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N° 31 - abril 2013
Número 31 - abril 2013
El Amicus Curiae: perspectivas para
su uso desde el derecho ambiental
Por Hugo Echeverría V. LL. M
Palabras clave: acceso a la jurisdicción, Amicus
Curiae, derecho ambiental, derecho constitucional,
interés público, tutela judicial efectiva.
Introducción
La doctrina y la jurisprudencia nos enseñan
que el Derecho Ambiental tutela intereses que
son supraindividuales, comunes, colectivos y aun
difusos. En tal virtud, y en conformidad con el
Principio 10 de la Declaración de Río de Janeiro, los
marcos normativos se han adaptado a la emergencia
de estos nuevos intereses y los están acogiendo en la
esfera sustantiva y en la procesal, particularmente
en el ámbito del acceso a la jurisdicción con fines de
tutela judicial efectiva en materia ambiental.
En el Ecuador la norma suprema acogió el
Principio 10 desde las reformas constitucionales
de 1996. Favoreciendo el desarrollo progresivo del
derecho de participación ciudadana ambiental, el
artículo 397 de la Constitución vigente garantiza a
cualquier persona, colectividad o grupo el derecho
a acudir ante órganos judiciales para obtener
tutela efectiva en materia ambiental. Cabe resaltar
que el acceso a la jurisdicción no requiere interés
directo, sine qua non procesal para otras materias.
Esta perspectiva constitucional abierta es también
visible en el artículo 71 ibídem, que faculta a toda
persona, comunidad, pueblo o nacionalidad, exigir
ante autoridad pública, incluyendo juezas y jueces,
el cumplimiento de los derechos de la naturaleza.
En este contexto constitucional, la pregunta
que debemos plantearnos es ¿cómo ejercer el dere*
cho constitucional de acceso a la jurisdicción con
fines de tutela efectiva en materia ambiental y,
además, de la naturaleza?
Sin perjuicio de reconocer la existencia y viabilidad de otros institutos procesales, este artículo
presenta al Amicus Curiae como uno de los más útiles
para canalizar y catalizar el ejercicio del derecho de
acceso a la jurisdicción con fines de tutela efectiva
en materia ambiental y de la naturaleza.
Conforme se anota a continuación, el Amicus
Curiae está adquiriendo protagonismo en el ámbito
del Derecho Ambiental. Esto, en razón del interés
público, concepto prevalente en la protección
jurídica ambiental y también fundamento para
la presentación de razonamientos jurídicos por
quienes no son parte en una causa judicial que
genera interés supraindividual.
Hugo Echeverría V. es licenciado en Ciencias Jurídicas, abogado y doctor en Jurisprudencia por la Pontificia Universidad Católica de Quito,
Ecuador. Master of Laws (LL.M) otorgado por McGill University de Montreal, Quebec, Canadá. Ex alumno del programa Chevening
Fellowship. Docente universitario. Miembro de la asamblea del Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental. Miembro del Sector Conservación
Ciencia y Educación de Galápagos.
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El Principio 10 sobre
acceso a la jurisdicción
bre la materia. Esto se refleja, por ejemplo, en
la Constitución de la República del Ecuador al
prever que cualquier persona natural o jurídica,
colectividad o grupo humano pueda acudir a los
órganos judiciales, sin perjuicio de su interés
directo, para obtener de ellos la tutela efectiva en
materia ambiental2. En este marco, cabe anotar que
la Constitución ecuatoriana -al reconocer derechos
a la naturaleza- también prevé que toda persona,
comunidad, pueblo o nacionalidad, exija a la
autoridad pública el cumplimiento de los derechos
de la naturaleza3.
Se ha dicho, con toda razón, que el Principio
10 de la Declaración de Río de Janeiro sobre Medio
Ambiente y Desarrollo de 1992 caracterizó al
acceso a la justicia como uno de los tres pilares del
principio de participación ciudadana en asuntos
concernientes al medio ambiente (Lalanath de Silva
en Pring y Pring, 2009). En efecto, este principio
estipula expresamente que: “Debe proporcionarse
acceso efectivo a los procedimientos judiciales y
administrativos, entre estos el resarcimiento de
daños y los recursos pertinentes” (ONU, 1992).
