Cambio Climático. Dudas y certezas ante un diagnóstico amenazante

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Cambio Climático. Dudas y certezas ante un diagnóstico amenazante
— Cristóbal Edwards, académico de la Escuela de Periodismo UC
—Juan Carlos Castilla, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas UC
— Patricio Aceituno, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matémáticas de la
Universidad de Chile
Cristóbal Edwards: La última escena del documental de Al Gore Una verdad incómoda
muestra el planeta Tierra desde el espacio, un paisaje polar, uno desértico y el estero que
corre junto al campo de la familia Gore, en el estado norteamericano de Tennessee. La voz
en off de Al Gore recuerda que nuestro planeta es apenas un punto en el espacio, pero es
nuestro único mundo. Dice que enfrentar el cambio climático es una cuestión moral, más allá
de ecológica o económica. Y llama a tomar medidas hoy para que las generaciones futuras
puedan vivir bien en él.
Ciertamente hoy existe un altísimo interés por el cambio climático. Hoy, la búsqueda en
Google de esas dos palabras, obtiene nada menos que 1 millón 680 mil enlaces a sitios web.
‘Calentamiento global’: más de 1 millón 300 mil resultados. En inglés, el idioma más usado
en la web, global warming obtiene 66 millones de links y climate change, 99 millones.
El 11 de junio se realiza la cumbre 2007 sobre cambio climático en Londres, organizada por
el diario The Guardian. En dos días más, el viernes 11 de mayo, Al Gore, dará su conocida y
controvertida presentación sobre Una verdad incómoda en encuentro sobre cambio climático
en CasaPiedra. También participan la presidenta Michelle Bachelet, científicos, incluyendo el
profesor Castilla, economistas, abogados y periodistas, entre otros profesionales. Ayer,
martes 8, el ex presidente del país y actual enviado especial de la ONU para el cambio
climático, Ricardo Lagos, propuso fijar el 2009 como fecha para la firma de otro protocolo al
estilo de Kioto, con medidas concretas para reducir los efectos del calentamiento global.
El Protocolo de Kioto, presentado en 1997 y en efecto desde 2005 —cuando con la
ratificación de Rusia se alcanzó un número de países que representa más de la mitad de las
emisiones de gases del mundo que producen el llamado efecto invernadero—, comprometió a
141 países a tomar medidas para reducir sus emisiones de anhídrido carbónico (CO2). EEUU
y Australia son los únicos países desarrollados que lo firmaron, pero decidieron no ratificarlo
por considerarlo injusto hacia los países industrializados respecto de China e India. Se critica
que muchos países que sí lo han ratificado, no lo han cumplido. El protocolo expira en el año
2012. Otra iniciativa internacional de importancia relacionada con el cambio climático es el
Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), que fue creado en 1988 por dos
organizaciones de las Naciones Unidas, la de meteorología mundial y el programa
medioambiental, para evaluar información científica relevante sobre los cambios climáticos
inducidos por la actividad humana, los impactos que tienen, y las alternativas para adaptarse
a los cambios y mitigarlos. Unos dos mil quinientos científicos de varios países evalúan entre
sí sus investigaciones sobre el clima, y junto con más de 1.300 autores han realizado cuatro
informes sobre los cambios registrados, los efectos de la actividad humana, las proyecciones
y las recomendaciones. Son considerados entre los más serios del mundo y frecuentemente
citados en conferencias, paneles y publicaciones.
¿A qué nos referimos con el cambio climático? Según la enciclopedia libre de Internet
Wikipedia, el clima es un promedio, a una escala de tiempo dada, del tiempo atmosférico. Se
llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. El término suele usarse, de
forma poco apropiada, para hacer referencia tan solo a los cambios climáticos que suceden
en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global.
Los cambios climáticos se producen a muy diversas escalas de tiempo y en todos los
parámetros climáticos, como la temperatura, las precipitaciones y la nubosidad, entre otros.
Son debidos a causas naturales externas, como variaciones en la radiación solar y la órbita
de la Tierra, el impacto de los meteoritos, y a las internas, como el movimiento de las placas
tectónicas del planeta, la composición atmosférica, las corrientes oceánicas, el campo
magnético terrestre, y en los últimos siglos, también a la acción del hombre.
El clima ha estado relativamente estable en los últimos 650.000 años y la temperatura
promedio anual del planeta ha sido de unos 14 grados centígrados. Pero a finales del siglo
XVII, el hombre empezó a utilizar combustibles fósiles que la Tierra había acumulado en el
subsuelo durante su historia geológica. La quema de petróleo, carbón y gas natural ha
causado un aumento del dióxido de carbono o anhídrido carbónico (CO2) en la atmósfera,
que últimamente es de 1,4 partes por millón al año y produce el consiguiente aumento de la
temperatura.
