Caso Comunidad de La Oroya, Perú En el 2004 los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y el Centro Nacional de Salud Ambiental de los Estados Unidos realizaron un estudio en ciudad La Oroya y determinaron que todos los niños analizados tenían elevados niveles de plomo en la sangre y se recomendó reducir inmediatamente la exposición al plomo y otros contaminantes1. En 2006 y el 2007, La Oroya fue incluida en la lista de los lugares más contaminados del mundo del Blacksmith Institute2. La Oroya, ubicada a 175 km al este de Lima, Perú, es sede de un Complejo Metalúrgico (CMLO) que durante más de 90 años de operación ha generado elevados índices de contaminación, particularmente por plomo, arsénico, cadmio y dióxido de azufre. Este complejo, actualmente en proceso de liquidación, es propiedad de la empresa Doe Run Perú, subsidiaria de la corporación estadounidense Doe Run Company del Grupo Renco y actualmente administrada por una empresa liquidadora. Los contaminantes presentes en La Oroya han afectado gravemente la salud de las personas expuestas a ellos, causando entre otros el deterioro irreversible del sistema respiratorio, diferentes tipos de cáncer y efectos adversos en el sistema reproductivo y en el desarrollo, particularmente a niños y niñas menores de seis años. Desde 1999, el Estado peruano ha comprobado que casi la totalidad de los niños y niñas (más del 99%) que habitan en los alrededores del complejo sufren de intoxicación con plomo, sin que se hayan implementado plenamente las medidas necesarias para contrarrestar esta situación. Las acciones legales nacionales e internacionales interpuestas para que el Estado peruano asuma su responsabilidad por no haber supervisado adecuadamente las operaciones del Complejo y en consecuencia haber afectado la vida y la salud de los habitantes de La Oroya, no han sido cumplidas adecuadamente. Además, el Estado peruano insiste en negar su responsabilidad por la contaminación de la ciudad y el consecuente daño a la salud de su población. Acción de Cumplimiento ante la justicia peruana Debido a la grave situación en La Oroya, el 6 de diciembre de 2002 pobladores de la ciudad interpusieron una acción de cumplimiento contra el Estado Peruano –Ministerio de Salud y Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) — con el fin de proteger sus derechos a la salud y al ambiente sano. El caso llego al Tribunal Constitucional y el 12 de mayo de 2006 dictó sentencia declarando fundada la acción y ordenó a los demandados a que en un plazo de 30 días: 1 Implementaran un sistema de emergencia para atender la salud de las personas; Expidieran un diagnóstico de línea base para implementar planes de acción para mejorar la calidad del aire en la ciudad; Declararan Estado de Alerta en la ciudad; y "Development of an integrated intervention plan to reduce exposure to lead and other contaminants in the mining center of La Oroya, Peru". Centers for Disease Control and Prevention National Center for Environmental Health/ Agency for Toxic Substances and Disease Registry Division of Emergency and Environmental Health Services. (2005) 2 Top Most Polluted Places 2006, 2007, http://www.worstpolluted.org/projects_reports/display/41 Tomaran acciones para establecer programas de vigilancia epidemiológica y ambiental en La Oroya. Hasta la fecha, esas obligaciones no han sido cumplidas a cabalidad por el Estado peruano. Acciones legales internacionales de protección de derechos humanos Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Medidas cautelares: Debido a la situación de gravedad y el riesgo para la salud de los pobladores de La Oroya a causa de las operaciones del Complejo, el 21 de noviembre de 2005, mientras se encontraba en trámite el proceso ante la justicia peruana, AIDA, Earthjustice y el Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA), grupo al que más tarde se unió como co-peticionaria la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), solicitamos medidas cautelares ante la CIDH en nombre de un grupo de personas en La Oroya, incluyendo varios niños y niñas a fin de que el Estado adopte acciones urgentes para proteger su vida e integridad personal. Entre otras cosas, se solicitó que el Estado Peruano provea diagnóstico y atención médica a las personas afectadas, se controle