jesús mostraba simpatía - Recursos Escuela Sabática

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CAPÍTULO 8
JESÚS MOSTRABA
SIMPATÍA
MUJER ANÓNIMA
E
lla se escurría hacia el Mar de Galilea por un camino polvoriento. Los
rumores decían que Jesús de Nazaret volvía a Capernaúm desde Decápolis. ¿Qué estaña haciendo allí? Eso es tierra de gentiles, pensó ella.
Concentrándose de nuevo en su objetivo, Mujer Anónima avanzaba, con las
piernas apretando su túnica. Jesús siempre tenía alrededor una multitud, y
siempre tomaba el mismo camino hacia la ciudad desde la aldea de pescadores. Con temerosa expectativa ella preparó su plan.
Mujer Anónima oyó que la enseñanza de Jesús era convincente, y muchos
no sólo eran sanados sino toda su vida cambiaba. Por causa de esto, Anónima decidió salir y encontrar a Jesús, un acto que rompía todas las restricciones sociales. Durante doce años ella había sufrido hemorragias. Al principio
pensó que era una pequeña irregularidad de su ciclo mensual, pero no se
detenía... doce años en que quedó en la casa de su familia. Las leyes judías
prohibían que ella fuera a lugares públicos como el mercado, reuniones so-
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ciales y aun a la sinagoga. Su relación íntima con su esposo estaba arruinada,
y su círculo social había casi colapsado, y ella era nadie. Ella sabía que Jesús
no podía tocarla sin contaminarse él mismo. Pero ella también sabía que
Jesús era un gran sanador que curaba aldeas enteras con su presencia; tal vez
un sencillo toque a su ropa sería suficiente.
La multitud envolvía a Jesús. Anónima sabía que él estaba en ese tumulto,
pero cómo llegar hasta él sin llamar la atención a sí misma era todavía un
misterio para ella. Al hacer planes de cómo ingresaría a la multitud sin llamar
la atención, la multitud comenzó a dividirse abriendo paso a Jaira, el líder de
la sinagoga. Ella sabía quién era él. Todos lo sabían. ¿Por qué estaría él...?
Jairo cayó a los pies de Jesús, rogándole que fuera y pusiera sus manos
sobre su hija moribunda. Jesús estuvo de acuerdo, y la multitud se apresuró
hacia la casa de Jairo. Oh Señor, ¿qué haré?, pensó Anónima. Escabullándose entre esa masa de humanidad apresurada, desesperada para cumplir su
propósito, Anónima se puso de rodillas y rápidamente extendió su mano
para tocar el manto de Jesús. Apenas podía ver en medio del polvo que cubría su rostro. Se puso de tal manera que Jesús pasara exactamente junto a
ella. Todo lo que tenía que hacer era soportar los empujones de las piernas
que pasaban a su lado. La esperanza aumentaba en su corazón al identificar
los pies del Salvador, y... ¡lo había conseguido hacer! ¡Había tocado el borde
del manto de Jesús! ¿Qué era ese sentimiento ahora? De repente hubo un
temblor dentro de ella. Un sentimiento de bienestar la invadió. Anónima
suspiró llena de paz a pesar de los empujones que la golpeaban de todos
lados.
“¿Quién me ha tocado?”, preguntó Jesús. Los que rodeaban a Jesús se rieron, sabiendo que la multitud lo apretaba de todas partes. Pero Jesús se detuvo, y la gente retrocedió. Un terror repentino acosó a Anónima. ¡No se suponía que pasara esto! Pero allí estaba Jesús mirándola a ella. No había ningún indicio de irritación en su rostro. La interrupción no pareció molestarle.
El paso apresurado de la multitud bulliciosa que seguía a Jaira hacia su casa
se detuvo de repente. El silencio envolvió a todos. Anónima esperaba que
Jesús y la multitud siguieran avanzando rápidamente para atender la emergencia de Jaira, pero Jesús no se movió. Sintiéndose observada, comenzó a
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explicar a Jesús por qué había venido y lo que había hecho (Lucas 8:47). Los
ojos de Jesús la invitaron a tener confianza; ella sabía que él comprendía su
angustia. De algún modo ella sintió que podía hablarle sin temor o apresuramiento. Jesús no hizo ningún movimiento para irse a pesar de la nerviosa
agitación de Jairo y la multitud.
En la distancia había murmuraciones, y Jairo comenzó a sollozar. Sin
apartar su atención de Anónima, Jesús tiernamente le dijo: “Hija, tu fe te ha
hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote” (Marcos 5:34).
