N20110123IIIOrdinario

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Quiero vivir siguiendo tus pasos, Jesús Maestro.
III Domingo del
Tiempo Ordinario
23
Enero
SER TESTIGO
Quiero vivir imitando tus actitudes.
Quiero vivir cumpliendo tus mandamientos.
Quiero vivir compartiendo tus preferencias.
Quiero vivir realizando tus gestos de ayuda.
Quiero vivir lo que me dices en el Evangelio.
Quiero vivir predicando
tu Buena Noticia,
con mis palabras,
con mis acciones,
con mi manera de vivir,
con todo lo que pienso,
lo que hago y lo que digo.
Venid y seguidme
Quiero vivir siendo sincero y honesto como Tú.
Quiero vivir desde la Eucaristía.
¡Quiero ser tu testigo, Señor!
acción católica
general
SECTOR
DE NIÑOS
www.accioncatolicageneral.es
Se estableció en Cafarnaún. Así
se cumplió lo que había dicho Isaías
A
l enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en
el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: «País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al
otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de
muerte, una luz les brilló».
Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está
cerca el reino de los cielos».
Pasando junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el
lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo,
su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su
padre y lo siguieron.
Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y
dolencias del pueblo.
E
3
4, 12-2
Mateo
s posible que alguna vez estando en casa... de repente se
haya ido la luz. De pronto todo se queda a oscuras y nos
asustamos un poco. Todo lo que está a nuestro
alrededor desaparece y nos quedamos muy quietos, sin saber que hacer. Así... hasta que
alguien enciende una vela o una linterna y la
cosa... vuelve a la “normalidad”.
Así pasaba entonces... hasta que “el pueblo
que habitaba en tinieblas vio una luz grande”.
Esta LUZ... que hizo que la gente pudiera
ver... es nuestro amigo Jesús.
Jesús hizo que se “encendiara” la luz... y nos
indicó -como a los apóstoles- el camino que
debíamos seguir...
Este camino es el que Jesús empezó a andar.
Y nosotros debemos seguir ese camino... para contar a todos los
que nos encontremos lo que Él hizo. Debemos hacer ese mismo
camino para -como los apóstoles- hacernos “pescadores de hombres”. O lo que es lo mismo... animar a los que nos encontremos
a que se hagan amigos de Jesús y sigan sus pasos.
Pero... ¿cómo lo haremos? Pues viviendo como Jesús lo hizo.
Haciendo las cosas a su manera... poniendo a los que sufren y lo
pasan mal en el primer lugar, compartiendo lo que somos y tenemos... siendo buenas personas... como a Jesús le gusta que seamos... leyendo el Evangelio... celebrando la Eucaristía...
z
Alguna vez te has quedado a oscuras... ¿Qué sentiste en ese
momento? ¿En qué pensaste? ¿Qué sucedió cuando volvió la
luz?
z
¿Qué significa para ti... que Jesús sea nuestra Luz?
z
¿Qué puedes hacer para que otros sigan la Luz de Jesús?
¿Cómo puedes contarles que si caminamos con Jesús... ya no
estaremos a oscuras?
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