<43) S á n c h e z . — L O S MAMÍFEROS DE FILIPINAS. 201 ignoran un conjunto de circunstancias que no es posible apreciar sino paseando la región de que se trata, es evidente que los fenómenos h a n de apreciarse de manera distinta que cuando se analizan sobre el terreno mismo, en presencia de los ejemplares vivos y en libertad, haciendo su vida ordinaria, en número más considerable, y en la localidad misma en que v i ven. Hé aquí por qué creo que muchas veces la diferencia de criterio no es más que aparente y depende tan sólo de las distintas condiciones en que la observación se hace. Los Sciuropterus presentan seguramente más variedad que los Galeopithecus y otras especies de nuestras islas: al lado de individuos de color castaño, más ó menos obscuro, y de pequeño tamaño, he visto otros en que la coloración alcanza tonos tan claros que se aproximan al blanco ó ceniciento; de tamaño mucho mayor y de aspecto en apariencia distinto: pero examinando varios ejemplares, la transición se hace de manera tan insensible y se observan tales mezclas y combinaciones, que las diferencias se borran, los tipos se confunden, y más se confunden todavía los individuos en su vida y costumbres. Por otra parte, la variación parece extenderse, con caracteres análogos, á todos los puntos de la región, lo mismo á la Parag u a que á Balábac. Estas breves consideraciones me inducen á creer que en las islas del SO. de nuestro Archipiélago no existe más que u n a sola especie de Sciuropterus cuyos individuos presentan u n a gran variedad. A esta circunstancia se debería sin duda el establecimiento de especies diferentes en presencia de ejemplares tan distintos en apariencia. Queda todavía por resolver una cuestión de bastante interés. Admitiendo que los Sciuropterus de nuestras islas suroccidentales constituyen u n a especie única, j e s peculiar del Archipiélago ó pertenece, por el contrario, á alguna de las diversas formas que se extienden por la Sonda y el S. de Asia? El Dr. Günther h a identificado los ejemplares recolectados por M. Marche en la Paragua al Se. pulverulenius de Malaca. El Se. melanotis (Gray), citado también de nuestras islas, parece extenderse á Borneo. El Se. nigripes (Thos.) parece ser considerado por Steere y Everet como especie propia de la Paragua. Estos datos, al parecer tan divergentes, quizá no lo son más