SEMINARIO: "El destino de los Africanos en Argentina". TRABAJO FINAL El culto a San Baltazar. Resistencia Cultural en la Buenos Aires colonial. Autora: Natalia Jimena Martinez. Libreta universitaria Nº: 27.375.022 Año: 2003. 1 UNA INTRODUCCION AL CONTEXTO HISTÓRICO Bien entrado el siglo XVIII, en Buenos Aires, la población negra esclava representaba cerca del 40%1 del total de habitantes; la importancia de la misma se debía a que era necesaria para el desarrollo de la economía mercantil en este territorio de la colonial española. Arrancados violentamente de sus lugares de origen para ser sometidos como esclavos, estas personas acarrearon consigo, no- solo sus recuerdos y añoranzas sino tambien, sus lenguas nativas, tradiciones, creencias y religiones hacia aquellos lugares "extraños" a los que fueron trasladados. La conquista económica, iba aparejada a la conquista ideológica por medio de la imposición cultural a estos pueblos sometidos física y mentalmente. En este proceso la cultura dominante europea sirvió de apoyo a la estructura económica y a la superestructura política- institucional del colonialismo. Por todos los medios la elite colonial (funcionarios laicos y eclesiásticos, hacendados y ricos comerciantes), intentó derribar las creencias que los esclavos llevaban arraigadas en sus mentes, de manera de debilitar la unidad y la cohesión existente en estos grupos a fin de favorecer un mejor control de las poblaciones subyugadas y evitar cualquier intento contestatario. La conquista ideológica, entonces, era necesaria ya que la violencia per se no podía garantizar el total control de las poblaciones sometidas. Por dicho motivo se hicieron necesarios otros mecanismos de control que implicaran la introducción de alguna forma de consenso ideológico, ya que ningún poder puede mantenerse solo por la violencia sino que necesita algún grado de consenso dentro de los grupos sometidos. Uno de los medios que se buscó para crear consenso ideológico lo constituyó la religión cristiana a través de sus instituciones y de sus asociaciones, como por ejemplo las Cofradías, cuya función y relación con la resistencia cultural de los esclavos serán analizadas más adelante. Estos fueron medios de control ideológicos cuyos objetivos eran, en primer lugar, lograr la total "extirpación" de las antiguas creencias de las poblaciones negras esclavas y naturales de América Latina, y en segundo lugar, lograr el adoctrinamiento de dichas poblaciones a la religión dominante, en este caso la Cristiana. Pero estos medios (como se intentará demostrar más adelante) no fueron suficientes, al no lograr el objetivo de colonización total del imaginario de estos pueblos ya que tanto los esclavos como los indígenas no se desprendieron de los sistemas de creencias de sus ancestros a partir de los cuales podían organizar casi todos los aspectos de la vida cotidiana, manifestando de este 1 Rodríguez Molas, R. Presencia de Africa negra en Argentina (Etnias, Religión y Esclavitud). En Revista Desmemorias. 1988. 2 modo un tipo de Resistencia cultural a los intentos de deculturación proveniente de los grupos dominantes. Esta realidad que se dio en todas las colonias de América Latina no tuvo excepción en el actual territorio argentino aunque con características particulares. LA RESISTENCIA CULTURAL, EL DEBATE EN TORNO AL LEGADO. Muy poco hay escrito sobre la religiosidad esclava en el Bs. As. Colonial y sobre la resistencia cultural a partir de la religión. Miguel Angel Rosal problema de la escasez de material y "su poca relevancia". 