ejemplo, se advierte de la presentación de documentación falsa), se concluye que la Entidad ha distorsionado la figura y la finalidad de la nulidad de oficio, la cual tiene por objeto proporcionar a la Administración Pública una herramienta lícita y excepcional para sanear el proceso de selección de cualquier irregularidad evidente, sin que bajo dicho amparo se puedan soslayar pretensiones extemporáneas de terceros ni un ejercicio abusivo del derecho». Teniendo en cuenta lo anterior, vamos a analizar cada una de las cuatro causales referidas, para declarar la nulidad de un acto. a) Cuando hayan sido dictados por órgano incompetente En las contrataciones públicas, los órganos competentes para ejercer determinadas facultades, en ocasiones, están referidos de forma específica. Por ejemplo, el artículo 31º del Reglamento10, detalla que el Comité Especial es el competente para realizar una serie de actividades. En otros supuestos, la norma no refiere específicamente quién es el órgano competente para determinada tarea, dejándola a la norma interna el 10 «Artículo 31°.- Competencias El Comité Especial conducirá el proceso encargándose de su organización, conducción y ejecución, desde la preparación de las Bases hasta la culminación del proceso. El Comité Especial es competente para: 1. Consultar los alcances de la información proporcionada en el Expediente de Contratación y sugerir, de ser el caso, las modificaciones que considere pertinentes. Cualquier modificación requerirá contar previamente con la conformidad del área usuaria y/o del órgano encargado de las contrataciones, según corresponda. La modificación requerirá una nueva aprobación del Expediente de Contratación. 2. Elaborar las Bases. 3. Convocar el proceso. 4. Absolver las consultas y observaciones. 5. Integrar las Bases. 6. Evaluar las propuestas. 7. Adjudicar la Buena Pro. 8. Declarar desierto. 9. Todo acto necesario para el desarrollo del proceso de selección hasta el consentimiento de la Buena Pro. El Comité Especial no podrá de oficio modificar las Bases aprobadas». Actualidad Gubernamental N° 68 - Junio 2014 detallar quien la realizará, por ejemplo, la aprobación del expediente de contratación contemplada en el artículo 10° del Reglamento11. No obstante, los principales actos del procedimiento en un proceso de selección tienen a un órgano competente. De realizarse el acto por órgano distinto, dicho acto es causal de nulidad. b) Cuando contravengan las normas legales En la normativa de contrataciones existen disposiciones específicas cuya trasgresión implica textualmente la nulidad del acto o etapa. Estas disposiciones implican que se declare nulo el acto si: - Artículo 13° del Reglamento: el valor referencial en un proceso de bienes o servicios es observado por los participantes y además el nuevo valor referencial implique la modificación del tipo de proceso de selección convocado. - Artículo 14° del Reglamento: el valor referencial un proceso de obras es observado por los participantes y además el nuevo valor referencial implique la modificación del tipo de proceso de selección convocado. - Artículo 22° del Reglamento: no se cumplen las disposiciones sobre etapas del proceso de selección. 11 «Artículo 10°.- Expediente de Contratación El Expediente de Contratación se inicia con el requerimiento del área usuaria. Dicho Expediente debe contener la información referida a las características técnicas de lo que se va a contratar, el estudio de las posibilidades que ofrece el mercado, el valor referencial, la disponibilidad presupuestal, el tipo de proceso de selección, la modalidad de selección, el sistema de contratación, la modalidad de contratación a utilizarse y la fórmula de reajuste de ser el caso. En todos los casos en que las contrataciones estén relacionadas a la ejecución de un proyecto de inversión pública, es responsabilidad de la Entidad: 1. Que los proyectos hayan sido declarados viables, en el marco del Sistema Nacional de Inversión Pública. 