Incidente de nulidad Soberón, Ana Dolores en auts - Sobrerón, Ana Dolores sobre averguación de delito.opt

Anuncio
Ministerio Público Fiscal de la Nación
Planteo Nulidad de la designación de coniuez; inconstitucionalidad e
inconvencionalidad de la ley 27.145, de la resolución No 194115 y la Acordada
68/15
-
CAUSA: "Incidente de Nulidad de Soberón, Ana Dolores en autos: Soberón, Ana
Dolores S Averiguación de delito ". Expediente No FTU 294511201214lCA3.-
ANTONIO GUSTAVO GÓMEZ, Fiscal General ante la
Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, en los autos del rubro, a los Sres.
Jueces de esa Cámara respetuosamente expongo:
1.- 0bieto.Que, luego de notificarme del proveído de fecha 28 de Julio
del corriente año (fs. 87) por el cual se dispone que ese cuerpo colegiado, a los fines
de este expediente judicial, quedará integrado además de los magistrados Marina
Cossio y Ernesto Clemente Wayar, por el Secretario de esa Cámara Federal Dr.
Marcelo Fabián Herrera, quien se encuentra en la lista de conjueces que a tal efecto
confecciona el Poder Ejecutivo Nacional conforme Decreto 32412015.
Al respecto, vengo a plantear la nulidad de la designación del
Dr. Marcelo Fabián Herrera para intervenir en la presente en calidad de conjuez,
como también la inconstitucionalidad e inconvencionalidad de la ley 27.145, la
Acordada de la Cámara Federal No 68115 y la Resolución del Honorable Consejo de
la Magistratura No 194115, en virtud de los arts. 167 inciso 1; 169 y 170 inciso 1 del
CPPN.
Fiscalía General ante la Cáninra Fcderal de Apciacioiles de l'u~uiiiáii.
Las Piedi-as No418 Piso 3re - C1' 't'400013KJ. Saii Miguel de 'I'ucumáil, 1-ucuiuiPn
'I'clefax (038 1) 4 3 1 1 765 1 072
11.- Nulidad de la designación del Secretario Dr. Marcelo Herrera en calidad de
Coniuez.
Que habiendo sido notificado de la providencia de fecha 28
de julio de 2015, en cuanto pone en conocimiento de las partes la nueva integración
de la Cámara en estos actuados (con el Dr. Marcelo Fabián Herrera en reemplazo de
la inagistrada Graciela Femández Vecino quien recientemente se retiró por
jubilación), vengo por la presente a plantear la nulidad de la constitución del tribunal
-e11 los términos del art. 167 inc. l o ; 169 y 170 inc. 1 del Código Procesal Penal de
la Nación-, por encontrarse en violación a la garantía del juez natural y a los
principios de preclusión, progresividad y economía procesal. Todo ello, en virtud de
que el Dr. Marcelo Fabián Herrera no fue designado conforme el procedimiento
constitucional establecido y a las consideraciones que pasaré a exponer en las
alegaciones sucesivas.
Que, aunque sobreabundante, pongo de resalto que entre mis
funciones, además de la defensa de la legalidad y de la representación de los
intereses generales de la sociedad (art. 120 de la Constitución Nacional), se
encuentra la de representar el interés público en todas las causas, velar por la
observancia de la Constitución Nacional y las leyes de la República, velar por el
efectivo cumplimiento del debido proceso legal y defender la jurisdicción y
coinpetencia de los tribunales (art. 25, incisos a, b, g, 11 y j, de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, No 24.946).
Entiendo que la nueva constitución de la Cámara Federal,
mediante la designación del Dr. Marcelo Herrera (cfr. Acordada 68/15 de la Cámara
Federal de Apelaciones de Tucumán en uso de atribuciones conferidas por la
Resolución No 194/15 del Honorable Consejo de la Magistratura), afecta
abiertamente las garantías constitucionales del juez natural y del debido proceso
legal (art. 18 y sus correlativos de los Pactos Internacionales previstos en el artículo
75 inciso 22, ambos de la Constitución Nacional), así como la correcta
administración de justicia; y configura un supuesto innegable de gravedad
institucional. En vez de asignarse a este caso un juez que haya sido nombrado de
Ministerio Público Fiscal de la Nación
acuerdo a nuestra Constitución, se le asigna otra sin que reúna los mencionados
requisitos.
De las normas constitucionales y convencionales surge el
imperativo de que a los justiciables no se les puede sacar el juez de la causa, coino
así también que gozan del derecho a que el proceso penal, aún en su faz ejecutiva, se
desarrolle de manera regular y legal. La designación de Herrera deja inenne al
interés público que represento.
Resulta ésta la oportunidad procesal para la adecuada tutela
del debido proceso, en tanto el avance jurisdiccional en detrimento de las garantías
invocadas, provocaría un gravamen de insuficiente, iinposible o tardía reparación
ulterior.
Si bien sabemos que el instituto de las nulidades procesales
se rige esencialmente por los principios de especificidad e interpretación restrictiva,
por lo tanto, debe reservarse la sanción para una efectiva indefensión ya que el
proceso no es un instituto solemne y frágil que se desmorona ante la primera
infracción forinal, la doctrina y la jurisprudencia dominante han sostenido que, para
la declaración de nulidad de un acto procesal, la irregularidad que la sustenta, debe
impedir cumplir su finalidad específica ocasionando al damnificado un perjuicio
irreparable, por lo que en caso contrario, dicho instituto se convertiría en un mero
ejercicio acadéinico sin trascendencia ni beneficio para el proceso. De allí que no
puedo dejar pasar la actuación de un juez que no ha sido designado de acuerdo al
Derecho Procesal Constitucional
El estudio de la nulidad de los actos jurídicos en el inarco del
proceso penal, constituye un tema de iinportailcia nodal por su utilidad práctica, y
por cuanto observamos que en la práctica una gran casuística versa sobre el
particular.