2 atribuye esta situación al No obstante, pese a este problema varios autores han dedicado algunas líneas al tema. En general los autores tomados para este trabajo estan de acuerdo con la existencia de una forma resistencia cultural a través del mantenimiento de varios aspectos de las religiones africanas en el mundo de la colonia y pese a los intentos de adoctrinamiento por parte de los sacerdotes cristianos. Sin embargo pareciera que la disidencia se encuentra en lo que respecta al éxito de esta resistencia, cristalizado en algún tipo de legado que pervive aún en nuestros días y que forma parte de la cultura nacional. Esta disidencia se podría vincular a un debate más amplio que tiene por eje las "prácticas culturales negras" 3, (dentro de las cuales cabe mencionar la religión, la música, la danza, la pintura, la literatura, entre otras) concebidas generalmente como formas de resistencia cultural. Para muchos negros la africanidad de ciertas prácticas "permitía elaborar una contracultura que los caracterizaba y a partir de la cual podían construir una identidad común..." 4. En el medio académico se genero un vigoroso debate con respecto a este tema; Melville Herskovits, sostenía que la supervivencia de rasgos culturales africanos ayudaban a entender la cultura y la organización social de las comunidades negras; mientras que Franklin Frazier, sostenía que el efecto de la esclavitud fue devastador y esto impedía entender la cultura y la organización social de las comunidades. Detrás de esto lo que se esta debatiendo es el rol del Negro como sujeto activo o pasivo en la sociedad y en la formación de la cultura de un determinado país. La posición que sostiene la pervivencia de ciertos aspectos de la cultura africana esta planteando un rol activo del negro en la sociedad, es decir, esta planteando de alguna manera una resistencia que fue efectiva y que logró evitar la desaparición de ciertos valores propios del grupo y que pervivieron en el tiempo. 2 Rosal, Miguel A. Algunas consideraciones sobre las creencias religiosas de los africanos porteños. Anuario de Estudios Americanos. Tomo LI Nº 1 3 Frigerio, Alejandro. La cultura negra en el cono sur. Ed. UCA. Introducción. 4 Ibid. 3 Por otro lado, la posición que ve en la esclavitud un efecto totalmente destructivo, presenta al negro como un agente mas bien pasivo cuya resistencia no fue del todo efectiva y a largo plazo los valores culturales se fueron extinguiendo o fueron asimilados por la sociedad dominante. En un punto más extremo puede presentar al negro como un sujeto incapaz de promover algún tipo de resistencia e incapaz de plasmar su creatividad en rasgos culturales propios. Algunos de los autores tomados para el trabajo pueden agruparse en las líneas descriptas anteriormente. Es el caso de Dina Picotti (1998), a quien podríamos situar dentro de la primera corriente. Ella sostiene que los esclavos negros no fueron agentes pasivos sino activos en la construcción de una cultura afroamericana. A pesar de la situación de alienación que estaban sufriendo, supieron hacer fluir su creatividad en la danza, la religión, la música, entre otros. La religión constituyó una forma de resistencia y un "poderoso instrumento de transmisión de los valores esenciales de la negritud africana, que sobrevivieron gracias a la gran plasticidad y vitalidad de una estructura básica que permitió un proceso de resistencia acomodación, la continuidad en la discontinuidad, interpretando lo nuevo en términos de renovación de los valores del pasado, que son fuente de continuidad y de estabilidad, vínculo con una historia y una pertenencia". 5 Otro de los autores comprometidos con esta corriente, es Néstor Ortiz Oderigo (1974). Él sostiene que se pueden observar vestigios de estas ceremonias originales tanto en Bs.As. como en el interior del país, por ejemplo en el culto a San Baltazar practicado en Corrientes, por lo cual se podría hablar de una Resistencia exitosa. Miguel Angel Rosal coincide en muchos aspectos con los autores anteriores y si bien hace mucho hincapié en el factor demográfico que llevo a la desaparición del negro, cree que muchos de los rasgos de su cultura perduran hoy en el folklore argentino. El musicólogo Norberto Pablo Cirio (2000), tambien de acuerdo con esta postura, observa el legado de la Resistencia cultural a partir de la pervivencia de elementos africanos en la música y en las Danzas que se realizan en la actualidad en la Fiesta de San Baltasar en varias provincias del litoral Argentino; a