Los Lineamientos de Bali aluden específicamente a este pilar del Principio 10 al referirse
al derecho de acceso a una corte de justicia para
efectos de tutela judicial imparcial y expedita
elementos que, dicho sea, definen a la tutela efectiva
desde la perspectiva constitucional de los derechos
de protección1.
El Principio 10 de la Declaración de Río,
por tanto, fundamenta el marco normativo so-
Mecanismos de acceso a
la jurisdicción en materia
ambiental
En Ecuador, la constitucionalización del
derecho de acceso a la jurisdicción con fines de tutela
efectiva en materia ambiental motivó reformas
legales que incorporaron mecanismos para ejercer
este derecho. A la acción popular y la denuncia
-de antigua data en el ordenamiento jurídico- se
añadieron otros, como la denominada acción civil
por daño ambiental4; o, la acusación particular, en
caso de legitimar la calidad de ofendido por delito
ambiental5.
No obstante, en dichas reformas es explícita
la referencia al interés directo o a la afectación
directa como requisito para acusar o demandar;
referencias legales que contrastan con la perspectiva
constitucional actual que, como ha quedado anotado,
prescinde expresamente del interés directo.
Ante este escenario legal, emerge el Amicus
Curiae como instituto que se caracteriza por
permitir el acceso a la jurisdicción a quienes no
pueden demostrar interés directo en una causa que
trasciende al interés de los litigantes y se proyecta al
1 Constitución de la República del Ecuador. Registro Oficial No. 449: 20/10/08. Artículo 75.
2 Ibíd. Artículo 397 numeral 1: “…Para garantizar el derecho individual y colectivo a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, el
Estado se compromete a: 1) Permitir a cualquier persona natural o jurídica, colectividad o grupo humano, ejercer las acciones legales y acudir
a los órganos judiciales y administrativos, sin perjuicio de su interés directo, para obtener de ellos la tutela efectiva en materia ambiental,
incluyendo la posibilidad de solicitar medidas cautelares que permitan cesar la amenaza o el daño ambiental materia de litigio…”.
3 Ibíd. Artículo 71 inciso segundo: “Toda persona, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá exigir a la autoridad pública el cumplimiento de los
derechos de la naturaleza…”.
4 Ley de Gestión Ambiental. Codificación publicada en el Registro Oficial Suplemento No. 418: 10/09/2004. Artículo 43, inciso primero: “Las
personas naturales, jurídicas o grupos humanos, vinculados por un interés común y afectados directamente por la acción u omisión dañosa
podrán interponer ante el Juez competente, acciones por daños y perjuicios y por el deterioro causado a la salud o al medio ambiente
incluyendo la biodiversidad con sus elementos constitutivos”.
5 Código de Procedimiento Penal. Registro Oficial Suplemento No. 360: 13/01/2000. Artículo 68: “Se considera ofendido.- (4) A cualquier persona
que tenga interés directo en caso de aquellos delitos que afecten intereses colectivos o difusos”. En concordancia, el artículo 52 ibídem
establece: “Puede proponer acusación particular el ofendido”.
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interés público. Este instituto procesal se presenta a
continuación.
¿Qué es el Amicus Curiae?
El Amicus Curiae (amigo de la curia o amigo
del tribunal) es un instituto de derecho procesal
que permite la presentación de razonamientos
jurídicos o interdisciplinarios a quienes no son
parte procesal en causas de incidencia colectiva o
que generan interés público, con el objeto de aportar
a la consecución de la justicia. La expresión amicus
curiae también alude a quien interviene como tal.
El Amicus Curiae encuentra sus antecedentes
más remotos en el derecho romano. El instituto
fue estructurándose en los sistemas jurídicos
de tradición anglosajona, para luego aplicarse
en el contexto de los órganos internacionales de
protección de derechos humanos y, actualmente,
ante los órganos jurisdiccionales nacionales.
