Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 117 NOTAS OLINIOAS TOMO XXVI NlThll'lRO 2 sin embargo, nos resistimos a admitir una "calcinosis primitiva de carácter idiopático", exla que califican ッエイセウ@ a'!t?res a GcセZ@ presión セッョ@ sos similares, sobre los que generiCamente nosotros pensamos que no se trataría sino de una "ealcinosis aparentemente primitiva", pero en los que no fué posible objetivar cuál era la alteración local inicial. (Trabajo leido en las Jornadas Médicas de Sevilla, 1945, en la Sección de Nutrición y Aparato Digestivo.} MENINGITIS TUBERCULOSA TRATADA CON ESTREPTOMICINA S. CARRIÓN GALIANA Elche. A primeros de marzo del año actual asistimos a un niño afecto de un cuadro meníngeo en· el que las investigaciones del líquido céfalorraquídeo, historia previa y evolución, han permitido afirmar su etiología tuberculosa. El haberse podido observar una regresión total--luego hablaremos de algunos fenómenos residuales--, con recuperación del enfermo, y normalidad clínica y casi del L. C. R., hecho que atribuímcs a su tratamiento con estreptomicina, ha hecho que consideremos de cierto valor esta comunicación, ya que el tratamiento de esta enfermedad era nulo antes de la aparición de la estreptomicina. Por otra parte, la falta de un criterio unánime en las indicaciones de este antibiótico y su posología ha sido otro móvil que nos ha impulsado a su publicación, ya que estas observaciones, que habrán de hacerse frecuentes en un próximo futuro, son hasta ahora reducidas y casi todas en países de habla inglesa. Sigue siendo fundamental por su aparición en el tiempo y ョュセイッ@ de casos observados, el trabajo de HINSHAW-nueve observaciones-con cuatro casos positivos y seis más que, mejoradas, confiesa el mismo HINSHAw que le fueron referidas personalmente y otros siete enfermo::. más de COOK, KRAFCHIK, McDERMOTT, REIMANN, etc. En total, hasta el momento actual, unos veintitantos enfermes han sido tratados y curados con la estreptomicina. En nuestro país, JASO ha tratado cuatro casos con unos resultados que justifican "la posición poco optimista del citado pediatra. He aquí la historia de nuestra: observación: J . L. V. D., de diez años, que vive en Elche. Poliomielitis en primera infancia¡, que le resta una parálisis flácida en miembro interior Izquierdo con aqulleo abolido y discreta atrofi?. n:r.1scular. Tos ferina dudosa y un accidente purpúrico a los seis años que no recidiva. Se le asiste en consulta en 21 de diciembre de 1946 de una pleuritis exudativa derecha con tlpica imagen radioscópica y discreta febricula, que se trat?. con reposo, calcio, etc., evolucionando favorablemente, ya que en la observación realizada en 22 de enero de 1947 no se ve exudación alguna, la temperntura se ha normalizado con una sinequla de seno costo-frénico derecho Y una velocidad de sedimentación de 11 de indice. Se sigue aconsejando quietud y medicación tónica en espera de normalizarse la V. de S., apareciendo unos dias máS tarde, 9 de marzo de 1947, un t!pico sindrome menlngeo, con cefalalgia, vómitcs, Kernig, fiebre, que obliga a una punción lumbar que acusa el siguien te resultado : Alb por mil, 0,40. Glucosa, 0,20. Cloruros, 5,85. Globulinas, fuertemente positive.s (Nonne-Apelt, + -1- +· Pandy, + + +. Weichbrodt, + + + ), y 28 células por m /n:.. c. con 75 linfocitos. Liquido claro. No se ven gérmenes. Conoc1amos una referata de los trabajos de HINSIIAW, FEL0l\1AN y PFUErZE, publicados en noviembre de 1946, y guiados por ellos aconsejamos un tratamiento con estreptomicina que s e inicia el mismo día 12, a razón de 100 miligramos en inyección endomuscular cada tres horas y 100 miligramos en Inyección lntrarraquidea. Esperábamos clgo teatral de esta !Ded1cación. y con la natural