pesar de la desaparición biológica de la población afroargentina. Para él, los negros, a partir de elementos religiosos, "han sabido insertar con éxito valores propios de su cultura". En la segunda corriente se encuentra Ricardo Rodríguez Molas (1999), quien no niega la Resistencia por medio de la religión pero sostiene que la aculturación fue intensa y tuvo éxito ya que de ninguna manera las "culturas" 6africanas de los siglos XVII, XVIII y XIX, siguen presentes e influyentes en el continente y no han logrado imponerse a la de los blancos dominadores. Molas se pregunta: "¿Existieron en algún momento esas culturas?, ¿es posible denominar `culturas de la negritud´ a escasos retazos de los estilos de vida o a sincretismos 5 Picotti, Dina. La Presencia africana en nuestra identidad. Ed. Del Sol. Bs. As. 1998. Cap. III. Pág.216. 6 El autor pone con comillas esta palabra porque en realidad no esta muy de acuerdo con hablar de culturas africanas 4 impuestos?" 7. Es evidente el rol de pasividad que le otorga a la comunidad negra en cuanto a los aportes que pudieron hacer a la cultura Argentina y Americana. En una posición bastante ambigua encontramos a Alicia Querillac de Kussrow (1980), quien parece estar en medio de ambas posiciones, por un lado sostiene que "la esclavitud rompió la estructura de la comunidad africana, desintegró sus formas culturales..." 8 . Agregando que hubo una adaptación de dichos aspectos culturales al nuevo ambiente. Mientras que por otro lado muestra como el culto a San Baltazar, con elementos aportados por los negros, sobrevive hasta nuestros días en las Provincias del litoral Argentino. ALGUNOS ASPECTOS DE LAS RELIGIONES AFRICANAS. Considero necesario, antes de pasar al planteo de la hipótesis y su desarrollo, describir algunos aspectos de las religiones africanas fin de facilitar la lectura y la compresión posterior de algunos aspectos que se retomaran en este trabajo(como la devoción hacia los antepasados; a las fuerzas naturales en las figuras de númenes, orishás, vudus; la incorporación de sonidos y movimientos a los actos rituales) y que podrá ser observados en las fuentes documentales en relación con formas resistencia cultural a través de la religión. La gran mayoría de los esclavos traídos al Río de la Plata provenían de la región "del Congo, Angola y de algunas áreas de la Contra Costa de África" 9. La religión de estos pueblos contaba con una panteón muy amplio en donde se adoraban dioses, espíritus de los antepasados y elementos naturales que generalmente se los denomina según las diferentes lenguas con los términos: Númenes, orishás, vudus. Ortiz Oderigo, plantea la coexistencia de creencias de tipo politeístas con creencias de tipo monoteístas. Por un lado los africanos, creen en la existencia de un dios supremo, creador al estilo del dios cristiano. Por otro lado, tienen un panteón de númenes, orishás, vudus que son divinidades que representan las fuerzas naturales y que junto con los antepasados "estarían jugando un rol de intermediarios entre los seres humanos y el dios supremo" 10. Cada una de estas divinidades posee templos, ritos y sacerdotes especiales. A su vez, K. Asare Opoku, sostiene que dentro de este esquema: dios supremo, antepasados, deidades, existían además, espíritus menores los cuales tenían "capacidad de hacer daño o ayudar a los seres humanos" 11 , y a los que se invocaba a través de la magia, los hechizos, o la "brujería". 7 Rodríguez Molas, Ricardo. Op. Cit. Querillac de Kussrow, Alicia. La fiesta de San Baltazar. Ed. Culturales Argentinas. Secretaría de Estado de Cultura. Bs.As. 1980. Cap. II. Pág. 90 9 Rodríguez Molas, R. Op. Cit. 10 Ortiz Oderigo. Op. Cit. Pág. 19. 11 Opoku, Asare K. La religión en Africa durante la era colonial. En UNESCO Historia General de Africa. Tomo VII. Africa bajo el dominio colonial (1880 - 1935). Ed. Tecnos/UNESCO. 1987. Cap. 20. Pág. 544. 