El Amicus Curiae opera por aplicación
constitucional directa. Así nos explica Jorge
Baquerizo Minuche, quien enfatiza que la ausencia
de norma legal no constituye obstáculo para su
reconocimiento (Baquerizo, s/f: 12-13). Esta
afirmación es exacta y, además acorde a la norma
constitucional que establece que los derechos y
garantías establecidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales de derechos humanos
“serán de directa e inmediata aplicación”6. Así por
ejemplo, en el año 2011, en ejercicio del derecho
constitucional de acceso a la jurisdicción fue
presentado un escrito de Amicus Curiae en materia
penal ambiental7.
No obstante, Baquerizo también señala que
los aspectos relativos a la forma de presentación
pueden ser susceptibles de reglamentación para un
mejor planteamiento del Amicus Curiae (Baquerizo,
s/f: 14) . Nosotros adherimos a este criterio, toda vez
que la regulación del Amicus puede ser beneficiosa
para catalizar el adecuado ejercicio de los derechos
constitucionales que la fundamentan: a) derecho
de petición8; b) derecho de acceso a la jurisdicción
con fines de tutela judicial efectiva9; y, c) derechos
de participación ciudadana ambiental en sede
judicial10. En este marco, se observa diversidad de
modos: en Argentina, la Corte Suprema de Justicia
expidió sendas Acordadas en 2004 y 2006 para
reglamentar la presentación de escritos de Amicus
Curiae. En Ecuador, la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional del año
2009, la prevé para ese ámbito11. Cabe anotar
que, por su jerarquía normativa, la elección de ley
orgánica para estos fines nos parece absolutamente
pertinente.
6 Constitución de la República del Ecuador. Artículo 11, num. 3.
7 El 26 de septiembre del 2011 fue presentado un escrito de Amicus Curiae en causa penal por delito ambiental en la provincia de Galápagos. El
Amicus Curiae, suscrito por el autor junto a otros actores, aportó razonamientos jurídicos relativos al régimen jurídico aplicable dentro de
áreas naturales protegidas y a especies marinas protegidas. Ver el considerando décimo segundo en Tema de Análisis N° 20 (Suárez, 2011).
8 Constitución de la República del Ecuador. Artículo 66 num. 23.
9 Ibíd. Artículo 75.
10 Ibíd. Artículo 397 num. 1
11 Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Artículo 12.- “Cualquier persona o grupo de personas que tenga interés en la
causa podrá presentar un escrito de amicus curiae que será admitido al expediente para mejor resolver hasta antes de la sentencia. De creerlo
necesario, la jueza o juez podrá escuchar en audiencia pública a la persona o grupo interesado”.
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Características
del Amicus Curiae
relevante en el ámbito ambiental, en el que
“se ventilan cuestiones vinculadas con derechos
de incidencia colectiva, muchos de los cuales
resultan social, científica y técnicamente complejos
y requieren de opiniones expertas que no siempre
se encuentran al alcance del tribunal interviniente”
(Nápoli y Vezzulla, 2007). Compartimos este
criterio pues esta disciplina jurídica integra vasta
normativa internacional, legal y secundaria que
exige alto grado de especialización judicial. En este
escenario, la intervención del amicus curiae “se
muestra como una herramienta por demás útil y
valiosa” (Baquerizo, s/f: 19).
La doctrina es uniforme al señalar las
siguientes características de este instituto:
Interés público
El interés público justifica y fundamenta
la intervención de quienes no son parte procesal
en una causa que, por el objeto del litigio,
tiene proyección supraindividual y, por tanto,
“su resultado trasciende al interés de las partes”
(Kohler, 2010: 7). Se trata de un interés que debe
ser supraindividual y debe estar por encima del de
las partes (Kohler, 2010: 8).
Tercero que no es parte procesal
Quien actúa como amicus curiae es un
tercero, persona natural o jurídica que no es parte
procesal, ni pretende serlo, ni puede serlo. El amicus
curiae “no mediatiza ni desplaza, ni mucho menos
reemplaza a las partes procesales” (Bazan, 2003:
682). Por tanto, no se lesionan los esquemas básicos
de la teoría general del proceso, ni los derechos de
las partes (Baquerizo, s/f: 6).
