Juan Bialet-Massé

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Introducción.
Juan Bialet − Massé era un médico Catalán de 58 años recibido en la Universidad de Madrid. Al llegar a La
Argentina en 1873 revalido su título en la Universidad de Córdoba, donde enseñaba medicina legal, y para
mayor competencia en su cátedra se gradúa de abogado en la misma casa de estudios. Con el nuevo doctorado
inaugura la primera cátedra de América sobre Legislación del Trabajo Industrial y Agrario.
Fue revolucionario en su tierra, ayudando a la instalación de la Primera República y se acriolló en La
Argentina por su amor sin vueltas. Se casó con la nieta de Francisco Laprida.
Situación Política.
El país se encontraba en pleno crecimiento. La segunda presidencia de Roca estaba llegando a su fin y el
proyecto de ley sobre el trabajo argentino que había sido presentado al Congreso de La Nación se veía
fortalecido por el Informe que el Doctor Juan Bialet − Massé había realizado a pedido del ministro del Interior
Joaquín V. González. Este proyecto se trataba de un avanzado y auténtico ordenamiento jurídico que
reglamentaria las condiciones laborales de nuestro país, buscando una salida legal a los reclamos obreros que
se sucedían de largo tiempo atrás. De esta forma se redactó una ley contemplando la situación de los
trabajadores y estableciendo normas sobre el control del orden gremial.
En el informe hay datos y conclusiones que reflejan una realidad argentina que muchas veces se negó y aun se
sigue negando. Uno de los errores más trascendentales en los que han incurrido los hombres de gobierno en la
República Argentina ha sido preocuparse exclusivamente de atraer el capital extranjero, rodearlo de toda
especie de franquicias, privilegios y garantías, y de traer inmigración ultra marina sin fijarse sino en el número
y no en su calidad, su raza, su adaptación, menospreciando el capital criollo y descuidando al trabajador
nativo, que es insuperable en el medio.
La sociedad argentina se encontraba en pleno desarrollo y organización. Bialet − Massé busca reivindicar al
trabajador criollo. El obrero criollo, menospreciado, tildado de incapaz, se ve como un paria en su tierra,
trabajando más, haciendo tareas en las que es irremplazable y percibiendo un salario como para no morirse, y
sufre que en un mismo trabajo se le dé un jornal inferior, porque es criollo, a pesar de su superioridad
inteligencia y su sobriedad.
Situación Social.
La ola de huelgas que en noviembre de 1902 derivó en una huelga general, comenzó con la lucha que la
Federación de estibadores lanzo para reducir el peso de las bolsas de cereales que cargaban, y provocó, en el
termino de horas, la sanción de la Ley de Residencias y la declaración del estado de sitio. La paralización del
puerto fue total, mientras una atmósfera de crisis y de violencia inundaban la ciudad. El 22 de noviembre, bajo
la presión de los exportadores que clamaban por castigo para los agitadores anarquistas y extranjeros, el Poder
Ejecutivo convocó a celebrar cesiones extraordinarias al Congreso con el objeto de aprobar un proyecto
presentado en 1899 por el senador Miguel Cané, conocido a la postre como Ley de Residencias.
Las intervenciones sucesivas de Cané y del ministro del interior, Dr. Joaquín V. González, confirmaron la
impresión prevaleciente de que el objetivo central de la ley era eliminar la influencia de los anarquistas en los
sindicatos obreros, sin por ello desalentar la inmigración. Con la sanción de la ley de Residencias no se puso
fin a la continuidad de las grandes huelgas iniciadas en noviembre de 1902, por el contrario, el 23, esta se
había transformado en huelga general. Con la ley de Residencias y el estado de sitio que se declaró, el
Gobierno obtuvo la libertad de acción que necesitaba para deportar a algunos anarquistas seleccionados,
paralizar los focos de acción sindical y abortar la huelga general. El 25 de noviembre el trabajo se restableció
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parcialmente y el 26 del mismo mes el retorno fue masivo. De todas formas, en mayo de 1904 el Congreso
comenzó a debatir un proyecto de ley nacional del trabajo presentado por el Poder Ejecutivo. Su principal
promotor, el ministro González, vinculo la iniciativa con los traumáticos incidentes ocurridos a fines de 1902.
Antes de comenzar a debatir el proyecto de ley González le encomendó a Juan Bialet − Massé la confección
de un informe sobre las clases obreras en La Argentina.
Se elaboró entonces un detallado código de leyes sin precedentes, hasta entonces, en América Latina.
Determinar la jornada legal de trabajo do ocho horas, establecer la responsabilidad civil de los patrones por
los accidentes laborales y el descanso semanal, entre otras cosas, no eran conquistas desdeñables establecía,
asimismo, el arbitraje y la conciliación obligatorios como una instancia previa a los conflictos y otorgaba al
Estado un papel mediador en las luchas entre capital y trabajo.
Con escasas excepciones, todos los interesados en la cuestión se opusieron a la sanción del código. Los
legisladores, superadas las tensas horas vividas en noviembre de 1902, postergaron primero y dilataron
después un debate que apenas obtenía el quórum necesario, en medio d la indiferencia general. El proyecto
fue retirado, finalmente, en 1905.
Conclusión.
El informe que realizó el Dr. Juan Bialet − Massé fue el punto de partida para que los trabajadores lograran un
trato más justo. Divido a su antigüedad hoy en día los datos no son imprecisos, pero cuenta con descripciones
de paisajes, personas y trabajos muy bien logrados que nos transportan a la época y nos ayudan a entender la
situación que se vivía. También es importante rescatar la reivindicación que se hace del trabajador criollo que
había sido desplazado por la gran cantidad de inmigrantes que llegaban al país en esos años. A pesar de su
antigüedad el libro muestra muchas situaciones que aun hoy en día no se han solucionado, un ejemplo de esto
se da en el norte donde las tierras se reparten entre pocos propietarios y las personas que trabajan ahí no tienen
casa propia y pueden ser expulsados en cualquier momento, o a los que se les paga con bonos que son
canjeados en las mismas propiedades por comida y de esta forma los patrones no les pagan un sueldo en
dinero.
Todo esto hace que el informe sea una fuente de información imprescindible para entender la forma de vida de
las clases más carenciadas de La Argentina que, normalmente, no son tenidas en cuenta en los libros de
historia.
Informe Bialet − Massé
sobre el estado de las clases obreras argentinas a comienzos de siglo.
~1999~
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