Dos rostros diferentes, un mismo carisma

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Confederación Mundial Exalumnas y Exalumnos de las Hijas de Maria Auxiliadora
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Web
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Roma, 4 octubre 2008
“Dos rostros diferentes, un mismo carisma”
Amadísima Madre, muy estimadas Superioras:
La oportunidad de este encuentro con las participantes al Capítulo General XXII del Instituto de las
Hijas de María Auxiliadora, es para nosotras/os un momento muy bello de alabanza y de gratitud.
Ante todo, alabanza a Dios y a la Auxiliadora por la existencia de vuestro Instituto. Reconocimiento
a Madre Antonia que en estos años ha creído en nosotros favoreciendo así nuestra autoestima, no
sólo como personas sino también como Asociación. En una cadena de dones positivos claramente
nacen las cosas más bellas. Así ha sido también para nosotros. Y nos hemos encontrado entre las
manos, obras que nunca habríamos imaginado.
Nuestro agradecimiento se dirige también hoy a Sor María de los Ángeles Contreras, Consejera
General para la Familia Salesiana que nos ha acompañado a lo largo de estos años con afecto
fraterno, siempre presente, de modo discreto para favorecer nuestro protagonismo y el crecimiento
de la propia autonomía en la comunión.
Un pensamiento muy afectuoso a nuestra Delegada, Sr. Maritza Ortiz, en este momento físicamente
ausente por motivos muy serios, pero ciertamente unida a todas nosotras.
En un momento en el cual también nuestra Asociación se encamina hacia la elección de un nuevo
Consejo nos parece particularmente importante declarar a este Capítulo General, a todas ustedes y a
cada una, qué cosa es y quiere ser la Asociación hoy. Os confiamos con temor e infinita esperanza
y confianza, el trabajo realizado, los renovados caminos emprendidos, en una declaración de
intentos que asume notable importancia, dada la solemnidad de esta Asamblea.
Conscientes del camino conjunto realizado en estos últimos años- en continuidad con el pasado y
deseosas/os que se realicen caminos de continuidad con el futuro-, ponemos en el corazón de Dios
nuestras ansias por el mañana de la Asociación que, antes de pertenecernos, pertenece a María.
Con nuestra Asociación, la Auxiliadora confirma y ratifica las palabras de D. Bosco: “Basta que
una joven entre en una casa salesiana para que María la tome bajo su manto”. Nosotros hemos dicho
sí a esta protección con una adhesión voluntaria, libre, consciente y hemos acogido a María en
nuestra vida. Sí, la hemos llevado a nuestra casa como Juan, el apóstol que Jesús amaba. Hoy en
una forma todavía más consciente que en el pasado.
.
Ha nacido, en efecto, en la Familia Salesiana, junto al Instituto Hijas de las María Auxiliadora, una
nueva figura de laica/o
No ha nacido de la nada, a lo largo de estos años. Ha acontecido, porque alguien ha recogido el
deseo latente en muchas/os, ha observado con atención, ha colocado juntos muchos acontecimientos
del pasado y las exigencias del presente...y, a las puertas del nuevo siglo de vida de la Asociación,
ha dado un nombre a todo esto.
La rama laical del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora... He aquí lo que creemos ser!
Cuando declaramos delante de Madre Antonia nuestra identidad, durante la primera reunión de la
Consulta Mundial de la Asociación (4 de diciembre 2004), e inmediatamente después a todo el
Consejo General, no sabíamos que estábamos dando voz a palabras proféticas de algunas Superioras
del pasado (Madre Eulalia Bosco, Madre Nilde...) Saberlo luego nos hizo tomar mayor conciencia
de ser instrumentos de un designio que nos superaba y que iba más allá de nuestras pobres personas.
Esta toma de conciencia ha dado nuevo impulso a la Asociación. Recordamos con ternura la actitud
de una joven exalumna que, regresando a casa después de un encuentro durante el cual había
recibido el signo de pertenencia a la Unión, dijo radiante a su mamá (también ella exalumna”)
“Finalmente sé quien soy”.
