Ministerio Público Fiscal de la Nación Planteo Nulidad de la designación de coniuez; inconstitucionalidad e inconvencionalidad de la ley 27.145, de la resolución No 194115 y la Acordada 68/15 - CAUSA: "Incidente de Nulidad de Soberón, Ana Dolores en autos: Soberón, Ana Dolores S Averiguación de delito ". Expediente No FTU 294511201214lCA3.- ANTONIO GUSTAVO GÓMEZ, Fiscal General ante la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, en los autos del rubro, a los Sres. Jueces de esa Cámara respetuosamente expongo: 1.- 0bieto.Que, luego de notificarme del proveído de fecha 28 de Julio del corriente año (fs. 87) por el cual se dispone que ese cuerpo colegiado, a los fines de este expediente judicial, quedará integrado además de los magistrados Marina Cossio y Ernesto Clemente Wayar, por el Secretario de esa Cámara Federal Dr. Marcelo Fabián Herrera, quien se encuentra en la lista de conjueces que a tal efecto confecciona el Poder Ejecutivo Nacional conforme Decreto 32412015. Al respecto, vengo a plantear la nulidad de la designación del Dr. Marcelo Fabián Herrera para intervenir en la presente en calidad de conjuez, como también la inconstitucionalidad e inconvencionalidad de la ley 27.145, la Acordada de la Cámara Federal No 68115 y la Resolución del Honorable Consejo de la Magistratura No 194115, en virtud de los arts. 167 inciso 1; 169 y 170 inciso 1 del CPPN. Fiscalía General ante la Cáninra Fcderal de Apciacioiles de l'u~uiiiáii. Las Piedi-as No418 Piso 3re - C1' 't'400013KJ. Saii Miguel de 'I'ucumáil, 1-ucuiuiPn 'I'clefax (038 1) 4 3 1 1 765 1 072 11.- Nulidad de la designación del Secretario Dr. Marcelo Herrera en calidad de Coniuez. Que habiendo sido notificado de la providencia de fecha 28 de julio de 2015, en cuanto pone en conocimiento de las partes la nueva integración de la Cámara en estos actuados (con el Dr. Marcelo Fabián Herrera en reemplazo de la inagistrada Graciela Femández Vecino quien recientemente se retiró por jubilación), vengo por la presente a plantear la nulidad de la constitución del tribunal -e11 los términos del art. 167 inc. l o ; 169 y 170 inc. 1 del Código Procesal Penal de la Nación-, por encontrarse en violación a la garantía del juez natural y a los principios de preclusión, progresividad y economía procesal. Todo ello, en virtud de que el Dr. Marcelo Fabián Herrera no fue designado conforme el procedimiento constitucional establecido y a las consideraciones que pasaré a exponer en las alegaciones sucesivas. Que, aunque sobreabundante, pongo de resalto que entre mis funciones, además de la defensa de la legalidad y de la representación de los intereses generales de la sociedad (art. 120 de la Constitución Nacional), se encuentra la de representar el interés público en todas las causas, velar por la observancia de la Constitución Nacional y las leyes de la República, velar por el efectivo cumplimiento del debido proceso legal y defender la jurisdicción y coinpetencia de los tribunales (art. 25, incisos a, b, g, 11 y j, de la Ley Orgánica del Ministerio Público, No 24.946). Entiendo que la nueva constitución de la Cámara Federal, mediante la designación del Dr. Marcelo Herrera (cfr. Acordada 68/15 de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán en uso de atribuciones conferidas por la Resolución No 194/15 del Honorable Consejo de la Magistratura), afecta abiertamente las garantías constitucionales del juez natural y del debido proceso legal (art. 18 y sus correlativos de los Pactos Internacionales previstos en el artículo 75 inciso 22, ambos de la Constitución Nacional), así como la correcta administración de justicia; y configura un supuesto innegable de gravedad institucional. En vez de asignarse a este caso un juez que haya sido nombrado de Ministerio Público Fiscal de la Nación acuerdo a nuestra Constitución, se le asigna otra sin que reúna los mencionados requisitos. De las normas constitucionales y convencionales surge el imperativo de que a los justiciables no se les puede sacar el juez de la causa, coino así también que gozan del derecho a que el proceso penal, aún en su faz ejecutiva, se desarrolle de manera regular y legal. La designación de Herrera deja inenne al interés público que represento. Resulta ésta la oportunidad procesal para la adecuada tutela del debido proceso, en tanto el avance jurisdiccional en detrimento de las garantías invocadas, provocaría un gravamen de insuficiente, iinposible o tardía reparación ulterior. Si bien sabemos que el instituto de las nulidades procesales se rige esencialmente por los principios de especificidad e interpretación restrictiva, por lo tanto, debe reservarse la sanción para una efectiva indefensión ya que el proceso no es un instituto solemne y frágil que se desmorona ante la primera infracción forinal, la doctrina y la jurisprudencia dominante han sostenido que, para la declaración de nulidad de un acto procesal, la irregularidad que la sustenta, debe impedir cumplir su finalidad