El dióxido de carbono o anhídrido carbónico (CO2) es uno de los gases del efecto invernadero
que contribuye a que la Tierra tenga una temperatura habitable, siempre y cuando se
mantenga dentro de un rango determinado. Sin dióxido de carbono, la Tierra sería un bloque
de hielo. Por otro lado, un exceso de dióxido de carbono acentúa el efecto invernadero,
reduciendo la emisión de calor infrarrojo al espacio y provocando un mayor calentamiento
del planeta.
Se estima que desde que el hombre mide la temperatura, hace unos 150 años y siempre
dentro de la época industrial, ésta ha aumentado 0,5 ºC y se prevé un aumento de entre 1 y
5,8 °C de aquí a 2100 -justamente, uno de los aspectos de mayor discusión actual por las
graves consecuencias que tendría esta alza para las actuales condiciones de vida en el
planeta.
A principios del siglo XXI, el calentamiento global parece irrefutable según la comunidad
científica. Los últimos años del siglo XX se caracterizaron por poseer las temperaturas
medias más altas del siglo. Para algunos, es preciso detener el nivel de emanaciones de
CO2, metano y otros gases que producen calentamiento. Incluso se habla de mitigar los
efectos de su acumulación en la atmósfera, los océanos y la tierra, y ojalá reducirlos por
medio de drásticas medidas. Sin embargo, para los detractores de la visión más alarmante
del cambio climático, las políticas propuestas para enfrentarlo tienen efectos más dañinos
que los del propio calentamiento.
¿Cuáles son las evidencias del cambio climático en discusión actualmente? ¿Qué relación
tienen con la contaminación y la pérdida de la biodiversidad de flora y fauna? ¿En qué están
de acuerdo los científicos del mundo? ¿Qué está en discusión? ¿Qué ganan, qué pierden con
el cambio climático los gobiernos, las empresas, las ONGs y los movimientos radicales? ¿Cuál
es el rol de los medios periodísticos frente al cambio climático? ¿Con qué nivel de seriedad
tratan el tema? ¿Qué se puede y se debe hacer respecto del cambio climático a nivel
personal, regional, nacional y global?
Éstas son algunas de las preguntas para los expertos que hemos invitado a este foro:
Patricio Aceituno es doctor en Meteorología, profesor del Departamento de Geofísica y
vicedecano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Juan
Carlos Castilla es doctor en Biología Marina, profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas
UC, miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., y premio Fundación BBVA en
Ecología y Biología de la Conservación.
Cristóbal Edwards: Profesor Aceituno, usted participó recientemente en reuniones del
Panel Intergubernamental. ¿Cuál es el clima de la discusión de los resultados?
Patricio Aceituno: Yo participé en 3 sesiones en el año 2005 y 2006, en uno de los grupos
que tenía como responsabilidad definir los escenarios a nivel global para fines del siglo XXI y
participé como representante de la región sudamericana, región que no tiene expertos de
ese nivel para esa tarea. Mi conclusión fue que se trataba de un trabajo de muy alto nivel,
con gente de un alto grado de preparación y muy exigente, además en filtrar la información
que llegaba al panel. Había una regla muy estricta: solamente se podía incorporar
información que hubiese sido publicado en revistas de nivel ISI (revistas de corriente
principal, validadas y hasta una cierta fecha).
Cristóbal Edwards: ¿En esas reuniones, usted calificaría la discusión como consensuada o
determinada, es decir, hay una mayoría que piensa de una forma con respecto a una minoría
o se busca un término medio?
Patricio Aceituno: Yo diría que hay dos niveles: uno científico y otro político. Y la verdad es
que en la sesión final, cuando se aprueba el informe, toda la acción política, diplomática
entra en acción y se argumenta cada adverbio, cada adjetivo. Por ejemplo, cuando alguien
quiere decir que «las evidencias científicas indican que existe una alta probabilidad de que
ocurra tal cosa», se para el jurado del país X y dice «yo creo que no es así, que la
probabilidad no es alta». Y ahí se suspende la sesión y se comienza a discutir si la
probabilidad es alta, medianamente alta o muy alta, y se califica qué se va a decir. O sea,
está todo muy regulado, las palabras no son cualquiera. Entonces, en esas sesiones uno ve
que tras todo esto hay un gran interés político y económico. Antes de las sesiones, yo vi
alianzas que me parecían extrañas, por ejemplo, Ecuador, Venezuela y Arabia se unían para
sustentar una posición. ¿Y qué había detrás de eso? Petróleo. Es decir, el petróleo es una
línea conductora que recorre todo el mundo y va asociando países que van defendiendo sus
intereses. Entonces hay una mezcla: un ambiente científico de primer nivel, pero las
decisiones que se toman son políticas, que se toman con acuerdos y negociaciones.