El distintivo que asumimos en el acto de adhesión tiene ahora un significado más profundo porque,
adquirir conciencia de la propia identidad da seguridad, ofrece un sentido a la vida, ayuda a
reconocer, apreciar y respetar la identidad de los demás.
Una única misión
“Entonces Jesús llamó a los doce Apóstoles y empezó a enviarlos...” (Mc. 6,7).
He elegido esta imagen del Evangelio de Marcos para compartir con vosotras sobre esta figura de
laica/o en la Familia salesiana, unidas/os en favor de una única misión, después de haberlo ya
hecho durante la última reunión de la Consulta Mundial de la Asociación (12 de enero de 2008) con
la Madre, Sor María de los Ángeles, la delegata confederal Sor Maritza e, inmediatamente después,
con el Consejo General.
Permitidme una lectura comparada de vuestras Constituciones y nuestros Estatutos.
*De nuestros Estatutos
1.1. “La Asociación de las Exalumnas y de los Exalumnos de las Hijas de María Auxiliadora (…) es
una asociación laical sin fines de lucro, promovida por el Instituto de las Hijas de María
Auxiliadora (o Salesianas de Don Bosco). Como tal, es un grupo de la Familia Salesiana, en la cual
el Rector Mayor -sucesor de Don Bosco- es padre y centro de unidad”.
1.2. “Ésta se sitúa en la sociedad como expresión laical de un Instituto religioso educativo que
realiza su misión en las diferentes realidades socio-culturales”.
* El art. 74 de las Constituciones HMA expresa esa recíproca unidad cuando señala:
“Mantendremos con las exalumnas una relación de cordial amistad, ofreciéndoles la acogida propia
de nuestro espíritu de familia. Las animaremos a incorporarse en la Confederación Mundial
promovida por el Instituto...”.
* El documento Líneas orientadoras para la misión educativa de las FMA, en el n. 76 retoma
nuestro Estatuto: “La asociación de las/os Exalumnas/os representa un verdadero lugar de
humanización y atención a la vida y a su carácter sagrado e inviolable. "La Asociación se
compromete, junto con las HMA en la promoción y educación de la mujer, en la defensa de la
familia, de los derechos humanos y de la paz; se coloca como movimiento de opinión, en diálogo
con la realidad socio-cultural, valorizando los procesos de la comunicación social; está abierta al
diálogo intercultural e interreligioso y lo favorece”.
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Resulta entonces íntima y fundamental la relación con nuestras hermanas, no sólo a nivel personal,
sino sobre todo como Institución.
“El espíritu de Mornese que caracteriza el clima de las comunidades de las FMA, según el art. 2 de
las Constituciones – es también una característica de nuestras Uniones, como señala el art.5.2 de
nuestro Estatuto, por ser la célula básica de nuestra Asociación. Con nuestra vocación de seglares
salesianos-mornesinos, también nosotros podemos contribuir a la herencia espiritual de Don Bosco.
Siguiendo el análisis comparativo encontramos en nuestros Estatutos una clara relación recíproca
cuando afirmamos en el art. 1.2: “Ésta (la Asociación) se sitúa en la sociedad como expresión laical
de un Instituto religioso educativo que realiza su misión en las diferentes realidades socioculturales”.
Es importante subrayar lo que expresa el art. 74 de las Constituciones FMA: “A las exalumnas que
no son cristianas propondremos adecuadas finalidades, para que puedan vivir y transmitir a los
demás, aquellos valores aprendidos en su propia formación”.
* La Asociación “participa en la misión educativa del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora
(FMA) y en los ambientes en los que opera, se inserta con el estilo laical salesiano que lo
caracteriza” (Estatutos, art. 4.1).
Y las Constituciones, al referirse a las exalumnas en el art. 74, señalan: Las animaremos... a
comprometerse con estilo salesiano en la familia, en la comunidad eclesial, en la sociedad y a
colaborar en nuestras obras”. En el art. 129 afirman: ... que se construyan verdaderas comunidades...
que, en el espíritu del Sistema Preventivo... favorezcan la inserción apostólica de las exalumnas en
la sociedad y en la Iglesia”.