En el proceso penal el acto jurídico suele producir efectos
sinalagrnáticos o bilaterales, también e11 ocasiones implica al menos de una sola
declaración de voluntad, pero en cualquier caso siempre resulta vinculante, por lo
l..iscalío Ciciiclol ante la Cáiuuia 1*eclcirtlde /!~~clacioiiesde ?ucui~riii,
1.a~I'icdias N" 4 18 Piso 31-c - C'1' 1'400013115, Slii1i h4igiicl de 'l'~icuiiián,1 uc~iniiiii
I'clcfa\ (038 1) 4 11 1 765 i 072
cual
deberá
tratarse
de
procesalmente
Cuando dicl-ios actos, por estar
inmaculados.
o viciados no surten los efectos
queridos o esperados por las
a la ineficacia, es decir, la
ausencia total o parcial de los
A modo de
is, podemos precisar respecto del instituto
de la nulidad en sede penal, las
* Que la
considerada por la doctrina mayoritaria
coino una sanción procesal por
la invalidez de un acto, privándolo
de los efectos producidos o
Precisamente ese es el contenido
material de la sanción de
Y lo hago en protección a los
derechos futuros que
este desacierto.
*
En principio
sanciones procesales son siempre de
interpretación restrictiva y con regulació
Tal cual ocurre en este caso por
imposición del art. 167 inciso 1 ; art. 169
* La nulidad, es c
corrientemente como la sanción
procesal por antonoinasia, siendo su
antes lo apunté, la invalidez
y en consecuencia la ineficacia
Trátese aquí tanto la
acordada 68115 a la que infra me
*
f
Cuando un act procesal es declarado nulo sus efectos
podrán alcanzar expansivamente, actos an eriores, posteriores y/o conteinporáneos.
En lo particular,
acuerdo del Senado de la Nación como
Herrera no cuenta con
ha superado los estándares de un
concurso público de antecedentes y
le permitan cubrir, al menos, los
mínimos requisitos para ser Juez de
tanto, su desirnación es nula.
A continuación paso a desarrollar los tópicos que
fundamentan este planteo.
111.- La Acordada No 68/15 de 14 Cámara Federal de Tiicumán.
La designación de. Dr. Marcelo Fabián Herrera como Juez
de la Ciinara Federal de Tucumán hechg por la Acordada 68/15 del tribunal ya
-
1 ",
I
I
1
4
"'
~
-
,
-*
,-
-
-
.. "
"
~
~
~
I
~
I
f2E,!blq5FjJ-
/
,
, ~ , i i i i i r r ~ .I,LL~I<L<
"
,.
-&
/
-.
(\ Y ~ ~) ~ J~ I '
..&-,A%
n
/y/
Ministerio Público Fiscal de la Nación
heinos dicho que es nula. En mérito a la krevedad valen aquí los argumentos que
serán expuestos en los acápites siguientes para sostener la inconstitucionalidad y la
inconvencionalidad de la ley 27.145 y la Resolución 194115 del Consejo de la
Magistratura pero además, y para el supuesto de que tales normas se consideren
válidas, la inencionada acordada contradic : la voluntad del legislador federal y los
Sres. Consejeros. Veamos:
a). Entrando a analizar las contradicciones de la mencionada
Acordada y en el supuesto de cubrir la ausencia de magistrados hay que decir que
esta causa vinculada a delitos de lesa huinaidad, resultaría necesario designar tres
(3) conjueces ya que a la vacancia hay dos excusacioiles más. Salvo la conjetura dc
que los jueces Wayar, Cossio y ahora Herrera resolverán en el futuro por
En
definitiva, predecir como lo hace la Cámara Federal de Tucuinán también resulta
iiiconstitucional.
b). La Cáinara Fec.era1 sostiene coino argumento para la
designación del Dr. Herrera que se echa mano al Decreto del Poder Ejecutivo
Nacional 324115 porque "Se tornaría un lroceso harto dificultoso, puesto que en
cada caso sería necesario notificar previainvnte a las partes la necesidad de integrar
al tribunal". No es cierto que la notificaciór sea previa sino posterior, por cuanto las
reglas procesales facultan a las partes a plantear la recusación si es que existe algún
motivo. Entre ellos la metodología usada pa.ra su designación.
c). Otra contradicción en la que incurre la acordada está en
que, al asumir ella la decisión de la designación del subrogaiite, arguineiita en
contrario de lo establecido en el sisteina an:erior donde las designaciones la l~acíala
1
propia Cáinara Nacional de Casación Pelal. No recuerdo que ese sisteina hoy
i-
objetado, haya sido cuestionado en exp diente alguno por el mismo tribunal
l
tucuinano.
4
d). La objeción a esignar un Juez que integre el Tribunal
h
para resolver este planteo que tenga acuer o del Senado de la Nación y haya sido
examinado por el Consejo de la
coiistitucionales
-
no resulta imposible.
9
agistratura previamente
-
b'
J
i.p.c*
//
unanimidad, no se entiende el porqué de la limitación a un (1) magistrado.