Cristóbal Edwards: ¿Cuáles son las evidencias en el cambio climático?
Juan Carlos Castilla: Las evidencias científicas son incontrarrestables. Con Patricio lo
conversamos antes de entrar al foro, si uno hubiese hablado de las evidencias científicas
hace 20 o 25 años atrás, existían distintas alternativas y en este momento las evidencias son
incontrarrestables. Por ejemplo, en términos del incremento del anhídrido carbono en la
atmósfera, el metano, hay números y porcentajes incontrarrestables. También lo es con el
origen antropogénico, que tiene que ver con el hombre.
Nosotros sabemos cuando nos avisan sobre el tiempo atmosférico para tres días más, lo
dicen con una probabilidad de un 70 o 80% y a veces le apuntan y otras veces no. Los
satélites han ayudado mucho. Entonces, el problema viene, cuando se tienen todos los
elementos y todas las variables filtradas —de la manera que lo dice Patricio— hay que
desarrollar escenarios probabilísticos, porque son temas complejos y las variables no están
correlacionadas en forma lineal unas con otras. Si a ustedes les dicen que mañana va a
llover con un 90% de probabilidades y tienen que caminar 10 cuadras, ustedes van a salir
con paraguas. Pero si le dicen 75% o 65%, ya estamos hablando de otro escenario. En este
momento creo que son 23 escenarios, 23 situaciones y combinaciones posibles, con altas
posibilidades de que ocurran y mirando al 2050 o al 2100, no mirando la próxima semana.
No somos capaces de hacer una predicción exacta del clima. Es incontrarrestable que el
anhídrido carbono ha subido, que la temperatura de la tierra ha subido, pero cuando esos
elementos se colocan sobre la mesa, hay que diseñar modelos y esos modelos son los que
llamamos escenarios y son probabilísticos. Y esos escenarios han ido cambiando con el
tiempo y se han ido afinando.
Para terminar la idea: no se habla en este momento, de un escenario posible de aumento del
nivel del mar de 10 metros, pero probablemente hace 10 años atrás esos eran los
escenarios. Ahora hablamos de los escenarios para el 2050 o 2100, ¿podría el mar subir 6
metros? Sí porque la probabilidad es del 80%, aunque la probabilidad podría estar errada.
Entonces, se ha mejorado la información científica, se han desarrollado nuevos escenarios y
esos escenarios son probabilísticos.
Patricio Aceituno: Yo quiero mencionar algo, qué habría sido interesante tener una visión,
en el sentido que, en este momento todos nos preocupamos del tema del cambio climático. Y
es bueno ver aquí generaciones jóvenes que no conocieron realidades relativamente
recientes. En el año 70, si uno revisa las principales publicaciones científicas para ver qué se
decía sobre el tema del clima, es curioso darse cuenta que la discusión era por qué hay un
global cooling, por qué la tierra se está enfriando, qué está haciendo el hombre que hace que
la tierra se enfría. Se discutía el efecto de los aerosoles y tampoco se decidía aún si los
vuelos iban a ser de tipo estratoféricos, con aviones supersónicos —finalmente fue el
Concorde el único que sobrevivió— y se discutía el impacto que tendría en al estratosfera el
liberar una gran cantidad de aerosoles y eso supuestamente provocaría un aumento de la
reflexión de la radiación solar y por lo tanto, un factor que contribuiría a acelerar el proceso
de enfriamiento. Lo que quiero decir, es que este tema, hace 30 años tenía un paradigma
distinto: porqué nos estamos enfriando. Por lo tanto, ha cambiado la visión en un tiempo
relativamente reciente, es interesante ver cómo los científicos utilizando metodologías que al
interior de la comunidad científica fueron muy cuestionadas, y un poco vuelvo al comentario
del profesor Castilla, por qué si no le creemos a un pronóstico meteorológico de dos días, por
qué hacemos fe de que los científicos tienen la razón, de que, a fines del siglo XXI vamos a
tener 3, 4 o 5 grados de aumento. Porqué, por ejemplo, si a principios de este año se
comentaba que el 2007 iba a ser el más cálido de la historia del planeta, porque existía el
evento de El Niño, que se estaba desarrollando con fuerza y dos meses después este
desapareció. Entonces mientras más vinculado uno está con la gente que hace modelos, más
cautelosos se pone Es lo que pasa en cada área: mientras más uno conoce, menos sabe o
siente que menos sabe. Mientras más se conoce del tema, se abren más ventanas y cuando
uno lo mira de lejos, escucha el mensaje corto, ‘la tierra se va a calentar’ y ‘se va a calentar
en X grados’, pero lo que están metidos más cerca se dan cuenta que hay mucho procesos
que aún no se conocen bien y que no se sabe cómo van a actuar en el calentamiento.
