República de Colombia Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN PENAL Magistrada Ponente: MARINA PULIDO DE BARÓN Aprobado Acta N° 004 Bogotá, D. C., siete (7) febrero de dos mil cinco (2005). VISTOS Decide la Sala la acción de tutela instaurada por CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA, en protección de su derecho constitucional fundamental del debido proceso, presuntamente conculcado por el Juzgado Promiscuo del Circuito de Guaduas y la Sala Penal del Tribunal Superior de Cundinamarca, con ocasión del proferimiento de los autos del 9 de septiembre y 23 de noviembre de 2004, respectivamente. ANTECEDENTES 1.- El ciudadano CARLOS GILBERTO ORJUELA solicitó al Juzgado Promiscuo del Circuito de Guaduas, Cundinamarca, a través de apoderado, la suspensión de la actuación penal que en República de Colombia 2 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia su contra se adelanta por la presunta comisión del delito de explotación ilícita de yacimiento minero, petición apoyada en el artículo 165 de la Ley 685 de 2001, Código de Minas. 2.- La anterior solicitud fue denegada por el Juzgado Promiscuo del Circuito de Guaduas, mediante auto del 9 de septiembre de 2004, autoridad judicial que estimó improcedente aplicar la suspensión del procedimiento de que trata el artículo 165 del Código de Minas, pues a su juicio ello sólo sería viable previo decreto de la prejudicialidad de otra especialidad, reglada por el artículo 153 del Código de Procedimiento Penal, instituto inaplicable en aquél proceso, dado que a su decreto sólo puede acudirse hasta antes de que se imparta calificación al mérito del sumario y siempre que la decisión judicial de otra especialidad estuviere pendiente al momento de cometerse el delito, circunstancias ambas no concurrentes en el caso concreto, pues la solicitud de legalización se elevó tiempo después de cometida la conducta que daría lugar a la tipificación del delito por el que se procede. 3.- Interpuesto recurso de apelación contra la anterior determinación, por auto del 23 de noviembre de 2004, la Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior de Cundinamarca, integrada por los Magistrados Myriam Piedad Goyeneche Duarte, Nydia López de Salamanca y Julio Gilberto Lancheros Lancheros, desató la alzada confirmando en su integridad el auto recurrido, pues se estimó que la suspensión no era procedente porque la conducta imputada se había consumado antes de la fecha en que se elevó solicitud de legalización de la actividad, tesis República de Colombia 3 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia desarrollada en los siguientes términos: “no resulta viable aplicar el art. 165 del Código de Minas, pues si bien es cierto que “Ingeominas” en certificación visible a folio 40 del cuaderno N°3 señaló que el 16 de junio de 2004 la Sociedad Orjuela Hermanos & Cia. Ltda., presentó solicitud para la legalización de una explotación de recebo y aclaró que el artículo antes mencionado estatuía que una vez formulada la solicitud, mientras no fuera resuelta no se podía proseguir las acciones penales previstas en los artículos 159 y 160 del código de minas, no puede pasarse por alto que si bien el procesado ha hecho grandes esfuerzos para legalizar la explotación minera, lo cierto es que las nuevas solicitudes efectuadas luego de que presuntamente se incurrió en el delito objeto del proceso, son las que son susceptibles de que se aplique la normatividad a que hizo alusión Ingeominas. Y es que no podría perderse de vista que sólo procede la suspensión prevista en mención cuando iniciado el trámite de legalización de la explotación, se adelanta proceso penal, lo que resulta obvio, pues si se admitiera que estando ya en curso la acción penal, se permita efectuar legalizaciones respecto de una conducta delictiva, ello atentaría contra el principio de legalidad, ya que se estaría dejando a un lado, la investigación de la conducta delictiva.” (Subrayas de la Sala). República de Colombia 4 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia Respecto de la anterior decisión, manifestó su discrepancia el Magistrado Lancheros Lancheros, mediante salvamento de voto en el cual se sirvió expresar que el artículo 165 del Código de Minas es una disposición penal de contenido sustancial aplicable al presente caso por favorabilidad, luego, era imperativo proceder de conformidad a dicha norma. FUNDAMENTOS DE LA ACCION El señor CARLOS GILBERTO ORJUELA instauró acción de tutela en procura de que se ampare su derecho fundamental al debido proceso. Se basa la petición de amparo en que el artículo 165 del Código de Minas, codificación expedida con posterioridad a la norma penal por la que fue radicado en juicio criminal, es una disposición de contenido sustancial cuya aplicación al proceso seguido en su contra era imprescindible, por razones de favorabilidad. Al respecto señala