2. Que se tomen las previsiones necesarias para que se respeten los parámetros bajo los cuales fue declarado viable el proyecto, incluyendo costos, cronograma, diseño u otros factores que pudieran afectar la viabilidad del mismo. Tratándose de obras, se adjuntará el Expediente Técnico respectivo y, cuando corresponda, la declaratoria de viabilidad conforme al Sistema Nacional de Inversión Pública. En la modalidad de concurso oferta no se requerirá el Expediente Técnico, debiéndose anexar el estudio de preinversión y el informe técnico que sustentó la declaratoria de viabilidad, conforme al Sistema Nacional de Inversión Pública. En el caso de obras bajo la modalidad de llave en mano, si éstas incluyen la elaboración del Expediente Técnico, se deberá anexar el estudio de preinversión y el informe técnico que sustentó la declaratoria de viabilidad, conforme al Sistema Nacional de Inversión Pública. Una vez aprobado el Expediente de Contratación, se incorporarán todas las actuaciones que se realicen desde la designación del Comité Especial hasta la culminación del contrato, incluyendo las ofertas no ganadoras. Debe entenderse por ofertas no ganadoras aquellas que fueron admitidas y a las que no se les otorgó la Buena Pro. El órgano encargado de las contrataciones tiene a su cargo la custodia y responsabilidad del Expediente de Contratación, salvo en el período en el que dicha custodia esté a cargo del Comité Especial. También es responsable de remitir el Expediente de Contratación al funcionario competente para su aprobación, de acuerdo a sus normas de organización interna. En el caso que un proceso de selección sea declarado desierto, la nueva convocatoria deberá contar con una nueva aprobación del Expediente de Contratación solo en caso que haya sido modificado en algún extremo». Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial - Artículo 51° del Reglamento: no se publican las bases del proceso y el resumen ejecutivo en el Seace. - Artículo 58° del Reglamento: no se implementa correctamente lo establecido en el pronunciamiento sobre las observaciones a las bases. - Artículo 60° del Reglamento: si no se publican las bases integradas en el Seace. - Artículo 108° del Reglamento: Si no se suspende el proceso de selección, luego de interpuesto un recurso de apelación. - Artículo 54° de la Ley: Se ejecutan actos posteriores a la presentación del recurso de apelación Asimismo, un proceso es declarado nulo si no cumple con lo detallado en el artículo 12° de la Ley, es decir incluirlo en el Plan Anual de Contrataciones y contar con el expediente de contratación debidamente aprobado, el que incluirá la disponibilidad de recursos y su fuente de financiamiento, así como las bases debidamente aprobadas, salvo algunas casos excepcionales. No obstante, además de los supuestos mencionados, cualquier otra trasgresión a una disposición de la normativa de contrataciones, pero también a cualquier otra norma de rango legal, como muchas de las normas sectoriales que son consideradas en los procesos de contratación pública (por ejemplo normas de tercerización como la Ley N° 27626, o de residuos sólidos como la Ley N° 27314) y también las mencionadas en el artículo 13° de la Ley que señala que: «(…) Las especificaciones técnicas deben cumplir obligatoriamente con los reglamentos técnicos, normas metrológicas y/o sanitarias nacionales, si las hubiere. Estas podrán recoger las condiciones determinadas en las normas técnicas, si las hubiere (…)». De lo anterior, se aprecia que la Ley establece una distinción respecto a las normas que se deben tomar en cuenta en las especificaciones técnicas. Por un lado, los reglamentos técnicos y las normas metrológicas o sanitarias son de cumplimiento obligatorio y su contravención implicaría una nulidad. Por otro lado, las normas técnicas son facultativas («podrán») y depende de las entidades el incluirlas o no. Esto se ve confirmado por lo dispuesto en el artículo 11° del Reglamento, que establece que «(…) en adición a lo establecido en el artículo 13° de la Ley, serán obligatorios los requisitos técnicos establecidos en reglamentos sectoriales dentro del ámbito de su aplicación, siempre y cuando cuenten con el refrendo del Ministro de Economía