Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rehabilitación (Madr). 2010;44(4):326–330 www.elsevier.es/rh ORIGINAL Efectividad de la aplicación de ultrasonido terapéutico y ejercicio de estiramiento a músculos isquiotibiales en niños con parálisis cerebral tipo diparesia espástica leve P.R. Arriaga Hernándeza,, M. Herrera Marmolejoa y A.R. Parodi Carbajalb a Terapia Fı́sica, Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, Irapuato, Guanajuato, México Coordinación corporativa de enseñanza, Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, Tlalnepantla, Estado de México, México b Recibido el 29 de abril de 2010; aceptado el 22 de julio de 2010 Disponible en Internet el 24 de septiembre de 2010 PALABRAS CLAVE Contractura muscular; Estiramiento muscular; Parálisis cerebral; Terapia fı́sica; Ultrasonido terapéutico; Ultrasonido terapéutico en niños Resumen Objetivo: Conocer si la aplicación de ultrasonido terapéutico seguido de ejercicios de estiramiento muscular es eficaz para el tratamiento de las contracturas de los músculos isquiotibiales. Diseño: Estudio cuasiexperimental, tipo antes y después, sin grupo control, donde se estudiaron 11 pacientes (22 rodillas) con parálisis cerebral infantil tipo diparesia espástica leve, con duración de 6 meses; se aplicó ultrasonido terapéutico de baja intensidad seguido de una serie de 3 estiramientos por sesión, divididas en dos bloques de 10 sesiones cada una con un periodo mı́nimo de descanso entre estos de 15 dı́as. Las mediciones se realizaron al inicio y al final de cada bloque de tratamiento, consistieron en: mediciones goniométricas del ángulo poplı́teo, elevación recta de la pierna, extensión, flexión y arco total de movimiento de la rodilla, tomadas por el médico especialista en rehabilitación que es ajeno al estudio. Se utilizó la prueba t de Student, del paquete estadı́stico SPSS 17.0, tomando un valor de p r0,05 como estadı́sticamente significativo. Resultados: Se observó una disminución en la medición del ángulo poplı́teo (media basal de 47,771; media final 23,551; p¼ 0,001), aumento en la elevación recta de la pierna (media basal de 49,671; media final de 67,421; p¼0,001), aumento en el arco de movimiento de la extensión (media basal 7,051; media final 1,951; p ¼0,003) después del tratamiento. Conclusiones: El ultrasonido terapéutico seguido de ejercicios de estiramiento, es un tratamiento eficaz para las contracturas musculares de isquiotibiales. & 2010 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (P.R. Arriaga Hernández). 0048-7120/$ - see front matter & 2010 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.rh.2010.07.005 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Efectividad del ultrasonido terapéutico seguido de ejercicios de estiramiento aplicado a niños con parálisis cerebral KEYWORDS Cerebral palsy; Muscle contracture; Muscle stretching exercise; Physical therapy; Therapeutic ultrasound; Therapeutic ultrasound in children 327 Effectivity of the application of therapeutic ultrasound and muscle stretching exercise of the hamstring muscle in child with mild spastic diparesis cerebral palsyþ5 Abstract Objective: To know if the application of therapeutic ultrasound followed by muscle stretching exercises is effective in the treatment of hamstring muscle contractures. Design: An interventional, quasi-experimental, before and after design, without control group trial in which 11 patients (22 knees) with spastic diparesis infantile cerebral palsy were studied during 6 months. Low density therapeutic ultrasound was applied following by a 3 stretch series per session, divided into 2 blocks of 10 sessions each one, with at least one period of rest of 15 days between them. The clinical measurements were obtained at the onset and completion of treatment block. These consisted in: measurement of the popliteal angle, straight leg raising test, extension, flexion and total knee joint range of motion, measured by the physical medicine and