específica ocasionando al damnificado un perjuicio irreparable, por lo que en caso contrario, dicho instituto se convertiría en un mero ejercicio acadéinico sin trascendencia ni beneficio para el proceso. De allí que no puedo dejar pasar la actuación de un juez que no ha sido designado de acuerdo al Derecho Procesal Constitucional El estudio de la nulidad de los actos jurídicos en el inarco del proceso penal, constituye un tema de iinportailcia nodal por su utilidad práctica, y por cuanto observamos que en la práctica una gran casuística versa sobre el particular. En el proceso penal el acto jurídico suele producir efectos sinalagrnáticos o bilaterales, también e11 ocasiones implica al menos de una sola declaración de voluntad, pero en cualquier caso siempre resulta vinculante, por lo l..iscalío Ciciiclol ante la Cáiuuia 1*eclcirtlde /!~~clacioiiesde ?ucui~riii, 1.a~I'icdias N" 4 18 Piso 31-c - C'1' 1'400013115, Slii1i h4igiicl de 'l'~icuiiián,1 uc~iniiiii I'clcfa\ (038 1) 4 11 1 765 i 072 cual deberá tratarse de procesalmente Cuando dicl-ios actos, por estar inmaculados. o viciados no surten los efectos queridos o esperados por las a la ineficacia, es decir, la ausencia total o parcial de los A modo de is, podemos precisar respecto del instituto de la nulidad en sede penal, las * Que la considerada por la doctrina mayoritaria coino una sanción procesal por la invalidez de un acto, privándolo de los efectos producidos o Precisamente ese es el contenido material de la sanción de Y lo hago en protección a los derechos futuros que este desacierto. * En principio sanciones procesales son siempre de interpretación restrictiva y con regulació Tal cual ocurre en este caso por imposición del art. 167 inciso 1 ; art. 169 * La nulidad, es c corrientemente como la sanción procesal por antonoinasia, siendo su antes lo apunté, la invalidez y en consecuencia la ineficacia Trátese aquí tanto la acordada 68115 a la que infra me * f Cuando un act procesal es declarado nulo sus efectos podrán alcanzar expansivamente, actos an eriores, posteriores y/o conteinporáneos. En lo particular, acuerdo del Senado de la Nación como Herrera no cuenta con ha superado los estándares de un concurso público de antecedentes y le permitan cubrir, al menos, los mínimos requisitos para ser Juez de tanto, su desirnación es nula. A continuación paso a desarrollar los tópicos que fundamentan este planteo. 111.- La Acordada No 68/15 de 14 Cámara Federal de Tiicumán. La designación de. Dr. Marcelo Fabián Herrera como Juez de la Ciinara Federal de Tucumán hechg por la Acordada 68/15 del tribunal ya - 1 ", I I 1 4 "' ~ - , -* ,- - - .. " " ~ ~ ~ I ~ I f2E,!blq5FjJ- / , , ~ , i i i i i r r ~ .I,LL~I<L< " ,. -& / -. (\ Y ~ ~) ~ J~ I ' ..&-,A% n /y/ Ministerio Público Fiscal de la Nación heinos dicho que es nula. En mérito a la krevedad valen aquí los argumentos que serán expuestos en los acápites siguientes para sostener la inconstitucionalidad y la inconvencionalidad de la ley 27.145 y la Resolución 194115 del Consejo de la Magistratura pero además, y para el supuesto de que tales normas se consideren válidas, la inencionada acordada contradic : la voluntad del legislador federal y los Sres. Consejeros. Veamos: a). Entrando a analizar las contradicciones de la mencionada Acordada y en el supuesto de cubrir la ausencia de magistrados hay que decir que esta causa vinculada a delitos de lesa huinaidad, resultaría necesario designar tres (3) conjueces ya que a la vacancia hay dos excusacioiles más. Salvo la conjetura dc que los jueces Wayar, Cossio y ahora Herrera resolverán en el futuro por En definitiva, predecir como lo hace la Cámara Federal de Tucuinán también resulta iiiconstitucional. b). La Cáinara Fec.era1 sostiene coino argumento para la designación del Dr. Herrera que se echa mano al Decreto del Poder Ejecutivo Nacional 324115 porque "Se tornaría un lroceso harto dificultoso, puesto que en cada caso sería necesario notificar previainvnte a las partes la necesidad de integrar al tribunal". No es cierto que la notificaciór sea previa sino posterior, por cuanto las reglas procesales facultan a las partes a plantear la recusación si es que existe algún motivo. Entre ellos la metodología usada pa.ra su designación. c). Otra contradicción en la que incurre la acordada está en que, al asumir ella la decisión de la designación del subrogaiite, arguineiita en contrario de lo establecido en el sisteina an:erior donde las designaciones la l~acíala 1 propia Cáinara Nacional de Casación Pelal. No recuerdo que ese sisteina hoy i- objetado, haya sido cuestionado en exp diente alguno por el mismo tribunal l tucuinano. 4 d). La objeción a esignar un Juez que integre el Tribunal h para resolver este planteo que tenga acuer o del Senado de la Nación y haya sido examinado por el Consejo de la coiistitucionales - no resulta imposible. 