y Finanzas de acuerdo a lo dispuesto por los Decretos Leyes Nº 25629 y Nº 25909. Las normas técnicas nacionales, emitidas por la Comisión competente de Reglamentos Técnicos y Comerciales del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual - Indecopi, podrán ser tomadas en cuenta para la definición de los bienes, servicios u obras que se van a contratar (…)» (resaltado y subrayado agregado). Por todo lo expuesto, queda claro que los reglamentos sectoriales y técnicos son obligatorios y las normas técnicas peruanas son opcionales, como ha sido confirmado mediante la Opinión N° 0202011/DTN. En ese sentido, los requerimientos técnicos mínimos deben recoger todo lo requerido por el área usuaria y para ello deben respetar las normas reglamentarias y la normativa de la materia, de lo contrario se estaría generando una causal de nulidad. c) Cuando contengan un imposible jurídico Existen cosas que pueden realizarse en el mundo físico, pero no en el jurídico (por ejemplo, la clonación). En el caso de las contrataciones públicas, existen ciertas normas destinadas a producir ciertas consecuencias pero no otras. Por ejemplo, no se puede convocar un concurso público para la ejecución de una obra o usar un sistema de ejecución contractual para la contratación de un servicio. Un imposible jurídico puede implicar una trasgresión a una norma legal, motivo por el cual tiene relación con la causal anterior. d) Cuando prescindan de las normas esenciales del procedimiento o de la forma prescrita por la normatividad aplicable Estas causal está referida al procedimiento administrativo seguido en un proceso de selección, el cual está regulado tanto por la Ley y su Reglamento como por la Ley N° 27444 ya mencionada. Ante esto puede surgir la duda respecto a cuáles son las «normas esenciales» del procedimiento o de la forma prescrita, pues se entiende que, entonces, existen otras normas que no son esenciales y cuya vulneración no implicaría necesariamente la nulidad del acto o del proceso. Al respecto, el concepto de conservación del acto administrativo, contemplado en el artículo 14° de la Ley N° 27444, nos puede dar algunas luces: «Artículo 14°.- Conservación del acto 14.1 Cuando el vicio del acto administrativo por el incumplimiento a sus elementos de validez, no sea trascendente, prevalece la conservación del acto, procediéndose a su enmienda por la propia autoridad emisora. Actualidad Gubernamental VII 14.2Son actos administrativos afectados por vicios no trascendentes, los siguientes: 14.2.1 El acto cuyo contenido sea impreciso o incongruente con las cuestiones surgidas en la motivación. 14.2.2 El acto emitido con una motivación insuficiente o parcial. 14.2.3 El acto emitido con infracción a las formalidades no esenciales del procedimiento, considerando como tales aquellas cuya realización correcta no hubiera impedido o cambiado el sentido de la decisión final en aspectos importantes, o cuyo incumplimiento no afectare el debido proceso del administrado. 14.2.4 Cuando se concluya indudablemente de cualquier otro modo que el acto administrativo hubiese tenido el mismo contenido, de no haberse producido el vicio. 14.2.5 Aquellos emitidos con omisión de documentación no esencial. 14.3 No obstante la conservación del acto, subsiste la responsabilidad administrativa de quien emite el acto viciado, salvo que la enmienda se produzca sin pedido de parte y antes de su ejecución». (resaltado nuestro) De la norma anterior, se aprecia que existen supuestos en los cuáles, por tratarse de vicios no trascendentes, estos no afectan ni producen la nulidad del acto. No obstante, debe tomarse en cuenta que corresponde al Titular de la Entidad determinar si en un caso en concreto es necesario declarar la nulidad de oficio, por verificarse alguna de las causales antes detalladas, o si cabe la conservación del acto administrativo viciado, conforme al mencionado artículo 14° de la Ley N° 27444. Sobre este punto, incluso el determinar con claridad en qué casos estamos frente a una de las causales que permiten la conservación del acto puede ser difícil en un supuesto concreto