rehabilitation doctor. We used the Student’s T test from the SPSS statistics program version 17.0 defining a p value r0.05 as significant. Results: We observed a reduction in the measurement of the popliteal angle (baseline mean 47.771; final mean 23.551; p¼0.001), an increase in the straight leg raising test (baseline mean 49.671; final mean 67.421; p¼ 0.001), an increase in the extension range of motion (baseline mean 7.051; final mean 1.951; p¼ 0.003), after the treatment. Conclusions: The application of therapeutic ultrasound followed by muscle stretching exercise is an effective treatment for the hamstring muscle contractures. & 2010 Elsevier España, S.L. and SERMEF. All rights reserved. Introducción Existen tres tipos principales de parálisis cerebral: la espástica, la discinética y la ataxica1. La parálisis cerebral (PC) espástica es la forma clı́nica más frecuente (70%), donde se encuentra compromiso de la corteza motora o vı́as subcorticales intracerebrales, principalmente vı́a corticoespinal2. Dentro de la PC espástica, la diparesia es el tipo de parálisis cerebral más frecuente. Si bien por definición la lesión es estacionaria, la sintomatologı́a no lo es, apareciendo de forma gradual y con frecuencia progresando durante muchos años3. La espasticidad no afecta a todos los grupos musculares por igual y esto da lugar a un desequilibrio de fuerzas que, unido a la debilidad, disminuye el movimiento articular y limita el movimiento del músculo afectado. Con el tiempo, los tendones y los músculos se acortan, los huesos siguen creciendo y aparecen contracturas irreducibles y deformidades osteoarticulares. Todo ello obliga al paciente a compensar las alteraciones con determinadas posturas o movimientos anómalos. Las consecuencias finales son contracturas fijas y limitaciones progresivas de la movilidad, las más graves de las cuales son las caderas y las más frecuentes son las de los pies y músculos isquiotibiales (semitendinoso/semitendinoso y semimembranoso/semimembranosus, el bı́ceps crural/ biceps femoris es raro)4. Los ejercicios de estiramiento disminuyen la viscosidad del tendón, ası́ como aumentan su elasticidad5. Los elementos de tejido conectivo dentro del músculo cambian sus propiedades elásticas cuando es sujeto a ejercicios de estiramiento repetidos6. Calentar a profundidad y estirar es más efectivo que solo estirar, al aumentar la flexibilidad a largo plazo7. Del mismo modo, el calor solo, sin ejercicio de estiramiento, no produce ningún aumento en la longitud8,9. Con ultrasonido terapéutico se reportan cambios en contracción, elasticidad de los ligamentos, en transducción de la fuerza, y en las funciones de la unidad músculotendinosa8. El ultrasonido de 3 MHz es frecuentemente utilizado para calentar los tejidos que son más superficiales, de 0,8 a 1,6 cm de profundidad10. Cuando utilizamos una frecuencia de 3 MHz una intensidad de alrededor de 0,5 W/cm2 es generalmente suficiente11. El tiempo de tratamiento efectivo mı́nimo terapéutico es de 3 a 5 min12. Está comprobado que los efectos termales ocurren cuando se da una elevación de la temperatura de los tejidos de 40 a 451 C por lo menos durante 5 min5. El ultrasonido se aplica en conjuntos de sesiones de 2 a 4 semanas. Se recomienda con una frecuencia de 3 veces por semana11. Una irradiación continua de ultrasonido (frecuencia de 3 MHz, a la intensidad, 0,5 W/cm2) puede acelerar la mejora de enlaces cruzados intra e intermolecular en el colágeno13. Material y métodos Diseño Este fue un estudio de intervención, tipo cuasiexperimental de series cronológicas, con repetición del estimulo, prospectivo y longitudinal. Sujetos El grupo de estudio se conformo de 11 pacientes (22 rodillas) del Centro de rehabilitación infantil teletón Guanajuato que se encontraron en el siguiente rango de edad: de 6 a 8 años 11 meses, 5 pacientes (45,5%), de 9 a 10 años 11 meses, 5 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 328 pacientes (45,5%) y por ultimo; en el rango de 10 