efectivamente las emisiones atmosféricas y se proteja a las personas que han trabajado por la salud y el ambiente de la ciudad. El 31 de agosto 2007 la CIDH otorgó las medidas cautelares a favor de 65 moradores de La Oroya y solicitó al Estado adoptar las medidas pertinentes para practicar un diagnóstico médico especializado a los beneficiarios, proveer el tratamiento médico especializado y adecuado para aquéllas personas cuyo diagnóstico demuestre que se encuentran en una situación de peligro de daño irreparable para su integridad personal o su vida. El 3 de mayo de 2016, la CIDH amplió el alcance de las medidas cautelares para otros 14 moradores de La Oroya, dado que sus vidas están en riesgo debido a su estado de salud actual, lo que está relacionado con la contaminación a que están expuestos a causa de su proximidad al complejo metalurgico. La CIDH solicitó al Estado peruano que adopte las medidas necesarias para preservar la vida y la integridad personal de los beneficiarios, realizando las evaluaciones médicas necesarias, con el fin de proporcionar una atención médica adecuada, de conformidad con los estándares internacionales en la materia; y proporcionar información sobre las medidas adoptadas para investigar los presuntos hechos que dieron lugar a la adopción de las medidas cautelares a fin de evitar la repetición3. Hasta la fecha, las medidas cautelares permanecen vigentes y, si bien se han dado ciertos avances en la implementación de las medidas originales concedidas en 2007, ellos no han sido totalmente adecuados, ya que se ha evidenciado fallas el diagnóstico y seguimiento de la situación de salud de los beneficiarios. Respecto a la reciente ampliación, el Estado no ha adelantado ninguna acción para su implementación. Petición: 3 Medida Cautelar No. 271-5 Resolución 29/16. Disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/decisiones/pdf/2016/MC271-5Es.pdf 2 En diciembre 2006 AIDA y las organizaciones colegas antes mencionadas presentamos una petición ante la CIDH para que se determine la responsabilidad internacional del Estado por las afectaciones a los derechos a la salud, la dignidad, la integridad y la vida y los derechos de los niños, entre otros, debido a la falta de control de la contaminación en La Oroya y las omisiones en la prestación de atención médica a los afectados. Además, dada la manipulación y falta de información respecto a la contaminación, también alegamos que el Estado violó el derecho a la información al no producir y difundir información clave para la salud y vida de las personas. Finalmente, dado el incumplimiento de la sentencia del Tribunal Constitucional, alegamos también la violación al derecho al acceso a la justicia. El 5 de agosto de 2009 la CIDH adoptó el Informe de Admisibilidad 76/09 y determinó que acciones y omisiones del Estado peruano frente a la contaminación ambiental derivada del complejo metalúrgico que funciona en La Oroya, el incumplimiento de la sentencia del Tribunal Constitucional y la supuesta falta y/o manipulación de información sobre la contaminación ambiental y los efectos en la salud de sus pobladores, así como los alegados actos de hostigamiento contra personas que pretenden difundir información al respecto, de ser probados podrían caracterizar violaciones de derechos humanos. En marzo de 2010 se llevó a cabo una audiencia pública en la CIDH, en el marco de la cual las partes proporcionaron información relevante sobre el caso y las medidas cautelares en la que se evidenció su incumplimiento y la debilidad de las acciones para atender la gravedad de la situación en La Oroya. Actualmente el caso está a la espera de que la CIDH emita un Informe de Fondo y determine que el Estado peruano ha violado los derechos humanos de los afectados. Contexto de incumplimientos y monitoreo ambiental insuficiente por parte del Estado peruano Como se explica a continuación, en el caso de CMLO, el Estado peruano ha sido sumamente permisivo con los requisitos ambientales exigidos y los plazos que le impone a la empresa para cumplirlos. - Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA): Para las empresas que se encontraban realizando operaciones en Perú antes de 1993 se exigía implementar un PAMA para asegurar el cumplimiento de las normas y para evitar graves impactos ambientales