EVALUACION DE ASPECTOS AMBIENTALES EN LA EMPRESA

EVALUACIÓN DE LOS ASPECTOS
MEDIOAMBIENTALES DE UNA EMPRESA
Dentro del proceso de implantación de un sistema de gestión medio ambiental
-SGMA-
es
necesario
en
primer
lugar
inventariar
los
aspectos
medioambientales de la empresa, para posteriormente evaluarlos y priorizarlos,
estos servirán para fijar objetivos y metas, y un programa de gestión
medioambiental que permita actuar de una forma concreta sobre dichos
aspectos durante un ciclo del sistema -un año-.
Puesto que un SGMA es un proceso de mejora continua, esta evaluación se
debe realizar cada año, por lo que la evaluación de los aspectos
medioambientales debe ser objetiva, para que cualquier persona de la
organización siguiendo el método de evaluación fijado llegue siempre a
resultados similares, y repetible, para que pueda realizarse todos los años.
OBJETIVO
El objetivo de la evaluación de aspectos medioambientales es determinar
cuales de esos aspectos son significativos, para reducir progresivamente el
impacto que generan sobre el entorno.
Partiendo de la base de que la empresa cumple con los requisitos legales que
le son aplicables, entendemos por aspectos medioambientales significativos
como:
Aquellos elementos del sistema productivo (proceso, servicio o producto) que,
aún cumpliendo con la legislación es necesario avanzar en su control, por
alguna de las siguientes razones:
o Se encuentran cercanos al límite legal con lo que es fácil
rebasarlo implicando un riesgo medioambiental para la empresa.
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o Suponen un coste innecesario para la empresa.
o Tienen efectos sobre el entorno no recogidos por la normativa,
pero que la organización considera se deben controlar, como
puede ser el consumo energético, no está controlado por ley, pero
la empresa asume el efecto que tiene sobre el efecto invernadero,
y la mejora de la competitividad empresarial que puede tener el
reducirlo.
Por tanto, la utilidad de la evaluación de los aspectos medioambientales es
detectar los puntos del sistema, planta, servicios, producto o procesos
productivos, hacia los que se deben enfocar los recursos disponibles para la
mejora del comportamiento medioambiental. Es decir, es una herramienta que
ayuda a decidir los objetivos que se deben definir dentro del sistema de gestión
medioambiental para cada uno de los ciclos (años) de actividad y que sirva
además de control de los procesos.
En la evaluación se dan tres fases:
1. Identificación de los aspectos medioambientales
2. Establecimiento de criterios de evaluación
3. Evaluación de los aspectos
1.- IDENTIFICACIÓN DE LOS ASPECTOS MEDIOAMBIENTALES.
Se entiende por aspecto, todo aquello que pueda tener efecto sobre el medio
ambiente, pero siempre que la empresa lo pueda controlar y se genere a raíz
de los procesos, productos o servicios de la organización. Por ello, una
empresa puede controlar las emisiones de las calderas modificando las
condiciones de operación y mantenimiento. Pero la empresa no tiene control
sobre los efectos que se producen fuera de la instalación, la contaminación
atmosférica que genera en un área cercana, la lluvia ácida o el efecto
invernadero. Así mismo, puede reducir la generación de sus residuos y
gestionarlos adecuadamente, formar a sus operarios, y establecer buenas
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prácticas de operación, pero no tiene control sobre el efecto que producen
fuera de sus instalaciones.
En este sentido es necesario diferenciar entre aspecto ambiental, ya definido,
y efecto ambiental, este último es el impacto que los aspectos producen en el
entorno. Por ello, los problemas como la reducción de la capa de ozono, el
efecto invernadero, la contaminación de los ríos, el agotamiento de los recursos
naturales, o la lluvia ácida entre otros, no son aspectos, son efectos, sobre los
cuales la organización únicamente puede influir controlando las emisiones de
productos que atacan la capa de ozono, reduciendo su consumo energético,
depurando sus vertidos, reduciendo el consumo de materias primas y
depurando sus emisiones a la atmósfera.
La empresa debe identificar y desglosar los aspectos medioambientales hasta
el grado en que pueda fijarse objetivos de control o mejora. No por tener más
aspectos identificados es mejor la evaluación.
Tal como indicábamos, la evaluación debe estar enfocada a la mejora. Si el
desglose de aspectos, llega a ser tan numeroso que dificulte el establecimiento
de los objetivos, no se ha realizado una buena identificación de aspectos.