Jairo tenía el corazón quebrantado; un mensajero había llegado con la noticia del fallecimiento de su hija. Con la misma ternura que se dirigió a Anónima, Jesús se volvió a Jairo y susurró animadoramente: “No temas; cree solamente, y será salva” (Lucas 8:50). Mientras Anónima miraba la muchedumbre
que se alejaba, pensó para sí misma: “Él se detuvo para mí, aun cuando una
persona más importante estaba esperando. Me escuchó y me hizo sentir como
la persona más importante del mundo para él. Se interesó lo suficiente como
para detenerse, escuchar y simpatizar con mi dolencia. ¡Uau!”.
MOSTRAR SIMPATÍA
Jesús no sólo definió la palabra simpatía, ¡él la mostró! Mostrar simpatía
era el punto de vista desde donde él trataba a la gente. Las palabras relacionadas con simpatía, tales como empatía y lástima están conectadas con la
palabra compasión. Dacher Keltner afirma que las herramientas básicas de la
compasión son “un aprecio por el sufrimiento de los demás y un deseo de
remediar ese sufrimiento”. 1 Jesús demostró ese concepto cuando alimentó a
los 5.000 hombres, más las mujeres y los niños: Y saliendo Jesús, vio una gran
multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos” (Mateo 14:14; la cursiva fue añadida).
Los seguidores de Jesús avanzarán más allá del sentimiento emocional de
simpatía para mostrar simpatía (de otra palabra griega, eleemosúné, que
significa “mostrar simpatía”). Este uso de la palabra se refiere a un acto en
contraste con una mera emoción. Conduce a una actividad benevolente y a
menudo se asocia con ayudar por medio de limosnas. En Hechos 9:36 nos
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encontramos con Tabita (Dorcas), quien siempre estaba haciendo buenas
obras y mostrando simpatía (elecmosúne) a los pobres.
Cuando Dorcas miraba a su alrededor, había muchas personas que sentían dolor. Ella no los veía como problemas sino que, como Jesús, veía rostros humanos, e inmediatamente comenzaba a responder. Abajo hay historias de miembros de Iglesias Adventistas que van más allá de ver a las personas con sus luchas como problemas “tristes” y “muy malos”.
MOSTRAR SIMPATÍA
A LOS QUEBRANTADOS DE CORAZÓN Y A NIÑOS OPRIMIDOS
Los miembros de la Iglesia Adventista de Newport, Tennessee, EE.UU., están mostrando simpatía a niños traumatizados adoptados, y llevándoles consuelo y curación emocional. En asociación con iglesias de otras denominaciones en la región, la hermana Carole Colburn, de la Iglesia de Newport,
dirige un ministerio de extensión llamado “Es mío propio” (EMP). Aproximadamente quince mujeres de estas diversas iglesias se unen con los miembros
de la Iglesia de Newport en su templo los lunes de mañana y preparan “bolsas de amor” para el ministerio EMP. Además de los voluntarios, las iglesias
asociadas proporcionan apoyo financiero.
Las mujeres en forma amante hacen hermosos acolchados y grandes bolsas
coloridas de tela, en la que ponen los acolchados, junto con juguetes, animales
de peluche, elementos de cuidado personal (peines, cepillos dentales, crema
dental y cosas similares), libros, etc. Ellos entregan estas bolsas a los Servicios
de Protección a la Infancia en 10 condados vecinos. Cuando los niños son
arrancados de hogares donde son abusados, generalmente no pueden llevar
nada con ellos a sus hogares adoptivos. Cuando reciben la “Bolsa de Amor”
del Servicio de Protección a la Infancia, tienen algo que pueden llamar “Es mío
propio .En cada acolchado hay una etiqueta que dice: “‘Es mi propia’ Bolsa de
Amor - Hecha para ti por el corazón y las manos de personas de tu comunidad.
Patrocinado por la Iglesia Adventista deI Séptimo Día.
Al escribir esto, las mujeres han hecho y distribuido más de 1.600 acolchados y bolsas. Por causa de la confidencialidad de los problemas, ellas
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pueden no saber nunca cuáles fueron las reacciones a su labor amante. Unas
pocas respuestas llegan a sus oídos: “Estas bolsas hacen una gran diferencia
para los niños. Vienen a nuestra oficina aterrorizados. Pero al minuto de darles estas bolsas, para ellos es como Navidad”. “Aun los adolescentes vienen a
la oficina con sus acolchados sobre sus hombros. Una madre adoptiva llamó
por teléfono a Carole Colburn y le dijo:
“Estoy contenta de hablar con alguien que participa en la confección de
estos acolchados y bolsas. Recientemente nos dieron dos niños para cuidar:
un varoncito de 6 años, y una niñita de 9. Cuando vinieron a casa, traían estas bolsas con ellos. Y ahora difícilmente pierden de vista sus acolchados;
aun cuando haga calor, insisten en dormir con ellos. Y el varoncito aparentemente extraña a su padre, porque llama a su osito de peluche “Papito”, y
duerme con él cada noche”.