Regla de vida
El Evangelio de las Bienaventuranzas es nuestra Regla de vida, es nuestra consagración. Y a ésta
tenemos que ser fieles. El Estatuto de nuestra Asociación conlleva finalidades y una espiritualidad
que elegimos con libertad. Y a esto tenemos que ser fieles.
Para las/os Asociadas/os, entonces, el Estatuto es mucho más de lo que, tal vez nos hemos
acostumbramos a pensar, como un vademecum con informaciones sobre el números de candidaturas
o sobre la duración de los encargos o los plazos de tiempo para presentar un balance, etc. Todos
estos son elementos importantes en nuestra relación con la sociedad civil y útiles para una
planificación ordenada de la Asociación. Pero, en nuestra vida espiritual – a nivel personal como
asociadas – tendríamos que referirnos más a los artículos sobre las Finalidades y la Espiritualidad
de la Exalumna y del Exalumno de las Hijas de María Auxiliadora.
Es claro que se trata de dos rostros diversos de un único carisma. La virginidad consagrada de
nuestras Hermanas y nuestra vocación laical aun presentándose diversificada, entra en diálogo,
gracias a su diversidad y a la común “raíz bautismal”.
Vosotras, nuestras Hermanas, como personas consagradas sois mujeres que habeis dado respuesta a
la invitación de Cristo aceptando los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia.
Nosotros, somos sencillamente Laicas y Laicos, pero en cuanto bautizadas/os, participamos de la
Realeza de Cristo, de su vocación profética, de su Sacerdocio, os parece poco?
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“HE AQUI… que yo vengo”
…pronunciado en nuestra alma sin promesas públicas. Vivido en la cotidianidad con la serena
conciencia de ser queridas/os al corazón de Dios.
Es obvio que son niveles diversos en los que se vive esta realidad: no todas de la misma manera.
Cada uno responde a esta propuesta de modo individual (personal), a partir de su modo de
(concebir) la vida.
No nos debe desorientar el hecho de que en una Unión la composición del grupo sea heterogéneo.
No nos debe desanimar la constatación de que no todas las laicas, laicos exalumnas, exalumnos,
respondan con el mismo entusiasmo a nuestras propuestas. Ni tampoco debemos aceptar la
provocación de quien, tal vez también en las comunidades de las HMA afirma: “pero en fin de
cuentas ¿qué cosa hacen las exalumnas?
Tal vez estas personas, no saben que en estos últimos años la Asociación se ha lanzado a un trabajo
en el campo social. (de audacia misionera habla la Madre en una de sus circulares, refiriéndose a la
constitución de la Non uno di meno ONLUS, gracias a la cual promovemos proyectos de solidaridad
en todos los continentes); tal vez no saben que el tema del Centenario que estamos celebrando “Las
manos en el mundo, las raíces en el corazón” nos indica el camino de manera clara y fuerte para
los próximos cien años; tal vez no saben que aquellas “raíces” son la espiritualidad salesiana
mornesina; tal vez no saben que alguna obra que corría el riesgo de ser clausurada, ha sido
confiada a las exalumnas/os; tal vez no saben que frente a la disminución de las vocaciones
religiosas también nosotras laicas/os podemos llevar adelante el carisma; tal vez no saben que según
las palabras de Madre Nilde, tomadas por Madre Antonia) constituyen una herencia preciosa para el
instituto.
Sí, es necesario que la Comunidad de HMA, conozca esto. No basta que lo sepa sólo la Delegada.
Esto os pedimos con el corazón en la mano ¿Descuidaríais a aquellas jóvenes que expresaran al
menos un tenue deseo de llegar a ser HMA?
Nosotras/os queremos estar junto a vosotras en el compartir del carisma (ahora también nuestro) y
en una real corresponsabilidad en la Misión. Mirad con estos ojos a vuestras exalumnas y a vuestros
exalumnos. No por aquello que son, sino sobre todo por aquello, que también con vuestra ayuda,
pueden llegar a ser.