Ejemplo clásico sería en la identificación de las emisiones a la atmósfera de
una línea de producción, la empresa podría plantearse por un lado el control y
la disminución emisiones de gases (COVs) como línea global de producción, o
en el caso contrario intentar valorar cada una de las fugas en cada una de las
válvulas o elementos en los que se produce un escape. Sería imposible para la
empresa determinar cada uno de los aspectos, evaluarlos y fijar objetivos de
mejora para cada uno de ellos.
La organización debe, en primer lugar identificar todos sus aspectos. Para ello
puede realizarlo con un diagnóstico inicial, ayudado de diagramas de flujos de
materias, listas de comprobación u otros medios.
El inventario de los aspectos se realizará en las condiciones normales,
anormales, emergencia y teniendo en cuenta situaciones pasadas.
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1. Condiciones normales de proceso. Se deben considerar aquellos
aspectos sobre los que la organización puede influir, productos, servicios
y procesos, generados en funcionamiento en régimen normal de la
actividad.
2. Condiciones anormales. Son los arranques, paradas, operaciones de
mantenimiento y otras situaciones. Como podría ser la caída de la
capacidad de trabajo de un sistema de depuración de agua biológico,
debido a la muerte de los microorganismos encargados de digerir la
materia orgánica, en estos casos la recuperación de la capacidad de
depuración puede prolongarse en el tiempo, período en el que no se
depuran los vertidos en su totalidad, y en el que sería necesario
establecer condiciones específicas de operación que aseguren el
cumplimiento legal de los vertidos, pues bien esta sería una situación
anormal de funcionamiento.
3. Emergencia. Incendios, derrames, fugas....
4. Pasadas. El caso más típico es la existencia de depósitos enterrados de
combustible en los que se podrían haber producido fugas o derrames,
así como la existencia de fosas sépticas en desuso o vertidos
irregulares, etc. También es necesario investigar posibles accidentes o
incendios que hubieran tenido lugar.
Ejemplo de una identificación de aspectos sería:
Residuos peligrosos:
•
Aceites usados.
•
Trapos contaminados con hidrocarburos.
•
Baterías.
•
Lámparas de mercurio.
Residuos urbanos:
•
Papel.
•
Plástico.
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•
Embalajes y envases
Vertidos
•
pH.
•
DBO.
•
DQO.
•
Metales pesados
•
Sólidos en suspensión
Emisión:
•
Compuestos Orgánicos Volátiles
•
CO2
•
Partículas
•
NOx.
•
SOx
Consumos:
•
Agua.
•
Materias primas y auxiliares.
•
Energía eléctrica y combustibles.
Ruidos:
•
Límites medidos en el exterior.
2.- ESTABLECIMIENTO DE CRITERIOS DE EVALUACIÓN
Una vez identificados todos los aspectos se deberán fijar unos criterios de
evaluación de dichos aspectos. Estos criterios serán, en la medida de lo
posible, técnicos y objetivos excluyendo consideraciones subjetivas del tipo
“imagen de la empresa”, “existencia de la legislación”, u “opinión de las partes
interesadas” como criterios de significancia de los aspectos, ya que en ninguno
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de los tres casos aportan valor añadido a la evaluación. Sin embargo si son
útiles para la definición y selección de objetivos para el SGMA.
Cualquier aspecto, por tener legislación asociada, no tiene por qué ser
significativo. Asimismo el resto de los criterios anteriores se podrán utilizar para
la definición de objetivos y metas de la empresa.
Ejemplos de criterios podrían ser, acercamiento del aspecto al límite legal,
cantidad en términos relativos a la producción o la actividad, toxicidad, o
frecuencia de producción del aspecto.
3.- EVALUACIÓN DE LOS ASPECTOS MEDIOAMBIENTALES
Partiendo de la relación de aspectos ambientales, y utilizando los criterios de
valoración, se determinarán los aspectos ambientales significativos. Es decir,
aquellos sobre los que es necesario establecer medidas de control y/o objetivos
de reducción para cada ciclo del SGMA.
Sobre un aspecto evaluado como significativo caben dos opciones: aplicación
de un objetivo y una meta para su reducción, o aplicación de control
operacional.
La valoración de los aspectos será realizará siempre que sea posible, en
condiciones normales, anormales, de emergencia y teniendo en cuenta las
actividades pasadas de la empresa.