Una y otra vez esta madre repetía: “No saben cuánta diferencia hacen estas bolsas para estos niños. ¡Qué diferencia, qué diferencia! Ahora tienen algo
que pueden llamar suyo propio”.
Algunas de las mujeres de la comunidad estaban tan involucradas en EME
que ahora están asistiendo con regularidad a la Iglesia de Newport. Así como
mostraron misericordia a los oprimidos en su comunidad, la misericordia del
Señor también las alcanzó. Carola se regocija que el Señor impresionó a Bárbara Neher, en Kentucky EE.UU. a iniciar EMP hace varios años y a compartirlo por medio de ASI. 2 Otras iglesias comenzaron grupos similares a EMP.
En Isaías 61 el profeta Isaías describe que la misión del Mesías fue “vendar
a los quebrantados de corazón... a consolar a todos los enlutados”, y a proveer “manto de alegría en lugar del espíritu angustiado” (versículos 1-3). Los
seguidores de Jesús hacen lo mismo.
MOSTRAR SIMPATÍA A LAS VÍCTIMAS DE SIDA
Mujer Anónima era considerada “inmunda”; ella tocó a Jesús (Mateo
9:20). Los leprosos eran considerados inmundos; Jesús los tocó (Mateo 8:3).
En tiempos modernos, el SIDA lleva consigo el estigma de la inmundicia. Las
víctimas de SIDA y sus familias están en gran necesidad de simpatía seguida
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por cuidado compasivo. Los doctores Oscar y Eugenia Giordano ven el SIDA
no meramente como un problema social. En cambio, ven los rostros de las
víctimas de esta enfermedad mortal al dirigir el Ministerio Internacional Adventista del SIDA (MIAS). MIAS es un ministerio especial de la Iglesia Adventista que ayuda a movilizar la red adventista de iglesias e instituciones en
respuesta a la epidemia de HIV; MIAS comenzó en 2004 y sirve a los afectados e infectados por SIDA en varios países africanos.
Todo se hace por medio de las iglesias, que se conocen como “centros de
esperanza y curación”. Por ejemplo, hay programas de educación acerca del
HIV/SIDA y apoyo para las abuelas (clubes de abuelas), programas de alimentación, cuidado en los hogares, actividades generadoras de ingresos, talleres de
costura, y educación para otros oficios, actividades de desarrollo comunitario,
huertas, cuidado de huérfanos, y distribución de ropa y calzado. Además, las
iglesias tienen programas educativos especiales para los jóvenes que se ocupan de la resiliencia y la prevención de conductas de riesgo.
MOSTRAR SIMPATÍA A LOS PRESOS MINISTERIO A LOS PRESOS EN PANAMÁ
“Estuve... en la cárcel, y vinisteis a mí” (Mateo 25:36). Los miembros de la
Iglesia Adventista en todo el mundo han respondido a las palabras de Jesús
con respecto al ministerio a los presos. Aquí hay uno de muchos ejemplos.