8 5 En lo que respecta a las ceremonias rituales, el sonido (Música, palmas, voces) y el movimiento (danzas) juegan un rol importante en cuanto a que son parte del lenguaje de culto. "En el sistema negro, el sonido es investido de una carga, de un poder y es conductor de acción. La interacción dinámica, el sonido actuante, aparece en todo su contenido simbólico en fórmulas e invocaciones rituales y en los sonidos emitidos por los instrumentos rituales" 12 . A su vez este entra en conjunción con otras acciones originadas a partir del movimiento como la dinámica corporal a partir de la danza. Toda esta actividad rítmica en el ritual es necesaria par la invocación de los espíritus. Para estos pueblos, en su mayoría dedicados a la agricultura y la ganadería, la religión formaba la base que sostenía toda la estructura social, económica, política de la comunidad. Era, según Oderigo, "la espina dorsal, la piedra angular de la cultura africana"13. No era solo para los miembros de una casta o para una elite social sino que la cultivaban todos los miembros de la comunidad. La religión mantenía vivo el espíritu de comunidad. HIPOTESIS DE TRABAJO En la Buenos Aires de fines del siglo XVIII, las prácticas religiosas específicas en las que participan los grupos afroargentinos, no estarían manifestando un sistema compartido de creencias con la iglesia cristiana de la colonia, sino que manifestarían una resistencia a los intentos de deculturación impulsados por los sectores de la elite colonial. Entonces, las prácticas rituales y adoratorias serían la manifestación de una resistencia dentro del sincretismo cultural y religioso, donde se combinan prácticas cristianas con prácticas africanas. METODOLOGÍA. A partir de esta hipótesis, la metodología empleada para observar la Resistencia cultural, será la abstracción y el análisis de algunas prácticas rituales y adoratorias de los afroporteños (como, por ejemplo, la persistencia de ceremonias y culto a los orishás u otras figuras del panteón africano enmascarados como Santos cristianos). Dichas prácticas son mencionadas por algunos de los autores elegidos para este trabajo y por una pequeña selección de documentos examinados en el AGN14. Se tomara como estudio de caso el conflicto surgido en el seno de la Cofradía de San Baltasar y las ánimas perteneciente a la Parroquia de la Piedad. Es importante destacar que dentro de las prácticas religiosas, la persistencia del culto a los orishás o númenes ocultos detrás de Santos católicos, no fue la única práctica religiosa 12 Elbeim Dos Santos, Juana y Deoscoredes M. Dos Santos. Religión y cultura negra. En África en América Latina. Moreno Fraginals comp. Ed. Unesco. Pág. 124. 13 Ibid. Pág. 20. 6 de los esclavos sino que seguramente hubo un sinnúmero de prácticas que iban desde las ceremonias con danzas, cantos y ofrendas, en ocasiones de importancia para la comunidad, hasta los rituales mágicos con conjuros. Los más documentados son aquellos que hacen referencias a las ceremonias de culto a los Santos Cristianos (que enmascaraban las deidades afro) pues se realizaban al aire libre, en la ciudad a la vista de todo y además quedan documentados por las autoridades por los conflictos que muchas veces generaron. Mientras que prácticas como la adivinación, la magia, la "brujería", o rituales especiales (como los de iniciación), por ser realizados en la intimidad y ocultos por el temor al castigo, no quedan documentados. De hecho, Oderigo y Picotti en sus obras, mencionan la existencia de brujos, como la "tía Caledonia" o "la negra Mercedes", que dedicaban sus actividades mayormente a la cura de enfermedades, pero estas estaban "al margen de toda fiscalización oficial" 15. Además en el Río de la Plata a diferencia de las otras colonias españolas, como Colombia, México o Perú, no hubo casos esclavos y esclavas juzgados por "brujería" o idolatría en tribunales de la Santa Inquisición quedando así documentadas las prácticas religiosas en las declaraciones de las víctimas. INTENTOS DE DECULTURACIÓN Y RESISTENCIA EN EL CULTO A SAN BALTAZAR Las Cofradías fueron asociaciones de cariz religioso. Estas agrupaciones se dedicaban a la adoración de un Santo