Este instituto, además, no debe ser confundido
con otros del derecho procesal como la denuncia, la
acción popular o la acusación particular; la pericia;
o, las tercerías. No es denuncia ni es acción popular,
pues el Amicus Curiae no da notitia criminis y, por
tanto, no motiva el inicio de una acción penal.
Por el contrario, el amicus curiae actúa en causa
ya iniciada (Baquerizo, s/f: 6) y, nunca lo hace en
calidad de víctima u ofendido. Tampoco lo hace en
calidad de perito, pues el amicus curiae interviene
voluntariamente y no a pedido de juez o fiscal, como
ocurre con los peritos. Además, el Amicus Curiae
Aporte a la realización de la justicia
El fin del Amicus Curiae es aportar a la
realización de la justicia (Baquerizo, s/f) que,
en el Ecuador deviene en fin constitucional del
sistema procesal12. Se trata de una colaboración
voluntaria, espontánea, gratuita y de bona fide,
que se materializa con la presentación escrita o
la exposición oral de razonamientos jurídicos o
interdisciplinarios, sobre un punto de derecho
sustantivo o procesal. En tal virtud, el aporte deberá
contribuir a la causa; no lo contrario.
El razonamiento que aporta el amicus
curiae deberá ser claro, concreto, completo, serio,
inteligente, informativo, pertinente, especializado;
y, siempre, fundamentado. En suma, y siguiendo
los lineamientos del legislador ecuatoriano que
promulgó la LOGJCC, el Amicus Curiae deberá
contribuir a mejor resolver la causa.
Esta contribución puede ser especialmente
12 Constitución de la República del Ecuador. Artículo 169.
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persigue un fin distinto al de la pericia, cual es
eminentemente probatorio (Vaca, 2009: 881).
Tampoco debe confundirse al Amicus Curiae
con la institución procesal civil de la tercería, pues
este no deduce ninguna oposición ni se opone a
las partes procesales, como sí lo hace el tercerista
(Baquerizo, s/f: 8).
correspondientes a la competencia originaria
o apelada en los que se debatan cuestiones de
trascendencia colectiva o interés general”13.
La perspectiva abierta a todas las materias
que provee el modelo argentino puede ser
pertinente para la mejor resolución de asuntos
litigiosos ambientales: hasta tanto no se consolide la
especialización judicial ambiental el amicus curiae
puede realmente aportar a mejor resolver asuntos
ambientales procesados en sede civil o penal.
Efecto no vinculante
Por cuanto el amicus curiae no es parte
procesal, su razonamiento no vincula al juez.
El Amicus Curiae, por tanto, no lesiona la
independencia judicial. Ahora bien, que el Amicus
Curiae no sea vinculante no significa que devenga en
instituto inútil, pues si el aporte jurídico es idóneo,
puede servir para que las decisiones judiciales se
funden “en argumentos públicamente ponderados”
(Baquerizo, s/f: 18) y, además, acordes al interés
público que justifica la actuación del amicus curiae.
Conclusión
El Amicus Curiae, en tanto instituto jurídico,
ofrece un mecanismo apto para canalizar y
catalizar la participación ciudadana ambiental y,
concretamente uno de los pilares fundamentales
del Principio 10 de Río: el acceso a la jurisdicción
con fines de tutela efectiva en materia ambiental.
En la medida que el aporte del amicus curiae sea
idóneo, sin duda contribuirá a la democratización
del debate judicial en la tutela del interés público
ambiental.
Aplicación en
causas ambientales
Sin perjuicio de reconocer que la institución
del Amicus Curiae aplica en cualquier causa de interés
público, es importante destacar la procedencia del
Amicus Curiae en el ámbito ambiental pues, en esta
disciplina jurídica la referencia al interés público
es explícita: el artículo 14, inciso segundo, de la
Constitución de la República del Ecuador declara
de interés público “la preservación del ambiente,
la conservación de los ecosistemas, la biodiversidad
y la integridad del patrimonio genético del país, la
prevención del daño ambiental y la recuperación de
los espacios naturales degradados”. Tal declaratoria
se ratifica en el artículo 400, inciso segundo,
de la norma suprema para fines específicos de
conservación de la biodiversidad.
