LA VIRGEN MARIA Las menciones de María se hace en los evangelios, su primera aparición está en el evangelio según San Mateo con motivo de la narración de la concepción milagrosa de Jesús y de su nacimiento y huida a Egipto. Mateo habla de la virgen fundamentándose en el antiguo testamento con el profeta Isaías cuando expresa: “la Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros"(7:14), pero los hechos de la infancia de Jesús son expuestos con más detalles por el evangelista San Lucas en los inicios de su evangelio. Genealogía de la Virgen María La descendencia de la madre terrenal que concibe a Jesucristo por obra y gracia del Espíritu Santo no tiene importancia en la biblia no tiene las mismas connotaciones como se describe la de José, padre adoptivo, posiblemente por el mismo concepto que se maneja de Eva la primera mujer pecadora, la madre de María es descendiente de los antepasados de los Esenios, sacerdotes que en tiempos de Moisés y Aarón tenían el encargo de llevar el Arca de la Alianza, ellos reciben ciertas normas de vida, por tanto no eran muchos, vivieron en el monte Horeb y en el Carmelo, viviendo a la penitencia, llevando siempre los mismos vestidos sin remendar y sin cambiárselos hasta que se caían de viejos; Vivian en matrimonio con estricta fidelidad y sólo se separaban de común acuerdo; su vida estaba permanentemente entregados a la oración; entre sus costumbres estaba la de comer separados, comiendo primero los hombres y luego las mujeres. De esta tribu se derivan los “hijos de profetas”, quienes vivían en el desierto y en los alrededores del monte Horeb. María desciende de la tribu de Judá y familia de David, la tribu de Judá era muy numerosa y la familia de David, solo una, sus padres fueron Joaquín y Ana de la descendencia de Salomón, así lo dice la tradición, aunque ha habido otras opiniones. Esa diferencia se ha dado también en relación a su situación social; ya que se ha dicho que fueron pobres, ricos, de clase media, etc.; pero todos concuerdan que si eran notablemente religiosos. (Resumen de varias paginas en Intenet) Sobre los padres de la Virgen María. San Joaquín y Santa Ana son los padres de la Virgen María, Ana había tenido varios pretendientes y no conocía a Helí o Joaquín, por un aviso profético del anciano Arcos, debía casarse con un levita de la tribu de Aarón, como las demás de su tribu; Ana sin embargo conoce y prefiere unirse a Joaquín, de la tribu de David, con lo que hace a María descendiente de la tribu de David, así será cumplida la profecía que el Mesías sería descendiente de la tribu de David. Joaquín era pequeño de estatura y delgado, pobre de bienes, pero con buena índole y de atrayentes maneras. Ana tuvo a su primera hija, que llamó también María, luego tuvo la dicha de procrear a la Virgen María.(Resumen de varias paginas en Internet) La anunciación del nacimiento de Jesús Este acontecimiento está explicado por los Evangelistas Lucas y Mateo, el primero está más orientado hacia el momento de anunciación y mateo está orientado más hacia la acción del Angel para explicarle a José (el padre) que debe recibir a la María explicándole la concepción divina San Lucas 1:26,38 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel hasta ella y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás. "María entonces dijo al ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?" Contestó el ángel: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible." Dijo María: "Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho." Después la dejó el ángel. Evangelio según San Mateo Capítulo 1, 18:25 “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando María su madre, desposada (“léase comprometida”) con José antes que se unieran, (“léase casaran”), se halló que ella había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo y no quería difamarla, se propuso dejarla secretamente. Mientras él pensaba en esto, un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Ella dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habló el Señor por medio del profeta, diciendo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Cuando José despertó del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció (Lease no tendría relaciones sexuales) hasta que ella dio a luz a su hijo primogénito, y le puso por nombre JESÚS”. María ejemplo de humildad y servicio Lucas 1, 39-56 En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor". Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen. Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses, y se volvió a su casa Ambos evangelistas han expresado similar acontecimiento por lo cual se debe aceptar como verdad la existencia de María y su gloria de ser la madre de Jesús, con ello ninguna Iglesia Cristiana cuya fe se manifiesta por la palabra de Dios consolidada en la Biblia puede negar su existencia por que no hay otra explicación para poder probar que el Hijo de Dios vino al mundo. Si Isaías había profetizado la venida del Salvador por medio de una Virgen, que Iglesia puede desmentir el hecho de existencia de María y la fe de ser la Madre del Hijo de Dios. La vida de María fue de una adolecente entregada a la fe en Dios y muy respetuosa sin ser dueña de su propio destino, primeramente es dada en compromiso a José de Nazaret, en respeto a sus padres acepta la disposición, igualmente al ser visitada por el Arcángel Gabriel en la anunciación del nacimiento de Jesús podemos ver su exclamación “Hágase en mi tu voluntad”. María es un ejemplo de servicio, habiéndose dado cuenta de que será madre del Hijo de Dios, con humildad obedece ir apoyar a Isabel durante la gestación y alumbramiento de Juan el Bautista. Pero María es el mayor ejemplo de entrega a Dios al escuchar la profecía del anciano Simeón a la salida de la presentación del niño Jesús en el Templo: (Lucas 2:33,35).”Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: "Mira, este niño traerá a la gente de Israel ya sea caída o resurrección. Será una señal impugnada en cuanto se manifieste, mientras a ti misma una espada te atravesará el alma. Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres.". Con semejante profecía cualquiera se hubiese extrañado y reclamado a Dios que siendo una concepción divina se le hacia semejante profecía de dolor, pero ella guardo silencio al igual que lo hizo cuando se cumple lo profetizado durante la Pasión de Calvario de Nuestro Señor Jesucristo. El evangelista San Lucas expresa que María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. María es la devoción misma, la entrega incondicional, la aceptación en silencio, tal como lo resumen cada uno de los evangelistas en sus distintas expresiones: Cuando Jesús siendo niño se queda en el Templo, María le pregunta “Hijo, ¿por qué nos has hecho así? he aquí que tu padre y yo te hemos buscado con angustia”; cualquier madre se hubiese indignado al ir a buscar a su hijo perdido al recibir la siguiente respuesta: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabias que en los menesteres de mi Padre me es necesario estar? El único recurso de María ante la respuesta de Jesús fue la de guardar silencio y el hecho en su corazón. Otro hecho, Ante el pedido de ella a su hijo en las bodas de Caná por haberse terminado el vino; la respuesta de Jesús a María, “¿Qué tiene que ver esto conmigo, Mujer? Aún no ha llegado mi hora” y la actitud de María únicamente fue de callar, hecho que conmueve a Jesucristo y le concede la primera gracia haciéndose el primer milagro, la conversión del agua en vino, en dónde María se dignifica expresando “Hagan lo que El les diga” Una nueva actitud de entrega cuando María busca a Jesús en el Templo y le dicen: “Haya afuera está tu madre y tus hermanos, Jesús responde: Aquí están mis hermanos”, Nuevamente la actitud de María es únicamente guardar silencio. Durante el Calvario María sólo llora sin hacer escándalo, cómo llorando únicamente hacia su interior. En la cruz, Cristo ni en sus últimos momentos le llama Madre, le dice “Mujer he ahí a tu hijo” aludiendo al evangelista San Juan y luego “Hijo refiriéndose a San Juan he ahí a tu madre”, con lo cual queda sellado el cumplimiento de la voluntad de Dios, ante la devoción de María de no divulgar secreto alguno que conociese, entregándose a Dios y aceptar las disposiciones del Hijo para cumplir la voluntad del Padre y su inmenso amor a Dios Nuestro Señor al sufrir en silencio. María es la entrega más grande de devoción en la historia de la humanidad. La Virgen María realizo la entrega humana más sorprendente, primeramente su incólume vida de pasión por el amor a Dios y la religiosidad hebrea, su fe en la venida del hijo de Cristo fue la primera decisión sin tener idea de la sorpresa que Nuestro Señor le tenía preparada de convertirse en la madre de Jesús. Se abra cruzado por la mente de la virgen tener un hijo, la respuesta hasta el día de la aparición del Arcángel Gabriel es no, María no concebía la entrega de ella como mujer a José en calidad de esposo, primera lección humana que nos muestra, para entregarse hay que amar y no basarse en aspectos legalistas, María inicio un concepto de familia por amor y no por costumbre, hoy en día disfrutamos que la sociedad ya no toma el matrimonio como aspecto de familia con padres impositivos sobre la voluntad del matrimonio de los hijos, la verdadera razón de la conformación de un matrimonio debe ser el amor y no los intereses de los padres. María es el reflejo de la humildad y de la ignorancia Divina cuando exclama… “Como tendré un hijo si no poseo esposo”, dejando de meditar las palabras del arcángel… “bendita eres entre todas las mujeres por que vas a dar un hijo al cual le llamarás Jesús” pero siempre en devoción a Dios y su obediencia al expresar… “Hágase en mi tu voluntad”. La devoción al Señor es inmensa que su obediencia de entregarse a ser madre sin reparar en las criticas de la comunidad a la cual pertenece, esta por debajo de llegar a ser madre, incluso de un hijo que no le pertenecerá, no podrá proclamar su concepción pues su origen es divino y sin explicación humana. Debe entenderse que la devoción a Dios es tan grande que desempeña el rol de madre, ¿pero habrá conocido que no podría guiar el destino de su hijo?, la respuesta es si…, conforme vemos el crecimiento de Jesús y sus respuestas a ella nos debemos dar cuenta que María estaba convencida que no podría interferir sentimentalmente en la decisión de Dios y el destino de Jesucristo, en ningún momento implora cambiar el camino del calvario que Cristo debe padecer. La abnegación de la Virgen María es tan grande que saberse la madre del hijo de Dios con un destino no de vida como la madre de un rey terrenal, sino el sufrimiento por el padecimiento futuro del hijo, al igualmente que deberá mantenerse sin procrear otro hijo después del alumbramiento de Jesús, en un rol de madre por servicio y devoción al Padre Poderoso, su sigilo es inmenso ya que si María sabia el destino de Jesús para convertirse en Cristo en ningún momento solicita cambiar ese destino y tampoco se vanagloria de ello, únicamente se mantuvo en silencio para glorificar a Dios. Su fe y entrega al servicio de Dios es tan grande que no reflexiona negativamente cada vez que Jesús no procede de la forma natural de un Hijo, cada vez que recibe respuestas muy duras: ¿Por qué me pides eso si sabes que no ha llegado mi hora?, ¿Por qué te preocupas si hago lo que se me ha encomendado?, ¿Mujer he ahí a tu Hijo?, trato duro de un hijo hacia su madre, pero razones para considerar que Con admiración y devoción a la Virgen María Wilfredo Zavaleta