determinado y servían como sociedades de ayuda mutua a sus miembros. Según Reid Andrews, los miembros de estas "[...] reúnen limosnas, la paga para el mantenimiento del edificio, y son responsables del mantenimiento de su Santo patrón, y realizan varias tareas para el beneficio de la iglesia y de su sacerdote" 16. Para Sousa17, esta institución dependiente de la Iglesia católica colonial había surgido como una respuesta de la Elite frente a la problemática de las fugas, las rebeliones, la formación de quilombos, los robos que se presentaban como formas de resistencia primaria y explícita que tenían los esclavos frente al sistema. Había que prevenir esto ya que la represión por sí misma no había podido con este problema. Las cofradías sirvieron entonces como medio de control social e ideológico donde no estuvo ausente el intento de deculturación, entendiendo por esto "al proceso consciente mediante el cual, con fines de explotación económica, se procede a desarraigar la cultura de un grupo humano para facilitar la expropiación de las riquezas naturales del territorio en que 14 AGN. Archivo General de la Nación. Sito en Leandro N Alem, 243. Cap. Fed. Ortiz Oderigo, N. Op. Cit. Pág. 30. 16 Reid Andrews, G. "los Afroargentinos en Bs. AS.". Cap. VIII. Pág. 167. 17 De Sousa Gomez Neto, Alvaro. A importanien do negro na formaçao de sociedade portenha, 1703- 1860. Tesis de doctorado. 15 7 esta asentado y/o para utilizarlo como fuerza de trabajo barato, no calificado" 18 . El proceso de deculturación es inherente a formas de explotación colonial. En el plano de la religión la deculturación se expresa en este intento por parte de las elites coloniales de imponer varios elementos de la doctrina y el ceremonial cristiano; y de prohibir elementos religiosos propios de los grupos africanos que sirvieran para dar cohesión e identidad al grupo, de manera de lograr el debilitamiento de los mismos a fin de facilitar un mayor control. La clase dominante se encargó de aplicar lo más que pudo los mecanismos deculturativos19 como herramientas de hegemonía y poder, mientras la clase dominada tendió a refugiarse en su cultura para mantener su identidad manifestando algún tipo de Resistencia frente a estos procesos mencionados. Se entiende a esta última como "mecanismo de defensa cultural ante las influencias provenientes del exterior y que amenazan por igual el equilibrio de la sociedad y la seguridad afectiva de sus integrantes" 20. En Buenos Aires la Primera Cofradía fue la de San Baltasar. Dedicada a la adoración del Rey Mago negro fue fundada en 1771, luego fueron formadas otras como la de San Benito (Santo Etíope) en la Iglesia de San Francisco o la dedicada a la Virgen Morena en la Iglesia de Santo Domingo. Estas asociaciones estaban regidas por estatutos y reglamentos que seguían el modelo establecido desde la metrópoli. Los cargos, los deberes y derechos de los cofrades más el manejo del dinero quedaban explicitados en estas normas. La administración de los fondos de la Cofradía estaba a cargo de una persona ajena al grupo de esclavos, generalmente un español, pues la elite sostenía que los negros no podrían administrarse y gastarían todo el dinero en "vicios", asi queda demostrado en este documento perteneciente a la cofradía de San Baltasar, escrito por uno de los párrocos en el "supuesto nombre" de los hermanos cofrades: "[...] los haberes de la hermandad están depositados en nuestro hermano el Sr. Tesorero Domingo Uxien, no entre negros miserables que pudiéramos malgastarlo..." 21 Estos fondos eran destinados por un lado al mantenimiento de la Iglesia y el párroco; y por otro lado, debían garantizar una sepultura cristiana y la celebración de determinada cantidad de para las almas de los hermanos fallecidos. Dentro de las cofradías existía una jerarquía marcada entre los miembros. Por sobre todo se encontraban el Cura y el Capellán que eran españoles, luego venían personas destacadas 18 Moreno Fraginals, Manuel. Aportes culturales y deculturación. En Africa en América Latina. Moreno Fraginals Comp. Ed. Unesco. 