En Panamá, la comunidad donde vive Dona Rosa Tamburrelli le entregó
una placa de honor por el impacto positivo que había hecho en las vidas de
mujeres presas y por sus esfuerzos en reintegrar a estas mujeres de nuevo en
la sociedad. Cada año, Dona Rosa dirige reuniones evangelizadoras de cosecha dentro de las paredes del centro de rehabilitación. Hasta ahora, más de
450 prisioneras entregaron sus vidas a Dios durante esas reuniones. Además,
cada semana les provee elementos de higiene personal, medicamentos y
otros elementos necesarios a las prisioneras. 3 Diariamente Dona Rosa sigue
este consejo de Elena de White: “Si nos humilláramos delante de Dios, si
fuéramos bondadosos, corteses, compasivos y piadosos, habría 100 conversiones a la verdad donde ahora hay una sola”. 4
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MOSTRAR SIMPATÍA A LOS ENFERMOS Y DESANIMADOS
El Dr. Vernon Luthas, un anestesista en el Centro Médico Kettering, en Kettering, Ohio, EE.UU., muestra simpatía al visitar y orar con sus pacientes la
noche anterior a la cirugía. Una vez se encontró con una anciana que le dijo:
“He esperado mucho tiempo para decirle eso, pero quería que supiera que la
oración que usted ofreció por mí el día antes de mi cirugía, esa oración me
hizo cristiana. Hoy soy adventista del séptimo día, y sólo quería que usted lo
supiera". Aquella cirugía había ocurrido 25 años antes. Los hospitales, clínicas y dispensarios adventistas por todo el mundo –y su personal médico,
capellanes y otros– son un canal para la simpatía y el amor de Jesucristo. 5
MOSTRAR SIMPATÍA A LOS DEUDOS
El duelo es natural y una angustia mental normal por la pérdida de alguien/algo, lo cual significa mucho para ti. El proceso del duelo es sentir gran
tristeza y dolor por esta pérdida, y es una oportunidad para lamentarse apropiadamente y avanzar hacia la curación. Therese A. Rando describe el duelo como
“el proceso que nos permite soltar lo que era y estar listo para lo que viene”. 6
Job perdió a su familia (con excepción de su esposa), sus pertenencias y
su salud en muy poco tiempo. Lo que él necesitaba era simpatía dada de
corazón, y ánimo mientras sufría el duelo. Lo que obtuvo fue la “simpatía” de
tres “amigos” con buenas intenciones (Job 2:11ss), pero todo salió mal.
Necesitamos saber cómo consolar a los dolientes de una manera sanadora. Si no somos cuidadosos, podemos hacer más daño que bien. Es importante entender qué respuestas emocionales pueden darse cuando las personas
están de duelo, de modo que podamos mostrar simpatía de una manera que
ayude y que no les haga doler más.
Se han dado muchas descripciones del proceso del duelo, para ayudar a
comprenderlo, con diferentes nombres para los elementos del duelo. Un
ejemplo importante se encuentra en el libro On Death and Dying [Acerca de
la muerte y el morir], de la Dra. Elisabeth Kübler-Ross y publicado en 1969,
donde presenta “Las cinco etapas del duelo" (también conocido como el
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Modelo de Kübler-Ross). Las cinco etapas de la Dra. Kübler-Ross son postes
guiadores acerca de las reacciones normales a pérdidas profundas, y tienen
la intención de ayudar a quienes experimentan esas pérdidas a identificar lo
que pueden estar sintiendo. Conociendo las cinco etapas también ayuda, a
los amigos y familiares de la persona en estado de duelo, a comprender mejor el proceso del duelo.
Las cinco etapas son: (1) negación, (2) enojo, (3) regateo (disposición de
hacer cualquier cosa para evitar o cancelar la pérdidas), (4) depresión Y (5)
aceptación. Muchos sufrientes y los que procuran consolarlos han encontrado que el Modelo Kübler-Ross es útil en una cantidad de situaciones de pérdida, tales como el duelo por una muerte, un divorcio, una separación, el
abuso de sustanciéis, la pérdida de un empleo, etc.
Las etapas del duelo son cinco reacciones comunes, pero no necesariamente una fórmula inamovible. La gente responde a la pérdida de una manera
particular, y no todos pasan por todas las cinco etapas ni en el orden especificado. Las etapas pueden superponerse o pueden ocurrir juntas, o una persona
puede saltar de adelante atrás y otra vez adelante entre las etapas. El duelo es
un proceso personal que no tiene un límite de tiempo. Los deudos demoran
diversas cantidades de tiempo pasando por las etapas, y con diferentes niveles
de intensidad. A veces las emociones son como una “montaña rusa”, por todas
partes. Una persona puede dolerse por el pasado, el presente y el futuro, No
hay línea final en un duelo. La aceptación no es final; se mueve y cambia.
Comprender el duelo nos llevará a mostrar verdadera simpatía. Aquí hay
algunas sugerencias adicionales:
∗ Acudir al momento. Por ejemplo: Dependiendo de las circunstancias,
puede ser bueno que te presentes en el domicilio y los invites a ir contigo a
hacer alguna diligencia.
∗ Es importante escuchar lo que quienes están de duelo desean contarte
acerca de sus necesidades. Déjalos hablar de lo que tengan en la mente. No
los evalúes ni los juzgues (Mateo 7:1).
∗
Mostrar simpatía no es un mero ejercicio intelectual. Hay un lado pro-
fundamente emocional y físico. “Jesús lloró” y estuvo “profundamente conmovido” (Juan 11:35, 38).
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∗
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Nunca está mal el duelo. No digas: “No debería sentirse de ese modo.