9 agistratura previamente - b' J i.p.c* // unanimidad, no se entiende el porqué de la limitación a un (1) magistrado. ~ requisitos sólo podrían hacerlo algunos de los 'I'clefax (038 1 ) 4 3 1 1 705 i 072 5 ~ / inagistrados de la primera instancia, sino además cualquiera de los integrantes de los riibunales orales de la jurisdicción. e). La designación de Herrera no fue hecha por sorteo entre la lista de conjueces del Decreto 324115, coino hubiera correspondido a un acto de iníniina transparencia. Por el contrario, su designación fue hecha de modo específico por su calidad de Secretario de esa Cárnara Federal, y hay aquí una objeción mayor: el Dr. Herrera debe reunir los requisitos de i n d e p e n d e a individual, institucional, de& (de derecho) y de facto (de lieclio). Un secretario difícilmente pueda defender una posible disidencia, pues como dice la acordada 68/15 sigue manteniendo su dependencia como relator e institiicional como subordinado a los propios jueces con los cuales debe disentir de darse el caso. Aún más, ni siquiera tiene independencia de iiire por cuanto así como se Bo proclama, así puede ser destituido: con una simple acordada. Por todo ello redunda en que el Dr. Herrera no tendrá la i n d e p e i i d e n c i a suficiente que nos exigen los pactos internacionales de rango constitucional coino la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, art. 26; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 14 inciso 1 ; la Convención Americana sobre Dereclios Humanos "pacto de San José de Costa Rica", art. 8 inciso 1; la Declaración Universal de Derechos Humanos, art. 1o. ]V.- Reemplazo de un Jiiez excusado. Vinciilación del procedimiento a la Constitiición Nacional y Convenciones Internacionales.Ya es sabido que la Dra. Graciela Fernández Vecino, quien fuera inagistrada de esa Chinara Federal, renunció al cargo por haberse acogido al beneficio jubilatorio. Ante esta situación, la Sra. Presidente de la Cámara Federal resolvió el día 28 de Julio de 2015 cubrir esa vacante con el Secretario de ese cuerpo colegiado Dr. Marcelo Fabián Herrera, quien se encuentra en la lista de conjueces confeccionada por el Poder Ejecutivo Nacional en virtud del Decreto 32412015. La Cámara Federal lo designa mediante Acordada 68/15 para los casos en los que se investigan delitos de lesa humanidad. -. , 7 -u . --& e.m,& .l. &a., *----- IOP4~<(.~ii? i i"!o Ministerio PLblico Fiscal de la Nación Ahora bien, corresponde establecer si CRF\~T~~\ N i n , s t r , r ~príhlit,O rj f-is~al ,,','f-J,,f-p,i / esign-cdyjg--acio~~ secretario, Dr. Herrera, para reemplazar a un Juez de Cámara ausente - sea por vacancia, excusacióil etc - se ajusta a la legalidad y constitucionalidad que requiere el noinbrainiento para la tarea de administrar justicia. Hasta el inoineiito, situaciones de este tipo se venían resolviendo mediante un sorteo eii igualdad de condicioiles que se realizaba en la Cámara Nacional de Casacióii Penal (ley 26.376), iio obstante, según el nuevo sistema iiistaurado por la Ley 27.145, el Consejo de la Magistratura -un órgano que, por disposicióil de la Carta Magna, posee integración parcial proveniente de órganos políticos-, debería definir quién quedará a cargo de administrar justicia. Y para ello, podría elegir, sin orden de primacía, discrecionalmente y con siinple mayoría de los miembros presentes del cuerpo, entre jueces de igual jurisdicción o coinpetencia o abogados y secretarios judiciales que, sin concurso previo, sólo cumplieron con el requisito de insci-ibirse en una lista, después aprobada por el Congreso y el Poder Ejecutivo. Así las cosas, no hay dudas que, con respecto a los abogados y secretarios iiiscriptos e11 las listas, hay un requisito fijado para acceder a cargos de jueces permanentes, que está ausente. No se prevé, para ellos, la designación previo concurso público, esto es, la prueba de idoneidad que exige la Constitución Nacional (art. 114, 3 párrafo). Pai-tiendo de esa preiiiisa, existen varios factores que tornan irrazonable la facultad discrecioilal reconocida al Consejo de la Magistratura de poder elegir a cualquiera de ellos, e11 cualquier situación. Y más insostenible es aún si se delega en las Cámaras Federales ya que la ley invocada no hace referencia alguna a ella. Primero, sobresale el hecho de que esta manera de designación no prevé ningún sisteina de prelación que otorgue primacía a los magistrados de igual jurisdicción o coinpetencia noinbrados el1 sus cargos segúii lo prevé la Constitución Nacional, por sobre los abogados o secretarios que no reúnen esa característica. Fiscalía (ieiieial at-ile 111 Cáiilnia 1.cdcinl dc Ayclriclones dc 1ucuii1iii. IdasT'icdi-as No 4 1 S Piso 3i-c - ('1' 1'4000131iJ,San hlliguel tic l'iicuiiián, iticui~iáii I'clcfax (058 1) 1 3 11 765 1 U72 i' La cuestión es fundamental, pues si como dijo la Corte Suprema en el fallo "Rosza" - considerando 16 -,un régimen de contingencia como éste, debe tender a respetar, de la mejor inanera entre las posibles, los principios y valores que haceil a la naturaleza y esencia del Poder Judicial en un