a 12 años 11 meses (9%) 1 paciente. En la distribución del género, 7 pacientes (63,6%) pertenecieron al género masculino y 4 pacientes (36,3%) al femenino. P.R. Arriaga Hernández et al Lo anterior se realizó en dos bloques conformados por diez sesiones cada uno, con un periodo de descanso entre cada bloque de mı́nimo quince dı́as. Análisis estadı́stico Mediciones Estas fueron realizadas por el médico especialista en rehabilitación el cual fue ajeno al estudio y estas consistieron en: ángulo poplı́teo y elevación recta de la pierna; pruebas estándar que sirven para medir la cantidad de contractura de los músculos isquiotibiales medida en grados14. En la elevación recta de la pierna la amplitud de longitud normal de los músculos isquiotibiales es de 801, ángulo que forma la mesa con la pierna elevada15. Y mediciones goniometricas para valorar la longitud del movimiento articular de la flexión de rodilla: movimiento (normal) de 01 de extensión a 1351 de flexión de rodilla. Medición de la extensión de rodilla: movimiento (normal) de 901 de flexión a 1801 de extensión de rodilla y la determinación del arco total de movilidad de la rodilla, tomado de las mediciones anteriores, el máximo de flexión y el máximo de extensión en su diferencia darán el arco total de movimiento. Es una operación matemática, no es una maniobra. Se utilizo la prueba t de student de variables relacionadas para comparar las medias iniciales del ángulo poplı́teo, elevación recta de la pierna, extensión y arco total de movimiento de rodilla, con las medias finales de las mismas. Para lo anterior, se utilizó el programa SPSS versión 17.0. Resultados En el grupo de estudio, en la frecuencia del tratamiento semanal encontramos que el 82% de los pacientes recibieron el tratamiento dos veces por semana, el 9% tres veces por semana y el 9% restante una vez por semana. En las mediciones usadas para medir la contractura de los músculos isquiotibiales se observaron cambios positivos (figs. 2,3), en la medición del ángulo poplı́teo hubo una disminución en cuanto a las mediciones basales en cada Intervención terapéutica Se utilizó un aparato de ultrasonido terapéutico marca Chatanoogas, modelo Intelect 580, con los siguientes parámetros. Modalidad continúa, intensidad de 0,5 W/cm2 y frecuencia de 3 MHz, durante 5 min, usando la técnica de deslizamiento en la región de la unión miotendinosa del semitendinoso y semimembranoso, a un área no mayor del doble del cabezal utilizado (fig. 1). Inmediatamente después de la aplicación del ultrasonido terapéutico se realizaron 3 ejercicios de estiramiento pasivo, mantenidos durante 6 segundos con un periodo de descanso entre ellos de igual duración. Procedimiento que fue aplicado primero en un miembro pélvico y posteriormente en el otro. Figura 2 Contractura antes del tratamiento. Figura 1 Aplicación del ultrasonido terapéutico en los músculos isquiotibiales. Figura 3 Contractura después del tratamiento. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Efectividad del ultrasonido terapéutico seguido de ejercicios de estiramiento aplicado a niños con parálisis cerebral bloque de tratamiento; para el bloque uno (media basal 47,771; media final tratamiento uno 32,821; p¼0,001) con un gradiente positivo de diferencia en promedio de 14,951, para el bloque dos (media inicio tratamiento dos 39,411; media final 23,551; p¼0,001), con un gradiente positivo de diferencia de 15,861, al término de la investigación observamos la diferencia total en cuanto a las mediciones del ángulo poplı́teo (media basal de 47,771; media final 23,551; p¼ 0,001) y un gradiente positivo de diferencia en promedio de 25,361 (tabla 1). En cuanto al periodo de descanso entre bloques de tratamiento encontramos que en la medición del ángulo poplı́teo hubo un gradiente negativo de diferencia en el 50% de los pacientes en promedio de 6,591, y el 50% mantuvieron la ganancia e incluso aumentaron. En la medición de la elevación recta de la pierna también se observó