~
requisitos
sólo podrían hacerlo algunos de los
'I'clefax (038 1 ) 4 3 1 1 705 i 072
5
~
/
inagistrados de la primera instancia, sino además cualquiera de los integrantes de
los riibunales orales de la jurisdicción.
e). La designación de Herrera no fue hecha por sorteo entre
la lista de conjueces del Decreto 324115, coino hubiera correspondido a un acto de
iníniina transparencia. Por el contrario, su designación fue hecha de modo
específico por su calidad de Secretario de esa Cárnara Federal, y hay aquí una
objeción mayor: el Dr. Herrera debe reunir los requisitos de i n d e p e n d e a
individual, institucional, de&
(de derecho) y de facto (de lieclio). Un secretario
difícilmente pueda defender una posible disidencia, pues como dice la acordada
68/15 sigue manteniendo su dependencia como relator e institiicional
como subordinado a los propios jueces con los cuales debe disentir de darse el
caso. Aún más, ni siquiera tiene independencia de iiire por cuanto así como se
Bo proclama, así puede ser destituido: con una simple acordada.
Por todo ello redunda en que el Dr. Herrera no tendrá la
i n d e p e i i d e n c i a suficiente que nos exigen los pactos internacionales
de rango constitucional coino la Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre, art. 26; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 14
inciso 1 ; la Convención Americana sobre Dereclios Humanos "pacto de San José de
Costa Rica", art. 8 inciso 1; la Declaración Universal de Derechos Humanos, art.
1o.
]V.- Reemplazo de un Jiiez excusado. Vinciilación del procedimiento a la
Constitiición Nacional y Convenciones Internacionales.Ya es sabido que la Dra. Graciela Fernández Vecino, quien
fuera inagistrada de esa Chinara Federal, renunció al cargo por haberse acogido al
beneficio jubilatorio. Ante esta situación, la Sra. Presidente de la Cámara Federal
resolvió el día 28 de Julio de 2015 cubrir esa vacante con el Secretario de ese
cuerpo colegiado Dr. Marcelo Fabián Herrera, quien se encuentra en la lista de
conjueces confeccionada por el Poder Ejecutivo Nacional en virtud del Decreto
32412015. La Cámara Federal lo designa mediante Acordada 68/15 para los casos
en los que se investigan delitos de lesa humanidad.
-.
,
7 -u
.
--&
e.m,&
.l. &a.,
*-----
IOP4~<(.~ii?
i i"!o
Ministerio PLblico Fiscal de la Nación
Ahora bien, corresponde establecer si
CRF\~T~~\
N i n , s t r , r ~príhlit,O
rj
f-is~al
,,','f-J,,f-p,i
/
esign-cdyjg--acio~~
secretario, Dr. Herrera, para reemplazar a un Juez de Cámara ausente
-
sea por
vacancia, excusacióil etc - se ajusta a la legalidad y constitucionalidad que requiere
el noinbrainiento para la tarea de administrar justicia.
Hasta el inoineiito, situaciones de este tipo se venían
resolviendo mediante un sorteo eii igualdad de condicioiles que se realizaba en la
Cámara Nacional de Casacióii Penal (ley 26.376), iio obstante, según el nuevo
sistema iiistaurado por la Ley 27.145, el Consejo de la Magistratura -un órgano que,
por disposicióil de la Carta Magna, posee integración parcial proveniente de
órganos políticos-, debería definir quién quedará a cargo de administrar justicia. Y
para ello, podría elegir, sin orden de primacía, discrecionalmente y con siinple
mayoría de los miembros presentes del cuerpo, entre jueces de igual jurisdicción o
coinpetencia o abogados y secretarios judiciales que, sin concurso previo, sólo
cumplieron con el requisito de insci-ibirse en una lista, después aprobada por el
Congreso y el Poder Ejecutivo.
Así las cosas, no hay dudas que, con respecto a los abogados
y secretarios iiiscriptos e11 las listas, hay un requisito fijado para acceder a cargos de
jueces permanentes, que está ausente. No se prevé, para ellos, la designación previo
concurso público, esto es, la prueba de idoneidad que exige la Constitución
Nacional (art. 114, 3 párrafo).
Pai-tiendo de esa preiiiisa, existen varios factores que tornan
irrazonable la facultad discrecioilal reconocida al Consejo de la Magistratura de
poder elegir a cualquiera de ellos, e11 cualquier situación. Y más insostenible es
aún si se delega en las Cámaras Federales ya que la ley invocada no hace
referencia alguna a ella.
Primero, sobresale el hecho de que esta manera de
designación no prevé ningún sisteina de prelación que otorgue primacía a los
magistrados de igual jurisdicción o coinpetencia noinbrados el1 sus cargos segúii lo
prevé la Constitución Nacional, por sobre los abogados o secretarios que no reúnen
esa característica.
Fiscalía (ieiieial at-ile 111 Cáiilnia 1.cdcinl dc Ayclriclones dc 1ucuii1iii.
IdasT'icdi-as No 4 1 S Piso 3i-c - ('1' 1'4000131iJ,San hlliguel tic l'iicuiiián, iticui~iáii
I'clcfax (058 1) 1 3 11 765 1 U72
i'
La cuestión es fundamental, pues si como dijo la Corte
Suprema en el fallo "Rosza" - considerando 16 -,un régimen de contingencia como
éste, debe tender a respetar, de la mejor inanera entre las posibles, los principios y
valores que haceil a la naturaleza y esencia del Poder Judicial en un Estado
Constitucioiial de Derecho, adaptandolos a las particularidades de excepción de un
mecanismo de suplencias. Entonces, la selección de estos magistrados tiene que
estar presidida de un criterio de razonabilidad y resulta elemental sostener que, de
existir posibilidades funcionales y reales de cubrir la vacancia con un juez
permanente, aquella debe, como mínimo, ser la primera opción, antes que acudir a
alguien cuyo noinbrainiento es ajeno al procediiniento constitucional.