Cristóbal Edwards: Corrientemente en los medios de comunicación se dan a conocer
algunos de los factores donde hay señales claras de un cambio climático, como por ejemplo,
la concentración de gases en la atmósfera, pero hay otras asuntos como la acidificación de
los océanos que, al menos en Chile, es menos conocida. ¿De qué se trata esto? Se lo
pregunto especialmente porque una de las razones que se utilizan en los medios para decir
‘Bueno, en Chile no hay qué preocuparse tanto porque tenemos este tremendo océano al
frente’, pero qué significa y que efectos tiene la acidificación de los océanos.
Juan Carlos Castilla: Bueno el incremento del C02 en la atmósfera que se deposita igual
que la lluvia ácida, también se deposita en el mar. Y eso químicamente está probado que
baja el PH, que en el mar es de 7.1 o 7.2, lo bajará a 6.9 o 6.8, lo acidifica. Obviamente, la
cantidad de agua en el planeta es mucho mayor que la de la tierra, entonces, el efecto de la
acidificación en el océano es más lento por el volumen. Pero hay evidencias que esto está
pasando a un nivel relativamente bajo, no en el nivel que ocurre en la tierra.
Con respecto a los efectos, los corales, que son organismos que tienen carbonato de calcio y
que lo fabrican a partir del carbonato del agua, del calcio, etc, al acidificarse el sistema se
hace más lento y los corales pueden empezar a morir. Y no sólo ellos, sino que también
todos los organismos que tienen carbonato de calcio, como los moluscos y una enormidad de
microorganismos y que son muy importantes, pero que no vemos. Pero una cosa que
tenemos que tener claro, es que es un cambio global, planetario. O sea si ocurre la
acidificación del océano, va a ocurrir en todas partes.
Cristóbal Edwards: En un escenario, en el que tenemos evidencias científicas de un
cambio, que algunos tildan de “calentamiento global” o algunos escépticos dicen que no es
así o que al menos no son por causas provocadas por el hombre, es evidente, también, la
discusión de cómo se interpretan esos resultados y qué ventajas políticas y económicas
sacan los diferentes grupos, ¿qué pasa con otros grupos, además del ya mencionado grupo
del petróleo, como la minería, las empresas forestales y también en el ámbito político, las
visiones conservadoras o liberales respecto al medioambiente?
Patricio Aceituno: Mi impresión es que a nivel nacional el tema, no ha sido gran tema. Hoy,
sí, pero en los últimos 10 años, no. Y si uno mira las noticias del IPCC no son nada nuevas.
Este es el cuarto informe que esta entidad realiza, el tercero fue en el 2001 y los resultados
de este son básicamente iguales al más reciente, sólo que las incertidumbres se han
reducido, pero uno no ve que el del 2001 hay tenido algún impacto. Ahora cuando uno va al
sector empresarial y le pregunta: ¿usted sabe que en Chile o le preocupa que la temperatura
suba en dos, tres o cuatro grados? ¿Cuándo? Me preguntan y le contesto que a finales del
siglo XXI. Pero ahí me dicen que eso es muy lejos, que no sabrán a quién pertenecerá la
empresa. Y ahí está la mirada a largo plazo, que como humanidad nos debe interesar,
porque es la casa quien está en riesgo, pero como decisiones económicas, en Chile todavía
no entra el tema.
Cristóbal Edwards: ¿Cuáles son los escenarios para Chile?
Patricio Aceituno: Para Chile, básicamente, hay dos señales fuertes. Uno es el aumento de
la temperatura, pero no como se dijo en la prensa. El informe de Conama dice que la
temperatura va a subir en forma diferente en el norte y en el sur. Cuatro a cinco grados en
el altiplano de la I y II región, uno o dos grados en el extremo sur. Título de la prensa al día
siguiente: la temperatura sube en cuatro grados. Ese es un resultado. Pero no hay una
evidencia, por los últimos 30 años, de un gran aumento en la temperatura en Chile, a
diferencia de Europa, Asia. Pero sí se anticipa una disminución en las precipitaciones en la
región Central, de Santiago a Puerto Montt. Y eso es complicado. Porque cuando uno lo
conecta con el resto del mundo, y uno podría decir que los cambios en Chile son de menos
intensidad de los que se proyectan, por ejemplo, para Europa, donde ahí la cosa es más
grave. Ahí uno visualiza, en 50 años más, una condición de desarrollo de cambio climático en
Europa que haga por ejemplo, que ciertos cultivos no sean más viables. No soy experto, pero
alguien podría pensar que el cultivo de la vid no va a ser tan bueno como lo es actualmente,
y sin embargo, nuestra región con uno o dos grados más, va a ser bastante buena para
tener viñas y van a parecer estos apetitos entre países, entre sectores y van a mirar el
mundo con otros ojos. E incluso algún inversionista chileno podrá poner algún anuncio
internacional: “Vendo gran hacienda en el sur de Chile, poco cambio climático incluido”.