19 Los mecanismos deculturativos no operaron solo en el plano religioso, sino tambien en el plano de las diferencias étnicas, a partir del mantenimiento de las diferencias entre los grupos para que no pudieran desarrollar conciencia de clase; en lo que se refiere a la edad de los africanos traídos a las colonias ya que traerlos más jóvenes favorecía la sumisión de esto porque no tenían muy desarrolladas las tradiciones de sus pueblos; en lo que respecta al plano familiar mantuvieron separados a hombres y mujeres de manera de que no pudieran formar sus propias familias que les brindaran algún tipo de contención, tambien en lo que hace a las pautas alimentarias, de vestimenta y vivienda se los obligó a adaptarse a un mundo cultural europeo. Para mayor información remitirse Picotti dina, Op. Cit. Cap. 3.O bien, Moreno Fraginals, Manuel Op. Cit. 20 Término utilizado por Roger Bastide en su obra "Antropología aplicada". Ed. Amorrutu. Bs. As. 1973. Pág. 50. 21 AGN. Justicia 1785. S IX 31-4-6 8 dentro de la comunidad de esclavos o la Nación 22 y finalmente el resto de los hermanos. Sousa deja en claro esta jerarquía en la siguiente apreciación: "Conforme con las tradiciones africanas, durante los primeros tiempos actuación, esas entidades (se refiere a las naciones y Cofradías)eran lideradas por un Rey o Reina, principalmente durante a realización de los bailes" 23 . Confirma esta apreciación con un párrafo tomado de Ortíz Oderigo donde este describe algunas de las características de los Reyes africanos en los bailes: "Capa roja – el color de Shangó, dios del trueno y las tempestades, en la mitología del África occidental, donde, además, es dueño de los membranófonos y numen de la música – vestiam los monarcas y esgrimian un bastón con puño de oro, de plata o simplemente dorado o plateado, según la capacidad económica de cada una de las sociedades". Este dato es importante tenerlo en cuenta porque ya nos esta dando una pauta de la pervivencia de rasgos específicos del ceremonial africano, como el color de la vestimenta de los Reyes y sus simbología, dentro de ceremonias que estarían destinadas a un Santo Católico adorado por la Cofradía. Pero este rasgo del ceremonial no es el único que persistiría dentro de las estructura de la Cofradía. Los elementos cristianos fueron reinterpretados por los negros en términos de la defensa de su propia identidad. Utilizaron las máscara del ceremonial cristiano para esconder los rituales dirigidos a sus divinidades, númenes, vudus u orishás. Fue asi como los honores a San Baltasar se vieron en un altar Afro- católico en donde había estampas del Santo, cruces, utensillos de cocina, "collares con cuentas de vidrio, comidas bebidas y otros símbolos de adoración" 24 . Además de otros elementos muy importantes que se observarán en la mayor parte de los documentos como son los bailes y los cantos. Hay que tener presente que la conversión al cristianismo por parte de los africanos fue frozada y muy superficial que no llegó en realidad a tocar los aspectos centrales de sus religiones por esta razón estos aún tenían fuerza dentro de los grupos de esclavos, además que como se mencionó anteriormente la religión mantenía el espiritu comunal y organizaba todos los aspectos de la vida de los africanos. A su vez, podríamos decir, teniendo en cuenta a Malinowsky, que estas instituciones nativas continuaban perviviendo en un contexto de dominación porque la clase dominante no fue capáz de crear instituciones que brindaran los mismos o mejores beneficios a estos grupos. Las autoridades coloniales eran conscientes del peligro que implicaba el fortalecimiento del sentimiento comunitario y la existencia de ciertos lideres dentro de las Cofradías, como vimos estos Reyes, preocupaba a las autoridades porque podían insitar al resto de los esclavos a cometer revueltas o fugas, acciones que 22 Cabe recordar que este término era utilizado en esta época por los sectores dominantes para agrupar a los esclavos según lo que ellos consideraban sus lugares de origen o por sus lenguas. Aún no tiene el carácter de asociación legitimada que tendrá durante el siglo XIX. Solo remite a una categoría de agrupamiento. 