Los gigantes se destruyen solos

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Los gigantes se destruyen solos
Temas posibles
Esfuerzo
Burla
Seguridad
Grupo
Valores
Personalidad
La liebre conocedora de su agilidad, no hacía más que burlarse de la tortuga que se aloja
en aquellas rocas del río. Cuando había animales delante, la humillaba más: qué patas y
pies tan bonitos, ¿para qué los quieres, si eres tan lenta? Esto y más lo decía siempre
con mucho “recochineo”. La tortuga estaba tan harta ya que un día desafió a la liebre a
ver una enorme carcajada, al escuchar tal ocurrencia. Casi todos los animales se lo
tomaron a broma, pero la tortuga insistió con enorme enfado, creyendo en sus facultades
de constancia y amor propio; ella podría ser el David que venciera al Goliat.
-
Ya que te empeñas, campeona de la lentitud, en apostar, corramos. Bueno, tú
inténtalo, porque con esa barriga tan grande que tienes… Que la zorra haga de
juez; ella corre mucho y al mismo tiempo es muy astuta.
La zorra dio la orden de salida, la tortuga se lanza, mientras la liebre se queda riendo,
segura de que en unos segundos la adelanta. Comienza a contar a todos sus hazañas:
cómo escapó de los perros que ya casi la tenían atrapada, cuántas veces esquivó a los
cazadores, otras carreras que había hecho, las maneras de defenderse del lobo y de todas
las aves rapaces.
Nada le había salido mal, siempre había triunfado. Habló y habló largo tiempo. Tenía
muchas experiencias, muchas apuestas ganadas en su vida. Nadie había podido con ella.
Precisamente cuando dijo que nadie había perdido ante ella, se acordó de la tortuga,
quiso correr inmediatamente, pero…llegó tarde. La tortuga ya lo estaba celebrando con
otros muchos animales.
Propuesta de actividades
- ¿En qué situaciones de vuestra vida sois como la liebre, que no valoráis las
cualidades de los demás?
- Buscar la parte positiva de situaciones o momentos que, a juzgar por la
apariencia, son negativos. Comentar.
- Hablar sobre la importancia que tiene el conocer nuestros defectos para
corregirlos y así comprender los defectos de los demás.
- Dialogar en grupo el tema de la constancia.
- Contar experiencias personales en las que hayáis triunfado por ser constantes.
- ¿A quién enviarías esta fábula para hacerle recapacitar?
- Cambiar los animales del relato por personajes famosos de la actualidad.
- Sacar aplicaciones para vuestras relaciones de amistad o de grupo.
FRANCIA, A. “Educar con parábolas”, Ed. CCS, 2003
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