HISTORIA DEL NINJUTSU La tradición guerrera conocida como Ninjutsu, tiene sus raíces históricas en aspectos o facetas marciales, religiosas, políticas y culturales de la antigua nación Insular del Japón. Concebida durante un periodo de efervescencia militar y política y un total caos civil; un tiempo en el cual, la supervivencia personal y familiar dependían únicamente de la fuerza, habilidad, capacidad y creatividad personal; la senda de los Legendarios Ninjas "Guerreros de la Noche", creó una contracultura secreta, oculta, que los abasteció de medios e inspiración para triunfar aún en contra de una arrolladora desigualdad. Los clanes de Ninjas, por su tradición y carácter guerrero fomentaron y protegieron el desarrollo de una forma de vida que mezcló variados componentes, desde devastadoras habilidades de combate, hasta una extrema sensibilidad para la intuición y observación, llegando a tener la habilidad de transformar la intención en algo real y tangible. Raíces de la tradición La Esencia de la tradición tiene sus cimientos en los métodos de entrenamiento de los antiguos Guerreros japoneses "SHUGENJA" y "YAMABUSHI", ascéticos ermitaños de las montañas, quienes se sometían a rudos entrenamientos en medio del agreste hábitat salvaje, en la busca de la realización y adquisición de la fortaleza de las montañas en las cuales ellos vivían. A comienzos del siglo noveno, el Shugendo, (métodos para adquirir poder a través de la experiencia), fue expandido para incluir el "MIKKYO", (doctrinas secretas para alcanzar la iluminación), en ese entonces recién introducidas al Japón, provenientes de ancestrales fuentes del esoterismo Tántrico del Himalaya. Shugendo, es la disciplina cuya finalidad es el enfrentamiento de las limitaciones y temores personales, que pueden surgir al encontrarnos en contacto con un ambiente natural agreste, como el de las montañas, las limitaciones de nuestro idioma y el punto de vista de la cultura occidental. Nos conduce a describir el concepto original "SHUGENDO", como una curiosa mezcla entre religión y entrenamiento marcial; sin embargo, no es una religión ni un arte marcial en el sentido del uso, que se da estos términos hoy en día. Shugendo es la forma de aproximarse a la Iluminación a través de la exposición repetitiva a experiencias tales como la superación de peligros inminentes y hasta la muerte misma dentro de las agrestes montañas. Antes que una religión, Shugendo es un proceso de examinación de los sistemas religiosos y creencias folklóricas con el propósito de que elementos universales nos conduzcan al desarrollo del Poder y de la Intuición. Más que un método de adiestramiento de tropas o individuos, la mecánica de las tácticas de combate Shugendo es un proceso que va más allá de la técnica misma, hacia una experiencia mucho mayor, en el uso de la voluntad personal como medio fundamental para la Auto-defensa. Fueron estos los motivos que sustentaron la aparición de una tradición guerrera, que sería conocida con el correr del tiempo como el Arte del Ninjutsu. NINJUTSU: El arte del guerrero invisible Muchos de aquellos que siguieron la práctica del Shugendo, se encontraron de pronto inmersos en una pugna de poderes políticos, militares y religiosos, que imposibilitaban su desarrollo; una disputa entre gobiernos de cambios constantes y poderes de carácter castrense, los cuales jugaban una especie de ajedrez, con las villas, pueblos, ciudades y regiones del Japón feudal; todas estas ampliamente aventajadas en número y armas por parte de los regimientos y dictaduras militares de ese entonces, que intentaban subyugarlos. Impedidos legalmente a proteger sus posesiones familiares, su comunidad y su familia, al igual que sus creencias; los Santos Ermitaños de las montañas, poco a poco encontraron una razón loable de intervenir gracias a su entrenamiento especial, en una misión de libertad, utilizando tácticas psicológicas y de asalto. Una mezcla de tácticas de espionaje y servicio de inteligencia, utilizando las "leyes naturales" dictaminadas por los dioses y un conocimiento profundo de la "magia" o "hechicería", más una lealtad a toda prueba para con su familia; El Arte del Ninjutsu se desarrolló como una tradición guerrera sin igual en la historia del mundo. Durante el siglo 13vo al 17vo en el Japón, hubo docenas de Ryû (escuelas), regionales y familiares, operando fuera de los territorios de Iga y Koga al sureste de Kyoto. Ocultos en sus inaccesibles y protectoras montañas, las familias Ninja operaban como poderes regionales, vale decir, en su propio territorio. Siniestra reputación Es una desafortunada realidad que el Arte del Ninjutsu y los practicantes de Ninjutsu -los cuales desarrollaron la tradición guerrera- sean tildados en casi todos los casos y casi por todas las personas, de la manera más siniestra. Este fenómeno de mala interpretación fue causado sin duda por los antiguos historiadores japoneses, quienes desde luego eran parte del régimen estructurado SAMURAI, por lo tanto, desaprobarían cualquier acto de oposición al régimen dominante. Si los Samurai debían ser vistos como los guardianes del orden y la justicia, entonces, los Ninjas debían ser los malos. Si la obediencia absoluta y el clasismo radical fueron pilares de la sociedad japonesa feudal, entonces la libertad absoluta del Ninja, su armonía total con la naturaleza y su integridad personal, tenían que ser vistas como una conducta inmoral (antisocial). Este penoso malentendido, desgraciadamente ha persistido hasta nuestros días, desde prestigiosos historiadores hasta escritores fantásticos del periodo post-feudal japonés, han creado un mito de maldad y distorsionado la figura del Ninja. Esta actitud prevaleció aún después de la 2da guerra, estancada en los corazones y mentes de la guardia vieja, tradicionalistas cabeceras del arte marcial en Japón. El Ninjutsu en la actualidad El Dr. Masaaki Hatsumi, de la ciudad de Noda en Japón, es el guía actual, Sôke (Gran Maestro) del Ninjutsu, reconocido como una autoridad mundial en este arte. A finales de la década de los 60, el Dr. Hatsumi pidió permiso a su maestro, el 33vo Sôke Sensei Toshitsugu Takamatsu Toda, para esparcir las enseñanzas del Ninjutsu. Había llegado la hora de demostrar que el arte no se había extinguido. No más asesinatos, no más espionaje. Ahora sólo se trata de trabajar en un arte puro y tradicional. Hatsumi dio una exhibición en la televisión japonesa que asombró a todo el mundo. Efectivamente, el Ninjutsu seguía tan vivo como en la época dorada de los Samurai. En el año 1975, un americano, Stephen K. Hayes, viajó al Japón para estudiar este antiguo y secreto arte, siendo el primer americano en ser aceptado como discípulo del Dr. Hatsumi. A comienzos de los 80, regresa a Norteamérica y comienza a difundir el Ninjutsu a nivel mundial, expandiendo más las fronteras de esta disciplina.