23 Sousa.Op. Cit Pág. 22. 9 atentaban severamente al sistema. Por este motivo intentaron erradicar estas practicas religiosas recurriendo a las prohibiciones y a las penas. Es asi como en el seno de la Cofradía los conflictos no tardaron en aparecer ya que chocaron dos formas culturales muy diferentes. Por un lado, los negros resistieron, consciente o incosciemtemente al negarse a perder elementos claves para su vida cotidiana en un clima de alienación, violencia y explotación. Elementos que le daban identidad y que provenían de los sistemas de creencias. Por otro lado, la elite colonial, no iba a soportar ningún tipo de cuestionamiento que pudiera poner en peligro el sistema, con lo cual intentaría erradicar todo tipo de manifestación cultural que brindara cohesión al grupo dominado valiendose tanto del adoctrimamiento como de la violencia física. El conflicto se centro por sobre todo en la manera que tenían los afroporteños de adorar a los Santos, en este caso San Baltasar, y de celebrar los días importantes en el calendario católico. En esta forma "particular" de adoración, el baile y la música jugaban un rol primordial, como lo era en las ceremonias africanas de culto a los Númenes u orishás que describimos más arriba, pues eran un medio de comunicación con lo seres del otro mundo. Esas danzas para los españoles eran paganas, lascivas, obsenas y mantenían vivo el espiritu africano. Esta postura queda evidenciada en el siguiente documento de 1785 donde se acusa a los negros de la Cofradía de San Baltasar de ... "desacatos públicos que hacen a la Ig.a como es ponerse en el atrio de el templo a danzar los bayles obsenos, q.e acostumbran, como ejecutaron el día de S.n Balthazr a la tarde y del Dom,. de Pascua de Resurrección en cuyo tiempo estaba el D. Or. Vic. Te. Piñeiro diciendo misa, y Yo en el confesionario: viendoque no podía oyr á los peneitentes, que estaba confesando, por la bulla que metían con sus alaridos, y tambores, me vi en la precisión de salir a hecharlos".25 A esta acusación los negros responden que ellos realizan esas danzas "desde tiempo inmemorial" con el permiso de los gobernantes y que no podía ser considerada obsena porque no había mujeres presentes. Pero la preocupación por las manifestaciones religiosas de los esclavos venía de años anteriores a la fundación de la Cofradía de San Baltasar. En el año 1767 Juan José Vertiz por medio de un Vando decreta que: "Sé prohiban los bayles indecentes que al toque del tambor acostumbran los negros, si bien podrán publicamente baylar aquellas danzas que se celebren en la ciudad, a si mismo se prohiben las juntas pues, pues estos, los mulatos, los indios y mestizos tienen para los 24 25 Ibid. Pág. 23. AGN. Justicia 1785. S IX. 31- 4- 6. 10 fuegos que ejecutan en los huecos bajos del río y extramuros, prohibiendoles los mismos fuegos cualesquiera clase que sean todo bajo pena de 200 azotes y un mes en la barranca a los que contraviniesen". 26 En este documento se pueden observar dos categorías de bailes, los decentes y los indecentes. Eran idecentes aquellos que traían tumulto, desorden, ebriedad y en los que se coronaba reyes, estos eran comunidades de esclavos temidos pues la coronación de líderes dentro de las desafiaba la autoridad del Rey de España y de la clase gobernante además de que estos líderes podrían fomentar posibles revueltas. Otro documento de 1788 permite ver como los conflictos frente a la persistencia de determinadas prácticas adoratorias de raíces afro, en este caso con música de tambores y bailes, siguen vigentes: "... una gran cantidad de negros libres y esclavos se reúnen a hazer sus tambos y bayles a los extramuros de ella, haciendo obsenos movimientos que se executan sin que de otro modo los puedan hazer, pues para ello contribuye el mismo son de los instrumentos que es el mayor alicitivo par alentar el espíitu". 