Redes de valor: el desarrollo de las relaciones y la medición

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Redes de valor: el desarrollo
de las relaciones y la medición
de su desempeño
Indicadores para observar el funcionamiento
de sistemas interconectados.
Saturnino Ángel
Castaño
Profesor de la Universidad
Austral. Ingeniero
Industrial (ITBA).
Posgrado en Técnicas de
Manufactura (ITESMMéxico). Profesor
de posgrado en la
Universidad Nacional
del Sur de la Provincia de
Buenos Aires, la Escuela
de Administración del
Instituto de Desarrollo
Empresarial (IDEA) y
la Universidad Austral.
Coordinador Académico
de Programas de
Formación Gerencial.
Director del Instituto de
Actualización Empresarial
de ADIMRA. Consultor
del BID, CEPAL,
ONUDI y OIT.
D
esde hace varios años se habla en nuestro país de las redes de valor: es por
esto que creemos necesario profundizar en los factores que atañen a la eficacia y la
productividad.
El concepto de redes de valor comprende tanto la idea de “interconexiones” entre los nodos
intervinientes, como el de “valor”, que implica
lograr determinados objetivos alineados con las
necesidades del cliente. Como ejemplo de redes
de valor podemos mencionar las siguientes industrias: automotriz, de maquinaria agrícola, lechera, informática, de madera y muebles.
La primera complejidad que se observa es que
la mayoría de las empresas integrantes de una
red no tienen los mismos objetivos y prioridades estratégicos. A su vez, cada nodo (empresa)
es un subsistema en cuyo interior interactúan
seres humanos y recursos materiales de todo
tipo, constituyendo redes internas no necesariamente alineadas. Ya en los años ’70 aparecen
nuevas visiones de las redes y se aprecian estas
complejidades, surgiendo modelos tales como
el de Supply Network Management.
Para mejorar el desempeño de los nodos de una
red debiéramos considerar los siguientes focos
de atención:
•alineación estratégica,
•relaciones personales,
•sistemas de información y comunicación,
•competencias tecnológicas.
Estos focos sugieren acciones que son individualmente necesarias pero no suficientes, lo
que implica que deben implementarse todas
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en forma sistémica. La alineación estratégica
indica que los nodos de la red actúan en concordancia con las estrategias de la empresa líder de dicha red o con la función de satisfacción del cliente. A partir de esta alineación es
necesario adecuar los restantes focos, lo que
permitirá implementar la estrategia a nivel operativo. En las relaciones personales surge la necesidad de fortalecer el trato entre los actores de
los nodos intervinientes. Los sistemas de información y comunicación implican el dominio de
las tecnologías de procesamiento e intercambio
de información (TIC’s) inter e intra nodo. Por
último, las competencias tecnológicas significan el dominio de las técnicas funcionales y de
las filosofías globales de dirección (por ejemplo: Gestión de la Calidad, Manufactura Lean,
Six Sigma).
Para evaluar el desempeño tanto de los nodos
como de la red, es necesario incorporar indicadores. Un indicador de efectividad básico es
el Nivel de Servicio (NS), que nos expresa el
grado de cumplimiento de las especificaciones
acordadas entre el proveedor y el cliente, tanto en bienes como en servicios. Se calcula a través de la relación entre la “cantidad de servicios
entregados en forma perfecta” y la “cantidad
de servicios solicitados”. A su vez, resulta ser
la probabilidad de cumplimiento de las especificaciones si tenemos en cuenta la conducta histórica.
El calificativo “perfectos” significa el cumplimiento de las especificaciones acordadas con
el cliente y es consecuencia del nivel de calidad
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de los procesos, tanto internos como
externos (proveedores, red de intermediación, clientes finales). A su vez,
dicho nivel resulta de poseer las competencias correspondientes y de contar con sistemas de comunicación e información y de relaciones personales
adecuadas.
¿Qué sucede cuando una red de empresas o funciones conectadas intenta
dar cumplimiento a una demanda de
un cliente final?
Se presenta un fenómeno estadístico
que denominamos Propagación del
NS, el cual se basa en la incertidumbre generada por un sistema complejo
(múltiples nodos interconectados pero
de conductas independientes) donde
hay un NS de cada nodo que expresa
su probabilidad de cumplimiento individual. Esta probabilidad de cumplimiento de las especificaciones del
cliente por parte de la red en su conjunto será consecuencia de multiplicar
las probabilidades de todos los nodos
intervinientes, siempre que no se recurra a stocks intermedios de cobertura. Así, por ejemplo, si contamos con
10 nodos (tanto internos como externos) que condicionan nuestro resulta-
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do final y cada uno de ellos presentara,
por caso, un NS del 90%, la probabilidad de cumplir con los requerimientos
exigidos por el conjunto de los nodos
será del 35%. O sea que, por diversos
problemas –calidad de producto, pla-
Para evaluar el desempeño
tanto de los nodos como de
la red, es necesario incorporar indicadores.
zo de entrega, cantidad de producto–,
tendremos insatisfacciones de nuestros
clientes en el 65% de los casos como
mínimo. Cabe tener en cuenta que en
los mercados de países en desarrollo
el NS promedio es inferior al 75%, en
cuyo caso el resultado es mucho más
dramático ya que el cumplimiento sería solamente en menos del 6% de los
casos.
¿Cuál es el remedio a estos NS finales tan bajos? Generalmente se crean
stocks de seguridad en diferentes
nodos; ello resulta en importantes porcentajes de activos monetarios inmovilizados, con todos los riesgos y costos
asociados que esto significa. Lo paradójico es que, en el caso de los países con menor cultura organizacional,
se presentan mayores coberturas y se
cuenta con menor posibilidad de acceso al capital. Quiere decir, entonces,
que las escasas posibilidades de inversión se asignan a coberturas por mal
desempeño de los nodos en lugar de
aplicarlas a innovaciones.
Frente a esta situación, se considera
necesario mejorar el desempeño de los
nodos más significativos teniendo en
cuenta, por ejemplo, su imposibilidad
de reemplazo y su influencia en el producto final. A tal efecto se han desarrollado tecnologías globales para optimizar los recursos puestos en juego.
La oportunidad de mejora en las redes
de valor es innegable y, tal como lo expusimos, en países como el nuestro es
especialmente significativa. Por esto se
considera que todos los esfuerzos dedicados en esta dirección, tanto a nivel
privado como público, son particularmente rentables para la sociedad en su
conjunto.
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