instituto de derecho constitucional

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INSTITUTO DE DERECHO CONSTITUCIONAL
COLEGIO PÚBLICO DE ABOGADOS DE LA CAPITAL FEDERAL
Tema: Digesto Jurídico Argentino
2014
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Metodología empleada
Habida cuenta del frondoso material a ser revisado en el área derecho constitucional, el
Instituto de Derecho Constitucional, en reunión plenaria, resolvió solicitar a cada miembro
una opinión jurídica individual sobre los distintos aspectos formales y sustanciales que
pudieran observarse al respecto.
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Opinión de la Doctora Liliana Dahy
Desde mediados de los años 1800 hasta mayo del año 2014 coexistían en la Argentina más
de 31.400 normas de las cuales el Congreso Nacional ha concretado y sintetizado una
norma que se la identifica como la Madre de Todas las Leyes el: “ Digesto Jurídico
Argentino”.
Esta Madre de todas la Normas ha identificado, clasificado y actualizado a todas aquellas
normas en 3.300 vigentes a la fecha.
El proyecto entró por la Excma. Cámara de Diputados y fue aprobado con fecha 27 de
noviembre de 2013 con el voto afirmativo de 168 diputados, en su trayecto para ser Ley
pasó a la Excma. Cámara de Senadores la cual lo aprobó con fecha 21 de mayo de 2014
con 41 votos afirmativos y así se convirtió en Ley a la Madre de todas la Normas.
Esta sanción es el resultado de un largo trabajo realizado durante varios años de
compilación y estudio. Se trabajó sobre legislación vigente desde la sanción de la
Constitución Nacional de 1853 y la producción legislativa completa emanada del Congreso
Nacional.
(Incluyendo Leyes, Decretos-Leyes, Decreto de contenido Legislativo y
Decretos de Necesidad y Urgencia) dando como resultado una suma de 31.400 normas.
No obstante ello, debido a múltiples factores como la proliferación normativa, la caducidad
de las mismas, el cumplimiento de su objetivo, entre otras, las vigentes no llegan a 3.300.
Esta Sanción ordena y clarifica el cuerpo normativo vigente y eso empodera al ciudadano,
siendo su herramienta más de inclusión y de ciudadanía plena.A partir de ahora las leyes incluidas en el Digesto pasan a ser identificadas en categorías
con la letra relativa a la rama del derecho a la que corresponde, por ejemplo: ADM:
Administrativo; ACU: Cultura, Ciencia y Tecnología; AED: Educación;
ASA: Salud
Pública; ASE: Seguridad; ASO: Acción y Desarrollo Social; B) Aduanero; C) AeronáuticoEspacial; D) Bancario, Monetario y Financiero; E) Civil; F) Comercial; G) Comunitario; H)
Constitucional; I) De la Comunicación; J) Diplomático y Consular; K) Económico; L)
Impositivo; M) Industrial; N) Internacional Privado; O) Internacional Público; P) Laboral;
Q) Medio Ambiente; R) Militar; S) Penal; T) Político; U) Procesal Civil y Comercial; V)
Procesal Penal; W) Público Provincial y Municipal; X) Recursos Naturales; Y) Seguridad
Social; Z) Transporte y Seguros.-
3
Es dable destacar que la sanción de normas es un proceso permanente y la necesidad de
mantener actualizado el Digesto es fundamental, para lo cual se ha creado en el Congreso
Nacional una Comisión Bicameral Permanente del Digesto Jurídico Argentino encargada
de la aprobación de las actualizaciones.Asimismo, pasados cinco años de la publicación de una ley en el Boletín Oficial, la misma
se incorpora al sitio Web del Digesto Jurídico Argentino, encuadrándola en la categoría
que corresponda.
El Digesto Jurídico Argentino es una compilación que ha depurado nuestro sistema
normativo y nos ha dejado libre de incómodas interpretaciones que desde hace décadas y
décadas han caído en el desuso.