el actor que además de los ingentes esfuerzos por él emprendidos para legalizar la explotación de recebo, la norma a la que se acudió a fin de solicitar la suspensión del proceso penal que se le sigue, por manera alguna está reservada para los actuales explotadores mineros o para quienes exploten la mina a partir de la vigencia del código minero. Por el contrario, el artículo 165, cuya aplicación se reclama, claramente alude a que las acciones penales no pueden República de Colombia 5 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia “proseguirse”, lo que supone que éstas deben haberse iniciado antes de la expedición de dicha norma. Igualmente, hace referencia a que el debido proceso debe cumplirse tanto en actuaciones judiciales como administrativas, resultando por dicha vía, de ineludible aplicación el artículo 165 del Código de Minas, por ser disposición de contenido sustancial que prevé cómo la actuación queda suspendida para quienes soliciten ser incluidos en el Registro Minero, entre tanto la autoridad minera decide si se legaliza o no la actividad. Se agrega que como fundamento probatorio de la suspensión, se aportó al interior del proceso certificación expedida por Ingeominas, en la que se da cuenta que la sociedad que representa el actor presentó el 16 de junio de 2004 solicitud de legalización de una explotación minera de recebo, en un área ubicada en jurisdicción de los municipios de Guaduas y Villeta, Departamento de Cundinamarca, la cual fue radicada bajo el N°FFG-101. Consecuentemente se demanda el amparo, pues se considera que la inaplicación de la norma reclamada constituye vía de hecho, pues se apoya en una interpretación del precepto legal respectivo “completamente contra evidente o absolutamente irracional”. Admitida la solicitud en proveído del 30 de octubre del año en curso y notificadas las partes, se procede a decidir lo pertinente. República de Colombia 6 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia CONSIDERACIONES DE LA CORTE 1.- De conformidad con lo establecido en el artículo 1°, numeral 2° del Decreto 1382 del 12 de julio de 2000, es competente esta Sala para pronunciarse sobre el amparo constitucional invocado por el señor CARLO GILBERTO ORJUELA ORJUELA, en tanto ha sido interpuesto en relación con la decisión adoptada por una Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior de Cundinamarca, corporación de la cual esta Corte es su superior funcional, en actuación que comprende al Juzgado Promiscuo del Circuito de Guaduas. 2.- El artículo 86 de la Constitución Política consagró la acción de tutela como un mecanismo extraordinario, preferente, subsidiario y residual para la protección de los derechos constitucionales fundamentales ante el menoscabo o la amenaza derivados de acción u omisión atribuible a las autoridades públicas o a los particulares en las situaciones específicamente precisadas en la ley. Las especiales características de subsidiariedad y residualidad que caracterizan la acción de tutela, comportan que ella no pueda utilizarse como mecanismo para lograr la intervención del juez constitucional a fin de entorpecer procesos República de Colombia 7 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia en trámite, porque ello a más de desnaturalizar su esencia socava postulados constitucionales como la independencia y la autonomía funcionales que rigen la actividad de la rama judicial al tenor de la preceptiva contenida en el artículo 228 de la Carta Política, como tampoco para reemplazar los procedimientos ordinarios de defensa cuando el amparo se concibió precisamente para suplir la ausencia de éstos y no para resquebrajar los ya existentes, todo lo cual impide considerarlo como medio alternativo o paralelo de defensa o instancia adicional a la cual acudir para enderezar actuaciones judiciales supuestamente viciadas. No obstante lo anterior esta misma corporación ha desarrollado una doctrina con fundamento en la cual se viene reconociendo, de manera estrictamente excepcional, la procedencia del amparo en aquellos eventos en que versa sobre decisiones que por involucrar una manifiesta y evidente contradicción con la Carta Política o la Ley, producto de la conducta arbitraria o caprichosa de los funcionarios judiciales, constituyen verdaderas “vías de hecho” a través de la cuales se conculcan o amenazan los derechos fundamentales del actor, quien, además, debe no disponer de otro medio de defensa judicial eficaz e idónea. 3.