El criterio esbozado en esta presentación, de ninguna
manera es novedoso desde la perspectiva jurisprudellcial ni desde la legislativa.
Al respecto, "Coino se advierte, la nueva ley deja en manos
del Consejo de la Magistratura la facultad de elegir entre un juez o un miembro de
la lista de conjueces ... la concesión legislativa de tales facultades discrecionales
transgrede los arts. 18; art. 99, inc. 4, 108, 109, 114, inc. 6 y conc. de la
Constitución Nacional, en tanto de aquí en más, le permite al Consejo prescindir de
la prerrogativa constitucional de que sean, en primer lugar, los magistrados de igual
competencia quienes deban asumir las subrogancias" (Expte. 9 1 1612015 "Uriarte",
resolución del 02/07/2015; Juzgado en lo Civil, Comercial y Contencioso
Adininistrativo Federal de la Plata no 4).
Vuelvo a reiterar que los anteriores sistemas no presentaban
este problema. La ley 26.376 (derogada por la actual), expresaba al respecto: "... En
caso de ... excusaciones ... el Consejo de la Magistratura procederá a la designación
de iin subrogante de acuerdo al siguiente orden: a) Con juez de igual competencia
de la misma jurisdicción ... b) Por sorteo, entre la lista de conjueces ..." (art.1).
Lo irrazonable del procedimiento es evidenciado además
por otras circiinstancias: para seleccionar el subrogante se requiere el voto de
una mayoría absoluta de los miembros de la Cámara Federal de Tucumán,
menor exigencia de la que se prevé para el Consejo de la Magistratura de la
Nación y, en casos de jueces permanentes, para remitir ternas de candidatos a
decisión del Poder Ejecutivo; candidatos éstos -vale agregar- que previamente son
7
-'-
1!
,
.<@A. .-.. <c
, ; , , , " l,j : c '
,
,
,5$;4c,>,2/
x.Ai/4,
,
:i
IL.Jj#;,
!-..l.?:
!.YL
I
J,
+
,.>
., , ) ,
,\
,,
',
'
y;/
/'
evaluados en coiicurso público y por sus antecedentes, entre otras cosas (ver Ley
24.937, art. 7, inc. 7).
Frente a semejante escenario, la cuestión se agrava si se
hace notar que el sisteina ni siquiera acude a inecaiiisinos de elección transparentes,
coino podría ser un sorteo en paridad de coiidiciones, apartándose, tainbién en este
punto, del criterio empleado en otras disposiciones legislativas sobre la inateria.
Así, por ejemplo, el artículo 22 del Decreto-Ley 128511958 ratificado por la Ley 14467 y sus inodificatorias-, al establecer el inodo de
integración de la Corte Supreina, dice que "... eil los casos de recusacióil,
excusación, vacancia o licencia de alguno de los miembros de la Corte Supreina de
Justicia de la Nacióii, este tribunal se integrará, hasta el núinero legal para fallar,
mediante sorteo entre los presidentes de las cámaras nacionales de apelación en lo
federal de la Capital Federal y los de las cámaras federales con asiento en las
provincias. Si el tribunal no pudiera integrarse inediaiite el procediiniento previsto
en el párrafo anterior, se practicará un sorteo entre uiia lista de conjueces, hasta
coinpletar el riúinero legal para fallar. Los conjueces de la Corte Supreina de
Justicia de la Nación, e11 iiúinero de diez (lo), serán designados por el Poder
Ejecutivo coi1 acuerdo del Senado".
El propio decreto-ley en cuestión, al fijar el inodo de
integración de las Cámaras Federales, empleaba un sisteina donde se consideraban
tanto la debida primacía de los jueces con jerarquía inmediata inferior a la Corte
sobre los que iio la tenían, coino la transparencia en la elección, que se realizaba por
sorteo (art. 3 1, texto según Ley 23.637, actualmente derogada).
Con todo, las especiales características del sistema, al inenos
aplicadas al caso concreto, revelan su incompatibilidad con los principios
constitucionales que deben observarse en plenitud y que más adelante desarrollaré.
La Corte ha diclio que el gobierno está facultado para
sancionar las leyes que considere convenieiltes, sieiilpre que tal legislacióii sea
razonable y no desconozca las garantías o las restricciones que iinpone la
Constitución, pues no debe darse a las liinitacioiies constitucionales una extensión
que trabe el ejercicio eficaz de los poderes del Estado (Fallos: 171 :79).
9
1
" :Y
f'isccilí;~(icncial ni~tc1;i C"á1iuiiri I:t,dci¿tl cic Apclaciolics clc 1ucuiuríii.