A solicitud del Consejo Directivo del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal,
y en sesión del Instituto de Derecho Constitucional de fecha 10 de noviembre de 2014 se
nos solicitó a los miembros una Opinión Jurídica Individual del Digesto Jurídico Argentino
en relación al Link www.boletínoficial.gob.ar/DJA20140616.htm, y sobre el apartado H:
En primer lugar, recalco que la opinión de esta profesional será sencilla, porque considero
que dar un concepto acabado del mismo sería adentrarme a un devenir, a un futuro
imposible de explorar.Considero, además, que todo cambio trae implícitamente una reacción y hasta un rechazo
que los seres humanos, muchas veces, ya sea por ignorancia, acotada intensión, arbitrario
pensamiento y/o incluso opiniones extremistas daremos siempre una nefasta situación hacia
el futuro; no es mi caso, ya que mi experiencia de vida me ha demostrado que la historia
siempre dice la verdad, cueste lo que cueste entenderla. La historia y la sucesión de la vida
darán la verdad sobre cada nueva situación que se nos plantee. En consecuencia no será de
mi parte una opinión nefasta del apartado H del cual me solicitan mi opinión, sino que,
además, considero al Digesto Jurídico Argentino como una innovadora y creadora reunión
cronológica de las normas Argentinas preexistentes, depurando claramente las normas no
vigentes y dando así, una aliviada forma jurídica real de lo que se debe aplicar al momento
presente.El Digesto Jurídico Argentino ha sido creado por Ley 24.967 para ser finalmente aprobado
por la Ley 26.939. Todo su trabajo fue monitoreado por el Congreso Nacional, situación
esta que surge del sistema Democrático Argentino, por ende
expulsar del sistema
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normativo Argentino normas que han caducado por diferentes motivos, nos aclara el
presente y nos libera hacia el futuro.El Apartado H del link de referencia o mejor dicho: Constitución de la Nación Argentina
LEY H-0001 reúne dentro de si, no sólo a la Constitución de la Nación Argentina sino que,
además, lo integran normas que en su consecuencia se han dictado en salvaguarda de los
principios fundamentales, cimientos de nuestra Carta Magna.Es así, que se encuentran entre otras normas: la Ley para la Política Indígena y apoyo a las
Comunidades Aborígenes; Ley de Consulta Popular vinculante y no vinculante; Ley 26397
de Creación bicameral que investiga irregularidades en declaraciones juradas de venta al
exterior de productos agropecuarios; Ley 26485 que protege y previene la violencia contra
la mujer en los ámbitos donde se desarrolle; Ley 26690
de Resarcimiento para
damnificados del atentado a la Embajada de Israel; Ley 26691 de Preservación y
señalización donde se hayan cometidos crímenes de leza humanidad ( terrorismo de
estado); Leyes de creación de nuevos Juzgados Federales; etc.En breve síntesis: El apartado H es una innovadora forma de ver a los principios generales
del Derecho Constitucional reunidos y aplicándoselos a la vida cotidiana, tales como los
principios inalienables del respeto a la vida y dignidad humana y a su protección esencial;
proteger los alimentos agropecuarios y su exportación un bien de todo habitante del suelo
Argentino y su desarrollo, creación de nuevas Jurisdicciones Nacionales, entre otros. Solo
resta que la ciudadanía se acostumbre a ver en forma reiterada los principios fundamentales
del Derecho Constitucional – que incluso desconoce y/o ha perdido - en forma de leyes y su
adecuada aplicación a cada caso concreto. Esto evitará un dispendio jurisdiccional y una
correcta aplicación de las normas que en su consecuencia se dicten hacia el futuro.
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Opinión de la Doctora Margarita Fernández
Para poder emitir una opinión acerca del Digesto Jurídico, sobre todo en materia
constitucional, sería conveniente entender de qué se trata este producto que es considerado
la base para la democratización del Derecho.
Desde la sanción de la Constitución Nacional, conjuntamente con la creación del Estado
Argentino, comienza una abundante producción normativa, la cual era necesaria para poner
en funcionamiento las instituciones previstas en la Constitución Nacional. La cantidad de
normativa existente, en ocasiones, hizo difícil que la ciudadanía pueda tomar conocimiento
de ellas y menos aún cumplirlas.