- En el asunto que concita la atención de la Sala, se atribuye a las autoridades accionadas la conculcación del debido proceso de que es titular el accionante, dada su negativa a República de Colombia 8 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia aplicar un precepto legal que no obstante estar contenido en una legislación extrapenal, incide sobre la procedencia misma de las actuaciones que se surtan con ocasión a la presunta comisión del delito de explotación ilícita de yacimiento minero y otros materiales. La norma en cuestión, artículo 165 de la Ley 685 de 2001, Código de Minas, es del siguiente tenor: “Legalización. Los explotadores de minas de propiedad estatal sin título inscrito en el Registro Minero Nacional, deberán solicitar, en el término improrrogable de tres (3) años contados a partir del primero (1°) de enero de 2002, que la mina o minas correspondientes les sean otorgadas en concesión llenando para el efecto todos los requisitos de fondo y de forma y siempre que el área solicitada se hallare libre para contratar. Formulada la solicitud y mientras ésta no sea resuelta por la autoridad minera, no habrá lugar a proceder, respecto de los interesados, mediante las medidas previstas en los artículos 161 y 306, ni a proseguir las acciones penales señaladas en los artículos 159 y 160 de este Código.” (Subrayas de la Sala). Por su parte, a través del decreto 2390 de 2002, que reglamentó el procedimiento para presentar las solicitudes de inscripción en el Registro Minero en el plazo improrrogable de tres República de Colombia 9 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia años contados desde el primero de enero de 2002, las autoridades competentes para pronunciarse sobre ellas y los trámites a través de los cuales éstas resolverían las peticiones, nuevamente en el artículo 14 de tal reglamentación se reitero: “Mientras la solicitud de legalización presentada por explotadores de minas de propiedad estatal sin título minero inscrito en el Registro Minero Nacional no haya sido resuelta por la autoridad minera delegada competente, no habrá lugar a suspender las labores de explotación, a decomisar el mineral explotado, ni a proseguir la acción penal a que se refiere el artículo 338 de la Ley 599 de 2000 (Código Penal). Lo anterior, sin perjuicio de las acciones que sean aplicables en virtud de la normatividad ambiental vigente.”. (Subrayas fuera de texto). 4.- Luego de examinar el inequívoco texto de la norma a cuyo amparo se solicitó la suspensión del procedimiento, y de la contenida en el decreto reglamentario respectivo, encuentra la Sala que la suspensión del procedimiento demandada y denegada por las autoridades judiciales que vienen conociendo del proceso penal, resultaba imperativa, pues a través de la norma contenida en el Código de Minas que entró a regir el 15 de agosto de 2001, es decir, con posterioridad a las leyes 599 y 600 de 2000, se introdujo una causal especial de suspensión de los procesos en curso por el tipo penal que tutela el ejercicio de la actividad minera, conducta punible que, bien está recordar, sólo puede llenarse de contenido a través de la remisión que se haga a la legislación que gobierna esa materia. República de Colombia 10 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia Bajo este entendimiento, la introducción de la solicitud de inscripción al Registro Minero Nacional en el término previsto en la ley, determina de manera indefectible la suspensión de los procesos penales originados en el desarrollo de una actividad de minería irreglamentaria, suspensión que en consecuencia se integra al concepto de debido proceso para las actuaciones en curso al momento de la promulgación del Código de Minas, sin que resulte posible limitar los efectos del artículo 165 a actuaciones que versen sobre actividades ilegales de minería acaecidas sólo después de agosto de 2001, como lo entendió el Tribunal Superior de Cundinamarca. En dicho sentido, si como ha precisado esta Sala1, el principio de legalidad en materia procesal, regulado de forma amplia conforme al canon constitucional que conmina a que el juzgamiento se adelante ante Juez o Tribunal competente y con observancia de las formas propias de cada juicio, se halla también gobernado, de manera especial, por el artículo 6° del Código de Procedimiento Penal, que ordena que a los ciudadanos se les investigue y juzgue conforme a la ley procesal vigente al tiempo de la actuación procesal, resulta incuestionable que la introducción de la causal de suspensión de las acciones penales en curso a la entrada en vigencia del Código Minero, relativas a la explotación ilícita de yacimiento minero, constituye parte integral y fundamental de la ley procesal aplicable al caso concreto. 1 Proceso N°18.639, Magistrado Ponente Yesid Ramírez Bastidas República de Colombia 11 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia Agréguese que de cara a la suspensión del procedimiento requerida a las autoridades judiciales accionadas, obraba prueba demostrativa de la concurrencia de los supuestos de hecho que determinaban la imperativa aplicación del precepto contenido en el Código de Minas, a que se viene haciendo referencia, como quiera que Ingeominas certificó que el actor radicó ante esa autoridad, dentro del plazo otorgado por el legislador - tres (3) años contados a partir del primero (1°) de enero de 2002-, solicitud para ser inscrito en el Registro Minero, e igualmente se sirvió señalar los efectos que tal petición aparejaba frente a las actuaciones penales en curso. 