Para la identificación de los aspectos en condiciones de emergencia se puede
utilizar la base de los planes de emergencia de la empresa, siempre que se
incluyan las emergencias generadas por vertidos y fugas, dado que no siempre
se contemplan estos aspectos en los mismos. Para la valoración de los
aspectos se pueden utilizar los planes de prevención anuales en los que se
identifican los aspectos más relevantes en condiciones de emergencia para
cada ciclo. La empresa deberá tener en cuenta esta valoración realizada
mediante planes de prevención a la hora de determinar sus objetivos y metas o
sus controles operacionales
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A modo de resumen podemos decir que la organización puede aprovechar los
trabajos realizados para el plan de emergencia y los planes de prevención
para:
1. Plan de emergencia en el cual se identifican los aspectos posibles en
condiciones de emergencia para incendios
2. Planes de prevención en los que se evalúa, de manera sistemática, los
aspectos ambientales en condiciones de emergencia.
Una vez realizada la evaluación de aspectos en condiciones de emergencia, el
plan de prevención indicará cuáles son los aspectos sobre los que es necesario
fijar los objetivos y metas del ciclo (año).
Es posible no fijar objetivos sobre aspectos significativos. No todos los
aspectos significativos deben tener objetivo. Sin embargo, en el caso de no
establecer objetivos sobre un aspecto significativo, se deben establecer los
controles operacionales necesarios que aseguren el cumplimiento de la
legislación medioambiental y la prevención de la contaminación.
En cuanto a los aspectos en condiciones normales, se proponen de forma
orientativa los siguientes criterios y valoraciones:
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Aspecto
Acercamiento al
Cantidad
Toxicidad Frecuencia
Valor
> 10% sobre la relación
• Tóxico = 5
Nº de puntos
límite legal
Residuos peligrosos
(para cada uno de los
residuos peligrosos)
• No existe límite legal de
cantidad generada por lo
generación
tanto no aplicaremos este
residuo/producción del año
criterio
anterior, valor =5
• No tóxico =1
• Generación
diaria = 5
• Generación
semanal = 3
/ nº de
criterios
aplicados
90 <x<100 sobre la relación
generación
residuo/producción del año
• Generación
mensual = 1
anterior, valor =3
< 90% sobre la relación
aceite /producción del año
anterior, valor =01
(los porcentajes, se deben
fijar en función de la
actividad y la experiencia)
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Aspecto
Acercamiento al
Cantidad
Toxicidad
No se aplica
•
Tóxico = 5
•
No tóxico
Frecuencia
Valor
límite legal
Vertidos/ emisiones
• Entre el 75 y el 100% del
límite legal =5
(en este caso tomaremos en
función de los distintos puntos
• Entre el 50-75% del límite
de vertido o en función del
parámetro que más se
legal= 3
acerque al límite legal y que
pueda ser más problemático) • Inferior al 50% del límite
=1
• Entre el 75 y el 100% del
límite legal =5
• Entre el 50-75% del límite
legal= 3
5
• Generación
semanal = 3
/ nº de
criterios
aplicados
• Generación
legal= 1
Ruido
• Generación diaria = Nº de puntos
mensual = 1
No se aplica
No se aplica
No se aplica
Nº de puntos
/ nº de
criterios
aplicados
• Inferior al 50% del límite
legal= 1
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Aspecto
Acercamiento al
Cantidad
Toxicidad
Frecuencia Valor
No existe límite legal por lo
> 10% sobre la relación
• Tóxico = 5
• Consumo
que no aplicaremos este
consumo/producción del año
criterio
anterior, valor =5
límite legal
Consumos
90 <x<100 sobre la relación
• No tóxico =1
diario = 5
• Consumo
semanal = 3
Nº de puntos
/ nº de
criterios
aplicados
consumo/producción del año
anterior, valor =3
• Consumo
mensual = 1
< 90% sobre la relación
consumo/producción del año
anterior, valor =01
(los tantos por ciento, se
deben fijar en función de la
actividad y la experiencia)
Se considerarán aspectos significativos a tengan mayor valor de media o pasen de un límite fijado por la organización, (este límite
depende la empresa, si bien se aconseja se consideren significativos los aspectos que superen el 40% de la puntuación -4 sobre
10-). De esta manera la organización asegura que todos los años tendrá aspectos significativos y así podrá ir realizando una
mejora continua.
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