El crecimiento de la población, los avances tecnológicos, la aparición de nuevas
instituciones, nuevos derechos y nuevas relaciones jurídicas
trajo el crecimiento
desmesurado de normas, es lo que actualmente se da en llamar “inflación legislativa”, esto
no significa que las normas sean nocivas para la sociedad, al contrario, es un logro muy
importante para el hombre que, en el siglo 21, se le hayan reconocido un cúmulo de
derechos inherentes a su calidad de persona humana, el problema radica en no provocar un
desequilibrio en el ordenamiento jurídico, sobre todo en materia constitucional, que genere
confusión y duda en la efectiva aplicación de las normas relativas al reconocimiento de
derechos constitucionales.
Con el propósito de resolver el problema de la inflación legislativa, que en muchos casos se
manifestó en “contaminación legislativa” es decir, la existencia en el sistema de normas que
no estaban en vigencia; surge el Digesto Jurídico.
El Digesto Jurídico, se origina a fines de la década del noventa y se concreta, aunque aún
no entro plenamente en vigencia, en mayo de 2014.
Digesto proviene del latín “digestium” lo que significa ordenar, distribuir. Es decir el fin
del digesto era ordenar, sistematizar, derogar y fusionar la normativa vigente.
Para llevar adelante esta tarea se utilizó la técnica de la “Consolidación” , esta consiste en
integrar en el acto de base, todos los actos modificatorios, debiendo previamente haber
realizado un análisis crítico del texto, tanto desde el punto de vista de la coherencia interna
del acto, como desde el punto de vista lingüístico. La integración constituye una tarea de
reformulación integral de la legislación.
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La tarea a realizar requirió del auxilio de otras disciplinas, y se logro el objetivo propuesto,
que era eliminar una cantidad importante de textos de leyes o de otras normas que poseían
fuerza de ley, sobreabundantes y mal coordinadas entre sí o que presentaban contradicción
en sus contenidos, o superpuestas en el tiempo sustituyéndolas por un único texto pero sin
introducir modificaciones sustanciales en la legislación.
Además para seguir manteniendo el orden y la sistematización del sistema normativo, se
crea la Comisión Bicameral Permanente del Digesto Jurídico que empleando los mismos
métodos mantendrá el Digesto actualizado.
Se cambio la numeración de las normas y se las agrupo por materias.
La materia constitucional fue identificada con la letra H, en ella encontraremos, según el
criterio antes descripto, las leyes y decretos leyes que reglamentan o establecen las
instituciones y derechos constitucionales.
Conforme al análisis realizado, considero que el Digesto cumplió con su objetivo, es decir,
ordeno, sistematizo y fusiono, pero los inconvenientes se van a generar en su efectiva
aplicación.
En primer lugar, el cambio que se genera, en cuanto a la nueva nomenclatura y numeración,
requiere un tiempo para que tanto la sociedad como los juristas internalizen el sistema, lo
que podría provocar, en lo inmediato, confusión y desorden en cuanto a la aplicación
efectiva de la normativa.
Considero que además de fusionar las leyes, es decir, la ley originaria se reformula con las
reformas posteriores, por ej. en la ley 346 de ciudadanía, se introduce la posibilidad de
ejercer el derecho al voto a los 16 años, conforme a la modificación de la ley 26.774.
Debería haberse recomendado la actualización de ciertas leyes que, de acuerdo a las
modificaciones introducidas en la reforma de 1994 a la Constitución Nacional, quedaron
desactualizadas y sin embargo siguen vigentes, considerando que uno de los objetivos del
Digesto es mantener la aplicación efectiva de la legislación. Ejemplos Acción de Amparo,
ley 16986 o La Auditoria General de la Nación, ley 24.156.
En segundo lugar y posiblemente sea lo que va a generar mayores inconvenientes debido a
que el tema ya ha ocasionado opiniones al respecto, es el trabajo que realizará la Comisión
Permanente del Digesto Jurídico.
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Las funciones de la Comisión serán:
 Analizar las actualizaciones del Digesto propuestas por el organismo de Asistencia
Técnica y, emitir los dictámenes correspondientes para su aprobación por el
Congreso de la Nación.
 Resolver las consultas y las observaciones recibidas, previa recomendación de la
Dirección de Información Parlamentaria.
 Coordinar y supervisar la edición electrónica del Digesto.
 Organizar actividades de difusión y publicidad del Digesto.
