a.1ER. PREMIO INFANTILL.doc

Anuncio
Almudena Muñoz Varo
Seudónimo: Solidaridad
Colegio “La Purísima” Lucena (Córdoba)
TODO EL MUNDO ES MI FAMILIA
EL SUEÑO DE CARLOTA
Eran las dos de la tarde cuando Carlota salió del colegio pensando en la
redacción que debería de hacer con el título: Todo el mundo es mi familia.
Por el camino a su casa ya iba preguntándose algunas cosillas como: Si todo el
mundo es mi familia, todos deberíamos de ayudarnos y si todos nos
ayudáramos no habría hambre, soledad, tristeza…sin embargo hay.
Al llegar la noche y en su cama la idea de la redacción no se le iba ni por un
momento y se preguntaba ¡Y Dios! ¿dónde está? ¿Cómo lo puede consentir?
pero el día había sido largo y agotador por lo que estaba tan cansada que
pronto se durmió.
De pronto se vio envuelta en una gran nube blanca pudiendo ver la figura
sonriente de Dios que le dijo:
-
Carlota ¿qué es lo que consiente?
-
Carlota preguntó: ¿Cómo puedes no hacer nada ante el hambre, la
soledad, la tristeza…?
-
Dios le contestó: Carlota, sí que lo hago, te creé a ti y a todos los
hombres para que os ayudarais los unos a los otros.
-
Carlota volvió a preguntar: Entonces ¿por qué sigue habiendo dolor,
tristeza, hambre y soledad?.
-
Dios le contestó: Solo hace falta amor.
Y con estas palabras la neblina desapareció y Carlota de nuevo volvió a su
cama, abrió los ojos y exclamo ¡Ha sido un sueño, solo un sueño!.
Al poco rato volvió a quedarse dormida y en su intención de comprender todo lo
que Dios le había dicho, tuvo una gran idea. Haré un movil especial que pueda
hacer fotografías de los corazones de las personas y así poder ver como son.
Decidida salió a la calle. Comenzó a hacer fotos. En primer lugar hizo una foto
de un corazón muy rojo que latía a mucha velocidad por lo que pensó que
pertenecía a una persona que se dedicaba a curar a otras personas.
Después se encontró con un corazón rojo pero con arrugas y pensó que
pertenecía a una persona que cuidaba ancianos.
Mas tarde se topó con un corazón con alas y que tenía pintado un barco. Este
pertenecería a una persona viajera y con deseos de ayudar a otras personas
muy lejos de donde había nacido.
También encontró corazones pintados con muchas caritas sonrientes y que
pertenecían a personas que siempre estaban sonriendo y que con su
amabilidad hacían del mundo un lugar agradable.
Así siguió haciendo fotos y más fotos y más fotos, toda ellas de corazones de
distintas formas, con distintos dibujos que simbolizaban algo pero todos se
parecían en que eran rojos.
No encontró ni un solo corazón negro.
El despertador sonó y Carlota se despertó.
Entonces lo comprendió todo. Si todos tenemos un gran corazón rojo, lo único
que nos falta es el amor. Dios nos ha creado para el amor y nosotros debemos
poner de nuestra parte para que entre todos construyamos un mundo donde
reine la paz, la alegría, la solidaridad y el amor hacia los demás.
Si cada uno de nosotros ve a cada persona como alguien de su familia, esto
hará que el mundo sea un único y enorme corazón cuyas arterias son ríos de
personas que se mueven gracias a los latidos del amor.
Descargar