la farmacovigilancia tiene como finalidad garantizar para la

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El conseller de Sanidad ha inaugurado hoy
Jornadas Nacionales de Farmacovigilancia”
las
“IV
CASTELLANO: “LA FARMACOVIGILANCIA TIENE COMO
FINALIDAD GARANTIZAR PARA LA POBLACIÓN LA
SEGURIDAD DE LOS MEDICAMENTOS”
Valencia (04.03.03). “Una de las líneas de
actuación en las que las autoridades europea, española
y autonómica están haciendo mayor hincapié en los
últimos años, por su trascendencia en el nivel de
salud de la población, es la farmacovigilancia.” Así
se ha pronunciado el conseller de Sanidad, Serafín
Castellano, durante la inauguración de las “IV
Jornadas Nacionales de Farmacovigilancia”, que se van
a desarrollar hasta mañana 5 de abril.
La
farmacovigilancia
tiene
como
finalidad
proporcionar, de forma continuada, información sobre
la seguridad de los medicamentos, posibilitando así la
adopción
de
medidas
y
asegurando
que
aquellos
medicamentos que se encuentren en el mercado presenten
una
relación
beneficio-riesgo
óptima
para
la
población.
“De hecho –ha expuesto Castellano-, desde las
administraciones se viene trabajando activamente en la
última década en el control del gasto en medicamentos
y en la evaluación, autorización, el registro y la
dispensación de los fármacos, siendo fundamental la
participación del profesional sanitario a la hora de
lograr la efectividad del sistema.”
Así, en la actualidad, el Sistema Español de
Farmacovigilancia (SEFV) de la Agencia Española del
Medicamento
recibe
notificaciones
de
distintos
orígenes, aún cuando la fuente original de la
información
sea
la
misma:
la
observación
del
profesional sanitario, ya sea médico ya farmacéutico
ya enfermero, sobre sospechas de reacciones adversas,
datos que se recogen en Farmacovigilancia Española de
Reacciones Adversas (FEDRA). Del mismo modo, en el
SEFV también se recogen todas las reacciones adversas
que se publican en la literatura biomédica nacional e
internacional.
Concretamente,
“la
Administración
sanitaria
valenciana ha puesto al servicio del profesional, en
los últimos años, medios como las tarjetas amarillas,
el fax, el correo electrónico o la página web de la
Conselleria, todo ello con el fin de facilitar el
trabajo de notificación de sospechas de reacciones
adversas”, ha explicado Serafín Castellano. “Y ya en
1987 –ha continuado el conseller- se crea el Centro
Autonómico de Farmacovigilancia.”
“Cabe destacar –ha puntualizado el titular de
Sanidad- que dentro del ámbito europeo sólo en la
legislación española se obliga a los farmacéuticos y
al personal de enfermería a notificar las sospechas de
reacciones adversas; además de la obligación que
tienen los médicos.”
Medidas legislativas
En España, ya en 1986, se dan los primeros pasos
al incorporarse a los preceptos de la Ley General de
Sanidad
la
obligación
para
los
importadores,
fabricantes y profesionales sanitarios de comunicar
los efectos adversos causados por medicamentos y otros
productos sanitarios. Posteriormente, se promulgaron
la Ley del Medicamento de 1990 y el RD 711/2002 que la
desarrolla.
A
nivel
europeo,
la
Directiva
2001/83/CE
determina que los Estados establecerán un sistema de
farmacovigilancia
e, igualmente, que la Agencia
Europea
para
la
Evaluación
de
los
Productos
Farmacéuticos (EMEA) establecerá, en colaboración con
los Estados miembros y la Comisión Europea, una red de
proceso de datos con el fin de facilitar el
intercambio de información sobre farmacovigilancia.
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