Esto abarca el control voluntario de las funciones corporales: las ondas cerebrales, el ritmo cardíaco, la tensión muscular, la acidez de estómago y la presión sanguínea. Sus beneficios incluyen una menor ansiedad, menos tensión y migrañas, una reducción de los dolores de cabeza, de la hipertensión relacionada con el estrés y también la modificación de la conducta Tipo A.