I. EMPLEO O COLOCACION DE LOS TRABAJADORES a

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I.
EMPLEO O COLOCACION DE LOS TRABAJADORES
a) CONCEPTO Y FINALIDAD
Desde el punto de vista del trabajador, la colocación la integran las diversas
gestiones que debe realizar desde que se traza el propósito de emplearse hasta
que consigue una tarea remunerada. Apoyándose en un criterio más general,
por colocación obrera se entiende toda actividad destinada a relacionar a los
trabajadores que buscan o necesitan empleo con los empresarios o patronos
que disponen de ocupación retribuida.
Con la colocación se procura que un trabajador sin empleo consiga
ocupación adecuada a fin de aplicar su actividad labora; su fin consiste,
esencialmente, en que obtenga un contrato de trabajo quien se encuentra sin
empleo. La colocación y sus gestiones no son exclusivas de los obreros sin
trabajo; porque también es cuestión que preocupa al que trata de conseguir otro
empleo, mejor remunerado o más de su gusto en otro aspecto. Acucia también
en especial a los preavisados.
Cuando la colocación afecta a un obrero que estuviera percibiendo subsidio
por razón de paro, la consecución de destino representa la cesación de aquella
subvención.
Tanto la obtención de un primer trabajo como el cambio de empleo, y más
aún la búsqueda forzosa por despido o paro, tratan de materializarse
primeramente por gestiones privadas, ya sea por relaciones de amistad o
familiares, ya por tantear ofrecimientos públicos tan difundidos en la actualidad
como los anuncios periodísticos. Únicamente cuando fracasan esos medios
suelen los trabajadores acudir a entidades de colocación, sean privadas o
públicas.
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b) BOLSAS DE TRABAJO U OFICINAS DE COLOCACION
Se designa como oficina de colocación cualquier entidad que, con carácter
oficial o privado, con remuneración o gratuitamente, procura trabajo a los que lo
ofrecen como trabajadores y a quienes lo precisan como patronos. Se conocen
también como agencias de colocaciones.
Las bolsas de trabajo, en zona de deslinde impreciso con las entidades
anteriores, son los establecimientos autorizados legalmente, y de índole oficial
en ocasiones, que tienen por finalidad facilitar la colocación de los trabajadores,
poniendo en contacto a quienes están sin ocupación, o quieren cambiarla, con
quienes precisan obreros o empleados.
Para valorar posibles servicios de las oficinas de empleo se sugiere que
coordinen sus actuaciones con los organismos de formación profesional, de
quienes son o pueden ser adecuado complemento. Serían así las bolsas de
trabajo una institución tutelar, particularmente del aprendiz, que al terminar su
instrucción hallaría, por este medio,
la ocupación que coronara su
aprovechamiento en la escuela.
c) SISTEMA DE COLOCACION
En materia de colocación obrera se conocen sistemas privados, otros a
cargo del Estado, los confiados a las asociaciones profesionales y los mixtos en
cuanto a gestión estatal y de intervención particular. Por el incentivo que para
las agencias representa la remuneración de sus servicios, frente a las rémoras
burocráticas de los organismos oficiales, el sistema privado parece, a primera
vista, el más eficaz para el trabajador; pero esa especulación encierra la
inmoralidad de traficar con los trabajadores como si fueran mercaderías y
promueve abusos en época de crisis, por tentar a pagos suplementarios, aún
prohibidos, por parte de los trabajadores, para obtener un trato preferente.
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Para paliar los malos resultados de las agencias privadas de colocación ha
surgido la llamada colocación filantrópica que, sostenida generalmente por
sociedades de beneficencia, trata, con mejor buena voluntad que positivos
resultados, de acercar la oferta y la demanda de trabajo.
Tiene por objeto acopiar informes y datos que permitan proporcionar
ocupación a los trabajadores.
La tendencia actual consiste en organizar oficialmente, y en forma gratuita,
el servicio de colocación. Se tiene en cuenta para ello que la colocación obrera
constituye misión privativa del Estado y, por lo tanto, pública; que el Estado
puede delegarla, si ello conviene a los intereses que debe servir, en los
municipios o en las asociaciones profesionales; pero que, en ninguna forma,
debe constituir motivo de lucro de entidades, sean privadas o públicas. Ahora
bien, la intervención sindical no ha producido los resultados que se esperaban,
de un lado por el juego de fracciones o camarillas internas, con favoritismo y
relegaciones inadmisibles, y por otra parte, debido a que favorece el sistema de
la sindicación obligatoria, contrario a la libertad de asociación y de abstención
sindical.
Con un carácter o con otro, las bolsas o agencias siguen distintos métodos.
En unos casos se concede la preferencia para colocarse a los obreros que
llevan más tiempo sin trabajo: en otros se permite la elección patronal; también
puede predominar la fecha de inscripción.
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d) FUNCIONES DE LA OFICINA DE COLOCACIÓN
•
Llevar un registro de las personas que soliciten empleo y de las
empresas que manifiesten tener puestos vacantes.
•
Dirigir a los solicitantes más adecuados por su preparación
y
aptitudes, hacia los empleados vacantes.
•
Practicar investigaciones para determinar las causas del desempleo y
formular informes que contengan las bases para una política de pleno
empleo.
•
Solicitar toda clase de informes y estudios de las instituciones
oficiales y de las particulares que se ocupen de problemas
económicos, tales como los institutos de investigaciones sociales y
económicas, las organizaciones sindicales, las cámaras de comercio,
las de industria y otras instituciones semejantes; y
•
Las demás que le confieran las leyes.
Las nuevas funciones de investigación, estudio y formulación de
propuestas para una política de pleno empleo, rompieron el cerco de las
agencias de colocación como un simple relacionar a los trabajadores con los
patronos que pudieran utilizar sus servicios, y entró de lleno al problema
nacional de la economía y del empleo de la mano de obra.
En El Salvador existe el Departamento de Empleo como dependencia del
Ministerio de Trabajo y Previsión Social, el cual, tiene su sede en San Salvador,
pero tiene dos regionales: Una en Santa Anta y otra en San Miguel.
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Su función es interactuar entre la oferta y la demanda de trabajo, o sea
servir de intermediarios entre los trabajadores que buscan empleo y los
patronos que necesitan contratar trabajadores.
Atiende tres rubros: Empleo general para personas de dieciocho años en
adelante; trabajo para personas con discapacidad y la autorización de trabajo
de los menores.
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