1 ~ 1)ieclrns
s
No 418 I'iso 31-c- ('1>'1'400013115. San Migitcl <le'I'~ici~iiihn,
?ucliniin
'fclcfax (038 1 ) 4 3 1 1 705 / 072
9
. 4>--<<,~"
:c, /'
1 :,
i
Ministerio Público Fiscal de la Nación
,,
x
P
Por ello, la racionalidad de las decisiones legislativas,
entendida e11 el nivel de adecuación de medios a fines, en principio no es una
cuestión sobre la que deba pronuilciarse la magistratura. Coino regla debe
entenderse que corresponde al legislador proveer con leyes de organización judicial,
disttibución de coinpetencia y otras, la protección de los justiciables, asegurándoles
el acceso a la justicia, la inayor eficiencia y celeridad en las decisiones y una pronta
y legítima tenninación de los procesos.
Pero si bien lo señalado es regla general, el art. 1 de la
Constitución Nacional, al establecer el principio republicano, impone la
racionalidad a todos los actos de gobierno de la República y la republicana
separación de poderes debe ser funcional a ese objetivo y nunca un obstáculo a éste.
Por tanto, si la inadecuación de medios a fines se torna palmaria, la regla general
cede en bei~eficiode la plena vigencia del mismo principio republicano y queda
habilitado el control judicial sobre la decisión legislativa (CSJN, I.349.XXXIX.
R.O. Itzcovich, Mabel c/ Anses S/ reajustes varios, rta. el 29/3/05).
El sistema previsto por Ley 27.145 otorga al Consejo de la
Magistratura facultades discrecionales que confrontan directamente con los
pfincipios constitucionales de juez natural, imparcialidad e independencia judicial,
conforme el alcance que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha asignado a
aquellos.
Frente a esa realidad, cabe analizar si esa decisión
legislativa, por responder a fines legítimos, constituye una restricción razonable de
esos postulados de la Constitución, como medio para asegurar la vigencia de otros
con igual jerarquía.
Y es claro que, en lo que a este caso y a este Tribunal
concreto atañen, ello no ocurre.
La génesis del régimen de subrogacioiles debe ubicarse en
una situación de extrema necesidad susceptible, eventualmente, de obstruir, o más
aún paralizar, la administración de justicia (CSJN, caso "Rosza" ya citado, Consid.
no 20, ver también fundamentos de Acordada 16/2007). Es más, en el mensaje de
elevación de la Ley 27.145 se hace expresa alusión, coino fundamento de la
regulación, a esa finalidad de garantizar en forma expedita la administración del
Ministerio Público Fiscal de la Nación
servicio de justicia (ver orden del día no 246 de la Cáinara de Senadores, impreso el
2015115). Pero jamás debe hacerse a expensas de garantías y derechos
fundainentales.
Además de tratarse de los objetivos de un sistema de este
tipo, aquellos operan coino límites al inargeii de actuación que pueda tener el
órgano encargado de su aplicación, que debe ajustarse a las exigencias de la
Constitución y siempre escoger las alternativas que más coinpatibilicen con
aquellas.
El art. 114, 3 párrafo, inc. 6 de la Carta Magna, que es el
invocado para justificar la coinpeteiicia del Consejo de la Magistratura en estos
supuestos, lo autoriza a actuar "... pava asegurar la indepelzderzcia de los jueces y la
ejcnz prestación de los servicios de justicia". De ahí que deba tenerse en cuenta
que "toda disposición o reglamento emanado de cualquier departainento (...) que
extralimite las facultades que le coiifiere la Constitución, o que esté en oposición
con alguna de las disposiciones o reglas en ella establecidas, es coinpletainente
nulo" (CSJN, Fallos 155:290):
Ante ello, la limitación de derechos que supondría la
aplicación del régiineii previsto por Ley 27.145 a la causa, carece de razonabilidad y
no puede justificarse en aras de iinpedir una situación de privación de justicia.
17.- Incoiistitucioiialid:id c Iiicoiivericionalidad de la ley 27.145 Y la rcsolucióiin
No 194115 del Coiiseio de la Magistratura.
La situacióil descripta ubica a quienes soinos parte del
proceso penal en la destacable tarea de analizar la coinpatibilidad o no del
procedimiento de designación de jueces previsto por la Ley 27.145 con los
postulados de la Constitución Nacional y los pactos internacionales que revisten esa
jerarquía, pues darle curso a la comunicación al Consejo de la Magistratura en los
términos reseñados (o a las Cámaras Federales en atención a la delegación
efectuada por Resolución No 194115 del Consejo de lz Magistratura) conlleva una
efectiva aplicación de la ley y, coi1 ello, equivaldría a admitir que esta Cáinara
I7i\c¿ilío(ieilcial aiilc 1;i C'áiiiuizi I.cclcial de hpcl,icioiics dc lucuiiiiii.
1 as I'icdi-ns N" 4 1S Piso 3i-e - ('1' '1 ~100013133,Snii Migucl cic 'l'ucii~ii~tti,
1 ~icuiiiáii
'l'clcfiiu (038 1 ) 4 3 1 1 765 / 072
11
Federal ha soslayado las objeciones de tipo coilstitucional que el inecanismo
presenta.
En ese sentido, tanto la Corte Supreina de Justicia de la
Nación coino la Corte Interamericaila de Derecl-ios Huinailos han reconocido la
facultad de los tribunales de efectuar, aún sin petición de parte, un control de
constitucioiialidad y convei~cionalidadde las leyes cuando pudieren confrontar con
disposiciones de aquellas noitnas de superior rango. Más que una atribución, se
trata de un deber, pues "no existe ningzín argumento valido para qzie zln juez deje de
aplicar en primer término ln Constitz~ci6n Nacional" (ver cita en CSJN,
R.401.XLIII,Rodrigz~ezPereyra, Jorge Lziis y otra c/ Ejército Argentino S/ daños y
perjz~icios",rtn. el 2 7/11/2012; también, de la CIDH, caso "Alnzonacid", del 26 de
septienzbre cle 2006 y caso "Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y
otros) 11s.Perzt", clel 24 de novietizbve de 2006).