de contrataciones públicas. Así, por ejemplo, si bien la motivación insuficiente o parcial de acuerdo al artículo 14° citado es un vicio no trascendente, existen resoluciones del Tribunal de Contrataciones que han señalado que la falta de motivación es una trasgresión a estas normas esenciales12. Sobre el tema de la motivación, el Tribunal Constitucional ha señalado que la motivación insuficiente «(…) se refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, no se 12 Resolución N° 567-2001-TC-S1. N° 68 - Junio 2014 VII 7 VII Informes Especiales trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo (…)»13, Si bien lo señalado por el supremo intérprete no es un caso exactamente igual al que venimos desarrollando es una muestra de lo complejo que puede ser el tema. Esto se puede complicar aún más en otros casos en los que debe definirse si la formalidad es o no esencial y, por ende, procede o no la declaración de nulidad. Por ejemplo, ¿la variación de un céntimo en un límite del valor referencial es un vicio trascendente? Al respecto, la Resolución N° 687-2011-TC-S1 desarrolla el tema: «14. (…), la decisión de declarar nulo el proceso de selección se debió también a que se había contravenido las normas esenciales del procedimiento. (…) 15.Teniendo en cuenta ello, y sin perjuicio de que se aprecia que la Entidad consignó un valor referencial mínimo de manera errónea, ello no resultó perjudicial para la Entidad ni para ambas propuestas económicas presentadas, que se encuentran dentro de lo establecido en el artículo 39° del Reglamento, Por lo tanto, no ha causado daño o perjuicio de los postores ni mucho menos a la Entidad. Además de ello, se aprecia que ningún postor se ha visto impedido de participar o de hacer valer sus derechos. Más aún, la propia Ley y su Reglamento no han considerado el incumplimiento de esa formalidad bajo sanción de nulidad, lo cual implicaría que este Tribunal determine si es posible su conservación o no, de conformidad con el artículo 14° de la Ley Nº 27444. 16.Al respecto, debe tenerse en cuenta, a partir de lo señalado en el numeral anterior, que el vicio en el que se ha incurrido está referido a una transgresión de una formalidad no grave. Más aún, en la etapa en la que se encuentra el proceso resultaría inútil retrotraer el proceso a la etapa respectiva a fin de que únicamente se registre la variación en el límite minino consistente en S/.0.01. Avalar ese tipo de decisiones implicaría que este Tribunal se someta al yugo de la formalidad insensible e ineficiente, que impida que las decisiones de la Administración Pública denoten criterios de razonabilidad y proporcionalidad. 17.Al respecto, es necesario señalar que las Entidades deben ser conscientes de los esfuerzos y costos en los que incurren las empresas que participan en los procesos 13 Sentencia recaída en el Expediente N.° 00728-2008-PHC/TC. VII 8 de selección que el Estado convoca, por lo que deben fomentar tratamientos y acciones que beneficien el dinamismo de las contrataciones públicas, así como su transparencia e imparcialidad, evitando con ello circunstancias o conductas que perjudiquen innecesariamente a los postores y, por ende, incrementen los costos de transacción. 18.En consecuencia, este Colegiado considera que resultan aplicables al presente caso las disposiciones referidas a la conservación del acto administrativo contenidas en el artículo 14º de la Ley N° 27444; específicamente el establecido en el numeral 14.2.3, según el cual “el acto emitido con infracción a las formalidades no esenciales del procedimiento, considerando como tales aquéllas cuya realización correcta no hubiera impedido o cambiado el sentido de la decisión final en aspectos importantes, o cuyo incumplimiento no afectare el debido proceso del administrado”». (resaltado agregado) De lo anterior, podemos encontrar que existen ciertos criterios, usados por el mencionado Tribunal para verificar si estamos o no ante una formalidad no esencial y por ende aplicar o no la nulidad. Esos criterios serían que el vicio: - No sea perjudicial para la entidad. - No sea perjudicial para las propuestas. - No impida participar o de hacer valer sus derechos a los postores. - No sea mencionado en la Ley o el Reglamento como causal de nulidad. 