Por lo tanto, si entendemos que la Comisión Bicameral es la que mantendrá actualizado el
Digesto, esta tarea la llevará a cabo utilizando el método de integración, es decir deberá
reformular la norma, la inquietud que surge es:
¿Tendrá a su cargo una especie de interpretación de la norma?
En caso que la Comisión Bicameral reformule o interprete, sobre todo en materia
constitucional, ¿Deberá ser considerado por los tribunales al resolver un caso concreto? O
¿el juez podrá seguir aplicando su criterio sin considerar el dictamen de la Comisión sobre
la norma?
¿La Corte, como intérprete final de la Constitución, se encuentra de alguna manera
condicionada por la tarea que realiza la Comisión Bicameral del Digesto Jurídico?
La función de la Comisión Bicameral consiste en actualizar, reformulando la norma en un
sentido lingüístico pero no semántico.
La función de interpretar y aplicar efectivamente la norma la tienen los tribunales y como
intérprete final la Corte Suprema.
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Opinión del Doctor Diego Armesto
I. Introducción.
La ley de transferencia de los servicios de transporte subterráneo y premetro de la
Nación a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue una iniciativa el Poder Ejecutivo
Nacional que tuvo por objeto ratificar el Acta acuerdo en la materia celebrada por ambas
partes el 3 de enero de 2012. De acuerdo a los considerando del proyecto “que cumpliría
con el sistema federal de gobierno”, la decisión se sustentaba en la necesidad de “llevar
adelante una distribución equitativa y justa de los recursos del Estado Nacional”.
Analizada en detalle, esta norma denota que, en lo que a la provisión de servicios
públicos respecta, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires goza de una mejor situación que el
resto de las Provincias que integran el Estado Federal. En este sentido, el Acta acuerdo
busca reafirmar el federalismo establecido en nuestra Constitución Nacional, dejando de
lado las luchas intestinas entre “porteños” y “el interior”, para así cumplimiento a lo
expresado por el mandato constitucional: comenzar una reparación histórica a la violación
flagrante de nuestro sistema federal.
II. El debate Congresional
Resulta interesante el debate que se dio en ambas Cámaras del Congreso de la Nación,
donde pueden observarse las distintas posturas sobre esta cuestión. Empero, más allá de la
finalidad de la norma, lo que se desnudó en ese entonces fue el debate de fondo sobre el
federalismo.
Al respecto, el Senador Bermejo expresó que: “…Interpretando la Constitución
Nacional y las leyes, la Ciudad ya tiene dentro de sus potestades la de regular y controlar
los servicios públicos locales y la transferencia del servicio de transporte de la Ciudad ya
se han efectuado desde la sanción del artículo 129 de la Constitución Nacional y el dictado
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de la propia Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, o Estatuto, o Ley
Base…”1.
Por su parte, el Senador Sanz afirmó: “lo vamos a hacer ahora y lo seguiremos
haciendo hasta el final no asumiendo la discusión del federalismo como una fachada o
como una excusa de coyuntura, sino ─como dije recién─ pensando que cualquier
apelación que exista al sistema federal, desde lo institucional, nos sirve para discutir sobre
el tema. Y, a propósito, bastante poco se ha discutido en los ámbitos institucionales del
federalismo, por lo menos con la profundidad que nos parece que debería hacerse. Es
verdad que lo que se discute hoy no es un proyecto de ley en el sentido propio, que quizá si
lo fuera no tendría tantos reparos. Lo que se discute es la ratificación de un convenio que,
obviamente, tiene forma de ley, pero es un convenio. No obstante, a nuestro juicio, esto no
es un obstáculo para abrir la vía parlamentaria. Lo hemos discutido mucho en el bloque y
confieso que no todos pensamos lo mismo. Y es bueno que haya disenso, porque ayuda a
enriquecernos. Sé que otros bloques no piensan lo mismo, y eso también ayuda. Sin
embargo, nosotros nos hemos definido por aceptar el debate, por abrir esta vía de
discusión, incluso corriendo los riesgos mediáticos actuales de esta Argentina de los
simbolismos, del todo o nada, del blanco o negro o de que acompañar al Ejecutivo en
algún artículo significa acompañar al gobierno en su decisión política. Corremos ese
riesgo, no tenemos problema. Estamos más allá de las interpretaciones mediáticas,
coyunturales, de si uno está a favor de uno o de otro o en contra de. Señor presidente:
nosotros queremos pararnos en este tema con absoluta seriedad, responsabilidad y
racionalidad. Y hemos encontrado que este asunto tiene arraigo constitucional como para
que esta Cámara lo trate. Y lo encontramos en el artículo 75, inciso 2) y también en el
inciso 19) de dicho artículo. Para quien no conozca o no esté avisado de lo que estamos
hablando, el artículo 75, en todos sus incisos, habla nada más y nada menos que de las
atribuciones del Congreso Nacional. Nosotros hemos hallado que este debate está dentro
de esas atribuciones en esos dos incisos…”2.