Estado Constitucioiial de Derecho, adaptandolos a las particularidades de excepción de un mecanismo de suplencias. Entonces, la selección de estos magistrados tiene que estar presidida de un criterio de razonabilidad y resulta elemental sostener que, de existir posibilidades funcionales y reales de cubrir la vacancia con un juez permanente, aquella debe, como mínimo, ser la primera opción, antes que acudir a alguien cuyo noinbrainiento es ajeno al procediiniento constitucional. El criterio esbozado en esta presentación, de ninguna manera es novedoso desde la perspectiva jurisprudellcial ni desde la legislativa. Al respecto, "Coino se advierte, la nueva ley deja en manos del Consejo de la Magistratura la facultad de elegir entre un juez o un miembro de la lista de conjueces ... la concesión legislativa de tales facultades discrecionales transgrede los arts. 18; art. 99, inc. 4, 108, 109, 114, inc. 6 y conc. de la Constitución Nacional, en tanto de aquí en más, le permite al Consejo prescindir de la prerrogativa constitucional de que sean, en primer lugar, los magistrados de igual competencia quienes deban asumir las subrogancias" (Expte. 9 1 1612015 "Uriarte", resolución del 02/07/2015; Juzgado en lo Civil, Comercial y Contencioso Adininistrativo Federal de la Plata no 4). Vuelvo a reiterar que los anteriores sistemas no presentaban este problema. La ley 26.376 (derogada por la actual), expresaba al respecto: "... En caso de ... excusaciones ... el Consejo de la Magistratura procederá a la designación de iin subrogante de acuerdo al siguiente orden: a) Con juez de igual competencia de la misma jurisdicción ... b) Por sorteo, entre la lista de conjueces ..." (art.1). Lo irrazonable del procedimiento es evidenciado además por otras circiinstancias: para seleccionar el subrogante se requiere el voto de una mayoría absoluta de los miembros de la Cámara Federal de Tucumán, menor exigencia de la que se prevé para el Consejo de la Magistratura de la Nación y, en casos de jueces permanentes, para remitir ternas de candidatos a decisión del Poder Ejecutivo; candidatos éstos -vale agregar- que previamente son 7 -'- 1! , .<@A. .-.. <c , ; , , , " l,j : c ' , , ,5$;4c,>,2/ x.Ai/4, , :i IL.Jj#;, !-..l.?: !.YL I J, + ,.> ., , ) , ,\ ,, ', ' y;/ /' evaluados en coiicurso público y por sus antecedentes, entre otras cosas (ver Ley 24.937, art. 7, inc. 7). Frente a semejante escenario, la cuestión se agrava si se hace notar que el sisteina ni siquiera acude a inecaiiisinos de elección transparentes, coino podría ser un sorteo en paridad de coiidiciones, apartándose, tainbién en este punto, del criterio empleado en otras disposiciones legislativas sobre la inateria. Así, por ejemplo, el artículo 22 del Decreto-Ley 128511958 ratificado por la Ley 14467 y sus inodificatorias-, al establecer el inodo de integración de la Corte Supreina, dice que "... eil los casos de recusacióil, excusación, vacancia o licencia de alguno de los miembros de la Corte Supreina de Justicia de la Nacióii, este tribunal se integrará, hasta el núinero legal para fallar, mediante sorteo entre los presidentes de las cámaras nacionales de apelación en lo federal de la Capital Federal y los de las cámaras federales con asiento en las provincias. Si el tribunal no pudiera integrarse inediaiite el procediiniento previsto en el párrafo anterior, se practicará un sorteo entre uiia lista de conjueces, hasta coinpletar el riúinero legal para fallar. Los conjueces de la Corte Supreina de Justicia de la Nación, e11 iiúinero de diez (lo), serán designados por el Poder Ejecutivo coi1 acuerdo del Senado". El propio decreto-ley en cuestión, al fijar el inodo de integración de las Cámaras Federales, empleaba un sisteina donde se consideraban tanto la debida primacía de los jueces con jerarquía inmediata inferior a la Corte sobre los que iio la tenían, coino la transparencia en la elección, que se realizaba por sorteo (art. 3 1, texto según Ley 23.637, actualmente derogada). Con todo, las especiales características del sistema, al inenos aplicadas al caso concreto, revelan su incompatibilidad con los principios constitucionales que deben observarse en plenitud y que más adelante desarrollaré. La Corte ha diclio que el gobierno está facultado para sancionar las leyes que considere convenieiltes, sieiilpre que tal legislacióii sea razonable y no desconozca las garantías o las restricciones que iinpone la Constitución, pues no debe darse a las liinitacioiies constitucionales una extensión que trabe el ejercicio eficaz de los poderes del Estado (Fallos: 171 :79). 9 1 " :Y f'isccilí;~(icncial ni~tc1;i C"á1iuiiri I:t,dci¿tl cic Apclaciolics clc 1ucuiuríii. 1 ~ 1)ieclrns s No 418 I'iso 31-c- ('1>'1'400013115. San Migitcl <le'I'~ici~iiihn, ?ucliniin 'fclcfax (038 1 ) 4 3 1 1 705 / 072 9 . 