50-51 TRIBUNA ECO_58-59 DINERO.qxd 18/04/13 12:47 Página 50 INTERNACIONAL / TRIBUNA LA CRISIS DEL EURO Y LA REUNIFICACIÓN ALEMANA A José Luis Sampedro L Por José Manuel Aguilar de Ben as consecuencias económicas de la reunificación alemana, para el resto de Europa, están en el origen estructural de la actual crisis del euro. Pero las soluciones no pueden ser sólo financieras, con más inyección de liquidez del BCE, emisión de eurobonos y unión bancaria. Faltan acciones político-institucionales transformadoras. La reunificación alemana de 1989-91, coincidente con la adopción del Tratado de Unión Monetaria, Económica y Social de 1990 en Madrid, luego incorporado al Tratado de la Unión Europea de 1991 en Maastricht, es la principal causa de la actual crisis del euro. Alemania es demasiado grande para el resto de los miembros nacionales de la Eurozona. Hay dos soluciones previas a un federalismo republicano paneuropeo, para alcan- Hay dos soluciones previas a un federalismo republicano paneuropeo. Una, dividir Alemania. Otra, reunificar Estados Sede del Banco Central Europeo en Fráncfort (Alemania). 50 22–28 de abril de 2013. nº 1015 zar un equilibrio Norte-Sur, centro-periferia, grande-pequeños. Una, es volver a dividir Alemania, en dos estados, Este y Oeste, dentro de la UE. Hay quien propone con argumentos opuestos, dentro y fuera de Alemania, incluso una exclusión alemana del euro que permitiría devaluarlo a una Eurozona reducida. Otra, más laboriosa, proceder a reunificar Estados miembros de la UE en la periferia y entre los pequeños estados. Por ejemplo, una reunificación ibérica, de España, Cataluña y Euskadi incluidas, con Portugal. Una reunificación greco-chipriota-maltesa. Una unificación italo-eslovena y eventualmente croata- serbo-montenegrina. Una reunificación franco-belga-holandesa-luxemburguesa. Una reunificación, checo-eslovaca-austro-húngara-rumano-búlgara. Una unificación báltica. Y, eventualmente, una unificación británico-irlandesa, si Gran Bretaña, Escocia incluida, se independiza de la soberanía multiestatal y multicontinental de 50-51 TRIBUNA ECO_58-59 DINERO.qxd 18/04/13 12:47 Página 51 sus soberanos. Las otras áreas nacionales europeas necesitan redimensionarse como contrapeso a una gran Alemania, que está estrangulando a sus socios y vecinos de la Eurozona, con políticas de austeridad solamente, sin políticas de crecimiento y frustrando el porvenir de las nuevas generaciones de otros Estados miembros, con indudables consecuencias. La construcción europea reciente, en lugar de desarrollar un sentimiento paneuropeo y más políticas e instituciones auténticamente democráticas paneuropeas, ha generado más un sentimiento nacional diferenciador, incluso en Alemania. Pero sólo Alemania ha sabido y podido sacar más ventajas de la Eurozona que sus socios comunitarios. Una Alemania actual que se lo debe todo, democracia y despegue económico, a los Estados Unidos de America, tras la II Guerra Mundial, y ahora a su dominio del resto de Europa. En España se da ahora el caso más patológico de esa reconstrucción nacional a costa de la construcción institucional europea, con el independentismo catalán, comprensible desde una perspectiva histórica y republicana, pero incomprensible desde una perspectiva futura paneuropea para la salida de la crisis. Verdad que Cataluña siempre ha intentado ir por delante sin medir sus consecuencias, que luego ha pagado caro. Fue pionera antes del Renacimiento en la expansión ibérica hacia los territorios del sur itálicos e islas del Mediterráneo occidental. Pero apostó por el candidato perdedor en la Guerra de Sucesión española de 1700-1715, sufrió la unificación borbónica y se perdieron muchos de los territorios italianos. Las guerras napoleónicas de 1800 tampoco dejaron ventajas para Cataluña, y encima la España borbónica perdió Luisiana y luego poco a poco el resto del imperio español de las Américas. Las iniciativas de los prohombres catalanes del siglo XIX y XX, propiciaron el fracaso de una monarquía liberal y de la Primera República en la década de 1870. Provocaron la dictadura española de 1923-30 y el fin de la Restauración borbónica, y en gran parte el fracaso de la Segunda República con el precipitado Estado catalán, que trajo la larga dictadura unitaria que siguió a la guerra de 1939-1939 y el aislamiento internacional. Cataluña, con su participación en el consenso de la transición monárquica de 1975, impidió la restauración de la República al término de la dictadura. Ahora, las iniciativas catalanas pueden acelerar reformas europeas, y españolas, pero que al La construcción europea reciente ha generado un sentimiento nacional diferenciador ¿Es utópico llevar a cabo en Europa las divisiones o reunificaciones necesarias? Sí, lo es Angela Merkel, canciller alemana. EUROPA PRESS final integrarían a Cataluña, más y no menos, con el resto de España en Europa. No se puede intentar comprender parte de lo que está pasando ahora en Europa sin buscar una explicación en los ciclos históricos, políticos y económicos. En los últimos tres siglos, cada principio de siglo Europa ha tenido grandes convulsiones. Hace 300 años, en 1713, se firmó el Tratado de Ultrecht tras la Guerra de Sucesión española, junto a otros tratados que redimensionaron toda Europa. Hace 200 años, en 1815, tras Waterloo, el Congreso de Viena anuló el mapa europeo napoleónico y redistribuyó zonas de influencia. Hace 100 años, tras la I Guerra Mundial, el Tratado de Versalles de 1919 dejó una Alemania ahogada, que, como predijo Keynes en su análisis de las consecuencias económicas de la paz, luego trajo la II Guerra Mundial y, como consecuencias, la expansión global de la pax americana y el fortalecimiento de Rusia. Lo que se haga en esta década, va a condicionar posiblemente el resto del siglo. Si se puede aprender algo del pasado, habría que empezar a aplicarlo ahora. Para eso hace falta que una nueva generación de nacionales europeos con formación paneuropea y con perspectiva futura lleguen democráticamente, pero con firmeza, a gestionar las instituciones y los destinos nacionales y europeos de la UE. ¿Es utópico que se puedan llevar a cabo en Europa las divisiones o reunificaciones necesarias? Sí, lo es. ¿Pero quién podía imaginar a priori los cambios habidos, en una dirección y otra, en Europa en los últimos siglos? El camino se hace al andar. ¿Cuánto se tardará en alcanzar con el actual proceso de construcción europea una estructura más paneuropea, no sólo para el equilibrio interior de la UE, sino para la participación de la UE en el mundo global? Depende de nosotros, los ciudadanos europeos. (De los ciudadanos europeos que conformamos la organización política, la sociedad civil, el mundo académico, científico, del conocimiento, periodístico, de todas las profesiones y condiciones. De los ciudadanos europeos que somos electores, candidatos y elegidos representantes políticos. De todos los ciudadanos europeos, de todos los rincones de Europa. Desde España hay mucho que aportar). l nº 1015. 22–28 de abril de 2013 51