Cambia el arquitecto sus conceptos tradicionales en

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Renueva Ricardo Legorreta su lenguaje
( Dom Jul 07 2002 )
Cambia el arquitecto sus conceptos tradicionales en
función del medio ambiente, como el uso del tabique en
lugar del aplanado, si bien mantiene colores como el rojo,
constante en su obra
Ciudad de México (30 junio 2002).- El arquitecto mexicano Ricardo
Legorreta muestra un cambio en su manejo de las formas arquitectónicas y
renueva su filosofía de desarrollar la interacción entre los usuarios a través
del espacio en su obra más reciente: los dormitorios de la Universidad de
Chicago, en Estados Unidos.
Esta obra, compuesta de tres edificios, muestra cambios sustanciales con
respecto a sus trabajos anteriores precisamente a partir de las condiciones
que prevalecen en la ciudad de Chicago.
Fachada principal de los
"El medio ambiente obligó a crear un trabajo completamente diferente al que dormitorioas de la Universidad de
estaba acostumbrado a realizar y si alguien lo observa a plena vista, nunca Chicago.
pensaría que fue creado por Legorreta.
"Esto se debe a que en ocasiones es difícil mantener totalmente el estilo mexicano que define mi obra, debido a que
las edificaciones se deben apegar a las características del lugar", comenta Legorreta.
Ejemplo de esto, agrega, es que en la Ciudad de México se puede aprovechar el máximo el uso de la luz para
resaltar el colorido de los rosas mexicanos y los amarillos sobre muros con formas geométricas, sin embargo, la luz
de Chicago no es tan constante, por lo que estas tonalidades no podrían lucir de la misma forma.
Destaca que lo mismo sucede con el uso de materiales y los terminados, que deben ser, entre otras cosas,
resistentes a las inclemencias climáticas. Por ende, en esta obra no era posible utilizar los aplanados representativos
de la arquitectura mexicana en la fachada de los dormitorios.
Los aplanados no cuentan con la suficiente resistencia para soportar las fuertes nevadas y la humedad y pueden
llegar a cuartearse, precisa Legorreta.
Para solucionar este problema, el arquitecto aplicó el tabique en su color natural que resulta ser el protagonista de la
estructura, junto con el rojo de los marcos de las ventanas, que mantienen una atmósfera de trasparencia, ya que el
estilo gótico de la universidad de Chicago no permite, según Legorreta, que exista un buen manejo de la luz.
El estilo gótico surgió en Europa en el Siglo 16 y se distingue por el uso de los arcos de punta, el vidrio de color y las
bóvedas. Estos elementos aplicados en la edificación de la Universidad, contrastan con la estructura contemporánea
basada en los cuadrados, que son los únicos elementos geométricos que envuelven los interiores de los dormitorios.
Legorreta comenta que el presupuesto fue muy limitado, pero que a pesar de ello se lograron unos dormitorios de
calidad para 700 alumnos.
Originalmente se asignaron 42 mil dólares y el costo final de 46 mil 500 dólares.
La obra se realizó en conjunto con Víctor Legorreta, hijo del arquitecto, con quien actualmente fusiona sus ideas en
el despacho Legorreta + Legorreta.
"Trabajar con mi hijo ha sido parte de un cambio. Es un concepto arquitectónico en el que convergen la experiencia
y la juventud", explica.
Una línea fundamental en la definición de esta obra ha sido la búsqueda de los espacios abiertos, sin excesos de
muros divisorios, con el fin de que el usuario pueda tener una interacción completa en la que destaque el sentido de
la convivencia.
Esta intención se ve reflejada en sus edificaciones creadas en los últimos años dentro del ámbito de la educación,
como el ITESM Santa Fe, de la Ciudad de México, y la Escuela de Graduados, en Monterrey.
"En las escuelas hemos logrado convertir lo que pudiera ser un simple pasillo en un área de estar. Es parte de una
nueva filosofía que se basa en la búsqueda por la interacción social dentro de cada espacio", explica Víctor
Legorreta.
Es una estrategia que define como el realce del sentido humano dentro del poder utilitario. Es un punto que marca la
diferencia de su arquitectura de otras épocas con la actual.
"Mi trabajo está basado en una continuidad. Es parte de una evolución lógica que ha hecho que se pueda observar
una arquitectura más sensible a las necesidades de convivencia y con un refinamiento en la forma de vivir", comenta
Ricardo Legorreta.
Esta idea se sustenta en el sentido humanitario que le inculcara su maestro, el arquitecto José Villagrán. El propósito
es crear espacios dignos para la sociedad y luchar por que su obra trascienda a lo largo del tiempo.
"Villagrán me enseñó que es más importante que un arquitecto permanezca presente por el valor de su obra aún
después de muerto; que ser el arquitecto de moda por sólo 15 ó 20 años", reflexiona el ganador en el año 2000 de la
Medalla de Oro de la Asociación Internacional de Arquitectos.
De México al mundo
La participación de Legorreta + Legorreta en el diseño de universidades ha trascendido en los últimos años.
Actualmente, por ejemplo, trabajan en el proyecto de la Universidad Americana del Cairo, en Egipto.
"En esta universidad el concreto forma parte de la estructura que soporta los rigores del clima desértico. Algunos
espacios se están diseñando de acuerdo a las costumbres locales, considerando incluso lugares dedicados
específicamente a la oración de acuerdo a los hábitos musulmanes", expresa Víctor Legorreta.
Igualmente, el despacho ha tenido presencia en el desarrollo de casas residenciales en países como Israel, Japón,
España, Estados Unidos y Costa Rica, gracias al interés de sus clientes en el exterior.
"Sabemos que en el extranjero hay más interés hacia nuestro trabajo, que nuestro propio país. Eso no quiere decir
que estemos resentidos con México porque estamos enamorados de nuestra profesión y actualmente tenemos una
diversidad de trabajo", concluye el arquitecto de la Catedral de Managua, Nicaragua.
GERARDO LEÓN
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