4>--<<,~" :c, /' 1 :, i Ministerio Público Fiscal de la Nación ,, x P Por ello, la racionalidad de las decisiones legislativas, entendida e11 el nivel de adecuación de medios a fines, en principio no es una cuestión sobre la que deba pronuilciarse la magistratura. Coino regla debe entenderse que corresponde al legislador proveer con leyes de organización judicial, disttibución de coinpetencia y otras, la protección de los justiciables, asegurándoles el acceso a la justicia, la inayor eficiencia y celeridad en las decisiones y una pronta y legítima tenninación de los procesos. Pero si bien lo señalado es regla general, el art. 1 de la Constitución Nacional, al establecer el principio republicano, impone la racionalidad a todos los actos de gobierno de la República y la republicana separación de poderes debe ser funcional a ese objetivo y nunca un obstáculo a éste. Por tanto, si la inadecuación de medios a fines se torna palmaria, la regla general cede en bei~eficiode la plena vigencia del mismo principio republicano y queda habilitado el control judicial sobre la decisión legislativa (CSJN, I.349.XXXIX. R.O. Itzcovich, Mabel c/ Anses S/ reajustes varios, rta. el 29/3/05). El sistema previsto por Ley 27.145 otorga al Consejo de la Magistratura facultades discrecionales que confrontan directamente con los pfincipios constitucionales de juez natural, imparcialidad e independencia judicial, conforme el alcance que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha asignado a aquellos. Frente a esa realidad, cabe analizar si esa decisión legislativa, por responder a fines legítimos, constituye una restricción razonable de esos postulados de la Constitución, como medio para asegurar la vigencia de otros con igual jerarquía. Y es claro que, en lo que a este caso y a este Tribunal concreto atañen, ello no ocurre. La génesis del régimen de subrogacioiles debe ubicarse en una situación de extrema necesidad susceptible, eventualmente, de obstruir, o más aún paralizar, la administración de justicia (CSJN, caso "Rosza" ya citado, Consid. no 20, ver también fundamentos de Acordada 16/2007). Es más, en el mensaje de elevación de la Ley 27.145 se hace expresa alusión, coino fundamento de la regulación, a esa finalidad de garantizar en forma expedita la administración del Ministerio Público Fiscal de la Nación servicio de justicia (ver orden del día no 246 de la Cáinara de Senadores, impreso el 2015115). Pero jamás debe hacerse a expensas de garantías y derechos fundainentales. Además de tratarse de los objetivos de un sistema de este tipo, aquellos operan coino límites al inargeii de actuación que pueda tener el órgano encargado de su aplicación, que debe ajustarse a las exigencias de la Constitución y siempre escoger las alternativas que más coinpatibilicen con aquellas. El art. 114, 3 párrafo, inc. 6 de la Carta Magna, que es el invocado para justificar la coinpeteiicia del Consejo de la Magistratura en estos supuestos, lo autoriza a actuar "... pava asegurar la indepelzderzcia de los jueces y la ejcnz prestación de los servicios de justicia". De ahí que deba tenerse en cuenta que "toda disposición o reglamento emanado de cualquier departainento (...) que extralimite las facultades que le coiifiere la Constitución, o que esté en oposición con alguna de las disposiciones o reglas en ella establecidas, es coinpletainente nulo" (CSJN, Fallos 155:290): Ante ello, la limitación de derechos que supondría la aplicación del régiineii previsto por Ley 27.145 a la causa, carece de razonabilidad y no puede justificarse en aras de iinpedir una situación de privación de justicia. 17.- Incoiistitucioiialid:id c Iiicoiivericionalidad de la ley 27.145 Y la rcsolucióiin No 194115 del Coiiseio de la Magistratura. La situacióil descripta ubica a quienes soinos parte del proceso penal en la destacable tarea de analizar la coinpatibilidad o no del procedimiento de designación de jueces previsto por la Ley 27.145 con los postulados de la Constitución Nacional y los pactos internacionales que revisten esa jerarquía, pues darle curso a la comunicación al Consejo de la Magistratura en los términos reseñados (o a las Cámaras Federales en atención a la delegación efectuada por Resolución No 194115 del Consejo de lz Magistratura) conlleva una efectiva aplicación de la ley y, coi1 ello, equivaldría a admitir que esta Cáinara I7i\c¿ilío(ieilcial aiilc 1;i C'áiiiuizi I.cclcial de hpcl,icioiics dc lucuiiiiii. 