Podría ser.
Cristóbal Edwards: Profesor Castilla, ¿qué pasa con la biodiversidad? Porque una cosa es la
producción, porque sabemos que, muchas veces no se respeta la fauna y la flora autóctona
para producir monocultivos, por ejemplo. Entonces qué gravitación tiene afectar la
biodiversidad.
Juan Carlos Castilla: Buena pregunta, porque me da pie para salirme un poquito y hablar
sobre lo que voy a exponer en la conferencia de Al Gore. A mí me parece que de lo que
realmente tenemos que darnos cuenta es que hay varios cambios globales corriendo en
paralelo y el cambio climático es uno de ellos. Por ejemplo, el de la biodiversidad, la capa de
ozono, la demografía urbana, la sobreexplotación de pesca. Ahora vuelvo a la pregunta, hay
cambios que han incidido en la baja de diversidad, como la pérdida de hábitat en la tierra, ya
sea por deforestación, o sea la biodiversidad que existía en los bosques que uno ve camino a
Concepción (que ahora son pinos, antes eran trigo y mucho antes fueron bosques nativos) es
totalmente distinta a la que hay ahora y tiene algo qué ver eso con la cambio climático.
Nada. Lo que quiero es llamar la atención sobre que hay varios carriles corriendo en paralelo.
Y la otra pregunta qué es biodiversidad, porque este es un tema como el de la
sustentabilidad, que el mundo tiene que ser sustentable y hay que defender la biodiversidad.
Esto es como cuando las micros amarillas decían ‘micro ecológica’. Yo tengo fotos de las
micros amarillas que decían: ‘Ésta micro es ecológica’. Y yo no entiendo eso. Lo que quiero
decir es que se usan las palabras que nos llevan a confusión. O sea, cuando tú me preguntas
sobre biodiversidad, pienso yo, que lo más probable es que estás pensando en desaparición
de especies. Pero la biodiversidad es un concepto muchísimo más amplio que número de
especies distintas. Con respecto a la biodiversidad, me preocupa más la tasa con que se han
destruido los hábitats en la tierra, y me interesa que en el mar, que es donde yo trabajo, no
ocurra lo mismo en cuanto a destrucción de hábitat, porque para que todos nos entendamos,
es como la destrucción de la casa. Entonces hay un problema de lenguaje, porque hay un
defecto en los científicos, porque no hemos sido capaces de socializar la ciencia,
especialmente en Chile, Cuando Al Gire le habla a esa audiencia -que es una audiencia
chiquitita, hay puros demócratas- le habla a una audiencia que entiende mucho más que
nosotros y le habla a una audiencia culposa, porque y aquí me quiero largar con lo que voy a
decir el viernes, porque cambio climático e incremento de la temperatura tiene que ver con
emisiones de gases. Y quiénes emiten estos gases en este minuto y cuánto: seis países
emiten entre el 50 y el 60%. Seis.
Cristóbal Edwards: ¿Y cuáles son esos países?
Juan Carlos Castilla: Los dos que no ratificaron: Australia y Estados Unidos. China e India,
Japón y Corea. Entonces, Al Gore habla de problemas morales, pero esos números no los
menciona. Por eso, yo digo que las sociedades bien informadas son culpables, culposas.
Cristóbal Edwards: Aprovechando la mención de Al Gore y de otras personas u
organizaciones que han llamado la atención sobre este tema. ¿Qué efectos tiene en la
comprensión de estos cambios en la población en general, la aparente radicalización de las
posturas, cuando la discusión se centra en Al Gore versus Marion Ebeel y Richard Lindzen,
por ejemplo, en que desacreditan las interpretaciones de Al Gore, y hay muchos otros, por
supuesto. Están las organizaciones no gubernamentales, Geenpeace, la organización de los
océanos, en fin cada uno con su agenda. Pero también está Exon, la multinacional de
Petroquímicos, la multinacional de autos, etc. Qué efecto puede tener el entender el
problema del cambio climático del punto de vista de cómo lo entregan los científicos.