Así las cosas, este Fiscal General considera que la facultad
que se reconoce al Consejo de la Magistratura en los arts. 1 y 2 de la Ley 27.145,
aplicada a este caso y en el contexto de este fuero, no supera un estándar inínimo de
razonabilidad al confrontarse con claras directrices einanadas de la Constitución
Nacional y pactos internacionales con jerarquía constitucional relativas a los
principios de juez natural, isnparcialidad y de independencia judicial, así coino con
las propias finalidades del r é ~ i m e nde subro~ancias.Nuestro cimero tribunal se ha pronunciado sobre la
inconstitucionalidad de distintos regísnenes destinados a regir la designación de
subrogantes para reemplazar a jueces de la Nación. La primera se produjo en el fallo
"Rosza, Carlos Alberto y otro SI recurso de casación" (Fallos 330:2361), donde se
declaró la inconstitucionalidad de la por entonces vigente Resolución 7612004 del
Consejo de la Magistratura, por cuanto habilitaba indebidamente a secretarios
judiciales para asumir esa tarea.
Más recientemente, se expidió en "Aparicio, Ana B.",
(A.1095.XLIV, REX, del 21 de abril de 2015). Allí se decretó la nulidad de la
designación de conjueces de la Corte efectuada por el Poder E~ecutivoNacional
oficializada en el Decreto 85612014, en tanto no contó con el voto de los dos tercios
1
Ministerio Pdblico Fiscal de la Nación
!
i'
,f
de los inieinbros presentes del Senado de la Nación, coino exige el artículo 99, inc.
4, primer pái-rafo de la Constitución Nacional.
Ainbos casos tenían particularidades diferentes pues las
regulaciones que los regían eran, también, distintas. Pero lo vital es que las
objeciones de tipo coiistitucional realizadas en los dos presentan innegables puiitos
en común con el tratado en este legajo.
Esos cuestionainieiitos se vinculan al alcance de los
principios de juez natural, imparcialidad e independencia judicial. Corrcsponde,
entonces, hacer hincapié en los linealnientos básicos que, según la Corte, deben
seguirse eil la materia. Esos liileainientos fueron extensainente desarrollados por la
Cáinara Nacional de Apelaciones e11 lo Criminal . y Correccional Federal que
transcribiré para no equivocar la contundencia de sus términos. Así dice en lo
coilcreto:
a.) Distintos pactos internacionales de derechos hunznrzos,
de rango constitucional confornze lo prevé el art. 75, inc. 22, segundo pdrrafo, de la
Ley Fz~ndanzental,establecen el derecho de toda persona a ser oída por un juez o
tribunal conzpetente, independiente e imparcial (art. 26 de la Declaració~z
Anzericana de los Derechos y Deberes del Honzbre de 1948; art. 14.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966; art. 8.1 de la Convención
Anzericana sobre Derechos Hz~rnanos"Pacto de San José de Costa Rica" de 1969;
art. 1O de la Declaración Universal de Derechos Hzinzanos).
Al
respecto, la
Corte Interarnericana de
Derechos
Htrnzanos, cuya jurisprudencia debe sewir de guia para la interpretación de los
preceptos convencionales de orden internacional (Fallos: 321:3555; 328:1491),
señaló que el principio de indepe~zdenciajudicial constituye zrrzo de los pilares
básicos de las garantías del debido proceso, nzotivo por el cual debe selarespetado
en todas las dreas del procedinziento y ante todas las instancias procesales en que
se decide sobre los derechos de la persona.
En este sentido, destacó que los jueces, a dferencia de los
denzás funcionarios públicos, cuentan con gararztias reforzadas debido a la
Fiscalín (jeileial anLe 121Cáiii;iiti 1.edeial de /\pclacio~icsclc 1uc~iiiiáii.
I ~ i l'icdi-as
s
N o 4 1 Y Piso 31o - ('1' I ~100013liJ,Saii h~lipuclde 71'~i~uiiiiii,
1uciiiiihii
'I'elefax (0381) 4 31 1 765 i' 072
13
independencia necesal*ia del Poder J~rdicial,qzle reszrlta esencial para el ejercicio
cle la jsnción jzrdicial.
Ello es asipzres uno de los objetivos principales que tiene la
separación de los pocleres pzíblicos es la garantía de la independencia de los
Dicho ejercicio autónomo debe ser garantizado por el Estado tanto en szr &faceta
irzstitzlcional, esto es, en relación con el Poder Jztdicial conzo sistenza, así como
tanzbién en conexión con szr vertiente individzral, es clecir, con relación a la persona
del juez específico.