1
Conf. Senado de la Nación, 3° Reunión – 2° Sesión ordinaria – 21 y 22 de marzo de 2012
2
Conf. Senado de la Nación, 3° Reunión, op. cit.
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Dentro de los argumentos políticos, la Diputada Conti expresó qie: “…Luego de haber
escuchado si el Congreso era o no competente se han hecho presentaciones ante la Justicia
para tratar de interrumpir este proceso de formación de leyes, lo que es absurdo desde mi
punto de vista; luego de haber escuchado si es constitucional o no nuestra actuación; si es
constitucional o no el proyecto de ley que estamos tratando; consideraciones sobre el
carácter contractual del acta acuerdo firmada el 3 de enero entre el gobierno nacional y el
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y su naturaleza jurídica; el tema de subsidios y
colectivos, luego de todo eso, desde el punto de vista jurídico, voy a hacer uso de este
tiempo para fundar la competencia de este Congreso de la Nación. Tal competencia viene
fundada en lo que da razón de ser a nuestra intervención, que es cuando tras la reforma de
1994, el artículo 129 de la nueva Constitución permite abrir el camino a la autonomía de
la
Ciudad
de
Buenos
Aires.
La Ciudad de Buenos Aires no tiene en la historia nacional la importancia de nuestras
provincias, las que fueron preconstituyentes de nuestra Nación. Ellas concedieron algunas
facultades al gobierno central y retuvieron otras. La Ciudad de Buenos Aires va
adquiriendo su autonomía porque se la va otorgando la Nación. Esto hace que su
naturaleza jurídica sea peculiar, y lo será aún cuando tenga la autonomía plena. Según mi
entender, no estamos basados constitucionalmente y legalizados en nuestra actuación por
el inciso 2° del artículo 75 de la Constitución Nacional, que habla fundamentalmente de la
coparticipación. Esto porque no creo que aquí estemos evaluando un traspaso de
competencia; lo que estamos haciendo es devolver a la Ciudad lo que siempre fue de
ella…”3.
A su turno, el Diputado Tonelli reivindicó el Art. 75 inc. 2° de la Constitución Nacional
y manifestó lo siguiente: “…En primer lugar, incluye todas las transferencias que
corresponderían hacer a la Ciudad: no sólo la de los subterráneos, colectivos, premetro y
tranvía, sino también los registros ya mencionados, como el de la propiedad, la Inspección
General de Justicia, los fueros pendientes de transferencia de la justicia nacional, el
Servicio Penitenciario, la Policía Federal –es decir, la Superintendencia de Seguridad
3
Conf.
4a.
Reunion
3a.
Sesión
SESIÓN
ORDINARIA
(ESPECIAL)
28/03/2012
http://www.hcdn.gov.ar/secparl/dtaqui/versiones/index.html
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Metropolitana, inmuebles ferroviarios en desuso, el puerto y la competencia y la
jurisdicción para regular todo lo relativo al juego. Nuestro proyecto también incluye la
celebración del convenio que es necesario realizar de acuerdo con la ley 24.588, el que
debería ser suscrito entre la Nación y la Ciudad a fin de acordar los detalles referentes a
la transferencia y, particularmente, la reasignación de los recursos que debe realizarse
según el inciso 2° del artículo 75 de la Constitución…”4.