2.2. ¿Quiénes pueden declarar la nulidad? Como se aprecia del artículo 56° de la Ley, tanto el Tribunal de Contrataciones como el titular de la entidad podrán declarar la nulidad. Al respecto esta norma detalla lo siguiente: «Artículo 56°. Nulidad de los actos derivados de los procesos de contratación (…). El Titular de la Entidad declarará de oficio la nulidad del proceso de selección, por las mismas causales previstas en el párrafo anterior, solo hasta antes de la celebración del contrato, sin perjuicio que pueda ser declarada en la resolución recaída sobre el recurso de apelación». (resaltado agregado). De lo anterior, se advierte que las causales para que el titular de la entidad declare la nulidad, son las mismas que ya fueron analizadas líneas arriba. Asimismo, debe precisarse que, dentro de la entidad, solo el titular puede tomar esta decisión, potestad que no puede ser delegada a otra persona, como lo señala el artículo 5° de la Ley14. 14 “Artículo 5°.- Especialidad de la norma y delegación El presente decreto legislativo y su reglamento prevalecen sobre las normas de derecho público y sobre aquellas de derecho privado que le sean aplicables. Actualidad Gubernamental N° 68 - Junio 2014 2.3.Procedimiento para declarar la nulidad Como se ha referido en el artículo 56° dela Ley, cuando se declara la nulidad de un acto, debe expresarse en la resolución respectiva la etapa a la que se retrotraerá el proceso de selección. Sobre las etapas, estas son ocho y están detalladas en el artículo 22° del Reglamento15. Ahora bien, el referido artículo también menciona lo siguiente: «Artículo 22°.- Etapas de los Procesos de Selección (…) El incumplimiento de alguna de las disposiciones que regulan el desarrollo de estas etapas constituye causal de nulidad de las etapas siguientes del proceso, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 56° de la Ley, y lo retrotrae al momento anterior a aquel en que se produjo dicho incumplimiento». De lo mencionado, es claro que el objetivo de retrotraer el proceso al momento anterior al que surgió el vicio, tiene como objetivo el rehacer el acto que se hizo mal en la primera ocasión. Asimismo, como ha sido señalado en la Opinión N° 0562010/DTN «(…) en el marco de un proceso de selección, la invalidez de un acto determina, no solo la invalidez de la etapa en la cual fue realizado, sino también la invalidez de las etapas posteriores, por lo que en la resolución mediante la cual se declara la nulidad debe precisarse la etapa a la que se retrotraerá el proceso de selección» (resaltado agregado). 3. Palabras finales Aún quedan algunos temas pendientes en el tintero. Y no solo nos referimos a las causales y el procedimiento para declarar la nulidad en la otra etapa. Es decir, en la ejecución contractual, sino también al procedimiento del propio Tribunal de Contrataciones y como las nulidades declaradas por las entidades pueden ser revocadas por el referido Tribunal. Lo importante es entender que la nulidad de oficio, como el derecho en general, es solo una herramienta, un medio, no un fin, para tratar de salvaguardar los recursos públicos y los derechos de los postores. El titular de la entidad podrá delegar, mediante resolución, la autoridad que la presente norma le otorga. No pueden ser objeto de delegación, la aprobación de exoneraciones, la declaración de nulidad de oficio y las autorizaciones de prestaciones adicionales de obra y otros supuestos que se establezcan en el Reglamento” (resaltado agregado). 15 «Artículo 22°.- Etapas de los Procesos de Selección Los procesos de selección contendrán las etapas siguientes, salvo las excepciones establecidas en el presente artículo: 1. Convocatoria. 2. Registro de participantes. 3. Formulación y absolución de consultas. 4. Formulación y absolución de observaciones. 5. Integración de las Bases. 6. Presentación de propuestas. 7. Calificación y evaluación de propuestas. 8. Otorgamiento de la Buena Pro. (…)»