1 as I'icdi-ns N" 4 1S Piso 3i-e - ('1' '1 ~100013133,Snii Migucl cic 'l'ucii~ii~tti, 1 ~icuiiiáii 'l'clcfiiu (038 1 ) 4 3 1 1 765 / 072 11 Federal ha soslayado las objeciones de tipo coilstitucional que el inecanismo presenta. En ese sentido, tanto la Corte Supreina de Justicia de la Nación coino la Corte Interamericaila de Derecl-ios Huinailos han reconocido la facultad de los tribunales de efectuar, aún sin petición de parte, un control de constitucioiialidad y convei~cionalidadde las leyes cuando pudieren confrontar con disposiciones de aquellas noitnas de superior rango. Más que una atribución, se trata de un deber, pues "no existe ningzín argumento valido para qzie zln juez deje de aplicar en primer término ln Constitz~ci6n Nacional" (ver cita en CSJN, R.401.XLIII,Rodrigz~ezPereyra, Jorge Lziis y otra c/ Ejército Argentino S/ daños y perjz~icios",rtn. el 2 7/11/2012; también, de la CIDH, caso "Alnzonacid", del 26 de septienzbre cle 2006 y caso "Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) 11s.Perzt", clel 24 de novietizbve de 2006). Así las cosas, este Fiscal General considera que la facultad que se reconoce al Consejo de la Magistratura en los arts. 1 y 2 de la Ley 27.145, aplicada a este caso y en el contexto de este fuero, no supera un estándar inínimo de razonabilidad al confrontarse con claras directrices einanadas de la Constitución Nacional y pactos internacionales con jerarquía constitucional relativas a los principios de juez natural, isnparcialidad y de independencia judicial, así coino con las propias finalidades del r é ~ i m e nde subro~ancias.Nuestro cimero tribunal se ha pronunciado sobre la inconstitucionalidad de distintos regísnenes destinados a regir la designación de subrogantes para reemplazar a jueces de la Nación. La primera se produjo en el fallo "Rosza, Carlos Alberto y otro SI recurso de casación" (Fallos 330:2361), donde se declaró la inconstitucionalidad de la por entonces vigente Resolución 7612004 del Consejo de la Magistratura, por cuanto habilitaba indebidamente a secretarios judiciales para asumir esa tarea. Más recientemente, se expidió en "Aparicio, Ana B.", (A.1095.XLIV, REX, del 21 de abril de 2015). Allí se decretó la nulidad de la designación de conjueces de la Corte efectuada por el Poder E~ecutivoNacional oficializada en el Decreto 85612014, en tanto no contó con el voto de los dos tercios 1 Ministerio Pdblico Fiscal de la Nación ! i' ,f de los inieinbros presentes del Senado de la Nación, coino exige el artículo 99, inc. 4, primer pái-rafo de la Constitución Nacional. Ainbos casos tenían particularidades diferentes pues las regulaciones que los regían eran, también, distintas. Pero lo vital es que las objeciones de tipo coiistitucional realizadas en los dos presentan innegables puiitos en común con el tratado en este legajo. Esos cuestionainieiitos se vinculan al alcance de los principios de juez natural, imparcialidad e independencia judicial. Corrcsponde, entonces, hacer hincapié en los linealnientos básicos que, según la Corte, deben seguirse eil la materia. Esos liileainientos fueron extensainente desarrollados por la Cáinara Nacional de Apelaciones e11 lo Criminal . y Correccional Federal que transcribiré para no equivocar la contundencia de sus términos. Así dice en lo coilcreto: a.) Distintos pactos internacionales de derechos hunznrzos, de rango constitucional confornze lo prevé el art. 75, inc. 22, segundo pdrrafo, de la Ley Fz~ndanzental,establecen el derecho de toda persona a ser oída por un juez o tribunal conzpetente, independiente e imparcial (art. 26 de la Declaració~z Anzericana de los Derechos y Deberes del Honzbre de 1948; art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966; art. 8.1 de la Convención Anzericana sobre Derechos Hz~rnanos"Pacto de San José de Costa Rica" de 1969; art. 1O de la Declaración Universal de Derechos Hzinzanos). Al respecto, la Corte Interarnericana de Derechos Htrnzanos, cuya jurisprudencia debe sewir de guia para la interpretación de los preceptos convencionales de orden internacional (Fallos: 321:3555; 328:1491), señaló que el principio de indepe~zdenciajudicial constituye zrrzo de los pilares básicos de las garantías del debido proceso, nzotivo por el cual debe selarespetado en todas las dreas del procedinziento y ante todas las instancias procesales en que se decide sobre los derechos de la persona. En este sentido, destacó que los jueces, a dferencia de los denzás funcionarios públicos, cuentan con gararztias reforzadas debido a la Fiscalín (jeileial anLe 121Cáiii;iiti 1.edeial de /\pclacio~icsclc 1uc~iiiiáii. I ~ i l'icdi-as s N o 4 1 Y Piso 31o - ('1' I ~100013liJ,Saii h~lipuclde 71'~i~uiiiiii, 1uciiiiihii 'I'elefax (0381) 4 31 1 765 i' 072 13 independencia necesal*ia del Poder J~rdicial,qzle reszrlta esencial para el ejercicio cle la jsnción jzrdicial. Ello es asipzres uno de los objetivos principales que tiene la separación de los pocleres pzíblicos es la garantía de la independencia de los Dicho ejercicio autónomo debe ser garantizado por el Estado tanto en szr &faceta irzstitzlcional, esto es, en relación con el Poder Jztdicial conzo sistenza, así como tanzbién en conexión con szr vertiente individzral, es clecir, con relación a la persona del juez específico. El objetivo de la protección radica en evitar que el sistema jzrdicial en general y szls integrantes en particzrlar se vean sometidos a posibles restricciones indebidas en el ejercicio de sz~.firrzciónpor parte de órganos ajenos al Poder Jzldicial o incluso por parte de aqzlellos nzagistrados que ejercen jirnciones de revisión o apelación. Adicionalmente, el Estado estd en el deber de garantizar zrna apariencia cle independencia de la nzagistrat~rraqzre inspire legitimidad y confianza szlficiente no solo al jzuticiable, sino a los cizrdadanos en zrna sociedad democrdtica -Cfr. Caso I-lerrera Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones Prelinzinares, Fondo, Reparaciones .y Costas. Sentencia de 2 de jzrlio de 2004; Caso Palanzara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Repar*aciones y Costas. Sentencia de 22 de novienzbre de 2005; Caso del Tribzlrzal Corzstittrcional vs. Perzi. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de enero de 2001; Caso Apitz Barbera y otros ("Corte Primera de lo Contencioso Adnzinistratiilo'~ vs. Venezzlela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008 y Caso Rei~erónTrzgillo vs. -Venezuela. Excepción Prelinzinar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 30 de jzrnio de 2009-. En particzrlar, la Corte Intei-nnzericann ha considerado necesario qzte se garantice la independencia de cztalquier juez en un Estado de Derecho y, en especial, la del jzrez constitzlcional en razón de la naturaleza de los nsznztos sonzetidos a szl conocinziento. Pues congo lo señalara tanzbién la Corte Ezrropea, la independencia de czlalqzricrjuez szporze que se czrente con zrn adeczlado proceso de nonzbranziento, con una duración establecida en el cargo y con una garantía contra presiones externas -caso del Tribzlnal Constitzrcional, "Agtrirre Roca, Nejl Terq) y Reboredo Marzano v.s. Perzi': sentencia de1 31 de enero de 2001, /" / /-?,/-, Ministerio Público Fiscal de la Nación párrafos 73 y 75, serie C N o 71- (sobre todo lo anterior, ver "Rosza", Consid. 13"; y "Aparicio ", Consid. 18" y sgtes.). b.) Pzies bien, para asegurar la vigencia de esos prirzcipios, en el derecho argentino la Constitución Nacional corzfiere czl Poder J~idicialde la Nación el ejercicio de las atribuciones contempl~zdasen los czrts. 116 y 117, para lo cual establece que este departamento de Estado se conzpone de una Corte Szprenza de J~isticiay demás tribtinales inferiores que el Congreso estableciere (art. 108). Así, el prirzcipio de la indepeizdencia del Poder J~idicialde la Nación es uno de los cimientos en que se apoya nuestra organización instituciorzal (confr. doctrina de Fallos: 3 13:344; 3 14:760 y 881; 3 19:24; 322:1616; 325:3514, entre nzuchos otros). Para favorecer la efectividad de dicho principio, la nzisnza Constituciórz y la ley, adenzcis de determinar un especial mecanismo de designación, reconocen a quienes acceden a la magistrattira determinadas garantías (irzanzovilidad, innzunidad, intangibilidad renzuneratoria) a la par que establecen un especial sistema de respoizsabilidad. La desigrzaciólz de los magistrados integrantes de dicha rama del Gobierno Nacional, segzi~zla pauta constitucional, exige la participaciórz del Consejo de la Magistratura de la Nación, del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo mediante la ilztewención del Senado. Así, el presidente de la Nación izonzbra a los jueces de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta vinctilante en terna del Consejo de la Magistratura, y el Senado debe prestar actierdo en sesión pziblica en la que se tendrá en ctientcz la idoneidad de los candidatos (art. 99, inc. 4). A través de este nzecanisnzo se adqtiiere la calidad de juez. En ese colztexto, fiie con la reforma de 1994, qzie el corzstituyelzte decidió incorpo18ar al procedinziento de selecciórz y nor7zbrar7zie~zto de magistrados inferiores la participación del Consejo de la Magistratura -en sti condición de ó~eganocon conzpetencias especiales dentro de la estructura orgcínica del Poder Jtidicial de la Nación- con el Jirz de atenuar la discreciorzalidcld del Poder Ejecutivo en la propuesta de nzagistrados federales (Fallos: 330:2361) y anzortigziar la gravitación político-partidaria en ese proceso (CSJ 369/2013 (49 -R) /CSI "Rizzo, 1'isc;ilía Ciencia1 ~iizlc1;i ('úii~tii-n1.cdeiol dc Apclucioiics clc I'u~uiliaii. I as Piedras N" 418 l'iso 3sc - ('1' 'IL100013BiJ. Snii i\/liguc.l dc 'l'iiciiiiiúii, 1 ~icuiiiii.i 'I'clcf¿ix (038 1 ) 4 3 1 1 765 1 071 15 .Jorge Gabriel (apodevado Lista 3 Gente de Derecho) S/ acción de amparo c/ Poder Ejecutivo Nacional, Lrey 26855, medida cazltelar (expte. no 3034/2013)", del 18 de junio de 201 3) -sobre lo anterior, ver "Aparicio ", considerando no 16). De este modo, el nombramiento de los jueces de la Nación con arreglo al sistenza constitzlcionalnze~zteestablecido se erige en uno de los pilares esenciales clel sisteina de división cle poderes sobre el que se asienta la Rep~ibblica. En este sentido, no cabe sino conclzlir qzle los procedinzientos constitz~cionalesqzle regzllarz la integración de los tribzlnales han sido inspirados en móviles szryerioves clt? elevada política institz~cional,con el objeto de impedir el predominio de intereses s~lbalternossobre el interés szzpren~ode la jzlsticia y de la ley. Las disposiciones pertinentes se szotentan, pues, en la necesidad de aJirnzar la irzdeperzdencin e inzparcialidad de los jueces en beneficio exclz~sivo de los jzlsticiables (sobre todo lo anterior, ver "Rosaa", Consids. 