ansiedad dos dlas más tarde hacemos otro nuevo análisis de L C. R. que nos decepcionó un poco. A continuación exponen:os el segundo informe de laboratorio: Alb., 0,50. Glucosa, indicios. Cloruros, 6,05. Globulinas, fuertemente positivas ( + +}, 50 células por m/ m. c. con 86 linfocitos. No ocultamos nuestro p esimismo a Jos familiares del enfermo, y en la búsqueda de estreptomicina uno de aquéllos presenta los informes del L C. R. a un distinguido neurólogo, el que aconseja en ·una carta que envia el tratamiento con estreptomicina, considerando el caso como meningitis fimica, pero P. razón de inyectar de una vez 1.000.000 de unidades intrarraquideas, persistiendo con la dosificación por nosotros manejada para la vla endomuscular Con cierta vz.cilación se inyectan los 1.000 miligrarros. disueltos en 10 c. c. de suero fisiológico el 15 de marzo, que tolera al menos momentáneamente, ya que cuatro horas más tarde le asiste un compañero-de urgencia-por un cuadro de coma, profundo, con ausencia de r efl ejos, r elajación muscular, incontinencia de esflnteres, pulso rápido, incontable y fu erte r ea cc ión térmica. En la mañana del siguiente dla obten emos liquido para su análisis, pudiendo realizar la punción en total inconsciencia del enfermo, que permanece en el indicado estado. Dió estos datos el informe del analista: Aspecto, turbio. Albúmina, 0,80. Cloruros, 5,60. Indicios de glucosa. Globulinas, + -+- +· 850 células por m / m. c. y 84 linfocitos. Abandonamos-por estimarla peligrosa-esta dosificación y continuamos en dias sucesivos invectando 100 miligramos intrarraqu!dea y 100 miligramos endomuscular cada tres horas. Paulatmamente el enfermo sale de su coma y recuperP. el s ensorio, persistiendo desde entonces una cofosis total que aún dura. Creo que es necesario afiadir aqul el que uno de los casos perdidos a que hacen referencia DUTIIIC y SMITH lo atribuyen ellos a una inyección intrarraquidea de 100 000 unidades "S", cantidad diez veces mayor a la que inyectamos a nuestro enfermo, lo que habla bien claramente de nuestra inseguridad en la dosificz.ción de este antibiótico. El 27 de marzo de 1947 y siguientes se observa mejorla clinica con disminución de la rigidez de nuca, mejora del estrabismo convergente de O. !., se alimenta, sensorio más despejado, persistiendo las temperaturas, que oscilan entre 37,5 de mafiana y 38-39 de noche. Liquido obtenido este dia: Alb., 0,75. Glucosa, no existe. Cloruros, 5,84. Globulinas positivas ( + +}. 60 células por m / m. c. 85 linfocitos. 2 de abril de 1947. Cesa la rigidez de nuca. Algún escaso vómito. Fiebre del tipo sefialado. Alb., 0,50. Cloruros, 6,43. Glucosa, nege.tiva. Globulinas, débilmente positivas (+). Células, 30 por m/m. c. 70 linfocitos. En estos dlas se hacen pausas por falta de medicación, que administramos únicamente por via lntrarraqu!dea a razón de 100 miligramos, suspendiendo la in· yección endomuscular para ahorrar antibiótico. 12 de abril de 1947. Sigue n:ejorando. Alb., 0,60. Indicios de glucosa. Cloruros, 7,30. Globulinas ( + - +}. 20 células por m/ m. c. con 72 linfocitos. + Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 118 A continuación van en forma de cuadro los resultados del análisis del L. C. R. de los días 23 de abril, 28 del mismo mes, 6 de mayo, 21 de mayo y 13 de junio, con el que finalizamos el tratamiento: 25-IV-47. 28-IV-47. 6- V-47 21- V-47. 1-VI-47. 13-VI-47. 