27 Como se puede observar hasta aquí, a partir de las fuentes documentales, los afroporteños Resisten al seguir practicando el culto concepciones a San Baltasar basándose en sus de cómo debe adorarse al Santo, o sea, mediante la música y el baile imprescindibles para comunicarse con ciertas fuerzas enmascaradas tras la figura de este Santo negro. Ya que ellos reinterpretaron la religión cristiana reformulando sus conceptos en términos propios, de esta manera posiblemente en la figura de San Baltasar representaran algún orishá o antepasado. El conflicto entre la clase dominante y los negros de la Cofradía de San Baltasar siguió durante todo el siglo XVIII tal como lo muestra una fuente, tomada por Sousa, de 1791, en donde el procurador Warnes relata la experiencia del Sargento Elías Bayala quien reprende a un grupo de negros pertenecientes a la Cofradía de San Baltasar que pese a la prohibición hicieron bailes y reuniones clandestinas. Cuando este los reprende comenta que "no hicieron caso" 28 y prosiguieron con más empeño. A su vez denuncia que estos planeaban realizar más bailes y que trataban de armarse con palos y otras armas para resistir a los que tratasen de impedirlo. Entonces, a pesar del empeño de la clase dominante por prohibir las manifestaciones religiosas de los esclavos afroporteños y de los conflictos que surgieron en torno a estas prácticas culturales, estas persistieron. Frente a esto podría pensarse que el intento de 26 AGN. Vandos 1777. S. IX 9- 10- 3. F. 81. Fuente tomada por Sousa perteneciente al AGN. Vandos. S IX 9- 10- 3. 28 AGN.- a. Solicitudes de presos. S. IX 12- 9- 13. 27 11 deculturación proveniente de los aparatos del Estado colonial no tuvo el éxito esperado por la elite; con lo cual dentro del sincretismo que parecería existir en el culto a San Baltasar, debido a la coexistencia de rasgos del ritual cristiano con rasgos del ritual afro, se podría evidenciar una cierta negociación por parte de las autoridades coloniales al permitir la pervivencia de estos rasgos culturales africanos, de manera de evitar posibles inconvenientes mayores, al posibilitarles cierto mantenimiento de la cohesión del grupo y un medio por el cual canalizar sus rencores. CONCLUSIÓN Para finalizar, podríamos decir que el esclavo africano de la Buenos Aires colonial, resistió de forma activa (individual y grupalmente) el intento deculturativo, si bien no fue de una manera abierta (fugas, rebeliones, revueltas, quilombos, entre otras), si lo hizo de una manera menos visible y cotidiana, a través de sus sistemas de creencias, incorporando al ritual católico rasgos propios del ritual africano practicado por los antepasados en sus tierras de origen. Dichos sistemas de creencias tenían un lugar importante en la vida de los esclavos pues no solo reforzaban la identidad del grupo sino que además guiaban las relaciones humanas y cósmicas ordenando asi todos los aspectos de la vida de la comunidad y otorgándole identidad a la misma. La resistencia podría verse en la reutilización y redefinición de un medio destinado a la deculturación como lo fueron las Cofradías Religiosas, de forma que sirvieran como un ámbito para la preservación de su propia cultura. Un ámbito que les sirviera para definir su identidad y continuar sobreviviendo en un contexto nefasto como lo era el dominio colonial. Coincido con Sousa en que fue a través de estas instituciones que los negros pudieron mantener un universo de valores apartados de las reglas de aquellos que los habían sometido. El hecho de que parte de las prácticas rituales afro estén hoy presentes en el culto a San Baltazar practicado en varias provincias del Litoral Argentino nos estaría dando pauta de que la resistencia por medio de la religiosidad tuvo éxito a pesar de que la población negra actual sea un pequeño porcentaje. Estos elementos afros entonces estarían formando parte de la cultura y el folklore en este territorio evidenciando asi un real aporte de estos grupos a lo que se podría denominar una "cultura argentina". 12 13