5.- A su turno, se advierte que denegada la solicitud de suspensión de la actuación procesal que aparece regulada por el artículo 165 del Código de Minas, por parte de las autoridades que en sede de primera y segunda instancia conocen del proceso seguido contra CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA, por el presunto delito de explotación ilícita de yacimiento minero, no cabe duda que tales decisiones generan perjuicio irremediable para el allí procesado, quien carece de cualquier otro medio de defensa judicial idóneo para acceder a la prerrogativa introducida en el Código de Minas, consistente en que se suspenda la actuación penal seguida en su contra, hasta tanto Ingeominas resuelve su solicitud de legalización de la actividad minera respectiva que ante esa instancia presentó. República de Colombia 12 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia De allí que, si bien por regla general la acción de tutela resulta improcedente cuando versa sobre decisiones adoptadas al interior de procesos en trámite, en este caso se erige como único medio de defensa judicial precisamente para que, en cumplimiento del claro precepto incorporado al Código de Minas, se interrumpa la actuación penal a la espera de la decisión que debe adoptar la autoridad minera, única competente para definir si procede o no la concesión de la licencia o la inscripción en el Registro Minero, temas que, en cambio, están vedados al juez penal, quien no está habilitado para anticipar juicios de valor en dicha materia, en orden a condicionar la interrupción del proceso que opera en estos eventos de manera incontrovertible. 6.- Lo dicho en precedencia constituye razón suficiente para concluir que la pretensión del actor está llamada a prosperar, de suerte que se concederá el amparo demandado, tutelando el derecho fundamental al debido proceso, conculcado con ocasión de los hechos referidos en precedencia. Como consecuencia de lo anterior, se dispondrá dejar sin valor los autos de primera y segunda instancia que datan del 9 de septiembre y 23 de noviembre de 2004, respectivamente, a través de los cuales se negó la suspensión de la actuación penal reglada en por el artículo 165 del Código de Minas. Igualmente se ordenará al Juzgado Promiscuo del Circuito de Guaduas, Cundinamarca, que en el término improrrogable de cuarenta y ocho horas, decrete la suspensión del proceso 2003-00058 República de Colombia 13 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia seguido contra CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA por la presunta comisión del delito de explotación ilícita de yacimiento minero, hasta tanto Ingeominas decida de manera definitiva la solicitud de inscripción en el Registro Nacional Minero que elevó el actor ante esa autoridad el pasado 16 de junio de 2004, al amparo del artículo 165 de la codificación que rige esa materia. En mérito de lo anteriormente expuesto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACION PENAL, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, RESUELVE: 1.- Tutelar el derecho fundamental al debido proceso de CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA, por las razones consignadas en la anterior motivación. 2.- Declarar sin valor los autos de primera y segunda instancia proferidos al interior del proceso penal que se sigue contra el accionante, que datan del 9 de septiembre y 23 de noviembre de 2004, respectivamente. República de Colombia 14 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia 3.- Ordenar al Juzgado Promiscuo del Circuito de Guaduas, que en el plazo perentorio de cuarenta y ocho horas, proceda a decretar la suspensión del proceso 25320-31-00100058-1, seguido contra el actor por la presunta comisión del delito de explotación ilícita de yacimiento minera, hasta tanto Ingeominas decide de manera definitiva la solicitud de legalización e inscripción en el Registro Minero Nacional formulada ante esa autoridad por el accionante, al amparo de lo normado por el artículo 165 del Código de Minas. 4.- Remitir, en firme esta providencia, las diligencias a la Corte Constitucional para su eventual revisión. 5.- Notificar esta decisión de conformidad con lo previsto en el artículo 30 del decreto 2591 de 1991. Cúmplase MARINA PULIDO DE BARÓN SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ HERMAN GALÁN CASTELLANOS República de Colombia 15 Tutela 1ª Instancia N°19.224 CARLOS GILBERTO ORJUELA ORJUELA Corte Suprema de Justicia ALFREDO GÓMEZ QUINTERO ÉDGAR LOMBANA TRUJILLO ÁLVARO ORLANDO PÉREZ PINZÓN JORGE LUIS QUINTERO MILANÉS YESID RAMÍREZ BASTIDAS MAURO SOLARTE PORTILLA TERESA RUIZ NÚÑEZ Secretaria