31 julio REVISTA OLINIOA ESPA1VOLA Aib. Cloruros Glucosa Globullnas Células 0,80 0,75 0,40 0,70 0,38 0,70 7,25 7,80 7,80 7,20 7,10 7,10 No. No. Indicios. I dem. Idem. 0,35 ++ ++ + ++ + + 80 15 10 6 5 8 Explorado en esta última fecha no existe sintomatología neurológica alguna, ni febrícula, persistiendo-como efecto electivo de la droga en VIII par la sordera, de la que parece mejorar lentamente. En el anterior cuadro se observan que persisten algunas alteraciones discretas del L. C. R. , pero a la reaparición de la glucosa le damos más valor que a la persistencia de la hiperalbuminorraquia, que la atribuímos a cierta irritación meníngea motivada por la estreptomicina. Sin pretender de una sola observación obtener conclusiones definitivas, es lo cierto que creemos disponer con este antibiótico--por primera vez en la historia de la tuberculosis--de un arma eficaz, de lucha antituberculosa, que el futuro se encargará de situar en su justo valor, y que ante la meningitis tuberculosa es hoy obligado un tratamiento con estreptomicina que permite abrigar muy fundadas· esperanzas de eficacia en esta enfermedad, en la que por n o tener nada contra ella podíamos permitirnos el emplearlo todo. Estando en prensa este articulo, tengo ocasión de volver a ver al enfermito,· a los dos meses de haber abanC.onado el tratamiento. nオ・カ。イッNョセ@ presenta el cuadro menjngeo con liquido hipertenso, con 156 células, 75 linfocitos, 0,52 de alb., 0,40 de glucosa y 4,35 de cloruros. Es decir, la meningitis ha recidivado. lo que queremos hacer constar en honor de la verdad científica. CONTRIBUCION A LA CASUISTICA DE LA ENFERMEDAD DE FRIEDREICH J. IzQUIERDO RUBÍN y J. ARIAS FERNÁNDEZ Servicio de Neurologla del Hospital de la Cruz Roja, Oviedo, J efe del Servicio: Prof. J. I ZQUIERDO RuntN. La llamada enfermedad de Friedreich suele presentarse con caracteres clínicos poco precisos, dada su analogía con la ataxia cerebelosa de Pierre Marie, y su observación es muy rara. Describen la mayoría de los autores esta enfermedad como una de las típicamente familiares, Qセ@ y solamente muy escasos enfermos han sido vis. tos sin estos antecedentes hereditarios (ROEDE· RER y BABONNEIX). Por eso, el haber tenido ocasión de observar un enfermo de esta afección sin otros antecedentes familiares, creemos con. veniente darle a la publicidad, como contribu. ción al incremento de la casuística conocida, sin antecedentes familiares. Siguiendo nuestro criterio práctico de la Me. dicina, presentaremos el caso clínico observado, a la par que la descripción clásica de la enfermedad, anotando las observaciones e interpretaciones que este enfermo nos sugiere, en relación con la sostenida por los diversos autores. 1 FRECUENCIA. Corresponde a Friedreich de Heidelberg, en el Congreso de Spire en 1861, presentar seis ca· sos de una enfermedad de cuadro muy parecido al de la tabes, pero caracterizado porque tiene su comienzo en la pubertad. El mismo autor poco más tarde, en 1876, publica nuevas observaciones de esta enfermedad. Desde entonces se han venido publicando algunos casos aislados de esta afección, si bien las comunicaciones presentadas variaban en sus concepciones etio-pa· togénicas. Años más tarde, BARRET, HILLER y MOLLARET enriquecen la casuística con algunos enfermos por ellos observados. BORGES, en 1931, vuelve a recordar esta afección como independiente de la ataxia de PierreMarie. Por esa misma época, DAVIDENKOW la relaciona con la lúes congénita. También publican trabajos BING, STAEHELIN, BERGMANN y HASSIN. En los últimos años, la literatura se ha visto enriquecida por los trabajos de BORGES, DARRÉ, LANDOWSKI, TAYLOR, SOCA, MARINESCO) THOMAS, STERNE, GUILLAIN, BARRAQUF.R-FERRÉ y JI· MÉNEZ DíAZ. ETIOLOGÍA. La inmensa mayoría de los autores hacen jugar un importantísimo papel a la herencia, considerando a esta enfermedad como h eredo-fa· miliar, pero que sigue a las leyes de Mendel con el carácter de recesiva, con lo que la distinguen de la enfermedad de Pierre-Marie, que es de índole dominante. Solamente hemos podido encontrar en la bi· bliografía