con sus actividades. En el PAMA se determinan las medidas de tiempo y verificación, incluyendo las necesarias para la disminución de impactos. El PAMA para el complejo de La Oroya fue aprobado en 19974 y ha sido modificado cinco veces.5. La última prórroga fue concedida en septiembre de 2009, ampliando los plazos para que la empresa controlara la contaminación ambiental que afecta a la población y no estableció cronogramas ni objetivos para verificar los resultados del mejoramiento de la salud pública. A lo largo de su operación se han reportado incumplimientos del PAMA por parte de la empresa, sin que haya ninguna consecuencia impuesta por el Estado, incluso cuando se había advertido al Ministerio 4 Aprobado mediante RD 017-97EM/DGM, 13 de enero de 1997. Resoluciones Directorales del Ministerio de Energía y Minas R.D. 178-99-EM/DGM, 19 de octubre de 1999; R.D. 133-2001-EMDGAA. 10 de abril de 2001; R.D. 028-2002-EM-DGAA. 25 de enero de 2002, Ministerio de Energía y Minas, Resolución Ministerial No. 257-2006-MEM/DM, de Mayo 29, 2006. Congreso de la República, Ley No. 29410 del 25 de Septiembre de 2009, reglamentada por el Decreto Supremo No. 075-2009-EM del 28 de octubre de 2009. 5 3 de Energía y Minas, en varias ocasiones, sobre las deficiencias del PAMA y el grave riesgo en que se encuentran los pobladores de La Oroya.6 - Instrumento de Gestión Ambiental Correctivo (IGAC): Tras el vencimiento de los plazos del PAMA y al no contar con un instrumento de gestión ambiental que permita la operación, el 10 de julio de 2015 se aprobó el Instrumento de Gestión Ambiental Correctivo (IGAC) para el CMLO.7 El IGAC tiene como objetivo certificar que las instalaciones y componentes del CMLO cumplan con la normativa ambiental vigente, así como las condiciones técnicas y de seguridad correspondientes. No obstante, el Plan de Adecuación aprobado para el CMLO le concede a la empresa un plazo de 14 años, para adecuarse al estándar de calidad de aire de 80ug/m3 de dióxido de azufre (SO2)8 en un periodo de 24 horas. Esto significa que durante los próximos 14 años el CMLO podrá operar con un estándar de 365 ug/m3 y los habitantes de La Oroya tendrán que seguir siendo sometidos a niveles elevados de contaminación ambiental. Ello además no toma en cuenta que hasta la fecha en la práctica los estados de alerta que deberían operar en la ciudad al sobrepasar los estándares no se activan adecuadamente. Otros procesos: Proceso contra Doe Run en Misuri Entre el 2007 y el 2008, se interpuso una demanda contra Renco, Doe Run Resources, la empresa matriz de Doe Run Perú, domiciliada en Misuri, Estados Unidos, en nombre de cientos de niños y niñas de La Oroya, por daños personales y materiales, derivados de la exposición al plomo y a la contaminación ambiental. En el 2011 el Grupo Renco solicitó al tribunal la suspensión del juicio mientras se esté tramitando el arbitraje internacional entre la empresa y el Estado de Perú, a lo que los demandantes se opusieron. A la fecha el caso continúa sigue en curso ante las Cortes de Misuri . Arbitraje Internacional entre Perú y Doe Run El 29 de diciembre del 2010, el Grupo Renco y su filial Doe Run Perú, inició un arbitraje internacional contra el Estado Peruano, con base en el Tratado de Promoción Comercial entre EUA y Perú (Tratado de Libre Comercio). El Grupo Renco alega la violación del tratado por parte de Perú y solicita una indemnización de 800 millones de dólares americanos. En julio de 2016, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones emitió un laudo parcial a favor del Estado peruano, en el cual las reclamaciones del Gupo Renco fueron desestimadas por falta de jurisdicción9. Última actualización: agosto de 2016 6 Comunicación de AIDA dirigida a Kenneth Buckley, Presidente y Gerente General DRP, con copia al Ing. José Mogrovejo, funcionario del Ministerio de Energía y Minas. 1 de febrero de 1999. 7 Resoluciones Directorales del Ministerio de Energía y Minas R.D. 272-2015-MEM/DGMAM, 10 de julio de 2015. 8 Resoluciones Directorales del Ministerio de Energía y Minas R.D. 272-2015-MEM/DGMAM, 10 de julio de 2015, pág. 27. 9 Laudo Parcial sobre jurisdicción de 15 de julio de 2016. Disponible en: https://icsid.worldbank.org/ICSID/FrontServlet?requestType=CasesRH&actionVal=showDoc&docId=DC8592_Sp&caseId=C3 004 4