Patricio Aceituno: Tú mencionabas ahí o pusiste en un mismo nivel a Al Gore con un
científico, que son discursos muy distintos, en particular Richard Lindzen, a quien quiero
defender quien en todos sus escritos coloca abajo “No recibo ningún dólar de las empresas
del petróleo” y después de eso se larga con un discurso muy crítico respecto del informe del
IPCC en general o del discurso catastrofista de una cambio climático acelerado. El defiende la
postura “una teoría del iris” un poco reflejando el comportamiento del ojo humano que
cuando uno lo fuerza con una luz muy intensa, el iris se cierra para proteger el daño,
entones el dice que la tierra va a reaccionar con un efecto tipo iris. Obviamente es un
discurso muy minoritario, pero yo no diría que es un discurso irresponsable, es serio, basado
en argumentos sólidos y que ataca una posición que siempre ha sido débil en el discurso del
IPCC, porque está basado en asumir que el conocimiento de la dinámica del clima es
razonablemente bueno, y ciertamente hay áreas del conocimiento en que lo que se sabe es
todavía insuficiente, en particular con el tema de los aerosoles y cómo pueden producir un
efecto compensatorio al calentamiento. Ahora las disputas van a continuar. Cuando, por
ejemplo, alguien le dice a un fumador que fumar produce cáncer, no le está diciendo que se
va a morir de cáncer, sino que hay un riesgo alto de que se enferme con cáncer. Aquí a la
tierra le están diciendo lo mismo, si fuma mucho y casi literal, si echa mucho humo, la tierra
se va enfermar y de estas vías: se va a calentar, las tormentas van a ser más severas, se
van a derretir los glaciares. Ahora yo fui escéptico en los años 70, ahora la evidencia me ha
ido demostrando que el problema es grave, que hay que tener cuidado con la alarma que
nos están dando, pero eso no va a ocurrir con la intensidad que se anuncia. Eso no quita
tomar alguna acción, porque finalmente lo que va a ocurrir es que el desarrollo se va a
encarecer. O sea, si queremos seguir viviendo en la tierra con el mismo modo de vida, lo
vamos a poder hacer, pero va a salir más caro, porque tendremos que pagar por los
procesos que significan disminuir la contaminación.
Cristóbal Edwards: ¿Quiénes pagan?
Patricio Aceituno: Todo pagan, aunque como lo señalaba el profesor Castilla, las causas y
las culpas no están igualmente distribuidas para nada. Por supuesto que un país como China,
que ese está desarrollando rápidamente, resiente que le digan que no puede producir con el
estándar de los años 60 y se tiene que cuidar de emitir gases con efectos invernaderos. ¿Y
quién se lo dice? El que contaminó a raja tabla en los años 40 o 50 y que pudo desarrollarse,
sin que nadie le dijera, no contamine. O cuando a Brasil le dicen que cuide su bosque y no lo
queme, el país reclama porque es suyo, yo manejo mis recursos. Entonces es un conflicto
político y no es fácil, yo creo que el trabajo de Lagos no es para nada fácil.
Juan Carlos Castilla: Déjame decirte una cosa. Yo he mirado el documental de Al Gore
unas 4 o 5 veces, porque voy a estar con él y quiero tener la película clara. Hay una escena
muy decidora, en la que se muestra una foto área entre el límite de Haití y República
Dominicana y se ve el lado izquierdo todos los bosques absolutamente destruidos. Y lo que él
dice es que eso es producto de la política. No dice de políticas de ambientales. Yo supongo
que el mensaje que quiere mandar a la audiencia a la que se está dirigiendo, que es la
audiencia americana culposa, no a nosotros, es que este es el resultado de políticas
ambientales. Y eso a mí me revuelve la guata. Porque por Dios, Haití es el país más pobre de
este hemisferio, de qué políticas ambientales se está muriendo la gente. Entonces no me
importa a mí que estén todos los árboles destruidos si hay un niño que va a durar 4 minutos
más en ese país. O sea prefiero que mueran menos niños, pero más árboles. Es mi filosofía,
mi moral del problema. Lo que quiero decir es que se mezclan las cosas. No es un problema
sólo científico, se mezcla con lo social, económico y moral.
Cristóbal Edwards: Sobre los medios de comunicación, que era un aspecto que quería
conversar con ustedes, porque al menos en los medios nacionales, lo títulos, como bien
usted lo mencionó, suelen simplificar un problema que es muy complejo, y de alguna forma
ese es uno de los grandes desafíos del periodismo, o sea, cómo se expresa en forma clara,
concisa, los asuntos de interés público. Al ver las publicaciones, llaman la atención la
cantidad de anécdotas de conceptos simplificados respecto de este asunto. Si es importante
que las personas en el mundo tomen conciencia de la ocurrencia de estos cambios y de qué
se pueden mitigar, ¿qué efectos tiene esta información simplificada en el conocimiento, en la
importancia, en la gravedad en algunos aspectos que tiene el cambio climático y otros
cambios de los que hemos conversado?