a los dos autores anteriormente citados, ROEDERER y BABONNEIX, los cuales citan ca· sos en los que no han podido apreciar tara neu· ropática alguna. Otros autores consideran como factor etiológico muy digno de tener en cuenta a la sífilis, ya que encuentran la reacción de Wassermann positiva en un gran número de casos. A propósito de esta cuestión. BooECHTEL, en el libro de V. BERGMANN, nos dice: "En casi todos los enfermos con un síndrome atáxico espino-cerebeloso podemos comprobar la reacción de Was- Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 119 NOTAS OLINIOAS 'rOMO XXVI N()MI!lRO 2 sermann positiva, por donde podemos c_ャ・ァセイ@ que la coincidencia de una ataxia hereditaria con la sífilis sea algo más que casual." Los factores ambientales extraños, como el fríú, las emociones y las enfermedades infecciosas hacen que las manifestaciones locales de ・ウエセ@ enfermedad se presenten más precozmente. En nuestro enfermo, no hemos podido apreciar factor hereditario alguno; y por lo que se refiere al papel jugado por el factor lúes, hechas las reacciones de Citocol, Wassermann, Meinicke y Kahn, han resultado todas ellas negativas. Sin embargo, hemos tenido ocasión de apre- · ciar y comprobar, en nuestro paciente, el papel desencadenante jugado por el factor emocional bulación se hacia vacilante, al mismo tiempo que apreciaban en el enfermo una dificultad primero, e imposibilidad después, para seguir en la n:archa una dirección rectilinea. Estos trastornos han ido en aumento paulatino hasta el momento actual, en que le es imposible caminar si no es ayudado por do·s personas, y aún asi lo hace con enorme dificultad, es decir, que en la actualidad nos encontramos con una ataxi?. que raya con la astasia. ' Fig. 2. Y todo ello viene acompañado de los siguientes sintomas: Hábito asténico. Piel y mucosas normalmente coloreadas. Gran inestabilidad, que persiste aun en estado de reposo. Acentuada incoordinación e incertidumbre en los movimientos que hemos podido apreciar, sobre todo en los miembros superiores y en los actos siguientes: Cuando lleva la cuchara a la boca, cuando le ordenan:os coger algún objeto, y al intentar el trazado de líneas paralelas, etc. Se aprecian algunos movimientos involuntarios de tipo coreico, más bien atetosiforme, que se acentúan con los esfuerzos y la fatiga, y logran ser dominados en algún momento por la voluntad. Flg. l . y hasta creemos el factor traumático. Como más adelante han de ver nuestros lectores al tratar de la sintomatología, en la cual describimos la historia del caso por nosotros observado. Citan, por último, algunos autores (LANNOIS y POROT) a una infección como causa de esta enfermedad; tal etiología apenas es reconocida por la mayoría de los neurólogos, si bien en la actualidad se intenta resurgir de nuevo, dadas las posibles coincidencias de esta afección con algunas cardiopatías. SINTOMATOLOGÍA. A nuestro Servicio nos llegó el enfermo J. L. M (figura 1), de quince aftos de edad, al que hace dos aftos, y a partir de cierto dia en que fué golpeado por un vecino, sus familiares comenzaron a notar que la deam- Flg. 3. El tono muscular está aumentado en las extremidades, más acentuado en las inferiores, en donde puede hablarse de verdadera contractura. En las manos, como se puede ver en la figura 2, dorso sali ente con cara palmar excavada, dedo pulg-ar en adducción y extensión .metacarpofalángica con fl'exlón de las restantes articulaciones digitales. Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 120 Pie zambo, con un equmiSmo caracterl8tico de esta enfermedad, extensión ュセエ。」