mejorı́a en cuanto a las mediciones basales al inicio y final de la investigación (media basal de 49,671; media final de 67,421; p¼ 0,001) con un gradiente positivo de diferencia en promedio de 17,641 en los pacientes que fue posible realizar la medición. En cuanto a las mediciones del arco de movimiento de ambas rodillas, analizadas en conjunto, no hubo cambios en la medición de la flexión de rodilla al inicio y al final del tratamiento, por otro lado observamos que hubo un aumento del rango de movimiento a la extensión de rodilla (media basal 7,051; media final 1,951; p¼0,003), con un gradiente positivo de diferencia en cuanto a las mediciones basales en promedio de 9,331, en los pacientes que presentaban limitación en esta medición, por consiguiente un aumento del arco total de movimiento (media basal 126,771; media final 131,861; p¼ 0,003) con un gradiente positivo de diferencia en promedio de 9,331. Tabla 1 Rodilla 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 n Mediciones del ángulo poplı́teo Basal Final Txn 1 Inicial Tx 2 Final 401 301 301 301 781 601 581 101 581 901 401 401 351 201 351 701 581 551 301 501 801 541 301 201 101 201 671 401 401 01 381 551 351 321 301 101 251 651 401 421 81 301 451 401 301 301 201 201 601 601 401 301 581 451 401 351 301 201 251 601 601 401 301 501 441 401 201 51 51 101 321 351 351 101 241 371 351 201 201 51 61 361 351 321 61 301 401 401 Tx: Tratamiento 329 De este modo podemos observar que todas las comparaciones de medias realizadas con la t de student para muestras relacionadas son estadı́sticamente significativas. Discusión Las contracturas de los músculos isquiotibiales tienen un impacto importante en la movilidad de la rodilla, esto a su vez condiciona una mala postura y limita la adquisición de patrones motores en los pacientes con parálisis cerebral, lo cual limita el proceso de rehabilitación, por lo que en la mayorı́a de los casos para el tratamiento de las mismas se recurre a cirugı́a de alargamiento, ya que no hay intervenciones efectivas, no invasivas, probadas hasta la fecha para su tratamiento o los resultados de dichos tratamientos no son clı́nicamente significativos, ya que en general el estiramiento pasivo solo disminuye menos de 101 la contractura muscular9. En los estudios realizados con aplicación de toxina botulı́nica se maneja como objetivo no solo disminuir la espasticidad, sino evitar o minimizar los problemas secundarios de esta (contracturas y deformidades osteoarticulares), para ello es preciso estirar el músculo al menos 6–8 h diarias para prevenir su contractura4, estiramiento que solo se lograrı́a con el uso de ortesis. En otro estudio realizado en pacientes con lesión medular reciente, se determino que 30 min de estiramiento diario durante 4 semanas no fue suficiente para revertir la contractura del trı́ceps sural16. Otro estudio maneja la aplicación de calor superficial )hot pack* previo al estiramiento en niños con hipertonı́a, donde se reportan cambios en la elasticidad muscular y relajación de los músculos isquiotibiales después de una serie de 5 estiramientos por 30 segundos17, pero para lograr alcanzar la temperatura adecuada y obtener cambios fisiológicos la aplicación del calor debe durar mı́nimo 20 min y aun ası́ la aplicación del calor no logra penetrar hasta el músculo. El ultrasonido es más eficiente al calentar el segmento corporal en menor tiempo y a una mayor profundidad, sumado al efecto de micromasaje celular del ultrasonido y el masaje realizado con el cabezal, lo cual relaja la zona en mayor medida. En la bibliografı́a también se encuentra la importancia de los estiramientos como tratamiento convencional de las contracturas, pero hay controversia acerca del tiempo de mantenimiento del mismo, la mayorı́a de los estudios emplean series de 3 a 4 estiramientos mantenidos durante 10–30 segundos6,18,17. En este estudio se comprobó que fue efectiva la realización de una serie de 3 estiramientos mantenidos durante solo 6 segundos, ya que