Juan Carlos Castilla: Yo voy a hablar por mi país, y por las cosas prácticas. Una de ellas es
que internalicemos este problema desde el kinder para arriba. Esa es la población objetivo
del país en este minuto. Es a quien debemos entregarle información clara, más precisa,
adecuada, racional, la que eventualmente va a votar por los gobernantes que nos van a
gobernar y deben estar informados de los cambios globales, no sólo de los climáticos. Yo
quisiera que esa gente, no comprara racionalmente un producto de una empresa que no está
comprometida con el medio ambiente como parte de su negocio. Tal cual. Que la empresa
que no ha desarrollado una actitud moral o ética, respecto a que el medio ambiente es parte
de su negocio y no parte de negocio de corto plazo, sino del largo plazo. Y para eso tiene que
estar informado, y con la población objetivo no estamos haciendo casi nada. O sea, si no
somos capaces de informarle bien a la prensa, y perdonen que lo diga, porque los periodistas
no están siendo capaces de entender la información que les estamos dando, porque usamos
palabras raras o complicadas, entonces no se interpreta bien y aparece un título que es el
correcto. También he insistido que hay toda una problemática en el cambio global que tiene
que ver con gobernabilidad, que tiene que ver con la sociedad civil, con el gobierno o los
gobiernos (pueden ser las Naciones Unidas) y con el mercado y cómo integro todo y creo las
presiones adecuadas, como para que por ejemplo, el ambiente pueda ser parte del negocio
de las empresas. Hay un problema de gobernabilidad mundial. El hecho de que dos países
súper poderosos no ratifiquen Kioto, es un problema de gobernabilidad. Ayer tuve una
reunión con unos norteamericanos que están de visita en Chile, y me trataban de demostrar
que, a pesar, de que no habían firmado Kioto, lo están haciendo mejor que si lo hubieran
firmado y daban números y cifras. Y esa señal de gobernabilidad es muy mala. Pero cuando
hablo de gobernabilidad hablo de hasta de Calera de Tango, porque existe una
gobernabilidad macro y micro. En estos días me llamó el alcalde, a raíz de un artículo que
escribí, para que vaya a dar una charla para que les diga qué pueden hacer, como
comunidad, en Calera de Tango. Yo lo encontré extraordinario. Y un escalón más abajo que
este, están los cambios de conductas individuales y el mensaje de Al Gore es que la suma de
cambios individuales, va a solucionar el grave problema que enfrentaremos en los próximos
40 años o 50 años. Yo tengo mis dudas. Porque se deben cambiar actitudes en la familia, en
el colegio, en la comunidad. No es simple, y ahí hay muchas cosas qué hacer en Chile.
También estoy en desacuerdo con Al Gore en otras cosas. Porque fíjense ustedes en la
audiencia, la recomendación es, si usted puede, cómprese un auto híbrido. Uno, no existen
los autos híbridos, porque igualmente se le va a echar gasolina. Sería híbrido si tuviera
energía solar y del combustible fósil. El mensaje para esta audiencia sería, cómprese un auto
chico, porque los mensajes de cambios de conductas individuales tienen que ver con el lugar
y las realidades que uno vive.
Patricio Aceituno: Si yo siento que como sociedad somos un poco inconsistentes. Porque
una charla sobre cambio climático global atrae atención fuerte y tenemos una audiencia
como la que hay en esta sala y la gente se preocupa por lo que va a ocurrir en 20, 30 años.
Y a lo mejor hacemos algo. Pero sin embargo, no hacemos nada para prevenir, mitigar y
planificar frente a acciones de la naturaleza que no tienen probabilidades. Cuando sabemos
100% de probabilidad que ocurra, igual reaccionamos a posteriri. No nos preparamos, no
enfrentamos una discusión estos desafíos y amenazas.
Preguntas del público:
- ¿Qué proyecciones a futuro tienen los bonos de carbono? ¿Es una posible solución?
Juan Carlos Castilla: En corto, los bonos de carbono son básicamente una de las
herramientas de Kioto, ojo, de mitigación. No de solución. Entonces yo tengo una industria,
emito una cantidad de toneladas de anhídrido carbónico y no puedo mejorar por abc la
tecnología y emito 80 toneladas de CO2, cada dos meses. El bono de carbono, es lo que
permite, dentro de un porcentaje, es ir a cualquier lugar del mundo, a este industrial, estoy
poniendo un ejemplo, y decir yo le compro a usted, que tiene un bosque, que absorbe
anhídrido carbónico, 80 toneladas. O sea lo que produce, se absorbe. Y eso tiene un precio y
se tranza en el mercado. En Chile hay varias empresas que reciben dinero por una cantidad
de bosque, que incluso puede ser nativo o no nativo. Pero es una medida de mitigación, no
soluciona el problema, como casi todas la s medidas de Kioto. Ahora lo que se está tratando
de hacer, es que este industrial no tire 80, sino que haga una disminución y que en 5 años
tire 40. Y ahí es donde Europa ha reaccionado muy bien.