Por otra parte, el Diputado Negri abordó de una manera certera la herida que tiene en la
actualidad el federalismo e hizo especial hincapié en la forma en que desde hace años se
atenta contra el mismo: “…queremos señalar que no nos sumaremos al debate en torno del
virulento federalismo ejercido desde el gobierno nacional. Sin importar al partido político
al que pertenecemos, todos sabemos que desde hace rato vivimos con un federalismo
invertido: concentración de recursos hacia arriba y drenaje mínimo hacia abajo. Se trata
de la pérdida de derecho de las provincias, de concesión de responsabilidades nunca
recuperadas, de un 75 por ciento de recursos que maneja la Nación mientras que a las
provincias les queda el 25 por ciento restante. No entraremos en una pelea, pues ya
demasiado dolor hay entre provincianos y capitalinos. Nosotros ratificamos la política de
subsidios, pero realizada con transparencia, no aquella que durante diez años ha sido
escondida debajo de la prórroga de la ley de emergencia, que permite efectuar una
distribución discrecional entre hijos, amigos y empresarios. Tal política de subsidios
desiguala. Nosotros reclamamos una distribución equitativa a lo largo y a lo ancho del
país. No nos oponemos porque sí; lo hacemos porque se han ido por el colador miles de
millones de pesos sin que haya existido una respuesta al respecto…”5.
Habida cuenta de lo recientemente reseñado, lo que nos debería llamar poderosamente
la atención es que el federalismo no se zanja con la simple transferencia de competencias,
servicios y funciones al estado autónomo o a una provincia, sino que el federalismo, sino
indefectiblemente con el cumplimiento de nuestra Carta Fundamental. Es casi imposible
entender y explicar que, a la fecha, la República Argentina distribuya sus recursos de
4
Conf. 4a. Reunión 3a. Sesión, op. cit.
5
Conf. 4a. Reunión 3a. Sesión, op. cit.
12
acuerdo con una Ley dictada en enero de 1988 (Coparticipación Federal de Recursos
Fiscales). Para cumplir eficaz y eficientemente con los principios del federalismo es
necesario aggiornar la mentada normativa a los tiempos que corren.
“Más federalismo” implica que la distribución de fondos “ se efectuará en relación
directa a las competencias, servicios y funciones de cada una de ellas contemplando
criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un
grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el
territorio nacional”. Por tal motivo, resulta necesario dilucidar y expresar claramente que
no se puede usar nuestro texto político para luchas intestinas, sino que debe primar la
cordura, la responsabilidad y la inteligencia suficientes que permitan un mejor desarrollo y
más y mejor calidad de vida a todos los ciudadanos en condiciones de igualdad y
universalidad.
III.Conclusión
Coincidimos en el hecho de que no tiene razón de ser que un habitante de nuestro vasto
territorio esté financiando los servicios públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
pero debemos contemplar que ese ahorro del Estado Nacional se vea reflejado en una mejor
distribución de los fondos al resto de las provincias, que efectivamente conlleve verdadero
“sabor a federalismo”.
Nuestro Constitución es sabia y clara, motivo por el cual la misma establece que “No
habrá transferencia de competencias, servicios o funciones sin la respectiva reasignación
de recursos, aprobada por ley del Congreso cuando correspondiere y por la provincia
interesada o la ciudad de Buenos Aires en su caso”. De esta forma, el federalismo implica
necesariamente una reasignación de recursos. Esta previsión busca evitar que el Gobierno
Federal, sea del partido que fuere, no pueda, bajo ningún aspecto, tirar por la cabeza del
estado provincial determinados servicios, funciones y competencias que lo exceden, sólo
por ser de otro signo político o como herramienta de presión política.
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Dicha situación no es una total novedad, sino que ya hemos experimentado algo similar
durante la década del ’90, cuando la administración federal transfirió la educación y la
salud a los gobiernos provinciales, sin ningún tipo de recursos, llevando a la grave situación
de precariedad y pauperización del sector que hoy se vive en todo el territorio nacional.