mientras más se mantiene el estiramiento es menos tolerado por los pacientes, esto es más entendible por tratarse de niños, los participantes del estudio. En cuanto al ultrasonido no se encontró estudios previos realizados en pacientes pediátricos, sı́ en cuanto a la aplicación del mismo previo a estiramiento, estos fueron realizados con la misma controversia en cuanto al tiempo adecuado de tratamiento e intensidad, la mayorı́a fueron realizados usando altas frecuencias; en un estudio invasivo en el músculo trı́ceps sural con una aplicación de ultrasonido de 1 MHz, a una intensidad de 1,5 W/cm2 durante 6 min, demostraron cambios en la elasticidad muscular y la Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 330 existencia de una ventana de estiramiento )stretching window* de duración promedio de 3,3 min, que es el tiempo en el que el estiramiento es más efectivo, ya que el calor se va perdiendo con el tiempo19. La mayorı́a de los estudios al igual, demuestran la efectividad de la aplicación del ultrasonido en la elasticidad muscular pero usando dosis igualmente altas8, pero en otros estudios se afirma que excesivos efectos termales vistos en particular con altas intensidades de ultrasonido podrı́an dañar los tejidos5, en particular aplicado a más de 3,0 W/cm2 puede dañar las placas epifisiarias, en menor intensidad se ha demostrado no causar daño11, en estudios más recientes cada vez va tomando más fuerza la aplicación del ultrasonido de baja intensidad, ya que se ha demostrado tener menores efectos adversos e iguales beneficios que el de alta intensidad, documentando mejoras en el tratamiento de: fracturas con retardo en la consolidación20,21 para la disminución del dolor en pacientes con gonartrosis22 y de igual manera que la presente investigación en la elasticidad muscular, pero aplicado en ratas de laboratorio, donde se demostró la efectividad del tratamiento en animales13. En este estudio aplicado en una población infantil, siguiendo las bases del estudio anterior, donde se documento la dosis mı́nima con la cual se demostraron cambios en la elasticidad muscular, demostramos que para el calentamiento del tejido previo al estiramiento, también es efectiva la aplicación en dosis bajas de ultrasonido y aseguramos ser una modalidad terapéutica segura y eficaz para el tratamiento en niños, aunque el hecho de contar con una muestra pequeña abre la posibilidad para futuras investigaciones. Conclusiones La aplicación de ultrasonido terapéutico y ejercicios de estiramiento es el mejor método de tratamiento no invasivo para las contracturas musculares, disponible a la fecha, ya que comprobamos que reduce en gran medida dicha contractura, mejora la flexibilidad muscular, la alineación postural, el patrón de marcha e incluso evita recurrir a la cirugı́a de alargamiento para dichos músculos evitando todo tipo de riesgos, a demás que el tiempo en el que se muestra la mejorı́a es relativamente corto. Sin duda, las 2 debilidades metodológicas más importantes de este estudio son el pobre tamaño de muestra y el hecho de no contar con un grupo control, puesto que la mayorı́a de los pacientes con la patologı́a de base ya habı́an sido intervenidos quirúrgicamente o tenı́an aplicación previa de toxina botulı́nica, por lo cual no pudieron participar en el estudio, pero para aplicaciones y estudios posteriores estos pacientes pueden ser incluidos de forma totalmente segura para beneficio de los mismos. Bibliografı́a 1. Berker N, Yalc- in S. The HELP Guide to Cerebral Palsy. Global-HELP publication in Pediatric Orthopedics & Rehabilitation Series, Marzo del 2005. Disponible en: http://www.global-help.org. 2. Reyes CG, Parodi CA, Ibarra DB. Factores de riego en niños con parálisis cerebral infantil en el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, Estado de México. Rehabilitación (madr). 2006;40:14–9. P.R. Arriaga Hernández et al 3. Ponces i Vergé J. La parálisis cerebral infantil. 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