El objetivo de la protección radica en evitar que el sistema
jzrdicial en general y szls integrantes en particzrlar se vean sometidos a posibles
restricciones indebidas en el ejercicio de sz~.firrzciónpor parte de órganos ajenos al
Poder Jzldicial o incluso por parte de aqzlellos nzagistrados que ejercen jirnciones
de revisión o apelación. Adicionalmente, el Estado estd en el deber de garantizar
zrna apariencia cle independencia de la nzagistrat~rraqzre inspire legitimidad y
confianza szlficiente no solo al jzuticiable, sino a los cizrdadanos en zrna sociedad
democrdtica -Cfr. Caso I-lerrera Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones Prelinzinares,
Fondo, Reparaciones .y Costas. Sentencia de 2 de jzrlio de 2004; Caso Palanzara
Iribarne Vs. Chile. Fondo, Repar*aciones y Costas. Sentencia de 22 de novienzbre de
2005; Caso del Tribzlrzal Corzstittrcional vs. Perzi. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de enero de 2001; Caso Apitz Barbera y otros ("Corte Primera de
lo Contencioso Adnzinistratiilo'~ vs. Venezzlela. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008 y Caso Rei~erónTrzgillo
vs. -Venezuela. Excepción Prelinzinar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del
30 de jzrnio de 2009-. En particzrlar, la Corte Intei-nnzericann ha considerado
necesario qzte se garantice la independencia de cztalquier juez en un Estado de
Derecho y, en especial, la del jzrez constitzlcional en razón de la naturaleza de los
nsznztos sonzetidos a szl conocinziento. Pues congo lo señalara tanzbién la Corte
Ezrropea, la independencia de czlalqzricrjuez szporze que se czrente con zrn adeczlado
proceso de nonzbranziento, con una duración establecida en el cargo y con una
garantía contra presiones externas -caso del Tribzlnal Constitzrcional, "Agtrirre
Roca, Nejl Terq) y Reboredo Marzano v.s. Perzi': sentencia de1 31 de enero de 2001,
/"
/
/-?,/-,
Ministerio Público Fiscal de la Nación
párrafos 73 y 75, serie C N o 71- (sobre todo lo anterior, ver "Rosza", Consid. 13"; y
"Aparicio ", Consid. 18" y sgtes.).
b.) Pzies bien, para asegurar la vigencia de esos prirzcipios,
en el derecho argentino la Constitución Nacional corzfiere czl Poder J~idicialde la
Nación el ejercicio de las atribuciones contempl~zdasen los czrts. 116 y 117, para lo
cual establece que este departamento de Estado se conzpone de una Corte Szprenza
de J~isticiay demás tribtinales inferiores que el Congreso estableciere (art. 108).
Así, el prirzcipio de la indepeizdencia del Poder J~idicialde
la Nación es uno de los cimientos en que se apoya nuestra organización
instituciorzal (confr. doctrina de Fallos: 3 13:344; 3 14:760 y 881; 3 19:24;
322:1616; 325:3514, entre nzuchos otros). Para favorecer la efectividad de dicho
principio, la nzisnza Constituciórz y la ley, adenzcis de determinar un especial
mecanismo de designación, reconocen a quienes acceden a la magistrattira
determinadas garantías (irzanzovilidad, innzunidad, intangibilidad renzuneratoria) a
la par que establecen un especial sistema de respoizsabilidad.
La desigrzaciólz de los magistrados integrantes de dicha
rama del Gobierno Nacional, segzi~zla pauta constitucional, exige la participaciórz
del Consejo de la Magistratura de la Nación, del Poder Ejecutivo y del Poder
Legislativo mediante la ilztewención del Senado. Así, el presidente de la Nación
izonzbra a los jueces de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta
vinctilante en terna del Consejo de la Magistratura, y el Senado debe prestar
actierdo en sesión pziblica en la que se tendrá en ctientcz la idoneidad de los
candidatos (art. 99, inc. 4). A través de este nzecanisnzo se adqtiiere la calidad de
juez.
En ese colztexto, fiie con la reforma de 1994, qzie el corzstituyelzte decidió
incorpo18ar al procedinziento de selecciórz y nor7zbrar7zie~zto de magistrados
inferiores la participación del Consejo de la Magistratura -en sti condición de
ó~eganocon conzpetencias especiales dentro de la estructura orgcínica del Poder
Jtidicial de la Nación- con el Jirz de atenuar la discreciorzalidcld del Poder Ejecutivo
en la propuesta de nzagistrados federales (Fallos: 330:2361) y anzortigziar la
gravitación político-partidaria en ese proceso (CSJ 369/2013 (49 -R) /CSI "Rizzo,
1'isc;ilía
Ciencia1 ~iizlc1;i ('úii~tii-n1.cdeiol
dc Apclucioiics clc
I'u~uiliaii.
I as Piedras N" 418 l'iso 3sc - ('1' 'IL100013BiJ. Snii i\/liguc.l dc 'l'iiciiiiiúii, 1 ~icuiiiii.i
'I'clcf¿ix
(038 1 ) 4 3 1 1 765 1 071
15
.Jorge Gabriel (apodevado Lista 3 Gente de Derecho) S/ acción de amparo c/ Poder
Ejecutivo Nacional, Lrey 26855, medida cazltelar (expte. no 3034/2013)", del 18 de
junio de 201 3) -sobre lo anterior, ver "Aparicio ", considerando no 16).
De este modo, el nombramiento de los jueces de la Nación
con arreglo al sistenza constitzlcionalnze~zteestablecido se erige en uno de los
pilares esenciales clel sisteina de división cle poderes sobre el que se asienta la
Rep~ibblica. En este sentido, no cabe sino conclzlir qzle los procedinzientos
constitz~cionalesqzle regzllarz la integración de los tribzlnales han sido inspirados en
móviles szryerioves clt? elevada política institz~cional,con el objeto de impedir el
predominio de intereses s~lbalternossobre el interés szzpren~ode la jzlsticia y de la
ley. Las disposiciones pertinentes se szotentan, pues, en la necesidad de aJirnzar la
irzdeperzdencin e inzparcialidad de los jueces en beneficio exclz~sivo de los
jzlsticiables (sobre todo lo anterior, ver "Rosaa", Consids. 11 y 12; "Aparicio",
considerandos 16 y 1 7).
c.) Con todo, es indisczltible que los nzecanisnzos que prevé
la Constitzlciólz para designar jzleces de la nación se vinculan directanzente al
alcance de los principios de independencia jz~clicial,inzparcialidad y juez natz~ral.