Todo estará bien. Tenga fe en Dios”.
∗
Ser cuidadoso al mostrar empatía (identificarse con los sentimientos o
situación de otra persona). Nunca “superes” al deudo (por ejemplo: “Lamento que falleció tu abuelita. El año pasado murió mi abuela y mi mamá más o
menos al mismo tiempo”).
∗ Considerar la posibilidad de tomar un curso que te prepare para atender crisis emocionales y la forma adecuada de ofrecer apoyo espiritual para
los que pasan por el sendero del duelo. 7
Los pastores deben pastorear a sus comunidades, no sólo a los miembros de su iglesia. Una preparación para enfrentar crisis ayuda con esta idea
∗
de extenderse a la comunidad.
∗
Mantener el equilibrio y la atención propia en tu vida al identificarte
con otros y mostrarles compasión.
∗ Preparar un libro de recuerdos de un amado que falleció, y dárselo al
cónyuge/familia.
∗ Leer el diario local notando los fallecimientos y las tragedias locales.
Envía una tarjeta de pésame y otras expresiones motivadas por el amor y la
simpatía de tu iglesia.
∗ Muchas Iglesias Adventistas en todo el mundo tienen grupos de recuperación del duelo para su propia comunidad de fe, y para sus vecindarios/
comunidades. Hay diversos recursos disponibles que las iglesias pueden usar
en este ministerio, tales como GriefShare. 8
Conocer los propios límites. Involucra concurrir a diversos consejeros profesionales cuando sea necesario.
MOSTRAR SIMPATÍA POR TODOS LADOS
Hemos descrito la simpatía en este capítulo, mayormente en relación con
situaciones tristes. Una definición adicional de simpatía es “armonía o
acuerdo en sentimientos, como entre dos personas”. 9 Alguien ha dicho: “El
gozo compartido, es doble gozo; y la tristeza compartida, es media tristeza.
La Biblia dice: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran” (RoRecursos Escuela Sabática ©
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manos 12:15). Por lo tanto, mostrar simpatía podría también ser gozarse con
los que se gozan.
“Es necesario acercarse a la gente por medio del esfuerzo personal... He-
mos de llorar con los que lloran y regocijarnos con los que se regocijan.
Acompañada del poder de persuasión, del poder de la oración, del poder del
amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa”. 10
PASO DE ACCIÓN
Hay sufrimiento (y gozo) todo a nuestro alrededor, entre los pobres, la clase media y los ricos. Ve a alguien y muéstrale simpatía
después de orar pidiendo ayuda divina para guiarte, para que elija
las palabras para ti, y para que te haga saber cuándo es mejor el
silencio. 11 Entonces ve, y comparte los momentos tristes o alegres
con esa persona.
1
Dacher Keltner, “The Compassionate Instinct", Greater Good: The Science of Meaningful Life, 1°
de marzo de 2004, http://greatergood.berkeley.edu/article/item/the_compassionate_instinct
2
ASI es el acrónimo de la Asociación de Servicios e Industrias de Laicos, que es una red cooperativa
de personas, profesionales, dueños de negocios y ministerios que apoyan colectivamente la misión global
de la Iglesia Adventista (ver http://www.asiministries.org/).
3
Adaptado de “Prison Ministries: Moldova and Panama", una nota lateral en Sandra Blackmer,
“Empowering Women for Ministry”, Adventist World, junio de 2011.
4
Elena de White, Testimonios para la iglesia, tomo 9, p. 152; ver El ministerio de la bondad, p. 91.
5
Este incidente proviene de Kettering Medical Center: Fifty Years of Caring and Innovation, Heritage Edition (2014), DVD.
6
Therese A. Rando, Grief, Dying, and Death: Clinical Interventions for Caregivers (Champaign,
111.: Research Press, 1984), p. 17. Otro libro de Therese A. Rando es How to Go on Living When Someone You Love Dies (Nueva York: Bantam Books, 1991).
7
El currículo de la Atención de Crisis de los Servicios Comunitarios Adventistas de la División Norteamericana educa y equipa a voluntarios para proveer atención emocional y espiritual para los sobrevivientes traumatizados por desastres y otros incidentes críticos. Para más información, ir a:
http://communityservices.org/.
8
Para informaciones, ir a http://griefshare.org/.
9
Dictionary com, ingresado el 18 de agosto de 2015, http://dictionaryreference.com/browse/
sympathy?s=t/.
10
White, El ministerio de curación, p. 102; la cursiva fue añadida.
11
White, Mensajes para los jóvenes, p. 88.
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