78 P. DEL KÍO-HORTEGA Pero en el cerebro humano, supuesto normal, puede acontecer que los oligodendrocitos, en lugar de aparecer con protoplasma esponjoso y transparente, se presenten teñidos con intensidad, sin indicios de estructura, o con aspecto grumoso y turbio. En la creencia de que la textura normal corresponda a un protoplasma laxo con retículo casi imperceptible y finamente granugiento, que es la imagen correspondiente a las buenas tinciones con toluidií .. »' | na o carbonato argéntico, los r "í^f / > estados de tumefacción transparente o turbia deberían ser interpretados como verdaderas lesiones. Mas, con arreglo a este criterio, podríamos llegar difícilmente a conocer la participación de la oligodendroglía en histopatología nerviosa, pues en casi todos los casos se encuentra, en mayor o menor grado, perturbaciones como las señaladas. FENÓMENOS PROGRESI- VOS.—No puede dudarse, en principio, que la oligodendroglía interviene con formas específicas de reacción en el substratum patológico de diversas enfermedades nervioFig. 3 8 . — E l e m e n t o s del tipo s e g u n d o (A, B) q u e participan en la formación d e p l e x o s e x - pansionales (C). (Microfot.) . s a s > Y a c l u e ' s i e n d o . u n a . vane- dad neuróglica, no debe permanecer absolutamente insensible a las influencias que determinan en los astrocitos protoplásmicos y fibrosos la pujanza amplificadora de número y volumen o, por el contrario, la degeneración. Sin embargo, en la mayor parte de los procesos que determinan la producción de intensas gliosis no siempre se comprueba indiscutiblemente que la cantidad de oligodendroglía esté aumentada. Es frecuentísimo ver aparente aumento numérico de oligodendrocitos en las regiones encefálicas cuyos elementos nerviosos sufren atrofias y degeneraciones, en lo que se fundó el concepto clásico de la neuronofagia, obra de Marinesco. Mas, una vez evidenciada la existencia de pléya-