イーッヲャ£ョァゥ@ del dedo gordo (fig. 3), relajación de los ligamentos articulares y acortamiento del órgano en sentido anteroposterior. Risa espástica marcada (fig. 4). Trastornos en el habla, caracterizados por s er la palabra lenta, tartajo.sa. y confusa, que nos r ecuerda, aunque de una manera menos acentuada, a la disartria <le la esclerosis en placas. La inteligencia, r egularmente conservada con apatla e ideación torpe. Sensibilidad normal. Pupilas normales, reaccionando bien a la luz y a la acomodación. Nistagmus horizon- . tal intenso, más acentu<>.do en la mirada lateral izquierda. Pares craneales normales. Reflejos t endinosos abo- Fig. 4. lidos. Bablnski positivo, asi como lo.s de Oppenheim y Gordon. Pruebas del dedo a la nariz y la del talón a la rodilla, nos demuestran ur.a gran dismetria. StewartHolmes, positivo. Clonus negativos. Audición norn:al. No existían alteraciones vasomotoras. La exploración del fondo de ojo normal, no observándose la atrofia óptica descrita por Taylor y Breton. La exploración del P.parato circulatorio · mostró normalidad, tanto en tonos como en la imagen roentgenológica. Hubiésemos querido hacerle un estudio electrocardiográfico, dadas las recientes asociaciones que se vienen estableciendo entre esta enfermedad y cardiopatias (EVANS, WRIGHT, BENOT, ALMANZA), pero nos fué imposible por causas ajenas a nuestra voluntad. • CONCLUSIONES. Del estudio de la presente historia clínica creemos pueden sacarse las siguientes conclusiones: l. a Como ya dijimos al hablar de la etiolo- • 31 julio 1947 REVISTA OLINIOA ESPA!VOLA gía, en los antecedentes familiares de nuestro enfenno no hemos podido apreciar ni el factor hereditario ni el factor luético, sumando, por consiguiente, un caso más a los presentados por les autores ya citados al hablar de las causas etiológicas. RN セ@ Destacar el importante papel desencade. nante jugado por los factores ambientales( con· moción, traumatismo), de lo cual llegaron a darse cuenta los mismos familiares del enfenno. 3." En este caso se aprecian de una manera clara les síntomas, llamados por BARRAQUER de relieve del cuadro de la enfermedad de Friedreich (Ataxia. Trastornos de la palabra. Pie equino-zambo de Friedreich). 4.• No hemos podido apreciar ni la escoliosis, ni la cifoescoliosis, citadas por la mayor parte de los autores, si bien a este respecto hemos de tener en cuenta que el enfermo lleva re· lativamente poco tiempo con su ataxia y que, por consiguiente, todavía pudiera presentársele. 5.a Coincidiendo con MATTIROLO y con RAU· ZIER, no hemos podido encontrar trastornos ni en la sensibilidad objetiva y profunda ni en la sensibilidad subjetiva, careciendo de dolores. 6. 3 El síntoma de las contracturas musculares, observado por NOICA, SOUQUES, VALERY· RADOT y BARRAQUER, ha sido hallado también por nosotros €n nuestro paciente. 7." Es interesante hacer notar a su vez que no se apreciaban desórdenes vasomotores (enfriamientos, cianosis, edemas) ni secretorios (salivación, poliuria, hiperhidrosis, etc.), cita· dos por algunos autores como frecuentes en esta afección (RAUZIER). BIBLIOGRAFIA BARRAQUER, GISPERT 'y CAST.ú:'ER: 'J?ratado de enfermedades nerviosas. Pub. 1946. BAIIRET: Arch. Neurol and P sych. , 17, 28, 1927. BoDECHTEL: Enfermedades de la medula. espinal. (Med. In t. de Bergmann, T . V.). Traducción espafiola, 1944. Bl'lNOT: Rev. Clln. Esp. 12, 5, 1944. HILLER: A study of speech disor ders in Frledreich Ataxia. Jn.ftNI!Z DfAZ: Lecciones de Patología médica. Tomo II, 1940. LAUBI'lNTHAL: Neurologla. Traduc ción espaflola, 1946. LANNOIS-POROT: Rev. de Med. , 11, 1905. MATTI ROLO: Enfermedades nerviosas. Traducción espaf'iola, 1943. MoLLARET: La maladle de Friedrelch. Trabajo de conjunto, 1929. RAUZIER: Enfermedad d e Friedreich (Terapéutica práctica de Robln, tomo VI) . RoY GRINKER: Neurologla. 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