Resulta fundamental interpretar el nuevo paradigma del federalismo constitucional, que
no es ni más ni menos que el federalismo de concertación. En algún momento, se debe
debatir de verdad el federalismo. Basta de imposiciones y de humillaciones. El
Convencional Constituyente de 1994 buscó reivindicar el verdadero federalismo, ese que
debe ser entendido en términos de “hoja de ruta” para la Nación en su conjunto. El
federalismo bien entendido no sólo marca el “hacia dónde vamos”, sino que implica
también una constante búsqueda de acuerdos y consensos para, así, no repetir malas
experiencias no muy lejanas que son una señal de alerta para toda la sociedad Argentina.
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Opinión de la Doctora Estela Crivellari Lamarque
En la Sección H del Digesto aprobado por ley 26939, se encuentran compiladas las leyes
que se han considerado atingentes al Derecho Constitucional.
En realidad, todas las leyes tienen un fundamento último en la Ley Suprema de la Nación.
Sin embargo, hay algunas normas que se destacan por reglamentar los derechos y garantías
fundamentales. Pero el mencionado Digesto, en la mencionada Sección, además de las
citadas normas ha adicionado cuestiones de Derecho Administrativo, atento que han sido
dictadas para la organización eficiente del poder legislativo, y judicial. Estas normas no
difieren de normas de estructura de organismos el poder ejecutivo, las cuales han sido
calificadas dentro de la Sección ADM correspondiente al Derecho Administrativo. Por ello
se estima que media aquí una cuestión metodológica muy importante, por cuanto existen en
la Sección “H” 155 leyes que se refieren a Estructura, Organización o Traslado, o Fusión, o
Separación de Unidades Orgánicas del Poder Judicial Federal. Estas cuestiones –cuando se
refieren al poder ejecutivo, y aunque sean dispuestas por leyes - figuran en la sección
ADM.
Si estas normas cambiaran de Sección, quedarían en la Sección concerniente al Derecho
Constitucional sólo
las que se refieren a la materia constitucional de fondo, y
fundamentalmente las referidas a los derecho y garantías fundamentales y derechos
humanos, como se dijo al principio.
Entre estas, se pueden mencionar las leyes de ciudadanía, capitalización de la Ciudad de
Bs.As., símbolos nacionales y emblema nacional, leyes de amparo y de habeas corpus,
derecho de reunión, ley de acefalía del PEN, control de constitucionalidad, derechos de las
comunidades aborígenes originarias, posesión y propiedad de las tierras ocupadas por las
comunidades originarias, Convención sobre todas las formas de discriminación racial,
transferencia de competencias judiciales a la CABA,
penalización de actos
discriminatorios, Convención sobre derechos del niño, Protección integral para prevenir ,
erradicar y sancionar la violencia cintra las mujeres, protección integral de los derechos de
las niñas, niños y adolescentes, Pacto sobre Derechos Económicos, Civiles y Culturales,
Pacto sobre Derechos Civiles y Políticos, Convención contra la Tortura y penas
degradantes, Sistema Nacional de prevención de la tortura y tratos o penas crueles y
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degradantes, Creación de la Defensoría del Pueblo, régimen de la iniciativa popular,
Consejo de la Magistratura,
Protección de datos personales, consultas populares
vinculantes y no vinculantes, política migratoria, delegación legislativa, promulgación
parcial de las leyes , decretos de necesidad y urgencia, etc.
Por su parte, cabe señalar que existen instituciones de máxima trascendencia jurídica, en el
ámbito de nuestro estudio, y que han sido superadas en la estrictez de sus disposiciones,
sobre todo a partir de la Reforma constitucional de 1994, que obviamente están incluídas en
el Digesto y requerirían de modificación para adaptarse at texto de la norma supralegal
(CN) y a la interpretación dela CSJN a raíz de la interpretación efectuada sobre normas
constitucionales: Tal el caso de la ley 48 que en su art. 14 regula el recurso extraordinario
federal, que hoy es uniformemente admitido también en los casos de sentencias arbitrarias,
que por serlo resultan violatorias del art 18C.N. ; y de la ley 16986 regulatoria de la acción
de amparo, que circunscribe su ámbito de aplicación a los actos de los poderes públicos,
cuando el art 43 dela CN reformada lo admite también para los actos de los particulares, o
cuando la restringe a la inexistencia de otra vía judicial y el texto constitucional lo admite –
para casos de urgencia – aún existiendo otra vpia procedimental.
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