Ahora bien, las causas ambientales
pueden procesarse ante jueces constitucionales,
contencioso-administrativos, civiles o penales.
Aunque el Amicus Curiae ha sido generalmente
asociado a la sede constitucional, no quiere decir
que las otras sean excluidas. Así lo ha entendido,
por ejemplo, la Corte Suprema de Justicia argentina,
cuya Acordada -suscrita por juristas como Eugenio
Raúl Zaffaroni-, admite la presentación de escritos
de Amicus en “todos los procesos judiciales
13 Corte Suprema de Justicia de la Nación (Argentina). Acordada 28/2004. Exp. 2439 /2004 -Adm. Gral.-Artículo 1.
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Propuesta legislativa:
Amicus Curiae ambiental
Actualmente, la Función Legislativa ecuatoriana debate reformas a las normas sustantivas y
procesales en todas las materias. Una prioridad legislativa es, precisamente, el debate del proyecto de
Código Orgánico Integral Penal que tipifica delitos
que atentan contra el ambiente y la naturaleza.
En este marco, ha sido presentada a la Asamblea
Nacional ecuatoriana la siguiente propuesta para
incorporar el Amicus Curiae.
A futuro se prevé presentar una propuesta
similar para que sea debatida en el marco de las
reformas aplicables a procesos no penales.
Disposición General Quinta: Amicus Curiae.- Cualquier persona o grupo de personas que, sin ser
parte procesal, tengan interés en causa por delito contra el ambiente o la naturaleza, podrán presentar
ante jueza, juez, tribunal o sala, escritos de amicus curiae que serán admitidos al expediente para mejor
resolver, antes de auto o sentencia.
De creerlo necesario, sin perjuicio de la presentación de escritos de Amicus Curiae, la jueza, juez,
tribunal o sala podrá escuchar a quien haya solicitado audiencia. La intervención que haya sido admitida
se realizará durante las audiencias previstas en este Código y convocadas dentro de la causa. La jueza, juez,
tribunal o sala fijarán la duración y momento de la intervención solicitada.
El amicus curiae fundamentará su intervención en el interés público o la incidencia colectiva de la
causa; y, aportará razonamientos jurídicos, interdisciplinarios u otros, que sean pertinentes y relevantes a
la causa. En ningún caso se pronunciará sobre la participación del procesado o acusado.
Los jueces admitirán hasta un escrito en cada una de las etapas procesales sustanciadas en la misma
causa.
El amicus curiae suscribirá toda actuación y señalará domicilio judicial para fines de notificación de
la providencia de admisión al expediente; así como para notificación de autos o sentencia, que los jueces
ordenarán con fines informativos.
Referencias bibliográficas
• Baquerizo, Jorge (s/f) “El Amicus Curiae: Una importante institución para la razonabilidad de las
decisiones judiciales complejas”. Revista Jurídica. Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales y Políticas
de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Disponible en: http://www.revistajuridicaonline.
com/index.php?option=com_content&task=view&id=63&Itemid=53
• Bazán, Víctor (2003) “El Amicus Curiae y la utilidad de su intervención procesal: una visión de derecho
comparado con particular énfasis en el derecho argentino”. Revista Estudios Constitucionales. Santiago de
Chile.
• Kohler, Ricardo (2010) Amicus Curiae. Buenos Aires. Astrea.
• Nápoli, Andrés y Juan Martín Vezzulla (2007) El Amicus Curiae en las causas ambientales. Jurisprudencia
Argentina.
• ONU (1992) “Declaración de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente y Desarrollo”. Conferencia de la
Organización de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo.
• Pring, George y Catherine Pring (2009) Greening Justice: Creating and Improving Environmental Courts and
Tribunals. The Access Initiative.
• Vaca, Ricardo (2009) Manual de Derecho Procesal Penal. Tomo II. 4a. Ed. Quito. Corporación de Estudios y
Publicaciones.
• Suárez, Sofía (2009) “Amicus Curiae abunda en argumentos para hacer justicia en caso en la Reserva
Marina”. Temas de Análisis N° 20, noviembre 2011. Quito. Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental.
Ediciones anteriores
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