Partiendo de esa base, la Corte afirmó que la garantía de
independencia del Poder Jzldicial, requisito necesario para el control qzle deben
ejercer los jueces sobre los restantes poderes del Estarlo, se vería gravemente
qfectada si el sistema de designaciones de szrbrogantes no ponderara la necesidad y
grado de participación de los tres órganos de poder referidos en relación con los
,fines qzlc se persiguen con la inzplenzentaciórz cle dicho sistema. Asinzisnzo, cabe
señalar que, a los efectos de no vulnerar la mentada independencia, es
inclispensnblc que este régimen de contingencia respete los principios y valores que
lzacen a la ~zntzlralezay esencia del Poder Jzldicial en zln estado constitzlcional de
derecho, adaptdndolos a las particz~lnridadesde excepción de zln mecanismo de
sz~plencias.También reszllta inzprescirzdible que la selección de estos magistrados
estci pvesidicla cle zln criterio de razonabilidad ("'Rosza", Consid 1 4 ) .
La reglamentación sobre szlbrogantes, si bien con las
nclrzptaciones que corresponda adnzitir en orden a la transitoriedad del
Ministerio Público Fiscal de la Nación.
requerinziento de su actuación, rzo puede dejar de contenzplar el modo en que
operardrz en la co~ztingerzcialas gara~ztiasconferidas a i'os jueces en general izi
tampoco puede prescindir de los recaudos nzíninzos estipt~ladospara el acceso al
cargo de acuerdo a la insta~zcia en que deba ser desenzpetkdo ("Roszn",
considerando No16).
Adeiizás, lh implenzeiztación de un r4ginzen de szrbrogaciones
para asegurar una correcta adneinistración de justicia pero qzre a la vez, por s t ~
naturaleza,
importe
z ~ r z renzadio excepcional
de politica
jz~dicial, debe
instrumentarse de manera tal que resguarde los principios y garantías propias de
la misión de jt~zgar, si bien adaptados a las cnracteristicas peculiares de tal
sistema, sin nlenoscnbo de la indispensable celeridad que debe presidir su
ejecución pues su objetivo es, precisanzente, dar una respztresta inmediata a una
situación critica ("Rosza': Consid. No 18).
Es que, conzo serZalara la Corte Interanzericana de
Derechos Hunzanos, la provisionalidad no debe signiJicar czlteraciórz al régimen de
garantías para el buen desenzpeño del juzgador y la salvaguarda de los propios
jtrsticiables, que tienen el derecho a que los jueces que reszrelvan strs corztroversias
sean y aparenten ser independientes. En consecuencia, el Estado estd obligado a
garantizar un procedinziento adectrado de nonzbranzzento para los jueces
provisorios (confr. argunzentos Casos "Apitz Barbera" y "Reverón Trtrjillo", cit.) r'Aparicio", Coizsid. 21) (al respecto, ver fallo "Milla, Marla C. S/ falta de acción"
de la Cáinara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal - Sala
11 - (13/7/15)).
VI.- Petitorio:
Por las razones expuestas, solicito se haga lugar al presente
planteo de nulidad iiicoado por esta parte conforme lo autot-izan los arts. 167 inciso
1; 169 y 170 inciso 1 del CPPN y adeinás que:
1 .- Se declare la inconstitucionalidad e inconvencionalidad de
la ley 27.145, la Resolución 19411 5 del Honorablle Consejo de la Magistratura de la
Nación y la Acordada No 68115 de esa Cárnara Federal.
2.- Se ,declare nula la designación del Dr. Marcelo Fabián
Herrera en calidad de conjuez para los autos del rubro por los fundamentos vertidos
ut supra.
3.- En consecuencia, solicito se arbitre lo necesario para la
cobertura de las tres vacancias que existen en ese cuerpo colegiado en relación a los
autos del rubro, mediante un procedimiento que garantice la plena vigencia de los
recaudos constitucionales aquí descriptos, siendo el sisteina vigente con anterioridad
a la sanción de la ley 27.145 el que mejor las garantiza, con la lista de jueces con
acuerdo del Senado de la Nación y designados por la Cainara Nacional de Casación
Penal.
4.- Para el improbable caso de no optar por el sistema
propuesto en el punto 3, desígnese en calidad de subrogante para esta causa a
+
algunos de los inagistriidos que integran el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de
:
,
Tucurnán, Santiago del Estero o Catainarca, que Iiayan sido designados en sus
,::
.
cargos con acuerdo del Senado de la Nación.
8 . )
5.- Previo a resolver, notifiquese el proveído de fs. 87 a todas
, ,
,
..
::. : ::
las partes de este proceso penal.
,-e$
4
:
' li
1
6.- Hago reserva del caso federal, a efectos de recurrir a
,
-1
instancias judiciales de grado superior en caso de ser necesario.
n
FlscaLh
GG
Dictamen Nro.
g io 115 .
GENERAL, 31 DE JULIO DE 20 I
2
. ....L.,'/.
..
',h..
=.,
..'
i.
-
Descargar