No solo esto. Os aseguramos que en muchísimas Inspectorías existe ya un núcleo (aunque pequeño)
de exalumnas/os conscientes de su vocación de laicas/os salesiano-mornesinas/os. Se sienten
hijas/os de María Auxiliadora en el mundo, pero, desgraciadamente, no siempre son reconocidas/os
cono tales al interno de las comunidades Educativas. Y sin embargo están siempre allí, junto a
vosotras, más allá de las dificultades y la falta de reconocimiento.
Un estilo de relación, cuidar del otro, la alegría, el hacerse santos, la sobriedad...
Esta espiritualidad transmitida por vosotras a nosotras/os, cada asociada/o la vive en el propio
ambiente, en la familia, en el trabajo, en la sociedad. Encontrarse en la propia Unión constituye (o
debería constituir) una exigencia de riqueza humana y espiritual, un taller de crecimiento en el arte
de la Comunicación, ya que por esto os reconocerán que sois mis discípulos...”
Y por lo tanto la atención, la escucha, la serenidad y la objetividad en la valoración, el respeto, el
saber perder a nivel personal, la mediación y la búsqueda de lo menos grave, la empatía, la
búsqueda de lo esencial...son todos puntos claves de una correcta comunicación entre nosotros...por
lo que nos pueden reconocer como Sus discípulos.
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Las obras realizadas en estos años a nivel confederación

La constitución de la organización sin fines de lucro (ONLUS) Non uno di meno como
instrumento de gestión de la solidaridad, gracias a la cual hemos ya realizado en varios
continentes proyectos de restitución a quien ha sido desposeído, de lo que tendría derecho
en cuanto ser humano.

El haber asumido la responsabilidad de la gestión de la Casa de Castelnuovo Nigra que
deseamos llegue a ser no sólo un centro promotor de la espiritualidad salesiano-mornesina
sino también un hogar para las exalumnas y los exalumnos;

La organización de un Centenario dirigido, más que a la celebración, a la memoria de
aquello que hemos sido y al empeño por un futuro de compromiso y de esperanza,
demuestran, más allá de las palabras, qué cosa quiere ser nuestra Asociación hoy y en los
próximos cien años (al menos)
Estamos orgullosos/as de ser aquello que somos, nos esforzamos por renovar cada día nuestra
identidad de laicos salesiano-mornesinos; saboreamos el gozo de serlo en este año centenario de la
Asociación. Todos, precisamente todos – somos parte de esta historia y nos toca pasar la antorcha a
quien vendrá después de nosotros. Está en nuestras manos el futuro de la Asociación. Un futuro que
podrá ser próspero y fecundo en la medida en que logremos ser creíbles a través de un testimonio
de solidariedad que encontrará la propia motivación en el Evangelio de las Bienaventuranzas.
A vosotras, Superioras queridísimas, mientras renovamos nuestra disponibilidad a una real
condivisión de la y en la Misión, al acercarnos hacia el cambio de guardia en la animación y en el
gobierno de la Confederación, confiamos nuestra Asociación. Tener junto a nosotros el Instituto nos
da seguridad. Vendrán tiempos -auguramos- en el cual el Instituto podrá aseverar, (atestiguar) el
conocimiento en relación nuestra.
Porque estamos viviendo un tiempo en el cual, con la mirada atenta, abierta a las maravillas que el
buen Dios sabe y quiere realizar a través de nosotras, pequeñísimas criaturas, nos parece percibir
que la Asociación haya ..adoptado al Instituto. Que las palabras “A ti te las confío” de la juventud
de Madre Mazzarello se dirija a nosotros hoy en relación vuestra. Pero una adopción, a una cierta
edad, es aceptada por el destinatario. Y nosotros esperaremos pacientemente...y continuaremos
junto a vosotras.
¿Qué cosa os pedimos prioritariamente en es te momento solemne?
Sed para nosotros presencias que dan la nostalgia del cielo. Todas las competencias profesionales,
aún necesarias para una conducción seria de las obras, no valen tanto cuanto el don de una mujer
que por Dios es capaz de hacer locuras. Esto quiere el mundo esencialmente de vosotras. Esto
desean vuestras exalumnas y vuestros exalumnos.
Y juntos podremos hacer grandes cosas.
Carolina y el Consejo Confederal
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