Una de las cosas que yo voy a plantear en la charla del viernes, es que, si alguna vez, nos
hemos enfrentado en la Tierra con un problema similar a este y si hay experiencias que
podríamos derivar de ellos. Y la respuesta es que sí. En el año 1985 se descubre por primera
vez el hoyo de Ozono en la Antártica. Había investigadores que habían estado trabajando en
este problema 15 años antes. Y en 1978, Suecia hace una parada completa a la emisión de
los CFs, los gases de los aerosoles, en los refrigeradores, etc. Y en el año 1982 se firma el
protocolo de Montreal. O sea, eso es gobernabilidad global. Uno mira la curva de
acumulación de CFs en la atmósfera y se detuvo. Sigue el hoyo de ozono y no sabemos si se
va a achicar, y viviremos unos 50 o 100 años con eso ahí, pero el causante se detuvo. Mucha
gente cambió su conducta, la Dupont que era la que producía la mayor cantidad de aerosoles
y los reemplazó tecnológicamente por otra cosa. O sea la tecnología nos ayudó ahí. En
cambio en el cambio climático, la tecnología se está quedando muy atrás, tanto así que no
tenemos autos híbridos. Entonces ahí hay todo un cuento de gobernabilidad, cambio de
conductas y resultados. Con decirles que en el 95 las tres personas que se dieron cuenta de
esto se ganaron el Premio Nobel. Yo lo encuentro de película. Hay casos de los que tenemos
que aprender. Mi cuento es optimista, que aún estamos a tiempo, que los cambios personal
son súper importantes, pero tenemos que tener claro que esto es global y en eso la
educación es primordial.
- ¿Cuánto anhídrido carbónico produce el hombre proporcionalmente en comparación con la
naturaleza. En el documental de Lindzen se culpa al sol, como principal causa del
calentamiento global y asegura que el C02 humano es menor al del medio ambiente.
Patricio Aceituno: Patricio Aceituno: El principal reservorio en el planeta de carbono y
finalmente de CO2, no está en la atmósfera, está en el océano. Cuando uno compara las
cifras los niveles de CO2 en tiempos de 1750 eran como 280 partes por millón, ahora estén
en 370, de modo que el aporte del hombre sigue siendo menor respecto al total. Y más aún,
se han hecho estimaciones, desde que empezó la Revolución Industrial, de cuánto C02
emitió el hombre y contabilizando cuánto hay en la atmósfera, hay mucho menos. Eso
significa que a alguna parte de fue, y ahí el océano vuelve a jugar un rol de C02 que se
inyecta desde la atmósfera hacia el océano. Ahora con respecto al sol, las teorías de cambio
climático ligados al sol, son muy antiguas, quizás las primeras a las cuales se le echó mano
para interpretar qué estaba pasando con el clima. Estudios de fines del siglo XIX hablan de
vinculaciones entre manchas solares y clima. Pero después de un siglo no se ha podido
comprobar que sea un factor significativo de cambio climático. Sin embargo, hay otros
factores importantes que conocemos por la vía empírica, es decir, sabemos que existen y
que no es el hombre el que está detrás de ellos. Al principio la causa de todo era el
fenómeno de El Niño, pero ahora desapareció un poco de la escena y ahora empieza a surgir
un nuevo componente de variabilidad que se mide en la escala de décadas y se llama
variabilidad decadal del Pacífico. Este gran océano que cubre casi un hemisferio en el planeta
oscila entre dos fases, una cálida y una fría y esa oscilación se mide en la escala de
décadas. Y los científicos discuten si no estaríamos ahora en un cambio de fase nuevamente,
hacia una cálida.
Cristóbal Edwards: Sabiendo que hay muchos factores ajenos a lo humano que afectan las
condiciones del clima y de la vida en el planeta, ¿vale la pena impulsar, a través de
campañas un comportamiento humano a nivel personal, grupal, nacional, mundial, para
cuidar mejor el planeta, o es una linda idea, pero que no tiene el mayor efecto?
Patricio Aceituno: Quizás el discurso, y los medios de comunicación insisten en que hay
que cuidar al planeta porque hay un cambio climático que nos amenaza. Yo creo que eso no
puede ser el argumento. El discurso es que hay que cuidar el planeta porque no es mío,
porque todos pasamos por acá.
Juan Carlos Castilla: Yo concuerdo plenamente con lo que dice Patricio y está muy bien
reflejado en la literatura en lo que se llama “La tragedia de los comunes”, en el fondo aquello
que nos pertenece a todos, no lo cuida nadie. Es lo que ocurre con el aire, el mar. Por eso
que digo yo, siendo el aire un recurso común, de todos, cuidémoslo, pero necesitamos un
elemento de gobernabilidad antes. Y no me cabe duda que hay que formar a la gente, sobre
todos más jóvenes. Tenemos que cuidar este puntito del Universo, que tiene 4500 millones
de años.
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