11 y 12; "Aparicio", considerandos 16 y 1 7). c.) Con todo, es indisczltible que los nzecanisnzos que prevé la Constitzlciólz para designar jzleces de la nación se vinculan directanzente al alcance de los principios de independencia jz~clicial,inzparcialidad y juez natz~ral. Partiendo de esa base, la Corte afirmó que la garantía de independencia del Poder Jzldicial, requisito necesario para el control qzle deben ejercer los jueces sobre los restantes poderes del Estarlo, se vería gravemente qfectada si el sistema de designaciones de szrbrogantes no ponderara la necesidad y grado de participación de los tres órganos de poder referidos en relación con los ,fines qzlc se persiguen con la inzplenzentaciórz cle dicho sistema. Asinzisnzo, cabe señalar que, a los efectos de no vulnerar la mentada independencia, es inclispensnblc que este régimen de contingencia respete los principios y valores que lzacen a la ~zntzlralezay esencia del Poder Jzldicial en zln estado constitzlcional de derecho, adaptdndolos a las particz~lnridadesde excepción de zln mecanismo de sz~plencias.También reszllta inzprescirzdible que la selección de estos magistrados estci pvesidicla cle zln criterio de razonabilidad ("'Rosza", Consid 1 4 ) . La reglamentación sobre szlbrogantes, si bien con las nclrzptaciones que corresponda adnzitir en orden a la transitoriedad del Ministerio Público Fiscal de la Nación. requerinziento de su actuación, rzo puede dejar de contenzplar el modo en que operardrz en la co~ztingerzcialas gara~ztiasconferidas a i'os jueces en general izi tampoco puede prescindir de los recaudos nzíninzos estipt~ladospara el acceso al cargo de acuerdo a la insta~zcia en que deba ser desenzpetkdo ("Roszn", considerando No16). Adeiizás, lh implenzeiztación de un r4ginzen de szrbrogaciones para asegurar una correcta adneinistración de justicia pero qzre a la vez, por s t ~ naturaleza, importe z ~ r z renzadio excepcional de politica jz~dicial, debe instrumentarse de manera tal que resguarde los principios y garantías propias de la misión de jt~zgar, si bien adaptados a las cnracteristicas peculiares de tal sistema, sin nlenoscnbo de la indispensable celeridad que debe presidir su ejecución pues su objetivo es, precisanzente, dar una respztresta inmediata a una situación critica ("Rosza': Consid. No 18). Es que, conzo serZalara la Corte Interanzericana de Derechos Hunzanos, la provisionalidad no debe signiJicar czlteraciórz al régimen de garantías para el buen desenzpeño del juzgador y la salvaguarda de los propios jtrsticiables, que tienen el derecho a que los jueces que reszrelvan strs corztroversias sean y aparenten ser independientes. En consecuencia, el Estado estd obligado a garantizar un procedinziento adectrado de nonzbranzzento para los jueces provisorios (confr. argunzentos Casos "Apitz Barbera" y "Reverón Trtrjillo", cit.) r'Aparicio", Coizsid. 21) (al respecto, ver fallo "Milla, Marla C. S/ falta de acción" de la Cáinara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal - Sala 11 - (13/7/15)). VI.- Petitorio: Por las razones expuestas, solicito se haga lugar al presente planteo de nulidad iiicoado por esta parte conforme lo autot-izan los arts. 167 inciso 1; 169 y 170 inciso 1 del CPPN y adeinás que: 1 .- Se declare la inconstitucionalidad e inconvencionalidad de la ley 27.145, la Resolución 19411 5 del Honorablle Consejo de la Magistratura de la Nación y la Acordada No 68115 de esa Cárnara Federal. 2.- Se ,declare nula la designación del Dr. Marcelo Fabián Herrera en calidad de conjuez para los autos del rubro por los fundamentos vertidos ut supra. 3.- En consecuencia, solicito se arbitre lo necesario para la cobertura de las tres vacancias que existen en ese cuerpo colegiado en relación a los autos del rubro, mediante un procedimiento que garantice la plena vigencia de los recaudos constitucionales aquí descriptos, siendo el sisteina vigente con anterioridad a la sanción de la ley 27.145 el que mejor las garantiza, con la lista de jueces con acuerdo del Senado de la Nación y designados por la Cainara Nacional de Casación Penal. 4.- Para el improbable caso de no optar por el sistema propuesto en el punto 3, desígnese en calidad de subrogante para esta causa a + algunos de los inagistriidos que integran el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de : , Tucurnán, Santiago del Estero o Catainarca, que Iiayan sido designados en sus ,:: . cargos con acuerdo del Senado de la Nación. 8 . ) 5.- Previo a resolver, notifiquese el proveído de fs. 87 a todas , , , .. ::. : :: las partes de este proceso penal. ,-e$ 4 : ' li 1 6.- Hago reserva del caso federal, a efectos de recurrir a , -1 instancias judiciales de grado superior en caso de ser necesario. n FlscaLh GG Dictamen Nro. g io 115 . GENERAL, 31 DE JULIO DE 20 I 2 . ....L.,'/. .. ',h.. =., ..' i. -